lunes, 26 de septiembre de 2022

LA IDEA DEL OFICIAL NAVAL EN EL PENSAMIENTO DEL CAPITÁN DE FRAGATA RAMÓN DÍAZ: 1908-1914.

 


El documento completo se encuentra en: https://www.amazon.com/-/es/Edgar-Blanco-Carrero/dp/1484809092 

Introducción.

Ramón Díaz entre los años 1905 y 1914 participó en la formación de los nuevos oficiales navales venezolanos. Además de ello, fue designado examinador del Primer año del Curso Académico de la Escuela Náutica de Venezuela en el año 1911, cumplió funciones de instrucción en el primer crucero patriótico a Santa Marta en calidad de Segundo Comandante del vapor nacional de guerra “General Salom” y, además, en el año 1914 fue designado examinador en las Escuelas de Ingenieros de la Armada y de Cabos de Mar, Cañoneros y Timoneles.

Sobre los pormenores de la gestión realizada por Díaz no se tiene grandes datos. Sólo se tiene que fue designado examinador en la recién inaugurada Escuela Náutica y dos ensayos realizados: uno en el año 1911 denominado “En la Academia Militar” (30OCT1911) y otro titulado “Marina Científica” (30ENE1914), ambos publicados en “El Universal”. Un mes después de esta última publicación, como comandante del “General Salom” a este marino venezolano lo relevaron del cargo siendo destinado a la naciente marina mercante hasta el año 1923 en que fue destinado a comandar de nuevo un buque de guerra.

En el ensayo publicado por Díaz en el año 1911 expresa su entusiasmo por la introducción de nuevas técnicas de navegación, así como “nociones de oceanografía, meteorología, señales semafóricas, higiene naval, construcción, y manejo de buques”. De igual forma, el artículo publicado en el año 1914 trataba la necesidad de preparar a los nuevos oficiales navales para dominar: 1.-) las nuevas tecnologías de la época que serían usadas ampliamente unos meses después con el estallido de la Primera Guerra Mundial y 2.-) la navegación astronómica. Al respecto este autor expresó lo siguiente:

La navegación científica en los tiempos modernos es más imperiosa por la razón de las grandes velocidades desarrolladas hoy en la arquitectura naval, y aún mucho más, en la marina de guerra, cuyo personal tiene que ser cada día más científico… por lo tanto no puede haber marina si no hay marinos científicos”.

“El arte de la navegación depende de dos bases fundamentales: una es la ciencia: la otra es la práctica: la primera es la Teoría: la segunda es la experiencia, y de ello se deduce que no puede ser marino verdadero el que no posea a la vez ambas cosas, las cuales vienen a ser el complemento de la profesión”.

“Es con esta razón que todas las marinas del mundo, con el objeto de perfeccionar a su personal directivo han creado a los buques-escuelas, en los cuales se embarcan los cadetes… para efectuar las dos clases de navegaciones y cuyo viaje es por lo general de circunnavegación y en el cual el mar les enseña sus grandezas y peligros”.

Como se sabe, la gestión de Díaz a bordo del “General Salom” fue afectada en el año 1914 por la purga que sufrió la Armada Nacional luego que se develara un complot para derrocar a Juan Vicente Gómez liderado por Román Delgado Chalbaud. Esta fue la denominada “Conspiración de abril”[1]. Si bien Díaz no fue objeto de encarcelamiento, su situación política debió haber sido precaria y el último ensayo publicado en la prensa puede ser interpretado como: 1.-) un gesto desesperado por la situación que estaba viviendo la institución en ese entonces y la falta de atención a sus requerimientos, 2.-) un acto de insubordinación por publicar en la prensa algo que debió haberse expuesto dentro de los canales oficiales. Luego de la represión, la buena formación de nuevos oficiales debió ser más necesaria para Díaz y en ese problema debió haber focalizado su atención de tal forma que se arriesgó en proponer algo calculando las consecuencias, es decir, librar a los oficiales navales de la responsabilidad en caso de impericia en el mar. Ello explicaría en parte su designación a la marina mercante. Un lugar suficientemente inocuo para no ocasionar problemas en los prolegómenos de la Primera Guerra Mundial.

Modernamente se ha afirmado que un oficial naval debe ser un militar, un marino y un técnico (Masson, 1990:200). Llama la atención que Díaz, dentro del proceso de modernización de la Escuela Náutica, insistiera directamente en la formación técnica, específicamente en la navegación científica e indirectamente en la adquisición de experiencia marinera y tecnología naval sin que tomara en consideración la formación militar y consecuentemente las nuevas formas de hacer la guerra que estaban consolidándose en ese entonces. Este hecho nos permite plantearnos la siguiente situación problemática utilizando para ello los criterios profesionales establecidos por Masson: cuáles fueron la naturaleza de las aptitudes militares y marineras de los oficiales navales venezolanos de principios de siglo para que Díaz le diera preeminencia a un aspecto de la técnica disponible en los albores del siglo XX. En función de esta proposición nos hemos establecido como objetivo general “evaluar la propuesta formativa naval de Ramón Díaz a la luz de las necesidades navales venezolanas de inicios del siglo pasado con el fin de tener una idea del perfil del oficial naval de la citada época y nos permita reflexionar sobre las necesidades presentes y futuras de la nación”. Para alcanzar este objetivo vamos a: (1) analizar el proceso de constitución del perfil del oficial naval venezolano hasta inicios del siglo XX, (2) analizar las aptitudes profesionales de los marinos venezolanos a la luz de las necesidades político-militares de inicios del siglo XX y (3) valorar la propuesta de Ramón Díaz a la luz de la situación político-militar en los prolegómenos de la Primera Guerra Mundial.

La importancia del presente trabajo radica en la posibilidad de abrir a la comprensión algunos aspectos de cómo se manejaron los asuntos político-navales del país y de cómo funcionaba la organización militar desde una perspectiva administrativa a principios del siglo XX. Estos aspectos mencionados precedentemente son totalmente desconocidos en el país y su conocimiento ha sido posible a partir de un análisis previo de documentos originales obtenidos por Ramón Rivero-Blanco en el Archivo General de la Nación. Por tratarse del manejo de fuentes del pasado, lo que se persigue también es interpretar hermenéuticamente, de acuerdo con la metodología propuesta por Gadamer, una serie de hechos del pasado naval venezolano a fin de hacerlos históricos para que a su vez sirvan de enseñanza a las futuras generaciones. Esta metodología hermenéutica consiste en el establecimiento de un horizonte de comprensión que hemos ubicado en el siglo XVIII y la realización de círculos de interpretación usando los prejuicios, es decir la información que convencionalmente se conoce sobre el tema, como punto inicial de análisis ontológico del ser naval. Estos dos caminos metodológicos nos permitirán mostrar una parte del pasado venezolano de forma diferente y nos va a dar nuevas luces del porqué del tratamiento de los asuntos marítimos en el mundo de hoy.

1.-    El proceso histórico de constitución del perfil del Oficial Naval venezolano de inicios del siglo XX.

Como se sabe, Venezuela ha sido producto de la confluencia de dos civilizaciones marítimas: La Caribe y la española. El proceso de conquista y colonización de lo que hoy constituye nuestro país se produjo por mar y por ríos. Cuando españoles y caribes perdieron el control de mares y ríos no se detuvo el proceso, se produjo un cambio de dirección de la proyección ¿qué significa esto? La dirección de avance Caribe se produjo de la tierra al mar y posteriormente, la dirección de avance española se produjo del mar hacia la tierra suplantando en la zona costera a la dominación Caribe. Con el declive español a inicios del siglo XVIII[2], la delegación de la administración de Tierra Firme a la Compañía Guipuzcoana[3] y las necesidades de la defensa marítima[4], generaron una suerte de mestizaje (fusión de mundos-de-vida)[5] , en cuanto a la actividad marítima se refiere, que favoreció un nuevo tipo de proyección cuya dirección fue de la tierra al mar. Esta proyección hizo que con la práctica se generara una costumbre marítima que como bien ha afirmado Bracho (2005:78-86) se constituyó en una fuente del Derecho del Mar actual. El espacio marítimo donde comenzó a cristalizar este derecho fue el que medió entre el Mar de Venezuela y las islas del Gran Caribe y la forma en que se produjo este fenómeno fue por actos regios que siguieron tres direcciones: a.-) jurídico-políticas, b.-) estratégicas y c.-) operacionales. Estas acciones tuvieron la finalidad de generar una capacidad disuasiva e intimidatoria suficiente para hacer desistir a sus adversarios de cualquier pretensión expansionista a costa de los dominios españoles.

Desde el punto de vista jurídico político, fueron establecidas una serie de normas cuya evolución cimentaron las bases con que se sustentó el principio de Autoridad. El Mar territorial, era un espacio de “aguas adyacentes” y las islas que conformaban el antemural geográfico del Mar de Venezuela tenían también asignadas expresamente la denominación de aguas adyacentes o territoriales (Bracho II, 2005).

Desde el punto de vista estratégico fueron establecidos lugares denominados por los hispanos “llaves” que su conservación era necesaria para la seguridad y desenvolvimiento de los territorios de ultramar. Estas llaves fueron: Tierra Firme, los territorios de la Nueva Andalucía y el Virreinato de la Nueva Granada, que estaban representada por: Cumaná, La Guayana, la Guaira y Puerto Cabello, y tenían como misión proteger al “Mítico Dorado”, al “Reino del Perú” y al “caño de la Ymbernada”[6]. Estas llaves serían defendidas desde el mar por la flota del mar océano y desde tierra por un cuerpo de milicias[7] entrenados para hacer guerra defensiva en las aguas adyacentes mediante patentes que se otorgaron a privados, en las costas, gracias a un sistema de fortificaciones y en el Hinterland venezolano bajo un criterio que hoy podemos denominar de guerra prolongada.

Desde el punto de vista operacional y administrativo, el Reino de España estableció una serie de planes, con la finalidad de ejercer el principio de autoridad establecido con las ordenanzas reales y con el dispositivo estratégico de defensa. Estos contenían una serie de reglamentos que regulaban los procedimientos a seguir para el apresamiento, cantidad de buques, la moderación y buen trato a los mercantes. Vivas (2012)[8] ha cuestionado la capacidad española de ejercer soberanía en nuestras aguas durante la conquista y la colonización, sin embargo, el establecimiento de un dispositivo de defensa y su reconocimiento por otros países desde el mismo momento en que los apresamientos no fueron casus belli, indica no sólo un reconocimiento de la autoridad, también una plenitud y autonomía de competencias. La importancia de estos planes fue que tomando como centro las costas de Venezuela, abarcaron, las islas del Gran Caribe. Este hecho fue el que determinó la creación en el año 1803 del Apostadero de Marina de Puerto Cabello, según “INSTRUCCIÓN PARA EL GOBIERNO DE LOS BAJELES DE SU MAGESTAD, GUARDACOSTAS DE INDIAS”. Esta institución: delegó la jurisdicción de la función de Guardacostas ejercida hasta entonces por la Secretaria de Hacienda del Reino de España a la Real Armada, estableció los límites o áreas de influencia de cada Resguardo, y por último otorgó la competencia para ejercer control de dichas aguas mediante la vigilancia tanto cerca de la costa como en Alta Mar[9].

Esta proyección marítima que fue reconocida con la creación de las instituciones antes mencionadas tenía su fuente originaria en la fusión de los-mundos-de-vida, es decir, de la vocación de los hombres que integraron las huestes indianas y los caribes que iniciaron originariamente la proyección hacia el mar en estas latitudes. Esta vocación fue profundizada por el espíritu emprendedor de los vascos que colonizaron al país dentro del contexto de la Compañía Guipuzcoana. La proyección tenía que ver con el comercio y con la defensa tanto del comercio como del territorio. Esta diferenciación permite introducir la existencia de una tipología que nos aproxima al objeto de este trabajo.

El comerciante de origen europeo, era esencialmente un hombre que eventualmente se hacía marino y las necesidades defensivas en el área lo convirtieron en militar. El Caribe, si analizamos analógicamente el diccionario de Lizot[10], en sus diferentes variantes, es decir, kariña, ye´kuana, warao, etc, ya era de por si guerrero. Dicho de otra manera, para un Caribe, ser Caribe, ser hombre, ya era de por si ser navegante, guerrero, comerciante, cazador, etc., por lo que, mientras el hombre de origen europeo se la agregaba un atributo (en este caso marinero) producto de una necesidad o una vocación, del Caribe éste atributo emanaba como expresión de su condición humana. Esto significa que el europeo se hace marino o militar o militar-marino, mientras que el Caribe producto de sus circunstancias es militar y marino. Ahora, teniendo presente como se constituyó la sociedad ¿qué características tenían estos marinos en relación con la sociedad? Frente a este interrogante tenemos varias situaciones a tener en cuenta en los hombres que hicieron vida en Tierra Firme: (a) la del español que era marino y se hizo militar, (b) la del Caribe que era militar-marino, (c) la del negro que se hizo militar o marino o militar-marino y (d) la del mestizo y/o mulato que contenía algo de esos atributos. Socialmente en tanto que integrantes de una sociedad en proceso de formación dentro de un territorio en específico nos encontramos, de manera general, que la tendencia más predominante fue la del marino que las necesidades de protección del tráfico marítimo los convirtió en guardacostas, algo así como una especie de milicia en el mar.

