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Introducción.
Ramón Díaz
entre los años 1905 y 1914 participó en la formación de los nuevos oficiales
navales venezolanos. Además de ello, fue designado examinador del Primer año del Curso Académico de la Escuela Náutica de
Venezuela en el año 1911, cumplió funciones de instrucción en el primer crucero
patriótico a Santa Marta en calidad de Segundo Comandante del vapor nacional de
guerra “General Salom” y,
además, en el año 1914 fue designado examinador en las Escuelas de
Ingenieros de la Armada y de Cabos de Mar, Cañoneros y Timoneles.
Sobre los pormenores de la gestión
realizada por Díaz no se tiene grandes datos. Sólo se tiene que fue designado
examinador en la recién inaugurada Escuela Náutica y dos ensayos realizados:
uno en el año 1911 denominado “En la Academia Militar” (30OCT1911) y otro
titulado “Marina Científica” (30ENE1914), ambos publicados en “El Universal”.
Un mes después de esta última publicación, como comandante del “General Salom”
a este marino venezolano lo relevaron del cargo siendo destinado a la naciente
marina mercante hasta el año 1923 en que fue destinado a comandar de nuevo un
buque de guerra.
En el ensayo publicado por
Díaz en el año 1911 expresa su entusiasmo por la introducción de nuevas
técnicas de navegación, así como “nociones de oceanografía, meteorología,
señales semafóricas, higiene naval, construcción, y manejo de buques”. De igual
forma, el artículo publicado en el año 1914 trataba la necesidad de preparar a
los nuevos oficiales navales para dominar: 1.-) las nuevas tecnologías de la
época que serían usadas ampliamente unos meses después con el estallido de la
Primera Guerra Mundial y 2.-) la navegación astronómica. Al respecto este autor
expresó lo siguiente:
“La navegación científica en los tiempos modernos es más imperiosa por la
razón de las grandes velocidades desarrolladas hoy en la arquitectura naval, y
aún mucho más, en la marina de guerra, cuyo personal tiene que ser cada día más
científico… por lo tanto no puede haber marina si no hay marinos científicos”.
“El arte de la navegación depende de dos bases fundamentales: una es la
ciencia: la otra es la práctica: la primera es la Teoría: la segunda es la
experiencia, y de ello se deduce que no puede ser marino verdadero el que no
posea a la vez ambas cosas, las cuales vienen a ser el complemento de la
profesión”.
…
“Es con esta razón que todas las marinas del mundo, con el objeto de
perfeccionar a su personal directivo han creado a los buques-escuelas, en los
cuales se embarcan los cadetes… para efectuar las dos clases de navegaciones y
cuyo viaje es por lo general de circunnavegación y en el cual el mar les enseña
sus grandezas y peligros”.
Como se sabe, la
gestión de Díaz a bordo del “General Salom” fue afectada en el año 1914 por la
purga que sufrió la Armada Nacional luego que se develara un complot para
derrocar a Juan Vicente Gómez liderado por Román Delgado Chalbaud. Esta fue la
denominada “Conspiración de abril”[1].
Si bien Díaz no fue objeto de encarcelamiento, su situación política debió haber
sido precaria y el último ensayo publicado en la prensa puede ser interpretado
como: 1.-) un gesto desesperado por la situación que estaba viviendo la
institución en ese entonces y la falta de atención a sus requerimientos, 2.-)
un acto de insubordinación por publicar en la prensa algo que debió haberse
expuesto dentro de los canales oficiales. Luego de la represión, la buena
formación de nuevos oficiales debió ser más necesaria para Díaz y en ese
problema debió haber focalizado su atención de tal forma que se arriesgó en
proponer algo calculando las consecuencias, es decir, librar a los oficiales
navales de la responsabilidad en caso de impericia en el mar. Ello explicaría
en parte su designación a la marina mercante. Un lugar suficientemente inocuo
para no ocasionar problemas en los prolegómenos de la Primera Guerra Mundial.
Modernamente se
ha afirmado que un oficial naval debe ser un militar, un marino y un técnico
(Masson, 1990:200). Llama la atención que Díaz, dentro del proceso de
modernización de la Escuela Náutica, insistiera directamente en la formación
técnica, específicamente en la navegación científica e indirectamente en la
adquisición de experiencia marinera y tecnología naval sin que tomara en
consideración la formación militar y consecuentemente las nuevas formas de
hacer la guerra que estaban consolidándose en ese entonces. Este hecho nos
permite plantearnos la siguiente situación problemática utilizando para ello
los criterios profesionales establecidos por Masson: cuáles fueron la
naturaleza de las aptitudes militares y marineras de los oficiales navales
venezolanos de principios de siglo para que Díaz le diera preeminencia a un
aspecto de la técnica disponible en los albores del siglo XX. En función de
esta proposición nos hemos establecido como objetivo general “evaluar la
propuesta formativa naval de Ramón Díaz a la luz de las necesidades navales
venezolanas de inicios del siglo pasado con el fin de tener una idea del perfil
del oficial naval de la citada época y nos permita reflexionar sobre las
necesidades presentes y futuras de la nación”. Para alcanzar este objetivo
vamos a: (1) analizar el proceso de constitución del perfil del oficial naval
venezolano hasta inicios del siglo XX, (2) analizar las aptitudes profesionales
de los marinos venezolanos a la luz de las necesidades político-militares de
inicios del siglo XX y (3) valorar la propuesta de Ramón Díaz a la luz de la
situación político-militar en los prolegómenos de la Primera Guerra Mundial.
La importancia
del presente trabajo radica en la posibilidad de abrir a la comprensión algunos
aspectos de cómo se manejaron los asuntos político-navales del país y de cómo
funcionaba la organización militar desde una perspectiva administrativa a
principios del siglo XX. Estos aspectos mencionados precedentemente son
totalmente desconocidos en el país y su conocimiento ha sido posible a partir
de un análisis previo de documentos originales obtenidos por Ramón Rivero-Blanco
en el Archivo General de la Nación. Por tratarse del manejo de fuentes del
pasado, lo que se persigue también es interpretar hermenéuticamente, de acuerdo
con la metodología propuesta por Gadamer, una serie de hechos del pasado naval
venezolano a fin de hacerlos históricos para que a su vez sirvan de enseñanza a
las futuras generaciones. Esta metodología hermenéutica consiste en el
establecimiento de un horizonte de comprensión que hemos ubicado en el siglo
XVIII y la realización de círculos de interpretación usando los prejuicios, es
decir la información que convencionalmente se conoce sobre el tema, como punto
inicial de análisis ontológico del ser naval. Estos dos caminos metodológicos
nos permitirán mostrar una parte del pasado venezolano de forma diferente y nos
va a dar nuevas luces del porqué del tratamiento de los asuntos marítimos en el
mundo de hoy.
1.- El proceso
histórico de constitución del perfil del Oficial Naval venezolano de inicios
del siglo XX.
Como se sabe,
Venezuela ha sido producto de la confluencia de dos civilizaciones marítimas: La
Caribe y la española. El proceso de conquista y colonización de lo que hoy
constituye nuestro país se produjo por mar y por ríos. Cuando españoles y
caribes perdieron el control de mares y ríos no se detuvo el proceso, se
produjo un cambio de dirección de la proyección ¿qué significa esto? La
dirección de avance Caribe se produjo de la tierra al mar y posteriormente, la
dirección de avance española se produjo del mar hacia la tierra suplantando en
la zona costera a la dominación Caribe. Con el declive español a inicios del
siglo XVIII[2],
la delegación de la administración de Tierra Firme a la Compañía Guipuzcoana[3]
y las necesidades de la defensa marítima[4],
generaron una suerte de mestizaje (fusión de mundos-de-vida)[5]
, en cuanto a la actividad marítima se refiere, que favoreció un nuevo tipo de
proyección cuya dirección fue de la tierra al mar. Esta proyección hizo que con
la práctica se generara una costumbre marítima que como bien ha afirmado Bracho
(2005:78-86) se constituyó en una fuente del Derecho del Mar actual. El espacio
marítimo donde comenzó a cristalizar este derecho fue el que medió entre el Mar
de Venezuela y las islas del Gran Caribe y la forma en que se produjo este
fenómeno fue por actos regios que siguieron tres direcciones: a.-) jurídico-políticas,
b.-) estratégicas y c.-) operacionales. Estas acciones tuvieron la finalidad de
generar una capacidad disuasiva e intimidatoria suficiente para hacer desistir
a sus adversarios de cualquier pretensión expansionista a costa de los dominios
españoles.
Desde
el punto de vista jurídico político, fueron establecidas una
serie de normas cuya evolución cimentaron las bases con que se sustentó el
principio de Autoridad. El Mar territorial, era un espacio de “aguas adyacentes” y las islas que
conformaban el antemural geográfico del Mar de Venezuela tenían también
asignadas expresamente la denominación de aguas adyacentes o territoriales
(Bracho II, 2005).
Desde el punto de vista estratégico
fueron establecidos lugares denominados por los hispanos “llaves” que su
conservación era necesaria para la seguridad y desenvolvimiento de los
territorios de ultramar. Estas llaves fueron: Tierra Firme, los territorios de
la Nueva Andalucía y el Virreinato de la Nueva Granada, que estaban
representada por: Cumaná, La Guayana, la Guaira y Puerto Cabello, y tenían como
misión proteger al “Mítico Dorado”, al “Reino del Perú” y al
“caño de la Ymbernada”[6]. Estas llaves serían defendidas desde el mar por
la flota del mar océano y desde tierra por un cuerpo de milicias[7] entrenados para hacer guerra defensiva en las aguas
adyacentes mediante patentes que se otorgaron a privados, en las costas,
gracias a un sistema de fortificaciones y en el Hinterland venezolano bajo un
criterio que hoy podemos denominar de guerra prolongada.
Desde el punto de vista operacional y administrativo,
el Reino de España estableció una serie de planes, con la finalidad de ejercer
el principio de autoridad establecido con las ordenanzas reales y con el
dispositivo estratégico de defensa. Estos contenían una serie de reglamentos
que regulaban los procedimientos a seguir para el apresamiento, cantidad de
buques, la moderación y buen trato a los mercantes. Vivas (2012)[8]
ha cuestionado la capacidad española de ejercer soberanía en nuestras aguas
durante la conquista y la colonización, sin embargo, el establecimiento de un
dispositivo de defensa y su reconocimiento por otros países desde el mismo
momento en que los apresamientos no fueron casus
belli, indica no sólo un reconocimiento de la autoridad, también una
plenitud y autonomía de competencias. La importancia de estos planes fue que
tomando como centro las costas de Venezuela, abarcaron, las islas del Gran
Caribe. Este hecho fue el que determinó la creación en el año 1803 del Apostadero
de Marina de Puerto Cabello, según “INSTRUCCIÓN PARA EL GOBIERNO DE LOS BAJELES
DE SU MAGESTAD, GUARDACOSTAS DE INDIAS”. Esta institución: delegó
la jurisdicción
de la función de Guardacostas ejercida hasta entonces por la Secretaria de
Hacienda del Reino de España a la Real Armada, estableció los límites o áreas de
influencia de cada Resguardo, y por último otorgó la competencia para ejercer
control de dichas aguas mediante la vigilancia tanto cerca de la costa como en
Alta Mar[9].
Esta proyección marítima que fue reconocida con la creación de las
instituciones antes mencionadas tenía su fuente originaria en la fusión de
los-mundos-de-vida, es decir, de la vocación de los hombres que integraron las huestes indianas y los caribes que
iniciaron originariamente la proyección hacia el mar en estas latitudes. Esta
vocación fue profundizada por el espíritu emprendedor de los vascos que
colonizaron al país dentro del contexto de la Compañía Guipuzcoana. La
proyección tenía que ver con el comercio y con la defensa tanto del comercio
como del territorio. Esta diferenciación permite introducir la existencia de
una tipología que nos aproxima al objeto de este trabajo.
El comerciante de origen europeo, era esencialmente un hombre que
eventualmente se hacía marino y las necesidades defensivas en el área lo
convirtieron en militar. El Caribe, si analizamos analógicamente el diccionario
de Lizot[10],
en sus diferentes variantes, es decir, kariña, ye´kuana, warao, etc, ya era de
por si guerrero. Dicho de otra manera, para un Caribe, ser Caribe, ser hombre,
ya era de por si ser navegante, guerrero, comerciante, cazador, etc., por lo
que, mientras el hombre de origen europeo se la agregaba un atributo (en este
caso marinero) producto de una necesidad o una vocación, del Caribe éste
atributo emanaba como expresión de su condición humana. Esto significa que el
europeo se hace marino o militar o militar-marino, mientras que el Caribe
producto de sus circunstancias es militar y marino. Ahora, teniendo presente
como se constituyó la sociedad ¿qué características tenían estos marinos en
relación con la sociedad? Frente a este interrogante tenemos varias situaciones
a tener en cuenta en los hombres que hicieron vida en Tierra Firme: (a) la del
español que era marino y se hizo militar, (b) la del Caribe que era militar-marino,
(c) la del negro que se hizo militar o marino o militar-marino y (d) la del
mestizo y/o mulato que contenía algo de esos atributos. Socialmente en tanto
que integrantes de una sociedad en proceso de formación dentro de un territorio
en específico nos encontramos, de manera general, que la tendencia más
predominante fue la del marino que las necesidades de protección del tráfico
marítimo los convirtió en guardacostas, algo así como una especie de milicia en
el mar.
