Der
Volkskrieg ist im kultivierten Europa eine Erscheinung des neunzehnten
Jahrhunderts. Er hat seine Anhänger und seine Widersacher, die letzteren
entweder aus politischen Gründen, weil sie ihn für ein revolutionäres Mittel,
einen für gesetzlich erklärten Zustand der Anarchie halten, der der
gesellschaftlichen Ordnung nach innen ebenso gefährlich sei wie dem Feinde
nach außen, oder aus militärischen Gründen, weil sie glauben, der Erfolg
entspräche nicht der aufgewendeten Kraft.
|
La
guerra del pueblo en la Europa civilizada es una manifestación del siglo XIX.
Tiene sus partidarios y sus opositores; los últimos, porque la consideran, o
bien en sentido político, como un medio revolucionario, un estado declarado
de anarquía legal, tan peligroso para el orden social de nuestro país como
para el del enemigo, o bien, en sentido militar, como un resultado que no
guarda proporción con la fuerza empleada.
|
Der
erste Punkt berührt uns hier gar nicht, denn wir betrachten den Volkskrieg
bloß als Kampfmittel, also in seiner Beziehung auf den Feind; der letzte
Punkt aber führt uns zu der Bemerkung, daß der Volkskrieg im allgemeinen als
eine Folge des Durchbruches anzusehen ist, den das kriegerische Element in
unserer Zeit durch seine alte künstliche Umwallung gemacht hat; als eine
Erweiterung und Verstärkung des ganzen Gärungsprozesses, den wir Krieg
nennen. Das Requisitionssystem, die Anschwellung der Heere zu ungeheuren
Massen vermittelst desselben und der allgemeinen Dienstpflicht, der Gebrauch
der Landwehren sind alles Dinge, die, wenn man vom ehemaligen engbegrenzten
Militärsystem ausgeht, in derselben Richtung liegen, und in dieser Richtung
liegt nun auch der Aufruf des Landsturmes oder die Volksbewaffnung.
|
El
primer punto no nos interesa aquí, porque estamos considerando la guerra del
pueblo simplemente como un medio de lucha y, por consiguiente, en su relación
con el enemigo; pero, con referencia al segundo punto, cabe observar que, en
general, una guerra del pueblo ha de ser considerada como consecuencia de la
forma en que, en nuestros días, el elemento bélico ha roto sus antiguas
barreras artificiales; por consiguiente, como una expansión y un
fortalecimiento de todo el proceso fermentativo que llamamos guerra. El
sistema de requisiciones, el enorme aumento del volumen de los ejércitos
mediante ese sistema, el reclutamiento general y el empleo de la milicia son
cosas que siguen todas la misma dirección, si tomamos el limitado sistema
militar de épocas anteriores como punto de partida; y la levée en masse, o el
pueblo en armas se encuentra también en la misma dirección.
|
Sind
die ersten dieser neuen Hilfsmittel eine natürliche und notwendige Folge
weggeworfener Schranken, und haben sie die Kraft dessen, der sich ihrer
zuerst bedient hat, so gewaltig gesteigert, daß der andere mit fortgerissen
worden ist und sie auch hat ergreifen müssen, so wird beides auch der Fall
mit dem Volkskriege sein. In der Allgemeinheit der Fälle würde dasjenige
Volk, welches sich desselben mit Verstand bediente, ein verhältnismäßiges
Übergewicht über diejenigen bekommen, die ihn verschmähen. Ist dem also, so
kann nur die Frage sein, ob diese neue Verstärkung des kriegerischen
Elementes der Menschheit überhaupt heilsam ist oder nicht; eine Frage, die
sich wohl ganz so beantworten dürfte wie die Frage über den Krieg selbst -
wir überlassen beide den Philosophen. Aber man könnte auch meinen, die
Kräfte, welche der Volkskrieg kostet, könnten auf andere Streitmittel
verwendet mit mehr Erfolg benutzt werden; es gehört indessen keine große
Untersuchung dazu, um sich zu überzeugen, daß diese Kräfte größtenteils nicht
disponibel sind und sich nicht nach Willkür verwenden lassen. Ein wesentlicher Teil derselben, nämlich die moralischen Elemente,
erhalten sogar erst durch diese Art des Gebrauches ihr Dasein.
|
Si las
primeras de estas nuevas ayudas para la guerra son una consecuencia natural y
necesaria de las barreras derribadas y si han acrecentado en forma tan enorme
el poder de aquellos que las utilizaron en primer término, hasta el punto que
el enemigo fue arrastrado por la corriente y obligado a adoptarlas de la
misma forma, también ocurrirá lo mismo con las guerras nacionales. En la
mayoría de los casos, la nación que hace un uso acertado de este medio
adquirirá una superioridad proporcional sobre aquellos que lo desprecian. Si
esto es así, entonces el único problema consiste en saber si esta nueva
intensificación del elemento bélico es, en conjunto, beneficioso o no para la
humanidad, problema éste que resultaría casi tan fácil de solucionar como el
de la guerra misma. Dejamos ambos problemas en manos de los filósofos. Pero
cabe adelantar la opinión de que los recursos que requiere la guerra del
pueblo podrían ser empleados más provechosamente si se utilizaran para
proporcionar otros medios militares; por tanto, no se necesita una
investigación muy profunda para convencerse de que tales fuerzas, en su mayor
parte, no se hallan a nuestra disposición y no pueden ser utilizadas a
voluntad. No sólo esto, sino que una parte esencial de esas fuerzas, o sea,
el elemento moral, solamente se pone de manifiesto cuando se emplea de esta
forma.
