jueves, 9 de agosto de 2012

WHAT SHIP IS THAT? El Estrecho de Gibraltar en la historia del Cañonero “General Soublette” y la Fragata “General Soublette”


Esta historia está también en el siguiente enlace: http://www.fav-club.com/2017/08/05/what-ship-is-that-el-estrecho-de-gibraltar-en-la-historia-del-canonero-general-soublette-y-la-fragata-general-soublette/ 

A finales de noviembre del año 1982, la Fragata de la Armada venezolana “General Soublette” se dirigió a Génova-Italia para la revisión final de garantía especificada en el contrato de adquisición de ese navío. Cuando el buque comenzó a acercarse al estrecho de Gibraltar en una plena mañana se ordenó poner en funcionamiento todos los sensores para detectar cualquier falla en los sistemas electrónicos que pudiera ser corregida en los meses subsiguientes y eso resultaría ser una indiscreción importante. En menos de cinco minutos una fragata inglesa de la clase Leander, se nos acercó y con señales visuales nos preguntó por señales visuales y radiofónicas WHAT SHIP…? Junto con la fragata inglesa también una aeronave de combate española tipo Jaguar se nos acercó para saber que estaba sucediendo.


En ese momento era Alférez de Navío y me encontraba en el puente de la Fragata “General Soublette” aunque no estaba de guardia, estaba observando la panorámica de uno de los lugares estratégicos más importantes del mundo en términos de comunicaciones marítimas. Desde el punto de vista personal quería sentir al menos alguna cosa que pudiera explicar tanta sangre derramada por el control de un paso de alrededor de cuatro millas náuticas y un territorio de más o menos seis kilómetros cuadrados. Me impresionó que los marinos británicos a pesar de la tecnología existente y del conocimiento de los manuales tácticos con que los estadounidenses habían estandarizado las comunicaciones en el mundo occidental, usaran una interrogación, a mi parecer en ese momento, tan arcaica[1]: WHAT SHIP…? Me impresionó porque era el mismo tipo de interrogación que había leído en los  libros de historia de la guerra antes de entrar en la Escuela Naval de Venezuela. La respuesta anglo-española satisfizo en ese momento mis necesidades intelectuales, pero a lo largo de mi carrera profesional esa pregunta siguió retumbando en mi conciencia puesto que más allá de la pregunta en sí misma estaba presente una larga tradición marítima no sólo británica, también española quizás mal heredada por nosotros los venezolanos. Así pues, treinta años después de ese evento lo que salta a la vista es el peso de la historia y de todo el proceso que ha permitido la codificación y estratificación de grandes espacios marítimos.


Hay que recordar que unos meses antes había terminado la Guerra de las Malvinas y la denominada Guerra Fría había aumentado en intensidad luego que habían estallado en Afganistán y en Centroamérica guerras de naturaleza revolucionaria que ocuparon la atención de todo el mundo. En este contexto buques de guerra soviéticos estaban mostrando su bandera en todos los rincones del mar océano y este hecho constituyó una nueva faceta de las tensiones políticas que vivió la humanidad en aquella época. Por supuesto, luego de las aclaratorias de rigor, la fragata “General Soublette” siguió su curso a puerto italiano sin ningún otro inconveniente a parte de una terrible tormenta que tuvo que capear en el Golfo de León.


Pero la historia de una Fragata con el nombre “General Soublette” no se inició cuando arribo a Venezuela en el año 1981. Hubo un cañonero “General Soublette” también de origen italiano que en el año 1938 navegando conjuntamente con el Cañonero “General Urdaneta” fue expuesto a la pregunta WHAT SHIP?, hecha por destructores británicos en su viaje inicial a Venezuela[2]. Desde el año 1936, el país estaba urgido de la necesidad de desarrollar una capacidad defensiva en el mar dados los vientos de guerra que estaban soplando en todas direcciones y recurrió a Italia para lograr ese objetivo. En nuestro caso, además del incremento de las tensiones políticas en Europa y en el extremo oriente y de la importancia que en ese entonces ya teníamos como país petrolero se presentó el hecho que Colombia había adquirido dos modernos buques ingleses construidos en Portugal (fueron específicamente destructores de la clase “Douro”) y los decisores políticos venezolanos estimaron también necesario corregir ese desequilibrio estratégico.


A tal fin fueron adquiridos dos cañoneros que fueron denominados “General Urdaneta” y “General Soublette”. Luego de la afirmación del pabellón venezolano estos dos buques con los colores nacionales navegarían al sur de Italia y harían acto de presencia en los preparativos de la famosa revista naval que el gobernante italiano Benito Mussolini le ofrecería a Adolfo Hitler. Después de esta revista, los nuevos buques venezolanos asumirían rumbo oeste en dirección al estrecho de Gibraltar en momentos en que España todavía vivía su cruenta guerra civil y había fracasado la ofensiva republicana del Ebro, último intento por tratar de destrabar una situación estratégica que le era desfavorable. España estaba sometida a un bloqueo naval por la circunstancia de la guerra y eso lo sabían los tripulantes de los dos buques venezolanos. Frente a Gibraltar los dos buques venezolanos en formación en columna recibieron la misma pregunta WHAT SHIP? y hubo la necesidad de identificarse y aclarar la situación. Luego de este percance los cañoneros venezolanos seguirían su navegación y en nuestro país llegarían a desempeñar importantes servicios durante la Segunda Guerra Mundial a pesar de sus limitaciones.