Este hecho es importante tenerlo en cuenta debido a que Masson ha
señalado que los oficiales navales ingleses y franceses originalmente fueron
militares que se fueron haciendo marinos al contrario de los holandeses que
fueron primeramente marinos que luego se hicieron militares (1990:196-197). El
escritor francés no se refiere al caso español, pero una revisión de las
tácticas usadas por Carlos V, Juan de Austria y Álvaro de Bazán en el siglo
XVI, es decir, el siglo de mayor gloria de la armada española nos indica que
los españoles fueron militares que se hicieron marinos dado que su forma de
combatir se ajustaba a la empleada en la guerra terrestre cerca de la costa o
en la costa. Con el proceso de conquista y colonización de América iniciado
entre finales del siglo XV y el siglo XVII, se produjo una simbiosis del
militar y marino hasta que la guerra continuada produjo un agotamiento que hizo
que en el siglo XVIII se produjera un cambio de circunstancias generado por una
situación política. La situación política tuvo que ver con el declive del poder
español en el mar y la necesidad de crear un sistema defensivo que hiciera de
las colonias americanas autosuficientes para la defensa en caso de ataques
provenientes desde el mar[11].
Cuando se produjo este cambio de circunstancias, en Tierra Firme
había emprendedores que se vieron en la necesidad de extender sus empresas al
ámbito marítimo y posteriormente al militar. Este hecho sería favorecido por la
empresa de la Compañía Guipuzcoana trayendo como consecuencia que un importante
sector de la sociedad indiferentemente de su condición económica o racial se
lanzara al mar. ¿Quiénes fueron estos habitantes de Tierra Firme que se
lanzaron al mar a todo lo largo de los siglos XVIII y parte del siglo XIX para
terminar convirtiéndose en militares y marinos? No fueron nobles, ni miembros
de la aristocracia criolla aunque Lino de Clemente pudiese ser usado como
ejemplo (Jiménez, 2006:65). La mayoría de los oficiales de la milicia naval
provinieron de lo que hoy podríamos llamar clases medias y bajas de la
población y ello constituye una coincidencia con respecto al caso neerlandés[12].
El origen mercantil (o marinero) pudo haber facilitado el entendimiento a nivel
operacional con Luis Brión, un súbdito neerlandés originario de Curazao que
sirvió a la causa patriota en el período crítico de la guerra comprendido entre
los años 1815 y 1821, junto con otros marinos como Díaz, Beluche, Joly y
D´Chitty, entre otros[13].
La guerra, al igual que en el caso neerlandés, convirtió a marinos en militares
dándole a Colombia la Grande una capacidad de proyección que le permitió no
sólo la victoria de Maracaibo, también el hostigamiento de las costas cubanas y
guayaquileñas[14].
Con el fin de Colombia la Grande y el inicio de las guerras
civiles en el país, se observa que a pesar de la limitación de medios[15],
las campañas navales de 1835 y 1848, mostraron un modo de hacer que pasó a ser expresión de una conducta operacional
que estuvo presente en todo el resto del siglo XIX lo cual indica que la
práctica consuetudinaria que comenzó a cristalizar en el siglo XVIII y se
consolidó en la primera mitad del siglo XIX pasó a adquirir un carácter
doctrinario. Lo notorio de esta práctica es que esta se mantuvo a pesar de la inestabilidad
política vivida por el país entre 1835 y 1903[16].
Otro aspecto a destacar es que después de 1848 la participación de la Armada en
las luchas intestinas que asolaron el país se redujo drásticamente. Este hecho
debió haber generado un cambio notable en relación con el militar de tierra
después del fin de la guerra de independencia: mientras que el oficial naval
mantuvo su nivel de profesionalización, el oficial terrestre la perdió por
efectos de la guerra civil. Este hecho suena paradójico y se explica por qué
privados con aspiraciones políticas, para acceder al poder, se hicieron
militares en un momento en que la forma de hacer la guerra estaba cambiando
drásticamente en relación con el período independentista[17].
Esta afirmación permite concluir que en la segunda mitad del siglo
XIX se comenzó a gestar en la armada una casta aristocrática por la naturaleza
de la profesión a diferencia del oficial del ejército que se hizo oficial por
la suerte lograda en el movimiento insurreccional del que formó parte. Sobre la
casta aristocrática, Masson ha recalcado que si esta existe no proviene de los
orígenes sociales sino por las exigencias técnicas de la profesión y por un
ambiente donde es ejercida la profesión que lo orienta hacia el exterior, otros
mundos sustrayéndolo de la propia sociedad de donde es originario (1990:198)[18].
De ahí la afirmación dada por Bracho que, en Venezuela, han existido muchos
ejércitos, pero una sola Armada.
Entre los años 1898 y 1903, la armada realizó una serie de
operaciones navales que evidencian que los oficiales navales venezolanos
aplicaron una forma de hacer que fue
expresión del proceso de cristalización doctrinaria que había durado casi dos
siglos evidenciando con ello un perfil que indicaba un respetable grado de profesionalización
que le dio al Estado venezolano una apreciable capacidad de respuesta en las
contingencias que enfrentó en el período. Las acciones realizadas por la armada
venezolana, de acuerdo con Bracho (2011), fueron las siguientes:
Año |
Acción Naval |
1899 |
El
“Miranda” y el “Crespo” Bombardean el castillo Libertador al mando del
General Paredes. |
1901 |
Encuentro
naval de Río Hacha. |
Persecución
del Bang Righ. |
|
1902 |
Combate
naval entre el “Crespo” y el “Bang Righ” |
El
“Miranda” y el “Restaurador” apoyan acciones de desembarco de tropas en
Margarita |
|
El
“Miranda”, el “Zamora” y el “Restaurador” apoyan acciones de desembarco de
tropas en Cumarebo y Tucacas. Realizan bombardeos de costa. |
|
Buques
de guerra venezolanos hunden seis barcos británicos con contrabando de armas
y apoyo a los insurgentes en Paria. Capturan tres[19]. |
|
Desembarco
de tropas en Ocumare de la Costa dentro del marco de la batalla de la
Victoria. |
|
1902-1903 |
Bloqueo
anglo-germano-italiano. El “Miranda” logra escapar de la agresión extranjera
sin sufrir daños. |
Presencia
de fuerza naval estadounidense vigilando las operaciones de la fuerza naval
europea. |
|
1903 |
El
“Margarita” desaloja a los insurrectos del puente de Paparo. |
Fuerza naval de pacificación de los estados orientales. |
|
Batalla
y toma de Ciudad Bolívar. |
|
1908 |
Captura
de mercante neerlandés y demostración naval holandesa. |
Presencia
en la Guaira de fuerza naval estadounidense para apoyar gobierno de Juan
Vicente Gómez |
La reseña mostrada precedentemente nos indica de suyo que hubo una
capacidad operacional que fue consecuencia de un proceso de transferencia de
conocimientos que no se perdió en las guerras civiles y no perdió su eficacia a
pesar de la limitación de medios. Esta eficacia fue en doble sentido: en la
transmisión de conocimientos y en la ejecución de operaciones. Así pues, se
puede concluir que entre el período comprendido entre los años 1897 y 1903
donde el país tuvo que padecer otra guerra civil y una intervención
internacional, la conducta operacional de la armada venezolana fue expresión de
un importante grado de profesionalización del oficial naval para el
cumplimiento de sus misiones específicas. Este nivel de profesionalización, al
parecer, se evidenció en el aspecto militar, en el marino, y en el dominio de
los aspectos técnicos de los medios con que contaban, sin embargo, se hace
necesario hacer un examen de esas cualidades profesionales para determinar que
ciertamente fueron determinantes para la pacificación del país y para librarlos
de la responsabilidad que significó su poca eficacia para hacer frente a una
fuerza naval superior extranjera.
2.- Las Cualidades profesionales de los
oficiales navales venezolanos a inicios del siglo XX.
Masson
ha afirmado que sobre el oficial naval pesa una triple servidumbre, es decir,
la del militar combatiente, la del marino y la del especialista (técnico)
(1990:200). Esta expresión “servidumbre” fue originalmente utilizada por Castex
(1937) para indicar las necesidades que limitaban o favorecían el desarrollo de
una teoría estratégica en el ámbito naval por lo que el conocimiento o el
desconocimiento de las servidumbres indicadas por Masson nos indican cómo estas
pueden determinar la efectividad de un oficial en su desempeño en el mar. Así
pues, vamos a examinar cuál era la naturaleza de esas servidumbres a principios
del siglo XX a la luz de: (a) los principales enfrentamientos navales que
realizó la armada venezolana en los albores del siglo XX, es decir, el encuentro
de Río hacha enmarcado en lo que se conoce como diplomacia naval, el bloqueo anglo-germano-italiano, la toma de ciudad Bolívar y la purga
de 1913, y (b) el Código de Marina de 1903-1904. Con estas evaluaciones
podremos determinar a la luz de ese pasado los aciertos y desaciertos de la
iniciativa de Ramón Díaz para el mejoramiento de la armada.
a.- Servidumbre militar-combatiente.
Hay que aclarar que primeramente Masson utiliza la palabra
“militar” y después la sustituye por la palabra “combatiente”. La palabra
“militar” es más genérica que la palabra “combatiente” porque lo “militar”
presupone formalmente una relación específica en relación con el Estado al cual
le debe obediencia en la administración de la violencia, mientras que el
“combatiente”, a pesar de que el historiador francés lo relaciona con el
oficial naval que de suyo lo coloca con la función “militar” no necesariamente
se corresponde con ello. El combatiente es el que combate, pero en el caso de
Masson ese combatiente lo hace a favor del Estado. Pero puede haber casos de
combatientes que luchen contra el Estado. Por ejemplo, la marina de guerra
venezolana en sus orígenes se conformó por combatientes que lucharon contra el
Estado, o sea el colonialismo español. Pero, fueron muy poco los casos de
oficiales navales españoles que lucharon contra el Estado. En Venezuela, Lino
de Clemente fue una gran excepción (Jiménez, 2006:65). Este hecho explica los
juicios de conservadores, reaccionarios o monárquicos como han tildado a los
oficiales navales a lo largo de la historia (Masson, 1990:198-199).
El combatiente supone una capacidad para combatir con eficacia
indiferentemente de las circunstancias del combate para los fines del Estado.
Este hecho hace necesario analizar la eficacia en combate en sí misma y la
eficacia en relación con el Estado. La eficacia en combate depende de un
dominio de la estrategia y de la táctica. La estrategia está referida con la
política y los planes de operaciones. La táctica con los planes de operaciones
y el empleo de los medios. Los medios dependen de la tecnología disponible. Si
tomamos como referente Río Hacha, el bloqueo anglo-germano-italiano y la toma
de ciudad Bolívar podemos señalar lo siguiente desde el punto de vista
estratégico:
Hecho de armas |
Concepción político-estratégica |
Objetivo |
Río
Hacha |
Apoyar
a los liberales colombianos para que lograran recuperar su movilidad
operacional y deponer al régimen establecido[20]. |
No
alcanzado |
Bloqueo |
Hubo
una completa sorpresa a pesar de haberse recibido dos ultimátum por parte de
los gobiernos inglés y alemán. Esta sorpresa fue producto de la incredulidad
de la clase dirigente venezolana de que las potencias europeas apelaran a la
fuerza para lograr su propósito. |
--- |
Posteriormente
se trató de evitar una escalada que produjera un mayor daño a la nación[21]. |
Se evito una guerra |
|
Toma
de Ciudad Bolívar |
Acabar
la revolución “Libertadora”. |
Alcanzado
|
Como se puede observar del cuadro presentado, la completa sorpresa
sufrida por el país por la agresión europea indicaba una importante desconexión
política de las relaciones con Europa a pesar de la dependencia política y
económica. Sólo el buen razonamiento de la circunstancia y la intervención
estadounidense dentro del marco del acuerdo Hay-Pauncefote del año 1901 evitó
que continuara la escalada (Blanco, 2004:196). De igual forma, la guerra no
declarada que vivió el país con Colombia indicó que la guerra, al menos en ese
momento, era un instrumento de la política venezolana. Incluso a pesar de las
circunstancias internas. Desde la perspectiva de la estrategia operacional se
tiene lo siguiente:
Hecho de armas |
Planes y su conexión con la
estrategia y su puesta en práctica |
Resultado |
Río
Hacha |
Impedir
el desembarco de refuerzos y apoyar con tropas y fuego a pedido las
operaciones terrestres que se estaban ejecutando en la Goajira[22]. |
Fallido |
Bloqueo |
Armada
inutilizada. Sólo el cañonero “Miranda” refugiado en Maracaibo evitó ser
capturado por la fuerza naval agresora[23]. |
--- |
Toma
de Ciudad Bolívar |
Disminuir
la capacidad militar de los sublevados, apoyar las operaciones terrestres. |
Exitoso |
Del cuadro presentado precedentemente se evidencia que, con la
excepción del bloqueo, hubo en el país un sistema de planeamiento a nivel
operacional basado en un concepto de maniobra que implicó la realización de
operaciones conjuntas (navales y terrestres) para el logro de un objetivo
físico que facilitara la obtención del objetivo de la guerra. Desde la perspectiva
de los medios, se tiene lo siguiente:
Encuentros |
Táctica naval |
Efectividad |
Río
Hacha |
A
pesar de las limitaciones logísticas estaban en paridad en relación con las
fuerzas colombianas no así con el crucero francés “Le Suchet” |
Parcial |
Bloqueo |
Apresamiento
de todos los medios con la excepción del Cañonero “Miranda” |
Ninguna |
Toma
de Ciudad Bolívar |
Desembarco
anfibio, bombardeo de costa, apoyo a las operaciones terrestres. |
Absoluta |
Para hablar de los medios técnicos que condicionan la táctica
naval es de tener presente que la humanidad se encontraba en una fase de
transición tecnológica como consecuencia de la revolución industrial. Esta
transición tecnológica hizo que en menos de cincuenta años se pasara: (1) de la
propulsión a vela a la de vapor con hélice que proporciona una mayor velocidad,
(2) de cañones de avancarga, posición fija y anima lisa a una artillería
compuesta por piezas de retrocarga, ubicada en torretas móviles y anima rayada
y (3) la aparición de nuevas armas como el torpedo fijo (la comúnmente conocida
mina marina) y el torpedo autopropulsado que obligó al inicio de un proceso de
estandarización naval que promovió el Almirante Fisher en el Reino Unido para
ganar la carrera naval en que se encontraba empeñado ese país contra Francia y
principalmente Alemania a partir del año 1903. Este hecho significó que se
produjeran cambios en los medios navales y en los procedimientos tácticos que
se harían visibles en el país después del bloqueo y en los grandes
enfrentamientos navales de la Primera Guerra Mundial como Dogger Bank y
Jutlandia.
