lunes, 25 de agosto de 2014

CLAUSEWITZ: EL PUEBLO EN ARMAS (Volksbewaffnung)


Der Volkskrieg ist im kultivierten Europa eine Erscheinung des neunzehnten Jahrhunderts. Er hat seine Anhänger und seine Widersacher, die letzteren entweder aus politischen Gründen, weil sie ihn für ein revolutionäres Mittel, einen für gesetzlich erklärten Zustand der Anarchie halten, der der gesellschaftlichen Ordnung nach innen ebenso gefährlich sei wie dem Feinde nach außen, oder aus militärischen Gründen, weil sie glauben, der Erfolg entspräche nicht der aufgewendeten Kraft.
La guerra del pueblo en la Europa civilizada es una manifestación del siglo XIX. Tiene sus partidarios y sus opositores; los últimos, porque la consideran, o bien en sentido político, como un medio revolucionario, un estado declarado de anarquía legal, tan peligroso para el orden social de nuestro país como para el del enemigo, o bien, en sentido militar, como un resultado que no guarda proporción con la fuerza empleada.
Der erste Punkt berührt uns hier gar nicht, denn wir betrachten den Volkskrieg bloß als Kampfmittel, also in seiner Beziehung auf den Feind; der letzte Punkt aber führt uns zu der Bemerkung, daß der Volkskrieg im allgemeinen als eine Folge des Durchbruches anzusehen ist, den das kriegerische Element in unserer Zeit durch seine alte künstliche Umwallung gemacht hat; als eine Erweiterung und Verstärkung des ganzen Gärungsprozesses, den wir Krieg nennen. Das Requisitionssystem, die Anschwellung der Heere zu ungeheuren Massen vermittelst desselben und der allgemeinen Dienstpflicht, der Gebrauch der Landwehren sind alles Dinge, die, wenn man vom ehemaligen engbegrenzten Militärsystem ausgeht, in derselben Richtung liegen, und in dieser Richtung liegt nun auch der Aufruf des Landsturmes oder die Volksbewaffnung.
El primer punto no nos interesa aquí, porque estamos considerando la guerra del pueblo simplemente como un medio de lucha y, por consiguiente, en su relación con el enemigo; pero, con referencia al segundo punto, cabe observar que, en general, una guerra del pueblo ha de ser considerada como consecuencia de la forma en que, en nuestros días, el elemento bélico ha roto sus antiguas barreras artificiales; por consiguiente, como una expansión y un fortalecimiento de todo el proceso fermentativo que llamamos guerra. El sistema de requisiciones, el enorme aumento del volumen de los ejércitos mediante ese sistema, el reclutamiento general y el empleo de la milicia son cosas que siguen todas la misma dirección, si tomamos el limitado sistema militar de épocas anteriores como punto de partida; y la levée en masse, o el pueblo en armas se encuentra también en la misma dirección.
Sind die ersten dieser neuen Hilfsmittel eine natürliche und notwendige Folge weggeworfener Schranken, und haben sie die Kraft dessen, der sich ihrer zuerst bedient hat, so gewaltig gesteigert, daß der andere mit fortgerissen worden ist und sie auch hat ergreifen müssen, so wird beides auch der Fall mit dem Volkskriege sein. In der Allgemeinheit der Fälle würde dasjenige Volk, welches sich desselben mit Verstand bediente, ein verhältnismäßiges Übergewicht über diejenigen bekommen, die ihn verschmähen. Ist dem also, so kann nur die Frage sein, ob diese neue Verstärkung des kriegerischen Elementes der Menschheit überhaupt heilsam ist oder nicht; eine Frage, die sich wohl ganz so beantworten dürfte wie die Frage über den Krieg selbst - wir überlassen beide den Philosophen. Aber man könnte auch meinen, die Kräfte, welche der Volkskrieg kostet, könnten auf andere Streitmittel verwendet mit mehr Erfolg benutzt werden; es gehört indessen keine große Untersuchung dazu, um sich zu überzeugen, daß diese Kräfte größtenteils nicht disponibel sind und sich nicht nach Willkür verwenden lassen. Ein wesentlicher Teil derselben, nämlich die moralischen Elemente, erhalten sogar erst durch diese Art des Gebrauches ihr Dasein.
