Esta historia está también en el siguiente enlace: http://www.fav-club.com/2017/08/05/what-ship-is-that-el-estrecho-de-gibraltar-en-la-historia-del-canonero-general-soublette-y-la-fragata-general-soublette/
A finales de noviembre del año 1982, la Fragata de la Armada venezolana “General Soublette” se dirigió a Génova-Italia para la revisión final de garantía especificada en el contrato de adquisición de ese navío. Cuando el buque comenzó a acercarse al estrecho de Gibraltar en una plena mañana se ordenó poner en funcionamiento todos los sensores para detectar cualquier falla en los sistemas electrónicos que pudiera ser corregida en los meses subsiguientes y eso resultaría ser una indiscreción importante. En menos de cinco minutos una fragata inglesa de la clase Leander, se nos acercó y con señales visuales nos preguntó por señales visuales y radiofónicas WHAT SHIP…? Junto con la fragata inglesa también una aeronave de combate española tipo Jaguar se nos acercó para saber que estaba sucediendo.
A finales de noviembre del año 1982, la Fragata de la Armada venezolana “General Soublette” se dirigió a Génova-Italia para la revisión final de garantía especificada en el contrato de adquisición de ese navío. Cuando el buque comenzó a acercarse al estrecho de Gibraltar en una plena mañana se ordenó poner en funcionamiento todos los sensores para detectar cualquier falla en los sistemas electrónicos que pudiera ser corregida en los meses subsiguientes y eso resultaría ser una indiscreción importante. En menos de cinco minutos una fragata inglesa de la clase Leander, se nos acercó y con señales visuales nos preguntó por señales visuales y radiofónicas WHAT SHIP…? Junto con la fragata inglesa también una aeronave de combate española tipo Jaguar se nos acercó para saber que estaba sucediendo.
En ese momento era Alférez de Navío y me encontraba en el
puente de la Fragata “General Soublette” aunque no estaba de guardia, estaba
observando la panorámica de uno de los lugares estratégicos más importantes del
mundo en términos de comunicaciones marítimas. Desde el punto de vista personal
quería sentir al menos alguna cosa que pudiera explicar tanta sangre derramada
por el control de un paso de alrededor de cuatro millas náuticas y un
territorio de más o menos seis kilómetros cuadrados. Me impresionó que los
marinos británicos a pesar de la tecnología existente y del conocimiento de los
manuales tácticos con que los estadounidenses habían estandarizado las
comunicaciones en el mundo occidental, usaran una interrogación, a mi parecer
en ese momento, tan arcaica[1]: WHAT
SHIP…? Me impresionó porque era el mismo tipo de interrogación que había leído en
los libros de historia de la guerra
antes de entrar en la Escuela Naval de Venezuela. La respuesta anglo-española
satisfizo en ese momento mis necesidades intelectuales, pero a lo largo de mi
carrera profesional esa pregunta siguió retumbando en mi conciencia puesto que
más allá de la pregunta en sí misma estaba presente una larga tradición
marítima no sólo británica, también española quizás mal heredada por nosotros
los venezolanos. Así pues, treinta años después de ese evento lo que salta a la
vista es el peso de la historia y de todo el proceso que ha permitido la
codificación y estratificación de grandes espacios marítimos.
Hay que recordar que unos meses antes había terminado la
Guerra de las Malvinas y la denominada Guerra Fría había aumentado en
intensidad luego que habían estallado en Afganistán y en Centroamérica guerras
de naturaleza revolucionaria que ocuparon la atención de todo el mundo. En este
contexto buques de guerra soviéticos estaban mostrando su bandera en todos los rincones
del mar océano y este hecho constituyó una nueva faceta de las tensiones
políticas que vivió la humanidad en aquella época. Por supuesto, luego de las
aclaratorias de rigor, la fragata “General Soublette” siguió su curso a puerto
italiano sin ningún otro inconveniente a parte de una terrible tormenta que
tuvo que capear en el Golfo de León.
