domingo, 15 de mayo de 2022

LA GUERRA EN UCRANIA COMO EXPRESIÓN DE GUERRA, SOBERANÍA Y PAZ EN EL MUNDO DE HOY

 


Webinar de Guerra, soberanía y paz: https://www.youtube.com/watch?v=nHuiUcxOkwE&t=2300s

https://www.youtube.com/watch?v=nHuiUcxOkwE

Para Hannah Arendt todas las revoluciones acaecidas desde la revolución francesa han significado guerra y cambio de ordenes políticos para la mayoría de los estados involucrados[1]. Como hoy en día pareciera que estamos viviendo un cambio de orden a escala global en circunstancias que podrían interpretarse como revolucionarias, prefiero llamar esta reflexión como la guerra en Ucrania debido a que es un enfrentamiento, repito, de alcance global que se desarrolla en suelo ucraniano con una gama de armas que van desde las informacionales y cognitivas hasta las cinéticas. El punto en común entre estos dos sistemas de armas es que su efectividad va a depender en que su uso pueda negarse en cualquier circunstancia.

Por ello, antes que nada, quisiera decir dos cosas: en primer lugar, lamentar profundamente el sufrimiento del pueblo ucraniano en estas horas oscuras y, en segundo lugar, recordar dos cosas: la primera que la primera baja en una guerra es la verdad y la segunda que, siguiendo a Napoleón, generalmente un plan no aguanta la primera bala de cañón. En el primer caso a recordar debemos tener presente que la humanidad vive en un contexto postmoderno y de posverdad en un marco mucho mayor que es el postwestfaliano. En segundo lugar, los ucranianos han demostrado una notable capacidad de resistencia a pesar de haberse disminuido notablemente sus capacidades de defensa desde el primer día de hostilidades.

Si consideramos la posverdad desde dos lectura: como la relativización de hechos concretos que acaecen en un espacio-tiempo dado para dar preeminencia a las emociones o como actos de manipulación de los hechos desde un contexto estratégico y político podemos decir que la humanidad está expuesta a este fenómeno de dos caras desde hace un tiempo y la campaña de desinformación desencadenada por el inicio de esta nueva fase del conflicto en territorio ucraniano no ha sido más que una superposición que en el ámbito cognitivo se expresa en una doble superposición de mantos de oscuridad que impiden conocer la realidad en una perspectiva más amplia. Pero hemos usado dos expresiones más: postmodernidad y postwestfaliano. El primero refiere a un cambio de subjetividad que ha relativizado el criterio de verdad como correspondencia, como revelación, como acuerdo originario, como coherencia y como utilidad que está buscando imponerse en el mundo y el esfuerzo de occidente por imponerlo a expensas del pueblo ucraniano constituye un ejemplo de ello. En relación con el segundo el orden postwestfaliano es producto del debilitamiento del estado-nación moderno y del proceso de cambio de estructura y dirección de la comunidad internacional en los actuales momentos que vive la humanidad.

Esta circunstancia por la cual vive y muere el pueblo ucraniano nos lleva a preguntarnos qué es la guerra y su naturaleza actual y la instauración de un orden postwestfaliano.

1.- GUERRA

Según Alexander Dugin la guerra es un acontecimiento que confronta la virtualidad con la realidad[2], es decir, la imagen que tenemos de ella con una potencialidad de daño entendido desde tres perspectivas: empobrecimiento, soledad no deseada y muerte no esperada como la que actualmente padecen los ucranianos, luganskianos y donetskianos. Es en esta discrepancia entre virtualidad y realidad que se hace pertinente preguntarse qué denota la palabra ‘guerra’ en una época en que se pensó que lo virtual era lo real.

La palabra ‘guerra’ proviene de una voz empleada en situaciones de conflicto que refiere un estado de terror permanente y se opone a la palabra ‘bellum’ que refiere un estado y un acto que tenía un inicio con una declaración y un fin con un tratado de paz. El punto de confluencia de ambas palabras se produjo con el Tratado de Paz de Westfalia cuando en sus considerandos explica la situación que originalmente vivieron los habitantes del Sacro Imperio Romano Germánico y posteriormente el resto de Europa y parte de Asia[3].

