INTRODUCCIÓN
Con este ensayo se pretende hacer una síntesis de los capítulos 11 y 12
del libro Las Ciencias Sociales como forma de Brujería del Autor
Stanislav Andreski[1]
que tratan sobre el Criptoconservadurismo Promiscuo y la Ideología
Encubierta por la Terminología. Posteriormente se intentará aplicar los
conceptos emitidos por el autor en la Armada de Venezuela.
EL CRIPTOCONSERVADURISMO
PROMISCUO
El criptoconservadurismo promiscuo consiste en la propagación del
conservadurismo (entendido este como la adhesión ciega a lo ya hecho) de manera
subrepticia por medio de proposiciones y definiciones carentes de valor
científico. En las Ciencias Sociales, según el autor, esto se ha hecho evidente
de forma notoria, aunque reconoce que “muchas de las ideas más importantes
sobre la naturaleza de la sociedad humana surgieron de la disputa acerca de
cómo hacer para mejorarla”. Estas disputas se han desarrollado entre
reformistas y conservadores, siendo estos últimos los que al parecer han
intentado evitar situaciones que pudieran afectar el precario equilibrio
existente en las actuales comunidades políticas. De allí el nombre del
capitulo. Este criptoconservadurismo se produce esencialmente por las
siguientes razones:
§
Conciencia en la fragilidad de la sociedad
humana, es decir, la posibilidad de describir situaciones o de hacer
proposiciones para mejorar su situación pueden causar conflictos indeseables y
por ese motivo optan por el mal conocido.
§
El intento de estar con todos a la vez. Ello es
notorio en las Organizaciones Internacionales, donde en general se busca el
consenso para afrontar problemas y para ello los interlocutores tratan de
expresarse en un lenguaje que satisfaga a todas las representaciones que
congregan a cualquier organización.
§
Así como en el caso anterior se buscaba “estar
bien” con todos por la naturaleza específica de asegurar un mínimo de
convivencia, hay otro caso que atañe más al individuo en el sentido de que este
busca no generar problemas de alguna naturaleza como medio de asegurar su
subsistencia. Los autores de tratados de matemática de la ex - Unión Soviética
son un ejemplo de ello, pero junto con ellos la serie de sociólogos que
hicieron trabajos sobre el tema en la década de los años sesenta y setenta.
Estas tres causas se pueden presentar juntas o separadas. La manera más
recurrente en que se han evidenciado estas manifestaciones criptoconservadoras es
a través del uso de “Tótem´s”, es decir, citar conceptos de otros autores para
reforzar o asegurar sus posiciones políticas o ideológicas, siendo los más
citados Karl Marx y Max Weber. Este uso de referencias previas es una manera de
los autores de no comprometerse directamente con alguna tendencia manteniendo
una especie de inocuidad en sus trabajos. El uso de Tótem evita la iniciativa y
la creatividad asegurando posibilidades de supervivencia como experto,
escritor, etc.
En la Armada de Venezuela el criptoconservadurismo se ha manifestado
doctrinariamente en la estructura que ha mantenido la organización desde que se
detuvo el plan de expansión naval que tuvo el país hasta los inicios de los
años sesenta. Esta doctrina ha sido heredada de la Armada estadounidense. La
influencia doctrinaria de Estados Unidos (ver gráfico) se hizo fuerte con las
operaciones UNITAS realizadas para preparar al continente ante una agresión
extracontinental, con la consolidación del Tratado Interamericano de Asistencia
Recíproca y con la creación de la Junta Interamericana de Defensa. Para
entender la manera como esta influencia se ha hecho manifiesta hay que hacer
mención sucinta de la Armada estadounidense.
La Armada estadounidense fue influida por un pensador nacido en ese país
que prestó sus servicios en esa fuerza llegando hasta el grado de
Contralmirante, este fue Alfred T. Mahan. Este Contralmirante publicó en el año
1891 un libro denominado “la Influencia del Poder Naval en la Historia” donde
describió como Inglaterra había llegado a ser un gran país gracias a su Armada.
Luego del éxito de ese libro este autor llegó a publicar otros trabajos de
estrategia y táctica naval para fortalecer la tesis esgrimida en el libro previamente
mencionado. Mahan expresó lo siguiente: “quien domine las principales rutas de
comercio marítimo, dominará el mar y el comercio mundial y quien domine el mar
domina al mundo”. La única manera de obtener este dominio es inutilizando al
adversario mediante el confinamiento o la destrucción de su flota y para poner
en practica este postulado se requería a su vez disponer de una poderosa fuerza
naval no sólo que pueda lograr ese cometido sino también proteger a las líneas
de comunicaciones marítimas propias.
Concebir una fuerza naval en esos términos implica una organización
militar pura, es decir que no se dedique a otra tarea que desvíe los recursos
existentes. En EE.UU. el Servicio de
Guardacostas, por ejemplo, concebido para la realización de tareas policiales,
no depende de la Armada y solo queda subordinado a ella en época de conflicto,
en época de paz o en periodos de turbulencia como el actual el servicio de
guardacostas estadounidense es conducido por otros órganos fuera de la
estructura militar[2].