Pero la historia de una Fragata con el nombre “General
Soublette” no se inició cuando arribo a Venezuela en el año 1981. Hubo un
cañonero “General Soublette” también de origen italiano que en el año 1938 navegando
conjuntamente con el Cañonero “General Urdaneta” fue expuesto a la pregunta WHAT
SHIP?, hecha por destructores británicos en su viaje inicial a Venezuela[2].
Desde el año 1936, el país estaba urgido de la necesidad de desarrollar una
capacidad defensiva en el mar dados los vientos de guerra que estaban soplando
en todas direcciones y recurrió a Italia para lograr ese objetivo. En nuestro
caso, además del incremento de las tensiones políticas en Europa y en el
extremo oriente y de la importancia que en ese entonces ya teníamos como país
petrolero se presentó el hecho que Colombia había adquirido dos modernos buques
ingleses construidos en Portugal (fueron específicamente destructores de la
clase “Douro”) y los decisores políticos venezolanos estimaron también necesario
corregir ese desequilibrio estratégico.
A tal fin fueron adquiridos dos cañoneros que fueron
denominados “General Urdaneta” y “General Soublette”. Luego de la afirmación del pabellón venezolano estos dos buques con los colores nacionales navegarían al sur de
Italia y harían acto de presencia en los preparativos de la famosa revista naval que el gobernante
italiano Benito Mussolini le ofrecería a Adolfo Hitler. Después de esta
revista, los nuevos buques venezolanos asumirían rumbo oeste en dirección al
estrecho de Gibraltar en momentos en que España todavía vivía su cruenta guerra
civil y había fracasado la ofensiva republicana del Ebro, último intento por
tratar de destrabar una situación estratégica que le era desfavorable. España
estaba sometida a un bloqueo naval por la circunstancia de la guerra y eso lo
sabían los tripulantes de los dos buques venezolanos. Frente a Gibraltar los
dos buques venezolanos en formación en columna recibieron la misma pregunta
WHAT SHIP? y hubo la necesidad de identificarse y aclarar la situación. Luego
de este percance los cañoneros venezolanos seguirían su navegación y en nuestro
país llegarían a desempeñar importantes servicios durante la Segunda Guerra
Mundial a pesar de sus limitaciones.
El Contralmirante Daniel Gámez Calcaño, en aquel entonces
Guardiamarina a bordo del Cañonero “General Soublette”, nos ha dejado un relato
sobre el acontecimiento:
“Digno
de mención fue el paso por el estrecho de Gibraltar, ya que estaba en plena
guerra civil española y encontrábanse oscurecidas tanto las costas de España
como de África. Solamente se veían faros y otras luces en el peñón de Gibraltar,
cruzándonos a menudo con embarcaciones que apenas mostraban las luces de
navegación de forma intermitente, mientras nosotros para evitar riesgos,
llevábamos nuestra bandera izada e iluminada con reflectores. Buques ingleses
de patrulla nos interceptaron y desde las estaciones de señales de Gibraltar
nos exigían por señales lumínicas nuestra nacionalidad e identificación…”[3]
Así como sus antecesores, las fragatas de la clase
“Mariscal Sucre” cumplieron un importante papel disuasivo en la década de los
años ochenta. Un papel que superó con creces la tímida intención que dio origen
a la adquisición de los cañoneros en la década de los años treinta del siglo
pasado. La causa de esta afirmación obedece al hecho que el Estado venezolano
contó con un importante instrumento diplomático que le permitió mantener una
paz ventajosa en la región a pesar de que en el tiempo que seguiría a su
adquisición no lograría mantenerla en su propio seno.