Con el declive del latín como lengua de uso diplomático la palabra bellum fue sustituida por las palabras ‘war’ y ‘guerra’ que denotan el estado permanente y la ocurrencia efectiva de conflictos bélicos. La definición realizada por Tomas Hobbes en Leviatán es, para nosotros, la más vigente: la guerra no consiste en el acto de luchar, sino que es un periodo en que la voluntad de confrontación violenta es siempre declarada[4]. Todo otro tiempo es tiempo de paz. Esta definición explica, por una parte, la prohibición de hacer ‘bellum’ como permitía el derecho de gentes hasta el advenimiento de las Naciones Unidas y por qué a pesar de ello existen los arsenales militares como expresión de un estado de terror ampliado con el advenimiento de las armas de destrucción masiva y el terrorismo y, por la otra, por qué han acaecido un sinfín de guerras después de 1945 en su mayoría acaecidas como guerras civiles.

Como hemos visto la ‘posverdad’ y lo que se conoce como ‘guerra cognitiva’ ha magnificado el estado de terror en este ambiente postmoderno y las guerras civiles han sido el instrumento para dirimir, como acaece en Ucrania, los conflictos entre los poderes que disputan su status en ese nuevo orden postwestfaliano. La palabra con que los griegos antiguos denotaban la guerra civil era ‘stasis’ que podemos atribuirle dos significados: ‘discordia’ que, siguiendo a Giorgio Agamben, explica los excesos y la crueldad en la producción de daño al contrario como observamos en Ucrania en Mariupol, Bucha, Lugansk y Donetsk[5] y, ‘quietud’ en un sentido indicado por Alberto Rosales que indica la brecha existente entre un orden político reacio a adecuarse a los cambios sociales y una sociedad que vive en un eterno ritornelo entre los que buscan insertarse en el ritmo impuesto por la aceleración y desaceleración que vive la humanidad y los que buscan que las cosas permanezcan tal y como las han vivido[6]. Podemos pensar en ‘stasis’ entendida desde una perspectiva global desde el mismo momento que el conflicto en diferentes intensidades se está presentando en todas las comunidades políticas que existen sobre la tierra.

La disputa por el nuevo orden postwestfaliano se está planteando desde dos perspectivas: por una parte, de forma asimétrica entre Rusia y los que apoyan a Ucrania en el plano informacional, cognitivo y en lo concerniente a recursos humanos y materiales, por la otra, el conflicto se ha manifestado de dos formas: la simétrica y convencional entre cuerpos combatientes reconocidos por el derecho internacional y la asimétrica materializada en la aparición de prácticas pre-westfalianas ya acaecidas en el pasado reciente como el empleo masivo de empresarios de seguridad o mercenarios y los actos inhumanos contra los prisioneros y la población civil. Esto nos lleva a la necesidad de examinar algunos aspectos observados como patrones que se han mantenido a lo largo del conflicto. La primera es responder a la pregunta ¿Qué es el batallón Azov?, ¿Son amigos o enemigos de los ucranianos?, ¿Son ucranianos?, ¿Será que su objeto es debilitar ambos estados desde una perspectiva globalista?, ¿Cuál va a ser la situación de los refugiados?

El batallón Azov es una entidad, al parecer integrada a las fuerzas armadas ucranianas, que cuenta con al menos diez mil combatientes por lo que no es un batallón. Esta entidad militar o paramilitar, por una parte, ha sido acusada por Rusia como neonazis y, por la otra, Occidente, con la excepción de Alemania, ha seguido las declaraciones ucranianas que apuntan a su negación. Mi visión personal sobre este batallón es que es una ‘colonna’ conducida por un ‘condottiero’ mostrando en sí mismo una faceta pre-westfaliana muy criticada por Niccolo Machiavelli como lo es la tercerización del conflicto[7]. Esto nos lleva a la segunda pregunta, es decir, son amigos o enemigos de los ucranianos. Esta pregunta obedece al hecho de que no se sabe con certeza hasta qué punto el actual gobierno ucraniano es rehén o no del batallón Azov sobre todo si se considera la acusación de neonazis. Una pista de esta situación ha sido la cauta actitud del gobierno israelí en relación con el conflicto. Este hecho nos plantea dos nuevos interrogantes: qué fueron los nazis para que sean invocados en el presente en este ambiente biopolítico en que se encuentra inmersa la humanidad y por qué países como Argentina y Venezuela tardaron hasta el último momento para declararle la guerra durante la Segunda Guerra Mundial como condición sine qua non para formar parte del nuevo orden internacional. También plantea el interrogante de por qué EE.UU. y Ucrania votaron en contra del proyecto de resolución A/C.3/75/L.49., relacionada con “Combatir la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras practicas que contribuyen a exacerbar las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia[8].