Si las primeras de estas nuevas ayudas para la guerra son una consecuencia natural y necesaria de las barreras derribadas y si han acrecentado en forma tan enorme el poder de aquellos que las utilizaron en primer término, hasta el punto que el enemigo fue arrastrado por la corriente y obligado a adoptarlas de la misma forma, también ocurrirá lo mismo con las guerras nacionales. En la mayoría de los casos, la nación que hace un uso acertado de este medio adquirirá una superioridad proporcional sobre aquellos que lo desprecian. Si esto es así, entonces el único problema consiste en saber si esta nueva intensificación del elemento bélico es, en conjunto, beneficioso o no para la humanidad, problema éste que resultaría casi tan fácil de solucionar como el de la guerra misma. Dejamos ambos problemas en manos de los filósofos. Pero cabe adelantar la opinión de que los recursos que requiere la guerra del pueblo podrían ser empleados más provechosamente si se utilizaran para proporcionar otros medios militares; por tanto, no se necesita una investigación muy profunda para convencerse de que tales fuerzas, en su mayor parte, no se hallan a nuestra disposición y no pueden ser utilizadas a voluntad. No sólo esto, sino que una parte esencial de esas fuerzas, o sea, el elemento moral, solamente se pone de manifiesto cuando se emplea de esta forma.
Wir fragen also nicht mehr: was kostet der Widerstand, den ein ganzes Volk mit den Waffen in der Hand leistet, diesem Volke? Sondern wir fragen: welchen Einfluß kann dieser Widerstand haben, welches sind seine Bedingungen und wie ist der Gebrauch desselben?
Por consiguiente, ya no nos preguntamos ¿cuánto cuesta a la nación la resistencia que todo el pueblo en armas es capaz de ofrecer?, sino ¿cuál es la influencia que puede tener esa resistencia? ¿Cuáles son sus condiciones y cómo ha de ser usada?
Daß ein so verteilter Widerstand nicht zu der in Zeit und Raum konzentrierten Wirkung großer Schläge geeignet ist, geht aus der Natur der Sache hervor. Seine Wirkung richtet sich, wie in der physischen Natur der Verdampfungsprozeß, nach der Oberfläche. Je größer diese ist und der Kontakt, in welchem sie mit dem feindlichen Heere sich befindet, also je mehr dieses sich ausbreitet, um so größer ist die Wirkung der Volksbewaffnung. Sie zerstört wie eine still fortschwelende Glut die Grundfesten des feindlichen Heeres. Da sie zu ihren Erfolgen Zeit braucht, so entsteht, während beide Elemente so aufeinander wirken, ein Zustand der Spannung, die sich entweder nach und nach löst, wenn der Volkskrieg an einzelnen Stellen erstickt wird und an anderen langsam erlischt, oder die zu einer Krise führt, wenn die Flammen dieses allgemeinen Brandes über das feindliche Heer zusammenschlagen und es nötigen, das Land vor eigenem gänzlichen Untergange zu räumen. Daß diese Krisis durch den bloßen Volkskrieg herbeigeführt werden sollte, setzt entweder eine solche Oberfläche des eingenommenen Reiches voraus, wie außer Rußland kein europäischer Staat sie hat, oder ein Mißverhältnis zwischen der einfallenden Armee und der Oberfläche des Landes, wie es in der Wirklichkeit nicht vorkommt. Will man also kein Phantom verfolgen, so muß man sich den Volkskrieg in Verbindung mit dem Kriege eines stehenden Heeres denken und beide durch einen das Ganze umfassenden Plan geeinigt.
Naturalmente, una resistencia realizada en forma tan amplia no es apropiada para efectuar golpes de magnitud notable, que requieran una acción concentrada en el tiempo y en el espacio. Su acción, como el proceso de evaporación en la naturaleza, depende de la extensión de la superficie expuesta. Cuando mayor sea ésta, mayor será el contacto con el ejército enemigo, y cuanto más se extienda ese ejército, tanto mayores serán los efectos de armar a la nación. Al igual que un fuego que continúa ardiendo silenciosamente, destruye los fundamentos del ejército enemigo. Como necesita tiempo para producir sus efectos, existe, mientras los elementos hostiles actúan uno sobre otro, un estado de tensión que, o bien cede gradualmente si la guerra del pueblo se extingue en algunos puntos y prosigue lentamente su acción en otros, o bien conduce a una crisis, si las llamas de esta conflagración general envuelven al ejército enemigo y lo obligan a evacuar el país antes de quedar destruido totalmente. Que una simple guerra del pueblo pueda producir esa crisis presupone o bien que la extensión superficial del estado invadido excede la de cualquier país de Europa, excepto Rusia, o bien que existe una desproporción entre la fuerza del ejército invasor y la extensión del país, que nunca se presenta en la realidad. Por lo tanto, para evitar aferrarnos a una cuestión irreal, debemos imaginar siempre una guerra del pueblo en combinación con una llevada a cabo por un ejército regular, y que ambas se realicen de acuerdo con un plan que abarque las operaciones del conjunto.