El Contralmirante Daniel Gámez Calcaño, en aquel entonces Guardiamarina a bordo del Cañonero “General Soublette”, nos ha dejado un relato sobre el acontecimiento:


“Digno de mención fue el paso por el estrecho de Gibraltar, ya que estaba en plena guerra civil española y encontrábanse oscurecidas tanto las costas de España como de África. Solamente se veían faros y otras luces en el peñón de Gibraltar, cruzándonos a menudo con embarcaciones que apenas mostraban las luces de navegación de forma intermitente, mientras nosotros para evitar riesgos, llevábamos nuestra bandera izada e iluminada con reflectores. Buques ingleses de patrulla nos interceptaron y desde las estaciones de señales de Gibraltar nos exigían por señales lumínicas nuestra nacionalidad e identificación…”[3]

Así como sus antecesores, las fragatas de la clase “Mariscal Sucre” cumplieron un importante papel disuasivo en la década de los años ochenta. Un papel que superó con creces la tímida intención que dio origen a la adquisición de los cañoneros en la década de los años treinta del siglo pasado. La causa de esta afirmación obedece al hecho que el Estado venezolano contó con un importante instrumento diplomático que le permitió mantener una paz ventajosa en la región a pesar de que en el tiempo que seguiría a su adquisición no lograría mantenerla en su propio seno.


El fin de la Guerra Fría se produjo a finales del año 1989 con la caída de la Cortina de hierro y la unificación de Berlín, justo siete meses después del denominado “Caracazo”, un indicador de la naturaleza de los conflictos del presente y el futuro por venir. El acto simbólico que puso fin a la citada confrontación mundial fue la cumbre realizada a bordo del USS Belknap y el SS Máximo Gorki en el mar Mediterráneo frente a la isla de Malta. Con este marco, en el año 1990 las Fragatas “General Soublette” y “General Salóm” fueron misionadas para trasladar a la comisión de defensa del congreso de la república de la Venezuela de ese entonces a isla Aves y Puerto Hierro. Ya habían pasado unos meses de que se concretara la paz en Centroamérica y unos meses antes de que: 1.-) ocurriera la crisis de Trinidad que puso a operar de nuevo en conjunto a la Fragatas “General Soublette” y “General Urdaneta” y 2.-) de que se iniciara la invasión de Kuwait que dio inicio a la segunda guerra del Golfo, hecho iconográfico que marcó el inicio del esfuerzo de EE.UU. de imponer un nuevo orden mundial. En ese entonces tenía el grado de Teniente de Navío.


Luego de una breve visita de inspección a isla de Aves reiniciamos la navegación a tierra firme a las 2000 hrs. Navegamos alrededor de 16 hrs por aguas jurisdiccionales venezolanas. A las 0230 hrs. me encontraba yo de guardia como oficial de acción táctica en uno de los aleros del buque y vi en la oscuridad de la noche una sombra que asemejaba a un gigantesco acorazado que se estaba acercando a nuestros buques. En ese momento llame al auxiliar de puente, un Alférez de Navío y le di instrucciones para que usara el VHF marítimo y se comunicara con ese buque en términos imperativos usando la expresión WHAT SHIP? Lo propio hice con los señaleros de guardia. Le dije que se olvidaran del código internacional de señales y le preguntaran en código Morse la pregunta antes señalada indicando la identificación del emisor. Para nuestra sorpresa en ese buque respondieron de forma diligente. Se trataba del CG USS Virginia, un crucero misilístico de propulsión nuclear estadounidense que dado su tamaño no podía pasar desapercibido para cualquier observador… aunque fuese de noche. Con una sonrisa en el rostro por la travesura realizada le mandé al oficial de puente que le diera la bienvenida a aguas venezolanas y posteriormente les deseamos buen viento y buena mar. Del buque estadounidense también obtuvimos una amable respuesta, cónsona con la asimetría militar a su favor que ostentaba…


Como se puede observar, el estrecho de Gibraltar produjo una coincidencia que en cierta forma hizo que el tiempo dejase de ser una sucesión infinita de eventos para convertirse en un punto de intersección del pasado 1938 con un pasado más cercano, 1982. Pero más allá del hecho que fuesen dos buques con un mismo nombre, fue una pregunta la que produjo una unidad de sentido cuyo cierre se concretó en el año 1990. La sucesión se produjo porque en 1938 hubo un oficial cuya descendencia vivió el acaecimiento en el año 1982. Hubo simultaneidad porque en el año 1982 el autor de este texto tuvo también esa misma vivencia. Con la travesura realizada en el año 1990 pensé que había cerrado un hecho que para mi había sido una cuestión de honor hasta que me topé con las historias de los Cañoneros “General Urdaneta” y “General Soublette”. Aunque el relato del Contralmirante Gámez Calcaño no hizo alusión a la pregunta WHAT SHIP?, estoy seguro que no era una palabra desconocida para los marinos venezolanos porque en ese momento no estaban aún estandarizadas las señales navales tácticas, prevalecía una tradición que para la época tenía un gran acento británico y la dirección de la escuela naval de Venezuela la ostentaba un oficial naval inglés que incluso trabajó en conjunto con oficiales navales italianos miembros de la misión naval del Reino de Italia[4].