|
Wir fragen also nicht mehr: was kostet der Widerstand, den ein ganzes Volk mit
den Waffen in der Hand leistet, diesem Volke? Sondern wir fragen: welchen
Einfluß kann dieser Widerstand haben, welches sind seine Bedingungen und wie ist
der Gebrauch desselben?
|
Por
consiguiente, ya no nos preguntamos ¿cuánto cuesta a la nación la resistencia que todo el pueblo en
armas es capaz de ofrecer?, sino ¿cuál es la influencia que puede tener esa resistencia? ¿Cuáles son sus
condiciones y cómo ha de ser usada?
|
Daß ein so verteilter Widerstand nicht zu der in Zeit und Raum konzentrierten Wirkung
großer Schläge geeignet ist, geht aus der Natur der Sache hervor. Seine
Wirkung richtet sich, wie in der physischen Natur der Verdampfungsprozeß,
nach der Oberfläche. Je größer diese ist und der Kontakt, in welchem sie mit
dem feindlichen Heere sich befindet, also je mehr dieses sich ausbreitet, um
so größer ist die Wirkung der Volksbewaffnung. Sie zerstört wie eine still
fortschwelende Glut die Grundfesten des feindlichen Heeres. Da sie zu ihren
Erfolgen Zeit braucht, so entsteht, während beide Elemente so aufeinander
wirken, ein Zustand der Spannung, die sich entweder nach und nach löst, wenn
der Volkskrieg an einzelnen Stellen erstickt wird und an anderen langsam
erlischt, oder die zu einer Krise führt, wenn die Flammen dieses allgemeinen
Brandes über das feindliche Heer zusammenschlagen und es nötigen, das Land
vor eigenem gänzlichen Untergange zu räumen. Daß diese Krisis durch den
bloßen Volkskrieg herbeigeführt werden sollte, setzt entweder eine solche
Oberfläche des eingenommenen Reiches voraus, wie außer Rußland kein
europäischer Staat sie hat, oder ein Mißverhältnis zwischen der einfallenden
Armee und der Oberfläche des Landes, wie es in der Wirklichkeit nicht
vorkommt. Will man also kein Phantom verfolgen, so muß man sich den
Volkskrieg in Verbindung mit dem Kriege eines stehenden Heeres denken und
beide durch einen das Ganze umfassenden Plan geeinigt.
|
Naturalmente,
una resistencia realizada en forma
tan amplia no es apropiada para efectuar golpes de magnitud notable, que
requieran una acción concentrada en el tiempo y en el espacio. Su acción,
como el proceso de evaporación en la naturaleza, depende de la extensión de
la superficie expuesta. Cuando mayor sea ésta, mayor será el contacto con el
ejército enemigo, y cuanto más se extienda ese ejército, tanto mayores serán
los efectos de armar a la nación. Al igual que un fuego que continúa ardiendo
silenciosamente, destruye los fundamentos del ejército enemigo. Como necesita
tiempo para producir sus efectos, existe, mientras los elementos hostiles
actúan uno sobre otro, un estado de tensión que, o bien cede gradualmente si
la guerra del pueblo se extingue en algunos puntos y prosigue lentamente su
acción en otros, o bien conduce a una crisis, si las llamas de esta
conflagración general envuelven al ejército enemigo y lo obligan a evacuar el
país antes de quedar destruido totalmente. Que una simple guerra del pueblo
pueda producir esa crisis presupone o bien que la extensión superficial del
estado invadido excede la de cualquier país de Europa, excepto Rusia, o bien
que existe una desproporción entre la fuerza del ejército invasor y la
extensión del país, que nunca se presenta en la realidad. Por lo tanto, para
evitar aferrarnos a una cuestión irreal, debemos imaginar siempre una guerra
del pueblo en combinación con una llevada a cabo por un ejército regular, y
que ambas se realicen de acuerdo con un plan que abarque las operaciones del
conjunto.
|
Die Bedingungen, unter welchen allein der Volkskrieg
wirksam werden kann, sind folgende:
1. daß der Krieg im Innern des Landes geführt,
2. daß er nicht durch eine einzige Katastrophe
entschieden werde;
3. daß das Kriegstheater eine beträchtliche
Länderstrecke einnehme;
4. daß der Volkscharakter die Maßregel unterstütze;
5. daß das Land sehr durchschnitten und unzugänglich
sei, entweder durch Gebirge oder durch Wälder und Sümpfe oder durch die Natur
der Bodenkultur.