Die Bedingungen, unter welchen allein der Volkskrieg wirksam werden kann, sind folgende:
1. daß der Krieg im Innern des Landes geführt,
2. daß er nicht durch eine einzige Katastrophe entschieden werde;
3. daß das Kriegstheater eine beträchtliche Länderstrecke einnehme;
4. daß der Volkscharakter die Maßregel unterstütze;
5. daß das Land sehr durchschnitten und unzugänglich sei, entweder durch Gebirge oder durch Wälder und Sümpfe oder durch die Natur der Bodenkultur.
Las condiciones bajo las cuales la guerra del pueblo puede llegar a ser eficaz son las siguientes:
1. que la guerra se realice en el interior del país;
2. que no la decida una catástrofe aislada;
3. que el teatro de la guerra abarque una extensión considerable del país;
4. que el carácter nacional favorezca las medidas a tomar;
5. que el terreno del país sea muy accidentado e inaccesible, ya sea a causa de las montañas, o de los bosques y los pantanos, ya por el tipo de cultivo que se utilice.
Ob die Bevölkerung groß oder klein ist, tut nichts Entscheidendes, denn an Menschen fehlt es dabei am wenigsten. Ob die Einwohner arm oder reich sind, ist auch nicht geradezu entscheidend oder sollte es wenigstens nicht sein, es ist aber nicht zu verkennen, daß eine arme, an anstrengende Arbeit und Entbehrungen gewöhnte Menschenklasse sich auch kriegerischer und kräftiger zu zeigen pflegt,
Que la población sea o no numerosa tiene poca importancia, ya que hay menos probabilidad de que exista escasez de hombres que de cualquier otra cosa. Que los habitantes sean ricos o pobres tampoco es un punto relevante, o al menos no debería serlo. Pero cabe admitir que, por lo general, una población pobre, acostumbrada al trabajo duro y pesado y a las privaciones, se muestra más vigorosa y se adapta mejor a la guerra.
Eine Landeseigentümlichkeit, welche die Wirkung des Volkskrieges ungemein begünstigt, ist der zerstreute Anbau der Wohnungen, wie er sich in vielen Provinzen Deutschlands findet. Das Land wird dadurch zerschnittener und verdeckter, die Wege werden schlechter, obgleich zahlreicher, die Unterbringung der Truppen hat unendliche Schwierigkeiten, und vor allem es wiederholt sich im kleinen die Eigentümlichkeit, welche der Volkskrieg im großen hat, nämlich daß das widerstehende Prinzip überall und nirgends vorhanden ist. Wohnen die Einwohner in Dörfern beisammen, so werden die unruhigsten mit Truppen belegt oder auch wohl zur Strafe ausgeplündert, abgebrannt usw., welches sich aber bei einer westfälischen Bauerschaft nicht wohl ausführen läßt.
Una peculiaridad del país, que favorece en gran medida la acción de la guerra del pueblo, es la distribución diseminada de los núcleos habitados, tal como la que se da en muchas partes de Alemania. De este modo, el país está más dividido y más protegido; los caminos se vuelven peores, aunque más numerosos; el alojamiento de las tropas se acompaña de dificultades infinitas, pero especialmente se repite en pequeña escala esa peculiaridad que una guerra del pueblo posee en gran escala, a saber, que el espíritu (principio) de resistencia existe en todas partes, pero no es perceptible en ninguna. Si los habitantes viven en aldeas, muchas veces las tropas son acuarteladas donde se encuentran los más rebeldes, o bien como castigo aquéllas son saqueadas, sus casas quemadas, etc., sistema que no podría llevarse a cabo con mucha facilidad en la comunidad campesina de Westfalia.