WHAT SHIP?, Una simple pregunta cuya inadecuada respuesta ha significado la muerte de muchos marinos en muchos momentos de la historia. Quizás eso lo sabían los desprevenidos marinos estadounidenses que se apuraron en responder a la demanda hecha bajo la errónea creencia de encontrarse frente a unidades navales diferentes a las habitualmente surcan esas aguas sin intentar identificar a dos buques en formación uno, navegando a veinte nudos y con rumbo aproximado este-sur-este. Quizás el valor de esa pregunta en el año 1938 lo sabían los prevenidos marinos venezolanos que navegaban en un área de gran importancia estratégica como lo es el estrecho de Gibraltar en momentos en que se libraba una guerra en la península ibérica. Cosa muy parecida debió ocurrir en el año 1982 a pesar de que las preocupaciones de los venezolanos de ese entonces estaban condicionadas por la responsabilidad de estar a la altura del salto tecnológico que había dado el país para la defensa naval. Pero fue el hecho de muy diferente naturaleza a la experiencia vivida en el año 1990 donde la tecnología y la estandarización habían ocultado ya el valor que en el pasado había tenido esa pregunta. Diferente porque el fin de la guerra fría significó el intento de imponer un modelo que de una u otra manera se materializó en el ámbito naval venezolano en una baja disponibilidad operacional y en la propia sociedad nacional como un todo se materializó en un volcamiento a la contemplación de problemas internos, es decir, la consideración de problemas estructurales que indicaron la necesidad de que se produjera un cambio político. Este volcamiento hacia lo interno puso de lado la historia venezolana colocándola bajo un velo que ocultó las fuentes de nuestra historicidad que ha hecho muy difícil el cumplimiento del deber en los espacios marítimos exponiéndonos a que se repita la misma pregunta: WHAT SHIP?, pero en nuestras propias aguas!!!! Como se sabe la pregunta en si misma obedece a una intención dada dentro de un contexto determinado, pero en ese contexto esa pregunta ha tenido como envoltura el peso de la historia.

El peso de la historia es lo que estuvo en juego en esos tres eventos y es a lo que deberíamos prestar atención, no tanto por la repetición de los acaecimientos ocurridos en los años 1938, 1982 y 1990, sino por la eventualidad de encontrarse frente a otros eventos marítimos como los acaecidos en el año 1902 en relación con el bloqueo naval anglo-germano-italiano, en 1908 cuando la armada estadounidense hizo acto de presencia en la Guaira para apoyar la deposición del poder de Cipriano Castro por parte de Juan Vicente Gómez y en 1944 cuando artilleros estadounidenses cañonearon al Cañonero “General Soublette” cuando se encontraba patrullando aguas venezolanas en el Golfo de Paria[5]. Este último incidente mencionado es de particular interés para efecto de lo que hasta aquí se ha narrado porque el hecho ocurrió presuntamente por un problema de identificación. La ironía es que un buque venezolano tenga que identificarse frente a un extranjero en  nuestras propias aguas!


El que no conoce la historia está condenado a repetirla!... Dice una máxima pronunciada por varios autores de la antigüedad…




[1] Para conocer más sobre estas señales ver:  THE BRITISH SIGNAL MANUAL, published by James Brown and Son, 1912 y INTERNATIONAL CODE OF SIGNALS, published by Hydrographic Office, Washington, 1909.
[2] Año y medio antes de este acontecimiento, dos cruceros argentinos estuvieron realizando operaciones de evacuación de ciudadanos latinoamericanos desde Barcelona hasta el puerto francés de Marsella dentro del marco de la guerra civil española. Además estos buques estuvieron acatando un mandato de la Sociedad de naciones que tenía como propósito que se extendiera el conflicto español por una serie de incidentes marítimos relacionados con hundimiento de buques mercantes que se dirigían a puertos españoles mediterráneos.
[3] Ver: Pérez-Lecuna (2000). Apuntes para la Historia Militar de Venezuela. 1º de enero de 1936, 18 de octubre de 1945. Caracas. Editorial el Viaje del Pez. 223-224 pp. La fuente original fue la Revista de la Armada N° 06 del 24JUL1985.
[4] Ver: Pérez-Lecuna (2000:224).
[5] Ver: Hernández y Nieves-Croes en FARAGE, L. (Comp.). (2011). Venezuela y la Segunda Guerra Mundial, 1939-1945. Caracas. CGA. 367 p.

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