viernes, 1 de enero de 2021

RED DE GUERRAS A LA VISTA

 


La crisis financiera del año 1929 y sus secuelas subsiguientes fue resuelta aumentando el gasto público en aquello que era justificable a los ojos políticos, es decir, vías de comunicaciones y armamentos. Ambas estrechamente relacionadas desde que von Moltke articuló el arte de la guerra con los cambios que estaba produciendo la revolución industrial. La justificación en el siglo XX de estas medidas orbitó en torno al irredentismo, revanchismo, nacionalismo y una corriente erosiva de talante marxista o aglutinada en lo que se denominó frente popular que estaba destruyendo los estados en Europa. Este fue el caldo de cultivo para tratar de solucionar todo lo que la Primera Guerra Mundial no pudo hacer, explicó el colapso del sistema de la Sociedad de Naciones y justificó el conjunto de guerras que se desencadenaron entre 1935 y 1945. Como el conflicto en ese entonces enfrentó a talasocracias contra epirocracias consideramos la posibilidad de analizar el riesgo de que una situación de esa naturaleza se repitiera nuevamente e indicamos también en el año 2015 que la situación venezolana presentaba visos de repetir una situación similar a la vivida por Cuba en el año 1962 que como sugerimos estaba relacionada con la situación geoestratégica global[1]. En ese entonces dijimos que a pesar de que el enfrentamiento global entre talasocracias y epirocracias se mantenía vigente era posible el empleo de una máquina de guerra que redimensionaría la naturaleza de la guerra en un alcance global. Esa máquina de guerra estuvo y está constituida por seres humanos que han sido llevados a la nuda vida y los han obligado a deambular en América, Asia y Europa por mejores condiciones de vida.

Si consideramos que Venezuela ha sido objeto desde el año 2019 de un importante despliegue naval para impedir que el narcotráfico sea usado como arma y que la máquina de guerra, digamos humana, desde el año 2015 ha desestabilizado todo el continente[2] y que EE.UU ha entrado en una situación de crisis interna, como hemos también indicado, por el intento de imponer una nueva subjetividad que le de sustento a un orden político totalitario cuya legitimidad y legalidad a la luz de los resultados de sus pasadas elecciones está en duda[3], podemos decir que estamos viviendo las consecuencias de los procesos que visualizamos en el pasado reciente. Sin embargo, a pesar de lo prospectado en el 2015 y su ocurrencia, el impacto fue menor de lo esperado debido a que los tres acontecimientos indicados previamente se presentaron de forma sucesiva. Por ello hay que volver sobre los mismos a la luz del estado de cosas del presente tomando en consideración los siguientes aspectos:

·         El anuncio iraní sobre el reinicio del enriquecimiento de uranio y el retorno al acuerdo nuclear luego del cambio de circunstancias representado por la situación estadounidense[4].

·         El establecimiento de relaciones entre Israel y algunos países mayoritariamente musulmanes sunitas en el Cercano Oriente, Medio Oriente y África[5].

·         Los conflictos que todavía están acaeciendo en el norte de África (Libia)[6]  el Cercano Oriente (Gaza[7], Irak[8], Siria[9], Yemen[10]).

Estos tres hechos expresan de suyo un cambio del tablero en el plano geoestratégico que pareciera indicar que los países árabes sunitas están asegurando su retaguardia frente a Israel en una relación de entendimiento[11], para enfrentar lo que consideran su amenaza principal, es decir, Irán. Ello pudiera colocarnos frente a una guerra regional planteada en términos convencionales en condiciones más graves a la acaecida entre 1980 y 1988. Si consideramos la dependencia venezolana de combustible del país asiático, entre otras relaciones de intercambio, el impacto que pudiera tener una crisis de esa naturaleza sería de importantes proporciones en nuestro país, pero nos interesa examinar cuál sería su impacto global. Por ello vamos a analizar, en primer lugar, el año 2021 a la luz de lo indicado desde el 2015, en segundo lugar, el impacto americano de un conflicto en el Cercano Oriente y finalmente el impacto global de ese probable conflicto.