Esta acotación obedece a que Venezuela siendo dependiente de la
tecnología extranjera vivió la transición en cuanto a medios y procedimientos
se refiere en el ámbito naval y al respecto, las fuerzas enfrentadas durante el
estado de guerra que vivió el país obligaron a la combinación de uso de
procedimientos del pasado y del presente. Desde el punto de vista de los medios
se puede mencionar el embarque y desembarque de la artillería para realizar
diferentes tareas de apoyo táctico como en puente Paparo (Rivero-Blanco, 2012),
y del presente como la situación diplomática que se presentó con el crucero “Le
Suchet” en el encuentro naval de Río Hacha que impidió que la fuerza naval
venezolana cumpliera con su objetivo (Bracho,
2011e:36-37).
Desde el punto de vista de la maniobra táctica empleada, siguiendo
el estudio realizado por Bracho (Ibid.), se puede observar que los buques venezolanos a pesar de
haber posiblemente navegado en una formación en línea, en el momento del
encuentro con los buques enemigos, esta fue rota distribuyéndose los buques
para combatir en pareja o de forma individual con su contraparte enemiga. Este
hecho evidencia que los combates se hicieron más o menos a corta distancia a
pesar de los esfuerzos del crucero francés de evitar el acercamiento por temor
al impacto de torpedos. Sobre el modo en que se encaró el combate se pasó de la
secuencia combate cercano-abordaje al de sólo combate cercano a diferencia de lo que estaba ocurriendo en el
resto del mundo, es decir, del combate
cercano-abordaje que caracterizó por ejemplo a Trafalgar (1805), Maracaibo
(1823), Iquique y Angamos, ambos en 1879, al combate cada vez más lejano como
ocurrió en Yalu (1894) y Tsushima (1905). Esta precisión obedece a que las
tácticas empleadas por los oficiales navales venezolanos a principios del siglo
XX seguían las tendencias imperantes a escala global a pesar de la limitación
de medios que padecía el país.
En relación con la actuación de la Armada durante el bloqueo es
conveniente destacar, que una de las medidas adoptadas por el Gobierno de
Cipriano Castro en el año 1904, fue la puesta en vigencia del Código de Marina,
un compendio de doctrina naval fundamentado en las últimas ordenanzas navales
españolas que le dieron vida al apostadero de marina de Puerto Cabello en el
año 1804. Uno de los aspectos interesantes de este código fue que en su
articulado se estableció que actuaciones podría calificarse de cobardes o
valerosas por parte de un oficial naval y qué hecho podrían acarrear
responsabilidades[24].
En este sentido, la sorpresa que sufrió el país en el bloqueo, y la
superioridad de medios empleada por los agresores no significó el descrédito de
la oficialidad naval máxime cuando ya tenían un expediente de campañas
guerreras realizadas antes de la crisis internacional. Consecuentemente, el
oficial naval venezolano de inicios del siglo XX fue un combatiente eficaz
incluso cuando las circunstancias fueron evidentemente desfavorables, con lo
cual se puede afirmar que Ramón Díaz no necesitaba insistir sobre las cualidades
como combatiente del oficial naval venezolano
Ahora falta examinar al oficial naval venezolano de inicios del
siglo XX como militar, es decir, su relación con el Estado. La eficacia en
relación con la profesión militar y la política a quién le sirve fue analizado
por Perlmutter (1980). Este autor estableció tres categorías del militar en su
relación con la entidad a la que le sirve. Estas son: el profesional, el
revolucionario y el pretoriano.
Un profesional es aquel que en relación con el Estado está subordinado
a la política y con respecto a ella es un administrador de la violencia
deliberada que aplica, cuando se da el caso, de la forma más efectiva posible.
Su grado de politización es bajo. Un revolucionario es aquel que además de ser
un militar con una importante competencia profesional es un político. Su origen
proviene de movimientos revolucionarios o de liberación, exitosos y con el
tiempo pasa a convertirse en un militar profesional. El pretoriano es un
militar medianamente profesional y medianamente político, pero con una alta
inclinación a participar en la política como encarnación del propio Estado (Ibid.).
Perlmutter cuando hizo su categorización se expresó en términos
genéricos, no se refirió a un arma en especial, por lo que habría que hacer una
aclaratoria en relación con las Armadas teniendo presente su área de desempeño
y la disponibilidad operacional de los medios.
Una armada en puerto dentro de un contexto de inestabilidad política es
un foco de tensión. Sólo basta mencionar como ejemplos los motines en: la flota
británica (1797), la flota rusa del mar negro (1906), la alemana (1918), la
francesa en el mar Negro (1919) y la chilena (1931)[25].
En los años 1900-1903 Venezuela enfrentó una guerra civil y dos
crisis internacionales por lo que los marinos venezolanos tuvieron que lidiar
con enemigos externos y con venezolanos insurrectos. En el año 1906 y 1914 la
Armada actuó en defensa del Estado, pero, mientras en el año 1906 actuaron con
más o menos éxito, en el año 1913 fracasaron con graves consecuencias para el
país. De todo esto se deduce que entre 1900 y 1906 los oficiales navales fueron
eficaces y después no. ¿Qué pasó? Después del bloqueo se inició un proceso de
refundación del poder naval venezolano y este proceso se comenzó a detener en
los años subsiguientes por celos y rivalidades profesionales (Bracho, 2010).
Este hecho explica en parte el ensayo publicado por Díaz en el año 1908. Este
autor intentó justificar por otras vías la necesidad del desarrollo del poder
naval y al parecer su esfuerzo tuvo eco, aunque de forma efímera, debido a que
en los oficios de marina del primer semestre del año 1911 cuenta los logros
alcanzados en el año 1910[26].
Sin embargo, la misma fricción que provocó el freno al plan de desarrollo hasta
el año 1908 se repitió a partir del año 1911 y el alejamiento que se produjo
entre Delgado-Chalbaud y el presidente Juan Vicente Gómez indujo al primero a “tirar
la parada” e intentar infructuosamente deponer del poder al segundo en el año
1913 una vez que Gómez decidió permanecer en el poder. El fracaso de
Delgado-Chalbaud y la oficialidad naval se produjo porque: (1) la dedicación
profesional implicaba una desconexión con la política y la sociedad y este
hecho los hizo ineficaces para actuar políticamente y (2) El partido gomecista
para fortalecer su posición política se encontraba en un franco proceso de
militarización para su conversión en un partido militar.
¿Qué
diferenció a Ramón Díaz de los oficiales que complotaron en el año 1913 para
tratar de restablecer un orden legal? Si nos guiamos por su actitud profesional[27] y
los escritos de los años 1908 y 1914, fue la necesidad de fortalecer lo naval
lo que guió sus acciones porque, según él, ello significaba el fortalecimiento
del país. Complotar significaba mantener, en cierta forma, la debilidad
estructural del Estado, con lo cual pudo haber estimado que el centro de
gravedad de su acción política estaba en desarrollar el poder naval, único
camino para obtener el fin político que se había establecido como lo fue el
fortalecimiento del país y quizás la libertad de maniobra necesaria para actuar
directamente en la política. Así pues, el problema que se planteó este oficial
naval en relación con el Estado hasta el año 1912 fue direccionar la función
naval para que no chocara contra el Estado y después del año 1913 fortalecer la
profesión naval como una línea de fuga que evitara la acción política desde la
perspectiva pretoriana.
Teniendo
presente lo antes afirmado, podemos deducir que los oficiales navales
constituyeron en ese entonces un cuerpo profesional que fue incapaz de actuar
eficazmente en política para preservar el orden legal constituido por efectos
de la misma profesión que los apartaba de la realidad nacional. Por otra parte,
si se tiene en consideración que la institución naval se encontraba en proceso
de desarrollo, no se encontraba en las mejores condiciones para influir en el
acontecer político, por lo que la acción emprendida por Delgado Chalbaud fue
apresurada y poco estudiada para tener un resultado exitoso. Ya Bracho (2010)
nos ha explicado las motivaciones personales que llevaron a este marino a
complotar contra Gómez en 1913 y consecuentemente en 1929.
b.- Servidumbre Marinera.
El Dr. José Giacopini Zarraga me comentó una vez que había llegado
a conocer oficiales navales venezolanos, en los años treinta del siglo pasado,
que eran capaces de reconocer por los olores del ambiente en qué lugar de la
costa del país se encontraban. Para un oficial embarcado en un buque como los
producidos por la tecnología naval de la segunda mitad del siglo XX esa capacidad
era una rareza debido a que la tecnología nos ha desconectado de la relación
del hombre con el hábitat que lo circunda. Masson ha afirmado que un oficial
“debe tener un sentido marinero, también de la maniobra y poseer un profundo
conocimiento de la navegación” en función de la característica del medio
(1990:196). Con ello, la afirmación de Giacopini nos indica que los oficiales
navales venezolanos, de ese entonces, eran marinos costeros y fluviales
presumiblemente con deficiencias de conocimientos para la navegación en alta
mar a pesar de los esfuerzos realizados por Díaz en la primera década del
siglo. O sea que de la experiencia caribeña acumulada en el siglo XVIII e
inicios del siglo XIX se había producido un retroceso que provocó la iniciativa
de Díaz a inicios del siglo XX.
Así pues, las necesidades políticas y militares confinaron a la
marina de guerra venezolana a operar exclusivamente en el Mar de Venezuela a
partir del año 1830[28] y
las necesidades de desarrollo del poder naval a inicios del siglo XX empujaron
a Díaz a hacer énfasis en el aprendizaje en la navegación de altura. Si bien
Díaz, un oficial que pasó casi toda su vida embarcado en unidades operativas,
indicó un solo aspecto, o sea la navegación de altura, el caso es que de forma
indirecta también planteó la necesidad de desarrollar la experticia marina por
intermedio del conocimiento de otras aguas y de la maniobra por la aparición de
buques con mayores capacidades.
La navegación de altura, foco de atención de Díaz, había sufrido cambios
notables entre la década de los años treinta y setenta del siglo XIX. En ese
período y antes, la navegación de altura era un agregado de procedimientos
intuitivos y científicos dados por la capacidad tecnológica de la época. Desde
el punto de vista intuitivo las estimaciones de rumbo y velocidad para efectos
de ubicación se hacían por intermedio de: (1) un compás magnético que indicaba
un norte sujeto a variaciones, (2) un pedazo de madera que era lanzado por proa
y con un cronómetro que medía el tiempo en que tardaba el navío en recorrerlo
para calcular la velocidad (3) un cronometro que servía para calcular el tiempo
recorrido desde la última posición más o menos exacta (4) el anemómetro, el
termómetro, hidrógrafo y barómetro para conocer las condiciones climáticas y
(5) una cartografía náutica que ayudaba con el producto de toda la información
recabada estimar la longitud[29].
Desde el punto de vista científico, el sextante, producto de la evolución del
astrolabio, fue un artefacto que permitió conocer con precisión la latitud, es
decir la ubicación con respecto al ecuador, midiendo la altura del sol y de las
estrellas con respecto al horizonte, pero aún se desconocía de un procedimiento
que permitiera calcular también la longitud, es decir, la ubicación con
respecto a la línea imaginaria referencial que corta los polos terráqueos y es
conocida como meridiano de Greenwich.
En año 1837, un oficial de la marina mercante estadounidense, el
Capitán T. Sumner logró desarrollar un procedimiento donde se podía obtener
simultáneamente la latitud y la longitud de un buque de forma rápida y sencilla
(Ibáñez, 2011:231). Este método se hizo común en EE.UU. y una década después se
difundió por toda Europa. Posteriormente, este método sería perfeccionado por
un marino francés en el año 1875 a bordo del buque escuela de la marina de
guerra. El autor fue L. A. Marcq de Blond de Saint-Hillaire. A partir de entonces, las
posiciones astronómicas realizadas con este método dieron tal seguridad a la
navegación que se hizo estándar a nivel mundial siendo aun de uso común en
muchas partes del mundo (Ibid.).
Ahora bien, si nos percatamos de tres hechos
significativos en la experiencia profesional de Díaz podríamos deducir el
origen de sus preocupaciones. En primer lugar, la principal preocupación del
gobierno nacional entre los años 1901 y 1903 fue la ubicación del Bang Righ[30].
A pesar de tenerse conocimiento de su arribo al país y de su probable punto de
llegada el problema de la ubicación propia y la del enemigo limitaba la
capacidad de acción naval a la costa. De igual forma, desde la perspectiva de
los invasores, su navegación debió haber sido desde el norte a nuestras costas
por estimada y su problema fundamental era llegar al punto de encuentro con las
fuerzas opositoras. Este simple inconveniente impidió que los revolucionarios
de la Libertadora pudieran concentrar sus fuerzas en el punto decisivo y
ocasionó a las fuerzas navales castristas una dispersión que trajo como
consecuencia la prolongación de las operaciones. En segundo lugar, la
experiencia acumulada por Díaz en su viaje a Nueva York y su posterior retorno
a Venezuela debieron haberlo puesto al tanto de las nuevas herramientas de
navegación y le debió haber generado preocupación por las necesidades educativas
que planteaba el proceso de modernización iniciado en el mismo año 1903. Quizás
por este motivo fue que un joven oficial formado en kaiserliche marine, es
decir, Frederick Linton llegó a ser profesor de navegación, astronomía en la
naciente escuela naval (Bracho, 2012:85). Por último, a pesar de la importancia
y del éxito del viaje de instrucción del año 1911, debió de haber sido
frustrante el hecho que la navegación haya sido costera como nos relata el
mismo diario El Universal luego del
arribo del crucero a pesar de que en el mismo se aplicaron las nuevas técnicas
de navegación. Al respecto, Díaz en su ensayo de 1911 expresó:
“… estos futuros jóvenes marinos, que armados con la ciencia de Colón, de
Cook, y de Magallanes, podrán trazar mañana en el dorso azul de los mares la
derrota cierta á las naves confiadas á su sapiencia y eficaz pericia marinera”
….