|
Las
condiciones bajo las cuales la guerra del pueblo puede llegar a ser eficaz
son las siguientes:
1. que
la guerra se realice en el interior del país;
2. que
no la decida una catástrofe aislada;
3. que
el teatro de la guerra abarque una extensión considerable del país;
4. que
el carácter nacional favorezca las medidas a tomar;
5. que
el terreno del país sea muy accidentado e inaccesible, ya sea a causa de las
montañas, o de los bosques y los pantanos, ya por el tipo de cultivo que se
utilice.
|
Ob die Bevölkerung groß oder klein ist, tut nichts
Entscheidendes, denn an Menschen fehlt es dabei am wenigsten. Ob die
Einwohner arm oder reich sind, ist auch nicht geradezu entscheidend oder
sollte es wenigstens nicht sein, es ist aber nicht zu verkennen, daß eine
arme, an anstrengende Arbeit und Entbehrungen gewöhnte Menschenklasse sich
auch kriegerischer und kräftiger zu zeigen pflegt,
|
Que la
población sea o no numerosa tiene poca importancia, ya que hay menos
probabilidad de que exista escasez de hombres que de cualquier otra cosa. Que
los habitantes sean ricos o pobres tampoco es un punto relevante, o al menos
no debería serlo. Pero cabe admitir que, por lo general, una población pobre,
acostumbrada al trabajo duro y pesado y a las privaciones, se muestra más
vigorosa y se adapta mejor a la guerra.
|
Eine
Landeseigentümlichkeit, welche die Wirkung des Volkskrieges ungemein
begünstigt, ist der zerstreute Anbau der Wohnungen, wie er sich in vielen
Provinzen Deutschlands findet. Das Land wird dadurch zerschnittener und
verdeckter, die Wege werden schlechter, obgleich zahlreicher, die
Unterbringung der Truppen hat unendliche Schwierigkeiten, und vor allem es
wiederholt sich im kleinen die Eigentümlichkeit, welche der Volkskrieg im
großen hat, nämlich daß das widerstehende
Prinzip überall und nirgends vorhanden ist. Wohnen die Einwohner in Dörfern
beisammen, so werden die unruhigsten mit Truppen belegt oder auch wohl zur
Strafe ausgeplündert, abgebrannt usw., welches sich aber bei einer
westfälischen Bauerschaft nicht wohl ausführen läßt.
|
Una
peculiaridad del país, que favorece en gran medida la acción de la guerra del
pueblo, es la distribución diseminada de los núcleos habitados, tal como la
que se da en muchas partes de Alemania. De este modo, el país está más
dividido y más protegido; los caminos se vuelven peores, aunque más numerosos;
el alojamiento de las tropas se acompaña de dificultades infinitas, pero
especialmente se repite en pequeña escala esa peculiaridad que una guerra del
pueblo posee en gran escala, a saber, que el espíritu (principio) de resistencia existe en todas partes,
pero no es perceptible en ninguna. Si los habitantes viven en aldeas, muchas
veces las tropas son acuarteladas donde se encuentran los más rebeldes, o
bien como castigo aquéllas son saqueadas, sus casas quemadas, etc., sistema
que no podría llevarse a cabo con mucha facilidad en la comunidad campesina
de Westfalia.
|
Der
Gebrauch des Landsturmes und bewaffneter Volkshaufen kann und soll nicht
gegen die feindliche Hauptmacht, auch nicht einmal gegen beträchtliche Korps
gerichtet sein, er soll nicht den Kern zermalmen, sondern nur an der
Oberfläche, an den Umgrenzungen nagen. Er soll sich in den Provinzen erheben,
welche dem Kriegstheater seitwärts liegen und wohin der Angreifende nicht mit
Macht kommt, um diese Provinzen seinem Einfluß ganz zu entziehen. Diese sich seitwärts auftürmenden Wetterwolken sollen sich hinter ihm
fortziehen in dem Maße, als er vorschreitet. Da, wo noch gar kein Feind ist,
fehlt es nicht an Mut, sich gegen ihn zu rüsten, und an diesem Beispiel
entzündet sich nach und nach die Masse der angrenzenden Einwohner. So
verbreitet sich das Feuer wie ein Brand in der Heide und trifft am Ende die
Bodenfläche, auf welche der Angreifende basiert ist; es ergreift seine
Verbindungslinie und zehrt an den Lebensfaden seines Daseins. Denn wenn man
auch keine übertriebenen Vorstellungen von der Allmacht eines Volkskrieges
hat, ihn nicht für ein unerschöpfliches, unbezwingliches Element hält, dem
die bloße Heeresmacht so wenig Stillstand gebieten könne wie der Mensch dem
Winde oder Regen, kurz, wenn man sein Urteil auch nicht auf rednerische
Flugschriften gründet, so muß man doch zugeben, daß man bewaffnete Bauern
nicht vor sich hertreiben kann wie eine Abteilung Soldaten, die aneinander
halten wie eine Herde und gewöhnlich der Nase nachlaufen, während jene
auseinandergesprengt sich nach allen Seiten zerstreuen, ohne dazu eines
künstlichen Planes zu bedürfen. Dadurch bekommt der Marsch jeder kleinen
Abteilung in einem Gebirge, einer Wald- oder sonst sehr durchschnittenen
Gegend einen sehr gefährlichen Charakter; denn es kann in jedem Augenblick
aus dem Marsch ein Gefecht werden, und wenn schon lange von keinem
feindlichen Kriegsvolk mehr die Rede sein würde, können noch zu jeder Stunde
dieselben Bauern am Ende einer Kolonne erscheinen, die die Spitze derselben
längst vertrieben hatte. Ist von Verderbung der Wege und Sperrung enger
Straßen die Rede, so verhalten sich die Mittel, welche Vorposten oder
Streifkorps des Heeres anwenden, zu denjenigen, welche eine aufgebrachte
Bauernmasse herbeischafft, ungefähr wie die Bewegungen eines Automaten zu den
Bewegungen eines Menschen. Der Feind hat kein anderes Mittel gegen die
Wirkungen des Landsturmes als das Absenden vieler Haufen zur Geleitung seiner
Zufuhren, zur Besetzung der militärischen Stationen, der Pässe, Brücken usw.