El 2021 a la luz del 2015

En Talasocracia vs… (2015), indicamos frente a la rivalidad entre Estados dentro de un contexto de reconfiguración tendencial del orden westfaliano a cuatro manos (EEUU, UK, Rusia y China) habían un conjunto de movimientos anti-estados que le habían dado dinamicidad a la actual situación global, es decir, el Foro de São Paulo, los llamados Estados Islámicos en todas sus manifestaciones y las grandes empresas transnacionales, hoy día lanzadas al desarrollo y empleo de la Inteligencia Artificial. Estos grupos anti-Estados han adquirido la capacidad de hacer la guerra y operan más allá de los Estados usando al efecto los otros movimientos anti-Estado. A esta conflictividad horizontal (entre Estados) y vertical (intra-Estados) la llamamos guerra civil global desarrollada, como dijimos, en los espacios abstractos y más allá de todo regla existente.

En ese ensayo se le dio más peso a las relaciones entre Estados en una situación de crisis internacional donde una coalición ruso-china operando desde una posición central desde la masa continental euroasiática actuaría siguiendo el criterio de fleet in being en el escenario marítimo porque se consideró que en este espacio y en general en aquellos donde el hombre sólo puede estar por intermedio de plataformas adecuadas a tal fin (espacios abstractos), iba a ser el más preponderante si el conflicto se presentaba en el mar de China o mar Caribe, pero en ambos casos hubo contención. En el Ártico todavía no se han presentado incidentes críticos que hayan llamado la atención a no ser una creciente presencia militar. Y el Cercano Oriente ha sido un espacio de creciente escalada agresiva entre Oriente y Occidente en cuatro espacios específicos: Siria-Irak, Yemen, Golfo Pérsico y, podemos incluir, Armenia-Azerbaiyán aunque en este último no se ha observado algún tipo de relación con los tres primeros. Nos interesa mostrar la conexión debido a que la desestabilización deliberada está co-relacionada con el estado de cosas del Cercano Oriente.

La conexión en red la ubicamos en ese entonces por la existencia de patrones comunes que se han presentado en este estado de Guerra Civil Global, es decir, movimientos anti-Estados, refugiados, desplazados y/o deportados. Esta realidad indicaba en ese entonces, de forma consistente, la existencia de un tercer actor político, más allá de los Estados en conflicto, capaz de producir daño como hoy en día lo estamos viviendo.

Ahora bien, lo que no estuvo en las variables consideradas en el año 2015 fue, en primer lugar, la posibilidad de estabilización de los conflictos en todos los espacios, es decir, llegar a encontrarse en un punto muerto sin posibilidad de solución y, en segundo lugar, la propagación del virus de Wuhan que ha provocado la declaración de una pandemia global y a pesar de los esfuerzos por encontrar una solución rápida, la realidad indica todo lo contrario por las sospechas que ha traído consigo[12]. En este escenario de estabilización observamos a EE.UU. dividido y en crisis interna; Europa Occidental además de encontrarse dividida se encuentra ensimismada; los movimientos anti-Estado (anti-westfaliano) continúan avanzando en Iberoamérica; China, Corea del Norte e Irán se han fortalecidos; UK, Francia, Alemania, Japón, Italia, Turquía y Rusia se encuentran expectante y el mundo árabe conservador y petrolero se encuentra frente a un gran dilema ocasionado por la vertiginosidad de un progreso que está haciendo agotable su capacidad de consumo. Esto nos lleva de nuevo a la potencial situación conflictiva que se está gestando en el Cercano Oriente. Una guerra convencional localizada en ese espacio serviría para motorizar la economía mundial en un nuevo estado de cosas que va a estar supeditado a lo que pase en EE.UU, es decir, el verdadero escenario donde se va a dirimir el nuevo estado de cosas en el globo.