Este hecho es importante tenerlo en cuenta debido a que Masson ha señalado que los oficiales navales ingleses y franceses originalmente fueron militares que se fueron haciendo marinos al contrario de los holandeses que fueron primeramente marinos que luego se hicieron militares (1990:196-197). El escritor francés no se refiere al caso español, pero una revisión de las tácticas usadas por Carlos V, Juan de Austria y Álvaro de Bazán en el siglo XVI, es decir, el siglo de mayor gloria de la armada española nos indica que los españoles fueron militares que se hicieron marinos dado que su forma de combatir se ajustaba a la empleada en la guerra terrestre cerca de la costa o en la costa. Con el proceso de conquista y colonización de América iniciado entre finales del siglo XV y el siglo XVII, se produjo una simbiosis del militar y marino hasta que la guerra continuada produjo un agotamiento que hizo que en el siglo XVIII se produjera un cambio de circunstancias generado por una situación política. La situación política tuvo que ver con el declive del poder español en el mar y la necesidad de crear un sistema defensivo que hiciera de las colonias americanas autosuficientes para la defensa en caso de ataques provenientes desde el mar[11].

Cuando se produjo este cambio de circunstancias, en Tierra Firme había emprendedores que se vieron en la necesidad de extender sus empresas al ámbito marítimo y posteriormente al militar. Este hecho sería favorecido por la empresa de la Compañía Guipuzcoana trayendo como consecuencia que un importante sector de la sociedad indiferentemente de su condición económica o racial se lanzara al mar. ¿Quiénes fueron estos habitantes de Tierra Firme que se lanzaron al mar a todo lo largo de los siglos XVIII y parte del siglo XIX para terminar convirtiéndose en militares y marinos? No fueron nobles, ni miembros de la aristocracia criolla aunque Lino de Clemente pudiese ser usado como ejemplo (Jiménez, 2006:65). La mayoría de los oficiales de la milicia naval provinieron de lo que hoy podríamos llamar clases medias y bajas de la población y ello constituye una coincidencia con respecto al caso neerlandés[12]. El origen mercantil (o marinero) pudo haber facilitado el entendimiento a nivel operacional con Luis Brión, un súbdito neerlandés originario de Curazao que sirvió a la causa patriota en el período crítico de la guerra comprendido entre los años 1815 y 1821, junto con otros marinos como Díaz, Beluche, Joly y D´Chitty, entre otros[13]. La guerra, al igual que en el caso neerlandés, convirtió a marinos en militares dándole a Colombia la Grande una capacidad de proyección que le permitió no sólo la victoria de Maracaibo, también el hostigamiento de las costas cubanas y guayaquileñas[14].

Con el fin de Colombia la Grande y el inicio de las guerras civiles en el país, se observa que a pesar de la limitación de medios[15], las campañas navales de 1835 y 1848, mostraron un modo de hacer que pasó a ser expresión de una conducta operacional que estuvo presente en todo el resto del siglo XIX lo cual indica que la práctica consuetudinaria que comenzó a cristalizar en el siglo XVIII y se consolidó en la primera mitad del siglo XIX pasó a adquirir un carácter doctrinario. Lo notorio de esta práctica es que esta se mantuvo a pesar de la inestabilidad política vivida por el país entre 1835 y 1903[16]. Otro aspecto a destacar es que después de 1848 la participación de la Armada en las luchas intestinas que asolaron el país se redujo drásticamente. Este hecho debió haber generado un cambio notable en relación con el militar de tierra después del fin de la guerra de independencia: mientras que el oficial naval mantuvo su nivel de profesionalización, el oficial terrestre la perdió por efectos de la guerra civil. Este hecho suena paradójico y se explica por qué privados con aspiraciones políticas, para acceder al poder, se hicieron militares en un momento en que la forma de hacer la guerra estaba cambiando drásticamente en relación con el período independentista[17]. 

Esta afirmación permite concluir que en la segunda mitad del siglo XIX se comenzó a gestar en la armada una casta aristocrática por la naturaleza de la profesión a diferencia del oficial del ejército que se hizo oficial por la suerte lograda en el movimiento insurreccional del que formó parte. Sobre la casta aristocrática, Masson ha recalcado que si esta existe no proviene de los orígenes sociales sino por las exigencias técnicas de la profesión y por un ambiente donde es ejercida la profesión que lo orienta hacia el exterior, otros mundos sustrayéndolo de la propia sociedad de donde es originario (1990:198)[18]. De ahí la afirmación dada por Bracho que, en Venezuela, han existido muchos ejércitos, pero una sola Armada.

Entre los años 1898 y 1903, la armada realizó una serie de operaciones navales que evidencian que los oficiales navales venezolanos aplicaron una forma de hacer que fue expresión del proceso de cristalización doctrinaria que había durado casi dos siglos evidenciando con ello un perfil que indicaba un respetable grado de profesionalización que le dio al Estado venezolano una apreciable capacidad de respuesta en las contingencias que enfrentó en el período. Las acciones realizadas por la armada venezolana, de acuerdo con Bracho (2011), fueron las siguientes:

Año

Acción Naval

1899

El “Miranda” y el “Crespo” Bombardean el castillo Libertador al mando del General Paredes.

1901

Encuentro naval de Río Hacha.

Persecución del Bang Righ.

1902

Combate naval entre el “Crespo” y el “Bang Righ”

El “Miranda” y el “Restaurador” apoyan acciones de desembarco de tropas en Margarita

El “Miranda”, el “Zamora” y el “Restaurador” apoyan acciones de desembarco de tropas en Cumarebo y Tucacas. Realizan bombardeos de costa.

Buques de guerra venezolanos hunden seis barcos británicos con contrabando de armas y apoyo a los insurgentes en Paria. Capturan tres[19].

Desembarco de tropas en Ocumare de la Costa dentro del marco de la batalla de la Victoria.

1902-1903

Bloqueo anglo-germano-italiano. El “Miranda” logra escapar de la agresión extranjera sin sufrir daños.

Presencia de fuerza naval estadounidense vigilando las operaciones de la fuerza naval europea.

1903

El “Margarita” desaloja a los insurrectos del puente de Paparo.

Fuerza naval de pacificación de los estados orientales.

Batalla y toma de Ciudad Bolívar.

1908

Captura de mercante neerlandés y demostración naval holandesa.

Presencia en la Guaira de fuerza naval estadounidense para apoyar gobierno de Juan Vicente Gómez

La reseña mostrada precedentemente nos indica de suyo que hubo una capacidad operacional que fue consecuencia de un proceso de transferencia de conocimientos que no se perdió en las guerras civiles y no perdió su eficacia a pesar de la limitación de medios. Esta eficacia fue en doble sentido: en la transmisión de conocimientos y en la ejecución de operaciones. Así pues, se puede concluir que entre el período comprendido entre los años 1897 y 1903 donde el país tuvo que padecer otra guerra civil y una intervención internacional, la conducta operacional de la armada venezolana fue expresión de un importante grado de profesionalización del oficial naval para el cumplimiento de sus misiones específicas. Este nivel de profesionalización, al parecer, se evidenció en el aspecto militar, en el marino, y en el dominio de los aspectos técnicos de los medios con que contaban, sin embargo, se hace necesario hacer un examen de esas cualidades profesionales para determinar que ciertamente fueron determinantes para la pacificación del país y para librarlos de la responsabilidad que significó su poca eficacia para hacer frente a una fuerza naval superior extranjera.

2.-    Las Cualidades profesionales de los oficiales navales venezolanos a inicios del siglo XX.

Masson ha afirmado que sobre el oficial naval pesa una triple servidumbre, es decir, la del militar combatiente, la del marino y la del especialista (técnico) (1990:200). Esta expresión “servidumbre” fue originalmente utilizada por Castex (1937) para indicar las necesidades que limitaban o favorecían el desarrollo de una teoría estratégica en el ámbito naval por lo que el conocimiento o el desconocimiento de las servidumbres indicadas por Masson nos indican cómo estas pueden determinar la efectividad de un oficial en su desempeño en el mar. Así pues, vamos a examinar cuál era la naturaleza de esas servidumbres a principios del siglo XX a la luz de: (a) los principales enfrentamientos navales que realizó la armada venezolana en los albores del siglo XX, es decir, el encuentro de Río hacha enmarcado en lo que se conoce como diplomacia naval, el bloqueo anglo-germano-italiano, la toma de ciudad Bolívar y la purga de 1913, y (b) el Código de Marina de 1903-1904. Con estas evaluaciones podremos determinar a la luz de ese pasado los aciertos y desaciertos de la iniciativa de Ramón Díaz para el mejoramiento de la armada.

a.-      Servidumbre militar-combatiente.

Hay que aclarar que primeramente Masson utiliza la palabra “militar” y después la sustituye por la palabra “combatiente”. La palabra “militar” es más genérica que la palabra “combatiente” porque lo “militar” presupone formalmente una relación específica en relación con el Estado al cual le debe obediencia en la administración de la violencia, mientras que el “combatiente”, a pesar de que el historiador francés lo relaciona con el oficial naval que de suyo lo coloca con la función “militar” no necesariamente se corresponde con ello. El combatiente es el que combate, pero en el caso de Masson ese combatiente lo hace a favor del Estado. Pero puede haber casos de combatientes que luchen contra el Estado. Por ejemplo, la marina de guerra venezolana en sus orígenes se conformó por combatientes que lucharon contra el Estado, o sea el colonialismo español. Pero, fueron muy poco los casos de oficiales navales españoles que lucharon contra el Estado. En Venezuela, Lino de Clemente fue una gran excepción (Jiménez, 2006:65). Este hecho explica los juicios de conservadores, reaccionarios o monárquicos como han tildado a los oficiales navales a lo largo de la historia (Masson, 1990:198-199).

El combatiente supone una capacidad para combatir con eficacia indiferentemente de las circunstancias del combate para los fines del Estado. Este hecho hace necesario analizar la eficacia en combate en sí misma y la eficacia en relación con el Estado. La eficacia en combate depende de un dominio de la estrategia y de la táctica. La estrategia está referida con la política y los planes de operaciones. La táctica con los planes de operaciones y el empleo de los medios. Los medios dependen de la tecnología disponible. Si tomamos como referente Río Hacha, el bloqueo anglo-germano-italiano y la toma de ciudad Bolívar podemos señalar lo siguiente desde el punto de vista estratégico:

Hecho de armas

Concepción político-estratégica

Objetivo

 

Río Hacha

Apoyar a los liberales colombianos para que lograran recuperar su movilidad operacional y deponer al régimen establecido[20].

 

No alcanzado

Bloqueo

Hubo una completa sorpresa a pesar de haberse recibido dos ultimátum por parte de los gobiernos inglés y alemán. Esta sorpresa fue producto de la incredulidad de la clase dirigente venezolana de que las potencias europeas apelaran a la fuerza para lograr su propósito.

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Posteriormente se trató de evitar una escalada que produjera un mayor daño a la nación[21].

Se evito una guerra

Toma de Ciudad Bolívar

Acabar la revolución “Libertadora”.

Alcanzado

Como se puede observar del cuadro presentado, la completa sorpresa sufrida por el país por la agresión europea indicaba una importante desconexión política de las relaciones con Europa a pesar de la dependencia política y económica. Sólo el buen razonamiento de la circunstancia y la intervención estadounidense dentro del marco del acuerdo Hay-Pauncefote del año 1901 evitó que continuara la escalada (Blanco, 2004:196). De igual forma, la guerra no declarada que vivió el país con Colombia indicó que la guerra, al menos en ese momento, era un instrumento de la política venezolana. Incluso a pesar de las circunstancias internas. Desde la perspectiva de la estrategia operacional se tiene lo siguiente:

Hecho de armas

Planes y su conexión con la estrategia y su puesta en práctica

Resultado

 

Río Hacha

Impedir el desembarco de refuerzos y apoyar con tropas y fuego a pedido las operaciones terrestres que se estaban ejecutando en la Goajira[22].

 

Fallido

 

Bloqueo

Armada inutilizada. Sólo el cañonero “Miranda” refugiado en Maracaibo evitó ser capturado por la fuerza naval agresora[23].

 

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Toma de Ciudad Bolívar

Disminuir la capacidad militar de los sublevados, apoyar las operaciones terrestres.

Exitoso

Del cuadro presentado precedentemente se evidencia que, con la excepción del bloqueo, hubo en el país un sistema de planeamiento a nivel operacional basado en un concepto de maniobra que implicó la realización de operaciones conjuntas (navales y terrestres) para el logro de un objetivo físico que facilitara la obtención del objetivo de la guerra. Desde la perspectiva de los medios, se tiene lo siguiente:

Encuentros

Táctica naval

Efectividad

 

Río Hacha

A pesar de las limitaciones logísticas estaban en paridad en relación con las fuerzas colombianas no así con el crucero francés “Le Suchet”

 

Parcial

 

Bloqueo

Apresamiento de todos los medios con la excepción del Cañonero “Miranda”

 

Ninguna

 

Toma de Ciudad Bolívar

Desembarco anfibio, bombardeo de costa, apoyo a las operaciones terrestres.

