Interacción
social
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Relación Social
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Encuentro
accidental o fortuito…o puede que no suceda
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Exige
la existencia de una acción en cada uno de los elementos interactuales
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Asumen
el patrón: estimulo respuesta en su comportamiento
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La
acción responde a la característica motivación - fin
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Cada
uno es autónomo, punto/instante (relación)
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Se
desarrolla en un lapso y en un escenario. Medios y Condiciones
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PODER Capacidad de un actor social de imponer su voluntad
(objeto fundamental de estudio de la Política Internacional. Se ejerce a través
de la coerción. El poder va a ser definido como la fuerza coercitiva que posee
esta variable…en cada Estado…y va a definir la estructura de la comunidad
internacional. Esta debería ser una poliarquía: multiplicidad de poderes que
actúan independiente pero en realidad es una oligarquía porque una pequeña
cantidad impone su voluntad al conjunto. El juego de la Política Internacional
es el ejercicio del poder. Es la capacidad de imponer la voluntad de un actor a
otro, la influencia o la autoridad son otra forma de imponer la voluntad, pero
no son derivadas de la coercibilidad; el caso de la influencia es derivada del
afecto, que se le puede tener a un ente, una persona; en el caso de la
autoridad es derivada del respeto.
Las comunidades/ sociedades, tienen una estructura de
acción más o menos deliberada y esta orientada por los valores que son
susceptibles, que responden a estimulo de tipo cultural, o que responden a
condiciones sociales y económicas existentes que constituyen el fin de su
comportamiento tanto en política interna como en la externa….Ese conjunto de
actores Internacionales conforman una comunidad primitiva (comunidad
parapolítica): se define como una ausencia de una distinción funcional, entre
los actores que la conforman, una falta de especialización; los actores son
multi-especializados y hay ausencia de gobierno, es anárquica, pero no implica
que sea desorganizada….En ese marco cada uno de los miembros lo que busca es la
seguridad. Entendida la seguridad como su certidumbre para el logro de sus
fines y esa certidumbre descansan en el poder de cada actor…y se entiende como
su capacidad para imponer, controlar, tanto el entorno interno como el externo.
DOMINACIÓN: Probabilidad de
encontrar obediencia a un mandato de determinado contenido entre personas
dadas; por disciplina debe entenderse la probabilidad de encontrar obediencia.
(Max Weber pag.43)
RELACIÓN SOCIAL: debe entenderse una conducta plural -
de varios - que, por el sentido que encierra, se presenta como recíprocamente
referida, y orientándose por esa reciprocidad. La relación social consiste,
pues, plena y exclusivamente, en la probabilidad de que se actuará socialmente
en una forma (con sentido) indicable; siendo indiferente, por ahora, aquello en
que la probabilidad descansa. (pag. 21)
La legitimidad de un orden puede estar garantizada:
I De manera
puramente íntima; y en este caso:
1) Puramente afectiva: por entrega sentimental
2) Racional
con arreglo a valores: por la creencia en su validez absoluta, en cuanto
expresión de valores supremos generadores de deberes (morales, estéticos o de
cualquier otra suerte).
3) Religiosa:
por la creencia de que de su observancia depende de la existencia de un bien de
salvación.
II También (o
solamente) por la expectativa de determinada consecuencias externas; o sea, por
una situación de intereses; pero por expectativas de un determinado género (pag
27)
COMUNIDAD: Relación social que, cuando y
en la medida en que la actitud en la acción social se inspira, en el
sentimiento subjetivo (afectivo o tradicional) de los partícipes de constituir
un todo.
SOCIEDAD:
Una relación social cuando y en la medida en que la actitud en la acción social
se inspira en una compensación de intereses por motivos racionales (de fines o
de valores) o también en una unión de intereses con igual motivación. La
sociedad, de un modo típico, puede especialmente descansar (pero no únicamente)
en un acuerdo o pacto racional, por declaración recíproca. Entonces la acción,
cuando es racional, está orientada a) racionalmente con arreglo a valores: en
méritos de la creencia en la propia vinculación; b) racionalmente con arreglo a
fines: por la expectativa de la lealtad de la otra parte. (pag. 33)
EMPRESA: Debe entenderse una acción que
persigue fines de una determinada clase de un modo continuo. Y por asociación
de empresas una sociedad con un cuadro administrativo continuamente activo en
la prosecución de determinados fines
INSTITUTO: Debe entenderse una asociación
cuyas ordenaciones estatuidas han sido “otorgadas” y rigen de hecho
(relativamente) con respecto a toda acción que con determinadas características
dadas tenga lugar en el ámbito de su poder. (pag 42)
ASOCIACIÓN DE DOMINACIÓN, es una
asociación política cuando y en la medida en que su existencia y la validez de
sus ordenaciones, dentro de un ámbito geográfico determinado, estén
garantizados de un modo continuo por la amenaza y la aplicación de la fuerza
física por parte de un cuadro administrativo.
Existen tres tipos puros de dominación
legítima. El fundamento primario de su legitimidad puede ser:
1. De
carácter racional: que descansa en la creencia en la legalidad de las
ordenaciones estatuidas y de los derechos de mando de los llamados por esas
ordenaciones a ejercer autoridad (autoridad legal)
2. De
Carácter
Tradicional: que descansa en la creencia cotidiana en la santidad de
las tradiciones que rigieron desde
lejanos tiempos y en la legitimidad de los señalados por esa tradición para
ejercer la autoridad (autoridad tradicional)
3. De
Carácter
Carismática: que descansa en la entrega extracotidiana a la santidad, heroísmo
o ejemplaridad de una persona y a las ordenaciones por ella creadas o reveladas
(llamada) (autoridad carismática)
En el caso de la autoridad legal se
obedecen las ordenaciones impersonales y objetivas legalmente estatuidas y las
personas por ellas designadas, en méritos estas de la legalidad formal de sus
disposiciones dentro del circulo de su competencia. En el caso de la
autoridad tradicional se obedece a la persona del señor llamado por la
tradición y vinculado por ella (en su ámbito) por motivos de piedad (pietas), en el circulo de lo que es
consuetudinario. En el caso de la autoridad carismática se obedece
al caudillo carismáticamente calificado por razones de confianza personal en la
revelación, heroicidad o ejemplaridad, dentro del círculo en que la fe en su
carisma tiene validez. (172-173)
LA
DOMINACIÓN LEGAL CON ADMINISTRACIÓN BUROCRÁTICA
La dominación legal descansa en la
validez de las siguientes ideas, entrelazadas entre sí:
1. Que
todo derecho, “pactado” u “otorgado”, puede ser estatuido de modo racional -
racional con arreglo a fines o racional
con arreglo a valores (o ambas cosas) -, con la pretensión de ser respetado,
por lo menos, por lo miembros de la asociación; y también regularmente por
aquellas personas que dentro del ámbito de poder de la asociación (en las
territoriales dentro de su dominio territorial) realicen acciones sociales o
entren en relaciones sociales declaradas importantes por la asociación.
2. Que
todo derecho según su esencia es un cosmos de reglas abstractas, por lo general
estatuidas intencionalmente, que la judicatura implica la aplicación de esas
reglas al caso concreto; y que la administración supone el cuidado racional de
los intereses previstos por las ordenaciones de la asociación, dentro de los
limites de las normas jurídicas y según principios señalables que tienen la
aprobación o por lo menos carecen de la desaprobación de las ordenaciones de la
asociación.
3. Que
el soberano legal típico, la “la persona puesta a la cabeza”, en tanto que
ordena y manda, obedece por su parte la orden de impersonal por el que orienta
sus disposiciones. (172-174)
El tipo más puro de dominación legal es
aquel que se ejerce por medio de un cuadro administrativo burocrático.
Sólo el dirigente de la asociación posee su posición de imperio, bien por
apropiación, bien por elección o por designación de su predecesor. Pero sus
facultades de mando son también “competencias” legales. La totalidad del cuadro
administrativo se compone en el tipo más puro, de funcionarios individuales , los cuales:
1) Personalmente
libres, se deben sólo a los deberes objetivos de sus cargos
2) En
jerarquía administrativa rigurosa
3) Con
competencias rigurosamente fijadas,
4) En
virtud de un contrato, o sea (en principio) sobre la base de libre selección.
5) Calificación
profesional que fundamenta su nombramiento - en el caso más racional: por medio
de ciertas pruebas o del diploma que certifica su calificación -
6) Son
retribuidos en dinero con sueldos fijos, con derecho a pensión las más de las
veces; son revocables siempre a instancia a instancia del propio funcionario y
en ciertas circunstancias pueden también ser revocados por parte del que manda;
su retribución está graduada primeramente en relación con el rango jerárquico,
luego según la responsabilidad del cargo y, en general, según el principio del
“decoro estamental“.
7) Ejercen
el cargo como su única o principal profesión
8) Tienen
ante sí una “carrera”, o “perspectiva” de ascenso y avances por años de
ejercicio, o por servicios o por ambas cosas, según juicio de sus superiores.
9) Trabajan
con completa separación de los medios administrativos y sin apropiación del
cargo.
10) Están
sometidos a una rigurosa disciplina y vigilancia administrativa.
