domingo, 28 de septiembre de 2025

CRÍTICA DE LA RAZÓN CUÁNTICA: EL MARCO RELACIONAL LÓGOI DE TIMOTHY EASTMAN COMO PROPUESTA AXIOMÁTICA

 


Resumen

Timothy Eastman desarrolló en Untying the Gordian Knot. Process, Reality and Context un sistema filosófico procesual denominado Marco Relacional Lógoi (MRL) cuyo fin es ofrecer un instrumento especulativo que permita, a través de una interpretación intuitiva y productiva, fomentar nuevas formas de observar el mundo y proporcionar una nueva perspectiva acerca de sus complejidades, que pudiese crear las condiciones de posibilidad para abrir nuevos espacios para ulteriores investigaciones. Para ello hizo, por una parte, una síntesis del estado del arte en la filosofía y en la ciencia que se expresan en: (1) física cuántica, (2) filosofía de procesos, (3) semiótica y biosemiótica, y (4) modelado y estudios de sistemas complejos, y por la otra, se apoyó en la intuición y el sentido común. Como estos dos últimos conceptos, en la actualidad, han adquirido un matiz cuántico hemos considerado el advenimiento de lo que se podría denominar razón cuántica y, por tanto, vamos a analizar críticamente el MRL para determinar su alcance. Para ello: en primer lugar, vamos a analizar el MRL como propuesta axiomática, en segundo lugar, vamos a valorar críticamente la propuesta de Eastman a partir del concepto de intuición cuántica y, en tercer lugar, vamos a valorar críticamente el concepto de sentido común cuántico como medio para que un ser pueda funcionar dentro de un contexto de cambios.

Palabras Claves: Lógos; física cuántica; conciencia integral; intuición; sentido común.

Introducción

Roland Omnès (1999) planteó la necesidad de acercarse al mundo cuántico desde el sentido común como medio para que un ser pueda ser-sí-mismo, no escindido en un mundo tecnológico[1]. A partir de esta propuesta Timothy Eastman (2020) desarrolló en Untying the Gordian Knot. Process, Reality and Context (UtGK…) un sistema filosófico procesual denominado lógoi framework que traducimos como Marco Relacional Lógoi (MRL) cuyo fin es ofrecer un instrumento especulativo que permita, a través de una interpretación intuitiva y productiva, fomentar nuevas formas de observar el mundo y proporcionar una nueva perspectiva acerca de sus complejidades, que pudiese crear las condiciones de posibilidad para abrir nuevos espacios para ulteriores investigaciones (UtGK, 3 y 8).

Con esta propuesta Eastman buscó establecer un principio racional (logos humano) siguiendo una visión ecológica del mundo en un esfuerzo de generar armonía incluyendo los dominios estéticos y míticos observados como formas de contribución a los modos de acción y lenguaje en la resolución de problemas en múltiples niveles (Pág., 07-09). Para ello sigue la noción de procesos, inspirados en desarrollos recientes en física cuántica, junto con la lógica y las relaciones, teniendo presente, en el caso de la procesualidad: lo local y lo global; en el caso de la lógica: lo binario / no binario (triádico) y; en el caso de las relaciones: la parte/todo; lo interno/externo, la extensión, la información, la semiótica como parte de un modelo de realidad relacional (Pág., 14).

El MRL, según Eastman, está inspirado en la centralidad de las relaciones que se derivan del concepto de Lógos de Heráclito[2], así como también de los conceptos de contingencia, necesidad y potencia que están presentes en el pensamiento whiteheadano, en especial, sus lecturas de las conferencias de Harvard de 1924-1925[3], y en las filosofías de las grandes tradiciones filosóficas de la Grecia postsocrática, Persia y del extremo Oriente, vamos a entender el MRL como una axiomática enmarcada dentro de una procesualidad, que se apoya en la lógica abductiva de C. S. Peirce y en el establecimiento de puentes entre la filosofía y la física moderna que, para nuestros efectos, se ha inmerso en muchas de las actividades que el hombre realiza en el mundo de hoy que pueden ser observadas como formas de control y/o escisión que impiden dar cuenta de la realidad[4].

En función de esta escisión Martin Heidegger (1938) planteó la necesidad de reducir la posibilidad de objetivación del Ser en un contexto signado por los desarrollos científicos y tecnológicos. Esta necesidad ha sido también expresada por Isabelle Stengers, entre otros. Desde esta perspectiva creemos que el estado de cosas expresado por los autores antes citados nos obliga a reflexionar profundamente acerca de cómo pensar una razón cuántica en esta realidad que ónticamente está signada por la tecnología.

Teniendo todo esto presente vamos a analizar el MRL para determinar su alcance para comprender la realidad que se rige, principalmente, por el principio de incertidumbre de Heisenberg que nos interesa por su carácter probabilístico y prospectivo, considerando la razón cuántica desde una metodología que incluye procesos, una intuición y el sentido común[5]. Por ello: en primer lugar, vamos a analizar el MRL como propuesta axiomática, en segundo lugar, vamos a valorar críticamente la propuesta de Eastman a partir del concepto de intuición cuántica y, en tercer lugar, vamos a valorar críticamente el concepto de sentido común cuántico como medio para que un ser pueda funcionar dentro de un contexto de cambios.

1.- El Marco Relacional Lógoi (MRL) como propuesta axiomática.

En el MRL Eastman sintetizó el estado del arte en la filosofía y en la ciencia. Esta síntesis se expresa en: (1) física cuántica[6], (2) filosofía de procesos, (3) semiótica y biosemiótica[7], y (4) modelado y estudios de sistemas complejos. Los dos primeros tienden a tener un enfoque diacrónico que entiende como clave para comprender la causalidad como proceso fundamental desde una perspectiva ontológica y los dos últimos tienden a tener un enfoque sincrónico que son fundamentales para comprender la emergencia, es decir, la creatividad y la generación[8]. En esta síntesis creemos que Eastman trató de entender procesualmente la experiencia inmediata con la finalidad de incluir aquellas experiencias que podemos entender como cotidianas y como contingentes considerando en estas últimas la inclusión de las experiencias obtenidas en laboratorio para comprenderlas intuitivamente y poder funcionar en el mundo.

Teniendo presente lo antes indicado, Eastman articuló su propuesta explicando la red de relaciones existente en el mundo real, los elementos que constituyen el MRL, cómo opera la relación de los órdenes causales, la potencialidad y actualidad y, los procesos cuánticos fundamentales y la estrategia del MRL como propuesta axiomática. Vamos a examinar sucintamente estos aspectos que consideramos esenciales para comprender su propuesta metafísica y axiológica[9].

a.- La red de relaciones existente en el mundo real.

Según Eastman, desde una perspectiva óntica, las interacciones que acaecen en el mundo real implican siempre secuencias de tríadas (entrada-salida-contexto), por ello sugirió la consideración de las siguientes nociones fundamentales: (1) proceso-sucesión, (2) lógica tanto de actualidad como de potencialidad, y (3) relación, donde se incluyen las relaciones locales-globales y todas aquellas asociadas con el concepto de proceso (UtGK, 22).

El aspecto crítico en esta red de relaciones es la lógica que está subyacente y permitiría valorar en sí misma la dificultad de la propuesta eastmaniana. Desde esta perspectiva, el MRL caracteriza estas redes a través de lo que se conoce como metaxología, es decir, el logos del entre porque cree que en este ‘entre’ se expresa la potencialidad[10]. El ‘entre’ lo entendemos aquí como el espacio de ‘ajuste’ dónde se produce la articulación o ensamble para producir armonía desde dos lecturas: la mística y la religiosa por lo que el ‘logos del entre’ lo observamos como el proceso de desocultación para poder entender espacialmente cómo se produce la armonía o desarmonía dentro de ese pre-espacio o espacio de indiscernibilidad. Este aspecto lo consideramos clave en lo que concierne al modelo de realidad relacional debido a que, en primer lugar, el acto de articular o ensamblar se produce en múltiples niveles que puede conducir a la armonía o desarmonía, en segundo lugar, este espacio de múltiples niveles expresa la potencialidad y, en tercer lugar, va a permitir observar las limitaciones de la propuesta eastmaniana al focalizarse procesualmente en el ser del ente.

La red de relaciones entendidas desde la articulación que produce el MRL de los elementos de la experiencia son considerados por el autor como casos de puro sentido común, es decir, conceptos que se presuponen en la práctica del proceso de ensamble (UtGK, 22). La importancia del sentido común para Eastman en concordancia con el pensamiento de Whitehead (1917), se basa en

that all thought common sense thought, scientific thought, and mathematical thought—is propositional, and always involves both concrete actuality and abstract potentiality, even though the share of the former component decreases, while the share of the latter component increases, as we shift from common sense to science to mathematics (Pág., 23).

Esta secuencia whiteheadana que va del sentido común al pensamiento matemático es lo que le permitió a Omnès pensar que el sentido común puede hacerse científico y finalmente matemático en un cierto grado. El sentido común que examinaremos más adelante es, en este orden de ideas, el plano de inmanencia a través del cual se produce el ensamble que para Eastman puede producir armonía[11]. Esto nos lleva a los elementos del MRL.

b.- Los elementos del Marco Relacional Lógoi.