Der Gebrauch des Landsturmes und bewaffneter Volkshaufen kann und soll nicht gegen die feindliche Hauptmacht, auch nicht einmal gegen beträchtliche Korps gerichtet sein, er soll nicht den Kern zermalmen, sondern nur an der Oberfläche, an den Umgrenzungen nagen. Er soll sich in den Provinzen erheben, welche dem Kriegstheater seitwärts liegen und wohin der Angreifende nicht mit Macht kommt, um diese Provinzen seinem Einfluß ganz zu entziehen. Diese sich seitwärts auftürmenden Wetterwolken sollen sich hinter ihm fortziehen in dem Maße, als er vorschreitet. Da, wo noch gar kein Feind ist, fehlt es nicht an Mut, sich gegen ihn zu rüsten, und an diesem Beispiel entzündet sich nach und nach die Masse der angrenzenden Einwohner. So verbreitet sich das Feuer wie ein Brand in der Heide und trifft am Ende die Bodenfläche, auf welche der Angreifende basiert ist; es ergreift seine Verbindungslinie und zehrt an den Lebensfaden seines Daseins. Denn wenn man auch keine übertriebenen Vorstellungen von der Allmacht eines Volkskrieges hat, ihn nicht für ein unerschöpfliches, unbezwingliches Element hält, dem die bloße Heeresmacht so wenig Stillstand gebieten könne wie der Mensch dem Winde oder Regen, kurz, wenn man sein Urteil auch nicht auf rednerische Flugschriften gründet, so muß man doch zugeben, daß man bewaffnete Bauern nicht vor sich hertreiben kann wie eine Abteilung Soldaten, die aneinander halten wie eine Herde und gewöhnlich der Nase nachlaufen, während jene auseinandergesprengt sich nach allen Seiten zerstreuen, ohne dazu eines künstlichen Planes zu bedürfen. Dadurch bekommt der Marsch jeder kleinen Abteilung in einem Gebirge, einer Wald- oder sonst sehr durchschnittenen Gegend einen sehr gefährlichen Charakter; denn es kann in jedem Augenblick aus dem Marsch ein Gefecht werden, und wenn schon lange von keinem feindlichen Kriegsvolk mehr die Rede sein würde, können noch zu jeder Stunde dieselben Bauern am Ende einer Kolonne erscheinen, die die Spitze derselben längst vertrieben hatte. Ist von Verderbung der Wege und Sperrung enger Straßen die Rede, so verhalten sich die Mittel, welche Vorposten oder Streifkorps des Heeres anwenden, zu denjenigen, welche eine aufgebrachte Bauernmasse herbeischafft, ungefähr wie die Bewegungen eines Automaten zu den Bewegungen eines Menschen. Der Feind hat kein anderes Mittel gegen die Wirkungen des Landsturmes als das Absenden vieler Haufen zur Geleitung seiner Zufuhren, zur Besetzung der militärischen Stationen, der Pässe, Brücken usw. So wie die ersten Versuche des Landsturmes gering sein werden, so werden auch diese entsendeten Haufen schwach sein, weil man die große Zersplitterung der Kräfte fürchtet; an diesen schwachen Haufen pflegt sich dann das Feuer des Volkskrieges erst recht zu entzünden, man wird ihrer an einigen Orten durch die Menge Meister, es wächst der Mut und die Lust, und die Intensität dieses Kampfes nimmt zu, bis sich der Kulminationspunkt nähert, der über den Ausgang entscheiden soll.
Las levas nacionales y las masas de campesinos armados no pueden ni deben ser empleadas contra el cuerpo principal del ejército enemigo, ni siquiera contra ninguna fuerza considerable; no deben intentar romper el núcleo central, sino atacar sólo la superficie y por sus límites. Deberían actuar en regiones situadas a los lados del teatro de la guerra y allí donde el agresor no aparezca con toda su fuerza, a fin de alejar a esas regiones de su influencia. Donde todavía no hace acto de presencia el enemigo no falta el valor para oponérsele, y el grueso de la población se enardece gradualmente con ese ejemplo. De este modo, el fuego se propaga como en un brezal y llega finalmente a esa parte de terreno en la que se encuentra el agresor; se apodera de sus líneas de comunicación y destruye el hilo vital mediante el cual se mantiene en pie. Porque incluso si no abrigáramos una idea exagerada sobre la omnipotencia de una guerra del pueblo, incluso si no la consideráramos como un elemento inagotable e inconquistable, sobre el cual la simple fuerza de un ejército tuviera tan poco control, como la voluntad humana tiene sobre el viento o la lluvia, en otras palabras, aunque nuestra opinión no estuviera fundada en opúsculos retóricos, debemos admitir que no cabe conducir delante dé nosotros a los campesinos armados como si se tratara de un cuerpo de soldados que se mantienen unidos al igual que un rebaño y que por lo común unos siguen a otros. Por el contrario, los campesinos armados, cuando están desparramados, se dispersan en todas direcciones, para lo cual no se requiere ningún plan elaborado. Con esto se hace muy peligrosa la marcha de cualquier pequeño grupo de tropas en territorio montañoso, muy boscoso o accidentado, porque en cualquier momento la expedición puede convertirse en un encuentro. En realidad, aun si durante algún tiempo no se hubiera sabido nada de estos cuerpos armados, no obstante, los campesinos que hayan sido ahuyentados por la cabeza de una columna pueden en cualquier momento hacer su aparición en su retaguardia. Si se trata de destruir caminos y bloquear desfiladeros estrechos, los medios que las avanzadas y los destacamentos de incursión de un ejército pueden aplicar para ese propósito guardan más o menos la misma relación con los medios suministrados por un cuerpo de campesinos insurgentes que la que tienen los movimientos del autómata en relación con los del ser humano. El enemigo no cuenta con otros medios de oponerse a la acción de las levas nacionales, excepto el de destacar numerosas partidas para proporcionar escoltas a los convoyes, para ocupar puestos militares, desfiladeros, puentes, etc. Si los primeros esfuerzos de las levas nacionales no son intensos, serán, en proporción, numéricamente débiles los destacamentos enviados por el enemigo, porque éste teme dividir mucho sus fuerzas. En estos cuerpos débiles prende entonces con mucha más fuerza el fuego de la guerra nacional. El enemigo se ve superado numéricamente en algunos puntos, el valor se acrecienta, la combatividad gana fuerza y la intensidad de la lucha aumenta hasta que se acerca al punto culminante que ha de decidir el resultado.