Desde este ángulo de análisis podemos decir que el batallón Azov es la resultante de la congregación de ucranianos y mercenarios (empresarios militares) con un propósito político-mercantil. Político desde la perspectiva de los verdaderos desencadenantes del conflicto y de los voluntarios que incautamente han sido llevados al conflicto y mercantil por aquellos que apoyan la privatización de lo publico y viven del conflicto como un ‘mestiere’. Creemos entonces que este ‘batallón’ tiene por objeto debilitar ambos estados, o sea, Ucrania y Rusia, desde una perspectiva globalista porque este ‘batallón’ está siendo dirigido desde fuera de Ucrania y con el concurso de importantes sectores internos de ese país para debilitar a Rusia. Así pues, la guerra en Ucrania es un conflicto civil devenido en regional siguiendo el mismo patrón acaecido en las guerras del Peloponeso y en la Guerra Fría con un alto potencial de producir un rizoma de guerras.

Con respecto al problema de los refugiados, Hannah Arendt nos advirtió hace casi un siglo que los únicos capaces de garantizar los derechos humanos son los propios estados a pesar de los grandes esfuerzos realizados por la comunidad internacional. De igual forma la autora nos mostró el problema de determinación de límites de los estados surgidos como consecuencia del fin de la Primera Guerra Mundial en Europa oriental. Como hemos podido constatar, este problema no está completamente resuelto si consideramos la situación de las minorías húngaras y rusas que han debido abandonar Ucrania como consecuencia del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y otras formas conexas de intolerancia. De más está decir que el pueblo ucraniano afectado por el conflicto también ha tenido que abandonar su territorio. La gran cantidad de refugiados que ha producido el conflicto bélico ha generado importantes problemas logísticos y operacionales que las poblaciones de los países vecinos por propia iniciativa han logrado contener de forma temporal. Falta observar cómo se comportarán los estados europeos a mediano plazo. Esto nos lleva al plano operacional.

A Rusia propagandísticamente se le endilgado su deficiente capacidad operacional teniendo como imaginario el concepto de blitzkrieg en sus diversas variantes, pero una vez disipada parte de la niebla del conflicto podemos observar que la estrategia rusa se ha basado en asumir la violencia como un medio de negociación y esta estrategia se materializó operacionalmente mediante la forma de enjambre, es decir, utilizaron varios vectores de ataque. Por ello las acciones de combate y el avance ruso fue escalonado y, desde esta perspectiva, los rusos han alcanzado todos sus objetivos. La retirada de las fuerzas rusas, en este contexto, debe ser entendida dentro de este esquema de negociación entre un estado soberano y un estado dependiente y, finalmente, la pérdida de equipamiento que han sufrido los contendientes debe ser contrastadas con la doctrina de guerra de ambos países y las pérdidas de materiales sufridas por los contendientes en conflictos donde ha habido una simetría de medios como, por ejemplo, Yom Kippur – Ramadán. Un análisis comparativo va a permitir observar el problema de leer el conflicto actual con los lentes de occidente más allá de la manipulación informacional. Esto nos lleva a analizar el tema de la soberanía.

2.- SOBERANÍA

Hemos afirmado que el orden westfaliano está en crisis en tanto y en cuanto hablamos de orden postwestfaliano. El orden westfaliano se basó en cinco principios, a saber, independencia política, no injerencia en los asuntos internos de los estados, libre autodeterminación de los pueblos, libre comercio y libertad de los mares. Sin embargo, está en crisis, como dijimos, por el debilitamiento del estado-nacional moderno y el cambio de estructura del orden global.