El fin de la Guerra Fría se produjo a finales del año
1989 con la caída de la Cortina de hierro y la unificación de Berlín, justo
siete meses después del denominado “Caracazo”, un indicador de la naturaleza de
los conflictos del presente y el futuro por venir. El acto simbólico que puso
fin a la citada confrontación mundial fue la cumbre realizada a bordo del USS Belknap
y el SS Máximo Gorki en el mar Mediterráneo frente a la isla de Malta. Con este
marco, en el año 1990 las Fragatas “General Soublette” y “General Salóm” fueron
misionadas para trasladar a la comisión de defensa del congreso de la república
de la Venezuela de ese entonces a isla Aves y Puerto Hierro. Ya habían pasado
unos meses de que se concretara la paz en Centroamérica y unos meses antes de
que: 1.-) ocurriera la crisis de Trinidad que puso a operar de nuevo en
conjunto a la Fragatas “General Soublette” y “General Urdaneta” y 2.-) de que
se iniciara la invasión de Kuwait que dio inicio a la segunda guerra del Golfo,
hecho iconográfico que marcó el inicio del esfuerzo de EE.UU. de imponer un
nuevo orden mundial. En ese entonces tenía el grado de Teniente de Navío.
Luego de una breve visita de inspección a isla de Aves reiniciamos
la navegación a tierra firme a las 2000 hrs. Navegamos alrededor de 16 hrs por
aguas jurisdiccionales venezolanas. A las 0230 hrs. me encontraba yo de guardia
como oficial de acción táctica en uno de los aleros del buque y vi en la
oscuridad de la noche una sombra que asemejaba a un gigantesco acorazado que se
estaba acercando a nuestros buques. En ese momento llame al auxiliar de puente,
un Alférez de Navío y le di instrucciones para que usara el VHF marítimo y se
comunicara con ese buque en términos imperativos usando la expresión WHAT SHIP?
Lo propio hice con los señaleros de guardia. Le dije que se olvidaran del código
internacional de señales y le preguntaran en código Morse la pregunta antes
señalada indicando la identificación del emisor. Para nuestra sorpresa en ese
buque respondieron de forma diligente. Se trataba del CG USS Virginia, un
crucero misilístico de propulsión nuclear estadounidense que dado su tamaño no
podía pasar desapercibido para cualquier observador… aunque fuese de noche. Con
una sonrisa en el rostro por la travesura realizada le mandé al oficial de
puente que le diera la bienvenida a aguas venezolanas y posteriormente les
deseamos buen viento y buena mar. Del buque estadounidense también obtuvimos
una amable respuesta, cónsona con la asimetría militar a su favor que ostentaba…
Como se puede observar, el estrecho de Gibraltar produjo
una coincidencia que en cierta forma hizo que el tiempo dejase de ser una
sucesión infinita de eventos para convertirse en un punto de intersección del
pasado 1938 con un pasado más cercano, 1982. Pero más allá del hecho que fuesen
dos buques con un mismo nombre, fue una pregunta la que produjo una unidad de
sentido cuyo cierre se concretó en el año 1990. La sucesión se produjo porque
en 1938 hubo un oficial cuya descendencia vivió el acaecimiento en el año 1982.
Hubo simultaneidad porque en el año 1982 el autor de este texto tuvo también esa
misma vivencia. Con la travesura realizada en el año 1990 pensé que había
cerrado un hecho que para mi había sido una cuestión de honor hasta que me topé
con las historias de los Cañoneros “General Urdaneta” y “General Soublette”. Aunque
el relato del Contralmirante Gámez Calcaño no hizo alusión a la pregunta WHAT
SHIP?, estoy seguro que no era una palabra desconocida para los marinos
venezolanos porque en ese momento no estaban aún estandarizadas las señales
navales tácticas, prevalecía una tradición que para la época tenía un gran
acento británico y la dirección de la escuela naval de Venezuela la ostentaba
un oficial naval inglés que incluso trabajó en conjunto con oficiales navales
italianos miembros de la misión naval del Reino de Italia[4].