La administración burocrática pura, o
sea la administración burocrático - monocrática, atendida al expediente, es a
tenor de toda experiencia a forma más racional de ejercer dominación, y lo es
en los sentidos siguientes: en precisión, continuidad, disciplina, rigor y
confianza; calculabilidad, por tanto para el soberano y los interesados;
intensidad y extensión en el servicio; aplicabilidad formalmente universal a
toda suerte de tareas; y susceptibilidad técnica de perfección para alcanzar el
óptimo en sus resultados. El desarrollo de las formas modernas de asociaciones
en toda clase de terrenos (Estado, iglesia, ejercito, partido, explotación
económica, asociación de interesados, uniones, fundaciones y cualesquiera otras
que pudieran citarse) coincide totalmente con el desarrollo e incremento
creciente de la administración burocrática: su aparición es, por ejemplo, el
germen del Estado moderno occidental. (pag 178)…El gran instrumento de la
superioridad de la administración burocrática es este: el saber profesional
especializado, cuyo carácter imprescindible está condicionado por los
caracteres de la técnica y la economía modernas de producción de bienes, siendo
completamente indiferente que tal producción sea en la forma capitalista o en
la socialista.
La
administración burocrática significa: dominación gracias al saber; este representa
su carácter racional fundamental y específico. Más allá de la situación de
poder condicionada por el saber de la especialidad la burocracia (o el soberano
al que ella sirve) tiene la tendencia a acrecentar aún más su poder por medio
del saber de servicio o “depositado en el expediente”. El concepto de secreto
profesional, no exclusivo pero sí específicamente burocrático - comparable, por
ejemplo, al conocimiento de los secretos comerciales de una empresa frente al
saber técnico - procede de este impulso de poderío. Superior en saber a
la burocracia, sólo es el interesado privado de una actividad lucrativa. Es
decir, el empresario capitalista. Es realmente la única instancia inmune frente
a la ineludibilidad de la dominación científico - racional de la burocracia. Todos
los demás, en las asociaciones de masas, están irremisiblemente sometidos al
imperio burocrático, en igual forma que la producción en masa lo está al
dominio de las maquinas de precisión. (p. 179).
DOMINACIÓN TRADICIONAL
Debe entenderse que una dominación, es tradicional cuando su legitimidad
descansa en la santidad de ordenaciones y poderes de mando heredados de tiempos
lejanos, “desde tiempos inmemoriales”, creyéndose en ella en méritos de esa
santidad. El señor o los señores están determinados en virtud de reglas
tradicionalmente recibidas. La “asociación de dominación”, en el caso más
sencillo, es primariamente una “asociación de piedad” determinada por una
comunidad de educación. El soberano no es un “superior” sino un señor personal,
su cuadro administrativo no está constituido por funcionarios sino por un señor
personal, los dominados no son miembros de la asociación sino: 1) compañeros
tradicionales, súbditos. Las relaciones del cuadro administrativo para con el
soberano no se determinan por el deber objetivo del cargo por la fidelidad
personal del servidor. No se obedece a disposiciones estatuidas, sino a la
persona llamada por la tradición o por el soberano tradicionalmente
determinado: y los mandatos de esta persona son legítimos de dos maneras:
a) En
parte por la fuerza de la tradición que señala inequívocamente el contenido de
los ordenamientos, así como su amplitud y sentido tal como son creídos, y cuya
conmoción por causa de una transgresión de los límites tradicionales podría ser
peligrosa para la propia situación tradicional del imperante;
b) En
parte por el arbitrio libre del señor, al cual la tradición le demarca el
ámbito correspondiente.
El imperante domina sin, o con cuadros
administrativos. El cuadro administrativo típico puede ser reclutado de modo:
a) Tradicional,
por lazos de piedad de los vinculados a señor: Perteneciente al linaje,
Esclavos, Funcionarios domésticos, en particular “ministeriales”, clientes, colonos, libertos.
b) Reclutamiento
extra - patrimonial: Por relaciones personales de confianza (“favoritos” libres
de toda clase), por pacto de fidelidad con el señor legitimado como tal
(vasallos), funcionarios que entran libremente en la relación de piedad (pag.
181).
La dominación tradicional opera sobre la
naturaleza de la economía, por regla general, ante todo mediante un cierto
fortalecimiento del sentir tradicional; con el máximo de rigor en las
dominaciones patriarcales puras (y gerontocracias), las cuales no se apoyan en
ningún cuadro administrativo propio de
los señores que puedan encontrarse en oposición con los demás miembros de la
asociación, y que, por tanto dependen en su propia legitimidad en forma extrema
de la observancia de la tradición. (p 190).
DOMINACIÓN CARISMÁTICA
Debe entenderse por “carisma” la
cualidad, que pasa por extraordinaria (condicionada mágicamente en su origen,
lo mismo si se trata de profetas que de hechiceros, árbitros, jefes de cacería
o caudillos militares), de una personalidad por cuya virtud se la considera en
posesión de fuerzas sobrenaturales o sobrehumanas - o por lo menos
específicamente extracotidiana y no asequibles para cualquier otro -, o como
enviado de Dios, o como ejemplar y, en consecuencia, como jefe, caudillo, guía
o líder. El modo como habría de valorarse “objetivamente” la cualidad en
cuestión, sea desde un punto de vista ético, estético u otro cualquiera, es
cosa del todo indiferente en lo que atañe a nuestro concepto pues lo que
importa es cómo se valora “por los dominados” carismáticos, por los adeptos. (p
193).
Sobre la validez del carisma decide el
reconocimiento, - nacido de la entrega a la revelación, de la reverencia por el
héroe, de la confianza en el jefe - por
parte de los dominados; reconocimiento que se mantiene por corroboración de las
supuestas cualidades carismáticas - siempre originariamente por medio del
prodigio. Ahora bien, el reconocimiento (en el carisma genuino) no es el
fundamento de la legitimidad, sino un deber de los llamados, en méritos de la
vocación y de la corroboración, a reconocer esa cualidad. Este “reconocimiento”
es, psicológicamente, una entrega plenamente personal y llena de fe surgida del
entusiasmo o de la indigencia y la esperanza. (p 194)
Si falta de un modo permanente la
corroboración, si el agraciado carismático parece abandonado de su Dios o de su
fuerza mágica o heroica, le falla el éxito de modo duradero y, sobre todo, si
su jefatura no aporta ningún bienestar a los dominados, entonces hay
probabilidad de que su autoridad carismática se disipe. Este es el sentido
genuinamente carismático del imperio “por la gracia de Dios”.
La
dominación carismática supone un proceso de comunización de carácter emotivo.
El cuadro administrativo de los imperantes carismáticos no es ninguna
burocracia y menos que nada una burocracia profesional. Su selección no tiene
lugar ni desde puntos de vistas estamentales ni desde los de la dependencia personal o patrimonial.
Sino que es el elegido a su vez por cualidades carismáticas: al profeta
corresponden los discípulos, al príncipe de la guerra el séquito, al jefe en
general, los “hombres de confianza”. No hay ninguna colocación, ni destitución,
ninguna carrera ni ascenso, sino sólo llamamiento por el señor según su propia
inspiración fundada en la calificación carismática del evocado. No hay ninguna
jerarquía, sino sólo intervenciones del jefe, de haber insuficiencia
carismática del cuadro administrativo, bien en general, bien para un caso dado,
y eventualmente cuando se le reclame. No existe jurisdicción ni competencias,
pero tampoco apropiación de los poderes del cargo por privilegio, sino sólo de
limitación espacial o a determinados
objetos del carisma y la misión. No hay sueldo ni prebenda alguna, sino que los
discípulos y secuaces viven con el señor en comunismo de amor o camaradería por
medios procurados por mecenas. No hay ninguna magistratura firmemente
establecida, sino sólo misioneros comisionados carismáticamente con una misión,
dentro del ámbito de la misión otorgada por el señor y de su propio carisma. No
existe reglamento alguno, preceptos jurídicos abstractos, ni aplicación
racional del derecho orientada por ellos, mas tampoco se dan arbitrios y
sentencias orientados por precedentes tradicionales, sino que formalmente son
lo decisivo las creaciones de derecho de caso en caso, originariamente sólo juicios de Dios y revelaciones…El
reconocimiento crea un deber en tanto que a una profecía no se le oponga otra
concurrente con su pretensión a su vez de validez carismática, únicamente
existe una lucha por el liderazgo.
La dominación
carismática se opone, igualmente, en cuanto fuera de lo común y extracotidiana,
tanto a la dominación racional, especialmente la burocrática, como a la
tradicional, especialmente la patriarcal y patrimonial o estamental. Ambas son
formas de la dominación cotidiana, rutinaria - la carismática, (genuina) es
específicamente lo contrario. La dominación burocrática es específicamente
racional en el sentido de su vinculación a reglas discursivamente analizables;
la carismática es específicamente irracional en el sentido a su extrañeza a
toda regla. La dominación tradicional está ligada a los precedentes del pasado
y en cuanto tal igualmente orientada por normas; la carismática subvierte el
pasado (dentro de su esfera) y es en este sentido específicamente
revolucionaria. No conoce ninguna apropiación del poder de mando, al
modo de la propiedad de otros bienes, ni por los señores ni por poderes
estamentales, sino que es legítima en tanto que el carisma personal “rige” por
su corroboración; es decir, en tanto que encuentra reconocimiento, y “han
menester de ella” los hombres de confianza, discípulos, séquito; y sólo por la
duración de su confirmación carismática. (p. 195).