Con respecto al primer aspecto podemos decir que el advenimiento de actores políticos supranacionales y subnacionales con capacidad de acción internacional debilitaron la capacidad de acción de los países con poder de veto desde una perspectiva particular y al resto de los estados desde un enfoque más general. De igual forma, las tecnologías de información y comunicación hicieron a las poblaciones más asertivas y más globales desde la perspectiva de los propios individuos. Los ejemplos más contundentes lo representan, por una parte, la tercera guerra de Irak que obligó a EE.UU. a apelar a la posverdad y la mentira para que sus dirigentes lograran su propósito político y, por la otra, la actual guerra en Ucrania que obligó a Rusia a esperar ocho años para responder de forma idónea por un problema declarado como de interés vital. El resto de los países exceptuando, por una parte, los casos aislados de UK en las Malvinas, Francia en África e Israel e Irán en el cercano oriente y, por la otra, de India y Pakistán en Cachemira, están severamente limitados para emplear la fuerza y la excepcionalidad de manera efectiva a no ser que lo hagan contra sus propios nacionales. Por ello, el concepto de soberanía en términos absolutos ha dado paso a un concepto relativo basado en la autonomía, exclusividad y plenitud de competencias. Esta relatividad se ha extendido a todos los campos del quehacer político. Solo basta observar las acciones emprendidas por Alemania para sustituir el suministro de gas ruso o por un importante grupo de países para sustituir el trigo ucraniano. Soberanía, en estas circunstancias, implicaba un cierto grado de autarquía que hoy en día ningún país posee.

Hay otros dos aspectos que debemos tener presente si tomamos en consideración que el conflicto en Ucrania es un conflicto en principio, entre Rusia y Occidente. En primer lugar, puede pensarse en un conflicto civilizacional si consideramos la tesis huntingtoneana en función de las posiciones asumidas por China, India, Turquía y, en general, el mundo islámico y la América de origen ibérico[9]. Pero creo que esta visión es muy corta. En ese sentido pienso más bien que la humanidad está viviendo la situación de Roma entre los siglos III y IV d.C.[10] En segundo lugar, pueden observarse practicas pre-westafalianas en lo atinente al grado de enemistad que se está evidenciando en el conflicto que nos recuerda la tesis de Carl Schmitt en el Concepto de lo político[11]. Estas prácticas que de alguna u otra forma se han mantenido a lo largo de la historia están relacionadas con la necesidad de producir una identificación, es decir, de determinar los bandos combatientes. Un ejemplo de ello lo constituyó el decreto de guerra a muerte decretado en Venezuela en el año 1813.

En relación con el segundo aspecto, la emergencia de nuevos actores internacionales colocó en tensión las normas instituidas en la Carta de las Naciones Unidas y otros acuerdos importantes como la prohibición de armas nucleares, químicas y biológicas, la utilización de armas específicas, etc., y explica porque se han descubierto y reconocido la existencia de laboratorios de armas biológicas en Ucrania y se ha hecho mutis en Occidente. Explica también una reacción en contrario, no sólo el armamento a la población realizado por el gobierno ucraniano y sino también el uso de alistados (servicio militar obligatorio) por parte de Rusia. Vamos a detenernos en este último punto. Edward Luttwak hace más de veinte años nos habló del soldado post – heroico, es decir, un militar miembro de una potencia imperial o ex – imperial cuyo gobierno no estaba dispuesto a sacrificar vidas de sus ciudadanos para sus fines de política exterior[12]. Toda muerte no esperada es horrible como nos las han mostrado la guerra en Ucrania, pero si un país está dispuesto a sacrificar vidas y hay ciudadanos dispuestos a sacrificarla significa la existencia de una comunión cuya lectura pone en Occidente en una situación de desventaja por la brecha existente entre gobernantes y gobernados que pone el concepto de democracia como lo observaban Platón, Aristóteles o Kant. Ello explica el escándalo en Occidente por el ataque ruso en términos de limitaciones para responder proporcionalmente. Occidente como la Roma pre y postcristiana dependen, además de la alta tecnología, de los mercenarios y los soldados profesionales para su subsistencia y por ello han aplicado un conjunto de medidas económicas para asfixiar la economía rusa como lo hicieron en Venezuela. Ya se sabe qué pasó en Venezuela. El escándalo en Occidente obedece también a la incapacidad de tomar otras ‘medidas’ a pesar de que las realizadas se le puedan revertir contra sí mismo.