El impacto americano del potencial conflicto en el Cercano Oriente

Si hacemos un poco de memoria, el 10 de junio de 1940 cuando Italia entró en la guerra europea al lado de Alemania se encontraban en Venezuela sendas misiones aeronáutica y naval con el fin de modernizar a las fuerzas armadas venezolanas. Más allá del hecho de que este proceso de modernización fuese interrumpido lo que estaba en el fondo era la naturaleza de las relaciones entre el país europeo y Venezuela. Como se sabe en ese momento histórico nuestro país no era el único en el continente que mantenía estrechas relaciones con los países del Eje Roma-Berlín-Tokio, no obstante, nos interesa destacar el proceso político que llevó a nuestro país de ser neutral en 1939 a ser neutralizado en el año 1942 para comprender cómo podría ser afectado el continente americano en un nuevo conflicto a gran escala en el Cercano Oriente[13]. Por qué me ubico en esta época para ejemplificar la realidad del presente. Porque en ese entonces eran antagónicas dos visiones del mundo: la democracia liberal y el socialismo real y se estaba consolidando una tercera corriente política que estaba agrupando a todos los Estados que por alguna u otra circunstancias no estaban bien constituidos por causas históricas (aquí se incluyen a países como Alemania e Italia hasta los países iberoamericanos).

Entre los meses de enero y junio de 1940 hubo una creciente presencia naval estadounidense en nuestros puertos como parte de una intensa campaña diplomática para sujetar la neutralidad del país en vista de su importancia estratégica como proveedor de materias primas. Esta fue la primera etapa de las relaciones venezolano estadounidenses en tiempos de guerra y daría paso a un incremento de las relaciones entre ambos países en el plano de la seguridad y la defensa. La segunda etapa se inició en los albores del año 1942 y significó, en primer lugar, la neutralización del país en el sentido que fue sujetado a Occidente y su territorio se convirtió en plataforma para la protección del tráfico marítimo en el área y, en segundo lugar, se produjo la desnazificación y confinamiento de todos aquellos nacionales alemanes, italianos y japoneses que se sospecharon de realizar actividades de espionaje o de apoyo a la causa del eje. Es este aspecto al que me voy a dedicar considerando que si bien los procesos políticos que se desarrollaron en el continente entre 1939-1945 orbitaron en torno a los Estados, en la actualidad están operando terceros actores con gran capacidad de maniobra internacional. El problema fundamental es que el jefe del régimen en 1940 y en 1942 no tenía orden de captura internacional ni ninguno de los miembros de su equipo de gobierno, ni tenían expedientes por violación de derechos humanos. Ese es el problema que enfrenta Venezuela si estalla un conflicto regional en el Cercano Oriente, es decir, hay un cuestionamiento de la clase política por sus vínculos tácitos y explícitos con grupos que han sido declarados terroristas en el continente y el Cercano Oriente. Así pues, se observa la posibilidad de ocurrencia de la repetición de un proceso autónomo de neutralidad a uno impuesto de neutralización. Eso ocurrió en la región entre 1942 y 1945 para aquellos países que se resistieron a seguir la tendencia dominante.

Si bien se reconoce la existencia de células consideradas terroristas y narcotraficante del Cercano Oriente en el continente americano que operan en conjunto con movimientos anti-Estados de la región, la particularidad es que aquí se está utilizando al Estado para destruir al Estado westfaliano y se precisa regionalmente revertir ese proceso desde una perspectiva que denomino republicana en el sentido estricto de la palabra[14]. La naturaleza de esta conexión es lo que podría hacer que se genere una red de conflictos de una mayor intensidad de forma simultánea de alcance global en caso de desencadenarse la guerra en el Cercano Oriente entre sunitas y chiitas.

El impacto global de una nueva guerra en el Cercano Oriente

No es la primera vez que ocurre una guerra en el Cercano Oriente en este período histórico, de hecho, la humanidad ha vivido tres guerras importantes en esa región[15], pero en la actualidad la preocupación estriba, insistimos, en su potencial conexión con otras situaciones de conflictos que genere una red de conflicto de gran intensidad cuyo impacto sea similar a la Guerra de los Treinta Años[16]. A pesar de lo antes indicado hay que tener en cuenta lo siguiente en términos de causalidad:

·         Los conflictos en el Cercano Oriente tienen un fundamento teológico-político entre dos corrientes religiosas que se presentan como antagónicas, pero contienen en el fondo un aspecto civilizacional que contrapone a una comunidad histórica asiática (iraní) con un conjunto de pueblos aglutinados por el islam sunita pero que por su inserción a la economía mundial gracias al petróleo han tratado de construir, de manera infructuosa, una identidad en torno al dinero dentro de un contexto determinado por el hecho de que sus principales intereses se encuentran en Europa y EE.UU. En términos referenciales podemos hablar de que existen elementos causales como el programa atómico iraní y la expansión de su influencia hacia el oeste de la región. Pero el elemento teológico-político en sentido histórico le quita referencialidad y nos permite hablar de causalidad. Es decir, no se puede observar ese conflicto histórico en términos científicos, sino en términos metafísicos.