 

Absoluta

Para hablar de los medios técnicos que condicionan la táctica naval es de tener presente que la humanidad se encontraba en una fase de transición tecnológica como consecuencia de la revolución industrial. Esta transición tecnológica hizo que en menos de cincuenta años se pasara: (1) de la propulsión a vela a la de vapor con hélice que proporciona una mayor velocidad, (2) de cañones de avancarga, posición fija y anima lisa a una artillería compuesta por piezas de retrocarga, ubicada en torretas móviles y anima rayada y (3) la aparición de nuevas armas como el torpedo fijo (la comúnmente conocida mina marina) y el torpedo autopropulsado que obligó al inicio de un proceso de estandarización naval que promovió el Almirante Fisher en el Reino Unido para ganar la carrera naval en que se encontraba empeñado ese país contra Francia y principalmente Alemania a partir del año 1903. Este hecho significó que se produjeran cambios en los medios navales y en los procedimientos tácticos que se harían visibles en el país después del bloqueo y en los grandes enfrentamientos navales de la Primera Guerra Mundial como Dogger Bank y Jutlandia.

Esta acotación obedece a que Venezuela siendo dependiente de la tecnología extranjera vivió la transición en cuanto a medios y procedimientos se refiere en el ámbito naval y al respecto, las fuerzas enfrentadas durante el estado de guerra que vivió el país obligaron a la combinación de uso de procedimientos del pasado y del presente. Desde el punto de vista de los medios se puede mencionar el embarque y desembarque de la artillería para realizar diferentes tareas de apoyo táctico como en puente Paparo (Rivero-Blanco, 2012), y del presente como la situación diplomática que se presentó con el crucero “Le Suchet” en el encuentro naval de Río Hacha que impidió que la fuerza naval venezolana cumpliera con su objetivo (Bracho, 2011e:36-37).

Desde el punto de vista de la maniobra táctica empleada, siguiendo el estudio realizado por Bracho (Ibid.), se puede observar que los buques venezolanos a pesar de haber posiblemente navegado en una formación en línea, en el momento del encuentro con los buques enemigos, esta fue rota distribuyéndose los buques para combatir en pareja o de forma individual con su contraparte enemiga. Este hecho evidencia que los combates se hicieron más o menos a corta distancia a pesar de los esfuerzos del crucero francés de evitar el acercamiento por temor al impacto de torpedos. Sobre el modo en que se encaró el combate se pasó de la secuencia combate cercano-abordaje al de sólo combate cercano a diferencia de lo que estaba ocurriendo en el resto del mundo, es decir, del combate cercano-abordaje que caracterizó por ejemplo a Trafalgar (1805), Maracaibo (1823), Iquique y Angamos, ambos en 1879, al combate cada vez más lejano como ocurrió en Yalu (1894) y Tsushima (1905). Esta precisión obedece a que las tácticas empleadas por los oficiales navales venezolanos a principios del siglo XX seguían las tendencias imperantes a escala global a pesar de la limitación de medios que padecía el país.

En relación con la actuación de la Armada durante el bloqueo es conveniente destacar, que una de las medidas adoptadas por el Gobierno de Cipriano Castro en el año 1904, fue la puesta en vigencia del Código de Marina, un compendio de doctrina naval fundamentado en las últimas ordenanzas navales españolas que le dieron vida al apostadero de marina de Puerto Cabello en el año 1804. Uno de los aspectos interesantes de este código fue que en su articulado se estableció que actuaciones podría calificarse de cobardes o valerosas por parte de un oficial naval y qué hecho podrían acarrear responsabilidades[24]. En este sentido, la sorpresa que sufrió el país en el bloqueo, y la superioridad de medios empleada por los agresores no significó el descrédito de la oficialidad naval máxime cuando ya tenían un expediente de campañas guerreras realizadas antes de la crisis internacional. Consecuentemente, el oficial naval venezolano de inicios del siglo XX fue un combatiente eficaz incluso cuando las circunstancias fueron evidentemente desfavorables, con lo cual se puede afirmar que Ramón Díaz no necesitaba insistir sobre las cualidades como combatiente del oficial naval venezolano

Ahora falta examinar al oficial naval venezolano de inicios del siglo XX como militar, es decir, su relación con el Estado. La eficacia en relación con la profesión militar y la política a quién le sirve fue analizado por Perlmutter (1980). Este autor estableció tres categorías del militar en su relación con la entidad a la que le sirve. Estas son: el profesional, el revolucionario y el pretoriano.

Un profesional es aquel que en relación con el Estado está subordinado a la política y con respecto a ella es un administrador de la violencia deliberada que aplica, cuando se da el caso, de la forma más efectiva posible. Su grado de politización es bajo. Un revolucionario es aquel que además de ser un militar con una importante competencia profesional es un político. Su origen proviene de movimientos revolucionarios o de liberación, exitosos y con el tiempo pasa a convertirse en un militar profesional. El pretoriano es un militar medianamente profesional y medianamente político, pero con una alta inclinación a participar en la política como encarnación del propio Estado (Ibid.).

Perlmutter cuando hizo su categorización se expresó en términos genéricos, no se refirió a un arma en especial, por lo que habría que hacer una aclaratoria en relación con las Armadas teniendo presente su área de desempeño y la disponibilidad operacional de los medios.  Una armada en puerto dentro de un contexto de inestabilidad política es un foco de tensión. Sólo basta mencionar como ejemplos los motines en: la flota británica (1797), la flota rusa del mar negro (1906), la alemana (1918), la francesa en el mar Negro (1919) y la chilena (1931)[25].

En los años 1900-1903 Venezuela enfrentó una guerra civil y dos crisis internacionales por lo que los marinos venezolanos tuvieron que lidiar con enemigos externos y con venezolanos insurrectos. En el año 1906 y 1914 la Armada actuó en defensa del Estado, pero, mientras en el año 1906 actuaron con más o menos éxito, en el año 1913 fracasaron con graves consecuencias para el país. De todo esto se deduce que entre 1900 y 1906 los oficiales navales fueron eficaces y después no. ¿Qué pasó? Después del bloqueo se inició un proceso de refundación del poder naval venezolano y este proceso se comenzó a detener en los años subsiguientes por celos y rivalidades profesionales (Bracho, 2010). Este hecho explica en parte el ensayo publicado por Díaz en el año 1908. Este autor intentó justificar por otras vías la necesidad del desarrollo del poder naval y al parecer su esfuerzo tuvo eco, aunque de forma efímera, debido a que en los oficios de marina del primer semestre del año 1911 cuenta los logros alcanzados en el año 1910[26]. Sin embargo, la misma fricción que provocó el freno al plan de desarrollo hasta el año 1908 se repitió a partir del año 1911 y el alejamiento que se produjo entre Delgado-Chalbaud y el presidente Juan Vicente Gómez indujo al primero a “tirar la parada” e intentar infructuosamente deponer del poder al segundo en el año 1913 una vez que Gómez decidió permanecer en el poder. El fracaso de Delgado-Chalbaud y la oficialidad naval se produjo porque: (1) la dedicación profesional implicaba una desconexión con la política y la sociedad y este hecho los hizo ineficaces para actuar políticamente y (2) El partido gomecista para fortalecer su posición política se encontraba en un franco proceso de militarización para su conversión en un partido militar.

¿Qué diferenció a Ramón Díaz de los oficiales que complotaron en el año 1913 para tratar de restablecer un orden legal? Si nos guiamos por su actitud profesional[27] y los escritos de los años 1908 y 1914, fue la necesidad de fortalecer lo naval lo que guió sus acciones porque, según él, ello significaba el fortalecimiento del país. Complotar significaba mantener, en cierta forma, la debilidad estructural del Estado, con lo cual pudo haber estimado que el centro de gravedad de su acción política estaba en desarrollar el poder naval, único camino para obtener el fin político que se había establecido como lo fue el fortalecimiento del país y quizás la libertad de maniobra necesaria para actuar directamente en la política. Así pues, el problema que se planteó este oficial naval en relación con el Estado hasta el año 1912 fue direccionar la función naval para que no chocara contra el Estado y después del año 1913 fortalecer la profesión naval como una línea de fuga que evitara la acción política desde la perspectiva pretoriana.

Teniendo presente lo antes afirmado, podemos deducir que los oficiales navales constituyeron en ese entonces un cuerpo profesional que fue incapaz de actuar eficazmente en política para preservar el orden legal constituido por efectos de la misma profesión que los apartaba de la realidad nacional. Por otra parte, si se tiene en consideración que la institución naval se encontraba en proceso de desarrollo, no se encontraba en las mejores condiciones para influir en el acontecer político, por lo que la acción emprendida por Delgado Chalbaud fue apresurada y poco estudiada para tener un resultado exitoso. Ya Bracho (2010) nos ha explicado las motivaciones personales que llevaron a este marino a complotar contra Gómez en 1913 y consecuentemente en 1929.

b.-     Servidumbre Marinera.

El Dr. José Giacopini Zarraga me comentó una vez que había llegado a conocer oficiales navales venezolanos, en los años treinta del siglo pasado, que eran capaces de reconocer por los olores del ambiente en qué lugar de la costa del país se encontraban. Para un oficial embarcado en un buque como los producidos por la tecnología naval de la segunda mitad del siglo XX esa capacidad era una rareza debido a que la tecnología nos ha desconectado de la relación del hombre con el hábitat que lo circunda. Masson ha afirmado que un oficial “debe tener un sentido marinero, también de la maniobra y poseer un profundo conocimiento de la navegación” en función de la característica del medio (1990:196). Con ello, la afirmación de Giacopini nos indica que los oficiales navales venezolanos, de ese entonces, eran marinos costeros y fluviales presumiblemente con deficiencias de conocimientos para la navegación en alta mar a pesar de los esfuerzos realizados por Díaz en la primera década del siglo. O sea que de la experiencia caribeña acumulada en el siglo XVIII e inicios del siglo XIX se había producido un retroceso que provocó la iniciativa de Díaz a inicios del siglo XX.

Así pues, las necesidades políticas y militares confinaron a la marina de guerra venezolana a operar exclusivamente en el Mar de Venezuela a partir del año 1830[28] y las necesidades de desarrollo del poder naval a inicios del siglo XX empujaron a Díaz a hacer énfasis en el aprendizaje en la navegación de altura. Si bien Díaz, un oficial que pasó casi toda su vida embarcado en unidades operativas, indicó un solo aspecto, o sea la navegación de altura, el caso es que de forma indirecta también planteó la necesidad de desarrollar la experticia marina por intermedio del conocimiento de otras aguas y de la maniobra por la aparición de buques con mayores capacidades.

La navegación de altura, foco de atención de Díaz, había sufrido cambios notables entre la década de los años treinta y setenta del siglo XIX. En ese período y antes, la navegación de altura era un agregado de procedimientos intuitivos y científicos dados por la capacidad tecnológica de la época. Desde el punto de vista intuitivo las estimaciones de rumbo y velocidad para efectos de ubicación se hacían por intermedio de: (1) un compás magnético que indicaba un norte sujeto a variaciones, (2) un pedazo de madera que era lanzado por proa y con un cronómetro que medía el tiempo en que tardaba el navío en recorrerlo para calcular la velocidad (3) un cronometro que servía para calcular el tiempo recorrido desde la última posición más o menos exacta (4) el anemómetro, el termómetro, hidrógrafo y barómetro para conocer las condiciones climáticas y (5) una cartografía náutica que ayudaba con el producto de toda la información recabada estimar la longitud[29]. Desde el punto de vista científico, el sextante, producto de la evolución del astrolabio, fue un artefacto que permitió conocer con precisión la latitud, es decir la ubicación con respecto al ecuador, midiendo la altura del sol y de las estrellas con respecto al horizonte, pero aún se desconocía de un procedimiento que permitiera calcular también la longitud, es decir, la ubicación con respecto a la línea imaginaria referencial que corta los polos terráqueos y es conocida como meridiano de Greenwich.

En año 1837, un oficial de la marina mercante estadounidense, el Capitán T. Sumner logró desarrollar un procedimiento donde se podía obtener simultáneamente la latitud y la longitud de un buque de forma rápida y sencilla (Ibáñez, 2011:231). Este método se hizo común en EE.UU. y una década después se difundió por toda Europa. Posteriormente, este método sería perfeccionado por un marino francés en el año 1875 a bordo del buque escuela de la marina de guerra. El autor fue L. A. Marcq de Blond de Saint-Hillaire. A partir de entonces, las posiciones astronómicas realizadas con este método dieron tal seguridad a la navegación que se hizo estándar a nivel mundial siendo aun de uso común en muchas partes del mundo (Ibid.).