WHAT SHIP?, Una
simple pregunta cuya inadecuada respuesta ha significado la muerte de muchos
marinos en muchos momentos de la historia. Quizás eso lo sabían los
desprevenidos marinos estadounidenses que se apuraron en responder a la demanda
hecha bajo la errónea creencia de encontrarse frente a unidades navales
diferentes a las habitualmente surcan esas aguas sin intentar identificar a dos
buques en formación uno, navegando a veinte nudos y con rumbo aproximado
este-sur-este. Quizás el valor de esa pregunta en el año 1938 lo sabían los prevenidos
marinos venezolanos que navegaban en un área de gran importancia estratégica como
lo es el estrecho de Gibraltar en momentos en que se libraba una guerra en la península
ibérica. Cosa muy parecida debió ocurrir en el año 1982 a pesar de que las
preocupaciones de los venezolanos de ese entonces estaban condicionadas por la
responsabilidad de estar a la altura del salto tecnológico que había dado el
país para la defensa naval. Pero fue el hecho de muy diferente naturaleza a la experiencia
vivida en el año 1990 donde la tecnología y la estandarización habían ocultado
ya el valor que en el pasado había tenido esa pregunta. Diferente porque el fin
de la guerra fría significó el intento de imponer un modelo que de una u otra
manera se materializó en el ámbito naval venezolano en una baja disponibilidad
operacional y en la propia sociedad nacional como un todo se materializó en un
volcamiento a la contemplación de problemas internos, es decir, la consideración
de problemas estructurales que indicaron la necesidad de que se produjera un
cambio político. Este volcamiento hacia lo interno puso de lado la historia
venezolana colocándola bajo un velo que ocultó las fuentes de nuestra
historicidad que ha hecho muy difícil el cumplimiento del deber en los espacios
marítimos exponiéndonos a que se repita la misma pregunta: WHAT SHIP?, pero en
nuestras propias aguas!!!! Como se sabe la pregunta en si misma obedece a una intención
dada dentro de un contexto determinado, pero en ese contexto esa pregunta ha
tenido como envoltura el peso de la historia.
El peso de la
historia es lo que estuvo en juego en esos tres eventos y es a lo que deberíamos
prestar atención, no tanto por la repetición de los acaecimientos ocurridos en
los años 1938, 1982 y 1990, sino por la eventualidad de encontrarse frente a
otros eventos marítimos como los acaecidos en el año 1902 en relación con el
bloqueo naval anglo-germano-italiano, en 1908 cuando la armada estadounidense
hizo acto de presencia en la Guaira para apoyar la deposición del poder de
Cipriano Castro por parte de Juan Vicente Gómez y en 1944 cuando artilleros
estadounidenses cañonearon al Cañonero “General Soublette” cuando se encontraba
patrullando aguas venezolanas en el Golfo de Paria[5]. Este
último incidente mencionado es de particular interés para efecto de lo que
hasta aquí se ha narrado porque el hecho ocurrió presuntamente por un problema
de identificación. La ironía es que un buque venezolano tenga que identificarse
frente a un extranjero en nuestras
propias aguas!
El que no conoce
la historia está condenado a repetirla!... Dice una máxima pronunciada por
varios autores de la antigüedad…
[1] Para conocer más sobre estas señales ver: THE BRITISH SIGNAL MANUAL, published by James Brown and Son, 1912 y INTERNATIONAL CODE OF
SIGNALS, published by Hydrographic Office, Washington, 1909.
[2] Año y
medio antes de este acontecimiento, dos cruceros argentinos estuvieron
realizando operaciones de evacuación de ciudadanos latinoamericanos desde
Barcelona hasta el puerto francés de Marsella dentro del marco de la guerra
civil española. Además estos buques estuvieron acatando un mandato de la
Sociedad de naciones que tenía como propósito que se extendiera el conflicto
español por una serie de incidentes marítimos relacionados con hundimiento de
buques mercantes que se dirigían a puertos españoles mediterráneos.
[3] Ver: Pérez-Lecuna (2000). Apuntes para la Historia Militar de Venezuela. 1º de enero de 1936, 18 de octubre de
1945. Caracas. Editorial el Viaje del Pez. 223-224 pp. La fuente original fue la Revista de la Armada N° 06 del
24JUL1985.
[4] Ver:
Pérez-Lecuna (2000:224).
[5] Ver: Hernández y Nieves-Croes en FARAGE, L. (Comp.). (2011). Venezuela y la Segunda Guerra Mundial, 1939-1945. Caracas.
CGA. 367 p.
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