Nach unserer Vorstellung vom Volkskriege muß er wie ein nebel- und wolkenartiges Wesen sich nirgends zu einen widerstehenden Körper konkreszieren, sonst richtet der Feind eine angemessene Kraft auf diesen Kern, zerstört ihn und macht eine große Menge Gefangene; dann sinkt der Mut, alles glaubt, die Hauptfrage sei entschieden, ein weiteres Bemühen vergeblich, und die Waffen fallen dem Volke aus den Händen. Von der anderen Seite aber ist es dennoch nötig, daß sich dieser Nebel an gewissen Punkten zu dichteren Massen zusammenziehe und drohende Wolken bilde, aus denen einmal ein kräftiger Blitzstrahl herausfahren kann. Diese Punkte sind hauptsächlich auf den Flügeln des feindlichen Kriegstheaters, wie wir schon gesagt haben. Da muß sich die Volksbewaffnung in größere und mehr geordnete Ganze vereinigen, mit einem geringen Zusatz stehender Truppen, so daß sie schon das Ansehen eines geordneten Heeres gewinnt und imstande ist, sich an größere Unternehmungen zu wagen. Von diesen Punkten aus muß die Intensität des Landsturmes abnehmen nach dem Rücken des Feindes hin, wo er seinen stärksten Schlägen ausgesetzt ist. Jene dichteren Massen sind bestimmt, über die beträchtlicheren Garnisonen herzufallen, welche der Feind zurückschickt, außerdem flößen sie Furcht und Besorgnis ein, vermehren den moralischen Eindruck des Ganzen; ohne sie würde die Totalwirkung nicht kräftig und der ganze Zustand für den Feind nicht beunruhigend genug werden.
Según la idea que tenemos sobre la guerra del pueblo, ésta, al igual que una esencia en forma de nube o de vapor, no se condensa en ninguna parte ni forma un cuerpo sólido. De otro modo el enemigo enviaría una fuerza adecuada contra su centro, lo aplastaría y tomaría muchos prisioneros. A consecuencia de ello el valor se extinguiría, todos pensarían que la principal cuestión se hallaba ya decidida, y que cualquier otro esfuerzo sería inútil y las armas caerían de las manos del pueblo. Es, pues, necesario que ese valor se reúna en algunos puntos en masas más densas y forme nubes amenazadoras desde las cuales de vez en cuando se produzca un relámpago formidable. Estos puntos se encuentran principalmente en los flancos del teatro de la guerra del enemigo, como hemos dicho antes. Allí el levantamiento nacional debe organizarse en unidades más amplias y más ordenadas, apoyadas por una fuerza reducida de tropas regulares de modo que se le dé la apariencia de una fuerza regular y la adecúe para que pueda aventurarse en empresas de mayor envergadura. Partiendo de estos puntos, la organización del pueblo en armas debe adquirir un carácter más irregular en la proporción en que haya que hacer más uso de él en la zona de retaguardia del enemigo, donde pueda aplicar sus golpes más contundentes. Las masas mejor organizadas sirven para caer sobre las guarniciones que el enemigo deja tras de sí. Además, permiten crear un sentimiento de desasosiego y de temor y aumentan el efecto moral del conjunto; sin ellas, el efecto total carecería de fuerza y el enemigo no sería colocado en una situación suficientemente penosa.
Diese willkürliche Gestaltung der ganzen Volksbewaffnung bringt der Feldherr am leichtesten durch die kleinen Haufen des stehenden Heeres hervor, womit er den Landsturm unterstützt. Ohne eine solche zur Ermunterung dienende Unterstützung durch etwas Truppen des stehenden Heeres wird es beim Einwohner meistens an Vertrauen und an Trieb fehlen, zu den Waffen zu greifen. Je stärker nun die Haufen sind, die dazu bestimmt werden, um so stärker wird die Anziehungskraft, um so größer die Lawine, die sich herabstürzen soll. Aber dies hat seine Grenze; denn teils wäre es verderblich, für diesen untergeordneten Zweck das ganze Heer zu verteilen, im Landsturm gewissermaßen aufzulösen und damit eine ausgedehnte, überall schwache Verteidigungslinie zu bilden, wobei man gewiß sein könnte, daß Heer und Landsturm gleich gründlich zerstört werden würden, teils scheint auch die Erfahrung zu lehren, daß, wenn allzuviel regelmäßige Truppen in der Provinz anwesend sind, der Volkskrieg an Energie und Wirksamkeit abzunehmen pflegt; die Ursache ist, weil erstens dadurch zu viel feindliche Truppen in die Provinz gezogen werden, zweitens die Einwohner sich nun auf die eigenen stehenden Truppen verlassen wollen, drittens das Dasein beträchtlicher Truppenmassen die Kräfte der Einwohner auf eine andere Art zu sehr in Anspruch nimmt: nämlich durch Bequartierung, Fuhren, Lieferungen usw.