En todo caso, desde una perspectiva westfaliana, lo que da certeza en cómo se está desarrollando el conflicto es mediante la observación de cómo se mueven los mapas y de sus contrastes en función de las fuentes utilizadas y de la capacidad de los países empeñados hasta ahora en el conflicto. Con respecto al primer aspecto ya hemos hecho mención acerca de las capas de desinformación y de afectación de la capacidad cognitiva a la que estamos expuestos desde la perspectiva de la guerra y de bellum. En relación con las capacidades de Ucrania y Rusia es conveniente tener presente el histórico de su desempeño. Ucrania, desde el mismo momento que el Rus de Kiev fue destruido por los mongoles ha mostrado una gran capacidad de resistencia a lo largo de la historia. Rusia, por su parte, ha mostrado una gran capacidad de recuperación desde que en el concierto europeo luego de derrotar a Suecia en la Guerra del Norte. Rusia se ha sobrepuesto a los suecos, a los franceses, a los alemanes y a Occidente. Los ucranianos se han sobrepuesto a los mongoles y a los soviéticos. Creo que la capacidad de resistencia ucraniana y la capacidad de recuperación rusa no han sido suficientemente valoradas por Occidente, especialmente EE.UU., debido a consideraciones paradigmáticas.

Finalmente debemos hacer mención a dos principios del orden westfaliano que hemos abordado superficialmente: el libre comercio y la libertad de los mares.

Con respecto al primer aspecto, la economía comenzó a ser usada oficialmente como un arma para producir daño con las sanciones impuestas a Alemania al finalizar la Primera Guerra Mundial y en la actualidad se observa en las sanciones que han padecido un conjunto de países como Serbia, Irán, Venezuela o Siria. La diferencia con lo que está aconteciendo en el presente en relación con las sanciones a Rusia es que estas sanciones están dando paso a un nuevo orden económico y financiero mundial cuyos efectos se notaran en las rutas del comercio mundial y en la nacionalización de las flotas como medio para garantizar las cargas. Desde esta perspectiva podemos afirmar que el “libre comercio”, entendido como este se impuso a escala global desde el año 1991, llegó a su fin al margen de los países que anteriormente habían sido sancionados y excluidos. Este fin del “libre comercio” supone un redireccionamiento del tráfico marítimo con lo cual podemos afirmar que es en este espacio donde se ha producido el mayor impacto de la guerra en Ucrania.

Con respecto al principio de libertad de los mares podemos afirmar que las sanciones extendidas a las navieras que trafican bienes a países blanco de esta forma de hacer daño, así como la interrupción del tráfico marítimo en el mar Negro y la casi total perdida de la salida al mar de Ucrania constituyen los hechos de mayor impacto en este conflicto bélico[13]. Estos hechos en sí explican el costo que está pagando Rusia en el mar en lo concerniente a su esfuerzo por mantener la isla de las serpientes y explican el nuevo rol que jugará ese espacio y los espacios abstractos, en general, en el futuro por venir[14].

3.- COROLARIO

La guerra en Ucrania nos está diciendo que la paz no es un acuerdo entre estados basado en la existencia de una voluntad de confrontación violenta suficientemente declarada. Paz debe ser vista individualmente como eirene, un estado que para los antiguos griegos era de tranquilidad para consigo mismo y para sus seres cercanos debido a que el horizonte que tenemos frente es de una gran incertidumbre por el conflicto que se ha desencadenado. Este nuevo conflicto nos recuerda las guerras del Peloponeso en el sentido que fue un conflicto que tuvo momentos de alta y baja intensidad[15]. En todo caso, esta nueva guerra del Peloponeso de alcance global apenas está comenzando.



[1] Ver al respecto: Hannah Arendt (1967). Sobre la Revolución. Madrid. (T. P. Bravo). Ediciones de la Revista de Occidente. 343 p.

