Cuando hablamos de
filosofía o teología del proceso u ontología del avenir nos encontramos con la
existencia de dos corrientes básicas de pensamiento. Una que es europea y
agrupa a pensadores como Martin Heidegger, Alain Badiou, Michael Foucault y Gilles
Deleuze y Félix Guattari que se dedica a la relación del ser con la ciencia y
la tecnología y otra que es eminentemente anglosajona liderada por Alfred
Whitehead que se focaliza en procesos analíticos. Si consideramos que la
filosofía del proceso está preocupada por el sentido dinámico del ser como
ocurrencia, es decir, como evento y sus condiciones de existencia
espacio-temporal, entre otras, me ha parecido conveniente enfocarme en esta
palabra ‘evento’ que ya apareció en el léxico filosófico de autores como Hegel
y Nietzsche para tratar de comprender como esta palabra une y separa estas
corrientes europeas y anglosajonas[1].
Esto significa que hay que precisar qué refiere esta palabra en sí, qué
significa para los autores involucrados en estas corrientes y cuál es el
fundamento axiomático de su intencionalidad filosófica.
Evento y acontecimiento
Según la RAE la
palabra ‘evento’ denota algo que acaece. Esto es así en inglés, portugués y
francés. En alemán es Veranstaltung. Y ‘acontecimiento’, que proviene del latín ‘contingere’,
es decir, contingencia o accidente, es un hecho o suceso, “especialmente cuando
reviste cierta importancia”. Pero, según el Diccionario
de Autoridades todas estas expresiones eran sinónimas manteniendo su
proximidad de significado a la expresión latina “eventus”, o sea,
“acontecimiento, acaecimiento, suceso, casualidad y cosa que puede acaecer”,
por lo que en muchos casos lo observaremos como sinónimas. Nosotros
mantendremos la distinción.
Evento, acontecimiento y filosofía del proceso
Desde el punto de vista
filosófico, la expresión ‘acontecimiento’ fue usada a inicios del siglo XX por
Nietzsche, Whitehead y Heidegger. Para Nietzsche un acontecimiento es un
momento de ruptura en un sentido histórico que permite salir del nihilismo
generado por las corrientes marxistas y conservadoras imperantes en la Alemania
de ese entonces que permita ser autentico y posibilite un devenir entendido
como algo que sucede sin ningún direccionamiento[2].
Para Whitehead, el acontecimiento se ajusta a la conceptualización castellana
de ‘evento’ en una escala, infinita pero que por la interrelación entre todas
las entidades actuales que conforman el sistema es capaz de afectar a la
totalidad[3].
Para Heidegger el ‘acontecimiento’ (ereignis)
es “el ámbito, en sí mismo oscilante, mediante el cual hombre y ser se alcanzan
uno a otro en su esencia y alcanzan lo suyo esencial,…” de modo que se pueda
sobreponer al mero dominio de la composición generada por el moderno mundo
técnico, y evitar así su objetivación[4].
Como podemos observar, solo Nietzsche refiere el acontecimiento a algo
político. Los otros consideran el acontecimiento como algo que pudiera tener
también consecuencias políticas. A partir de estos conceptos iniciales, Alain
Badiou y Gilles Deleuze y Feliz Guattari reflexionaron también sobre el
acontecimiento.
Alain Badiou expresó
que un acontecimiento es “una acción transformadora radical –originada- en un
punto, que es, en el interior de una situación, un sitio de acontecimiento”.
Esta acción trasformadora radical busca que una entidad trascendente dentro de
una situación produzca un cambio político[5].
Deleuze y Guattari
expresaron que el acontecimiento se ubica en el terreno del azar, es decir, se
presenta como la emergencia de una diferencia que se expresa en un estado de
cosas dado a partir de unas condiciones objetivas, pero buscaron establecer una
filosofía que fuese digna del mismo, como lo fue la de Rousseau en relación con
la revolución francesa, con el fin de crear las condiciones de posibilidad de un
devenir que mantenga su azarocidad[6].
Esta diferenciación
entre estos autores indica una intencionalidad política, pero observamos también
una diferencia de fines políticos que igualmente está presente en Whitehead y
Heidegger. Nosotros creemos que la clave para entender esta diferencia se
encuentra en la axiomática que emplearon para construir sus sistemas. Aquí
estamos entendiendo por axiomática un método geométrico de reorganización de
proposiciones y conceptos para otorgarle certeza y claridad dentro de un
universo de discurso.
Axiomática del acontecimiento
El sistema filosófico
de Whitehead, según Llanes, puede ser observado como “una metafísica de la
física ampliada, suficientemente abstracta que puede ser vista como una
metafísica general”. Esta axiomática se caracteriza por una
“influencia
lógico-matemática, sistemáticidad, de tendencia ontológica con énfasis en la
categoría de ‘relación’… privilegiando la noción de ‘acontecimiento’ sobre la
de ‘ente’… Su método de constitución gnoseológica es realista, en un sentido
amplio del término. Su sistema es categorial con la ‘creatividad’ como
categoría última”[7].
Es de acotar que este
pensador ingles se apoyó en los avances de la matemática y la física cuántica.
En relación con
Heidegger podemos afirmar que consideró que la axiomática a la que hacemos
alusión parte de que él expresó que logos es φωνή y además φωνή μετά φαντασίας
indicando, además, que su función consistía en el simple permitir ver algo y/o
percibir los entes, en nuestro caso de forma oscilante en sentido hegeliano, y
ello va a significar también “razón” dentro de un proceso que busca ser abierto
y expansivo.