El camino más fácil que debe seguir un general en jefe para producir esta forma más eficaz de levantamiento nacional es apoyar el movimiento por medio de pequeños destacamentos procedentes del ejército. Sin ese apoyo de algunas tropas regulares, que actúa como estímulo, los habitantes, por lo general, carecen del impulso y la confianza suficientes para empuñar las armas. Cuanto más fuertes sean los cuerpos destacados para este propósito, mayor será su poder de atracción, y más grande será la concurrencia que ha de producirse. Pero esto tiene sus límites, en parte porque sería perjudicial dividir a todo el ejército para cumplir con ese objetivo secundario, disolviéndolo, por así decir, en un cuerpo de irregulares, y formar con él una línea defensiva extensa y débil, mediante cuyo procedimiento podemos estar seguros de que tanto el ejército regular como las levas nacionales resultarían a la postre destruidos; y en parte, porque la experiencia parece indicarnos que cuando existen demasiadas tropas regulares en una región, la guerra del pueblo cede en vigor y en eficacia. Las causas de esto son, en primer lugar, que demasiadas tropas del enemigo son atraídas de este modo a esa región; en segundo lugar, que los habitantes confían entonces en sus propias tropas regulares; y, en tercer lugar, que la presencia de cuerpos notables de tropas exige demasiado del pueblo en otros sentidos, o sea, en el suministro de alojamientos, transporte, contribuciones, etcétera.
Ein anderes Mittel zur Verhütung einer zu wirksamen Reaktion des Feindes gegen den Volkskrieg bildet zugleich einen Hauptgrundsatz in dem Gebrauch desselben; es ist der Grundsatz: bei diesem großen strategischen Verteidigungsmittel es selten oder niemals zur taktischen Verteidigung kommen zu lassen. Der Charakter eines Landsturmgefechts ist der aller Gefechte mit schlechteren Truppenmassen: eine große Gewalt und Hitze im Anlauf, aber wenig kaltes Blut und wenig Nachhalt in der Dauer. Ferner ist wenig daran gelegen. ob eine Landsturmmasse besiegt und vertrieben wird, denn darauf ist sie gestellt, aber sie darf nicht zugrunde gerichtet werden durch eine Unzahl von Toten, Verwundeten und Gefangenen; dergleichen Niederlagen würden die Glut bald erdrücken. Diese beiden Eigentümlichkeiten sind aber der Natur der taktischen Verteidigung durchaus entgegen. Das Verteidigungsgefecht erfordert ein nachhaltiges, langsames, planvolles Wirken und entschiedenes Wagen; ein bloßer Versuch, von dem man ablassen kann, so schnell man will, kann in der Verteidigung niemals zum Erfolg führen. Soll also der Landsturm die Verteidigung irgendeines Bodenabschnittes übernehmen, so muß es niemals zu einem entscheidenden Hauptverteidigungsgefecht kommen; er wird dann zugrunde gehen, wenn ihm die Umstände auch noch so günstig sind. Er kann und soll also die Eingänge eines Gebirges, die Dämme eines Sumpfes, die Übergänge eines Flusses verteidigen, solange es ihm möglich ist, aber er soll, wenn sie einmal durchbrochen sind, sich lieber zerstreuen und mit unvermuteten Anfällen seine Verteidigung fortsetzten, als sich in ein enges, letztes Refugium, in eine förmliche Defensivstellung zusammenziehen und einsperren lassen. - Wie tapfer auch ein Volk sei, wie kriegerisch seine Sitten, wie groß sein Haß gegen den Feind, wie günstig sein Boden: es ist unleugbar, daß der Volkskrieg sich in einer zu dichten Atmosphäre der Gefahr nicht erhalten kann. Soll sich also sein Brennstoff irgendwo zu einer bedeutenden Glut anhäufen, so muß es auf entfernteren Punkten geschehen, wo er Luft hat und nicht mit einem großen Schlage erdrückt werden kann.