Pensar en términos militares puros prepara a una fuerza naval a la
defensa o el ataque sin ningún tipo de perturbación. Desde el punto de vista de
diseño, la Armada es un instrumento coercitivo que puede ser empleado en guerra
para combatir al adversario y en paz para la diplomacia, o sea para disuadir al
potencial adversario. Pero en un mundo cada vez más exigente en lo atinente al
ejercicio de la autoridad (como consecuencia del aumento de los derechos y
responsabilidades de los Estados en el mar) los Estados se han visto obligados
a usar el único instrumento coercitivo en el mar, en otras tareas que van más
allá de los aspectos militares puros como lo son las tareas policiales
(represión de ilícitos, preservación de la vida humana, protección del medio
ambiente, etc.). En la Armada de Venezuela, esta situación fue abordada creando
un Comando de Guardacostas haciendo que existiesen dos Comandos operativos que
disponen de buques militares. Así pues, con la creación del Comando de
Guardacostas se hizo necesario establecer una doctrina que alejaba a los
miembros de dicho comando de las tareas militares puras, generando tensiones en
la organización.
De acuerdo a Mahan el poder marítimo de un Estado es la sumatoria de los
intereses marítimos y el poder militar en el mar. En EE.UU. la Armada ha
crecido debido a la necesidad de defender los intereses estadounidenses en
cualquier parte del mundo, ello significa que primero se han generado los
intereses y luego se han defendido. Los intereses marítimos se evidencian en el
uso del mar como vía de comunicación y fuente de recursos, si no se usan los
recursos hay que preservarlos y para ello se requiere de medios idóneos para
asegurar dichos intereses. Usar los medios de defensa para cumplir todas las
funciones disminuye las posibilidades de defender, pero hacer que crezca
Guardacostas es percibida como la minimización de la defensa. El
criptoconservadurismo en la Armada se ha evidenciado en el hecho que se le ha
dado preeminencia al aspecto defensivo, trayendo como consecuencia que los
medios de defensa cumplan todas sus funciones, reduciendo la disponibilidad
operacional para la defensa, agravada aún más por la limitación en la
asignación de recursos para asegurar un alto grado de alistamiento.
Los recortes presupuestarios consecuentemente han hecho que la
distribución de recursos sea plenamente justificada y normalmente se alega la
misión de acuerdo a la ley, o sea defensa de la integridad territorial,
preservar la soberanía etc. El problema estriba ahora en que si los puntos del
territorio que podrían provocar la defensa de la soberanía hasta el presente han
sido el Golfo de Venezuela y la fachada Atlántica, y disponer de los medios
para ello es necesario porque no se sabe cuando podría estallar un conflicto,
el resto de los aproximadamente 700.000 Km2 requieren que haya un
ejercicio de autoridad permanente (como ocurre en el Golfo de Venezuela) y
disponer medios sofisticados de defensa para ejercer la autoridad en un espacio
tan grande resulta oneroso.
Además de lo anteriormente expresado, con la Constitución Nacional
aprobada en el año 1999, se planteó una discusión sobre el futuro de la Guardia
Nacional debido a que se esperaba que ella cumpliese el papel de Policía
Nacional[3]
y al final de dicha discusión este componente preservó su condición militar
dándole a la Aviación, Armada y el Ejercito la posibilidad de realizar tareas
de policía administrativa e investigación penal. Pero junto con estas
discusiones, se presentaron otras dentro de la Armada entre los defensores de
las funciones policiales y los que pensaban que sólo había que cumplir tareas
militares puras.
Consecuentemente, la organización ha obrado de tal manera que se le han
dado preeminencia a los aspectos militares puros que podrían asegurar
eventualmente el cumplimiento del mandato constitucional en lo que concierne a
la defensa militar. Aquí se evidencia el criptoconservadurismo debido a que los
medios existentes se han justificado en función de una hipótesis de conflicto
de carácter territorial (límites marítimos no definidos y recuperación del
territorio esequibo) relacionados con la defensa y no en función de intereses
marítimos relacionados con los espacios que están bajo soberanía y
jurisdicción, puesto que la única manera de defender dichos espacios es
conociéndolo y ejerciendo la autoridad y ello se logra controlando el espacio y
no defendiéndolo.
Esta actitud conservadora es propia de las estructuras militares en
términos corporativos[4],
es decir, se busca preservar la institución manteniendo la cohesión interna, la
disciplina y la visión que se tiene de la organización, no obstante ello, a
pesar de haber disminuido la influencia que pudiera haber representado la
actividad de guardacostas, que paradójicamente se ha realizado en el país desde
la época de la colonia, la Armada al actuar bajo la visión militar pura tendrá
que afrontar una serie de retos relativos a la manera como se está haciendo la
guerra en la actualidad y en el futuro por venir.
Por otra parte, el conservadurismo al cual se ha hecho mención se acentuó
por el hecho de que se le diese mayor preeminencia a la infantería de marina en
perjuicio de la necesidad de hacer presencia en todas nuestras aguas soberanas
y jurisdiccionales. Este desvío tuvo como imagen paradigmática la infantería de
marina estadounidense y ello ha minimizado el papel de guardacostas y de la
defensa naval a pesar de los grandes esfuerzos realizados para evitar esta caída.