So wie die ersten Versuche des Landsturmes gering sein werden, so werden auch
diese entsendeten Haufen schwach sein, weil man die große Zersplitterung der
Kräfte fürchtet; an diesen schwachen Haufen pflegt sich dann das Feuer des
Volkskrieges erst recht zu entzünden, man wird ihrer an einigen Orten durch
die Menge Meister, es wächst der Mut und die Lust, und die Intensität dieses
Kampfes nimmt zu, bis sich der Kulminationspunkt nähert, der über den Ausgang
entscheiden soll.
|
Las
levas nacionales y las masas de campesinos armados no pueden ni deben ser
empleadas contra el cuerpo principal del ejército enemigo, ni siquiera contra
ninguna fuerza considerable; no deben intentar romper el núcleo central, sino
atacar sólo la superficie y por sus límites. Deberían actuar en regiones
situadas a los lados del teatro de la guerra y allí donde el agresor no
aparezca con toda su fuerza, a fin de alejar a esas regiones de su
influencia. Donde todavía no hace acto de presencia el enemigo no falta el
valor para oponérsele, y el grueso de la población se enardece gradualmente
con ese ejemplo. De este modo, el fuego se propaga como en un brezal y llega
finalmente a esa parte de terreno en la que se encuentra el agresor; se
apodera de sus líneas de comunicación y destruye el hilo vital mediante el
cual se mantiene en pie. Porque incluso si no abrigáramos una idea exagerada
sobre la omnipotencia de una guerra del pueblo, incluso si no la
consideráramos como un elemento inagotable e inconquistable, sobre el cual la
simple fuerza de un ejército tuviera tan poco control, como la voluntad
humana tiene sobre el viento o la lluvia, en otras palabras, aunque nuestra
opinión no estuviera fundada en opúsculos retóricos, debemos admitir que no
cabe conducir delante dé nosotros a los campesinos armados como si se tratara
de un cuerpo de soldados que se mantienen unidos al igual que un rebaño y que
por lo común unos siguen a otros. Por el contrario, los campesinos armados,
cuando están desparramados, se dispersan en todas direcciones, para lo cual
no se requiere ningún plan elaborado. Con esto se hace muy peligrosa la
marcha de cualquier pequeño grupo de tropas en territorio montañoso, muy
boscoso o accidentado, porque en cualquier momento la expedición puede convertirse
en un encuentro. En realidad, aun si durante algún tiempo no se hubiera
sabido nada de estos cuerpos armados, no obstante, los campesinos que hayan
sido ahuyentados por la cabeza de una columna pueden en cualquier momento
hacer su aparición en su retaguardia. Si se trata de destruir caminos y
bloquear desfiladeros estrechos, los medios que las avanzadas y los
destacamentos de incursión de un ejército pueden aplicar para ese propósito
guardan más o menos la misma relación con los medios suministrados por un
cuerpo de campesinos insurgentes que la que tienen los movimientos del
autómata en relación con los del ser humano. El enemigo no cuenta con otros
medios de oponerse a la acción de las levas nacionales, excepto el de
destacar numerosas partidas para proporcionar escoltas a los convoyes, para
ocupar puestos militares, desfiladeros, puentes, etc. Si los primeros
esfuerzos de las levas nacionales no son intensos, serán, en proporción,
numéricamente débiles los destacamentos enviados por el enemigo, porque éste
teme dividir mucho sus fuerzas. En estos cuerpos débiles prende entonces con
mucha más fuerza el fuego de la guerra nacional. El enemigo se ve superado
numéricamente en algunos puntos, el valor se acrecienta, la combatividad gana
fuerza y la intensidad de la lucha aumenta hasta que se acerca al punto
culminante que ha de decidir el resultado.