Para comprender los elementos del MRL que producen el proceso de ajuste o de ensamble debemos tener presente dos cosas: en primer lugar, que el contexto general para pensar procesualmente unas secuencias de sucesos depende de dos tipos de lógica: una lógica estándar (booleana) basada en actualizaciones y una lógica de potencialidades que es una lógica no booleana (UtGK, 22-23)[12]. Ambas lógicas que consideran lo real y lo posible, según nuestro autor, permiten observar efectivamente lo ‘real’. Y, en segundo lugar, que el orden considerado por Eastman para relacionar esas dos lógicas está basado en la acción mediadora del tiempo que vincula lo actual con lo posible en una superposición de jerarquías de acaecimientos que siguen una estricta sucesión de entradas y salidas dentro de un contexto de restricciones y potencialidades que de alguna u otra manera permiten que las funciones que siguen caminos diferentes sumen sus amplitudes. Dicho proceso de vinculación es tanto local como contextual, es decir, un todo de múltiples capas que lo sintetiza bajo la conexión "local-global".

Podemos decir que esta vinculación o superposición de jerarquías contienen una superposición de ‘entres’ que no sólo se producen de forma sucesiva, sino también de forma simultánea que hacen compleja la aprehensión de los ensambles en cada nivel y dificultan el proceso de toma de decisiones. En este caso es que funciona la lógica anticipatoria debido a la dificultad de observar los ajustes que se producen en el ‘entre’ en diferentes niveles. De ahí la importancia que le dio al principio de incertidumbre de Heisenberg[13].

Aquí debemos decir dos cosas: por una parte, el carácter místico del pensamiento de Eastman lo observamos como una manera de decir lo inconmensurable de la física moderna que lo obliga a apelar a la intuición para producir nuevos marcos de racionalidad y, por la otra, una concepción diádica del mundo expresa immunity to a possible change y de adaptarse a los mismos. Así pues, la consideración del contexto reconoce la dificultad de conocer la realidad como acaece también en el mundo cuántico y la potencialidad que en cada contexto está subyacente (UtGK, 26-27)[14]. De forma sintética, el argumento general de Eastman es que la axiomática del MRL correlaciona de forma intuitiva tres roles de la potencialidad, es decir:

·         Las relaciones potenciales, junto con la actualidad, son componentes esenciales de lo “real”[15]; y expresan, por una parte, múltiples formas de emergencia creativa (generación y poiesis) y, por la otra, efectividad de acuerdo a los desarrollos recientes de la física cuántica;

·         La lógica anticipatoria, asociada con tales potencialidades, permite la obtención de nuevos conocimientos que pueden ser usados para el análisis de la causalidad, las relaciones físicas, los sistemas anticipatorios y la experiencia humana;

·         Las correlaciones de potencialidad podrían evidenciar también la coherencia de las relaciones físicas observadas a gran escala (“principio de universalidad”) entre los sistemas humanos (UtGK, 27-28).

El MRL considera por tanto los principios fundamentales de relación como los conceptos que relacionan tanto lo contingente, como las dimensiones potenciales del ser y el devenir. La dimensión contingente expresa que las cosas actuales pueden actuar y, la dimensión potencial no-contingente sólo puede actuar a través de su materialización en una o más cosas actuales.

c.- La relación de los órdenes causales, forma y hechos resultantes y la potencialidad y actualidad, los procesos cuánticos fundamentales y la relación local-global.

El modelo de Realidad Relacional es diacrónico y articula cuatro etapas de los procesos cuánticos fundamentales que concuerda con la triáda entrada-salida-contexto. Estos son los siguientes:

(1) estado inicial real/potenciales globales no contextualizados;

(2) estados potenciales/contextualizados localmente;

(3) estados probables / valoración de probabilidades / condicionalización de potencialidades / restricción de lo local por lo global / relevancia local de lo global / decoherencia;

(4) estado de resultado real / actualización de potencialidades / extensión de lo local a lo global / relevancia global de lo local.

Esta interacción local-global, según nuestro autor, por una parte, proporciona un fundamento al MRL a través de los dos órdenes lógicos antes indicados, correlacionada con hechos/actualizaciones y posibilidades respectivamente, junto con un carácter bidireccional y mutuamente implicado de las relaciones y, por la otra, proporciona una base para considerar todas las relaciones de entrada-salida dentro de un contexto dado.

En este proceso de interacción espaciotemporalmente nos movemos, según él, de la simetría a su ruptura y posterior asimetría y sigue la singladura de la actualización hasta pensar en una nueva forma de asimetría o armonía (UtGK, 68)[16]. Todo lo antes descrito le permitió a Eastman afirmar la condición de posibilidad de producir una conciencia integrada debido a que en el proceso de ensamble se genera una nueva dimensión espiritual. Por ello afirmó que

Eventually, with the emergence of consciousness, such self-aware beings evolve to become aware of their ultimate context, not just of multiscale contingencies (worlds-upon-worlds) but also aware of the noncontingent ground of contingency, which may be (or is sometimes characterized as) the spiritual dimension (Pág., 49).

Teniendo presente lo antes descrito, en el modelo de Realidad Relacional, Eastman trató de afirmar un realismo crítico que busca ser intuitivo y mantener un sentido común fundamental porque cree que permite con ello establecer una base consistente para la ética (Pág., 84).

d.-), La estrategia del MRL

El horizonte del MRL es lograr que un ser funcione armónicamente en el mundo, por tanto, para examinar la estrategia que propuso Eastman para desatar el nudo gordiano de problemas filosóficos clásicos nos enfocaremos, en primer lugar, en concepto de emergencia porque la entendemos desde el concepto de Lógos heracleitico, es decir, Physis, siguiendo a Heidegger (1943-44), así como desde el principio de creatividad whiteheadano, en segundo lugar, la relación mente-cuerpo y el proceso de la conciencia y, en tercer lugar, la carencia o no de base científica de los valores y los significados.

La emergencia, para Eastman, es la sumatoria de tres componentes: potencialidad, proceso y relaciones locales-globales puesto que desde la perspectiva cuántica el proceso fundamental implica una transición de las relaciones potenciales a la realidad con un abanico de posibles resultados. En este contexto, el modelo de Realidad Relacional considerado en el MRL incorpora la creatividad de la posibilidad óntica que permite espaciotemporalmente una emergencia óntica autóctona en el contexto de historias locales y globales de eventos lógicamente condicionados en un continuo extenso (UtGK, 79). Como se puede observar desde este Lógos humano se piensa la totalidad desde el ser del ente y no desde el ser-en-sí-mismo y este hecho lo consideramos como una de las limitaciones de la propuesta eastmaneana.

En relación al problema mente-cuerpo y los procesos que posibilitan la conciencia, Eastman expresó que la conciencia es una capacidad emergente de la mente que tiene la virtud de contrastar reflexivamente "lo que es" de "lo que podría ser" permitiéndole así tomar decisiones entre posibilidades alternativas que se expresan en salidas no booleanas (UtGK, 79). La autoconsciencia y los sentimientos, en este sentido, como surgen de la retroalimentación no lineal entre posibilidades alternativas pueden generar diferentes niveles de capacidades (Pág., 228). La conciencia, en este sentido, es el centro de gravedad del MRL porque ahí se ubica la característica intuitiva intrínseca del actuar del universo. Para Eastman, los aspectos internos y externos de la conciencia tienen elementos tanto físicos como relacionales en múltiples niveles. Además, la lectura triádica le permitió a nuestro autor pensar la conciencia como observación y experiencia básica para todos aquellos que poseen un grado de despertar de la misma (Pág., 225). En tales relaciones multinivel se posibilita la anticipación y la capacidad de respuesta de nivel superior a los entornos que se puede activar y acrecentarse gradual y sucesivamente como sigue: (1) emergencia de primer orden vista como acontecimiento, seguido de (2) emergencia/superveniencia de segundo orden; (3) los sistemas de emergencia/autoorganización de tercer orden; (4) la emergencia de cuarto orden (evolución); y (5) emergencia/conciencia de quinto orden (Pág., 155). En este sentido creemos, por una parte, que anticipar es creativamente armonizar, es decir, actualizar una asimetría para lograr el equilibrio y, por la otra, que la conciencia de quinto orden nos remite a la conciencia unificada o integral que examinaremos más adelante.

Finalmente, con respecto a la carencia o no de base científica de los valores y significado, Eastman expresó que el MRL proporciona una forma posible para transformar la formulación de este problema complejo sobre la base de la realidad de las potencias y los vínculos locales-globales en múltiples capas. Esta base incluye referencia y verdad y relaciones entre cosas y símbolos (Pág., 81)[17]. Dentro de este marco discursivo, Eastman definió el signo como una multiplicidad indivisible de procesos entendidos como la totalidad del mundo y su emergencia[18].

Aquí el problema para Eastman fue visualizar cómo el significado podría estar incrustado en el universo sin invocar ad hoc alguna entidad divina y por ello afirmó dos cosas: que “At its most basic level, meaning is a relational or contextual property of human experience” y que el MRL correlaciona sistemáticamente tales propiedades relacionales o contextuales para señalar un fundamento ontológico para el significado (Pág., 174). Es decir, apoyándose en Peirce y Wilber expresó que los múltiples niveles de contexto son la base del significado debido a que nuestras inferencias inmediatas del mundo, en cualquiera de estos niveles, siempre incluyen aspectos globales que la fluencia de la realidad los hace transitorios (Pág., 238-240)[19]. De ahí que, en una lectura que observamos cercana a Heidegger, por una parte, la verdad es un proceso continuo de desocultamiento donde el proceso en sí mismo es lo confiable y, por la otra, el ascenso de nivel que nos pudiese llevar a lo que Wilber denominó conciencia integral nos indica que el grado de despertar expresa la existencia de asimetrías que se expresaran en la existencia de diferentes grados de virtud que consideramos problemáticas desde una perspectiva práctica. Aquí donde también se observa la diferencia: la relación óntico-ontológica está inclinada en Eastman al ente y en Heidegger y en Wilber al Ser.