“Estos alumnos poseen muy bien el gran método moderno de la nueva
navegación astronómica creada por el capitán Sumer de la marina mercante
norteamericana, y simplificado más tarde por el Almirante de la Armada
francesa, Marqués Saint Hilaire; quién sustituyó en los paralelos de los
círculos de altura iguales la secante de aquél por la tangente, dando como la
primordial base del cálculo el azimut del astro; con lo cual, el marino en
pocos minutos y á cualquier hora que pueda observar un astro sobre el
horizonte, pueda determinar con mucha precisión las coordenadas geográficas, ó
sea el punto de la nave hallado astronómicamente en el océano. Este sistema de
navegación lo trabajamos en nuestro viaje verificado no ha mucho á Santa Marta
y nos dio gran resultado…”
Estas palabras expresadas por Díaz nos
indican que, gracias al esfuerzo de un grupo de profesionales, los oficiales
navales venezolanos estaban en conocimiento de las técnicas más avanzadas en
navegación para la época. Quizás en ese momento faltaba que la marina
venezolana dejase de ser costera y de cabotaje y comenzase a dar sus primeros
pasos para convertirse en una marina de aguas azules.
Un último aspecto es conveniente considerar
para contextualizar, en este sentido, la preocupación de este oficial
venezolano, es la relación que Venezuela mantenía con el Reino de los Países
Bajos en la primera década del siglo XX. En el año 1908 Venezuela detuvo un
buque mercante neerlandés bajo la sospecha de contrabandear armas para una
posible insurrección contra Castro. La respuesta holandesa no se hizo esperar y
el país fue objeto de la diplomacia naval cuando buques de guerra de ese país
europeo hicieron acto de presencia en La Guaira. Si bien este inconveniente se
resolvió diplomáticamente en los meses subsiguientes con la salida del mismo
Castro, lo que debe haber entrado en la mente de los decisores y pensadores
venezolanos es el hecho que Isla de Aves había sido objeto de las pretensiones
neerlandesas y ese territorio venezolano estaba expuesto en caso de una captura
realizada por ese país en un probable conflicto. Venezuela en ese entonces no
tenía capacidad de defender esa isla y la capacidad de navegar para ejecutar
una operación militar en un tiempo y lugar específico estaba limitada.
Con todos estos argumentos se puede afirmar
que la preocupación de Díaz por la navegación estaba dada no sólo por la
posibilidad de hacer navegación de altura sino también por las implicaciones
militares que tenía el hecho de posicionarse exactamente en el lugar y tiempo
necesario de las operaciones.
La maniobra está relacionada con el grado de agenciamiento
existente entre el oficial y el buque debido a la necesidad de conducir un
sistema complejo en un medio complejo. Este hecho le ha dado al buque una
connotación que lo relacionó con un ser vivo. Ello explica el por qué el buque
es bautizado, los oficiales son conocidos como “caballeros del mar”[31]
y los ayudantes de los comandantes usan cordones como los ordenanzas y
ayudantes en las antiguas órdenes de caballería (Cuervo, 1996:09-12)[32].
El agenciamiento, según Deleuze y Guattari (2008) es una palabra que refiere
expresión organizada, fuerza, extensión, movimientos organizados con el
fin de converger (consistencia) artificialmente y naturalmente”. La
organización en este caso es hacer que un conjunto de personas que a su vez
están operando máquinas converjan naturalmente en relación con el conductor de
la nave y artificialmente con el conjunto de máquinas que conforman la nave de
modo que pueda cumplir el propósito que se hayan establecido en un momento
dado. En este contexto, la preocupación de Díaz estaba relacionada entonces con
la necesidad de formar a los nuevos oficiales a operar un medio que estaba
comenzando a navegar de forma más rápida y con mucha mayor autonomía y a
distancias antes no imaginadas.
El sentido marinero está relacionado con la sensibilidad de un ser
para el mar, es decir, la capacidad de ser afectado por los elementos que
conforman el medio marino no sólo desde la perspectiva de lo bello de la
práctica marinera y de lo sublime de experimentar sin temor vivencias en un medio
diferente, sino también la facultad teleológica, es decir, la facultad de
producir conceptos mediante la determinación de una relación causa-efecto para obrar en base a una
finalidad relacionada con el arte, en nuestro caso marinero, en el sentido
kantiano del término (1795/2000:235), a partir de una intención o una voluntad de
llevar a un buque a un lugar y en un tiempo determinado.
¿Qué significa tener facultad de producir conceptos
a partir de un telos que nos aproxima al arte? Es poder conducir un buque, es
decir, un conjunto de agenciamientos naturales y artificiales de manera
efectiva a partir del conocimiento, en primer lugar, de la intensidad y la
dirección del viento, la intensidad y la dirección de las corrientes, la
variación de la temperatura y la presión atmosférica, las mareas y, en segundo
lugar, el comportamiento de todos estos elementos en aguas costeras y en la
alta mar. Si bien esta facultad marinera para operar en un medio complejo se
desarrolla en parte con la experiencia, también opera otro factor que hace que
esta efectividad se convierta en perfección, o sea en arte. Es el conocimiento
de la historia, la disponibilidad mental para enfrentar cualquier situación
imprevista, la combinación de hechos del pasado con la realidad del presente y
actuar convenientemente gracias al nuevo concepto producido.
Si bien, esta facultad era propia del marino
venezolano de inicios del siglo XX, el viaje de instrucción realizado por el
crucero “General Salom” a Santa Marta Colombia[33],
demuestra un esfuerzo racional por desarrollar esa sensibilidad en la escuela
naval de la época para operar más allá de nuestras aguas. Otro aspecto
colateral valorado por la Armada de ese entonces, quizás por la misma
experiencia directa del bloqueo, fue el papel diplomático del viaje de
instrucción a Santa Marta debido a que su realización, una década después del encuentro
de Río Hacha, sirvió para mejorar las relaciones diplomáticas con el país
vecino después de un inicio de siglo tormentoso.
Teniendo presente todos estos aspectos, la
preocupación de Díaz estaba relacionada con el hecho que para él era más
importante formar marinos que militares debido a que según lo expresado al
inicio de este trabajo el dilema del militar o marino para una sociedad que
estaba en una permanente guerra civil apuntaba a formar para el mar gentes que
ya habían tenido algún tipo de experiencia de guerra para poder ser más
efectivo en la realización de la guerra en el mar. Pero si tenemos en cuenta
que esta preocupación fue hecha manifiesta públicamente seis años después de su
escrito sobre el poder naval y un año después de la purga que afectó a la
marina, se pudiera entender esta preocupación como una evasión de la política.
Me parece que sí, siempre y cuando se interprete que esta evasión fue una huida
hacia adelante. Huida hacia adelante porque hoy sabemos no sólo el impacto que
tuvo en el país marítimo la parálisis de los proyectos de desarrollo del poder
naval y la purga sufrida por la Armada, también la poca proclividad del
caudillo de desarrollar un arma que podría significar una fuente de
inestabilidad en sus pretensiones de permanecer en el poder.
Así pues, las preocupaciones de Díaz tuvieron bien
fundamentadas, no obstante, se tuvo que: 1.-) esperar hasta la década de los
años cuarenta para que el país contara con un navío que cumplió funciones de
buque escuela, el “Capana”, para que los marinos venezolanos no sólo fueran
unos marinos costeros, también unos marinos de alta mar, y 2.-) esperar hasta
los años ochenta para contar con un verdadero buque escuela, el “Simón Bolívar”
que se adecuara a las necesidades marineras que Díaz esbozó en el año 1913. Un futuro
buque escuela de complemento al actualmente existente debería ser algo parecido
al vapor de guerra “Mariscal Sucre” por ser un navío de transición entre la
vela y las nuevas tecnologías de propulsión y posicionamiento.
c.- Servidumbre Técnica.
Masson
no usa la palabra “técnica”, él usa la expresión especialista. La causa de su
uso obedeció a que el surgimiento del submarino y la aviación naval le generó
al oficial la necesidad no sólo de conocer las especificidades técnicas de
dichos medios, también su uso de manera individual junto con otros tipos de
medios en el medio ambiente marítimo. En relación con el submarino, este fue una
plataforma que entre finales del siglo XIX y principios del XX se encontraba en
pleno proceso de desarrollo en lo concerniente a sus aplicaciones militares y
operacionales, pero no era del desconocimiento de los venezolanos sobre todo
por los pedidos de construcción que ya en ese entones habían realizado varias
armada a nivel mundial[34].
En cuanto al avión se refiere, si bien en el año 1912 voló el primer avión
sobre Caracas, sus aplicaciones militares las descubriría originalmente España
en el Rif antes de que tuviera un importante desarrollo en la guerra que se
desencadenó a mediados del año 1914[35].
Teniendo
presente estos antecedentes podemos afirmar que el principal foco de la técnica
estaba centrado en el desarrollo de medios navales debido a que hasta el
desarrollo de las armas nucleares y la cohetería balística estratégica, el
buque de guerra fue el principal medio de proyección estratégica. El desarrollo
en sí implicaba la concepción y la construcción de buques considerando el
material, la maquinaria y el armamento a ser instalado. La causa obedeció a la
experiencia adquirida en primer lugar, en Río Hacha puesto que los medios
estuvieron limitados en velocidad y autonomía para permanecer en el área de
operaciones, en segundo lugar en el bloqueo, desde el mismo momento que no
todos los vapores con que contaba el país pudieron ser reparados para operar en
Ciudad Bolívar y en tercer lugar, como consecuencia de la toma de Ciudad
Bolívar, que el país se vio obligado a enviar a uno de sus principales buque,
“El Restaurador” a EE.UU. debido a las limitaciones que padecía el país para la
reparación de buques de cualquier tipo. Otro aspecto tecnológico no menos
importante estaba relacionado con el desarrollo de la artillería. En ese
aspecto, la artillería de los buques de guerra venezolanos del 1900 todavía era
de bajo calibre y dada su maniobrabilidad eran usados también en operaciones
terrestres[36].
Esto contrastaba con los desarrollos técnicos de finales del siglo XIX
relacionados con la artillería fija de los buques de guerra de las principales
marinas de guerra del mundo para la época gracias al desarrollo de la
artillería de retrocarga.
Ahora
bien, si se consideran los esfuerzos realizados por el país de la mano de Román
Delgado-Chalbaud entre los años 1904 y 1912 para crear una infraestructura
tecnológica para las construcciones y reparaciones navales y del papel que jugó
Díaz en la promoción y evaluación de la infraestructura que se fue instalando,
se evidencia que el foco de atención de este autor fue hacer que los guerreros
venezolanos que tuvieran una vocación marítima conociera el arte de la
navegación y de la construcción de buques[37].
Por ello es que fue posible asociar las técnicas de navegación como una
expresión del arte marinera de acuerdo con el pensamiento de este autor
venezolano y concentrar los aspectos técnicos a la ciencia de la construcción,
el eslabón necesario para desarrollar el poder naval venezolano.
Para
Díaz el desarrollo del poder naval estaba asociado con crear las condiciones
técnicas para que ello fuera posible y ello implicaba la consideración de
aspectos materiales e intelectuales. Lo material estaba dado por la necesidad
de crear una infraestructura y lo intelectual estaba relacionado con la
necesidad de crear capacidades para operar en el mar y para sostener la
infraestructura de mantenimiento.
Desde
la perspectiva material el desarrollo de una infraestructura permitió la
construcción de un buque guardacostas. Pero ¿por qué se construyó un buque de
guerra y no un buque mercante? Seguramente era del conocimiento de la clase
dirigente del país que los transportes, vehículos que hacen posibles los
intercambios, eran un medio que formaba parte de una cadena de producción de
los medios de vida e intercambio de excedentes, tal como lo indicaba las
teorías económicas desde Adam Schmit, pasando por David Ricardo hasta Carlos
Marx. El problema fue para ese entonces que la capacidad de un país empobrecido
por la guerra requería medios de defensa especializados para la subsistencia
del régimen. Hoy pudiéramos decir que el gobierno de ese entonces trató de
inducir un consumo mediante la producción de bienes para el Estado. Sin
embargo, después de esa iniciativa, la clase dirigente de ese entonces se
dedicó a atender otras prioridades como lo fueron las concesiones petroleras
que a pesar de su importancia marítima relegó a segundo plano el desarrollo del
poder marítimo y naval del país.
En
lo intelectual, ya hemos afirmado que los buques de la armada nacional
cumplieron funciones de escuela embarcada para hacer más efectivo el proceso
enseñanza-aprendizaje. A pesar de esta iniciativa, el conocimiento que
adquirieron los futuros oficiales navales de tecnología naval no fue sobre los
modernos desarrollos ya en uso en diferentes países sino, con la excepción del
Guardacostas “29 de enero”, de los medios anticuados y aún en servicio en la
Armada nacional.