|
Nach
unserer Vorstellung vom Volkskriege muß er wie ein nebel- und wolkenartiges
Wesen sich nirgends zu einen widerstehenden Körper konkreszieren, sonst
richtet der Feind eine angemessene Kraft auf diesen Kern, zerstört ihn und
macht eine große Menge Gefangene; dann sinkt der Mut, alles glaubt, die
Hauptfrage sei entschieden, ein weiteres Bemühen vergeblich, und die Waffen
fallen dem Volke aus den Händen. Von der anderen Seite aber ist es dennoch
nötig, daß sich dieser Nebel an gewissen Punkten zu dichteren Massen
zusammenziehe und drohende Wolken bilde, aus denen einmal ein kräftiger
Blitzstrahl herausfahren kann. Diese Punkte sind hauptsächlich auf den
Flügeln des feindlichen Kriegstheaters, wie wir schon gesagt haben. Da muß
sich die Volksbewaffnung in größere und mehr geordnete Ganze vereinigen, mit
einem geringen Zusatz stehender Truppen, so daß sie schon das Ansehen eines
geordneten Heeres gewinnt und imstande ist, sich an größere Unternehmungen zu
wagen. Von diesen Punkten aus muß die Intensität des Landsturmes abnehmen
nach dem Rücken des Feindes hin, wo er seinen stärksten Schlägen ausgesetzt
ist. Jene dichteren Massen sind bestimmt, über die beträchtlicheren
Garnisonen herzufallen, welche der Feind zurückschickt, außerdem flößen sie
Furcht und Besorgnis ein, vermehren den moralischen Eindruck des Ganzen; ohne
sie würde die Totalwirkung nicht kräftig und der ganze Zustand für den Feind
nicht beunruhigend genug werden.
|
Según
la idea que tenemos sobre la guerra del pueblo, ésta, al igual que una
esencia en forma de nube o de vapor, no se condensa en ninguna parte ni forma
un cuerpo sólido. De otro modo el enemigo enviaría una fuerza adecuada contra
su centro, lo aplastaría y tomaría muchos prisioneros. A consecuencia de ello
el valor se extinguiría, todos pensarían que la principal cuestión se hallaba
ya decidida, y que cualquier otro esfuerzo sería inútil y las armas caerían
de las manos del pueblo. Es, pues, necesario que ese valor se reúna en
algunos puntos en masas más densas y forme nubes amenazadoras desde las
cuales de vez en cuando se produzca un relámpago formidable. Estos puntos se
encuentran principalmente en los flancos del teatro de la guerra del enemigo,
como hemos dicho antes. Allí el levantamiento nacional debe organizarse en
unidades más amplias y más ordenadas, apoyadas por una fuerza reducida de
tropas regulares de modo que se le dé la apariencia de una fuerza regular y
la adecúe para que pueda aventurarse en empresas de mayor envergadura.
Partiendo de estos puntos, la organización del pueblo en armas debe adquirir
un carácter más irregular en la proporción en que haya que hacer más uso de
él en la zona de retaguardia del enemigo, donde pueda aplicar sus golpes más
contundentes. Las masas mejor organizadas sirven para caer sobre las
guarniciones que el enemigo deja tras de sí. Además, permiten crear un sentimiento
de desasosiego y de temor y aumentan el efecto moral del conjunto; sin ellas,
el efecto total carecería de fuerza y el enemigo no sería colocado en una
situación suficientemente penosa.
|
Diese
willkürliche Gestaltung der ganzen Volksbewaffnung bringt der Feldherr am
leichtesten durch die kleinen Haufen des stehenden Heeres hervor, womit er
den Landsturm unterstützt. Ohne eine solche zur Ermunterung dienende
Unterstützung durch etwas Truppen des stehenden Heeres wird es beim Einwohner
meistens an Vertrauen und an Trieb fehlen, zu den Waffen zu greifen. Je
stärker nun die Haufen sind, die dazu bestimmt werden, um so stärker wird die
Anziehungskraft, um so größer die Lawine, die sich herabstürzen soll. Aber
dies hat seine Grenze; denn teils wäre es verderblich, für diesen
untergeordneten Zweck das ganze Heer zu verteilen, im Landsturm gewissermaßen
aufzulösen und damit eine ausgedehnte, überall schwache Verteidigungslinie zu
bilden, wobei man gewiß sein könnte, daß Heer und Landsturm gleich gründlich zerstört
werden würden, teils scheint auch die Erfahrung zu lehren, daß, wenn
allzuviel regelmäßige Truppen in der Provinz anwesend sind, der Volkskrieg an
Energie und Wirksamkeit abzunehmen pflegt; die Ursache ist, weil erstens
dadurch zu viel feindliche Truppen in die Provinz gezogen werden, zweitens
die Einwohner sich nun auf die eigenen stehenden Truppen verlassen wollen,
drittens das Dasein beträchtlicher Truppenmassen die Kräfte der Einwohner auf
eine andere Art zu sehr in Anspruch nimmt: nämlich durch Bequartierung,
Fuhren, Lieferungen usw.