La idea de aplicar la teoría relacional dentro de esta estrategia, según Eastman, fue describir la naturaleza en términos de sistemas físicos que se representan (modelan) entre sí y que son en sí mismos expresiones de tales modelos con la finalidad de poder explicar la existencia y el comportamiento complejo (Pág., 166). La singladura de la no-linealidad que permite romper el nudo gordiano en una organización dinámica consiste, entonces, en:

·         Información que opera como un proceso a nivel cuántico y niveles de complejidad subsiguientes siguiendo relaciones fundamentales de entrada-salida-contexto.

·         Semiótica que se ubica en el origen de la semiosis orgánica y considera la relación signo-significado-código, así como los sistemas complejos.

·         Episteme que se ubica en la base de la semiosis interpretativa y considera la hermenéutica desde la relación materia-referente-interpretación.

·         Cultura que considera el origen de la semiosis lingüística (Pág., 170).

Estos aspectos expresan el ‘entre’ en términos de ensamble o de ajuste que permiten el establecimiento de redes de relaciones. El ensamble o el ajuste en sí mismo expresa, en sentido heracleitico, la tensión (como la del arco o la lira) que va a producir armonía o desarmonía. La armonía es la forma de superación que se va a traducir en duración de la red de relaciones.

Si bien el uso de la palabra griega Lógos, refiere a una forma de ley divina, el MRL, según Eastman, no considera uno de los propósitos centrales de las escrituras religiosas, es decir, la transformación (Pág., 248)[20]. No obstante, Eastman correlacionó su MRL con otras tradiciones (taoismo, vedanta hindú, el budismo mahayana, las religiones africanas o precolombinas) para superar esta limitación y darle universalidad de sus postulados y, pensar así, en sistemas anticipatorios mejorados basados en la potencialidad (Pág., 266-267). Según él, hay cuatro conceptos del MRL que parecen ser omnipresentes cuando se comparan con las otras tradiciones espirituales del mundo. Estos son:

(1) recognition of deep interdependence; (2) processual features (not substance or mechanism) as fundamental; (3) non-duality (denial of substance-object split), and (4) experience of a co-present spiritual dimension, both immanent and transcendent, even though such immediate experiences are radically contingent (Pág., 267).

La consideración de estos cuatro elementos le permitió a Eastman pensar que es posible romper el nudo Gordiano para entender lo que es real que enfrenta la humanidad como un todo de modo que fuese posible reescribir nuevas historias del universo que sean más éticas, más humanas, e incluso más sagradas que las escritas en el mundo occidental (Pág., 271). Por ello, según él, la apertura a la potencialidad pre-espacial y a otras formas de experiencia espiritual o psíquica, por una parte, pueden abrir otras posibilidades de acceder a relaciones potenciales de naturaleza contextual en el mundo real que pudieran, a pesar de los inconvenientes existentes, ser comprendidas como universales íntimos tal como los fenómenos de entrelazamiento en la física cuántica (Pág., 270) y, por la otra, puede crear la condición de posibilidad de abrir una hendidura que nos permita sumergirnos en la intimidad del universo y hacer frente a los desafíos que representan el nihilismo, la negación y las diversas formas de desesperación que conducen a la guerra, las pandemias, el sufrimiento humano y el deterioro de la habitabilidad en la Tierra (Pág., 274). Esto nos conduce al examen de la intuición cuántica como una de los fundamentos del MRL.

2.- MRL e intuición cuántica.

Eastman en su propuesta MRL se apoyó, en primer lugar, de la confluencia de los resultados de investigaciones que apuntan a la consideración de una nueva visión inclusiva de la realidad y, en segundo lugar, de un concepto de intuición intelectual desarrollado por Friedrich Schelling que nos ayuda a comprender la operacionalización de su propuesta metodológica. Esta intuición intelectual fue definida como

a form of knowledge gained through a reflective and imaginative experimentation and construction by the productive imagination of the sequence of forms produced by . . . the unconditioned totality, the self-organizing universe (UtGK, 275).

Esta forma de conocimiento, como veremos más adelante, es una síntesis de cuatro concepciones de la intuición: En primer lugar, el tercer género de conocimiento en Spinoza que remite a la idea adecuada y por consiguiente verdadera correspondiéndose con el conocimiento intuitivo de Dios[21]. En segundo lugar, a la idea de los seres organizados para pensar en una filosofía de la naturaleza. En tercer lugar, a la experiencia no-sensible whiteheadana y, en cuarto lugar, a la conciencia unificada e integral de acuerdo con Wilber. Por ello, nos interesa examinar esta intuición intelectual debido a que Eastman expresó que la intuición y la conciencia unificada podrían representar dos modos integradores distintos para conocer la realidad que a su vez podrían ser correlacionados y podría contribuir a hacer avanzar el conocimiento científico (UtGK, 253), y que si entendemos el universo bajo la perspectiva de autoorganización y de Physis la intuición podría ayudar a entender la armonía y/o la desarmonía. Por tal motivo, en primer lugar, vamos a analizar la realidad observada como mundo de posibilidades a la luz del MRL, en segundo lugar, vamos a analizar qué se entiende por conciencia unificada y, en tercer lugar, examinaremos la intuición como fundamento del MRL para funcionar en el mundo.

Con respecto a la realidad, estamos observando que esta se expresa al menos de dos formas: una experimentable con nuestros sentidos y otra no experimentable que entendemos nos puede afectar que Eastman busca unificar a través del MRL. La primera, espacio-temporalmente se rige por la física clásica y la segunda, cuya metafísica está en proceso de construcción está determinada por el mundo cuántico donde el espacio y el tiempo se presentan de manera diferente. A continuación, se va a examinar sucintamente qué se está entendiendo por realidad para comprender sus implicaciones en el plano de la decisión estratégica anticipatoria que propone Eastman.

La realidad observada desde la metafísica parte de manera estructural y sustantiva del uno de la respectividad al Todo de una realidad que es dinámica y acelerada desde el mismo momento que, en primer lugar, ha aumentado tecnológicamente la velocidad de los procesos orientados a alcanzar objetivos específicos relacionados con el transporte, la comunicación y la producción, en segundo lugar, como consecuencia de lo anterior, socialmente se ha producido una contracción del presente y, en tercer lugar, se ha producido una aceleración del ritmo de vida, según Hartmut Rosa, como “consecuencia del deseo o necesidad sentida de hacer más cosas en menos tiempo” (2016: p. 31). Según Rosa esta aceleración tiene un impacto social que no sólo puede conducir a formas de interferencias, de decoherencias o de “alienación social graves” que, por una parte, pueden ser consideradas como un obstáculo para aprehender la realidad y hacer viable el concepto de buena vida y, por la otra, puede conducir al establecimiento de estructuras totalitarias (Pág., 91).

Es desde esta perspectiva que los filósofos franceses Deleuze y Guattari (2008) buscaron que cada quién fuese capaz de producir su propia realidad debido a que consideraron al ser humano concreto como un modo de la realidad y en gran medida sujetado por ella en un contexto signado por el desconocimiento (de forma deliberada o no) de gran parte de lo que lo rodea. Estos autores buscaron que el ser sea un ser-siendo, un ser-en-sí-mismo, no escindido, no sujetado por una estructura de mediación o de experimentación que genera interferencias o superposiciones en un sentido similar al que denunció originalmente Martin Heidegger (1938) y cuyos efectos hoy en día estamos viviendo con mayor fuerza como consecuencia de la aceleración social y el desarrollo de la robótica y la Inteligencia Artificial Cuántica. Markus Gabriel (2017), por su parte, propuso la consideración de un nuevo realismo a partir de la limitada capacidad del ser humano de dar cuenta de la totalidad a través del desarrollo de un sistema teórico, una teoría del todo, como lo ha intentado la metafísica de manera histórica (Pág., 80). Lo expresado permite considerar la otra manera de entender la realidad.

La otra manera de entender la realidad se ubica en el plano científico. Este enfoque se puede observar desde dos perspectivas: la de Roland Omnès y la de Roger Penrose. Omnès (1999) expresó que gracias a las matemáticas formales apoyadas en los principios de la mecánica cuántica “el conocimiento científico era un conocimiento de la realidad que puede ser descrita a través de la decoherencia cuántica y las historias coherentes” (Pág., 65 y 216-234)[22]. Para ello se focalizó, en primer lugar, en el papel de la memoria como una pintura contemplativa del todo, en segundo lugar, en el papel de los sentidos, en especial la vista, como captadores de instantes (lo ‘Uno’) cuya sumatoria, en términos histórico, hacen el ‘Todo’ de la realidad y, en tercer lugar, en el sentido común como un puerto que alberga con gran certeza el sentido de la realidad haciéndose aparecer como la consecuencia de principios mucho más generales (Pág., 234).

Roger Penrose, por su parte, expresó que los científicos se preguntan cómo se comporta la realidad desde una perspectiva más moderada debido a que es difícil saber, como también lo indicó Gabriel, qué es lo que se está comportando así y por qué (2006: p. 137). Lo interesante es que el autor inglés habló de la decoherencia por el entorno que nos hace describir muchos universos para la realidad, es decir, hizo mención a una forma de sujeción que plantea un universo de posibilidades y hacen viables los pronósticos, pero hace difícil también la obtención de resultados que puedan ser considerados como verdaderos. Pero también expresó que los puentes existentes entre conciencia y mundo cuántico han adquirido una mayor consistencia como también lo consideró Eastman[23].