El carisma puro es específicamente
extraño a la economía. Constituye, donde aparece, una vocación en el sentido
enfático del término: como “misión” o como “tarea” íntima. Desdeña y rechaza,
en el tipo puro, la estimación económica de los dones graciosos como fuente de
ingresos - lo que ciertamente ocurre más como pretensión que como hecho. NO es
que el carisma renuncie siempre a la propiedad y al lucro…el héroe militar y su
séquito; el imperante plebiscitario o el jefe carismático de partido buscan
medios materiales para su poder; el primero, además se afana por el brillo
material de su dominación para afianzar su prestigio de mando. Lo que todos
desdeñan - en tanto que existe el tipo carismático genuino - es la economía
racional o tradicional de cada día, el logro de ingresos regulares en virtud de
una actividad económica dirigida a ello de un modo continuado. Las formas
típicas de la cobertura de necesidades de carácter carismático son, de un lado,
los mecenistas y las mendicantes, y, de otro lado, el botín y la extorsión
violenta o (formalmente) pacífica. (p 196).
LA RUTINIZACIÓN DEL CARISMA
En su forma genuina la dominación
carismática es de carácter específicamente extraordinario y fuera de lo
cotidiano, representando una relación social rigurosamente personal, unida a la
validez carismática de cualidades personales
y de corroboración. En el caso de que no sea puramente efímera sino que
tome el carácter de una relación duradera - “congregación de creyentes,
comunidad de guerreros o de discípulos, o asociación de partido, o asociación
política o hierocrática - la dominación carismática que, por decirlo así, solo
nació en status nascendi, tiene que
variar esencialmente su carácter: se racionaliza (legaliza) o tradicionaliza o
ambas cosas en varios aspectos. Los motivos para ello son los siguientes:
a. El
interés ideal o material de los prosélitos en la persistencia y permanente
reanimación de la comunidad.
b. El
interés ideal más fuerte y el material todavía más intenso del cuadro
administrativo: séquito, discípulos, hombres de confianza, en: continuar la
existencia de la relación y esto de tal modo que quede cimentada su propia
posición ideal y material sobre una base cotidiana duradera; externamente:
restablecimiento de la existencia familiar o de una existencia saturada en
lugar de las misiones extrañas del mundo apartadas de la familia y la economía.
(p. 197).
Un motivo impulsor de la rutinización
del carisma es siempre, naturalmente la tendencia al afianzamiento; es decir, a
la legitimación de las posiciones de mando y de las probabilidades económicas
en beneficio del séquito y de los adeptos del caudillo. Otro es, sin embargo,
la forzosidad objetiva de adaptación de las ordenaciones y del cuadro
administrativo a las exigencias y condiciones normales y cotidianas de una
administración. (p. 202).
Feudo, significa: la apropiación de
poderes y derechos de mando. Y en este sentido pueden ser apropiados como
feudos: sólo poderes domésticos dentro de la propia hacienda, o poderes de
mando dentro de la asociación política, pero sólo económicos (fiscales), o
poderes políticos dentro de la misma. El enfeudamiento se produce en virtud de
una investidura a cambio de servicios específicos, primariamente militares,
pero también administrativos. La investidura tiene lugar en una forma muy
específica. (p. 204).
El fundamento de toda dominación, por
consiguiente de toda obediencia, es una creencia: creencia en el prestigio del
que manda o de los que mandan. Esta es raramente unívoca en absoluto. En el
caso de la dominación legal nunca es puramente legal sino que la creencia de la
legalidad se ha hecho un hábito y está, por tanto, tradicionalmente
condicionada - la ruptura de la tradición puede aniquilarla. Y es también
carismática en el sentido negativo: de que los fracasos notoriamente
insistentes de todo gobierno en proceso de descomposición quiebran su prestigio
y dejen maduros los tiempos para revoluciones carismáticas. Por consiguiente,
para las monarquías son peligrosas las guerras perdidas, aquellas en que no se
ha confirmado el carisma, y para las repúblicas lo son aquellas guerras
triunfales que dejan aparecer como carismáticamente calificado al general
victorioso.
Han existido comunidades puramente
tradicionales. Pero nunca absolutamente duraderas y - lo que también vale para
la dominación burocrática - raramente sin una cima de naturaleza
personalmente carismático - hereditaria
o carismático - objetivada.
Dominaciones absolutamente carismáticas
( o sólo carismático - hereditarias) son igualmente raras. De una dominación
carismática - como con Napoleón - pueden provenir directamente del más estricto
burocratismo o toda suerte de organizaciones prebendarias y feudales. La
terminología y la casuística en modo alguno pueden pretender ser exhaustivas y
apresar en sus esquemas la realidad histórica…(p. 211)
En todas las formas de dominación es
vital para el mantenimiento de la obediencia el hecho de la existencia del cuadro administrativo y de
su acción continua dirigida a la realización e imposición de las ordenaciones. La existencia de esta
acción es lo que se designa con la palabra ORGANIZACIÓN. Para ella, a su vez es decisiva la solidaridad (ideal o real)
de intereses del cuadro administrativo con el soberano. En las relaciones del
cuadro administrativo con el soberano rige esta ley: que el imperante, apoyado
en esa solidaridad es más fuerte frente a los miembros individualmente
considerados, pero más débil frente a todos ellos en conjunto. Se
requiere sin embargo una socialización plenamente sujeta a plan del cuadro
administrativo para que se pueda imponer ordenadamente y por tanto con éxito,
ya la obstrucción, ya una acción consciente contra el imperante, ya la
paralización de la acción de este. De igual modo, para todo aquel que quiera
romper una dominación, se requiere la creación de un cuadro administrativo propio
que haga posible su propia dominación, …En su grado más intenso aparece aquella
solidaridad de intereses con el imperante allí donde la propia legitimidad y la
garantía de provisión del cuadro administrativo depende de él. La posibilidad
de los individuos de sustraerse a esa solidaridad es diferente según la
estructura. Con la máxima dificultad en el caso de una separación plena de los
medios administrativos, por consiguiente, en las dominaciones puramente
patriarcales (apoyadas sólo en la tradición), en las puramente patrimoniales y
en las puramente burocráticas (que sólo descansan en la existencia del
reglamento). (p. 212).
El carácter patrimonial de una burocracia se manifiesta en
que ella se exige la constitución de una relación (de clientela) de sumisión
personal. (p 213).
PARTIDOS
Llamamos partidos a las formas de
socialización que descansando en un reclutamiento (formalmente) libre, tienen
como fin proporcionar poder a sus dirigentes dentro de una asociación y otorgar
por ese medio a sus miembros activos determinadas probabilidades ideales o
materiales (la realización de fines objetivos o el logro de ventajas personales
o ambas cosas)…Lógicamente los partidos sólo son posibles dentro de una
asociación, la dirección de la cual pretenden conquistar o influir; sin
embargo, son posible las uniones de partidos de varias asociaciones y no raras.
Los partidos pueden emplear toda clase
de medios para el logro del poder. Estos significan siempre prácticamente, por
consecuencia de su fundamento teóricamente voluntario, que la actividad de la
política es una actividad de interesados…(p 229).
LA ECONOMÍA Y LOS DIVERSOS ORDENES
Orden jurídico y Orden económico
Cuando se habla de derecho…debe tenerse
en cuenta de un modo particularmente riguroso la distinción entre la
consideración jurídica y la sociológica. La primera se pregunta lo que
idealmente vale como derecho. Esto es: que significación o, que sentido
normativo lógicamente correcto debe corresponder a una formación verbal que se
presenta como norma jurídica. Por el contrario, la ultima se pregunta lo que de
hecho ocurre en una comunidad en razón de que existe la probabilidad de que los
hombres que participan en la actividad comunitaria, sobre todo aquellos que
pueden influir considerablemente en esa actividad, consideren subjetivamente
como valido un determinado orden y orienten por él su conducta practica.
Orden económico a la distribución de
poder de disposición efectivo sobre bienes y servicios económicos que se
produce consensualmente según el modo de equilibrio de los intereses, y a la
manera como esos bienes y servicios se emplean según el poder fáctico de
disposición que descansa sobre consenso. (p. 251).
Orden jurídico es cuando exista la
perspectiva de aplicar cualquier medio coactivo, físico o psíquico, ejercido
por un aparato coactivo, esto es, por una o varias personas que están
dispuestas a manejarlo caso de que se presente la situación; cuando por tanto,
existe una forma específica de socialización a los fines de la coacción jurídica.
(p. 256).