|
El
camino más fácil que debe seguir un general en jefe para producir esta forma
más eficaz de levantamiento nacional es apoyar el movimiento por medio de
pequeños destacamentos procedentes del ejército. Sin ese apoyo de algunas
tropas regulares, que actúa como estímulo, los habitantes, por lo general,
carecen del impulso y la confianza suficientes para empuñar las armas. Cuanto
más fuertes sean los cuerpos destacados para este propósito, mayor será su
poder de atracción, y más grande será la concurrencia que ha de producirse.
Pero esto tiene sus límites, en parte porque sería perjudicial dividir a todo
el ejército para cumplir con ese objetivo secundario, disolviéndolo, por así
decir, en un cuerpo de irregulares, y formar con él una línea defensiva
extensa y débil, mediante cuyo procedimiento podemos estar seguros de que
tanto el ejército regular como las levas nacionales resultarían a la postre
destruidos; y en parte, porque la experiencia parece indicarnos que cuando
existen demasiadas tropas regulares en una región, la guerra del pueblo cede
en vigor y en eficacia. Las causas de esto son, en primer lugar, que
demasiadas tropas del enemigo son atraídas de este modo a esa región; en
segundo lugar, que los habitantes confían entonces en sus propias tropas
regulares; y, en tercer lugar, que la presencia de cuerpos notables de tropas
exige demasiado del pueblo en otros sentidos, o sea, en el suministro de
alojamientos, transporte, contribuciones, etcétera.
|
Ein
anderes Mittel zur Verhütung einer zu wirksamen Reaktion des Feindes gegen
den Volkskrieg bildet zugleich einen Hauptgrundsatz in dem Gebrauch
desselben; es ist der Grundsatz: bei diesem großen strategischen
Verteidigungsmittel es selten oder niemals zur taktischen Verteidigung kommen
zu lassen. Der Charakter eines Landsturmgefechts ist der aller Gefechte mit
schlechteren Truppenmassen: eine große Gewalt und Hitze im Anlauf, aber wenig
kaltes Blut und wenig Nachhalt in der Dauer. Ferner ist wenig daran gelegen.
ob eine Landsturmmasse besiegt und vertrieben wird, denn darauf ist sie
gestellt, aber sie darf nicht zugrunde gerichtet werden durch eine Unzahl von
Toten, Verwundeten und Gefangenen; dergleichen Niederlagen würden die Glut
bald erdrücken. Diese beiden Eigentümlichkeiten sind aber der Natur der
taktischen Verteidigung durchaus entgegen. Das Verteidigungsgefecht erfordert
ein nachhaltiges, langsames, planvolles Wirken und entschiedenes Wagen; ein
bloßer Versuch, von dem man ablassen kann, so schnell man will, kann in der
Verteidigung niemals zum Erfolg führen. Soll also der Landsturm die
Verteidigung irgendeines Bodenabschnittes übernehmen, so muß es niemals zu
einem entscheidenden Hauptverteidigungsgefecht kommen; er wird dann zugrunde
gehen, wenn ihm die Umstände auch noch so günstig sind. Er kann und soll also
die Eingänge eines Gebirges, die Dämme eines Sumpfes, die Übergänge eines
Flusses verteidigen, solange es ihm möglich ist, aber er soll, wenn sie
einmal durchbrochen sind, sich lieber zerstreuen und mit unvermuteten
Anfällen seine Verteidigung fortsetzten, als sich in ein enges, letztes
Refugium, in eine förmliche Defensivstellung zusammenziehen und einsperren
lassen. - Wie tapfer auch ein Volk sei, wie kriegerisch seine Sitten, wie
groß sein Haß gegen den Feind, wie günstig sein Boden: es ist unleugbar, daß
der Volkskrieg sich in einer zu dichten Atmosphäre der Gefahr nicht erhalten
kann. Soll sich also sein Brennstoff irgendwo zu einer bedeutenden Glut
anhäufen, so muß es auf entfernteren Punkten geschehen, wo er Luft hat und
nicht mit einem großen Schlage erdrückt werden kann.