LA IDEOLOGÍA ENCUBIERTA
POR LA TERMINOLOGÍA
La ideología encubierta por la terminología es el uso de expresiones para
probar o desaprobar conceptos apoyados o combatidos por quienes lo pronuncian.
Cuando las intenciones cognoscitivas son mezcladas con intenciones
propagandísticas el problema de tratar de develar la ideología parece ser más
complicado.
En la Armada la ideología encubierta se evidencia en el uso de los
conceptos de seguridad y defensa que están presentes en la Constitución
Nacional[5],
con lo cual este componente se adhirió conceptualmente, por una parte, al
sistema mahaniano de una Armada centrada en las tareas militares puras a pesar
de la disminución de sus capacidades de defensa y, por la otra, al desarrollo
de una infantería de marina a imagen y semejanza estadounidense sin que la
armada dispusiera de capacidades de proyección marítima ni de defensa. La
seguridad es entendida como un estado de certidumbre para lograr fines y la
defensa como actos a los cuales se responde ante una agresión o amenaza con
ella en un momento determinado.
En este caso el problema es que dentro de la concepción mahaniana, la
Armada es un elemento del poder marítimo que permite la defensa de los
intereses del Estado en cualquier lugar del planeta y la defensa de la
integridad territorial, la soberanía y la independencia política, confinan a la
Armada a un espacio que eventualmente podría ser defendido con otros
instrumentos gracias a las bondades que otorga la tecnología. En este contexto
la ideología encubierta se encuentra representada, por una parte, por el
paradigma mahaniano-defensa que apunta a una visión conservadora discutida dentro
y fuera de la Armada que más que ayudar a preservarla la ha estancado y, por la
otra, ha seguido el paradigma de la proyección marítima dentro de una doctrina
de guerra de resistencia (proyección-resistencia) sin disponer de capacidades
para hacerla. Es decir, mientras las Armadas se han expandido a nivel
internacional, la Armada venezolana ha tendido a reducirse.
La Armada dejó de ser una dependencia del Ejercito en la primera década
del siglo XX como consecuencia del bloqueo que sufrió el país entre diciembre
de 1902 y marzo de 1903 (impuesto por Gran Bretaña, Alemania e Italia), y de
las exitosas operaciones que realizó en 1903 que permitieron poner fin a los
focos rebeldes de la revolución Libertadora. Luego de una serie de altibajos
esta institución obtuvo la autonomía funcional y presupuestaria en 1958,
durante la Junta de Gobierno que se instauró después de la caída del gobierno
del General Pérez Jiménez.
La influencia estadounidense en la Armada Nacional se hizo más directa
cuando la Guerra Fría se asentó en el continente y luego que terminó no pudo
desarrollar suficientemente capacidades adaptativas que le permitieran afrontar
los retos que han representado los cambios políticos ocurridos a partir del año
1998, constituyendo los paradigmas mahaniano-defensa y proyección-resistencia medio
que han favorecido su control desde el punto de vista político. En EE.UU. el
paradigma mahaniano ha evolucionado hacia una idea de control que preserva
algunos de sus conceptos y desecha otros puesto que para ellos ya no hay
amenazas marítimas serias. Para Venezuela el paradigma mahaniano y de
proyección dentro de una doctrina de guerra de resistencia contrariamente
apunta a la minimización de su fuerza naval y no a su crecimiento a pesar de
los graves problemas que ha presentado el país en la fachada Atlántica y en el
mar de Venezuela.
COROLARIO
El criptoconsevadurismo es una manera de encubrir mediante conceptos
carentes de rigor científico realidades que parecieran estar por encima de las
capacidades de los hombres para cambiarlas para el bien común. Según el autor
en la sociología ello pareciera ser un hecho recurrente. Por otra parte, la ideología
encubierta es una manera de operacionalizar este criptoconservadurismo mediante
el reforzamiento de aquellos conceptos que permiten a los individuos aferrarse
a lo ya existente bajo la quimérica idea de evitar “males mayores” y
preservando con ello un status quo asimétrico que más que preservar la
institución la ha colocado ante un desafío al que sólo la tradición podrá dar
respuesta.
[1] ANDRESKI, Stanislav.
(1973) Las Ciencias Sociales como forma de Brujería. Madrid. Editorial
Taurus. 1973. P. 175-210
[2] No obstante, hay que
destacar que con la lucha contra el trafico de drogas, la Armada estadounidense
ha sido obligada también a la ejecución de tareas policiales.
[3] De acuerdo con la
Constitución Nacional, además de existir una Guardia Nacional encargada de
preservar el orden interno, se prevé la creación de un cuerpo uniformado de
Policía Nacional.
[4] Perlmutter, Amos. (1982). Lo
Militar y lo Político en el Mundo Moderno. Madrid. Ediciones Ejercito. 398
p.
[5] Estas tareas están
referidas a lo policial y al desarrollo del país, establecidas en la
Constitución Nacional aprobada en el año 1999.