ORDEN JURÍDICO, CONVENCIÓN Y COSTUMBRE
….Debemos suponer el hecho de que la
actitud anímica interior hacia aquella regularidad lleve consigo inhibiciones
sensibles contra las innovaciones y constituyen un apoyo muy fuerte para la
creencia en su obligatoriedad. Con este
motivo… Cómo nacen en este mundo en que estamos
adaptado a lo regular y a lo vigente las innovaciones cualquiera? …mediante
cambios de las condiciones de vida externas. Pero estas no dan la menor
garantía de que la respuesta no sea una decadencia de la vida en lugar de un
nuevo orden; y, sobre todo, no constituyen en modo alguno la condición
indispensable; en muchos casos de nuevos ordenes de gran alcance no es siquiera
una condición cooperante. Sino que, según todas las experiencias de la
etnología, la fuente más importante del nuevo orden parece ser la influencia de
los individuos, quienes en virtud de vivencias “anormales” son capaces de
influir sobre los demás. No hablamos aquí del modo como consecuencia de su
“anormalidad”, nacen las vivencias que aparecen como nuevas, sino de la forma
de su influencia. Estas influencias, que superan la inercia de lo acostumbrado,
pueden tener lugar de distintos modos psicológicos. La primera consiste en
despertar de pronto en el individuo influido la idea de una acción mediante
medios eficacísimos como algo que debe
hacerse: inspiración de la conducta. La segunda consiste en que el
influido, convive la propia conducta interior del que influye: endopatía,
penetración simpática. La forma del actuar, en virtud de esta
mediación, puede ser de lo más diversa en cada caso en particular. Sin embargo
muy a menudo nace una acción comunitaria de masa referida al que ejerce la
influencia y a su vivencia, de la que puedan después desarrollarse consensos
con el contenido correspondiente. Están adaptados a las condiciones externas de
vida, pero las sobreviven. Las
influencias de la endopatía y principalmente de la inspiración son las fuentes
principales de la imposición de innovaciones efectivas, cuya práctica en forma
regular pronto apoya el sentimiento de obligatoriedad del que eventualmente van
acompañadas. Incluso el “sentimiento de obligatoriedad” puede
presentarse a veces como cosa originaria y primaria en las innovaciones,
particularmente como una parte psicológica constitutiva del inspirar. Conduce a
confusión considerar la imitación de una nueva conducta como el fenómeno
primario y fundamental para su difusión. …todo es de una importancia
secundaria. (p.260).
Pero la innovación naciente se halla más próxima a dar
origen al consenso y finalmente, al derecho si su fuente fue una inspiración
duradera o una endopatía intensiva. Entonces crea convención o en ciertas
circunstancias, directamente un actuar coactivo de tipo consensual contra los
que se resisten. Según toda experiencia histórica, siempre se desarrolla de la
convención, de la aprobación o desaprobación del ambiente, si es fuerte la fe
religiosa, la esperanza y la idea de que también los poderes suprasensibles
premiarán o castigarán aquella conducta aprobada o desaprobada por el medio. O
también el supuesto de que no sólo el participante inmediato, sino también los
que los rodean tendrán que sufrir la venganza de aquellas fuerzas
suprasensibles, por tanto, que por cada individuo o el aparato coactivo de la
asociación debe reaccionar contra eso O la idea de los garantizadores
especiales del orden, nacida de la observancia constante de una determinada
forma de actuar…derecho consuetudinario a semejante norma prácticamente válida.
O al fin la exigencia racionalmente pensada por parte de los interesados de que
la obligación convencional o la misma obligación consuetudinaria, para
asegurarla contra toda sacudida, se coloquen expresamente bajo garantía de un
aparato coactivo, se conviertan, por lo tanto, en un derecho estatuido. Y sobre
todo, el contenido de las reglas de conducta garantizadas solamente por la
convención, dentro del campo de la distribución interna del poder entre los
órganos de una asociación racional de tipo institucional, pasa cada vez más a
la esfera de lo exigido y garantizado jurídicamente. Y finalmente, toda
rebeldía contra la convención puede conducir a que el ambiente haga un uso
gravoso contra el rebelde de los derechos subjetivos coactivamente
garantizados. Entonces la regla convencional está de hecho apoyada
indirectamente por medios coactivos.
Llamaremos “grupos étnicos” a aquellos
grupos humanos que, fundándose en la semejanza del habito exterior y de las
costumbres, o de ambos a la vez, o en recuerdos de colonización y migración,
abrigan una creencia subjetiva en una precedencia común, de tal suerte que la
creencia es importante para la ampliación de las comunidades…El grupo étnico no
es en si mismo una comunidad sino tan sólo un “momento” que facilita el proceso
de comunización (p.318).
MERCADO
Debe hablarse de un mercado tan pronto
como concurren, aunque sólo sea de una parte, una pluralidad de interesados en
el cambio y en las probabilidades de cambio…Fenómeno especifico del mercado: el
regateo. (p. 493).
La comunidad de mercado en cuanto tal,
es la relación práctica de vida más impersonal en la que los hombres puedan
entrar. No porque el mercado suponga una lucha entre los participes. Toda
relación humana, incluso la más intima, hasta la entrega personal más incondicionada,
es, en algún sentido, de un carácter relativo, y puede significar una lucha con
el compañero, quizás para la salvación de su alma. Sino porque es
específicamente objetivo, orientado exclusivamente por el interés en los bienes
de cambio. Cuando el mercado se abandona a su propia legalidad, no repara más
en la cosa, no en la persona, no conoce ninguna obligación de fraternidad ni de
piedad, ninguna de las relaciones humanas originarias portadas por las
comunidades de carácter personal. Todas ellas son obstáculos para el libre
desarrollo para la mera comunidad de mercado y los intereses específicos del
mercado; en cambio, estos son las tentaciones específicas para todas ellas.
Intereses racionales de fin determinan los fenómenos del mercado en medida
especialmente alta, y la legalidad racional, en particular la inviolabilidad
formal de lo prometido, una vez es la cualidad que se espera que copartícipe en
el cambio, y que constituye el contenido
de la ética del mercado que, en este respecto, inculca una concepción muy
rigurosa: en los anales de la bolsa es casi inaudito que se rompa el convenio
más incontrolado e improbable cerrado con la firma…El mercado, en plena
contraposición a todas las otras comunidades, que siempre suponen
confraternización personal y, casi siempre, parentesco de sangre, es, en sus
raíces, extraño a toda confraternización. (p. 494).
ECONOMÍA Y DERECHO
…La facultad de fallar una determinada
causa, la de llamar a las armas o la de exigir en cualquier forma obediencia a
ciertas personas, representan en tal hipótesis derechos subjetivos “adquiridos”
y, eventualmente, pueden ser objeto de un negocio jurídico, una enajenación o
una transmisión hereditaria, como lo es, verbigracia, la facultad de aprovechar
un pedazo de tierra. El poder político no tiene en este caso una estructura
jurídica de instituto, sino que se constituye mediante socializaciones y
compromisos concretos entre los diferentes titulares y pretendientes de las
facultades subjetivas de mando. El poder político de mando no difiere entonces
esencialmente del que ejercen el señor de la casa - dominus - , el señor territorial o el corporal. En todos estos
poderes descubrimos un rasgo común: el “patrimonialismo”. Todo lo que
corresponde a nuestro derecho público constituye de acuerdo con aquella
concepción y hasta donde la misma llega el objeto de un derecho subjetivo de
los titulares concretos del poder, en la misma forma que una pretensión
jurídica privada.
Todo derecho se reduce a un fin de la administración: el gobierno… En el sentido
más amplio, el circulo de la administración pública encierra tres clases de
tarea, a saber: creación de derecho, aplicación del mismo y lo que queda de la
actividad de los institutos públicos después de separar aquellas dos esferas:
el gobierno. El gobierno puede hallarse ligado a normas jurídicas y estar
limitado por derechos subjetivos adquiridos. Esto es común al gobierno con la
creación del derecho y la aplicación del mismo. Pero hay que distinguir: 1) Un
aspecto positivo: el fundamento de legitimidad de sus atribuciones. El gobierno
moderno se desenvuelve sobre la base de una competencia legítima que, desde el
punto de vista jurídico, descansa en ultima instancia, en un poder concedido
por las normas “constitucionales” del instituto estatal. Mas en esta sujeción
al derecho vigente y limitación por derecho subjetivos adquiridos, encontramos
también: 2) un aspecto negativo: los limites de su libertad de movimiento, con
los que no pueden dejar de contar. Pero su esencia específica radica precisamente,
en el aspecto positivo, en que no sólo tiene por objeto el respeto o la
realización del derecho objetivo vigente porque vale como tal y sirve de
fundamento a los derechos subjetivos adquiridos, sino también la realización de
otros fines de índole material: políticos, morales, utilitarios, o de cualquier
otra clase. Desde el punto de vista del gobierno, los particulares y sus
intereses son, según el sentido jurídico, fundamentalmente objetos, no sujetos
jurídicos. En el Estado moderno existe la aplicación del derecho y la
administración (en el sentido de gobierno). Porque en el ámbito de la actividad
judicial suele imponerse al juez actual, en parte por medio de normas
jurídicas, en parte también doctrinalmente, la obligación de resolver las controversias
de que conoce atendiendo a principios materiales: moralidad, equidad,
conveniencia, etc. Y por otra parte, la organización del Estado en la
actualidad concede al particular, que en principio sus intereses frente a la
misma, medios que, formalmente al menos, son del mismo tipo que los que la
aplicación del derecho implica. (p. 500-501).
El procedimiento expiatorio entre los
clanes es ajeno en un principio a la distinción entre el delito que exige una
venganza y la infracción jurídica condicionante del deber de reparación. Y
cuando tal distinción se admite es sólo de forma rudimentaria. La distinción se
explica atendiendo a dos peculiaridades del derecho y la coacción jurídica
primitivos: 1) Toda injuria es un delito que exige una expiación, y ningún
delito es algo más que una injuria que demanda una castigo; 2) Por otra parte,
el mismo carácter de las consecuencias jurídicas de la “sentencia” y la
“ejecución” tiende a evitar el establecimiento de una distinción entre
sanciones civiles y penales. (p.503).
De la venganza parte principalmente el
camino que conduce en línea recta al establecimiento de un “proceso penal”
sujeto a reglas y formas fijas (p. 506).
…La
distinción entre ética y derecho no existe en la intención de esos factores de
la formación del derecho, que permanecen totalmente alejados de todo
tratamiento autónomo y jurídico profesional del derecho. Esto se aplica
especialmente a la creación jurídica teocráticamente influida, con su
combinación de exigencias éticas y preceptos jurídicos. (p. 604).