[2] Ver al respecto: Alexander Dugin, (2022). “la guerra como confrontación con la realidad”. (T. J. Caro Rivera). [Documento en línea]. Disponible: www.geopolitica.ru

[3] Sobre este tema se recomienda leer. Edgar Blanco Carrero (2016). Ontología de la Guerra. Crítica a los conceptos de guerra en las obras de Hardt y Negri. Caracas. Editorial Rivero-Blanco. 476 p.

[4] Ver al respecto: Tomás Hobbes. (1651/1989). Leviatán.  Madrid. (T.C. Mellizo). Alianza Editorial. 548 p.

[5] Ver al respecto: Giorgio Agamben (2015). Stasis. La guerra civile come paradigma político. Homo sacer II, 2. Torino. Bollati Boringhieri. 83 p.

[6] Ver al respecto: Alberto Rosales (1971 [2018]), Dynamis y Energeia en Aristóteles, Caracas, Editorial Apuntes Filosóficos. De igual forma, con respecto a la aceleración social, ver al respecto: Hartmut Rosa (2016). Alienación y aceleración. Hacia una teoría crítica de la temporalidad en la modernidad tardía. Madrid.  (T. Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México). Katz editores. 190 p.

[7] Ver al respecto: Machiavelli, N. (1520/2011). Dell´ Arte della Guerra. [Documento en línea]. Disponible: www.freenetitalia.it [Consulta: 03AGO2011] y (1513/2001). Il Principe. Con uno Scritto di G. W. E. Hegel. 9ª ed. Milano. Feltrinelli. 140 p.

[8] Ver al respecto: Asamblea General de la ONU (2020). “Eliminación del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia”. 31 p.

[9] Ver al respecto: Huntington, Samuel. (2001). El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial. Buenos Aires. (T. J. Tosaus). Editorial Paidós. 432 p. ver también: alexander Dugin. (2022). La ideología Occidental y la respuesta rusa. [Documento en línea]. Disponible: www.costadelsolfm.org

[10] Ver al respecto: “La Restauración de la última Roma y la nueva subjetividad. Consideraciones sobre el futuro visto como pasado”. Caracas. Festina Lente B.G. [Documento en línea]. Disponible: https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2020/11/la-restauracion-de-la-ultima-roma-y-la.html  

[11] Schmitt, C. (1965). El Concepto de lo político. Texto de 1932 con Prólogo y tres Corolarios. [Documento en línea]. Disponible: www.laeditorialvirtual.ar4.toservers.com/CarlSchmitt . [Consulta: 2004, octubre 15].

[12] Luttwak, E (1999). “Post-heroic warfare and its Implications”. Washington. CSIS. [Documento en línea]: disponible: www.nids.go.jp/english/event/symposium/pdf/1999/sympo_e1999_5.pdf [Consulta: 15FEB2011].

[13]Ver al respecto:  Vallejos, M. “Por la guerra hay cientos de barcos atrapados en el Mar Negro: cómo impacta en el comercio internacional” https://www.cronista.com/internacionales/por-la-guerra-hay-cientos-de-barcos-atrapados-en-el-mar-negro-como-impacta-en-el-comercio-internacional/

[14] Situation report: the naval aspects of the war in Ukraine https://www.navylookout.com/situation-report-the-naval-aspects-of-the-war-in-ukraine/ y UPDATED: Russia Says Damaged Cruiser Moskva Sank Under Tow Headed to Black Sea Homeport https://news.usni.org/2022/04/13/russian-navy-confirms-severe-damage-to-black-sea-cruiser-moskva-crew-abandoned-ship?fbclid=IwAR3fUK-ftM6zqEYj22iu66ijuNIP4pxG8Xfii1oyO9Y0DynfIBqbvIji7Js y “La isla de las Serpientes, el pequeño islote que es clave para controlar el mar Negro (y puede suponer un punto de inflexión en la guerra de Ucrania)” en https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-61421242

[15] Ver al respecto: “Operación Escorpión II. Talasocracia vs. Epirocracia: ¿Las dos caras de la guerra civil global?”. Caracas. Festina Lente B.G. [Documento en Línea]. Disponible: http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2015/10/talasocracia-vs-epirocracia-las-dos.html