Ahora bien, si nos percatamos de tres hechos significativos en la experiencia profesional de Díaz podríamos deducir el origen de sus preocupaciones. En primer lugar, la principal preocupación del gobierno nacional entre los años 1901 y 1903 fue la ubicación del Bang Righ[30]. A pesar de tenerse conocimiento de su arribo al país y de su probable punto de llegada el problema de la ubicación propia y la del enemigo limitaba la capacidad de acción naval a la costa. De igual forma, desde la perspectiva de los invasores, su navegación debió haber sido desde el norte a nuestras costas por estimada y su problema fundamental era llegar al punto de encuentro con las fuerzas opositoras. Este simple inconveniente impidió que los revolucionarios de la Libertadora pudieran concentrar sus fuerzas en el punto decisivo y ocasionó a las fuerzas navales castristas una dispersión que trajo como consecuencia la prolongación de las operaciones. En segundo lugar, la experiencia acumulada por Díaz en su viaje a Nueva York y su posterior retorno a Venezuela debieron haberlo puesto al tanto de las nuevas herramientas de navegación y le debió haber generado preocupación por las necesidades educativas que planteaba el proceso de modernización iniciado en el mismo año 1903. Quizás por este motivo fue que un joven oficial formado en kaiserliche marine, es decir, Frederick Linton llegó a ser profesor de navegación, astronomía en la naciente escuela naval (Bracho, 2012:85). Por último, a pesar de la importancia y del éxito del viaje de instrucción del año 1911, debió de haber sido frustrante el hecho que la navegación haya sido costera como nos relata el mismo diario El Universal luego del arribo del crucero a pesar de que en el mismo se aplicaron las nuevas técnicas de navegación. Al respecto, Díaz en su ensayo de 1911 expresó:

“… estos futuros jóvenes marinos, que armados con la ciencia de Colón, de Cook, y de Magallanes, podrán trazar mañana en el dorso azul de los mares la derrota cierta á las naves confiadas á su sapiencia y eficaz pericia marinera”

….

“Estos alumnos poseen muy bien el gran método moderno de la nueva navegación astronómica creada por el capitán Sumer de la marina mercante norteamericana, y simplificado más tarde por el Almirante de la Armada francesa, Marqués Saint Hilaire; quién sustituyó en los paralelos de los círculos de altura iguales la secante de aquél por la tangente, dando como la primordial base del cálculo el azimut del astro; con lo cual, el marino en pocos minutos y á cualquier hora que pueda observar un astro sobre el horizonte, pueda determinar con mucha precisión las coordenadas geográficas, ó sea el punto de la nave hallado astronómicamente en el océano. Este sistema de navegación lo trabajamos en nuestro viaje verificado no ha mucho á Santa Marta y nos dio gran resultado…”

Estas palabras expresadas por Díaz nos indican que, gracias al esfuerzo de un grupo de profesionales, los oficiales navales venezolanos estaban en conocimiento de las técnicas más avanzadas en navegación para la época. Quizás en ese momento faltaba que la marina venezolana dejase de ser costera y de cabotaje y comenzase a dar sus primeros pasos para convertirse en una marina de aguas azules.

Un último aspecto es conveniente considerar para contextualizar, en este sentido, la preocupación de este oficial venezolano, es la relación que Venezuela mantenía con el Reino de los Países Bajos en la primera década del siglo XX. En el año 1908 Venezuela detuvo un buque mercante neerlandés bajo la sospecha de contrabandear armas para una posible insurrección contra Castro. La respuesta holandesa no se hizo esperar y el país fue objeto de la diplomacia naval cuando buques de guerra de ese país europeo hicieron acto de presencia en La Guaira. Si bien este inconveniente se resolvió diplomáticamente en los meses subsiguientes con la salida del mismo Castro, lo que debe haber entrado en la mente de los decisores y pensadores venezolanos es el hecho que Isla de Aves había sido objeto de las pretensiones neerlandesas y ese territorio venezolano estaba expuesto en caso de una captura realizada por ese país en un probable conflicto. Venezuela en ese entonces no tenía capacidad de defender esa isla y la capacidad de navegar para ejecutar una operación militar en un tiempo y lugar específico estaba limitada.

Con todos estos argumentos se puede afirmar que la preocupación de Díaz por la navegación estaba dada no sólo por la posibilidad de hacer navegación de altura sino también por las implicaciones militares que tenía el hecho de posicionarse exactamente en el lugar y tiempo necesario de las operaciones.

La maniobra está relacionada con el grado de agenciamiento existente entre el oficial y el buque debido a la necesidad de conducir un sistema complejo en un medio complejo. Este hecho le ha dado al buque una connotación que lo relacionó con un ser vivo. Ello explica el por qué el buque es bautizado, los oficiales son conocidos como “caballeros del mar”[31] y los ayudantes de los comandantes usan cordones como los ordenanzas y ayudantes en las antiguas órdenes de caballería (Cuervo, 1996:09-12)[32]. El agenciamiento, según Deleuze y Guattari (2008) es una palabra que refiere expresión organizada, fuerza, extensión, movimientos organizados con el fin de converger (consistencia) artificialmente y naturalmente”. La organización en este caso es hacer que un conjunto de personas que a su vez están operando máquinas converjan naturalmente en relación con el conductor de la nave y artificialmente con el conjunto de máquinas que conforman la nave de modo que pueda cumplir el propósito que se hayan establecido en un momento dado. En este contexto, la preocupación de Díaz estaba relacionada entonces con la necesidad de formar a los nuevos oficiales a operar un medio que estaba comenzando a navegar de forma más rápida y con mucha mayor autonomía y a distancias antes no imaginadas.

El sentido marinero está relacionado con la sensibilidad de un ser para el mar, es decir, la capacidad de ser afectado por los elementos que conforman el medio marino no sólo desde la perspectiva de lo bello de la práctica marinera y de lo sublime de experimentar sin temor vivencias en un medio diferente, sino también la facultad teleológica, es decir, la facultad de producir conceptos mediante la determinación de una relación causa-efecto para obrar en base a una finalidad relacionada con el arte, en nuestro caso marinero, en el sentido kantiano del término (1795/2000:235), a partir de una intención o una voluntad de llevar a un buque a un lugar y en un tiempo determinado.

¿Qué significa tener facultad de producir conceptos a partir de un telos que nos aproxima al arte? Es poder conducir un buque, es decir, un conjunto de agenciamientos naturales y artificiales de manera efectiva a partir del conocimiento, en primer lugar, de la intensidad y la dirección del viento, la intensidad y la dirección de las corrientes, la variación de la temperatura y la presión atmosférica, las mareas y, en segundo lugar, el comportamiento de todos estos elementos en aguas costeras y en la alta mar. Si bien esta facultad marinera para operar en un medio complejo se desarrolla en parte con la experiencia, también opera otro factor que hace que esta efectividad se convierta en perfección, o sea en arte. Es el conocimiento de la historia, la disponibilidad mental para enfrentar cualquier situación imprevista, la combinación de hechos del pasado con la realidad del presente y actuar convenientemente gracias al nuevo concepto producido.

Si bien, esta facultad era propia del marino venezolano de inicios del siglo XX, el viaje de instrucción realizado por el crucero “General Salom” a Santa Marta Colombia[33], demuestra un esfuerzo racional por desarrollar esa sensibilidad en la escuela naval de la época para operar más allá de nuestras aguas. Otro aspecto colateral valorado por la Armada de ese entonces, quizás por la misma experiencia directa del bloqueo, fue el papel diplomático del viaje de instrucción a Santa Marta debido a que su realización, una década después del encuentro de Río Hacha, sirvió para mejorar las relaciones diplomáticas con el país vecino después de un inicio de siglo tormentoso.

Teniendo presente todos estos aspectos, la preocupación de Díaz estaba relacionada con el hecho que para él era más importante formar marinos que militares debido a que según lo expresado al inicio de este trabajo el dilema del militar o marino para una sociedad que estaba en una permanente guerra civil apuntaba a formar para el mar gentes que ya habían tenido algún tipo de experiencia de guerra para poder ser más efectivo en la realización de la guerra en el mar. Pero si tenemos en cuenta que esta preocupación fue hecha manifiesta públicamente seis años después de su escrito sobre el poder naval y un año después de la purga que afectó a la marina, se pudiera entender esta preocupación como una evasión de la política. Me parece que sí, siempre y cuando se interprete que esta evasión fue una huida hacia adelante. Huida hacia adelante porque hoy sabemos no sólo el impacto que tuvo en el país marítimo la parálisis de los proyectos de desarrollo del poder naval y la purga sufrida por la Armada, también la poca proclividad del caudillo de desarrollar un arma que podría significar una fuente de inestabilidad en sus pretensiones de permanecer en el poder.

Así pues, las preocupaciones de Díaz tuvieron bien fundamentadas, no obstante, se tuvo que: 1.-) esperar hasta la década de los años cuarenta para que el país contara con un navío que cumplió funciones de buque escuela, el “Capana”, para que los marinos venezolanos no sólo fueran unos marinos costeros, también unos marinos de alta mar, y 2.-) esperar hasta los años ochenta para contar con un verdadero buque escuela, el “Simón Bolívar” que se adecuara a las necesidades marineras que Díaz esbozó en el año 1913. Un futuro buque escuela de complemento al actualmente existente debería ser algo parecido al vapor de guerra “Mariscal Sucre” por ser un navío de transición entre la vela y las nuevas tecnologías de propulsión y posicionamiento.

c.-      Servidumbre Técnica.

Masson no usa la palabra “técnica”, él usa la expresión especialista. La causa de su uso obedeció a que el surgimiento del submarino y la aviación naval le generó al oficial la necesidad no sólo de conocer las especificidades técnicas de dichos medios, también su uso de manera individual junto con otros tipos de medios en el medio ambiente marítimo. En relación con el submarino, este fue una plataforma que entre finales del siglo XIX y principios del XX se encontraba en pleno proceso de desarrollo en lo concerniente a sus aplicaciones militares y operacionales, pero no era del desconocimiento de los venezolanos sobre todo por los pedidos de construcción que ya en ese entones habían realizado varias armada a nivel mundial[34]. En cuanto al avión se refiere, si bien en el año 1912 voló el primer avión sobre Caracas, sus aplicaciones militares las descubriría originalmente España en el Rif antes de que tuviera un importante desarrollo en la guerra que se desencadenó a mediados del año 1914[35].

Teniendo presente estos antecedentes podemos afirmar que el principal foco de la técnica estaba centrado en el desarrollo de medios navales debido a que hasta el desarrollo de las armas nucleares y la cohetería balística estratégica, el buque de guerra fue el principal medio de proyección estratégica. El desarrollo en sí implicaba la concepción y la construcción de buques considerando el material, la maquinaria y el armamento a ser instalado. La causa obedeció a la experiencia adquirida en primer lugar, en Río Hacha puesto que los medios estuvieron limitados en velocidad y autonomía para permanecer en el área de operaciones, en segundo lugar en el bloqueo, desde el mismo momento que no todos los vapores con que contaba el país pudieron ser reparados para operar en Ciudad Bolívar y en tercer lugar, como consecuencia de la toma de Ciudad Bolívar, que el país se vio obligado a enviar a uno de sus principales buque, “El Restaurador” a EE.UU. debido a las limitaciones que padecía el país para la reparación de buques de cualquier tipo. Otro aspecto tecnológico no menos importante estaba relacionado con el desarrollo de la artillería. En ese aspecto, la artillería de los buques de guerra venezolanos del 1900 todavía era de bajo calibre y dada su maniobrabilidad eran usados también en operaciones terrestres[36]. Esto contrastaba con los desarrollos técnicos de finales del siglo XIX relacionados con la artillería fija de los buques de guerra de las principales marinas de guerra del mundo para la época gracias al desarrollo de la artillería de retrocarga.

Ahora bien, si se consideran los esfuerzos realizados por el país de la mano de Román Delgado-Chalbaud entre los años 1904 y 1912 para crear una infraestructura tecnológica para las construcciones y reparaciones navales y del papel que jugó Díaz en la promoción y evaluación de la infraestructura que se fue instalando, se evidencia que el foco de atención de este autor fue hacer que los guerreros venezolanos que tuvieran una vocación marítima conociera el arte de la navegación y de la construcción de buques[37]. Por ello es que fue posible asociar las técnicas de navegación como una expresión del arte marinera de acuerdo con el pensamiento de este autor venezolano y concentrar los aspectos técnicos a la ciencia de la construcción, el eslabón necesario para desarrollar el poder naval venezolano.

Para Díaz el desarrollo del poder naval estaba asociado con crear las condiciones técnicas para que ello fuera posible y ello implicaba la consideración de aspectos materiales e intelectuales. Lo material estaba dado por la necesidad de crear una infraestructura y lo intelectual estaba relacionado con la necesidad de crear capacidades para operar en el mar y para sostener la infraestructura de mantenimiento.

 

Desde la perspectiva material el desarrollo de una infraestructura permitió la construcción de un buque guardacostas. Pero ¿por qué se construyó un buque de guerra y no un buque mercante? Seguramente era del conocimiento de la clase dirigente del país que los transportes, vehículos que hacen posibles los intercambios, eran un medio que formaba parte de una cadena de producción de los medios de vida e intercambio de excedentes, tal como lo indicaba las teorías económicas desde Adam Schmit, pasando por David Ricardo hasta Carlos Marx. El problema fue para ese entonces que la capacidad de un país empobrecido por la guerra requería medios de defensa especializados para la subsistencia del régimen. Hoy pudiéramos decir que el gobierno de ese entonces trató de inducir un consumo mediante la producción de bienes para el Estado. Sin embargo, después de esa iniciativa, la clase dirigente de ese entonces se dedicó a atender otras prioridades como lo fueron las concesiones petroleras que a pesar de su importancia marítima relegó a segundo plano el desarrollo del poder marítimo y naval del país.

En lo intelectual, ya hemos afirmado que los buques de la armada nacional cumplieron funciones de escuela embarcada para hacer más efectivo el proceso enseñanza-aprendizaje. A pesar de esta iniciativa, el conocimiento que adquirieron los futuros oficiales navales de tecnología naval no fue sobre los modernos desarrollos ya en uso en diferentes países sino, con la excepción del Guardacostas “29 de enero”, de los medios anticuados y aún en servicio en la Armada nacional.