LAS COMUNIDADES POLÍTICAS
Es aquella cuya acción consiste en que
los partícipes se reservan la dominación ordenada en un ámbito y de la acción
de los hombres situados en él de un modo permanente o sólo provisional,
teniendo preparada para el caso la fuerza física, normalmente armada….,la
disposición al empleo de la violencia se halla vinculada con la dominación de
un ámbito determinado. Sin embargo, sólo existe una comunidad política
específica cuando la comunidad no solo es meramente económica y por tanto,
cuando posee ordenamientos que regulan cosas distintas de la posesión económica
de bienes y de la prestación de servicios. (p. 661).
El rango que modernamente disfrutan las
asociaciones políticas se debe al prestigio que impone en el animo de sus
componentes la creencia específica, muy extendida, en un especial carácter
sagrado - la legitimidad de la acción comunitaria por ellas establecidas -
inclusive y justamente cuando incluye en su seno la coacción física y el poder
de disponer de la vida y de la muerte. Esto constituye el consenso específico
entre sus miembros acerca de la legitimidad. Como ocurre efectivamente en la
época moderna, esta creencia en la legitimidad específica de todas las acciones
emprendidas por tal tipo de comunidad puede incrementar en tan gran medida, que
sólo ciertas comunidades políticas - ESTADOS - se consideran como únicas
capacitadas para permitir o conceder una
autorización para que las demás comunidades en general usen legítimamente la
coacción física. Así, para el desempeño y ejercicio de este poder existe en las
comunidades políticas enteramente desarrolladas un sistema de ordenaciones
casuística a las que se atribuye tal legitimidad específica. Se trata del
ordenamiento jurídico, cuya creación se atribuye en un modo exclusivo a la
comunidad política, porque esta ha llegado, en efecto, a ejercer el monopolio
consistente en dar vigor, mediante la coacción física, a tal sistema de normas.
Esta preeminencia del ordenamiento jurídico garantizado por el poder político
ha surgido y se ha desarrollado a través de un lento proceso, debido a que las
demás comunidades que poseían poderes coactivos especiales han perdido, por
efectos de los desplazamientos económicos y de organización, su poder sobre el
individuo, de suerte que se han disuelto o, sometidas al yugo de las
comunidades políticas, han visto su poder reducido o limitado por estas. Ello
es debido también a que han ido brotando en las comunidades políticas nuevos
intereses que ya no han encontrado lugar para manifestarse en las asociaciones
particulares, y a que sólo las garantías racionalmente organizadas
proporcionadas por las primeras han podido asegurar suficientemente un circulo
cada vez más amplio de intereses, especialmente de intereses económicos. (p. 663).
La idea de legitimidad (en lo
concerniente a la coacción) aparece casi
siempre que una asociación territorial es atacada desde el exterior en la
esfera tradicional de su dominio, y la totalidad de sus miembros toman las
armas para su defensa mediante un llamamiento general. (p.664).
Con la creciente pacificación y
ampliación del mercado aparecen, pues, paralelamente: 1) la monopolización de
la violencia legitima mediante la asociación política, que culmina en el
concepto moderno del Estado en cuanto ultima fuente de toda legitimidad del
poder físico; 2) la racionalización de las normas destinadas a su aplicación,
que culmina en el concepto del orden jurídico legítimo. (p.667).
El prestigio del poder y las “grandes
potencias”
Todas las formas políticas son
organizaciones de fuerza. Pero el modo y proporción en que se usa o se amenaza
usarse la fuerza dirigida hacia fuera, contra otras organizaciones análogas,
desempeña un papel específico en la estructura y el destino de las comunidades
políticas No toda forma política es en igual medida expansiva, en el sentido
que pretenda conseguir un poder dirigido hacia fuera; es decir un estado de
preparación para obtener el poder político sobre otros dominios y comunidades,
tanto en forma de anexión como de sumisión. Por lo tanto, las formas políticas
son formas de poder dirigidas hacia fuera en distinta proporción. (p.668).
Todo “poder” inherente a la forma
política lleva en su seno una dinámica específica: puede constituir la base de
una pretensión específica al prestigio por parte de sus miembros, pretensión
que influye en su conducta exterior. La experiencia demuestra que las
pretensiones de prestigio han ejercido siempre una influencia difícilmente
apreciable, en general, imposible de determinar, pero bien perceptible en el
origen de las guerras…también los intereses económicos naturales y
universalmente existentes de las capas que se nutren del ejercicio del poder
político. Tal aspiración al prestigio es un fenómeno extendido dentro de todas
las estructuras específicas de poder y, por tanto, también de las políticas.
(p.669).
…Pues como el sentimiento de prestigio
propende a fortalecer la creencia patética en la existencia real del propio
poder, los específicamente interesados en la estructura política del poder
están interesados en la estructura política de poder están inclinados a
formular sistemáticamente este sentimiento. Las comunidades políticas que se
presentan como portadoras del prestigio inherente al poder suelen llamarse
actualmente “grandes potencias”. Dentro del conjunto de tales comunidades
políticas, suele manifestar algunas, en tanto que grandes potencias, un interés
encaminado a los procesos políticos y económicos de un gran circulo, que
actualmente abarca casi siempre la entera superficie del planeta. (p.670).
La
NACIÓN es un concepto que, si se considera como unívoco, no puede nunca ser
definido de acuerdo con las cualidades empíricas que le son atribuidas. Quienes lo utilizan
le dan por lo pronto, el siguiente significado: la posesión por ciertos grupos
humanos de un sentimiento específico de solidaridad frente a otros. Se trata pues de
un concepto que pertenece a la esfera estimativa. Sin embargo, no hay acuerdo
ni sobre la forma en que han de delimitarse tales grupos ni acerca de la acción
comunitaria resultante de la mencionada solidaridad. (p.679)
DIVISIÓN DEL PODER EN LA COMUNIDAD:
CLASES, ESTAMENTOS, PARTIDOS
Todo ordenamiento jurídico (y no sólo el
“estatal) influye directamente, en virtud de su estructura, sobre la distribución
del poder dentro de la comunidad respectiva, y ello tanto si se trata del poder
económico como de cualquier otro. Por poder se entiende aquí, de un modo
general, la probabilidad que tiene un hombre o una agrupación de hombres, de
imponer su propia voluntad en una acción comunitaria, inclusive contra la
oposición de los demás miembros. Como es natural, el poder condicionado
económicamente no se identifica con el poder en general. Más bien ocurre lo
inverso: el origen del poder económico puede ser consecuencia de un poder ya
existente por otros motivos. Por su parte, el poder no es ambicionado sólo para
fines de enriquecimiento económico. Pues el poder inclusive el económico, puede
ser valorado “por sí mismo”, y con gran frecuencia la aspiración a causa de él
es motivada también por el honor social que produce. Pero no todo poder produce
honor social. El orden jurídico puede garantizar tanto el poder como la
existencia del honor. Llamaremos “orden social” a la forma en que se distribuye
el honor social dentro de una comunidad entre grupos típicos pertenecientes a
la misma.
Ahora bien, los fenómenos de la
distribución del poder dentro de una comunidad están representados por las
clases, los estamentos y los partidos.
Las clases representan solamente bases
posibles (y frecuentes) de una acción comunitaria. Así se habla de clases
cuando: 1) es común a cierto numero de hombres un componente causal específico
de sus probabilidades de existencia, en tanto que, 2) tal componente está
representado exclusivamente por intereses lucrativos y de posesión de bienes,
3) en las condiciones determinadas por el mercado (de bienes o de trabajo)
(situación de clases). Constituye el hecho económico más elemental que la forma
en que se halla distribuido el poder de posesión sobre bienes en el seno de una
multiplicidad de hombres que se encuentran y compiten en el mercado con
finalidades de cambio crea por sí misma probabilidades específicas de
existencia. (p.683).
La situación de clase significa,
últimamente la posición ocupada en el mercado…son intereses unívocamente
económicos, intereses vinculados a la existencia del mercado los que producen
la clase. (p.684)
Situación estamental es todo componente
típico del destino vital humano condicionado por una estimación social
específica - positiva o negativa - del “honor” adscrito a alguna cualidad común
a muchas persona. Este honor puede también relacionarse con una situación de
clase: las diferencias de clases pueden combinarse con las más diversas
diferencias estamentales y la posesión de bienes en cuanto tal no es siempre
suficiente, pero con extraordinaria frecuencia llega a tener a la larga
importancia en el estamento. (p.687).
Simplificando se puede decir: las clases
se organizan según las relaciones de producción y de adquisición de bienes; los
estamentos, según los principios de su consumo de bienes en las diversas formas
específicas de su manera de vivir; consecuentemente los partidos políticos se
mueven en la esfera del poder. Su acción está encaminada al poder social, es
decir tienden a ejercer una influencia sobre una acción comunitaria, cualquiera
que sea su contenido. En principio, puede haber partidos tanto en un club como
en un Estado. En oposición a la acción comunitaria ejercida por las clases y
por los estamentos, la acción comunitaria de los partidos contiene siempre una
socialización. Pues va siempre dirigida a un fin metódicamente establecido,
tanto si se trata de un fin objetivo - realización de un programa con
propósitos ideales o materiales - como de un fin personal - prebendas, poder y
como consecuencia de ello, honor para sus jefes y secuaces o todo esto a la
vez.