Eastman a través del MRL intentó superar estas concepciones de la realidad conteniéndolas todas dentro de una conciencia unificada. Pero, como se puede observar el conocimiento de la realidad es un problema complejo debido a la existencia de cosas que no se pueden percibir que experimentalmente se ha demostrado que existen y se denotan en un lenguaje diferente. Este hecho que afecta nuestra concepción del espacio y del tiempo indica que el campo de acción para que un ser pueda funcionar efectivamente se ubica, en la actualidad, en la facultad de juzgar, es decir, en la capacidad de producir conocimiento mediato de un objeto, frente a la inconmensurabilidad y dinamicidad de la realidad. Estos juicios fueron llamados por Whitehead intuición que examinaremos una vez hayamos analizado que se entiende por conciencia unificada[24].

Como ya indicamos, Eastman se apoyó, entre otros, en Ken Wilber para desarrollar su MRL. Su importancia para nuestros efectos tiene que ver con el concepto de conciencia unificada generada por un ‘despertar’ producido por una experiencia radical (o acontecimiento) en un mundo-como-percibido que expresa también potencialidad[25]. Esta conciencia unificada es abierta e integral y expresa una nueva manera de ser-en-el-mundo. Esta conciencia unificada en el mundo-real Eastman la asoció con lo ‘local’, pero en un movimiento que puede ser a su vez lineal y no-lineal que considera el contexto en que esta relación se produce. Una aproximación al mundo real, según el autor, que considere el contexto, en este sentido, lo observó como necesario para comprender su compleja totalidad desde una perspectiva estética. De acuerdo a la exégesis que hace Eastman Wilber distinguió estructuras de “crecimiento” o estados de “despertar” espiritual que han sido descuidadas en las cosmovisiones contemporáneas que impiden aprehender la totalidad que trató de abarcar con el MRL y permiten vivir a través de las diferentes perspectivas en lugar de ser sometido por ellas (UtGK, 241)[26].

Estas diferentes perspectivas, según Wilber (1996), se pueden lograr cuando se alcanza un estado puro de interpretación espiritual puesto que allí se incluyen todas las dimensiones del cosmos, es decir, Dios, la vida, la mente, el universo, el espíritu, el proceso evolutivo y la totalidad de las cosas en sí mismas a partir del reconocimiento de que somos expresión de una contingencia radical y de la necesidad de desocultar el Lógos de un espíritu en armonía e integración con el todo y la clave para la transcendencia. Según Eastman el proceso evolutivo tiene las siguientes fases: egocentrismo, etnocentrismo, universalismo (world-centric), y conciencia integral (ultimate meaning) (UtGK, 241). Esta conciencia unificada o integral permite “estar en sintonía con lo real, lo verdadero, lo bueno y lo bello, por lo que, en este sentido, verdad y cosmos son lo mismo desde una perspectiva identitaria” (Pág., 242). En Wilber el carácter triádico que está en el MRL lo observa Eastman en la siguiente nota: 

… the eye of the flesh, which informs us about the world of our senses; the eye of the mind, which allows us access to mathematics, ideas, and logic; and the eye of contemplation, which is our window to the world of spiritual experience (UtGK, 236).

Según la categorización de Eastman cada modo de conocer está estrechamente relacionado con el ser o el llegar a ser por lo que el propósito del autor fue demostrar que la referencia tanto a los múltiples niveles de contexto como al contexto último ha sido históricamente inevitable y, esta referencia tiene implicaciones importantes tanto para las nociones de valores y de significados como para la dimensión espiritual de la experiencia debido a que permite alcanzar otra forma de comprensión de la realidad en todos los niveles de la experiencia humana.

El problema, como veremos también, es que este derrotero hacia esa conciencia integral o unificada en el estado actual en que se encuentra la humanidad es desigual porque, por una parte, depende de la potencia de perseverar de cada individuo y ello de suyo tiene un impacto en la conformación de un nuevo sentido común basado en la espiritualidad debido a que depende del grado de despertar de cada individuo frente a lo divino y, por la otra, el contexto de cambios acelerados y de transición a un nuevo orden puede mantener, acentuar o reducir la desigualdad planteando la necesidad de instrumentar un enfoque prospectivo. Si bien Eastman reconoce las limitaciones para la instrumentación de su propuesta, consideró que a través del entretejimiento de los conceptos de la ciencia y la filosofía contemporáneas es posible intuitivamente lograr una síntesis de lo natural, lo existencial y lo espiritual. La intuición, desde nuestro ángulo de análisis, es el punto de aplicación de la propuesta de Eastman porque su desarrollo va a poder dar cuenta de la complejidad creciente del mundo de hoy y por venir y nos va a permitir funcionar eficazmente.

La intuición, en este sentido, la hemos intentado dimensionar en el hombre dentro de un contexto dinámico más general como lo es el universo en que vivimos con el fin de que fuese posible, observando cómo se comporta la realidad, establecer conceptos que nos permitieran funcionar eficazmente en un mundo donde están acaeciendo cambios acelerados que afectan nuestras formas de vida y de relacionamiento. Funcionar lo entendemos aquí como la acción deliberada de un ser para perseverar en la propia existencia tanto como vivir bien de forma individual como cooperativamente. Por ello, partimos de la creencia de que la creatividad y/o la productividad constituyen el modo en que se expresa el fluir de la realidad. Por tanto, debemos considerar este movimiento como fundamental para pensar en la armonía que debe existir entre el movimiento del cosmos y el de un ser-en-el-mundo. Esto nos conduce a las tres formas de conocer según Eastman.

En relación con el principio de contextualidad del MRL podemos decir que lo diádico obedece al ámbito de la ciencia y de la técnica que está relacionado con lo que vamos a entender como intuición clásica basada en el espacio-tiempo de cuatro dimensiones que podríamos entender como teleológica, lo triádico que está afectado por la técnica y por la ciencia obedece a otro tipo de intuición desarrollada de acuerdo con el contexto de movimiento en que un individuo se encuentre basado en el espacio-tiempo de cuatro dimensiones más la duración y, el contexto último de la espiritualidad que depende de cómo un ser se conecta con el Lógos desde la perspectiva heracleitico-heideggeriana se basa en cómo comprendemos nuestra relación con lo infinito. Es decir, la manera en que funciona el MRL para integrar estas maneras de entender la intuición se apoya también en la física moderna y ello nos obliga a pensar en una intuición cuántica como un modo en que Eastman cree que un ser pueda funcionar en el mundo.

La importancia de lo afirmado obedece a que la irrupción de la física moderna y la inteligencia artificial cuántica está trayendo como consecuencia la necesidad de que individuos y/o comunidades funcionen dentro de un contexto complejo desde el mismo momento que se están topando con una realidad física inaprehensible que experimentalmente pareciera explicar lo sumamente pequeño del mundo de partículas y lo sumamente grande de la astrofísica a partir de una unidad conceptual basada en una nueva concepción del mundo que Markus Gabriel (2017) denominó como la imagen científica del mundo. La causa de esta afirmación obedece a que la física cuántica desafía, por una parte, nuestra intuición clásica sobre cómo creemos que funciona el mundo debido a que los objetos que allí se perciben no se ajustan a los fundamentos de la física clásica (Becker, 2014) y, por la otra, nuestro sentido común está afectado por el hecho de que todos los conceptos de objetos clásicos con identidades bien definidas existen en determinadas condiciones de observación (Ballis, 2022).

Whitehead (1934) en La aventura de las ideas expresó que la intuición es la experiencia de una percepción no-sensible que se produce en el umbral de la conciencia que se materializa en la forma de un juicio[27]. Posteriormente, en Proceso y Realidad (PR), dividió estos "juicios intuitivos" en tres tipos: afirmativos, negativos y suspendidos. Los dos primeros tratan de la conformación comprensiva (afirmativa o negativamente) de datos externos. El tercer tipo de juicio intuitivo no afirma ni niega la conformidad con los datos permitiendo con ello no sólo crear novedad y contribuir al avance creativo del universo, sino también lo observó como esencial para el progreso científico debido a que permite establecer patrones (PR, 270)[28]. Eastman, a partir de este juicio suspendido, ha creído que la intuición puede operar como un integrador debido a que los enfoques establecidos en el modelo estándar de la mecánica cuántica son

adecuados para analizar la complejidad de las descripciones que se pueden representar en secuencias abstractas de símbolos, números o pasos computacionales, pero no dan cuenta de las características que no son distinguibles y contables en el objeto físico presente inmediato. Por lo tanto, frecuentemente conducen a resultados contrarios a la intuición cuando se aplican a sistemas dinámicos [reales] (UtGK, 169)[29].

Desde este ángulo de análisis la intuición y la conciencia unificada o integral para Eastman dan cuenta de las características que no son distinguibles ni mesurables con los recursos disponibles dentro de un contexto determinado[30]. Ahora bien, si tenemos presente este enfoque, Corsiglia et al. (2023) han considerado que la intuición cuántica de forma sintética puede ser explicada,

·         como una categoría ontológica específica de conocimiento o un tipo de proceso de pensamiento que es observado a través de la caracterización del pensamiento intuitivo o el conocimiento intuitivo desde un enfoque fenomenológico teniendo presente ideas fundamentales e intuitivas o patrones de pensamiento desde los cuales se puede obtener más información y se puede construir conocimiento sistemático.