Teniendo
presente lo antes afirmado, a pesar de los grandes esfuerzos realizados, el oficial
naval venezolano padeció importantes deficiencias desde el punto de vista
técnico que limitaban su capacidad de acción en caso de una situación de
conflicto. Estas deficiencias se agravaban por las otras limitaciones tecnológicas
relacionadas con la capacidad para realizar navegación de altura. Si bien se
podría argumentar, en primer lugar, que el valor y la astucia táctica
demostrada en Puente Paparo y Ciudad Bolívar fueron suficientes para compensar
las deficiencias mencionadas precedentemente y, en segundo lugar, los esfuerzos
educativos darían frutos a mediano y largo plazo, la verdad fue que las nuevas
circunstancias político-estratégicas surgidas a partir del año 1913, colocaron
en segundo plano el desarrollo del poder naval, dándose como un hecho sobre
entendido unas virtudes guerreras que la experiencia ha demostrado que cuando
no se cultivan y no se compensan con las artes y las ciencias generan con el
tiempo situaciones desagradables para el país. Estas situaciones desagradables las
padecería Venezuela a finales de los años treinta cuando en un esfuerzo por
mantener la neutralidad en la guerra que se avecinaba no estuvo en condiciones
de dar una respuesta eficaz, en el ámbito marítimo, a las exigencias del
conflicto bélico[38].
Podemos
concluir entonces que las preocupaciones de Díaz mostradas en el año 1914 desde
el punto de vista técnico eran pertinente porque la valentía, por si sola, no
podría compensar las deficiencias técnicas que la guerra moderna imponía como
una necesidad a ser considerada.
d.- Las servidumbres profesionales como un todo y
su peso en la conformación del perfil profesional del oficial naval venezolano
a principios del siglo XX.
A pesar de la especificidad técnico-intelectual del oficial naval
explicada por una profesión que se desarrolla en un medio diferente, el mar,
esta especificidad no es una forma de especialización que limita a un marino a
operar en un campo plenamente delimitado. Un oficial naval en la época de Díaz
y en el mundo de hoy sigue siendo la imagen del hombre renacentista cuyo pensar
y hacer implicaba la posesión un vasto conocimiento en arte y ciencia en
diferentes ámbitos del quehacer humano debido a que de la mayor suma de
conocimientos es posible operar y vivir en un medio aún hoy en día desconocido.
Pero para que un país dedique parte de sus esfuerzos para Ser-en-el-mar por
intermedio de sus nacionales implica una actitud como señaló Mahan y una
concepción como han reconocido muchos autores en el presente. Para algunos
autores es muy costoso porque la formación dentro del contexto de estas
servidumbres implica un gran esfuerzo, pero en realidad, lo que el tiempo ha
demostrado es que costosa ha sido la incapacidad para operar en dicho espacio. O.
Gross ha afirmado que:
“…
los elementos de la guerra naval son los buques, instrumentos de una
vulnerabilidad relativamente grande y, en general, poco numerosos, a causa de
ser muy costosos. Su construcción y reemplazo requieren un tiempo tan largo,
que se les da una importancia grande. A las complicaciones del material,
corresponde una larga y minuciosa preparación del personal, que se funda en la
elección de hombres según su capacidad y en el continuo adiestramiento en la
especialidad que deben desempeñar. Las pérdidas de material y personal son más difíciles
de remediar en la marina que en el ejército…” (191?:84).
Por supuesto que Gross se ha referido a una situación signada por
la guerra, el tema es que a pesar de que Alemania fue derrotada en el año 1918,
no renunció a tener un poder en el mar, por el contrario, se las ingenió para
mantener una adecuada presencia en ese espacio a pesar de sus limitaciones. Así
pues, estas servidumbres profesionales navales no son limitaciones para
ser-en-el-mar, las servidumbres son el plano de referencia por medio del cual
una clase dirigente expresa su visión de la política y el quehacer marítimo
Con esta premisa, podemos afirmar que desde el punto de vista
marinero, militar y técnico la iniciativa intelectual de Ramón Díaz era cónsona
con: (1) la gravedad del daño que se le estaba ocasionando al país por la
represión que estaba condenando las posibilidades de desarrollo del poder
marítimo de un modo general y de la Marina de Guerra, de forma más específica, y
(2) con las necesidades de un país que aspiraba a vivir en mejores condiciones a
partir de los avances técnicos alcanzados por la revolución industrial.
Esta iniciativa, realizada en un momento culminante para la historia
del país, no fue compatible con los intereses de una clase dirigente gomecista
que había subsumido a la nación a la visión de un partido, que por las
necesidades de la misma facción se hizo militar nacional, para perseverarse en
el poder. De igual forma, la propuesta de Díaz perseguía lograr que el país
pudiera disponer de una importante capacidad naval que le permitiera mantener
su independencia frente a los intereses de potencias extranjeras que usaran el
mar para expandir sus dominios usando para ello sus buques de guerra. Este
propósito no era descabellado si se tiene presente que seis meses después de
que fuera relevado de su cargo estalló una guerra en Europa que tuvo como
primer teatro de operaciones marítimas el mar Caribe y el océano Atlántico
meridional tal como mostraremos a continuación.
3.- La
propuesta formativa de Ramón Díaz a la luz de la situación político-militar en
los prolegómenos de la Primera Guerra Mundial.
Seis
meses después del escrito de Díaz sobre la “marina científica” estallaría la
Primera Guerra Mundial. La importancia del escrito de este oficial naval fue
que en vez de buscar la tutela extranjera para garantizar los fines inmanentes
del Estado uso como ejemplo el modelo de desarrollo japonés para hacer del país
un poder soberano dentro del concierto de naciones. La tutela extranjera se
produjo a finales del año 1908 cuando en una componenda donde participaron
EE.UU., Alemania el partido gomecista apartó del poder a Cipriano Castro. Los
estadounidenses con la presencia de buques de guerra en la Guaira impidieron la
llegada de Castro y lograron con ello las concesiones para la explotación de
petróleo[39].
Los alemanes deben haber manipulado a Castro con su estado de salud y con ello
debieron haber logrado algunos beneficios aun de difícil cuantificación (Müller,
2007)[40].
La dificultad en cuantificar los beneficios se debe al estallido de la guerra,
no obstante, es de destacar lo siguiente: (1) la visita del SMS “Bremen” y la
condecoración con el busto del Libertador al futuro Almirante W. Canaris en
febrero del año 1909, y (2) el proceso de prusianización del ejército nacional
iniciado en el año 1910 con la asesoría del coronel chileno Samuel Mc Gill.
Estos dos hechos constituyen indicadores de la orientación política gomecista: (1) en relación con EE.UU. la seguridad económica y naval y (2) con respecto a Alemania la formación de un aparato de defensa eficaz que le asegurase su permanencia en el poder. Frente a este escenario la capacidad de acción de la Armada quedaba minimizada. Ello explica, desde otra perspectiva, el alejamiento de la relación Delgado Chalbaud-Gómez puesto que el desarrollo del poder naval quedaba en un segundo plano[41]. Ya hemos señalado que la propuesta de Díaz fue cónsona con el país más no con el régimen. Ahora hace falta analizar la situación política entre abril de 1913 y noviembre de 1914 para valorar las decisiones tomadas por el gobierno nacional teniendo presente no sólo la propuesta de Díaz, sino también la situación de la marina venezolana frente al conflicto europeo.
Gómez
declara un estado de conmoción interna en abril de 1913 para justificar su
permanencia en el poder. Una vez que se anuncia el estado de excepción, se
declara en campaña para “salvar” el orden amenazado. Este proceso duró hasta su
entrada en Caracas el 01ENE1914. Díaz publica su ensayo el 30ENE y en los días
subsiguientes es sustituido del cargo, aunque su acción no se asocia con la
llevada a cabo por los conspiradores un año antes. El 19ABR Gómez es declarado
presidente y comandante del ejército y El 03MAY1915, después de haberse
aprobado una nueva constitución el congreso lo elije presidente, cargo que no
asume dejando al país en una situación de provisionalidad. Esta situación de
provisionalidad le permitió resistir las presiones estadounidenses a partir del
año 1916 para que Venezuela asumiera una posición beligerante a favor de la
triple Entente.
Ahora
podemos entender claramente que la acción de Díaz fue en lealtad con la labor
emprendida por Delgado Chalbaud, pero ¿Qué tenía de subversivo el desarrollo
del poder naval?, ¿qué tan amenazante podía ser un oficial naval adquiriendo
conocimientos orientados hacia el exterior y en un ambiente específico, luego de
haberse reprimido a una importante cantidad de oficiales navales? La gestión emprendida por Delgado Chalbaud en
Francia y el Reino Unido perseguía la obtención de créditos y asesoría
técnico-financiera para facilitar el desarrollo del comercio y la industria y
hacer viable los proyectos navieros en el alto Orinoco y el río Negro, ambos de
suma importancia por el auge de la explotación del caucho en el norte de
Brasil. En lo personal creo que este propósito no representaba ninguna amenaza
para el país y si para la estabilidad del régimen de Gómez desde la perspectiva
de la relación con EE.UU. y Alemania, países que había ayudado a garantizar su
permanencia en el poder una vez que la productividad promoviera la libertad a
partir del desarrollo del país.
La inteligencia de Gómez no fue lo
suficientemente clara para percibir que la principal rivalidad que se planteó
en Venezuela a inicios de siglo y durante el bloqueo no fue entre EE.UU y
Francia por el tema del canal de Panamá, ni entre EE.UU y el Reino Unido puesto
que ya habían acordado repartirse sus áreas de influencia. La principal
preocupación estadounidense fue, en ese entonces, que no se instalara en la
región otra potencia europea y menos su principal rival comercial a escala
global, es decir, Alemania. Gómez se aseguró en el poder gracias a un
entendimiento con EE.UU. y Alemania. Ahora, ¿Este entendimiento que aseguró la
permanencia del caudillo fue entre estos dos rivales europeo y americano o fue
entre el caudillo y cada uno de los países antes mencionados?
Para
responder la primera pregunta hay que tener presente que Wallerstein (2002)
expresó que EE.UU y Alemania tuvieron una importante ascenso en la política y
la economía mundial a expensas del Reino Unido desde finales del siglo XIX. Con
este crecimiento ambos países comenzaron a competir por mercados en importantes
sectores como el acero, los automóviles y los productos químicos industriales.
Esta competencia evolucionó en guerra con el estallido de la Primera Guerra
Mundial[42] y
finalizó con la derrota de Alemania en el año 1945, es decir, cuando finalizó
la Segunda Guerra Mundial. Con este marco se presenta el siguiente
interrogante: ¿cuál fue la naturaleza de la relación germano-estadounidense
entre los años 1908 y 1914 que propició una desescalada en Venezuela? Creo que
se generó un entendimiento tácito desde el mismo momento que Alemania no
interfirió en la política estadounidense de penetración económica inaugurada
con la creación de la Unión Panamericana en el año 1910[43] a
pesar de que este país junto con Francia y el Reino Unido absorbían más del 65
% de las relaciones comerciales (Vivas Gallardo, 1981:136). Por este hecho el
proceso de prusianización del ejército venezolano y de la marina a partir de la
purga iniciada en el año 1913 continuó sin ningún percance. En este contexto
entra en juego el papel desempeñado por el comandante del “General Salom”
cuando Díaz como segundo comandante realizó el crucero de instrucción a Santa
Marta. Nos referimos al Capitán de Navío F. Liton. Este oficial formado en la Kaiserliche Marine
jugó un papel importante en el desarrollo del poder naval venezolano entre los
años 1908 y 1912. Luego de dejar el Comando del “General Salom” se conoce poco
de sus funciones posteriores[44].
En relación con la segunda pregunta
es de mencionar que Venezuela mantenía representaciones diplomáticas en
Alemania y EE.UU antes de la Primera Guerra Mundial. Este hecho de por si
indicaba que el país estaba en conocimiento de la situación europea y de la
posición estadounidense[45].
Sin embargo, la capacidad de maniobra internacional de un país con una economía
estructuralmente débil, recuperándose de la guerra civil (y con fuerte
disidencia interna) y con unos compromisos de pago de deuda de acuerdo con los
acuerdos alcanzados como consecuencia del bloqueo lo obligaba a mantener en lo
posible una posición de neutralidad. Estas circunstancias obligaron a Gómez a
adoptar una posición política que le ayudara a mantener un débil equilibrio
interno con el fin de asegurar su permanencia en el poder. Con este escenario
político interno estalló la Primera Guerra Mundial.
Venezuela se declaró neutral dos
meses después de EE.UU. y tres meses después del estallido de la guerra. La
crisis que desembocó en la guerra se inició el 28JUN1914 con el asesinato del
heredero del trono del imperio austro-húngaro en Sarajevo. La guerra se inicia
el 28JUL con el ataque austrohúngaro a Serbia seguido del ataque alemán a
Bélgica, Luxemburgo y Francia seguido, a su vez, del ataque ruso a Alemania.
Como las estimaciones de todos los países beligerantes fue que sería una guerra
de corta duración, muchos países incluido EE.UU. se declararon neutrales casi
inmediatamente. Con el fracaso de la ofensiva alemana a las puertas de París a
inicios de septiembre, es decir, con la derrota en la batalla de Marne, los países
europeos y el mundo en general se comenzaron a preparar para una guerra de
larga duración[46].
En este contexto, el tiempo que medio entre las declaraciones de guerra en
Europa (28JUL) y la estabilización del frente occidental (05SEP) coinciden con
el tiempo que tardó el gobierno nacional en declararse neutral. ¿Qué pasó en
ese período en el mar Caribe y cómo Venezuela se vio involucrado en los
acontecimientos europeos? ¿Por qué esas fechas? En relación con la situación
estratégica en el Caribe entre junio y septiembre de 1914 se tiene lo
siguiente:
· Presencia
estadounidense en República Dominicana para recaudar los impuestos aduanales,
después de haber intervenido militarmente en el año 1904.