Por eso sólo pueden existir partidos
dentro de comunidades de algún modo socializadas; es decir, de comunidades que
poseen un ordenamiento racional y un aparato personal dispuesto a realizarlo. Pues la finalidad de los partidos consiste
precisamente en influir sobre tal aparato y, allí donde sea posible, en
componerlo de partidarios...Sus medios para alcanzar el poder pueden ser muy
diversos, desde el empleo de la simple violencia hasta la propaganda y el
sufragio por procedimientos rudos o delicados: dinero, influencia social, poder
de la palabra, sugestión y grosero engaño, táctica más o menos hábil de la obstrucción dentro de las asambleas
parlamentarias . Su estructura sociológica es necesariamente muy diversa, y
varía de acuerdo con la estructura de la acción comunitaria por cuya influencia
lucha, de acuerdo, con la organización de la comunidad en clases o estamentos
y, sobre todo, de acuerdo con la estructura de dominación que prevalece dentro
de la misma. Pues para sus jefes se trata precisamente de hacerse con esta
dominación (p.693).
DOMINACIÓN
Y GOBIERNO. NATURALEZA Y LIMITES DEL
GOBIERNO
DEMOCRÁTICO
Toda dominación se manifiesta y funciona
en forma de gobierno…El poder de mando, puede tener una modesta apariencia y el jefe puede considerarse como un servidor
de los dominados. Esto ocurre casi siempre en el llamado gobierno directamente democrático. Se llama “democrático” por dos
razones que no coinciden necesariamente: 1) porque se basa en la suposición de
que todo el mundo está en principio igualmente calificado para la dirección de
los asuntos comunes; 2) porque reduce a lo mínimo el alcance del poder de
mando. En tal régimen, las funciones de gobierno se transmiten simplemente
mediante un sistema de turnos…reservándose a los miembros de la comunidad todas
las decisiones importantes y correspondiendo a los funcionarios sólo la
preparación y ejecución de las disposiciones, así como la dirección de los
asuntos corrientes de acuerdos con los derechos establecidos por la asamblea de
los miembros.
Esta forma de gobierno tiene lugar
normalmente en asociaciones que presentan las siguientes características: 1)
limitación local, 2) limitación en el numero de participantes, 3) poca
diferenciación en la posición social de los participantes. Además, presupone,
4) tareas relativamente simples y estables y, a pesar de ello, 5) una no escasa
instrucción y practica en la determinación objetiva de los medios y fines
apropiados. (p.701).
LOS
TRES TIPOS PUROS DE DOMINACIÓN LEGÍTIMA.
La dominación, o sea la probabilidad de
hallar obediencia a un mandato determinado, puede fundarse en diversos motivos:
puede depender directamente de una constelación de intereses, o sea de
consideraciones utilitarias de ventajas e inconvenientes por parte del que
obedece; o puede depender también de la mera costumbre, de la mera habituación
a un comportamiento inveterado, o puede fundarse, por fin, en el puro afecto,
en la mera inclinación personal del súbdito. Sin embargo, la dominación que
sólo se fundara en tales móviles sería relativamente inestable. En las
relaciones entre dominantes y dominados, en cambio, la dominación suele
apoyarse interiormente en motivos jurídicos, en motivos de su “legitimidad”, de
tal manera que la conmoción de esa creencia en la legitimidad suele, por lo
regular, acarrear graves consecuencias..(p.706-707).
La dominación legal en virtud del estatuto.
Su tipo más puro es la dominación burocrática. Su idea básica es: que cualquier
derecho puede crearse o modificarse por medio de un estatuto sancionado
correctamente en cuanto a la forma. La asociación dominante es elegida o
nombrada, y ella misma y todas sus partes son servicios. Un servicio (parcial)
heterónomo y heterocéfalo suele designarse como autoridad. El equipo
administrativo consta de funcionarios nombrados por el señor, y los
subordinados son miembros de la asociación.
Se obedece, no a la persona en virtud de
su derecho propio sino a la regla estatuida, la cual establece al propio tiempo
a quien y en que medida se deba obedecer. También el que ordena obedece, al
emitir una orden, a una regla: a la ley o al reglamento de una norma
formalmente abstracta. El tipo del que ordena es el superior, cuyo derecho de
mando está legitimado por una regla estatuida, en el marco de una competencia
concreta, cuya delimitación y especialización se funda en la utilidad objetiva
y en las exigencias profesionales puestas a la actividad del funcionario. El
tipo de funcionario es el funcionario profesional…Su administración es trabajo
profesional en virtud del deber objetivo del cargo; su ideal es disponer…sin la
menor influencia de motivos personales y sin influencias sentimentales de
ninguna clase…(p. 707).
La dominación Tradicional: en virtud
de la creencia en la santidad de los ordenamientos y los poderes señoriales
existentes desde siempre. Su tipo más puro es el del dominio patriarcal. La
asociación de dominio es comunización; el tipo del que ordena es el señor, y
los que obedecen son súbditos en tanto que el cuerpo administrativo lo forman
los servidores. Se obedece a la persona en virtud de su dignidad propia,
santificada por la tradición: por fidelidad. El contenido de las ordenes está
ligado por la tradición, cuya violación desconsiderada por parte del señor
pondría en entredicho la legitimidad de su propio dominio, basado
exclusivamente en la santidad de aquellas.(p.709).
Dominación carismática, en virtud de
devoción afectiva a la persona del señor y a sus dotes sobrenaturales (carisma)
y, en particular: facultades mágicas, revelaciones o heroísmo, poder
intelectual u oratorio. Lo siempre nuevo, extracotidiano, lo nunca visto y la
entrega emotiva que provocan constituyen aquí la fuente de devoción personal.
Sus tipos más puro son el dominio del profeta, del héroe guerrero y del gran
demagogo. La asociación de dominio es la comunización en la comunidad o en el
séquito. El tipo del que manda es el caudillo. El tipo del que obedece es el apóstol.
Se obedece exclusivamente al caudillo personalmente a causa de sus cualidades
excepcionales, y no en virtud de su posición estatuida o de su dignidad
tradicional (p.711).
ESENCIA,
SUPUESTOS Y DESARROLLO DE LA DOMINACIÓN BUROCRÁTICA
Rige el principio de las atribuciones
oficiales fijas, ordenadas, por lo general, mediante reglas, leyes o
disposiciones del reglamento administrativo; es decir, 1) Existe una firme
distribución de las actividades metódicas - consideradas como deberes oficiales
- necesarias para cumplir los fines de la organización burocrática. 2) Los
poderes de mando necesarios para el cumplimiento de estos deberes se hallan
igualmente determinados de un modo fijo, estando bien delimitados mediante
normas los medios coactivos que le son asignados. 3) Para el cumplimiento
regular y continuo de los deberes así distribuidos y para el ejercicio de los
derechos correspondientes se toman las medidas necesarias con vistas al
nombramiento de personas con aptitudes bien determinadas.
Rige el principio de la jerarquía
funcional y de la tramitación; es decir, un sistema firmemente organizado de
mando y subordinación mutua de las autoridades mediante una inspección de las
inferiores por las superiores, sistema que ofrece al dominado la posibilidad sólidamente
regulada de apelar de una autoridad inferior a una instancia superior.
La administración moderna se basa en
documentos conservados…, y en el cuerpo de empleados subalternos y de
escribientes de toda clase. El conjunto de los empleados que trabajan a las
ordenes de un jefe junto con sus archivos de documentos y expedientes
constituye un negociado…(p.717). La actividad burocrática …presupone
normalmente un concienzudo aprendizaje profesional; su desempeño exige todo el
rendimiento del funcionario sin detrimento de la circunstancia de que pueda
estar bien determinado el tiempo que esté obligado a permanecer en la oficina
cumpliendo sus deberes…
La razón decisiva que explica el
progreso de la organización burocrática ha sido siempre su superioridad técnica
sobre cualquier otra organización. Un mecanismo burocrático perfectamente
desarrollado actúa con relación a las demás organizaciones de la misma forma
que una maquina con relación a los métodos mecánicos de fabricación. La
precisión, la rapidez, la univocidad, la oficialidad, la continuidad, la
discreción, la uniformidad, la rigurosa subordinación, el ahorro de fricciones
y de costas y objetivas personales son infinitamente mayores en una
administración severamente burocrática, y especialmente monocrática, servida
por funcionarios especializados… (p.730-731). La estructura burocrática corre
parejas con la concentración de los medios materiales en manos del jefe.
DOMINACIÓN
PATRIARCAL Y PATRIMONIAL
Entre los principios estructurales
preburocráticos el más importante es el que se refiere a la estructura
patriarcal de la dominación que se basa en la sumisión en virtud de una
devoción rigurosamente personal. Su germen radica en la autoridad de un dominus dentro de una comunidad
domestica. Su posición autoritaria personal tiene de común con la dominación
burocrática puesta al servicio de fines objetivos la continuidad de su
subsistencia, el carácter cotidiano. Además, ambos encuentran, en ultima
instancia, su apoyo en la obediencia a normas por parte de los que están
sometidos a un poder. Pero estas normas en la dominación patriarcal se basan en
la tradición, en la creencia en el carácter inquebrantable de lo que ha sido
siempre de una manera determinada. La
sumisión personal al señor es la que garantiza como legitimas las normas
procedentes del mismo. En este caso, sólo el hecho y los limites de su poder
proceden de normas que, aunque no han sido escritas, se han visto consagradas
por la tradición (p.753).