·         La situación de política interna estadounidense en el futuro inmediato (temporal) le va a quitar capacidad de maniobra en el plano internacional como una entidad política hegemónica e independiente. Ello de suyo va a dejar las manos libres, en primer lugar, a los movimientos anti-Estado para avanzar en Iberoamérica y Europa, en segundo lugar, a las grandes potencias para avanzar en el mar de China y el Ártico y, finalmente, a las potencias regionales en el Cercano Oriente para dirimir sus diferencias. Todo esto no quiere decir que EE.UU. va a desaparecer de los escenarios, quiere decir que su actitud va a ser más reactiva quizás buscando el modo de generar una suerte de justificación para poder intervenir de forma más directa. Algo así como ocurrió en el océano Atlántico durante el año 1941[17].

Como se puede observar no hay una situación causal para el alto potencial de conflicto en el Cercano Oriente, hay causalidad desde la perspectiva que existen entrecruzamiento de cosmovisiones basadas en la ruptura del equilibrio inestable que había existido en el orden global. Desde esta perspectiva, la conexión para generar la red de conflicto no obedece al hecho de que los actores involucrados en la situación potencial tengan intereses globales a pesar de que en algunos casos es así. La conexión para generar una red de conflicto viene dada por la situación política interna en EE.UU. Aquí se pueden agregar varias cosas: 1.-) la necesidad de reactivar la economía mundial quizás con la suplantación del motor, es decir, China por EE.UU, 2.-) la necesidad de limitar el crecimiento de la potencia iraní por sus efectos regionales lo cual supone, por una parte, la congregación de la causa sunita en torno a una finalidad ‘mayor’ desde la perspectiva teológico-política, 3.-) la necesidad de alterar el eje migratorio hacia Europa y reducir la capacidad de maniobra de los países del Cercano Oriente y, 4.-) producir un cambio de la clase política en Iberoamérica sin afectar la estructura de producción.

Este estado de cosas de suyo se presenta como una oportunidad para que la clase dirigente en Venezuela se reposicione estratégicamente y lograr así recuperar su capacidad para tener un grado de influencia en el tablero estratégico global dada la creciente estrechez de las relaciones entre todos sus miembros. Ello va a significar, por una parte, el comprometimiento político para sí y para con los principales actores que se medirán en ese juego estratégico y, por la otra, una mayor exigencia a los venezolanos.

Corolario

La expresión “guerra a la vista…” fue de uso común a finales del siglo XIX, entre otras cosas debido a que apareció cuando la expansión económica y colonial de las potencias europeas estaba llegando a su límite. La citada expresión fue una especie de luz amarilla para instrumentar correctivos que evitasen la guerra. Estos correctivos, como es del todo conocido, resultarían eficaces hasta que la situación interna de una de las potencias en ese juego estratégico (Austria-Hungría) fue tan crítica que le hizo parecer menos costoso empeñarse en una guerra que mantenerse dentro del juego estratégico como aconteció en el año 1914.

Nuestro llamado de atención es a focalizarnos en aquellos países que se mantienen expectantes ante los cambios acaecidos en el tablero estratégico por sus relaciones con Venezuela.