·
México se encontraba
en plena revolución y una fuerza estadounidense (15.000 hombres) se encontraba
operando en México para “capturar” a uno de los líderes revolucionarios, es
decir, a Pancho Villa y en apoyo al gobierno insurreccional de V. Carranzas. En
este conflicto, por su parte el Reino Unido y Alemania apoyaron al presidente
depuesto V. Huerta.
·
El 15AGO1914 se
inaugura el canal de Panamá.
En
relación con los países beligerantes se tiene lo siguiente: el Reino Unido
tenía desplegada en el mar Caribe una fuerza naval compuesta por cuatro
cruceros a la orden del Contralmirante Cradock con un área de responsabilidad de vigilancia que
cubría Halifax, Nova Scotia y Pernambuco en Brasil. Los buques fueron el HMS
Good Hope, HMS Berwick, HMS Monmouth y HMS Suffolk. Francia disponía en el mar Caribe para el momento de la
movilización sólo defensas fija en Martinica[47].
Alemania por su parte contaba con cuatro cruceros ligeros en el Caribe en el
periodo mencionado. Estos fueron el SMS Dresden, el SMS Karlsruhe, el SMS Straβtburg
y el crucero auxiliar Kronprinz Wilhem.
Con el estallido de la guerra comenzó en el mar
Caribe la persecución de los buques de guerra alemanes por parte de la fuerza
naval inglesa del CA Cradock, pero esta persecución cesó cuando la citada
fuerza naval fue destinada a cumplir otras tareas más apremiantes para el alto
mando naval inglés. A continuación, se muestra en el siguiente cuadro el
movimiento de los buques alemanes para que se tenga una idea de cómo y por qué
lograron evadir a la fuerza naval inglesa.
1914 |
Dresden |
Kronprinz
Wilhem |
Karlsruhe |
Straßburg |
ENE 21 |
En Veracruz |
En Alemania |
En Alemania |
En África y el cono sur |
JUN 02 |
|
|
Puerto Plata (República Dominicana) |
|
JUN
28 |
Sarajevo:
asesinato del Archiduque Francisco Fernando, heredero de la corona austro-húngara. |
|||
Finales JUN |
En Jamaica, dejando al depuesto
presidente V. Huerta junto con el HMS Bristol |
|
|
En Jamaica |
JUL 01 |
|
|
|
Puerto Plata (República Dominicana) |
JUL 04 |
|
|
Ambos navegando hacia Saint Thomas (Dinamarca)
|
|
JUL 20 |
|
|
|
Puerto Plata (República Dominicana) |
JUL 25-26 |
Puerto Príncipe (Haití)[48] |
|
Puerto Príncipe (Haití) |
|
JUL 31 |
Saint Thomas |
|
|
|
JUL
28 |
Estallido de la Guerra en Europa |
|||
|
En Nueva York |
La Habana |
Azores (Portugal) |
|
AGO 06 |
|
Ambos en las Bahamas[49].
Encuentro con el HMS Suffolk y el HMS Berwick |
|
|
AGO 09 |
|
|
San Juan Puerto Rico |
|
AGO 11 |
Atlántico Norte[50] |
|
Atlántico Norte |
|
AGO 15 Aprox. |
|
|
Curazao |
|
AGO 21-23 |
|
|
¿Maraca? |
|
NOV + |
Auto hundido en Chile después de
participar en los combates navales de Malvinas y Coronel |
Realiza una exitosa guerra de corso en
el atlántico norte. Posteriormente internado en EE.UU. |
Hundido por una explosión a 300 mn
sureste de Trinidad, luego de una exitosa campaña. |
Ejecuta operaciones de guerra en el
mar del norte. Después de la guerra pasó a la Regia Marina Militare. |
Como
se puede observar, los buques alemanes estuvieron cambiando de posición
considerando la posibilidad de abastecerse de carbón entre el primero de junio
y seis de agosto. Para tal fin se deduce que el SMS Straßburg
y el SMS Kronprinz Wilhem fueron usados para esconder el destino del SMS
Dresden, un buque más rápido que los contrapartes británicos y con una gran
autonomía (3800 mn a 14 K) y del SMS “Karlsruhe”. Por tal motivo sólo pudieron
avistar al SMS “Karlsruhe” probablemente colocado como finta por ser también
más rápido que los buques ingleses. Sin embargo, lo que permitió el
desvanecimiento para la alerta temprana británica de los buques alemanes fue el
destaque de la fuerza naval inglesa al Atlántico sur para hacer frente a una
fuerza naval alemana que provenía de Tsingtao (China) a la orden del
Contralmirante von Spee. Como se sabe, la fuerza naval inglesa de Cradock sería
hundida en la batalla naval de Coronel y la de von Spee sería hundida en las
Malvinas. A continuación, se muestra de manera esquemática la finta alemana.
Este
juego de maniobras entre las marinas de guerra alemana e inglesa ya de por si
indican que las preocupaciones de Díaz estaban plenamente justificadas en lo
concerniente a la necesidad de desarrollar las capacidades marineras de los
oficiales navales venezolanos, sin embargo, el caso que nos interesa es el del
SMS “Karlsruhe”. Este buque, luego de evadir la persecución británica permanece
varias horas en San Juan de Puerto Rico para abastecerse de carbón y se dirige
al sur, a Curazao, luego de hacer una finta hacia el norte. En la isla neerlandesa
permanece también por varias horas y se dirige, navegando al amparo de la costa
venezolana, a una isla denominada “Maraca” donde permanece dos días
reabasteciéndose de combustible. Luego
de este reabastecimiento realizado por el vapor “Patagonia” se dirige al
Atlántico meridional para emprender la guerra corsaria contra el tráfico
mercante de la Entente (Huning y Schwarte, 2011). Si se tiene presente que estos movimientos ocurrieron en el
período de espera que se dio Gómez para declarar la neutralidad del país frente
a la guerra europea, es de suponer que se había considerado la posibilidad de
recibir al menos a uno de estos buques si era interceptado por la fuerza naval
inglesa.
Si se observa con detenimiento el dibujo de Lehmann (2005), con la expresión usada por Huning y Schwarte (Ibíd.:08) la isla “Maraca” debió haber sido una isla venezolana, probablemente Los Testigos, Los Frailes o el conjunto que forma La Blanquilla y los Hermanos. Al respecto, el Capitán de Navío T. Mariño Blanco ha expresado que esos abastecimientos se hicieron en Los Testigos. Después de tres meses de una productiva actividad destructiva, una explosión hizo que se hundiera el SMS “Karlsruhe” a 300 MN al este de Trinidad[51]. Ahora, si se observa la ruta punteada que indica el rumbo aproximado seguido por el buque que rescató a los supervivientes se observa que también cruza un punto que coincide aproximadamente con la isla Los Frailes o Los Testigos.
Del
periplo realizado por el SMS “Karlsruhe” se tienen dos momentos en función de
la declaración de neutralidad hecha por Venezuela en el mes de octubre según
Vivas Gallardo. El primero entre el 28JUL y el 01OCT y el segundo del 01OCT
hasta más o menos el 30NOV. Aquí se tienen dos tiempos que merecen detenernos
con detenimiento. Vivas Gallardo expresó como un acto demostrativo de las
buenas relaciones germano-venezolanas en ese período que:
“… el uso
por parte de un buque alemán de su inalámbrico en aguas territoriales
venezolanas a fin de alertar a los cruceros que recorrían el Atlántico buscando
el escuadrón de von Spee; el caso de otro barco alemán que fondeó en el puerto
de la Guaira, sin documentos, huyendo de una Antilla, el cual por medio de las
gestiones realizadas por von Prolius[52] y la firma alemana Blohm,
obtuvo los despachos exigidos, y con los papeles en regla salió del puerto
cargado de carbón, para surtir a los navíos de guerra” (1981:121-122).
Si
analizamos esta información suministrada por este historiador venezolano nos encontramos
que las comunicaciones que se hicieron en el país fueron para alertar al SMS
“Dresden” y al SMS “Karlsruhe”. Al respecto, Mueller expresó que el Teniente de
Navío W. Canaris y su equipo de comunicaciones en el “Dresden” comenzaron a
monitorear las comunicaciones emitidas por las estaciones de radio
estadounidenses sobre los movimientos de los buques ingleses que paradójicamente
habían operado en conjunto con el buque alemán un mes antes en México (2007:10).
Así pues los escritos de Mueller y Vivas Gallardo nos dan una idea más o menos
clara de la intensidad de las operaciones en los primeros días de la guerra en
Europa.
En
relación con el buque que cargó carbón en La Guaira sin duda fue el Patagonia
que había sido destinado a apoyar al SMS “Karlsruhe” en una de las islas antes
mencionadas. Así pues, si se tiene presente este primer momento de la posición
venezolana frente a la guerra europea podemos afirmar que el país a pesar de lo
secreta de la operación actuó favoreciendo la estrategia de guerra naval alemana.
Para esta operación debieron haber participado oficiales navales venezolanos
por la especificidad de lo marino y lo técnico en el quehacer marítimo. El
carácter secreto indicaba en cierta forma el interés de no involucrarse en el
conflicto y dentro de este contexto entra en juego los papeles jugados por Díaz
y Liton dentro de la Armada venezolana. Sobre Díaz sabemos que fue destinado a
la naciente marina mercante nacional. Faltaría averiguar un poco sobre la
estadía en Venezuela de los buques “Patagonia”[53] y
su relación con la marina mercante nacional. Sobre Liton poco se sabe, pero la
operación secreta de reaprovisionamiento mencionada nos indica: 1.-) la
necesidad de la presencia de conocedores de faenas marineras que hablaran
alemán y español y 2.-) que el servicio etappendienst
operó de forma efectiva en Venezuela en los primeros meses de la guerra[54].
Por otro lado, sabemos que entre julio y diciembre de 1914 el Capitán P. Rivero
era el comandante del “Mariscal Sucre”, el mejor buque de guerra venezolano
para la época pero anticuado para el tipo de guerra que se estaba
desarrollando, pero capaz de asistir a otros navíos amparándose en la
diplomacia naval y/o asumiendo la bandera de la neutralidad.
Venezuela
declara la neutralidad en el mes de octubre quizás porque ya era muy poco el
papel que podía desempeñar en la guerra (a favor de Alemania). Como se sabe, el
SMS “Karlsruhe” se hundió por un accidente que provocó la voladura de uno de
sus pañoles. Otro buque, el “Río Negro”, aparece en la escena del naufragio y
rescata a los supervivientes. Unos regresan a Alemania y otros, al parecer, se
integran a la sociedad venezolana. Mariño Blanco ha afirmado que el crucero
alemán fue remolcado por el crucero “Mariscal Sucre” y hundido en Cariaco, pero
suena más plausible creer que en un probable encuentro entre el Río Negro y el “Mariscal
Sucre” se resolvió dejar en Tierra Firme a los supervivientes que desearon
permanecer en territorio venezolano. De igual forma, habría que averiguar un
poco más sobre el vapor “Río Negro”[55] y
su relación con Venezuela dada la poca información existente al respecto.
Ahora,
si volvemos a las preocupaciones de Ramón Díaz acerca de cuál debería ser el
perfil del oficial naval venezolano tenemos ahora que desde la perspectiva de
las operaciones secretas realizadas por la kaiserliche marine en Venezuela en
el año 1914 estas estaban muy bien fundamentadas, más aún si se hubiese
planteado la necesidad de mantener la posición política adoptada por el
gobierno nacional si la marina británica y francesa hubiesen realizado
operaciones navales de guerra en nuestro territorio. El juego político
practicado por Gómez desde el año 1913 le salió bien y ello le garantizó, en
primer lugar, su permanencia en el poder hasta su muerte en el año 1935 y, en
segundo lugar, la amistad alemana hasta que la guerra del 1939 las puso en
tensión en nuevas circunstancias. Sólo unos venezolanos fueron llamados por el
olor de la pólvora o por la imposibilidad de estar en el país a participar en
esa guerra. Entre otros, se destacan: Rafael De Nogales Méndez que lo hizo en
el ejército otomano, Carlos Meyer Baldó quien formó parte de la Luftwaffe
alemana[56] y
Luis Camilo Ramírez como oficial de la Legión Extranjera francesa[57]. A
pesar de esta afirmación se hace necesario conocer la reflexión realizada por
marinos alemanes después de concluida la Gran Guerra para valorar con mayor
precisión el grado de certeza de la propuesta de Díaz
Otto Gross, después de la
guerra, realizó una reflexión sobre los errores y aciertos de las operaciones
navales alemanas durante la pasada guerra en su obra Doctrina de la guerra marítima según las enseñanzas de la Guerra
Mundial. Este autor comienza afirmando que el objetivo de la guerra naval
no es el dominio del mar sino el dominio de las comunicaciones marítimas,
agregando además que la naturaleza de la guerra tiene un alcance limitado (191?:40).
Como este dominio no es absoluto, se considera alcanzado cuando “el adversario
no tiene posibilidad de atacar eficazmente nuestras comunicaciones económicas y
militares, ni de utilizar ni defender las propias” (Ibíd.:60). La causa de esta
afirmación, la justifica el autor a partir del criterio que, el grado de
dependencia de una nación de las líneas de comunicaciones marítimas constituye
el núcleo fundamental para decidir la forma en que se conducirá la guerra en el
mar. Como los Estados europeos se había hecho cada vez más dependientes del
mar, Alemania debió haber hecho un esfuerzo mayor en destruir la propiedad
pública y privada enemiga debido a que:
“…no es
únicamente un medio secundario para aproximarse indirectamente al objetivo por
medio de la presión económica, sino que es uno de los resortes principales para
quebrantar la resistencia del adversario… por tal motivo, en la guerra naval
los métodos que tiendan a perturbar las líneas de comunicaciones del adversario
y las medidas de confiscación en ese criterio incluidas, no son empresas
secundarias, sino objetivos principales, y en este aspecto se puede llegar
hasta concebir un caso extremo en el cual la aplicación de la presión económica
constituya el único medio adoptado para alcanzar el resultado decisivo”
(Ibíd.:56-57).