El sistema feudal crea existencias capaces de armarse a si
mismas y de someterse a ejercicios militares profesionales, que encuentran en
el honor del príncipe su propio honor, que hallan en la expansión de su poder
la de estas probabilidades de proporcionar feudos a sus descendientes y en la
conservación del dominio enteramente personal del príncipe ven el único
fundamento de legitimidad de su propia posesión feudal (p. 817).
LA
DOMINACIÓN CARISMÁTICA Y SU TRANSFORMACIÓN
Tanto la estructura burocrática como la
patriarcal son organizaciones entre cuyos rasgos más importantes figura la
estabilidad. Por consiguiente, son en este sentido organizaciones corrientes.
Especialmente el poder patriarcal arraiga en la satisfacción de las necesidades
normales cotidianas y tiene con ello su campo de acción originario en la
economía que pueden ser satisfechas con procedimientos normales y corrientes.
El patriarca es el caudillo natural de
lo cotidiano. La estructura burocrática es así sólo su contrafigura traspuesta
en la esfera racional. También ella es una organización permanente y, con su
sistema de normas racionales, tiene por finalidad la satisfacción mediante
procedimientos normales de las necesidades corrientes susceptibles de calculo.
En cambio, la satisfacción de las necesidades situadas más allá de las
exigencias planteadas por la cotidianeidad económica es, en principio,
enteramente heterogénea; es decir está fundada carismáticamente (p.847).
En oposición a toda especie de
organización oficial burocrática, la estructura carismática no presenta ningún
procedimiento ordenado para el nombramiento o sustitución; no conoce ninguna
carrera, ningún ascenso, ningún sueldo, ninguna formación profesional del
portador del carisma o de sus ayudantes, ninguna autoridad a la que se pueda
apelar. Tampoco pueden asignársele jurisdicciones locales o competencias
exclusivas. Y, finalmente, no existen instituciones independientes de las
personas y del estado de su carisma puramente personal en la forma de
magistraturas burocráticas. El carisma conoce solamente determinaciones
internas y limites propios. El portador del carisma abraza el cometido que le
ha sido asignado y exige obediencia y adhesión en virtud de su misión (p.848).
En oposición a todo dominio patriarcal,
el carisma puro es lo contrario a toda gestión económica ordenada; es
justamente el poder antieconómico, también, y precisamente, cuando, como el
héroe guerrero carismático, persigue la adquisición de bienes (p. 849). La
situación de autoridad carismática es por su misma naturaleza inestable
(p.850).
Si tanto el poder carismático como el
patriarcal se basan en la consagración personal y en la autoridad personal
ejercida por los jefes naturales en oposición a los jefes establecidos de la
organización burocrática, tal veneración y tal autoridad son en ambos casos muy
distintas. El patriarca disfruta de ellas, lo mismo que el funcionario, en
calidad de portador de disposiciones que no solamente han sido establecidas,
como las leyes y reglamentos de la burocracia, con finalidades humanas, sino
que desde tiempos inmemoriales ofrecen un carácter absolutamente válido. El
portador del carisma las disfruta en virtud de una supuesta misión encarnada en
su persona, misión que, si no siempre y de un modo absoluto, sí por lo menos en
sus representaciones más altas, posee un carácter revolucionario, subversivo de
valores, costumbres, leyes y tradición. Por inestable que sea la situación de
un poder patriarcal en manos de su poder concreto, representa en todos los
casos una estructura social de dominio que, en oposición a la estructura
carismática procedente de las situaciones de urgencia y entusiasmo
extraordinarios, se pone al servicio de lo cotidiano y, como lo cotidiano,
permanece inalterable en su función a través de todos los cambios de personas y
de ambiente. Ambas formas estructurales son accesibles a todas las esferas de
la vida (p.853).
La creación de un dominio carismático en
el sentido puro es siempre el resultado de situaciones singularmente extremadas
- especialmente de situaciones políticas o económicas, o psíquicas internas,
sobre todo religiosas -, y se origina por una excitación común a un grupo de
hombres, excitación surgida de lo extraordinario y tendiente a la consagración
al heroísmo de cualquier clase que sea. Pero de aquí se desprende que la fuerza
de una inquebrantable unidad y solidez, tanto por la fe del portador mismo y de
sus discípulos en el carisma como por la de los adeptos en el valor de su
miseria solo se dá en status nascendi. Si el movimiento que ha arrancado a un grupo
dirigido carismáticamente del círculo de lo cotidiano refluye otra vez en este
ultimo, el puro dominio del carisma queda cuando menos refrenado, trasladado al
campo de lo institucional y falseado. Entonces, es sometido a una mecanización,
o es sustituido por principios enteramente diferentes o confundidos y combinado
con ellos en las formas más diversas, de suerte que sólo la consideración
teórica puede destacarlo como un componente de la realidad empírica.
Por lo tanto, el dominio carismático
puro es, en un sentido enteramente específico, algo instable, y todas sus
alteraciones tienen, en ultima instancia, el mismo origen. Normalmente, el
deseo del jefe mismo, en todas las ocasiones el de sus discípulos y casi
siempre el anhelo de los adeptos carismáticamente dominados hacen que el
carisma y la felicidad carismática de los dominados se transformen de una
gracia libre exteriormente transitoria correspondiente a épocas y personas
extraordinaria en posesión permanente de lo habitual y lo cotidiano. Pero con
ello se transforma el carácter interno de la estructura. Tanto si el séquito
carismático de un héroe guerrero da origen a un Estado, como si la comunidad
carismática de un profeta, de un artista, de un filósofo, de un innovador ético
o científico da origen a una iglesia, a una secta, a una academia, a una
escuela, o si una agrupación carismáticamente dirigida con vista a una idea
cultural produce un partido o un aparato de publicaciones periódicas, en todos
estos casos la forma de existencia del carisma queda abandonada a las
condiciones de lo cotidiano y a los
poderes que lo dominan, especialmente los intereses económicos (p.856-857)
Tan pronto como
el dominio carismático pierde el carácter extremadamente emocional que lo
caracteriza frente a la vinculación a la tradición propia de lo cotidiano, tan
pronto como abandona su punto de apoyo puramente personal, la sumisión a lo
tradicional no es, ciertamente, lo único posible, pero es, particularmente en
periodos de escasa racionalización de la técnica vital, lo más probable y casi
siempre lo inevitable. Ahora bien, con ello parece abandonarse y perderse
definitivamente la naturaleza propia del carisma, y esto es lo que
efectivamente ocurre en tanto que se considere su carácter eminentemente
revolucionario. Pues de entonces en adelante se apoderan del carisma los
intereses de todos los que disfrutan de poder social y económico y pretenden la
legitimación de su posesión por medio de la derivación de una autoridad y un
origen carismático y, consiguientemente sagrados. Así, de acuerdo con el
autentico sentido, en vez de actuar revolucionariamente contra todo lo
tradicional o contra todo lo que se basa en una adquisición legítima de
derechos, el carisma influye justamente como el fundamento de los derechos
adquiridos. Y precisamente en esta función tan ajena a su propio carácter se
convierte en un elemento integrante de lo cotidiano. Pues la necesidad que con
ello satisface es una necesidad enteramente universal. Y ante todo por una
razón general (p. 858).
El dominio carismático no es en modo
alguno exclusivo de las primitivas fases de la evolución, así como en general,
en tres tipos fundamentales de la estructura de dominación no quedan
simplemente insertados de un modo sucesivo dentro de una línea evolutiva, sino
que puede surgir simultáneamente en múltiples combinaciones. Pero lo cierto es
que el destino del carisma queda pospuesto a medida que se desarrollan las
organizaciones institucionales permanentes (p.867).
LA
DISCIPLINA Y LA OBJETIVACIÓN DEL CARISMA
La suerte del carisma suele ser por
regla general que cede el paso a medida que se consolida la estructura
permanente de la acción comunitaria a los poderes de la tradición o a la
asociación racional. Considerando de modo general, su desaparición significa
una disminución del alcance de la acción individual. Sin embargo, entre todas
las fuerzas que hacen retroceder la acción individual, la más irresistible es
un poder que, además del carisma personal, extermina la organización basada en
el honor estamental o la transforma en un sentido racional. Este es el poder de
la disciplina racional. Substancialmente no es sino la realización
consecuentemente racionalizada, es decir, metódicamente ejercitada, precisa e
incondicionalmente opuesta a toda critica, de una orden recibida así como la
intima actitud exclusivamente encaminada a tal realización. A esta
característica se añade otra: la uniformidad de la acción ordenada….Sólo
mediante la disciplina se convierte la conservación del prestigio estamental y
la estereotipación de su modo peculiar de vivir en algo que ha sido en gran
medida consciente y racionalmente querido (p. 882).
La disciplina en general - lo mismo que
su forma más racional: la burocracia - es algo “objetivo” y se coloca con firme
“objetividad” a la disposición de todo poder que se interese por ella y sepa
establecerla (p. 882-883).
La lucha llena de vicisitudes entre
la disciplina y el carisma individual
tiene su clásico campo en la evolución de la estructura que adopta la táctica
guerrera. En este sector se halla determinada, naturalmente, en cierta medida
por motivos que se refieren meramente a la técnica bélica ( p. 884-885).