·         como categoría epistemológica considerada como parte del conocimiento o un tipo de proceso de pensamiento. Desde esta perspectiva, las opiniones sobre la intuición expresada por científicos generalmente apuntan a cuatro orientaciones específicas, es decir: (a) para afirmar que es un proceso distinto del pensamiento analítico; (b) para describir la capacidad de una persona para detectar algo que sucede (p. ej., tener un coup d'oeil) o para obtener un resultado (p. ej., tener una intuición); (c) para creer que se puede desarrollar a través de la educación, como lo propone Eastman, pero que a algunos les resulta más natural; y (d) para considerar que la intuición es algo que uno puede sentir o experimentar.

La intuición en el MRL puede ser considerada, según Eastman, desde estas visiones ontológicas y epistemológicas en una lectura cuántica porque no sólo dan coherencia, sino también permite la integración de datos y conocimientos que evitan las paradojas, las inconsistencias y el contraintuicionismo (UtGK, 72-74). La coherencia desde la perspectiva histórica es lo que nos permite, a través del MRL, pensar desde un enfoque integrador que considera los tres dominios de la conciencia antes indicados en términos de tres formas básicas de intuición, es decir, la intuición directa (sensorial y afectiva), que correlaciona estímulos externos e internos en términos de experiencia y contextualidad y el tercero es un dominio integrador de la conciencia que, desde lo que denominó Whitehead como juicio suspendido, surge indirectamente a través de una superposición o co-ocurrencia de los niveles perceptivos y afectivos del ser humano permitiendo así, de forma unificada, no sólo un sentido de sí mismo, sino también un sentido de valor y significado que nos permite responder efectivamente como ser-en-el-mundo (UtGK, 252-253). Esta forma unificada la entiende Eastman como una experiencia unitiva de conciencia integrada donde el hombre es un ‘entre’ que puede sentir apoyo y armonía en términos de ‘Uno’ y ‘Todo’.

Ahora bien, si entendemos la intuición como una respuesta con respecto a lo múltiple que se encuentra dado corporalmente tal como realmente se muestra de forma directa de acuerdo con los tres tipos de juicios intuitivos whiteheadanos observamos que a esta lectura se agrega una visión indirecta. La indirecta, es la que Vera y Blanco (2023 a) consideraron a través de la consistencia, coherencia histórica y no-ambigüedad que nos permite observar lo ‘indirecto’ a partir de la secuencialidad. La suma de las dos formas de intuición es lo que podríamos denominar intuición cuántica. Pero, como la aprehensión directa e indirecta se producen en un mundo donde impera la novedad la intuición cuántica debe seleccionar, según Eastman, entre opciones reales considerando el largo proceso de descubrimiento e invención que ha acaecido a lo largo de la historia de la humanidad bajo la máxima kantiana de que todo lo que existe en él es bueno para algo. El MRL, desde la perspectiva eastmaniana, puede ser un medio para desarrollar y orientar la intuición dentro de un contexto de incertidumbre (UtGK, 84). Esto nos lleva al sentido común debido a que se corresponde con el plano de la praxis.

3.- El MRL y el sentido común cuántico.

El concepto de sentido común tiene una larga singladura que nosotros anclamos en la época de los pensadores presocráticos cuando consideraron los aspectos en que se desenvolvía la vida cotidiana desde una perspectiva mítico-religiosa. Desde nuestro ángulo de análisis Heráclito si bien no mencionó la expresión ‘sentido común’, la palabra ‘común’ dicha en diferentes acepciones nos permite afirmar que fue el primer filósofo del sentido común al correlacionar la palabra Lógos con lo común. Este Lógos asociado con lo común, siguiendo a Heidegger (1943-44), lo relacionamos con Physis y Cosmos a partir de aquello que es común a la naturaleza, es decir, producción, creatividad y poiesis. Sin embargo, “no se halla en la superficie misma de las cosas, sino que, por regla común, ‘suele esconderse’ dentro de cada cosa particular”[31]. La palabra ‘común’ la observamos en los siguientes cuatro fragmentos:

2. Siendo esta razón [logos] eternamente verdadera, nacen los hombres incapaces de comprenderla antes de oírla y después de haberla oído. Pues sucediendo todo según esta razón, {aquellos} se asemejan a los carentes de experiencia, al {no} hacer la experiencia de palabras y obras tales cuales yo voy desarrollándolas, analizando cada cosa según su naturaleza y explicando cómo es en realidad. Pero a los demás hombres se les esconde cuanto hacen despiertos, como olvidan cuanto hacen dormidos.

95 Los que están despiertos tienen un mundo común, pero los que duermen se vuelven cada uno a su mundo particular.

91a. Común es a todos el pensar.

91b. Menester es que quienes hablan con mente se hagan fuertes en lo común a todos, como la ciudad en la ley, y mucho más fuertemente aún. Pues todas las leyes humanas son alimentadas por la divina única, que impera tanto cuanto quiere, y basta a todo, y de todo redunda.

Como se puede observar de los cuatro fragmentos seleccionados Heráclito inclinándose por la razón señala a aquellos que viven aislados, aquellos que viven alienados o extrañados y aquellos que viven dentro de una comunidad que deben fundamentarse en el Lógos como expresión de lo común para lograr armonía. Pero, más allá del pensar qué es lo común en el Lógos en Heráclito.

Para Tallis (2018) Lógos es razón, proporción, cálculo, fundamento o principio. Para Francisco Bravo es un término heracleitico de significación múltiple y difícil de determinar debido a que incluye otros logos que Heidegger lo denotará como Lógos humano, es decir, por una parte “se relaciona con el sentido general de ‘medida’, ‘calculo’ y ‘proporción’” (Pág., 34). y por la otra, es “la ley de la existencia cósmica: la ley divina, arquetipo de todas las leyes, pues no solo regula la oposición y la armonía de los contrarios, sino que genera la realidad en su conjunto” (1998: p. 34). Siguiendo a Heidegger Lógos significa “recolección” y está asociada con Physis que entiende como “el ser del ente” en el sentido de generar o surgir (1943-44: p. 199-200 y 326). Al respecto indicó tres caminos para responder a la pregunta: ¿Qué es el Lógos? Estos son:

·         Entenderlo como uno (Ëv) y todo (παντα) a partir de la consideración de que el unir y el reunir con respecto al ente en el todo y, así, al mismo tiempo, al ente en cuanto tal, es una característica fundamental del Lógos (Pág., 286). Hemos visto que el unir y el reunir son características del MRL.

·         Considerar su acceso como colectar y coleccionar. Según Heidegger el Lógos se descubre como lo uno que reúne o colecta el todo (Pág., 294-295). Este Lógos, del que habla Heráclito, no es propiedad del ente, sino el propio ser que actúa en todo ente y constituye “la colección originaria que preserva el ente como el ente que es”, y explica inicialmente el desenmarañar “lo por-pensar originariamente” que permite garantizar al ser la construcción de nuestra referencia y alcanzar nuestra constitución esencial para posibilitar una transformación esencial (Pág., 303). En el MRL el pensar originario se produce por un impulso cognitivo que impulsa a su vez a la acción.

·         Accesarlo a través de la pregunta por ὁμολογεῖν (homologar) en tanto que “colectar” y “recolectar”. Este “colectar” y “recolectar” mantiene el sentido de la relación (relación de relaciones) que vamos a observar también en el MRL. Sin embargo, Heidegger expresó que el alma es tan profunda que ninguna investigación, en cualquier campo, pueda lograr conocerla, delimitarla o definirla (Pág., 309).

Estos tres derroteros antes indicados le permitieron a Heidegger afirmar que Lógos, orbitando en los fragmentos 50 (26M) y 45 (67M), es el “unificar de todo” y lo común es recolectar para unificar (Pág., 317), que también lo observamos en el MRL. La manera como concilió Heidegger los fragmentos antes citados para llegar a la re-colecta es el fragmento 101 (6M) (buscarse a sí mismo) puesto que, según él, se relaciona con los demás fragmentos que tratan sobre el Lógos (Pág., 339). En el MRL vamos a observar que para este “colectar”, en el sentido dado por Heidegger, se requiere también de un estado de conciencia especial que favorezca esta acción, pero que no parte necesariamente de la búsqueda de sí mismo sino de una capacidad cognitiva determinada. Desde esta perspectiva podemos decir que el sentido común es la forma general en que se presenta el ‘colectar’ en la medida en que podemos buscarnos a nosotros mismos.

Sin embargo, este concepto que en la actualidad está cobrando vida desde la perspectiva de la praxis como una fuente de conveniencia, adaptación y consenso para resolver problemas cotidianos y orientarnos en el entorno después de Heráclito ha tenido una historia cargada de óbices tanto en el plano de las ciencias humanas como naturales que han afectado su desarrollo para poder pensar en un sentido común cuántico según la conceptualización realizada por Omnès. De manera más específica Hans-Georg Gadamer apeló al sentido común como concepto fundamental del humanismo y saber históricamente heredado y circunscrito a los límites de una tradición debido a la generalizada metodización de la ciencia para construir una teoría hermenéutica que busca dar cuenta del tipo de experiencia propio de las ciencias del espíritu (2003:48). Esta teoría hermenéutica es conveniente tenerla en cuenta debido a que el contexto tecnológico en que estamos viviendo ha apuntado a una fragmentación social que ha sido agravada por el alto grado de aceleración social que estamos viviendo. Para Gadamer, el sentido común  

no es sólo cierta capacidad general sita en todos los hombres, sino al mismo tiempo el sentido que funda la comunidad… es el sentido de lo justo y del bien común que vive en todos los hombres, más aún, un sentido que se adquiere a través de la comunidad de vida y que es determinado por las ordenaciones y objetivos de ésta (Pág., 50-52).