Luego
de esta afirmación, el autor señaló que los estrategas alemanes no le dieron
importancia a la guerra al comercio a pesar de que el propio Gran Almirante
Tirpiz concibió la idea de desarrollar y desplegar una escuadra de cruceros en
caso de conflicto. La causa de esta resistencia se debió, en primer lugar, a la
experiencia de la guerra ruso-japonesa y, en segundo lugar, a la “deficiencia
de bases en los océanos” (Ibid.: 163). Este hecho, según el autor, colocó a
Alemania en una situación de desventaja al inicio de la guerra debido a que el
esfuerzo mayor de los combatientes una vez que se planteó la realidad de una
guerra larga, fue asfixiar económicamente al adversario. En este plano se
circunscribe las acciones emprendidas por el SMS “Karlsruhe” y las intuiciones
de Ramón Díaz en los inicios del desarrollo del poder naval venezolano.
Para
Gross la guerra de corso emprendida por el “Karslruhe”, el “Emden”[58] y
el “Kronprinz Wilhem” fueron ejemplos exitosos de llevar la guerra de corso a
lugares insospechado. Agregó que fue un error catastrófico que la fuerza naval
del pacífico comandada por el Almirante Graf Spee se dedicara a la objetivación
militar de otros intereses estratégicos que no fuesen el comercio de la Entente
y consideró un error que la Hochseeflotte confinada en el mar del Norte no
hubiese hecho presión a la Grand Fleet británica para apoyar a los buques
alemanes en la etapa crítica de agosto a diciembre de 1914. Para el pensador
alemán, las hazañas de estos buques “demostraron al mundo lo que se hubiese
podido esperar del espíritu y de las cualidades de los marinos alemanes si la
guerra de corso se hubiera extendido a todos los mares del globo” (Ibíd.:168).
Una vez que desaparecieron los buques de superficie alemanes, los submarinos
llevarían a cabo la guerra de corso en nuevas circunstancias modificando con
ello todo el pensamiento naval, pero Alemania perdería dos años para explotar
de forma efectiva esa nueva arma.
Las
inquietudes intelectuales de Díaz a la luz de la reflexión realizada por Gross
resultan de gran pertinencia y trascendencia en lo que concierne al desarrollo
de capacidades y actitudes del oficial naval. No sabemos si él pudo haber
concebido la idea de usar a la naciente Marina de Guerra venezolana para
operaciones de corso a pesar de que esta práctica fue de uso común por los
marinos venezolanos durante la guerra de independencia como ya hemos señalado
al inicio del presente trabajo. Lo que sí es seguro, es que Díaz, al igual que
los pensadores alemanes de la pre-guerra mundial, tuvo una gran fijación de la
experiencia naval que representó la guerra ruso-japonesa. Pensar en grande no
es malo sobre todo si se está consciente de las limitaciones para alcanzar la
meta deseada. Es malo que las ansias de poder condenen a un país a un tutelaje
por la avaricia, la pereza y el egoísmo.
4.- Reflexión final.
La
visión de Ramón Díaz a la luz del presente fue acertada desde la perspectiva de
las necesidades político-navales del pasado, ¿será también del presente? La
atención de Díaz se focalizó en el marino y el técnico apartando un poco el
aspecto militar-guerrero puesto que para él no había duda sobre las cualidades
y experiencias guerreras de los oficiales navales de aquel entonces. Después
del período bélico que caracterizó al país entre 1900 y 1914, la servidumbre
militar-marina-técnica sería puesta a prueba para los marinos venezolanos
durante la Segunda Guerra Mundial y lo que nos ha dicho la historia fue que las
deficiencias que comenzaron a gestarse en abril de 1913 salieron a la luz en
ese conflicto mundial. No obstante ello, los oficiales navales venezolanos
adquirieron una importante experiencia bélica a bordo de buques estadounidenses
y venezolanos en el período. Esta experiencia daría sus frutos durante la
crisis de Los Monjes en el año 1952 y en 1962 tanto en la tragedia que representó
el Porteñazo, así como la crisis de los mísiles cubanos. Después del importante
crecimiento de la armada nacional en la década de los años cincuenta del siglo
XX y de su resurgimiento en la década de los años ochenta, la triple
servidumbre fue puesta a prueba con la crisis del “Caldas” y la guerra de baja
intensidad que se libró para mantener alejado el país de la guerra interna que
se libra en Colombia. La Armada, como instrumento del Estado en esos trances
salió airosa.
A partir del año 1989 se comenzó a
observar un declive en el ejercicio de las servidumbres mencionadas debido al
proceso de pretorianización que comenzó a acentuarse en el estamento militar
que condujo a los intentos de golpe de Estado ocurridos en el año 1992. Desde el punto de vista histórico si seguimos
las categorías ya indicadas de Perlmutter, el pretorianismo ha sido una marca
que ha signado la realidad político militar venezolana, sin embargo, si
contrastamos esta marca con la tesis de los ciclos históricos del Dr. Giacopini
Zarraga podemos afirmar que el modelo político imperante en el país desde el
año 1958 mostró un signo de agotamiento con la crisis financiera del año 1983.
Esta crisis financiera devino en crisis política en el año 1989 con el
denominado “caracazo”. El “caracazo” hizo que se hiciera patente una fractura
entre profesión militar en cuanto a las servidumbres indicadas a lo largo de
este trabajo por lo que comenzó a ser más importante el “hacer política” con
las armas que asesorar al poder político sobre el empleo más eficaz de la
fuerza militar para el beneficio de la totalidad de la comunidad política
venezolana. En esta fractura hecha patente han existido muchos Ramón Díaz que
han tratado de cerrar esa brecha, pero quizás no han sido los suficientes.
Este
declive lo intentó detener el gobierno nacional a partir del año 2004 con la
revisión del pensamiento militar venezolano, sin embargo, en el supuesto de que
se haya dado importantes avances en el proceso de remilitarización, en lo que
atañe al poder naval, las preocupaciones de Ramón Díaz parecen estar muy
vigentes.
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[1] Esta
conspiración se inició cuando el presidente Gómez decretó “turbado el orden
público” después que decidió permanecer en el poder. Al efecto expulsó del país
a los integrantes del consejo de gobierno y movilizó las fuerzas armadas bajo
pretexto de una invasión liderada por Cipriano Castro. La causa de la expulsión
del consejo de gobierno se debió a que rechazaron en el Congreso de la
República un protocolo que el gobierno nacional había firmado con el gobierno
francés para el pago de unas reclamaciones francesas por supuestos daños y
perjuicios ocurridos en la época del gobierno de Castro (Vivas Gallardo,
1981:116).
[2] Ver al respecto: Blanco
(2004:185-186)
[3] Ver al respecto: Vivas
(1998)
[4] Ver: Bracho II (2005)
[5] Ver: Blanco (2004:186).
[6] Ver: Bracho II (2005) y
Blanco (2004).
[7] De acuerdo al
Diccionario de Autoridades las Milicias son “cuerpos formados con vecinos de
algún País o Ciudad, que se alistan á campaña en su defensa, quando lo pide la
necesidad, y no otra ocasión”. Las huestes indianas, fueron los primeros
cuerpos civiles organizados para la defensa en Venezuela. Esta institución se
formó de otra de origen medieval denominada “fecho de mar” que consistía en un
sistema de costumbres y técnicas marineras que pasó a ser el núcleo por medio
del cual se consolidaron las instituciones políticas y militares en América
(Blanco, 2004:184). Para que se tenga una idea de la importancia de estos
cuerpos, el Gobernador Solano y Bote, contó en cuatro de sus cuarteles con
32.874 individuos, divididos en 10.184 blancos, 11.911 pardos, 2.039 morenos y
8.749 indios (Ibíd.:187).
[8] Esta discusión se
produjo en una reunión de Cañoneros con motivo de las festividades de fin de
año.
[9]
Archivo Bazán. Expediciones a Indias. Legajo 37.
[10] Ver también: Lizot, J.
(2004). Diccionario enciclopédico de la lengua yãnomãmi. Puerto Ayacucho. (T. M. Gamondés, T. Reig F. Lo Truglio). Edición del
autor/Vicariato apostólico. 526 p.
[11] España a partir del
año 1713 inició una política que tuvo como objetivo principal restituir su
poder militar en el mar y fortalecer su sistema de defensa. El Reino Unido pasó
a ser su principal rival de la España borbónica y se estableció como propósito
apoderarse de bases y puntos de apoyos representados por las islas del Caribe
Oriental, colocándose en posición de cortar las líneas de comunicaciones
marítimas de España con la América Meridional (Blanco, 2004:190). En este
contexto, la defensa marítima de las costas de Venezuela en el año 1943 fue el
momento simbólico en que se produjo este cambio de circunstancia debido a que
en ese momento, los habitantes de Tierra Firme, indiferentemente de su
condición social o racial se unieron para defenderse de un enemigo considerado
como común para todos los pobladores, generando las condiciones para que se
erigiera una nueva entidad político administrativa que se denominaría Capitanía
General de Venezuela (Ibíd.)
[12] Sobre la extracción de
los oficiales y marineros que vigilaron nuestras costas a finales del siglo
XVIII y principios del siglo XIX, ver: Bracho (2008). Historias de la Venezuela
profunda…
[13]
Sobre la guerra corsaria durante el período independentista ver: Robayo (2013).
Ensayo obtenido por la gentileza de Julio Chacón.
[14] Las principales
operaciones navales realizadas por los marinos venezolanos y aquellos que
abrigaron la causa patriota fueron básicamente:
· De bloqueo y
contrabloqueo.
· Evacuación y
transporte de tropas.
· Suministro de
víveres y pertrechos, para sostener la guerra terrestre y para socorrer poblaciones
civiles.
· Enfrentamientos
navales puros.
· Corso.
Ver
al respecto: Blanco (2004).
[15] Luego de la Guerra de
Independencia y el fin de la Gran Colombia, la naciente República de Venezuela
contó para fines del año 1830 con una Fragata,
dos Corbetas, un Bergantín, cuatro Goletas
y tres Balandras; pero la escasez de
recursos redujo la escuadra a solo dos Goletas en el año 1832 (Blanco, 2004).
[16] Un ejemplo de esta
afirmación lo constituye la operación realizada por el vapor de guerra
“Libertador” para la captura de la goleta “Ana Jacinta” en el año 1889. Este
acto fue realizado para impedir el estallido de una nueva guerra civil. La
operación consistió en el abordaje de la goleta una vez que avistada esquivó el
fuego naval para evitar ser capturada (González Guinan, 1891:101-104). El
abordaje inutilizó a la goleta por lo que los tripulantes tuvieron que
rendirse. Llama la atención la táctica empleada. El abordaje, como se indicará
más adelante fue la acción punitiva naval que marcó la pauta de las operaciones
navales desde la guerra civil estadounidense, pasando por Angamos y
Iquique, hasta el combate naval de
Lissa. Este hecho indica que la Armada venezolana estaba en conocimiento del
estado del arte de la táctica naval en el momento de la acción realizada. Claro,
para ello los venezolanos contaron con la “asesoría” británica representada por
el comandante de ese buque, el Capitán Lindt. Esta información fue suministrada
gentilmente por Gustavo Sosa Larrazabal.
[17] La batalla de Santa
Inés es una excepción notable de la afirmación antes hecha, pero en esa batalla
combatieron los últimos héroes de la guerra de independencia.
[18] Masson ha afirmado que,
en la marina alemana de 1913 sobre 148 cadetes, 25 solamente salieron de la
nobleza y 49 del medio militar. Los demás fueron hijos de comerciantes,
universitarios, pastores y pequeños industriales (Ibid.). Este dato es
importante porque nos da unas pistas sobre los orígenes del Capitán de Navío F.
Liton, ex oficial de la marina imperial alemana que prestó sus servicios en la
marina venezolana en los años en que lo hizo Ramón Díaz.
[19] Ver Blanco (2004) y
Ojeda (2002).
[20] Ver: Bracho
(2011e:35-37).
[21] Ver: Ojeda (2002:43) y
Blanco (2004). De igual forma, Brauzzi nos ha mostrado la vivencia de unos de
sus ancestros a bordo del Crucero Carlo Alberto durante el bloqueo. Según este
autor, el buque italiano arribó a la Guaira en enero del año 1903 encontrando
todo el comercio costero en ruinas. Entre los aspectos que destaca el autor se
tiene: 1.-) el bloqueo iba a ser pacífico pero se encontraron con que todo el
comercio internacional se realizaba en buques extranjeros por lo que los
estadounidenses no permitieron que sus buques mercantes quedasen supeditados a
las medidas coercitivas europeas, 2.) siete goletas venezolanas fueron capturadas
por buques italianos tratando de romper el bloqueo, 3.-) el bloqueo produjo una
grave carestía de víveres y 4.-) la vigilancia estadounidense de las acciones
alemanas por temor a que intentasen tomar territorio venezolano a cualquier
costo (2001-2002:43-51). Esta información fue obtenida gracias a la gentileza
de Miguel Antuofermo.
[22] Es
de destacar aquí la participación de Rafael De Nogales Méndez en las
operaciones terrestres a favor de los conservadores colombianos o mejor dicho
del Partido Nacionalista de los Andes dirigido por el Dr. Rangel Garbiras. Este
venezolano sería herido en la batalla de Carazúa (13SEP1901), luego de realizar
una carga “a machete” una vez que falló la reunión de las fuerzas navales y
terrestres castristas. De lo que se
deduce de la acción emprendida por las fuerzas castristas, según De Nogales,
estas combatieron aguerridamente a pesar de estar escasas de agua y víveres
básicos para el sostenimiento de la tropa. Se embarcaría para Santo Domingo
para reponerse de las heridas sufridas durante la batalla (1974:05-11).