Teniendo presente lo antes afirmado, a pesar de los grandes esfuerzos realizados, el oficial naval venezolano padeció importantes deficiencias desde el punto de vista técnico que limitaban su capacidad de acción en caso de una situación de conflicto. Estas deficiencias se agravaban por las otras limitaciones tecnológicas relacionadas con la capacidad para realizar navegación de altura. Si bien se podría argumentar, en primer lugar, que el valor y la astucia táctica demostrada en Puente Paparo y Ciudad Bolívar fueron suficientes para compensar las deficiencias mencionadas precedentemente y, en segundo lugar, los esfuerzos educativos darían frutos a mediano y largo plazo, la verdad fue que las nuevas circunstancias político-estratégicas surgidas a partir del año 1913, colocaron en segundo plano el desarrollo del poder naval, dándose como un hecho sobre entendido unas virtudes guerreras que la experiencia ha demostrado que cuando no se cultivan y no se compensan con las artes y las ciencias generan con el tiempo situaciones desagradables para el país. Estas situaciones desagradables las padecería Venezuela a finales de los años treinta cuando en un esfuerzo por mantener la neutralidad en la guerra que se avecinaba no estuvo en condiciones de dar una respuesta eficaz, en el ámbito marítimo, a las exigencias del conflicto bélico[38].

Podemos concluir entonces que las preocupaciones de Díaz mostradas en el año 1914 desde el punto de vista técnico eran pertinente porque la valentía, por si sola, no podría compensar las deficiencias técnicas que la guerra moderna imponía como una necesidad a ser considerada.

d.-   Las servidumbres profesionales como un todo y su peso en la conformación del perfil profesional del oficial naval venezolano a principios del siglo XX.

A pesar de la especificidad técnico-intelectual del oficial naval explicada por una profesión que se desarrolla en un medio diferente, el mar, esta especificidad no es una forma de especialización que limita a un marino a operar en un campo plenamente delimitado. Un oficial naval en la época de Díaz y en el mundo de hoy sigue siendo la imagen del hombre renacentista cuyo pensar y hacer implicaba la posesión un vasto conocimiento en arte y ciencia en diferentes ámbitos del quehacer humano debido a que de la mayor suma de conocimientos es posible operar y vivir en un medio aún hoy en día desconocido. Pero para que un país dedique parte de sus esfuerzos para Ser-en-el-mar por intermedio de sus nacionales implica una actitud como señaló Mahan y una concepción como han reconocido muchos autores en el presente. Para algunos autores es muy costoso porque la formación dentro del contexto de estas servidumbres implica un gran esfuerzo, pero en realidad, lo que el tiempo ha demostrado es que costosa ha sido la incapacidad para operar en dicho espacio. O. Gross ha afirmado que:

“… los elementos de la guerra naval son los buques, instrumentos de una vulnerabilidad relativamente grande y, en general, poco numerosos, a causa de ser muy costosos. Su construcción y reemplazo requieren un tiempo tan largo, que se les da una importancia grande. A las complicaciones del material, corresponde una larga y minuciosa preparación del personal, que se funda en la elección de hombres según su capacidad y en el continuo adiestramiento en la especialidad que deben desempeñar. Las pérdidas de material y personal son más difíciles de remediar en la marina que en el ejército…” (191?:84).

Por supuesto que Gross se ha referido a una situación signada por la guerra, el tema es que a pesar de que Alemania fue derrotada en el año 1918, no renunció a tener un poder en el mar, por el contrario, se las ingenió para mantener una adecuada presencia en ese espacio a pesar de sus limitaciones. Así pues, estas servidumbres profesionales navales no son limitaciones para ser-en-el-mar, las servidumbres son el plano de referencia por medio del cual una clase dirigente expresa su visión de la política y el quehacer marítimo

Con esta premisa, podemos afirmar que desde el punto de vista marinero, militar y técnico la iniciativa intelectual de Ramón Díaz era cónsona con: (1) la gravedad del daño que se le estaba ocasionando al país por la represión que estaba condenando las posibilidades de desarrollo del poder marítimo de un modo general y de la Marina de Guerra, de forma más específica, y (2) con las necesidades de un país que aspiraba a vivir en mejores condiciones a partir de los avances técnicos alcanzados por la revolución industrial.

Esta iniciativa, realizada en un momento culminante para la historia del país, no fue compatible con los intereses de una clase dirigente gomecista que había subsumido a la nación a la visión de un partido, que por las necesidades de la misma facción se hizo militar nacional, para perseverarse en el poder. De igual forma, la propuesta de Díaz perseguía lograr que el país pudiera disponer de una importante capacidad naval que le permitiera mantener su independencia frente a los intereses de potencias extranjeras que usaran el mar para expandir sus dominios usando para ello sus buques de guerra. Este propósito no era descabellado si se tiene presente que seis meses después de que fuera relevado de su cargo estalló una guerra en Europa que tuvo como primer teatro de operaciones marítimas el mar Caribe y el océano Atlántico meridional tal como mostraremos a continuación.

            3.-      La propuesta formativa de Ramón Díaz a la luz de la situación político-militar en los prolegómenos de la Primera Guerra Mundial.

Seis meses después del escrito de Díaz sobre la “marina científica” estallaría la Primera Guerra Mundial. La importancia del escrito de este oficial naval fue que en vez de buscar la tutela extranjera para garantizar los fines inmanentes del Estado uso como ejemplo el modelo de desarrollo japonés para hacer del país un poder soberano dentro del concierto de naciones. La tutela extranjera se produjo a finales del año 1908 cuando en una componenda donde participaron EE.UU., Alemania el partido gomecista apartó del poder a Cipriano Castro. Los estadounidenses con la presencia de buques de guerra en la Guaira impidieron la llegada de Castro y lograron con ello las concesiones para la explotación de petróleo[39]. Los alemanes deben haber manipulado a Castro con su estado de salud y con ello debieron haber logrado algunos beneficios aun de difícil cuantificación (Müller, 2007)[40]. La dificultad en cuantificar los beneficios se debe al estallido de la guerra, no obstante, es de destacar lo siguiente: (1) la visita del SMS “Bremen” y la condecoración con el busto del Libertador al futuro Almirante W. Canaris en febrero del año 1909, y (2) el proceso de prusianización del ejército nacional iniciado en el año 1910 con la asesoría del coronel chileno Samuel Mc Gill.

Estos dos hechos constituyen indicadores de la orientación política gomecista: (1) en relación con EE.UU. la seguridad económica y naval y (2) con respecto a Alemania la formación de un aparato de defensa eficaz que le asegurase su permanencia en el poder. Frente a este escenario la capacidad de acción de la Armada quedaba minimizada. Ello explica, desde otra perspectiva, el alejamiento de la relación Delgado Chalbaud-Gómez puesto que el desarrollo del poder naval quedaba en un segundo plano[41]. Ya hemos señalado que la propuesta de Díaz fue cónsona con el país más no con el régimen. Ahora hace falta analizar la situación política entre abril de 1913 y noviembre de 1914 para valorar las decisiones tomadas por el gobierno nacional teniendo presente no sólo la propuesta de Díaz, sino también la situación de la marina venezolana frente al conflicto europeo.

Gómez declara un estado de conmoción interna en abril de 1913 para justificar su permanencia en el poder. Una vez que se anuncia el estado de excepción, se declara en campaña para “salvar” el orden amenazado. Este proceso duró hasta su entrada en Caracas el 01ENE1914. Díaz publica su ensayo el 30ENE y en los días subsiguientes es sustituido del cargo, aunque su acción no se asocia con la llevada a cabo por los conspiradores un año antes. El 19ABR Gómez es declarado presidente y comandante del ejército y El 03MAY1915, después de haberse aprobado una nueva constitución el congreso lo elije presidente, cargo que no asume dejando al país en una situación de provisionalidad. Esta situación de provisionalidad le permitió resistir las presiones estadounidenses a partir del año 1916 para que Venezuela asumiera una posición beligerante a favor de la triple Entente.

Ahora podemos entender claramente que la acción de Díaz fue en lealtad con la labor emprendida por Delgado Chalbaud, pero ¿Qué tenía de subversivo el desarrollo del poder naval?, ¿qué tan amenazante podía ser un oficial naval adquiriendo conocimientos orientados hacia el exterior y en un ambiente específico, luego de haberse reprimido a una importante cantidad de oficiales navales?  La gestión emprendida por Delgado Chalbaud en Francia y el Reino Unido perseguía la obtención de créditos y asesoría técnico-financiera para facilitar el desarrollo del comercio y la industria y hacer viable los proyectos navieros en el alto Orinoco y el río Negro, ambos de suma importancia por el auge de la explotación del caucho en el norte de Brasil. En lo personal creo que este propósito no representaba ninguna amenaza para el país y si para la estabilidad del régimen de Gómez desde la perspectiva de la relación con EE.UU. y Alemania, países que había ayudado a garantizar su permanencia en el poder una vez que la productividad promoviera la libertad a partir del desarrollo del país.

 La inteligencia de Gómez no fue lo suficientemente clara para percibir que la principal rivalidad que se planteó en Venezuela a inicios de siglo y durante el bloqueo no fue entre EE.UU y Francia por el tema del canal de Panamá, ni entre EE.UU y el Reino Unido puesto que ya habían acordado repartirse sus áreas de influencia. La principal preocupación estadounidense fue, en ese entonces, que no se instalara en la región otra potencia europea y menos su principal rival comercial a escala global, es decir, Alemania. Gómez se aseguró en el poder gracias a un entendimiento con EE.UU. y Alemania. Ahora, ¿Este entendimiento que aseguró la permanencia del caudillo fue entre estos dos rivales europeo y americano o fue entre el caudillo y cada uno de los países antes mencionados?

         Para responder la primera pregunta hay que tener presente que Wallerstein (2002) expresó que EE.UU y Alemania tuvieron una importante ascenso en la política y la economía mundial a expensas del Reino Unido desde finales del siglo XIX. Con este crecimiento ambos países comenzaron a competir por mercados en importantes sectores como el acero, los automóviles y los productos químicos industriales. Esta competencia evolucionó en guerra con el estallido de la Primera Guerra Mundial[42] y finalizó con la derrota de Alemania en el año 1945, es decir, cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial. Con este marco se presenta el siguiente interrogante: ¿cuál fue la naturaleza de la relación germano-estadounidense entre los años 1908 y 1914 que propició una desescalada en Venezuela? Creo que se generó un entendimiento tácito desde el mismo momento que Alemania no interfirió en la política estadounidense de penetración económica inaugurada con la creación de la Unión Panamericana en el año 1910[43] a pesar de que este país junto con Francia y el Reino Unido absorbían más del 65 % de las relaciones comerciales (Vivas Gallardo, 1981:136). Por este hecho el proceso de prusianización del ejército venezolano y de la marina a partir de la purga iniciada en el año 1913 continuó sin ningún percance. En este contexto entra en juego el papel desempeñado por el comandante del “General Salom” cuando Díaz como segundo comandante realizó el crucero de instrucción a Santa Marta. Nos referimos al Capitán de Navío F. Liton.  Este oficial formado en la Kaiserliche Marine jugó un papel importante en el desarrollo del poder naval venezolano entre los años 1908 y 1912. Luego de dejar el Comando del “General Salom” se conoce poco de sus funciones posteriores[44].

            En relación con la segunda pregunta es de mencionar que Venezuela mantenía representaciones diplomáticas en Alemania y EE.UU antes de la Primera Guerra Mundial. Este hecho de por si indicaba que el país estaba en conocimiento de la situación europea y de la posición estadounidense[45]. Sin embargo, la capacidad de maniobra internacional de un país con una economía estructuralmente débil, recuperándose de la guerra civil (y con fuerte disidencia interna) y con unos compromisos de pago de deuda de acuerdo con los acuerdos alcanzados como consecuencia del bloqueo lo obligaba a mantener en lo posible una posición de neutralidad. Estas circunstancias obligaron a Gómez a adoptar una posición política que le ayudara a mantener un débil equilibrio interno con el fin de asegurar su permanencia en el poder. Con este escenario político interno estalló la Primera Guerra Mundial.

            Venezuela se declaró neutral dos meses después de EE.UU. y tres meses después del estallido de la guerra. La crisis que desembocó en la guerra se inició el 28JUN1914 con el asesinato del heredero del trono del imperio austro-húngaro en Sarajevo. La guerra se inicia el 28JUL con el ataque austrohúngaro a Serbia seguido del ataque alemán a Bélgica, Luxemburgo y Francia seguido, a su vez, del ataque ruso a Alemania. Como las estimaciones de todos los países beligerantes fue que sería una guerra de corta duración, muchos países incluido EE.UU. se declararon neutrales casi inmediatamente. Con el fracaso de la ofensiva alemana a las puertas de París a inicios de septiembre, es decir, con la derrota en la batalla de Marne, los países europeos y el mundo en general se comenzaron a preparar para una guerra de larga duración[46]. En este contexto, el tiempo que medio entre las declaraciones de guerra en Europa (28JUL) y la estabilización del frente occidental (05SEP) coinciden con el tiempo que tardó el gobierno nacional en declararse neutral. ¿Qué pasó en ese período en el mar Caribe y cómo Venezuela se vio involucrado en los acontecimientos europeos? ¿Por qué esas fechas? En relación con la situación estratégica en el Caribe entre junio y septiembre de 1914 se tiene lo siguiente:

·     Presencia estadounidense en República Dominicana para recaudar los impuestos aduanales, después de haber intervenido militarmente en el año 1904.