Sin embargo, el sentido común es también limitado e insuficiente debido a que no nos garantiza, de forma inmediata, la verdad, la certeza o la profundidad de nuestro conocimiento. La causa obedece a que puede estar basado en prejuicios, errores, ilusiones o simplificaciones que nos impiden ver la realidad tal como es, o nos cierran la posibilidad de explorar otras perspectivas o alternativas.

Por su parte Karl Popper consideró que el conocimiento científico debe ser una ampliación o desarrollo del sentido común a pesar de ser inconsistente, vago y cambiante, muchas veces adecuados y verdaderos, pero muchas otras inadecuados o falsos debido a que proviene de los instintos y los juicios de individuos basados en los sentimientos o en la tradición (González, 2004). Para Popper, partiendo de la idea del cambio y de la evolución “Toda ciencia y toda filosofía son sentido común esclarecido”, con lo cual, todo sentido común y todo conocimiento científico puede ser criticado, corregido o rechazado en una suerte de escepticismo dinámico (1988: p. 42). Al ser un punto de partida el sentido común, aun desde una posición crítica por ser de carácter conjetural, posee una carga teórica anticipatoria a partir de disposiciones innatas o a priori que puede ayudar a que un ser funcione en el mundo desde un enfoque realista. Desde esta perspectiva Popper expresó que

está muy claro que no sobreviviremos si nuestras acciones y reacciones están mal ajustadas al medio. Puesto que las creencias están íntimamente ligadas a las expectativas y a la disposición a actuar, podemos decir que nuestras creencias más prácticas están más próximas a la verdad en la medida en que sobrevivimos. Así se erigen en la parte más dogmática del sentido común que, aunque no sea en absoluto fiable, verdadero o cierto, constituye siempre un buen punto de partida (1994: p. 72).

Es decir, se parte del ensayo y del error o de hacer conjeturas e intentar refutarlas a partir de un proceso de evolución que pudiera estar basado en la genética o en la tradición con la finalidad de buscar y encontrar regularidades o patrones. Desde esta perspectiva, se entiende que el conocimiento de sentido común está compuesto por elementos genéticos, conductuales y científicos que después de un proceso evolutivo ha permitido a un individuo funcionar desde una perspectiva práctica como una forma de conocimiento directo e inmediato, más o menos confiable hasta que se hace conocimiento científico (González, 2004: p. 142). Estas consideraciones nos conducen a profundizar un poco más acerca del realismo científico debido a que ayuda a tomar decisiones racionales y comprender las implicaciones de las teorías científicas sobre todo cuando hay que dar cuenta de una realidad caracterizada por la existencia de entidades inobservables cuyo comportamiento es responsable de la conducta de las entidades observables. Sankey (2010), en este sentido, expresó

En primer lugar, la reflexión sobre el lugar de los humanos en el mundo natural revela que la abrumadora preponderancia de objetos encontrados en nuestro ambiente inmediato –por no decir nada del resto del universo– existe independientemente del pensamiento y la experiencia humana. En segundo lugar, el realismo acerca de las entidades inobservables es una extensión natural del realismo acerca del sentido común. En tercer lugar, el realismo otorga la mejor explicación del éxito de la ciencia, en tanto el éxito empírico de las teorías es mejor explicado por medio de la verdad o la verdad aproximada de tales teorías. En cuarto lugar, como una derivación del así llamado argumento del éxito, el éxito de los métodos de la ciencia en producir teorías exitosas es mejor explicado por la confiabilidad de los métodos de la ciencia al alcanzar la verdad sobre el mundo (Pág., 48-49).

El acercamiento al sentido común obedece a que puede operar para producir un juicio práctico acertado debido a que va más allá de la mera observación y a que puede generar un cuerpo de creencias, a priori acerca de los objetos en nuestro ambiente, de la naturaleza de nuestras interacciones con estos objetos, y de los medios por los que podemos adquirir conocimiento de tales objetos. En este sentido, la ciencia nos puede enseñar cómo entender la experiencia del sentido común puesto que este último es una pre-condición para la interacción práctica exitosa con el mundo.

Isabelle Stengers (2022) trató de conciliar a través de Whitehead estas dos visiones del sentido común al afirmar que la puso en las manos de la filosofía para que le diera “una comprensión coherente” (Pág., 65), debido a que, según Whitehead, la filosofía tiene por tarea “soldar el sentido común con la imaginación” (PR, 35 y UtGK, 23) y, para ello, hay que darle importancia nuevamente al valor de la experiencia, aunque sea difícil de expresarla en palabras o aunque una teoría pueda descalificarla y ponerla en dificultad (Stengers, 2022: p. 18-20). Esto nos lleva al examen del sentido común cuántico.

Según Omnès, en la actualidad, el conjunto de ideas y formas de pensar han sido complementadas con concepciones científicas que han modificado dichas prácticas cotidianas que han hecho que el sentido común tienda a acercarse al conocimiento científico. Para Omnès las historias consistentes en la mecánica cuántica colocaron el sentido común sobre un fundamento firme para pensar en un ideal del mundo desde el mismo momento que ha permitido establecer patrones aplicables al plano intuitivo en lo concerniente a inteligibilidad, localidad y causalidad proporcionando una base firme para el conocimiento humano en términos de causas iniciales y finales. Es en esta estela de pensamiento en que se ubica el MRL eastmaniano en la medida en que se pueda sincronizar armónicamente la intuición frente a las diferentes formas de entender la realidad.

Así pues, tenemos dos concepciones del mundo hasta ahora incompatibles que permiten conocer la realidad desde la perspectiva de un ser-en-el-mundo: por una parte, una que se sustenta en la intuición y el sentido común que permite conocer el mundo sensible de lo a la mano y, por otra parte, otra donde el juicio intuitivo resulta deficiente debido a la particularidad del mundo cuántico por lo que se debe apelar al sentido común basado en las historias consistentes para posibilitar un conocimiento más amplio de la realidad. Desde esta perspectiva, el MRL podría ser también aplicable en la medida en que se haga común, pero a pesar de que toda la humanidad está siendo afectada por el mundo cuántico no toda ella va a tener acceso a ese modo de entender el mundo.

Philip Ballis (2022) expresó que la teoría cuántica da una explicación significativa de por qué los objetos clásicos existen[32]. Por ello, en algunos aspectos claves, el estado del arte de esta teoría basada en la medición revela por qué el sentido común tiene el rostro que tiene como veremos seguidamente. La medición aquí es lo que hace que los objetos se conviertan en cosa y, además, se conviertan en cosas con estados, posiciones, velocidades y otras propiedades definidas que pueden ser explicadas en términos clásicos[33]. Es decir, la medición es lo que hace que se puedan establecer patrones relacionados esencialmente con los estados de reposo y de movimiento. Desde este ángulo de análisis podemos decir que la medición (que se realiza en el mundo clásico y cuántico) es una especie de objetivación que se produce cuando se obtiene un resultado.

Por ello existe la idea en el mundo científico de que, por una parte, el mundo clásico y el mundo cuántico son aspectos complementarios de una realidad que permite hablar de la existencia de un sentido común y un sentido común cuántico y, por la otra, se ha buscado aunar los puntos de vista clásico y cuántico a través de una teoría adecuada de la medición que está, en los actuales momentos, en desarrollo[34]. El esfuerzo de aunamiento en cuestión explica en Eastman, de forma limitada, la consideración del contexto último de la espiritualidad. De igual forma, esta teoría de la medición está relacionada con el concepto de decoherencia.

La decoherencia acaece debido a la interacción con el entorno y este hecho, según Ballis, es lo que recuerda la física clásica y el sentido común. Si un objeto cuántico interactúa, según él, con otro ambos se vinculan en lo que denominó una superposición compuesta convirtiéndose en un solo sistema. Como resultado, la coherencia se expresa en el entorno puesto que el objeto cuántico no se puede dividir en entidades separadas. Por ello, cuando un sistema cuántico interactúa con su entorno imprime una huella que puede ser de variable intensidad y capturada mediante un dispositivo de medición clásico. La impresión múltiple obtenida por diferentes observadores de esta huella hace que tal objeto pueda tener algún tipo de propiedades objetivas de tipo clásico en función de los efectos que causa[35]. Un ejemplo de lo antes expresado lo constituye la posibilidad de registrar las trayectorias de todas las moléculas de aire que saltan de la mota de polvo, porque así se podría localizar la mota sin observarla directamente en función de la huella que deja en su entorno. Así pues, lo que se toma como sentido común cuántico, desde este ángulo de análisis, es la coincidencia en la observación realizada por varios observadores.

Por ello, Ballis (2022) afirmó que el sentido común debe surgir y debería expandirse a partir de la aceptación de que el mundo está fundamentalmente gobernado por reglas cuánticas, a pesar de que parecen ir profundamente en contra de la experiencia, así como acaeció cuando apareció el avión, es decir, la aeronave significó un punto de ruptura que obligó a la humanidad se adaptase a lo nuevo. Ello explica, como hemos indicado, el papel del sentido común que Eastman da al MRL a partir de una lógica contextualizada y de una conciencia integral y unificada. El conflicto entre lo clásico y lo cuántico, según Ballis (2022), no está en la física en sí misma, sino solo en la mente humana, con lo cual, el reto que se nos presenta, según él, es desarrollar nuestra intuición como ha acontecido en toda la historia de la humanidad como condición de posibilidad del desarrollo de una razón cuántica. Es desde esta perspectiva que Eastman expresó dos cosas: que alguna forma de contexto es inevitablemente relevante entre lo clásico y lo cuántico debido a que la existencia de múltiples niveles de contexto constituye la base del significado (UtGK, 240), de ahí la importancia de alcanzar un grado de conciencia unificada, y que el MRL es un instrumento para educar a la humanidad en esta fase histórica de desarrollo. Para el citado autor, es en estos múltiples niveles de unificación de las tres formas de conocer donde se puede pensar el sentido común a partir de la integración de una experiencia a partir de la consideración de varias perspectivas (Pág., 247). El modelado, en este sentido, es para Eastman un salto intuitivo que estéticamente permite hacer que las estructuras de vinculación o ‘ensamble’ en sentido heideggeriano, los ‘entres’, que conforman la red de relaciones sean consistentes (UtGK, 142).