Otro medio de prevenir cualquier reacción demasiado seria de parte del enemigo contra la guerra del pueblo constituye, al mismo tiempo, un principio capital en el método de usar esas levas. Tal es la regla, o sea, que con estos poderosos medios estratégicos de defensa, la defensa táctica no se produciría nunca o muy raras veces. El carácter de los encuentros librados por levas nacionales es el mismo que el de todos los encuentros de tropas de calidad inferior: gran impetuosidad y ardor vehemente al principio, pero poca serenidad o firmeza si el combate se prolonga. Además, si bien no asume gran importancia el hecho de que una fuerza de la leva nacional sea derrotada o dispersada, puesto que ha sido formada para eso, un cuerpo de esas características no debería ser desmembrado o dividido por pérdidas demasiado grandes en muertos, heridos o prisioneros, ya que un estrago de esta clase pronto enfriaría su ardor. Pero dichas peculiaridades son totalmente contrarias a la naturaleza de la defensa táctica. En el encuentro defensivo se requiere una acción sistemática, lenta, persistente, y en él se corren grandes riesgos. Un simple intento, del cual podemos desistir tan pronto como queramos, nunca conducirá a resultados positivos en la defensa. Por lo tanto, si la leva nacional ha de encargarse de la defensa de cualquier obstáculo natural, su objetivo nunca tendrá que ser entablar un encuentro decisivo; porque, por más favorables que sean las circunstancias, la leva nacional será derrotada. Por consiguiente, puede y debería defender, mientras fuera posible, los accesos a las montañas, los diques de los pantanos, los pasos sobre los ríos; pero en el caso de que haya quedado debilitada, deberá dispersarse y continuar su defensa mediante ataques inesperados, antes que concentrarse y permitir que la encierren en algún último reducto, en una posición defensiva regular. Por más valerosa que sea una nación, por más guerreras que sean sus costumbres, por más intenso que sea el odio que sienta por el enemigo, por más favorable que sea la naturaleza del terreno en el que se opera, constituye un hecho innegable que la guerra del pueblo no puede mantenerse viva en un ambiente cargado de peligro. Por consiguiente, si su material combustible ha de ser aventado para que produzca una llama considerable, debe serlo en puntos lejanos, donde disponga de aire y donde no pueda ser extinguido mediante un golpe poderoso.
Nach diesen Betrachtungen, die mehr ein Herausfühlen der Wahrheit sind als eine objektive Zergliederung, weil der Gegenstand überhaupt noch zu wenig dagewesen und von denen, die ihn lange mit eigenen Augen beobachtet haben, zu wenig dargestellt worden ist, haben wir nur noch zu sagen, daß der strategische Verteidigungsplan die Mitwirkung der Volksbewaffnung auf zwei verschiedenen Wegen in sich aufnehmen kann, nämlich: entweder als ein letztes Hilfsmittel nach verlorener Schlacht oder als ein natürlicher Beistand, ehe eine entscheidende Schlacht geliefert wird. Das letztere setzt den Rückzug ins Innere des Landes und diejenige mittelbare Reaktionsart voraus, wovon wir im achten und vierundzwanzigsten Kapitel dieses Buches gesprochen haben. Wir haben also hier nur noch ein paar Worte über das Aufgebot des Landsturmes nach verlorener Schlacht zu sagen.
Estas consideraciones son antes una percepción de la verdad que un análisis objetivo, porque el tema todavía no ha sido en realidad puesto en evidencia y muy poco tratado por aquellos que lo han observado desde hace tiempo personalmente. Sólo tenemos que añadir que el plan de defensa estratégico puede incluir la cooperación de una leva general de dos formas diferentes, ya sea como último recurso, después de una batalla perdida, ya como ayuda natural antes que se haya librado una batalla decisiva. El último caso supone una retirada hacia el interior del país, en un tipo de acción indirecta del que ya nos hemos ocupado anteriormente. Por lo tanto, sólo dedicamos algunas palabras a la convocatoria de la leva nacional después de que se haya perdido una batalla.
Kein Staat sollte sein Schicksal, nämlich sein ganzes Dasein, von einer Schlacht, sei sie auch die entscheidendste, abhängig glauben. Ist er geschlagen, so kann das Aufbieten neuer eigener Kräfte und die natürliche Schwächung, welche jeder Angriff in der Dauer erleidet, einen Umschwung der Dinge herbeiführen, oder er kann von außen her Hilfe bekommen. Zum Sterben ist es immer noch Zeit, und wie es ein Naturtrieb ist, daß der Untergehende nach dem Strohhalm greift, so ist es in der natürlichen Ordnung der moralischen Welt, daß ein Volk die letzten Mittel seiner Rettung versucht, wenn es sich an den Rand des Abgrundes geschleudert sieht.