[1] Ver al respecto: “OPERACIÓN ESCORPIÓN II. TALASOCRACIA VS. EPIROCRACIA: ¿LAS DOS CARAS DE LA GUERRA CIVIL GLOBAL? Reflexión acerca de Venezuela y Cuba y la crisis de los misiles de 1962 en una visión prospectiva” en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2015/10/talasocracia-vs-epirocracia-las-dos.html

[2] Ver al respecto: “IBN JALDÚN Y EL IMPACTO POLÍTICO DE LAS MIGRACIONES: DE MACHIAVELLI A DELEUZE Y GUATTARI. Reflexiones acerca de los procesos migratorios vistos como armas de destrucción de alcance global” en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2018/12/ibn-jaldun-y-el-impacto-politico-de-las.html

[3] Ver al respecto: “LA RESTAURACIÓN DE LA ÚLTIMA ROMA Y LA NUEVA SUBJETIVIDAD. Consideraciones sobre el futuro visto como pasado” en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2020/11/la-restauracion-de-la-ultima-roma-y-la.html

[4] Ver al respecto: “El Parlamento iraní insta a elevar el enriquecimiento de uranio” en https://www.elmundo.es/internacional/2020/12/01/5fc616fc21efa09f6e8b460f.html , “El presidente de Irán y Biden apuestan por salvar el acuerdo nuclear. Rohani se opone a la decisión tomada horas antes por el Parlamento de Teherán de prohibir las inspecciones y aumentar el enriquecimiento de uranio” en https://www.lavozdegalicia.es/noticia/internacional/2020/12/03/presidente-iran-biden-apuestan-salvar-acuerdo-nuclear/00031607028240991664517.htm , “Europa, preocupada por los planes nucleares de Irán” en https://www.dw.com/es/europa-preocupada-por-los-planes-nucleares-de-ir%C3%A1n/a-55844423 y https://twitter.com/war_zoneII/status/1343069086079660035?s=20

[5] Ver al respecto: “Paz entre Israel, EAU y Bahréin: 5 razones por las que los acuerdos de Abraham son importantes” en https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-54162471 , “Israel-Arabia Saudita, una historia de vínculos discretos” en https://www.swissinfo.ch/spa/israel-arabia-saudita--una-historia-de-v%C3%ADnculos-discretos/46179958 , “El extraño juego de Arabia Saudí: cierra filas con Israel contra Irán, pero no lo reconoce” en https://www.elconfidencial.com/mundo/2020-11-24/arabia-saudi-israel-iran-encuentro-avion_2845435/

[6] Ver al respecto: “Russia's Lavrov warns against call to war by Libyan warlord Haftar” en https://www.dailysabah.com/politics/russias-lavrov-warns-against-call-to-war-by-libyan-warlord-haftar/news y “Golden ratio: Turkish foreign policy in 2021” en https://www.dailysabah.com/politics/news-analysis/golden-ratio-turkish-foreign-policy-in-2021

[13] Ver al respecto: “LA DIPLOMACIA NAVAL ESTADOUNIDENSE EN VENEZUELA: 1933-1942” en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2012/02/la-diplomacia-naval-estadounidense-en.html y “ARGENTINA, URUGUAY, CHILE Y VENEZUELA: DIPLOMACIA NAVAL 1935-1945” en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2013/01/argentina-uruguay-chile-y-venezuela_4172.html

[14] Sobre este aspecto, ver: Blanco, E. (2020). “ANACICLOSIS EN VENEZUELA Y LA CRISIS DEL ORDEN WESTFALIANO” en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2020/06/anaciclosis-en-venezuela-y-la-crisis.html

[15] Estas fueron: 1.-) La guerra Irán-Irak donde la mayoría de los analistas coinciden en que su duración tuvo que ver con la necesidad de debilitar lo suficiente a ambos poderes regionales, 2.-) la invasión y liberación de Kuwait que supuso la conformación de una gran coalición internacional y 3.-) la invasión de Irak y caída de Saddan Husein. En todos estos conflictos no hubo afectación sensible del mercado petrolero ni de la economía mundial.

[16] Ver al respecto: Blanco, E. (2016). Ontología de la Guerra. Critica a los conceptos de Guerra  resistencia en las obras de Hardt  y Negri. Caracas. Ediciones Rivero-Blanco. 476 p

[17] En el año 1941, EE.UU a pesar de su condición de neutralidad comenzó a participar directamente en la protección de convoyes británicos en el Atlántico norte. Ello fue considerado por Alemania como actos hostiles y generaron incidentes que fueron aumentando en intensidad hasta que se produjo la declaración de guerra entre los dos países.