Esto nos lleva a considerar la utilidad y la cooperación desde la perspectiva del sentido común en una lectura spinoziana debido a que hicimos sinónimas las palabras creatividad, producción y generación en sentido whiteheadano y heideggeriano. Spinoza nos indicó, que dentro de un contexto consciente de deseo y alegría lo útil para el hombre es el hombre mismo (E4pXVIIIs: p. 1461). Si consideramos que esta es la base del sentido común que fomenta la cooperación y, consecuentemente, el ensamble, indiferentemente de la escala, entonces podríamos pensar que, en el cosmos, desde una lectura eastmaniana, todos sus integrantes pueden concrecer hacia estructuras cooperativas más complejas perseverando en su propia existencia. Es a través de la concrecencia que puede alcanzarse la visión de Omnès desde una perspectiva cuántica en un mundo tecnológico.

Es en este punto donde nosotros encontramos la perspectiva estética en la Crítica de la Facultad de Juzgar como una pista para pensar en una nueva forma de organización de seres inteligentes a través del desarrollo de un sentido común cuántico[36]. Es decir, la utilidad, junto con el gusto, se presenta como elementos que desde el MRL podrían contribuir para la constitución de una nueva forma de ser-en-el-mundo. Su importancia obedece a que Eastman expresó que la experiencia humana de lo estético puede ser repensada en términos de relaciones fundamentales puesto que pueden habilitar la potencialidad y las conexiones entre lo local y lo global, así como con lo más íntimo del universo en términos de armonía (UtGK, 252). Pero debemos tener presente que el foco de Eastman es una episteme, el MRL, que genera asimetría en cuanto a la configuración de un modo de ser. Esto hace que volvamos a Lógos heracleitico de acuerdo con la exégesis heideggeriana porque el énfasis en el método que hace Eastman puede conducir a la conversión de un ser en un ente que creemos no está en la mente del diseñador del MRL.

Heidegger consideró que el alma humana y, con ésta, la esencia del hombre está fundada en el Lógos, lo absoluto, equiparándose con la causa más elevada de todo lo que surge y es creado, aunque nunca pueda alcanzarlo y es desde este estado que “el alma es y se torna la referencia al ente como ente en el todo” (1943-44: p. 342). Sin embargo, nos encontramos que el hombre se encuentra en una doble relación con el ente y con el ser y, en esta doble relación, en el hombre se está produciendo una desconexión con lo divino generando extrañamiento[37]. Debemos recordar que Eastman apela a la espiritualidad como medio para darle consistencia a su MRL considerando sus limitaciones. Si bien es cierto que Eastman pensó la reconexión con lo divino a partir de una nueva axiomática esta, por una parte, produce una diferenciación entre individuos en función del grado de despertar de la conciencia y de su relación con la ciencia y la tecnología actual y, por la otra, más allá de esa diferenciación se corre el riesgo no sólo de que se cosifique al ser que aplica el método en función del método en sí dada sus limitaciones, sino también la espiritualidad en función del fortalecimiento de una imagen científica del mundo.

Por ello, la sentencia 115 (M112) de Heráclito significa, según el filósofo alemán, que “la esencia del hombre reposa en sí misma, en la medida en que reposa en el presente del Lógos”, pero, tiende a creer, por una parte, que en el sentido contemporáneo de la eficiencia el ente constituye el ámbito de su evasión y por tanto se dedica a este, desdoblándose, extrañándose y destruyéndose en el mismo y, por la otra, que para el hombre, erróneamente y en los actuales momentos, el ser es dado por el ente y en el ente (Pág., 383).

En relación con el segundo aspecto, el Lógos humanos desde la perspectiva cuántica del MRL ciertamente Eastman busca, como indicamos, la relación con el ser desde la espiritualidad, pero no lo hace desde el ser humano en sí, sino desde la esencia de la técnica que se sustenta en la estructura de acción actual del mundo que en sí disminuye la libertad del hombre[38]. Para el MRL de Eastman Dios está fuera de nosotros y hay que buscarlo, no está dentro de nosotros, por lo que la propuesta de este autor tiene su foco en el ser del ente, es decir, la técnica creando las condiciones de posibilidad de acentuar el extrañamiento del ser dentro de un contexto de aceleración social.

4.- Corolario.

Eastman concibió su MRL fundamentándose en la intuición y el sentido común en una lectura cuántica como condición de posibilidad para pensar en una razón cuántica que nos permitiera responder a la pregunta ¿Qué podemos saber?, así como en su momento se preguntó Immanuel Kant con la finalidad de poder funcionar en el mundo dentro de un contexto signado por el cambio acelerado. Sin embargo, para ello se requiere que los seres humanos adquieran un grado de despertar que posibilite el desarrollo de una conciencia integral y unificada que haga viable su propuesta epistémica. En este sentido, para que su propuesta sea consistente debería considerar que:

·         A pesar de que el MRL es una propuesta que se apoya en métodos cuánticos, entre otros, en la medida en que se produzca el entretejimiento entre ciencia y filosofía, en esa medida se podrá hablar de razón cuántica de una forma más consistente.

·         Los diferentes grados de despertar de la conciencia van a fomentar diferentes formas de conocer y, por ende, de funcionar que seguramente van a generar nuevas formas de diferenciación social a pesar de las mejoras que puede proporcionar a la humanidad. Este hecho es más patente cuando se considera que se debe desarrollar la capacidad para intuir de dos maneras diferentes un mismo hecho para funcionar de manera eficaz dentro de un contexto de sentido común como lo preconizó Omnès.

·         La instrumentación del MRL implica el desarrollo de la capacidad de operar (en términos reales y potenciales) una gran cantidad de datos que sólo está siendo posible a través de la inteligencia artificial generativa. La conciencia integral o unificada, en este sentido, podría ser entendida como una capacidad multiperspectivistica que metafóricamente la podemos expresar como la capacidad de observar de forma integrada un cuadro cubista de Pablo Picasso que en la propuesta de Eastman no está operacionalizada.

·         El MRL, en sí mismo, se presenta como una téchnē que además de los aspectos prácticos (praxis) ya indicados se presenta como una episteme que se está usando para conocer la forma en que se produce la conciencia con lo cual el MRL podría contribuir aún más a la objetivación del ser en relación con la ciencia actual.

Finalmente se puede afirmar que Eastman hizo una propuesta cuyo fundamento cuántico se encuentra en un proceso de construcción a pesar de que ya vivimos en un contexto donde está siendo usado considerando las tecnologías que actualmente están a nuestra disposición. Esta realidad nos obliga a sumergirnos con el equipamiento básico de supervivencia para mantener nuestra esencia y construir así otra manera de ser-en-el-mundo acorde con la nueva fase histórica que vive la humanidad.

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[2] Ver al respecto: Tallis (2018)

[3] De estas conferencias Eastman extrajo una metodología basada en una generalización imaginativa; la metáfora orgánica entendida como una nueva visión ecológica; una filosofía crítica de la abstracción y del cientificismo y; finalmente, una filosofía inclusiva y realista que, según él, concuerde con el sentido común (UtGK, 207-208).

[4] Ver al respecto: Omnès (1995). Por otra parte, el término proviene del griego Axios (αξιος), que denota algo ‘valioso’ que nos ayuda a ‘valorar’. La axiomática la vamos a entender como el Lógos que permite comprender y ‘valorar’ aproximativamente con certeza y claridad la realidad desde un universo del discurso.

[5][5] Según este principio hay parejas de propiedades de una partícula que no se pueden conocer con exactitud simultáneamente. Las dos parejas más destacadas son, por un lado, la velocidad y la posición y, por el otro, la energía y el tiempo en la que posee esa energía sin afectar a la partícula. Es decir, sólo es posible determinar la probabilidad de que la medida dé un valor dado. Su importancia, para nuestros efectos radica en que a pesar de que el universo nos pone límites y/o creamos mutuamente en el sentido que esa separación entre el universo y nosotros no existe, también abrió muchísimas posibilidades para el desarrollo de una nueva física.

[6] Eastman hizo una síntesis de los fundamentos del MRL para producir una unidad del conocimiento quedando enmarcado en lo que Markus Gabriel denominó y criticó como monismo filosófico debido a la imposibilidad de dar cuenta del todo a través de un sistema único (2017: p. 232).

[7]La biosemiótica se encarga del estudio de los sistemas vivos bajo un enfoque interpretativo que los considera como un sistema de signos o estructuras comunicativas, e involucra la descripción y análisis de varios códigos orgánicos. Desde este concepto Eastman entiende la biología como una ciencia de la interfaz en la que estas dos ciencias se encuentran, una interfaz en la que estudiamos el origen y la evolución de los procesos de signos, semiosis (Pág., 202).

[8] La emergencia es una palabra que la consideramos como similar a Physis y al principio de creatividad de Whitehead (1929). ‘Physis’ es entendida, desde esta perspectiva, como producción o como generación o surgimiento y proceso. Eastman asoció también Lógos con Physis.