|
Otro
medio de prevenir cualquier reacción demasiado seria de parte del enemigo
contra la guerra del pueblo constituye, al mismo tiempo, un principio capital
en el método de usar esas levas. Tal es la regla, o sea, que con estos
poderosos medios estratégicos de defensa, la defensa táctica no se produciría
nunca o muy raras veces. El carácter de los encuentros librados por levas
nacionales es el mismo que el de todos los encuentros de tropas de calidad
inferior: gran impetuosidad y ardor vehemente al principio, pero poca
serenidad o firmeza si el combate se prolonga. Además, si bien no asume gran
importancia el hecho de que una fuerza de la leva nacional sea derrotada o
dispersada, puesto que ha sido formada para eso, un cuerpo de esas
características no debería ser desmembrado o dividido por pérdidas demasiado
grandes en muertos, heridos o prisioneros, ya que un estrago de esta clase
pronto enfriaría su ardor. Pero dichas peculiaridades son totalmente
contrarias a la naturaleza de la defensa táctica. En el encuentro defensivo
se requiere una acción sistemática, lenta, persistente, y en él se corren
grandes riesgos. Un simple intento, del cual podemos desistir tan pronto como
queramos, nunca conducirá a resultados positivos en la defensa. Por lo tanto,
si la leva nacional ha de encargarse de la defensa de cualquier obstáculo
natural, su objetivo nunca tendrá que ser entablar un encuentro decisivo;
porque, por más favorables que sean las circunstancias, la leva nacional será
derrotada. Por consiguiente, puede y debería defender, mientras fuera
posible, los accesos a las montañas, los diques de los pantanos, los pasos
sobre los ríos; pero en el caso de que haya quedado debilitada, deberá dispersarse
y continuar su defensa mediante ataques inesperados, antes que concentrarse y
permitir que la encierren en algún último reducto, en una posición defensiva
regular. Por más valerosa que sea una nación, por más guerreras que sean sus
costumbres, por más intenso que sea el odio que sienta por el enemigo, por
más favorable que sea la naturaleza del terreno en el que se opera,
constituye un hecho innegable que la guerra del pueblo no puede mantenerse
viva en un ambiente cargado de peligro. Por consiguiente, si su material
combustible ha de ser aventado para que produzca una llama considerable, debe
serlo en puntos lejanos, donde disponga de aire y donde no pueda ser
extinguido mediante un golpe poderoso.
|
Nach
diesen Betrachtungen, die mehr ein Herausfühlen der Wahrheit sind als eine
objektive Zergliederung, weil der Gegenstand überhaupt noch zu wenig
dagewesen und von denen, die ihn lange mit eigenen Augen beobachtet haben, zu
wenig dargestellt worden ist, haben wir nur noch zu sagen, daß der strategische
Verteidigungsplan die Mitwirkung der Volksbewaffnung auf zwei verschiedenen
Wegen in sich aufnehmen kann, nämlich: entweder als ein letztes Hilfsmittel
nach verlorener Schlacht oder als ein natürlicher Beistand, ehe eine
entscheidende Schlacht geliefert wird. Das letztere setzt den Rückzug ins
Innere des Landes und diejenige mittelbare Reaktionsart voraus, wovon wir im
achten und vierundzwanzigsten Kapitel dieses Buches gesprochen haben. Wir
haben also hier nur noch ein paar Worte über das Aufgebot des Landsturmes
nach verlorener Schlacht zu sagen.
|
Estas
consideraciones son antes una percepción de la verdad que un análisis
objetivo, porque el tema todavía no ha sido en realidad puesto en evidencia y
muy poco tratado por aquellos que lo han observado desde hace tiempo
personalmente. Sólo tenemos que añadir que el plan de defensa estratégico
puede incluir la cooperación de una leva general de dos formas diferentes, ya
sea como último recurso, después de una batalla perdida, ya como ayuda
natural antes que se haya librado una batalla decisiva. El último caso supone
una retirada hacia el interior del país, en un tipo de acción indirecta del
que ya nos hemos ocupado anteriormente. Por lo tanto, sólo dedicamos algunas
palabras a la convocatoria de la leva nacional después de que se haya perdido
una batalla.
|
Kein
Staat sollte sein Schicksal, nämlich sein ganzes Dasein, von einer Schlacht,
sei sie auch die entscheidendste, abhängig glauben. Ist er geschlagen, so
kann das Aufbieten neuer eigener Kräfte und die natürliche Schwächung, welche
jeder Angriff in der Dauer erleidet, einen Umschwung der Dinge herbeiführen,
oder er kann von außen her Hilfe bekommen. Zum Sterben ist es immer noch
Zeit, und wie es ein Naturtrieb ist, daß der Untergehende nach dem Strohhalm
greift, so ist es in der natürlichen Ordnung der moralischen Welt, daß ein
Volk die letzten Mittel seiner Rettung versucht, wenn es sich an den Rand des
Abgrundes geschleudert sieht.
|
Ningún
estado debería creer que su destino, o sea, toda su existencia, pueda
depender de una batalla, por más decisiva que ésta sea. Si es derrotado, la
llegada de nuevos refuerzos y el debilitamiento natural que sufre toda
ofensiva pueden, a la larga, producir un vuelco de la suerte, o se puede
recibir ayuda del exterior. Siempre hay un tiempo para morir, y del mismo
modo que el impulso natural del hombre que se está ahogando es el de asirse a
la más pequeña rama, ocurre de manera similar en el orden natural del mundo
moral, y el pueblo apelará a los últimos medios de salvación cuando se vea
situado al borde del abismo.