En cuanto a la posibilidad de un
desarrollo de la disciplina, la base económica en que descansaba la
organización del ejército en cada caso no ha sido el único factor determinante,
pero ha tenido una enorme importancia. Al contrario, influyó todavía más sobre
su organización social y política el papel más o menos importante desempeñado
por la disciplina como base de los ejércitos adiestrados….la disciplina
guerrera puede coincidir con muy diversas condiciones económicas. De todos
modos, suele tener muy diferentes consecuencias para la organización del
Estado, de la economía y aun de la familia, pues un ejercito enteramente
disciplinado era necesariamente en el pasado un “ejercito profesional”,
constituyendo por tal motivo el modo de sustentar al guerrero el problema más
importante. La forma originaria mediante la cual se constituyen tropas
preparadas y entrenadas, capaces de disciplina, es el comunismo de guerreros…de
una especie de cuartel…(p. 885-886).
Por el contrario, todas las formas de
organización militar descentralizada, de tipo feudal, suele implicar de modo
general un debilitamiento de la disciplina…y un aumento de la importancia
adscrita al heroísmo individual (p.887).
ORIGEN
DEL ESTADO RACIONAL
La lucha permanente, en forma pacífica o
bélica, de los Estados nacionales en concurrencia por el poder creó para el
moderno capitalismo occidental las mayores oportunidades. Cada Estado
particular había de concurrir por el capital, no fijado residencia alguna, que
le prescribía las condiciones bajo las cuales le ayudaría a adquirir poder. De
la coalición necesaria del Estado nacional con el capital surgió la clase
burguesa nacional…En consecuencia, es el Estado nacional a él ligado el que
proporciona al capitalismo las oportunidades de subsistir; así, pues, mientras
aquél no ceda el lugar a un estado universal, subsistirá también éste (p.1047).
El Estado racional, el único en el que puede prosperar el capitalismo moderno.
Se funda en la burocracia profesional y en el derecho racional.
El Estado es aquella comunidad humana que en el interior de
un determinado territorio reclama para sí (con éxito) el monopolio de la
coacción física legítima. La política sería así la aspiración a la
participación en el poder, o a la influencia sobre la distribución del poder,
ya sea entre Estados o, en el interior de un Estado, entre los grupos humanos
que comprende, lo cual corresponde también esencialmente al uso
lingüístico…El que hace política aspira
a poder: poder, ya sea como medio al servicio de otros fines - ideales o
egoísta -, o poder “por el poder mismo”, o sea para gozar del sentimiento de
prestigio que confiere (p. 1056-1057).
El Estado, es una relación de dominio de
hombres basada en el medio de la coacción legitima (es decir, considerada
legitima). Así, pues para que subsista es menester que los hombres dominados se
sometan a la autoridad de los que dominan en cada caso. Cuándo y por qué lo
hagan, sólo puede comprenderse cuando se conocen los motivos internos de
justificación y los medios externos en los que la dominación se apoya.
Motivos de justificación interior, o sea
motivos de legitimidad de una dominación hay tres en principio: la autoridad
del pasado, de la costumbre consagrada por una validez inmemorial y por la
actitud habitual de su observancia: es esta la dominación tradicional…Luego la
autoridad del don de gracia personal extraordinario (carisma), o sea la
devoción totalmente personal y la confianza personal en revelaciones, heroísmo
y otras cualidades de caudillaje del individuo: dominación carismática tal como
la ejerce el profeta o el príncipe guerrero escogido o el conductor
plebiscitado, el gran demagogo o el jefe político de un partido. Y finalmente,
la dominación en virtud de la legalidad, o sea en virtud de la creencia en la
validez de un estamento legal y de la competencia objetiva fundada en reglas
racionalmente creadas, es decir: disposición de obediencia en el cumplimiento
de deberes conforme a estatuto; esta es la dominación tal como la ejercen el
moderno servidor del Estado y todos aquellos elementos investidos de poder que
en este aspecto se asemejan. Se comprende que en realidad, condicionan el
sometimiento motivos muy poderosos de miedo y esperanza: temor de la
venganza…del dueño del poder o esperanza de recompensa en el otro mundo o en
este, al lado de otros intereses de la índole más diversa (p.1057).
La devoción de los dominados al carisma
puramente persona del caudillo tiene sus raíces en la idea de la vocación en su
expresión suprema. La devoción al carisma del profeta o del caudillo en la
guerra o del gran demagogo en la asamblea o el parlamento, significa que este
pasa por el conductor interiormente llamado de los hombres, que estos no se le
someten en virtud de costumbre o estatuto, sino porque creen en él (p.1057).
Toda empresa de dominio que requiere una
administración continua, necesita por una parte la actitud de obediencia en a
actuación humana con respecto a aquellos que se dan por portadores del poder
legítimo y, por otra parte, por medio de dicha obediencia, la disposición de
aquellos elementos materiales eventualmente necesarios para el empleo físico de
la coacción, es decir: el cuerpo administrativo personal y los medios
materiales de administración.
El cuerpo administrativo, que representa
externamente a la empresa política de dominio lo mismo que a cualquier otra, no
se halla ligado a la obediencia frente al detentador del poder por aquella sola representación de la legitimidad, sino
además por otros dos medios que apelan directamente al interés personal:
retribución personal y honor social. Los feudos de los vasallos, las prebendas
de los funcionarios patrimoniales y el sueldo de los modernos servidores del
Estado, constituyen la paga, y el temor de perderla constituye el fundamento último
y decisivo de la solidaridad del cuerpo de la administración con el soberano.
Esto se aplica al caudillaje carismático, a saber: honor militar y botín para
el séquito guerrero (p.1058).
LA
EMPRESA ESTATAL DE DOMINIO COMO ADMINISTRACIÓN.
DIRECCIÓN
POLÍTICA Y BUROCRACIA.
En el Estado moderno, el verdadero
dominio, que no consiste ni en los discursos parlamentarios ni en las proclamas
de monarcas sino en el manejo diario de la administración, se encuentra
necesariamente en manos de la burocracia, tanto militar como civil. Porque
también el oficial moderno superior dirige las batallas desde su despacho
(p.1060).
Desde el punto de vista de la sociología, el Estado moderno
es una “empresa”, con el mismo titulo
de una fábrica: en esto consiste precisamente su rasgo histórico específico. Y
se halla así mismo condicionada de modo homogéneo, en esta y en aquél, la
relación de poder en el interior de la empresa…En ambos casos, la
disposición de dichos medios está en manos de aquel poder al que el aparato de
la burocracia (jueces, funcionarios, oficiales, capataces, empleados, etc.)
obedece o a cuya llamada atiende; aquel aparato igualmente característico de
todas aquellas formaciones y cuya existencia y función están ligadas
indisolublemente, tanto como causa cuanto como efecto, a aquella “concentración
de los medios materiales de explotación” o, lo que es más, cuya forma
constituye socialización creciente significa hoy, inexorablemente
burocratización creciente.
Pero también históricamente, el progreso hacia lo
burocrático, hacia el Estado que juzga y administra asimismo conforme a un
derecho estatuido y a reglamentos concebidos racionalmente, está en relación
más intima con el desarrollo capitalista moderno. La empresa capitalista
moderna descansa internamente ante todo en el cálculo. Necesita para su
existencia una justicia y una administración cuyo funcionamiento puede
calcularse racionalmente, por lo menos en principio, por normas fijas generales
con tanta exactitud como puede calcularse el rendimiento probable de una
maquina (p.1061-1062).
La importancia de los abogados en la política
occidental a partir del advenimiento de los partidos nada tiene de casual. En
efecto, el juego político de los partidos significa, precisamente, juego de
elementos interesados. Y el llevar un asunto con eficacia en beneficio de los
interesados es precisamente el cometido del abogado de profesión. En ello, este
es superior a cualquier funcionario. Sin duda puede llevar con éxito, o sea
técnicamente bien, una causa apoyada por argumentos lógicamente endebles, o sea
en el sentido mala. Pero solamente él, también lleva con éxito una causa
apoyada en argumentos lógicamente sólidos, o sea en este sentido una causa
buena. En cambio, el funcionario en calidad de político convierte con demasiada
frecuencia mediante una conducción técnicamente mala una causa buena en si bajo
todos los aspectos en una causa mala (p. 1065).
Hay dos maneras de hacer de la política
una profesión. En efecto, se vive para la política o de la política. Esta
oposición no es de modo alguna exclusiva. Por lo regular, antes bien, ambas
cosas van junta... Por consiguiente, la distinción se refiere al aspecto económico.
Desde este punto de vista vive de la política como profesión el que aspira a
hacerse de ella una fuente permanente de ingresos y vive para la política aquel
en quien no sucede tal cosa (p.1066).… los políticos profesionales no se ven
directamente obligados a buscar para su actividad política una retribución,
como ha de hacerlo obviamente el que carece de medios de fortuna propios. Y por
otra parte tampoco significa, pej., que los políticos carentes de tales bienes
tengan sólo o preponderantemente en vista sus intereses privados en la
política, o que no piensen, o no piensen principalmente “en la causa”. Antes
bien, para el hombre acaudalado, la preocupación por su seguridad económica
constituye consciente o inconscientemente… un punto cardinal de su orientación
vital. En cambio el idealismo totalmente desinteresado y sin prevenciones se
encuentra, si no exclusiva sí por lo menos precisamente en las capas que,
debido a la falta de bienes de fortuna, están por completo al margen de los
círculos interesados en el mantenimiento del orden económico de una sociedad
determinada, siendo esto así, en particular, en las épocas excepcionales, es
decir: revolucionarias (p.1067)