[9] Dalla-Chiara y Giuntini a propósito de la existencia de Lógos cuántico, en sus diferentes formas admiten, a pesar de su carácter abierto y no binario, descripciones consistentes de los fenómenos que acaecen a nivel microscópico (2002: p. 226).

[10] El análisis del ‘entre’ también lo encontramos en Deleuze y Guattari (2008). El ‘entre’ es una palabra que, en la actualidad, integra y hace inteligibles los fenómenos y acontecimientos que impregnan nuestra época debido a su carácter encubierto, no-revelado, y a pesar de ello se manifiesta por sí mismo. A esto se le llama metaxología. Ver al respecto: Flores (2017).

[11] La potencialidad, en la exégesis heideggeriana de Heráclito es el ensamble inaparente [ousia] (fragmento 54, M9 y M, 28 y Heidegger, 1943-44). Entendemos lo inaparente como la naturaleza del ajuste que el MRL intenta de forma intuitiva desocultar.

[12]En la consideración de estas dos lógicas, Eastman se apoyó en C. S. Peirce (1973).

[13] Teniendo presente lo ‘real’, lo local / global y lo contextual, el concepto de relaciones, incluye, además, las relaciones parte/todo, lo interno/externo, las relaciones de relaciones y las álgebras de relaciones por lo que las relaciones fundamentales son diádicas o triádicas teniendo presente que las primeras están contenidas en un contexto triádico (UtGK, 23-24). El álgebra relacional, en sentido básico, es el conjunto de operaciones simples sobre tablas relacionales a partir de las cuales se definen operaciones más complejas mediante composición. El método consiste básicamente en crear o construir nuevas relaciones a partir de relaciones existentes. En términos de mecánica cuántica, su importancia radica en que esta como es una teoría sobre la descripción física y su valoración de sistemas físicos por parte de un conjunto de observadores en relación con otros sistemas y otros observadores, permite, por una parte, hacer una descripción completa del mundo y, por la otra, establecer nuevas relaciones. Sobre mecánica cuántica relacional, ver: Fraasen. (2010). Ver también: Algebra relacional: Disponible: http://cidecame.uaeh.edu.mx/lcc/mapa/PROYECTO/libro14/33_algebra_relacional.html

[15] El carácter triádico obedece a que “The notion of the complete self-suffciency of any item of finite knowledge is the fundamental error of dogmatism. Every such item derives its truth, and its very meaning, from its unanalyzed relevance to the unbounded Universe background” (Whitehead, 1948:78).

[16] Eastman entendió la causalidad como una eficacia por la cual un proceso o estado inicial dado (la causa) garantiza efectivamente la ocurrencia de otro estado o proceso (el efecto) (UtGK, 97).

[17] Estas múltiples capas básicamente se refieren a la consideración del significado desde tres perspectivas:

·         Como fenómeno, es decir, como presencia dada según Edmund Husserl y Martin Heidegger.

·         Como relación según un lenguaje basado en la filosofía analítica según Gottlob Frege o Bertrand Russell.

·         Como un proceso semiótico según Charles Peirce (1973: p. 20-25), John Deely o una filosofía procesual de acuerdo con Whitehead (UtGK, 81).

[18] Para el autor, tener valor es (1) haber incorporado los valores de otros (concrescencia), (2) convertirse posteriormente en un valor (instrumental) para otros (principio de relatividad), y (3) contribuir así a la experiencia de valor del todo (UtGK, 189).

[19] Ken Wilber nos habló de cuatro niveles de conciencia: egocéntrica, etnocéntrica, mundicéntrica (universal) e integral (significado último). Ver también: Eastman (UtGK, 241).

[20] Eastman afirmó la existencia de una realidad divina debido a que la confirmación de una hipótesis de Dios (a favor o en contra) ciertamente no puede ser resuelta por ningún conjunto de proposiciones basadas únicamente en la ciencia. Y agregó que, dada la dificultad de estas cuestiones especulativas, puede ser mejor confiar en el conocimiento y la experiencia intuitivos propios, considerados de manera más inclusiva con atención a la experiencia humana en todos los tiempos y culturas, e informados por los mejores conocimientos filosóficos y teóricos y el conocimiento científico. Desde esta perspectiva cree que la razón puede asociarse con la fe (UtGK, 262-263).

[21] Benedicto de Spinoza definió a Dios como es esa naturaleza (universo), o sea una sustancia infinita con infinitos atributos que expresan una esencia eterna e infinita e infinitos modos (E1defVI: p. 1147).

[22] Esta es una forma de predicción que actualiza el modo de explicar axiomáticamente el trayecto de una función de onda.

[23] Hay que tener presente que en cuanto al mundo cuántico los fenómenos de superposición, decoherencia y entrecruzamiento se produce en un espacio que ha sido inaprensible. Ver también: Penrose, R. (1996).

[24] La intuición da sentido y significado a los conceptos formales que son producidos. Ver al respecto: Falkenberg, B. (2006).

[25] El concepto de experiencia pura también está presente en el pensamiento de William James y de Kitaro Nishida. Ver: Osaki, Harumi (2015).

[26] Este estado de despertar nosotros lo asociamos con la palabra acontecimiento que Heidegger (1957) denominó ereignis, es decir, el acontecimiento de transapropiación que genera la emergencia.

[27] Whitehead (1917: p. 231-5 y 209-210).

[28] Mahootian expresó que esta forma de "suspensión" del juicio intuitivo se corresponde con la inferencia abductiva de C. S. Peirce que es creativa y especulativa, originaria y no reproductiva (2016:76).

[29] Ver también: Mahootian (2016: p. 86).

[30] Al respecto, debemos recordar que Niels Bohr y Werner Heisenberg exigieron que la teoría cuántica fuese interpretada intuitivamente mediante descripciones clásicas complementarias de los fenómenos observados. Esta exigencia generó una brecha entre los mundos de la física cuántica y el mundo clásico, que ha dificultado la construcción de una teoría de la intuición cuántica. Ver al respecto: Valladares, D. y Sanz Ferramola, R. (2011).

[31] Marcovich, M. (1968:27 y 41) o (M, 27 y 41).

[32] Teniendo todo esto presente, debemos agregar además que los objetos cuánticos, desde una perspectiva teórica, tienen una naturaleza ondulatoria y, en consecuencia, pueden presentar interferencia cuando se superponen o cancelan entre sí. A propósito de la superposición, los efectos cuánticos, como la interferencia, se basan en la coordinación de las funciones de onda de diferentes entidades (el término técnico es coherente) entre sí. Si no lo son, los efectos se promedian. Ese tipo de coherencia es lo que permite la propiedad cuántica de la superposición, en la que se dice que las partículas están en dos o más estados a la vez. Pero si las funciones de onda de esos estados son coherentes, ambos estados siguen siendo posibles resultados de una medición. Si sus funciones de onda no son coherentes, dos estados no pueden interferir, ni mantener una superposición. Ver al respecto: Omnès (1995:302)

[33] Eastman ha alertado que los continuos fracasos para desarrollar una teoría de la medición cuántica y las incompatibilidades conceptuales existentes entre la teoría cuántica y la de la relatividad, han hecho surgir varios enfoques en las últimas décadas que conducen a una alta abstracción y teorización. Pero con muy pocas excepciones ha considerado que todas han sido incompatibles con la experiencia o intuición humana básica (UtGK, 82).

[34] Según Ballis (2022) los objetos macroscópicos no muestran interferencia cuántica ni existen como superposiciones porque no pueden describirse mediante funciones de onda coherentes. Esto, y no el tamaño en sí mismo, es, para él, la línea divisoria fundamental entre lo que se considera comportamiento cuántico y comportamiento clásico.

[35] En la teoría cuántica de la medición se seleccionan estados específicos que tienen propiedades matemáticas particulares de simetría descartando las demás. Por ello, según Eastman para respetar la simetría el proceso científico se caracteriza por al menos ocho nociones: observación, reproducibilidad, previsibilidad, reducción, síntesis, teoría, modelado y aproximación. Las observaciones o datos de las mediciones booleanas son los elementos científicos más básicos. La reproducibilidad asegura que los resultados experimentales puedan reproducirse, en las mismas condiciones, en el mismo u otros laboratorios. La previsibilidad apunta a cómo se pueden encontrar y expresar en forma matemática las relaciones y el orden. La metodología reductiva de la ciencia separa las cosas en partes que pueden individualizarse, mientras que la síntesis vuelve a juntar esas partes de una manera que se aproxima al todo inicial (ya sea a través de modelos o en la práctica). La teoría y el modelado proporcionan formas cuantitativas para expresar las relaciones y el orden descubiertos, lo que permite mejoras sucesivas en la previsibilidad, la reproducibilidad, la reducción y la síntesis. Por último, está la aproximación en la que la aparente perfección de las proposiciones sobre la teoría y los modelos se sacrifica en aplicaciones al mundo real en el que los errores y el análisis de errores son inevitables (UtGK,122).

[36] Debemos recordar que la Crítica de la Facultad de Juzgar orbita en torno a la satisfacción desinteresada que es expresada mediante un juicio. De ahí puede surgir un interés teórico por conocer el objeto de satisfacción e incluso puede surgir la condición de posibilidad de crear, innovar o modificar dicho objeto (1790[2005]: p. 53).

[37] Heidegger se apoyó en el fragmento 72 (M4) “Del Lógos al que la mayoría de las veces se han vuelto portando a su término resolutivo, (precisamente) se apartan; aquello que encuentra cotidianamente les parece extraño.”

[38] Ver también: Heidegger (1994).

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