[23] Nieves-Croes ha
señalado que el interés de iniciar el bloqueo con la captura de los buques de
guerra venezolanos obedeció al reconocimiento inglés de la eficacia de los
marinos venezolanos para hacer la guerra en el mar a pesar de los pocos medios
con que disponían. Esta eficacia había sido demostrada, en primer lugar,
durante el encuentro de Río Hacha y, en segundo lugar, por la captura y
hundimiento de varias embarcaciones de ese país en el oriente de Venezuela por
intentar apoyar con armas y pertrechos a fuerzas insurgentes dentro de
territorio venezolano.
[24] En el Titulo III se
mencionan qué son acciones distinguidas. De acuerdo con este código las
acciones distinguidas (artículo 1216) y acciones heroicas (artículo 1219).
Entre las acciones distinguidas se destacan: batir con un buque a uno de mayor
porte, rendir un buque enemigo o rescatar otro propio, salvar un convoy,
introducir un convoy en un puerto bloqueado, contener a fuerzas superiores.
Entre las acciones heroicas se destacan: combatir contra fuerzas superiores el
tiempo suficiente para salvar un convoy, rechazar el abordaje de un buque de
fuerza superior, abordar o rendir un buque de fuerza superior, ser de los
primeros en saltar en un abordaje en un buque enemigo, etc. (1903/1973:168-172).
[25] Ver al respecto: Masson
(1990:193 y 196), Blanco (Farage, 2011) y Blanco (2013).
[26] AGN 03-01-1.1-A-0578.
[27] Es decir, su
participación en las reparaciones del “Restaurador” y la actividad formativa
desplegada entre los años 1904 y 1914 (Rivero-Blanco, 2012).
[28] Hubo
excepciones como la diplomacia coercitiva emprendida por el Capitán de Navío Sebastián
Bouguier contra Haití por alojar a las fuerzas remanentes de la revolución de
las reformas del año 1835-36 (Blanco, 2004)
[29] Ver al respecto: Cuervo
(1996:42-60).
[30] De igual forma, tal
como nos lo ha señalado Bracho (2011e) en Río Hacha, hubo problemas para que la
fuerza naval venezolana enlazara con las operaciones terrestres. Esta
deficiencia si bien pudo haber sido ocasionada por las fallas en las
comunicaciones, lo cierto fue que se había acordado un encuentro en una
ubicación geográfica específica y los encargados en tierra en producir el
encuentro fallaron en su cometido. Otro aspecto de análisis que no fue abordado
por Díaz y podría ser considerado un elemento de discusión es el tema de las
comunicaciones inalámbricas que jugaron en Tsushima un papel fundamental como
medio de comunicación y antesala de las operaciones de Guerra Electrónica a
escala mundial.
[31] El poeta Deschamps y el
Rey Alfonso el sabio fueron los que
acuñaron esta expresión. Están citados en Masson (1990:195). También, Marino
Blanco ha usado, en relación al propio Díaz, el adjetivo de “centauro del mar”
(Rivero-Blanco, 2012).
[32] Ver también: Lyra
(1999:06).
[33] Este crucero a Colombia
fue realizado dentro del marco de restablecimiento de relaciones diplomáticas y
del centenario de la independencia venezolana. Con motivo
del centenario del 05 de julio de 1911, Gómez también “convocó un Congreso
Bolivariano para la búsqueda de soluciones útiles a los intereses de las
repúblicas bolivarianas, para estrechar vínculos históricos y arreglar las
condiciones de su porvenir…”. Ver al respecto: Fundación Polar (1997:523).
[34] En especial EE.UU.,
Reino Unido, Francia, España, Rusia, Alemania y Japón, entre otros.
[35] Es importante destacar
que el globo aerostático ya era normalmente utilizado como medio para la alerta
temprana desde la guerra franco-prusiana.
[36]
La principal consecuencia de este hecho era que los artilleros principalmente
eran oficiales del ejército. Este modo
de proceder en cuanto a los oficiales artilleros fue común en la Armada
española hasta que los desarrollos navales la obligaron a adaptarse a los
nuevos tiempos. Un ejemplo de artilleros de tierra embarcados en operaciones
navales lo encontramos en el alistamiento del navío “Santisima Trinidad” antes
de la batalla del cabo Trafalgar de acuerdo con la reseña realizada por Benito
Pérez Galdós en su obra “Trafalgar”.
[37] Ver al respecto:
Rivero-Blanco (2012) en lo concerniente a la participación de Díaz en el
desarrollo del Dique y Astillero Nacional, la construcción del guardacostas “29
de enero” y del Faro de Punta Brava en Puerto Cabello.
[38] Ver
al respecto: Blanco (2012). “La diplomacia naval estadounidense…” y Vivas
Gallardo (1981:116)
[39] Para
este acto, los estadounidenses contaron con el apoyo del Reino Unido y Francia.
Es de tener presente que Gómez después de la salida de Castro trató de normalizar
las relaciones diplomáticas con todos los países y al respecto las restableció
con el Reino de los Países Bajos en el año 1906 y con EE.UU y Francia en 1908.
[40] La relación con
Alemania fue más oscura por lo que se plantea la necesidad de estudiar con
profundidad sobre sus orígenes. Tan sólo se puede afirmar aquí que la
importante inmigración alemana que se asentó en Táchira a finales del siglo XIX
para la explotación del café pudo haber contribuido a generar las condiciones
para ello.
[41] Según Bracho (2010) la
caída en desgracia de Delgado Chalbaud se produjo por la acusación de
corrupción que sufrió luego de haber tratado de llevar a cabo una negociación
con acreedores franceses e ingleses para emprender proyectos para el desarrollo
del país en el año 1911. Si bien esta información es la más aceptada habría que
preguntarse por qué Gómez se dejó influir por una opinión pública de una manera
tan fácil. La posible respuesta a esta interrogante podría encontrarse en la
conexión alemana que parece haber marcado la actitud de Gómez desde el
tratamiento de la enfermedad de Castro. Este sería un tema de investigación, es
decir, cómo se produjo el viraje hacia el estrechamiento de las relaciones con
Alemania, porque este acto marcó realmente el fin de la Belle Époque caribeña inaugurada por Guzmán Blanco.
[42] En la comunidad
internacional desde el año 1911 existió la percepción de que ocurriría una
nueva guerra en Europa. Los prolegómenos de esa gran guerra fueron la guerra
ítalo-turca de 1911-12 y las guerras balcánicas de 1912 y 1913. Ver: Kinder y
Hilgemann (1988:129-131) y Blanco (Farage, 2011).
[43] Esta
iniciativa estadounidense tuvo como propósito fomentar la unión aduanera en el
ámbito continental. Pero, desde el año 1913 ya ese país aplicaba lo que se
denominó la diplomacia del dólar “en aquellas zonas del mar de las Antillas,
donde… tenían intereses políticos y estratégicos preponderantes” con el
propósito de eliminar las influencias financieras europeas (Renouvin, 1964:689)
Desde el comienzo de la guerra, a pesar de declarar su neutralidad, EE.UU se
inclina a favor de la Entente debido a que la guerra se presentó como una
oportunidad de ganar mercados en el continente (Kínder y Hilgemann, 1988:143).
Esta neutralidad tuvo su momento máximo en el año 1916 cuando el presidente
estadounidense lidera una propuesta de paz en el año 1916 que es aceptada por
Alemania en diciembre de ese mismo año, pero no es aceptada por el resto de sus
aliados (Ibíd.:142). Según Renouvin no fue aceptada por ningún bando
(1964:694). Esto lo hizo EE.UU. mientras presionaba a Venezuela para que
asumiera una actitud beligerante frente a Alemania dentro del marco de su
estrategia de desplazar la influencia europea en el continente. Esta estrategia
fue establecida desde el año 1910, dentro del marco de la creación de la unión
panamericana, pero cuando en octubre de 1914, se hizo evidente que la guerra
sería larga, los presupuestos económicos estadounidenses cambiaron
drásticamente para desplazar a Alemania en la región y para apoyar a la Entente
y recibir así importantes beneficios económicos.
[44] Bracho
y Rivero-Blanco han realizado exhaustivas investigaciones al respecto y sólo
han obtenido que fue director de la Escuela naval del faro Punta Brava en
Puerto Cabello hasta el año 1914 y regresó al mismo cargo en el año 1920. Pero
esta vez, según Bracho, “entró en conflicto con el Ministerio de Guerra y
Marina por el vergonzoso estado en que la intendencia tenía a los cadetes
navales” (2012:85-90). De la aseveración realizada por Bracho se pueden deducir
dos cosas: que este oficial también fue afectado por la purga que afecto a
Díaz, que fue destinado a tareas de naturaleza diplomáticas o todas las
anteriores. Lo cierto es que hay una laguna de información que abarca seis
años.
[45] El criterio imperante
en Europa fue que la guerra sería de corta duración, pero después de la batalla
de Marne los beligerantes tuvieron que prepararse para una guerra larga “cuyo
resultado no iba a depender de las fuerzas militares de mar y de tierra
solamente” (Renouvin, 1964:667). En Alemania se encontraba Santos Dominici
quien fue precursor del establecimiento de relaciones diplomáticas de Venezuela
con Japón.
[46] Ver
al respecto: Renouvin (1964:651-653)
[47] Al respecto ver: http://pages14-18.mesdiscussions.net/pages1418/Forum-Pages-d-Histoire-aviation-marine/marine-1914-1918/mobilisation-armee-sujet_1478_1.htm. Se conoce que desde el momento en que estalló
la guerra fueron destacados buques franceses para cazar a los buques de guerra
alemanes. Sin embargo, el movimiento de los buques franceses se produjo en el
Atlántico norte, quizás bajo el cálculo de que los buques alemanes intentarían
regresar a Alemania. No se conoce de colaboración franco-británica en el mar
Caribe en el período estudiado.
[48]
Ver también: Mueller (2007:09).
[49] Según Gross
el SMS Kronprinz Wilhem salió de Nueva York el 03AGO, “fue armado con gran
premura, en alta mar, por el crucero Karlsruhe”
cuando fueron avistados por los buques ingleses. Este crucero auxiliar
operó al mando del oficial de derrota
del Karlsruhe hundiendo un total de 13 navíos (50000 Toneladas) (191?:173).
[50]
Según Jannings (2011) a partir de un cable emanado de la estación de San Juan,
el New York Time publicó que los cruceros alemanes SMS Dresden, Karlsruhe,
and Strasburg, se dirigían al Atlántico norte y estaban siendo
perseguidos por cinco buques británicos.
[51]Ver también: De la
Sierra (1984: 31, 35, 56 y 86).
[52] Von
Prolius fue el encargado de negocios alemán en Venezuela y según Vivas Gallardo
muy amigo de Juan Vicente Gómez.
[53] Este buque sería
internado en Puerto Belgrano, Argentina en el año 1914 y permanecería en ese
puerto hasta el fin de la guerra. Ver al respecto: Martel, F (2012). “Colina
Doble. El Primer Cementerio de Punta Alta”. Buenos Aires. Revista El Archivo Nª 27 http://issuu.com/archivohistorico/docs/el_archivo_mayo_2012_web Una nota curiosa sobre
este ensayo es que el cementerio era militar y en él se tejieron una serie de
mitos, es decir, en dicho cementerio se encuentran marcadas dos tumbas de dos
muertes producidas en el año 1916: la del Comandante del buque y la del médico.
El médico se llamaba Theodoro Walter. La lapida reza “Hier ruht Dr Th. Walter
aus Karlsruhe” con lo cual es de suponer que ese medico por alguna u otra razón
pasó del “Karlsruhe” al “Patagonia”.
[54]El Etappendienst fue el servicio secreto de aprovisionamiento de la
kaiserliche marine. Fue una red creada en 1911 a partir de la asociación de la
telegrafía sin hilo y las estaciones para el aprovisionamiento de carbón
existentes a escala global. Su misión fundamental consistió en recabar toda la
información posible sobre buques de guerra y mercantes extranjeros que tocasen
en los puertos donde existían agentes de dicha organización. Estos agentes se
encargarían en caso de guerra de abastecer desde los países neutrales a los
buques de guerra alemanes que deberían actuar contra el tráfico mercante
enemigo. Después de la Guerra este servicio entró en una relativa decadencia
hasta que fue reactivado por W. Canaris cuando asumió el cargo de jefe de la
inteligencia alemana. Su núcleo principal de operaciones entre 1934 y 1939 fue
la Compañía Española de Petróleos. Sobre la efectividad de la e-dienst, como
también se conoció, ver también Gross (191?:167).
[55] Según Pontolillo este
buque “Estando
surto en Montevideo, solicitó despacho en la Capitanía de Puertos para
Hamburgo. En realidad, intento surtir de carbón a la escuadra alemana del
almirante von Spee derrotada por los británicos en la batalla de Malvinas. Al
regresar a puerto, comprobándose de que no navego hacia Hamburgo, es internado
por las autoridades uruguayas”. Ver al respecto: http://marinamercanteuruguaya.blogspot.com/2010/07/ss-rio-negro-1917-1927.html?showComment=1359916342794#c3317714811475589469
[56] Ver: Blanco (Farage,
2011).
[57] Ver: Balladares (2012).
[58] El crucero “Emden”
operó en el océano Pacífico y fue hundido por un crucero australiano de
armamento muy superior, luego de una exitosa campaña de corso que paralizó el
tráfico marítimo en el océano Índico.
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