Badiou por su parte
intentó partiendo del pensamiento de Heidegger reconectar la filosofía
con la matemática siguiendo el criterio de que esta última, basadas en la
teoría de conjuntos, “se podían reducir a una multiplicidad pura, edificada
sobre la im-presentación del vacío”. Como en la teoría de conjuntos el vacío es
una de sus características constituyentes lo entiende como el nombre propio del
ser en unas condiciones cuyas características están relacionadas con la
in-diferencia, la in-finitud y la des-mesura. Desde esta perspectiva, observa
el acontecimiento como su opuesto, es decir, un azar donde el vacío es una
especie de no-naturaleza.
Finalmente, Deleuze y
Guattari siguiendo la estela dejada por Whitehead en Mil Mesetas, utilizan su último capítulo para mostrar de forma más
exhaustiva el espacio por intermedio de un modelo matemático. Ellos se apoyan
en la concepción de acontecimiento de Heidegger, los objetos fractales de
Mandelbrot y el concepto de abducción[8]
para darle fundamento a su propuesta filosófica que podemos decir es
diagramática. Fractales son el conjunto de formas geométricas generadas normalmente
por procesos matemáticos repetitivos, caracterizados, en primer lugar, por
tener el mismo aspecto a cualquier escala de observación, en segundo lugar, por
tener longitud infinita y, en tercer lugar, por tener una dimensión donde cada
forma geométrica, al ser separada en partes, mantienen en una versión reducida
el todo. La abducción, por su parte, es una operación lógica que introduce una
idea nueva mediante la introducción de hipótesis explicativa.
Corolario
A pesar de su
rigurosidad matemática, creemos que la propuesta de Badiou y de Deleuze y
Guattari son inconsistentes debido a que el primero utiliza la teoría de
conjunto para proponer la constitución de un sistema trascendente similar al
que quiere derribar, es decir, un sistema controlado desde afuera que indique
su alcance. Y los dos restantes al tratar de proponer una nueva metafísica a
partir de la introducción del concepto de rizoma, han posibilitado también la
erección de una estructura trascendente de control que apunta a la objetivación
del ser mediante el desarrollo de la Inteligencia Artificial. En este sentido, para
los autores franceses el fundamento axiomático es un fin en sí mismo que se
encuentra subsumido en un fin superior que apunta a cómo observan la realidad.
De igual forma podemos afirmar que la preocupación de Heidegger acerca de la
necesidad de reducir la posibilidad de objetivación del Ser todavía permanece
vigente. En relación con Whitehead, y tiene que ver mucho con lo que indicamos
del ereignis heideggeriano, en
Deleuze y Guattari el fundamento materialista les impidió considerar la
trascendencia como fundamento de la potencia del ser para pensar la posibilidad
de ocurrencia de un devenir que evitase cualquier forma de objetivación como si
se observa en el pensamiento del filósofo anglosajón.
[1] Ver al respecto:
BLANCO, E. (2015). “Deleuze y Guattari: Sobre el Acontecimiento”. Caracas. UCV.
Ponencia presentada en la XI Jornadas de Investigación Humanística y Educativa
de la Facultad de Humanidades y Educación. [Documento en Línea]. Disponible: https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2015/06/deleuze-y-guattari-sobre-el.html
[2] Ver al respecto: BLANCO,
E. (2018). “Nietzsche y el Acontecimiento: ¿Una Perspectiva Liberal?”. Caracas.
[Documento en Línea]. Disponible: https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2018/09/nietzsche-y-el-acontecimiento-una.html
[3] Ver al
respecto: WHITEHEAD, A. (1929[1978]). Process
and Reality an Essay in Cosmology. New York. Free Press Macmillan
Publishing Co. 398 p. Versión en Castellano: (1928/1956). Proceso
y Realidad.
Buenos Aires. (T. J. Rovira). Editorial Lozada. 475 p y LLANES, G.
(2018). Whitehead: Proceso y Substancia.
Una reconsideración desde la filosofía medieval. Caracas. UCV. 258 p
[4] Ver al respecto:
HEIDEGGER, M. (1957[1990]). Identidad y
Diferencia. Barcelona. (T. H. Cortés y A. Leyte). Editorial Anthropos. 191
p y (2003). Aportes de la filosofía:
acerca del evento. Buenos Aires (T. D. Picotti). Biblia: Biblioteca
Internacional Heidegger. 415 p
[5] Ver al respecto:
BADIOU, A. (1999). El Ser y el
Acontecimiento. Buenos Aires. (T. R. Cerdeiras, A. Cerletti y N. Prados).
Editorial Manantial. 582 p
[6] Ver al respecto:
DELEUZE, G y GUATTARI, F. (2008). Mil
Mesetas. Capitalismo y Esquizofrenia. 8º éd. Valencia. (T. J. Vásquez y U.
Larraceleta). Editorial Pre-Textos. 522
p y (1991/2005). Qu’est-ce que la
Philosophie? París. Editorial Minuit. 206 p. Edición portuguesa (2009). O que é a Filosofia? Sao Paulo. (T. B.
Prado y A. Alonso). Editora 34. 279 p
[7] Ver al respecto:
LLANES, G. (2018). Whitehead: Proceso y
Substancia. Una reconsideración desde la filosofía medieval. Caracas.
UCV. 258 p
[8] Ver al
respecto: PEIRCE, CH. (1931/1994). Collected
Papers of Charles Sanders Peirce. Cambridge. Editado por C. Hartshorne. Harvard
University Press.
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