·        México se encontraba en plena revolución y una fuerza estadounidense (15.000 hombres) se encontraba operando en México para “capturar” a uno de los líderes revolucionarios, es decir, a Pancho Villa y en apoyo al gobierno insurreccional de V. Carranzas. En este conflicto, por su parte el Reino Unido y Alemania apoyaron al presidente depuesto V. Huerta.

·        El 15AGO1914 se inaugura el canal de Panamá.

En relación con los países beligerantes se tiene lo siguiente: el Reino Unido tenía desplegada en el mar Caribe una fuerza naval compuesta por cuatro cruceros a la orden del Contralmirante Cradock con un área de responsabilidad de vigilancia que cubría Halifax, Nova Scotia y Pernambuco en Brasil. Los buques fueron el HMS Good Hope, HMS Berwick, HMS Monmouth y HMS Suffolk. Francia disponía en el mar Caribe para el momento de la movilización sólo defensas fija en Martinica[47]. Alemania por su parte contaba con cuatro cruceros ligeros en el Caribe en el periodo mencionado. Estos fueron el SMS Dresden, el SMS Karlsruhe, el SMS Straβtburg y el crucero auxiliar Kronprinz Wilhem.

Con el estallido de la guerra comenzó en el mar Caribe la persecución de los buques de guerra alemanes por parte de la fuerza naval inglesa del CA Cradock, pero esta persecución cesó cuando la citada fuerza naval fue destinada a cumplir otras tareas más apremiantes para el alto mando naval inglés. A continuación, se muestra en el siguiente cuadro el movimiento de los buques alemanes para que se tenga una idea de cómo y por qué lograron evadir a la fuerza naval inglesa.

1914

Dresden

Kronprinz Wilhem

Karlsruhe

Straßburg

ENE 21

 

 

En Veracruz

 

 

En Alemania

En Alemania

En África y el cono sur

JUN 02

 

 

Puerto Plata (República Dominicana)

JUN 28

Sarajevo: asesinato del Archiduque Francisco Fernando, heredero de la corona austro-húngara.

Finales JUN

En Jamaica, dejando al depuesto presidente V. Huerta junto con el HMS Bristol

 

 

En Jamaica

JUL 01

 

 

 

Puerto Plata (República Dominicana)

JUL 04

 

 

Ambos navegando hacia Saint Thomas (Dinamarca)

JUL 20

 

 

 

Puerto Plata (República Dominicana)

JUL 25-26

Puerto Príncipe (Haití)[48]

 

Puerto Príncipe (Haití)

 

JUL 31

Saint Thomas

 

 

 

JUL 28

Estallido de la Guerra en Europa

 

 

En Nueva York

La Habana

Azores (Portugal)

AGO 06

 

Ambos en las Bahamas[49]. Encuentro con el HMS Suffolk y el HMS Berwick

 

AGO 09

 

 

San Juan Puerto Rico

 

AGO 11

Atlántico Norte[50]

 

Atlántico Norte

AGO 15 Aprox.

 

 

Curazao

 

AGO 21-23

 

 

¿Maraca?

 

NOV +

Auto hundido en Chile después de participar en los combates navales de Malvinas y Coronel

Realiza una exitosa guerra de corso en el atlántico norte. Posteriormente internado en EE.UU.

Hundido por una explosión a 300 mn sureste de Trinidad, luego de una exitosa campaña.

Ejecuta operaciones de guerra en el mar del norte. Después de la guerra pasó a la Regia Marina Militare.

Como se puede observar, los buques alemanes estuvieron cambiando de posición considerando la posibilidad de abastecerse de carbón entre el primero de junio y seis de agosto. Para tal fin se deduce que el SMS Straßburg y el SMS Kronprinz Wilhem fueron usados para esconder el destino del SMS Dresden, un buque más rápido que los contrapartes británicos y con una gran autonomía (3800 mn a 14 K) y del SMS “Karlsruhe”. Por tal motivo sólo pudieron avistar al SMS “Karlsruhe” probablemente colocado como finta por ser también más rápido que los buques ingleses. Sin embargo, lo que permitió el desvanecimiento para la alerta temprana británica de los buques alemanes fue el destaque de la fuerza naval inglesa al Atlántico sur para hacer frente a una fuerza naval alemana que provenía de Tsingtao (China) a la orden del Contralmirante von Spee. Como se sabe, la fuerza naval inglesa de Cradock sería hundida en la batalla naval de Coronel y la de von Spee sería hundida en las Malvinas. A continuación, se muestra de manera esquemática la finta alemana.


Este juego de maniobras entre las marinas de guerra alemana e inglesa ya de por si indican que las preocupaciones de Díaz estaban plenamente justificadas en lo concerniente a la necesidad de desarrollar las capacidades marineras de los oficiales navales venezolanos, sin embargo, el caso que nos interesa es el del SMS “Karlsruhe”. Este buque, luego de evadir la persecución británica permanece varias horas en San Juan de Puerto Rico para abastecerse de carbón y se dirige al sur, a Curazao, luego de hacer una finta hacia el norte. En la isla neerlandesa permanece también por varias horas y se dirige, navegando al amparo de la costa venezolana, a una isla denominada “Maraca” donde permanece dos días reabasteciéndose de combustible. Luego de este reabastecimiento realizado por el vapor “Patagonia” se dirige al Atlántico meridional para emprender la guerra corsaria contra el tráfico mercante de la Entente (Huning y Schwarte, 2011). Si se tiene presente que estos movimientos ocurrieron en el período de espera que se dio Gómez para declarar la neutralidad del país frente a la guerra europea, es de suponer que se había considerado la posibilidad de recibir al menos a uno de estos buques si era interceptado por la fuerza naval inglesa.


Si se observa con detenimiento el dibujo de Lehmann (2005), con la expresión usada por Huning y Schwarte (Ibíd.:08) la isla “Maraca” debió haber sido una isla venezolana, probablemente Los Testigos, Los Frailes o el conjunto que forma La Blanquilla y los Hermanos. Al respecto, el Capitán de Navío T. Mariño Blanco ha expresado que esos abastecimientos se hicieron en Los Testigos. Después de tres meses de una productiva actividad destructiva, una explosión hizo que se hundiera el SMS “Karlsruhe” a 300 MN al este de Trinidad[51]. Ahora, si se observa la ruta punteada que indica el rumbo aproximado seguido por el buque que rescató a los supervivientes se observa que también cruza un punto que coincide aproximadamente con la isla Los Frailes o Los Testigos.

Del periplo realizado por el SMS “Karlsruhe” se tienen dos momentos en función de la declaración de neutralidad hecha por Venezuela en el mes de octubre según Vivas Gallardo. El primero entre el 28JUL y el 01OCT y el segundo del 01OCT hasta más o menos el 30NOV. Aquí se tienen dos tiempos que merecen detenernos con detenimiento. Vivas Gallardo expresó como un acto demostrativo de las buenas relaciones germano-venezolanas en ese período que:

 

“… el uso por parte de un buque alemán de su inalámbrico en aguas territoriales venezolanas a fin de alertar a los cruceros que recorrían el Atlántico buscando el escuadrón de von Spee; el caso de otro barco alemán que fondeó en el puerto de la Guaira, sin documentos, huyendo de una Antilla, el cual por medio de las gestiones realizadas por von Prolius[52] y la firma alemana Blohm, obtuvo los despachos exigidos, y con los papeles en regla salió del puerto cargado de carbón, para surtir a los navíos de guerra”  (1981:121-122).

Si analizamos esta información suministrada por este historiador venezolano nos encontramos que las comunicaciones que se hicieron en el país fueron para alertar al SMS “Dresden” y al SMS “Karlsruhe”. Al respecto, Mueller expresó que el Teniente de Navío W. Canaris y su equipo de comunicaciones en el “Dresden” comenzaron a monitorear las comunicaciones emitidas por las estaciones de radio estadounidenses sobre los movimientos de los buques ingleses que paradójicamente habían operado en conjunto con el buque alemán un mes antes en México (2007:10). Así pues los escritos de Mueller y Vivas Gallardo nos dan una idea más o menos clara de la intensidad de las operaciones en los primeros días de la guerra en Europa.

En relación con el buque que cargó carbón en La Guaira sin duda fue el Patagonia que había sido destinado a apoyar al SMS “Karlsruhe” en una de las islas antes mencionadas. Así pues, si se tiene presente este primer momento de la posición venezolana frente a la guerra europea podemos afirmar que el país a pesar de lo secreta de la operación actuó favoreciendo la estrategia de guerra naval alemana. Para esta operación debieron haber participado oficiales navales venezolanos por la especificidad de lo marino y lo técnico en el quehacer marítimo. El carácter secreto indicaba en cierta forma el interés de no involucrarse en el conflicto y dentro de este contexto entra en juego los papeles jugados por Díaz y Liton dentro de la Armada venezolana. Sobre Díaz sabemos que fue destinado a la naciente marina mercante nacional. Faltaría averiguar un poco sobre la estadía en Venezuela de los buques “Patagonia”[53] y su relación con la marina mercante nacional. Sobre Liton poco se sabe, pero la operación secreta de reaprovisionamiento mencionada nos indica: 1.-) la necesidad de la presencia de conocedores de faenas marineras que hablaran alemán y español y 2.-) que el servicio etappendienst operó de forma efectiva en Venezuela en los primeros meses de la guerra[54]. Por otro lado, sabemos que entre julio y diciembre de 1914 el Capitán P. Rivero era el comandante del “Mariscal Sucre”, el mejor buque de guerra venezolano para la época pero anticuado para el tipo de guerra que se estaba desarrollando, pero capaz de asistir a otros navíos amparándose en la diplomacia naval y/o asumiendo la bandera de la neutralidad.

Venezuela declara la neutralidad en el mes de octubre quizás porque ya era muy poco el papel que podía desempeñar en la guerra (a favor de Alemania). Como se sabe, el SMS “Karlsruhe” se hundió por un accidente que provocó la voladura de uno de sus pañoles. Otro buque, el “Río Negro”, aparece en la escena del naufragio y rescata a los supervivientes. Unos regresan a Alemania y otros, al parecer, se integran a la sociedad venezolana. Mariño Blanco ha afirmado que el crucero alemán fue remolcado por el crucero “Mariscal Sucre” y hundido en Cariaco, pero suena más plausible creer que en un probable encuentro entre el Río Negro y el “Mariscal Sucre” se resolvió dejar en Tierra Firme a los supervivientes que desearon permanecer en territorio venezolano. De igual forma, habría que averiguar un poco más sobre el vapor “Río Negro”[55] y su relación con Venezuela dada la poca información existente al respecto.

Ahora, si volvemos a las preocupaciones de Ramón Díaz acerca de cuál debería ser el perfil del oficial naval venezolano tenemos ahora que desde la perspectiva de las operaciones secretas realizadas por la kaiserliche marine en Venezuela en el año 1914 estas estaban muy bien fundamentadas, más aún si se hubiese planteado la necesidad de mantener la posición política adoptada por el gobierno nacional si la marina británica y francesa hubiesen realizado operaciones navales de guerra en nuestro territorio. El juego político practicado por Gómez desde el año 1913 le salió bien y ello le garantizó, en primer lugar, su permanencia en el poder hasta su muerte en el año 1935 y, en segundo lugar, la amistad alemana hasta que la guerra del 1939 las puso en tensión en nuevas circunstancias. Sólo unos venezolanos fueron llamados por el olor de la pólvora o por la imposibilidad de estar en el país a participar en esa guerra. Entre otros, se destacan: Rafael De Nogales Méndez que lo hizo en el ejército otomano, Carlos Meyer Baldó quien formó parte de la Luftwaffe alemana[56] y Luis Camilo Ramírez como oficial de la Legión Extranjera francesa[57]. A pesar de esta afirmación se hace necesario conocer la reflexión realizada por marinos alemanes después de concluida la Gran Guerra para valorar con mayor precisión el grado de certeza de la propuesta de Díaz

            Otto Gross, después de la guerra, realizó una reflexión sobre los errores y aciertos de las operaciones navales alemanas durante la pasada guerra en su obra Doctrina de la guerra marítima según las enseñanzas de la Guerra Mundial. Este autor comienza afirmando que el objetivo de la guerra naval no es el dominio del mar sino el dominio de las comunicaciones marítimas, agregando además que la naturaleza de la guerra tiene un alcance limitado (191?:40). Como este dominio no es absoluto, se considera alcanzado cuando “el adversario no tiene posibilidad de atacar eficazmente nuestras comunicaciones económicas y militares, ni de utilizar ni defender las propias” (Ibíd.:60). La causa de esta afirmación, la justifica el autor a partir del criterio que, el grado de dependencia de una nación de las líneas de comunicaciones marítimas constituye el núcleo fundamental para decidir la forma en que se conducirá la guerra en el mar. Como los Estados europeos se había hecho cada vez más dependientes del mar, Alemania debió haber hecho un esfuerzo mayor en destruir la propiedad pública y privada enemiga debido a que:

“…no es únicamente un medio secundario para aproximarse indirectamente al objetivo por medio de la presión económica, sino que es uno de los resortes principales para quebrantar la resistencia del adversario… por tal motivo, en la guerra naval los métodos que tiendan a perturbar las líneas de comunicaciones del adversario y las medidas de confiscación en ese criterio incluidas, no son empresas secundarias, sino objetivos principales, y en este aspecto se puede llegar hasta concebir un caso extremo en el cual la aplicación de la presión económica constituya el único medio adoptado para alcanzar el resultado decisivo” (Ibíd.:56-57).