Ningún estado debería creer que su destino, o sea, toda su existencia, pueda depender de una batalla, por más decisiva que ésta sea. Si es derrotado, la llegada de nuevos refuerzos y el debilitamiento natural que sufre toda ofensiva pueden, a la larga, producir un vuelco de la suerte, o se puede recibir ayuda del exterior. Siempre hay un tiempo para morir, y del mismo modo que el impulso natural del hombre que se está ahogando es el de asirse a la más pequeña rama, ocurre de manera similar en el orden natural del mundo moral, y el pueblo apelará a los últimos medios de salvación cuando se vea situado al borde del abismo.
Wie klein und schwach ein Staat in Beziehung auf seinen Feind auch sei, er soll sich diese letzten Kraftanstrengungen nicht ersparen, oder man müßte sagen, es ist keine Seele mehr in ihm. Dies schließt nicht die Möglichkeit aus, sich durch einen opfervollen Frieden von dem gänzlichen Untergange zu retten, eine solche Absicht schließt aber auch ihrerseits nicht die Nützlichkeit neuer Verteidigungsmaßregeln aus; sie machen den Frieden weder schwieriger noch schlechter, sondern leichter und besser. Noch notwendiger sind sie, wenn Hilfe von denen erwartet wird, die bei unserer Erhaltung interessiert sind. Eine Regierung also, die nach verlorener Hauptschlacht nur daran denkt, das Volk schnell in das Bette des Friedens steigen zu lassen und übermannt von dem Gefühl einer großen fehlgeschlagenen Hoffnung, nicht mehr den Mut und die Lust in sich fühlt, alle Kräfte anzuspornen, begeht in jedem Fall aus Schwäche eine große Inkonsequenz und zeigt, daß sie des Sieges nicht würdig und eben deswegen vielleicht auch gar nicht fähig war.
Por más pequeño y débil que sea un estado en comparación con su enemigo, si renuncia a realizar un último esfuerzo supremo, deberemos convenir en que ya no queda alma alguna en su interior. Esto no excluye la posibilidad de que se salve de la destrucción completa mediante la conclusión de una paz colmada de sacrificio. Pero ni siquiera este propósito extinguirá la utilidad de las nuevas medidas para la defensa; éstas harán que la paz no sea ni más difícil ni peor, sino más fácil y mejor. Todavía son más necesarias esas medidas si se espera una ayuda de aquellos que están interesados en mantener nuestra existencia política. Por lo tanto, cualquier gobierno que después de la pérdida de una gran batalla se apresure a permitir que su pueblo goce de los beneficios de la paz, y, abrumado por un sentimiento de esperanza defraudada, no sienta dentro de sí el valor y el deseo de estimular y aguijonear todas y cada una de sus fuerzas, se hace culpable por debilidad de una grave inconsecuencia y demuestra que no merece la victoria, y tal vez precisamente por esa razón fue completamente incapaz de obtenerla.
Wie entschieden also auch die Niederlage sei, die ein Staat erfahren, so muß doch mit dem Rückzug des Heeres in das Innere des Landes die Wirksamkeit der Festungen und der Volksbewaffnungen hervorgerufen werden. Es ist in dieser Beziehung vorteilhaft, wenn die Flügel des Hauptkriegstheaters durch Gebirge oder sonst sehr schwierige Gegenden begrenzt werden, die nun wie Bastione hervortreten, deren strategisches Flankenfeuer der Vordringende auszuhalten hat.
Por más decisiva que sea la derrota experimentada por un Estado, será preciso, pues, que mediante la retirada del ejército hacia el interior del país, ponga en acción sus fortificaciones y sus levas nacionales. En relación con esto, resultará ventajoso que los flancos del principal teatro de la guerra estén limitados por montañas o partes de territorio que sean muy accidentadas. Estas se presentan entonces como bastiones cuyo fuego de flanqueo estratégico podrá castigar al agresor.
Ist der Sieger mitten in seinen Belagerungsarbeiten, hat er überall starke Garnisonen zurückgelassen, um seine Verbindungslinie zu bilden, oder gar Korps entsendet, um sich die Ellenbogen frei zu machen und die benachbarten Provinzen in Ordnung zu halten, ist er schon durch mannigfaltige Verluste lebender und toter Streitmittel geschwächt, dann ist der Zeitpunkt, wo die Verteidigungsarmee von neuem in die Schranken treten und den Angreifenden in seiner zwangvollen Lage durch einen wohlangebrachten Stoß zum Wanken bringen muß.
Si el enemigo se dedica tras su victoria a acciones de asedio, si ha dejado tras de sí fuertes guarniciones para asegurar sus comunicaciones o, más aún, si ha destacado tropas para obtener un más amplio espacio y mantener bajo control a las zonas adyacentes, si ya está debilitado por diversas pérdidas en hombres y en material de guerra, entonces ha llegado el momento de que el ejército defensivo se apreste de nuevo y, mediante un golpe bien dirigido, haga tambalear al agresor en la posición desventajosa en la que se halla.