|
Wie klein
und schwach ein Staat in Beziehung auf seinen Feind auch sei, er soll sich
diese letzten Kraftanstrengungen nicht ersparen, oder man müßte sagen, es ist
keine Seele mehr in ihm. Dies schließt nicht die Möglichkeit aus, sich durch
einen opfervollen Frieden von dem gänzlichen Untergange zu retten, eine
solche Absicht schließt aber auch ihrerseits nicht die Nützlichkeit neuer
Verteidigungsmaßregeln aus; sie machen den Frieden weder schwieriger noch
schlechter, sondern leichter und besser. Noch notwendiger sind sie, wenn Hilfe von denen erwartet wird, die bei
unserer Erhaltung interessiert sind. Eine Regierung also, die nach verlorener
Hauptschlacht nur daran denkt, das Volk schnell in das Bette des Friedens
steigen zu lassen und übermannt von dem Gefühl einer großen fehlgeschlagenen
Hoffnung, nicht mehr den Mut und die Lust in sich fühlt, alle Kräfte
anzuspornen, begeht in jedem Fall aus Schwäche eine große Inkonsequenz und
zeigt, daß sie des Sieges nicht würdig und eben deswegen vielleicht auch gar
nicht fähig war.
|
Por más
pequeño y débil que sea un estado en comparación con su enemigo, si renuncia
a realizar un último esfuerzo supremo, deberemos convenir en que ya no queda
alma alguna en su interior. Esto no excluye la posibilidad de que se salve de
la destrucción completa mediante la conclusión de una paz colmada de
sacrificio. Pero ni siquiera este propósito extinguirá la utilidad de las
nuevas medidas para la defensa; éstas harán que la paz no sea ni más difícil
ni peor, sino más fácil y mejor. Todavía son más necesarias esas medidas si
se espera una ayuda de aquellos que están interesados en mantener nuestra
existencia política. Por lo tanto, cualquier gobierno que después de la
pérdida de una gran batalla se apresure a permitir que su pueblo goce de los
beneficios de la paz, y, abrumado por un sentimiento de esperanza defraudada,
no sienta dentro de sí el valor y el deseo de estimular y aguijonear todas y
cada una de sus fuerzas, se hace culpable por debilidad de una grave
inconsecuencia y demuestra que no merece la victoria, y tal vez precisamente
por esa razón fue completamente incapaz de obtenerla.
|
Wie
entschieden also auch die Niederlage sei, die ein Staat erfahren, so muß doch
mit dem Rückzug des Heeres in das Innere des Landes die Wirksamkeit der
Festungen und der Volksbewaffnungen hervorgerufen werden. Es ist in dieser
Beziehung vorteilhaft, wenn die Flügel des Hauptkriegstheaters durch Gebirge
oder sonst sehr schwierige Gegenden begrenzt werden, die nun wie Bastione
hervortreten, deren strategisches Flankenfeuer der Vordringende auszuhalten
hat.
|
Por más
decisiva que sea la derrota experimentada por un Estado, será preciso, pues,
que mediante la retirada del ejército hacia el interior del país, ponga en
acción sus fortificaciones y sus levas nacionales. En relación con esto,
resultará ventajoso que los flancos del principal teatro de la guerra estén
limitados por montañas o partes de territorio que sean muy accidentadas.
Estas se presentan entonces como bastiones cuyo fuego de flanqueo estratégico
podrá castigar al agresor.
|
Ist der
Sieger mitten in seinen Belagerungsarbeiten, hat er überall starke Garnisonen
zurückgelassen, um seine Verbindungslinie zu bilden, oder gar Korps
entsendet, um sich die Ellenbogen frei zu machen und die benachbarten
Provinzen in Ordnung zu halten, ist er schon durch mannigfaltige Verluste
lebender und toter Streitmittel geschwächt, dann ist der Zeitpunkt, wo die
Verteidigungsarmee von neuem in die Schranken treten und den Angreifenden in
seiner zwangvollen Lage durch einen wohlangebrachten Stoß zum Wanken bringen
muß.
|
Si el
enemigo se dedica tras su victoria a acciones de asedio, si ha dejado tras de
sí fuertes guarniciones para asegurar sus comunicaciones o, más aún, si ha
destacado tropas para obtener un más amplio espacio y mantener bajo control a
las zonas adyacentes, si ya está debilitado por diversas pérdidas en hombres
y en material de guerra, entonces ha llegado el momento de que el ejército
defensivo se apreste de nuevo y, mediante un golpe bien dirigido, haga
tambalear al agresor en la posición desventajosa en la que se halla.
|
Blog destinado a compartir información sobre política, filosofía, historia, prospectiva, geoestrategia y temas militares
lunes, 25 de agosto de 2014
CLAUSEWITZ: EL PUEBLO EN ARMAS (Volksbewaffnung)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)