Luego de esta afirmación, el autor señaló que los estrategas alemanes no le dieron importancia a la guerra al comercio a pesar de que el propio Gran Almirante Tirpiz concibió la idea de desarrollar y desplegar una escuadra de cruceros en caso de conflicto. La causa de esta resistencia se debió, en primer lugar, a la experiencia de la guerra ruso-japonesa y, en segundo lugar, a la “deficiencia de bases en los océanos” (Ibid.: 163). Este hecho, según el autor, colocó a Alemania en una situación de desventaja al inicio de la guerra debido a que el esfuerzo mayor de los combatientes una vez que se planteó la realidad de una guerra larga, fue asfixiar económicamente al adversario. En este plano se circunscribe las acciones emprendidas por el SMS “Karlsruhe” y las intuiciones de Ramón Díaz en los inicios del desarrollo del poder naval venezolano.

Para Gross la guerra de corso emprendida por el “Karslruhe”, el “Emden”[58] y el “Kronprinz Wilhem” fueron ejemplos exitosos de llevar la guerra de corso a lugares insospechado. Agregó que fue un error catastrófico que la fuerza naval del pacífico comandada por el Almirante Graf Spee se dedicara a la objetivación militar de otros intereses estratégicos que no fuesen el comercio de la Entente y consideró un error que la Hochseeflotte confinada en el mar del Norte no hubiese hecho presión a la Grand Fleet británica para apoyar a los buques alemanes en la etapa crítica de agosto a diciembre de 1914. Para el pensador alemán, las hazañas de estos buques “demostraron al mundo lo que se hubiese podido esperar del espíritu y de las cualidades de los marinos alemanes si la guerra de corso se hubiera extendido a todos los mares del globo” (Ibíd.:168). Una vez que desaparecieron los buques de superficie alemanes, los submarinos llevarían a cabo la guerra de corso en nuevas circunstancias modificando con ello todo el pensamiento naval, pero Alemania perdería dos años para explotar de forma efectiva esa nueva arma.

Las inquietudes intelectuales de Díaz a la luz de la reflexión realizada por Gross resultan de gran pertinencia y trascendencia en lo que concierne al desarrollo de capacidades y actitudes del oficial naval. No sabemos si él pudo haber concebido la idea de usar a la naciente Marina de Guerra venezolana para operaciones de corso a pesar de que esta práctica fue de uso común por los marinos venezolanos durante la guerra de independencia como ya hemos señalado al inicio del presente trabajo. Lo que sí es seguro, es que Díaz, al igual que los pensadores alemanes de la pre-guerra mundial, tuvo una gran fijación de la experiencia naval que representó la guerra ruso-japonesa. Pensar en grande no es malo sobre todo si se está consciente de las limitaciones para alcanzar la meta deseada. Es malo que las ansias de poder condenen a un país a un tutelaje por la avaricia, la pereza y el egoísmo.

         4.-      Reflexión final.

         La visión de Ramón Díaz a la luz del presente fue acertada desde la perspectiva de las necesidades político-navales del pasado, ¿será también del presente? La atención de Díaz se focalizó en el marino y el técnico apartando un poco el aspecto militar-guerrero puesto que para él no había duda sobre las cualidades y experiencias guerreras de los oficiales navales de aquel entonces. Después del período bélico que caracterizó al país entre 1900 y 1914, la servidumbre militar-marina-técnica sería puesta a prueba para los marinos venezolanos durante la Segunda Guerra Mundial y lo que nos ha dicho la historia fue que las deficiencias que comenzaron a gestarse en abril de 1913 salieron a la luz en ese conflicto mundial. No obstante ello, los oficiales navales venezolanos adquirieron una importante experiencia bélica a bordo de buques estadounidenses y venezolanos en el período. Esta experiencia daría sus frutos durante la crisis de Los Monjes en el año 1952 y en 1962 tanto en la tragedia que representó el Porteñazo, así como la crisis de los mísiles cubanos. Después del importante crecimiento de la armada nacional en la década de los años cincuenta del siglo XX y de su resurgimiento en la década de los años ochenta, la triple servidumbre fue puesta a prueba con la crisis del “Caldas” y la guerra de baja intensidad que se libró para mantener alejado el país de la guerra interna que se libra en Colombia. La Armada, como instrumento del Estado en esos trances salió airosa.

            A partir del año 1989 se comenzó a observar un declive en el ejercicio de las servidumbres mencionadas debido al proceso de pretorianización que comenzó a acentuarse en el estamento militar que condujo a los intentos de golpe de Estado ocurridos en el año 1992.  Desde el punto de vista histórico si seguimos las categorías ya indicadas de Perlmutter, el pretorianismo ha sido una marca que ha signado la realidad político militar venezolana, sin embargo, si contrastamos esta marca con la tesis de los ciclos históricos del Dr. Giacopini Zarraga podemos afirmar que el modelo político imperante en el país desde el año 1958 mostró un signo de agotamiento con la crisis financiera del año 1983. Esta crisis financiera devino en crisis política en el año 1989 con el denominado “caracazo”. El “caracazo” hizo que se hiciera patente una fractura entre profesión militar en cuanto a las servidumbres indicadas a lo largo de este trabajo por lo que comenzó a ser más importante el “hacer política” con las armas que asesorar al poder político sobre el empleo más eficaz de la fuerza militar para el beneficio de la totalidad de la comunidad política venezolana. En esta fractura hecha patente han existido muchos Ramón Díaz que han tratado de cerrar esa brecha, pero quizás no han sido los suficientes.

Este declive lo intentó detener el gobierno nacional a partir del año 2004 con la revisión del pensamiento militar venezolano, sin embargo, en el supuesto de que se haya dado importantes avances en el proceso de remilitarización, en lo que atañe al poder naval, las preocupaciones de Ramón Díaz parecen estar muy vigentes.

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[1] Esta conspiración se inició cuando el presidente Gómez decretó “turbado el orden público” después que decidió permanecer en el poder. Al efecto expulsó del país a los integrantes del consejo de gobierno y movilizó las fuerzas armadas bajo pretexto de una invasión liderada por Cipriano Castro. La causa de la expulsión del consejo de gobierno se debió a que rechazaron en el Congreso de la República un protocolo que el gobierno nacional había firmado con el gobierno francés para el pago de unas reclamaciones francesas por supuestos daños y perjuicios ocurridos en la época del gobierno de Castro (Vivas Gallardo, 1981:116).

[2] Ver al respecto: Blanco (2004:185-186)

[3] Ver al respecto: Vivas (1998)

[4] Ver: Bracho II (2005)

[5] Ver: Blanco (2004:186).

[6] Ver: Bracho II (2005) y Blanco (2004).

[7] De acuerdo al Diccionario de Autoridades las Milicias son “cuerpos formados con vecinos de algún País o Ciudad, que se alistan á campaña en su defensa, quando lo pide la necesidad, y no otra ocasión”. Las huestes indianas, fueron los primeros cuerpos civiles organizados para la defensa en Venezuela. Esta institución se formó de otra de origen medieval denominada “fecho de mar” que consistía en un sistema de costumbres y técnicas marineras que pasó a ser el núcleo por medio del cual se consolidaron las instituciones políticas y militares en América (Blanco, 2004:184). Para que se tenga una idea de la importancia de estos cuerpos, el Gobernador Solano y Bote, contó en cuatro de sus cuarteles con 32.874 individuos, divididos en 10.184 blancos, 11.911 pardos, 2.039 morenos y 8.749 indios (Ibíd.:187).

[8] Esta discusión se produjo en una reunión de Cañoneros con motivo de las festividades de fin de año.

[9] Archivo Bazán. Expediciones a Indias. Legajo 37.

[10] Ver también: Lizot, J. (2004). Diccionario enciclopédico de la lengua yãnomãmi. Puerto Ayacucho. (T. M.  Gamondés, T. Reig F. Lo Truglio). Edición del autor/Vicariato apostólico. 526 p.

[11] España a partir del año 1713 inició una política que tuvo como objetivo principal restituir su poder militar en el mar y fortalecer su sistema de defensa. El Reino Unido pasó a ser su principal rival de la España borbónica y se estableció como propósito apoderarse de bases y puntos de apoyos representados por las islas del Caribe Oriental, colocándose en posición de cortar las líneas de comunicaciones marítimas de España con la América Meridional (Blanco, 2004:190). En este contexto, la defensa marítima de las costas de Venezuela en el año 1943 fue el momento simbólico en que se produjo este cambio de circunstancia debido a que en ese momento, los habitantes de Tierra Firme, indiferentemente de su condición social o racial se unieron para defenderse de un enemigo considerado como común para todos los pobladores, generando las condiciones para que se erigiera una nueva entidad político administrativa que se denominaría Capitanía General de Venezuela (Ibíd.)

[12] Sobre la extracción de los oficiales y marineros que vigilaron nuestras costas a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, ver: Bracho (2008). Historias de la Venezuela profunda…

[13] Sobre la guerra corsaria durante el período independentista ver: Robayo (2013). Ensayo obtenido por la gentileza de Julio Chacón.

[14] Las principales operaciones navales realizadas por los marinos venezolanos y aquellos que abrigaron la causa patriota fueron básicamente:

·  De bloqueo y contrabloqueo.

·  Evacuación y transporte de tropas.

·  Suministro de víveres y pertrechos, para sostener la guerra terrestre y para socorrer poblaciones civiles.

·  Enfrentamientos navales puros.

·  Corso.

Ver al respecto: Blanco (2004).

[15] Luego de la Guerra de Independencia y el fin de la Gran Colombia, la naciente República de Venezuela contó para fines del año 1830 con una Fragata, dos Corbetas, un Bergantín, cuatro Goletas y tres Balandras; pero la escasez de recursos redujo la escuadra a solo dos Goletas en el año 1832 (Blanco, 2004).

[16] Un ejemplo de esta afirmación lo constituye la operación realizada por el vapor de guerra “Libertador” para la captura de la goleta “Ana Jacinta” en el año 1889. Este acto fue realizado para impedir el estallido de una nueva guerra civil. La operación consistió en el abordaje de la goleta una vez que avistada esquivó el fuego naval para evitar ser capturada (González Guinan, 1891:101-104). El abordaje inutilizó a la goleta por lo que los tripulantes tuvieron que rendirse. Llama la atención la táctica empleada. El abordaje, como se indicará más adelante fue la acción punitiva naval que marcó la pauta de las operaciones navales desde la guerra civil estadounidense, pasando por Angamos y Iquique,  hasta el combate naval de Lissa. Este hecho indica que la Armada venezolana estaba en conocimiento del estado del arte de la táctica naval en el momento de la acción realizada. Claro, para ello los venezolanos contaron con la “asesoría” británica representada por el comandante de ese buque, el Capitán Lindt. Esta información fue suministrada gentilmente por Gustavo Sosa Larrazabal.

[17] La batalla de Santa Inés es una excepción notable de la afirmación antes hecha, pero en esa batalla combatieron los últimos héroes de la guerra de independencia.

[18] Masson ha afirmado que, en la marina alemana de 1913 sobre 148 cadetes, 25 solamente salieron de la nobleza y 49 del medio militar. Los demás fueron hijos de comerciantes, universitarios, pastores y pequeños industriales (Ibid.). Este dato es importante porque nos da unas pistas sobre los orígenes del Capitán de Navío F. Liton, ex oficial de la marina imperial alemana que prestó sus servicios en la marina venezolana en los años en que lo hizo Ramón Díaz.

[19] Ver Blanco (2004) y Ojeda (2002).

[20] Ver: Bracho (2011e:35-37).

[21] Ver: Ojeda (2002:43) y Blanco (2004). De igual forma, Brauzzi nos ha mostrado la vivencia de unos de sus ancestros a bordo del Crucero Carlo Alberto durante el bloqueo. Según este autor, el buque italiano arribó a la Guaira en enero del año 1903 encontrando todo el comercio costero en ruinas. Entre los aspectos que destaca el autor se tiene: 1.-) el bloqueo iba a ser pacífico pero se encontraron con que todo el comercio internacional se realizaba en buques extranjeros por lo que los estadounidenses no permitieron que sus buques mercantes quedasen supeditados a las medidas coercitivas europeas, 2.) siete goletas venezolanas fueron capturadas por buques italianos tratando de romper el bloqueo, 3.-) el bloqueo produjo una grave carestía de víveres y 4.-) la vigilancia estadounidense de las acciones alemanas por temor a que intentasen tomar territorio venezolano a cualquier costo (2001-2002:43-51). Esta información fue obtenida gracias a la gentileza de Miguel Antuofermo.

[22] Es de destacar aquí la participación de Rafael De Nogales Méndez en las operaciones terrestres a favor de los conservadores colombianos o mejor dicho del Partido Nacionalista de los Andes dirigido por el Dr. Rangel Garbiras. Este venezolano sería herido en la batalla de Carazúa (13SEP1901), luego de realizar una carga “a machete” una vez que falló la reunión de las fuerzas navales y terrestres castristas.  De lo que se deduce de la acción emprendida por las fuerzas castristas, según De Nogales, estas combatieron aguerridamente a pesar de estar escasas de agua y víveres básicos para el sostenimiento de la tropa. Se embarcaría para Santo Domingo para reponerse de las heridas sufridas durante la batalla (1974:05-11). 

[23] Nieves-Croes ha señalado que el interés de iniciar el bloqueo con la captura de los buques de guerra venezolanos obedeció al reconocimiento inglés de la eficacia de los marinos venezolanos para hacer la guerra en el mar a pesar de los pocos medios con que disponían. Esta eficacia había sido demostrada, en primer lugar, durante el encuentro de Río Hacha y, en segundo lugar, por la captura y hundimiento de varias embarcaciones de ese país en el oriente de Venezuela por intentar apoyar con armas y pertrechos a fuerzas insurgentes dentro de territorio venezolano. 

[24] En el Titulo III se mencionan qué son acciones distinguidas. De acuerdo con este código las acciones distinguidas (artículo 1216) y acciones heroicas (artículo 1219). Entre las acciones distinguidas se destacan: batir con un buque a uno de mayor porte, rendir un buque enemigo o rescatar otro propio, salvar un convoy, introducir un convoy en un puerto bloqueado, contener a fuerzas superiores. Entre las acciones heroicas se destacan: combatir contra fuerzas superiores el tiempo suficiente para salvar un convoy, rechazar el abordaje de un buque de fuerza superior, abordar o rendir un buque de fuerza superior, ser de los primeros en saltar en un abordaje en un buque enemigo, etc. (1903/1973:168-172).

[25] Ver al respecto: Masson (1990:193 y 196), Blanco (Farage, 2011) y Blanco (2013).

[26] AGN 03-01-1.1-A-0578.

[27] Es decir, su participación en las reparaciones del “Restaurador” y la actividad formativa desplegada entre los años 1904 y 1914 (Rivero-Blanco, 2012).

[28] Hubo excepciones como la diplomacia coercitiva emprendida por el Capitán de Navío Sebastián Bouguier contra Haití por alojar a las fuerzas remanentes de la revolución de las reformas del año 1835-36 (Blanco, 2004)

[29] Ver al respecto: Cuervo (1996:42-60).

[30] De igual forma, tal como nos lo ha señalado Bracho (2011e) en Río Hacha, hubo problemas para que la fuerza naval venezolana enlazara con las operaciones terrestres. Esta deficiencia si bien pudo haber sido ocasionada por las fallas en las comunicaciones, lo cierto fue que se había acordado un encuentro en una ubicación geográfica específica y los encargados en tierra en producir el encuentro fallaron en su cometido. Otro aspecto de análisis que no fue abordado por Díaz y podría ser considerado un elemento de discusión es el tema de las comunicaciones inalámbricas que jugaron en Tsushima un papel fundamental como medio de comunicación y antesala de las operaciones de Guerra Electrónica a escala mundial.

[31] El poeta Deschamps y el Rey Alfonso el sabio fueron los que acuñaron esta expresión. Están citados en Masson (1990:195). También, Marino Blanco ha usado, en relación al propio Díaz, el adjetivo de “centauro del mar” (Rivero-Blanco, 2012).

[32] Ver también: Lyra (1999:06).

[33] Este crucero a Colombia fue realizado dentro del marco de restablecimiento de relaciones diplomáticas y del centenario de la independencia venezolana. Con motivo del centenario del 05 de julio de 1911, Gómez también “convocó un Congreso Bolivariano para la búsqueda de soluciones útiles a los intereses de las repúblicas bolivarianas, para estrechar vínculos históricos y arreglar las condiciones de su porvenir…”. Ver al respecto: Fundación Polar (1997:523).

[34] En especial EE.UU., Reino Unido, Francia, España, Rusia, Alemania y Japón, entre otros.

[35] Es importante destacar que el globo aerostático ya era normalmente utilizado como medio para la alerta temprana desde la guerra franco-prusiana.

[36] La principal consecuencia de este hecho era que los artilleros principalmente eran oficiales del ejército.  Este modo de proceder en cuanto a los oficiales artilleros fue común en la Armada española hasta que los desarrollos navales la obligaron a adaptarse a los nuevos tiempos. Un ejemplo de artilleros de tierra embarcados en operaciones navales lo encontramos en el alistamiento del navío “Santisima Trinidad” antes de la batalla del cabo Trafalgar de acuerdo con la reseña realizada por Benito Pérez Galdós en su obra “Trafalgar”.

[37] Ver al respecto: Rivero-Blanco (2012) en lo concerniente a la participación de Díaz en el desarrollo del Dique y Astillero Nacional, la construcción del guardacostas “29 de enero” y del Faro de Punta Brava en Puerto Cabello.

[38] Ver al respecto: Blanco (2012). “La diplomacia naval estadounidense…” y Vivas Gallardo (1981:116)

[39] Para este acto, los estadounidenses contaron con el apoyo del Reino Unido y Francia. Es de tener presente que Gómez después de la salida de Castro trató de normalizar las relaciones diplomáticas con todos los países y al respecto las restableció con el Reino de los Países Bajos en el año 1906 y con EE.UU y Francia en 1908.

[40] La relación con Alemania fue más oscura por lo que se plantea la necesidad de estudiar con profundidad sobre sus orígenes. Tan sólo se puede afirmar aquí que la importante inmigración alemana que se asentó en Táchira a finales del siglo XIX para la explotación del café pudo haber contribuido a generar las condiciones para ello.

[41] Según Bracho (2010) la caída en desgracia de Delgado Chalbaud se produjo por la acusación de corrupción que sufrió luego de haber tratado de llevar a cabo una negociación con acreedores franceses e ingleses para emprender proyectos para el desarrollo del país en el año 1911. Si bien esta información es la más aceptada habría que preguntarse por qué Gómez se dejó influir por una opinión pública de una manera tan fácil. La posible respuesta a esta interrogante podría encontrarse en la conexión alemana que parece haber marcado la actitud de Gómez desde el tratamiento de la enfermedad de Castro. Este sería un tema de investigación, es decir, cómo se produjo el viraje hacia el estrechamiento de las relaciones con Alemania, porque este acto marcó realmente el fin de la Belle Époque caribeña inaugurada por Guzmán Blanco.

[42] En la comunidad internacional desde el año 1911 existió la percepción de que ocurriría una nueva guerra en Europa. Los prolegómenos de esa gran guerra fueron la guerra ítalo-turca de 1911-12 y las guerras balcánicas de 1912 y 1913. Ver: Kinder y Hilgemann (1988:129-131) y Blanco (Farage, 2011).

[43] Esta iniciativa estadounidense tuvo como propósito fomentar la unión aduanera en el ámbito continental. Pero, desde el año 1913 ya ese país aplicaba lo que se denominó la diplomacia del dólar “en aquellas zonas del mar de las Antillas, donde… tenían intereses políticos y estratégicos preponderantes” con el propósito de eliminar las influencias financieras europeas (Renouvin, 1964:689) Desde el comienzo de la guerra, a pesar de declarar su neutralidad, EE.UU se inclina a favor de la Entente debido a que la guerra se presentó como una oportunidad de ganar mercados en el continente (Kínder y Hilgemann, 1988:143). Esta neutralidad tuvo su momento máximo en el año 1916 cuando el presidente estadounidense lidera una propuesta de paz en el año 1916 que es aceptada por Alemania en diciembre de ese mismo año, pero no es aceptada por el resto de sus aliados (Ibíd.:142). Según Renouvin no fue aceptada por ningún bando (1964:694). Esto lo hizo EE.UU. mientras presionaba a Venezuela para que asumiera una actitud beligerante frente a Alemania dentro del marco de su estrategia de desplazar la influencia europea en el continente. Esta estrategia fue establecida desde el año 1910, dentro del marco de la creación de la unión panamericana, pero cuando en octubre de 1914, se hizo evidente que la guerra sería larga, los presupuestos económicos estadounidenses cambiaron drásticamente para desplazar a Alemania en la región y para apoyar a la Entente y recibir así importantes beneficios económicos.

[44] Bracho y Rivero-Blanco han realizado exhaustivas investigaciones al respecto y sólo han obtenido que fue director de la Escuela naval del faro Punta Brava en Puerto Cabello hasta el año 1914 y regresó al mismo cargo en el año 1920. Pero esta vez, según Bracho, “entró en conflicto con el Ministerio de Guerra y Marina por el vergonzoso estado en que la intendencia tenía a los cadetes navales” (2012:85-90). De la aseveración realizada por Bracho se pueden deducir dos cosas: que este oficial también fue afectado por la purga que afecto a Díaz, que fue destinado a tareas de naturaleza diplomáticas o todas las anteriores. Lo cierto es que hay una laguna de información que abarca seis años.

[45] El criterio imperante en Europa fue que la guerra sería de corta duración, pero después de la batalla de Marne los beligerantes tuvieron que prepararse para una guerra larga “cuyo resultado no iba a depender de las fuerzas militares de mar y de tierra solamente” (Renouvin, 1964:667). En Alemania se encontraba Santos Dominici quien fue precursor del establecimiento de relaciones diplomáticas de Venezuela con Japón.

[46] Ver al respecto: Renouvin (1964:651-653)

[47] Al respecto ver: http://pages14-18.mesdiscussions.net/pages1418/Forum-Pages-d-Histoire-aviation-marine/marine-1914-1918/mobilisation-armee-sujet_1478_1.htm.  Se conoce que desde el momento en que estalló la guerra fueron destacados buques franceses para cazar a los buques de guerra alemanes. Sin embargo, el movimiento de los buques franceses se produjo en el Atlántico norte, quizás bajo el cálculo de que los buques alemanes intentarían regresar a Alemania. No se conoce de colaboración franco-británica en el mar Caribe en el período estudiado.

[48] Ver también: Mueller (2007:09).

[49] Según Gross el SMS Kronprinz Wilhem salió de Nueva York el 03AGO, “fue armado con gran premura, en alta mar, por el crucero Karlsruhe” cuando fueron avistados por los buques ingleses. Este crucero auxiliar operó  al mando del oficial de derrota del Karlsruhe hundiendo un total de 13 navíos (50000 Toneladas) (191?:173).

[50] Según Jannings (2011) a partir de un cable emanado de la estación de San Juan, el New York Time publicó que los cruceros alemanes SMS Dresden, Karlsruhe, and Strasburg, se dirigían al Atlántico norte y estaban siendo perseguidos por cinco buques británicos.

[51]Ver también: De la Sierra (1984: 31, 35, 56 y 86).

[52] Von Prolius fue el encargado de negocios alemán en Venezuela y según Vivas Gallardo muy amigo de Juan Vicente Gómez.

[53] Este buque sería internado en Puerto Belgrano, Argentina en el año 1914 y permanecería en ese puerto hasta el fin de la guerra. Ver al respecto: Martel, F (2012). “Colina Doble. El Primer Cementerio de Punta Alta”. Buenos Aires. Revista El Archivo Nª 27 http://issuu.com/archivohistorico/docs/el_archivo_mayo_2012_web Una nota curiosa sobre este ensayo es que el cementerio era militar y en él se tejieron una serie de mitos, es decir, en dicho cementerio se encuentran marcadas dos tumbas de dos muertes producidas en el año 1916: la del Comandante del buque y la del médico. El médico se llamaba Theodoro Walter. La lapida reza “Hier ruht Dr Th. Walter aus Karlsruhe” con lo cual es de suponer que ese medico por alguna u otra razón pasó del “Karlsruhe” al “Patagonia”.

[54]El Etappendienst fue el servicio secreto de aprovisionamiento de la kaiserliche marine. Fue una red creada en 1911 a partir de la asociación de la telegrafía sin hilo y las estaciones para el aprovisionamiento de carbón existentes a escala global. Su misión fundamental consistió en recabar toda la información posible sobre buques de guerra y mercantes extranjeros que tocasen en los puertos donde existían agentes de dicha organización. Estos agentes se encargarían en caso de guerra de abastecer desde los países neutrales a los buques de guerra alemanes que deberían actuar contra el tráfico mercante enemigo. Después de la Guerra este servicio entró en una relativa decadencia hasta que fue reactivado por W. Canaris cuando asumió el cargo de jefe de la inteligencia alemana. Su núcleo principal de operaciones entre 1934 y 1939 fue la Compañía Española de Petróleos. Sobre la efectividad de la e-dienst, como también se conoció, ver también Gross (191?:167).

[55] Según Pontolillo este buque “Estando surto en Montevideo, solicitó despacho en la Capitanía de Puertos para Hamburgo. En realidad, intento surtir de carbón a la escuadra alemana del almirante von Spee derrotada por los británicos en la batalla de Malvinas. Al regresar a puerto, comprobándose de que no navego hacia Hamburgo, es internado por las autoridades uruguayas”. Ver al respecto: http://marinamercanteuruguaya.blogspot.com/2010/07/ss-rio-negro-1917-1927.html?showComment=1359916342794#c3317714811475589469

[56] Ver: Blanco (Farage, 2011).

[57] Ver: Balladares (2012).

[58] El crucero “Emden” operó en el océano Pacífico y fue hundido por un crucero australiano de armamento muy superior, luego de una exitosa campaña de corso que paralizó el tráfico marítimo en el océano Índico.