José Machillanda hizo una
reflexión sobre un tema de actualidad que ha significado la detención y
persecución de un importante número de oficiales. Este tema es el de la revuelta
militar. Según él esta revuelta “que sin ser Golpe de Estado” se expresa como
“insurrección, amotinamiento y anarquía de oficiales superiores, oficiales
subalterno suboficiales y tropas que sufren y padecen la miseria exponencial”.
La consecuencia que le atribuye a este hecho es la pérdida de control, por
parte de la tiranía, del cuerpo armado, digamos de una manera importante, amenazando
con ello la efectividad del próximo Plan República a aplicarse en la
deslegitimada votación del 20MAY.
Hay dos cosas que me
interesan destacar: por una parte, el concepto de revuelta usado por el autor y
por el otro, la fecha límite del 20MAY y otro aspecto que se deriva de la
revuelta en sí que es la “carencia de comando en el cuerpo armado” debido a que
ambas apuntan a una misma transición política pero producida en dos tiempos
diferentes.
La revuelta militar
Con respecto a la
revuelta entendida como “insurrección, amotinamiento y anarquía”, es de
mencionar que a pesar de la gravedad de la situación planteada hay que tener
presente el impacto que genera en la capacidad organizacional para cumplir con
la misión constitucional en sí. En este sentido adelanto que la fanb está
estructura para defender el orden político tiránico basado en el mantenimiento
de un modelo de desarrollo (socialista) y no para cumplir con la constitución
instrumentada por el mismo orden político. Teniendo esto presente, las preguntas
que se plantean es si esta fanb está en capacidad de mantener el orden político
en las actuales condiciones y cómo esa ‘revuelta’ los afecta. Las palabras
‘insurrección’ y ‘amotinamiento’ sugieren la existencia de una estructura a no
ser que ambas se presenten de manera generalizada. En el primer caso la fanb
puede responder como aconteció en el año 1992 para mantener un cierto grado de
eficacia en relación con el sostenimiento de la tiranía por presumir que la
situación es parcial. En el segundo caso, es muy difícil saberlo, pero la
cantidad de militares detenidos y las solicitudes de bajas por parte de los
miembros de la institución militar son indicadores que evidencian una
tendencia.
Por otra parte, la
palabra ‘anarquía’ que pareciera indicar perdida de la disciplina y todo lo que
ello trae consigo dentro de una estructura militar es la que me interesa
mostrar debido a que refleja una situación entrópica provocada por causas
externas a la institución militar en el sentido que se produce por la propia
estructura de la tiranía y de la sociedad venezolana e interna de la propia
institución.
En el primer caso, la
estructura militar está sometida a la presión provocada por la misma tiranía al
tratar de imponer por la fuerza un modelo de desarrollo que ha reducido la
capacidad del militar para dedicarse a su profesión o para cumplir las tareas
a-profesionales que la propia estructura le ha encomendado. Esta presión a la
que ha respondido la sociedad haciendo resistencia puso a la institución
militar frente a la contradicción de ir contra unos ciudadanos que
constitucionalmente debe proteger con el agravante que la misma tiranía ha
desarrollado leyes inconstitucionales que pueden declarar ‘enemigos internos’ a
los propios venezolanos. Todo esto ya se sabe. El problema se presenta dentro
de lo que queda de institución militar cuando desde su mismo seno se presiona a
los militares para cumplir tareas constitucionales e inconstitucionales. Esto
nos lleva al segundo caso.
En lo interno la tiranía
y sus representantes dentro de la misma estructura están haciendo esfuerzos
importantes para mantener la cohesión organizacional, pero mediante coacción. La
coacción se basa en una relación premio-castigo, pero el premio no existe, no
es premio un ascenso (en grados inferiores al generalato) o una bolsa ‘clap’,
esos instrumentos se han convertido en un mecanismo de extorsión donde se
observa de manera más cruda el castigo. Me interesa el castigo y una de sus
variantes: la exclusión y, consecuentemente, la humillación relacionada con la
purga militar. Ya en una anterior oportunidad me referí a la purga militar[1]. En
ese entonces indiqué que la tiranía venezolana estaba siguiendo el modelo
soviético, pero la Rusia del año 1921, ni la de 1937 no es la Venezuela de
2018. El ejército Rojo, al igual que el cubano, surgió de una guerra civil
seguida de un proceso de profesionalización de acuerdo con las prácticas de la
guerra de su periodo histórico. Las fuerzas armadas soviéticas del año 1937,
gracias a la reforma de Mijaíl Tujachevski, eran muy grandes, muy modernas y muy
profesionales, y a decir de Aníbal Romero, las más poderosas del mundo, y
capaces, como lo demostraron, de resistir una purga de enorme dimensiones. Si las
fuerzas armadas rusas pudieron sobrevivir y resistir el embate de la blitzkrieg en el año 1941, después de la
purga iniciada en el año 1937, fue porque eran muy grandes, modernas y
profesionales.
La fanb al contrario es
heredera del partido y ejercito pretoriano formado por Juan Vicente Gómez para
perpetuarse en el poder que recuperó su esencia inicial luego de que fuese
‘capturada’ por la clase dirigente del pacto de Punto Fijo. La fanb no es muy
grande a pesar de invocar continuamente la unión cívico-militar. Históricamente
se ha dicho que muchos hombres ingresaron a los cuarteles para tener seguro
alimento y vestido y eso parece que no está ocurriendo en estos momentos y si
ocurre es bajo coacción, como ya he indicado. La fanb no es moderna en el
sentido que dados los avances en el modo de hacer la guerra en la actualidad decidió
implantar un modelo del pasado basado en la ‘guerra popular prolongada y de
resistencia’ sin ni siquiera poseer, el régimen tiránico, una base productiva
de bienes para prolongarse en el tiempo ni para resistir. Ciertamente posee
equipos medianamente avanzado de defensa aérea, pero el medio, por sí solo, no
define la capacidad de una estructura. La fanb no es profesional debido a que
la ‘profesión’ históricamente ha estado dirigida a una actividad específica, la
defensa, y en la actualidad, además de reprimir a la sociedad, en general, se
dedican a un sinfín de tareas que las han desnaturalizado y desprofesionalizado
en su ser, como he indicado, desde una perspectiva ontológica[2].
En estas circunstancias,
la palabra ‘anarquía’ expresada por Machillanda se corresponde con ‘disolución’,
como ya indiqué en su oportunidad[3]. Por
supuesto que los regímenes totalitarios han dispuesto en el pasado de
mecanismos para evitar la disolución, es decir, el pelotón de fusilamiento como
ocurrió en la república española sobre todo desde la ofensiva del Ebro, el
ejército ruso hasta la batalla de Kursk y el ejército alemán en el año 1945. Pero
desde la caída de la cortina de hierro y la disolución de los regímenes
totalitarios en la Europa oriental en 1989 no se ha encontrado un mecanismo que
pueda detener la disolución de una fuerza armada.
Vistas así las cosas, la
disolución de la fanb viene provocada por el propio régimen desde el mismo
momento que han necesitado aumentar los grados de coacción interna para
sostener su plan estratégico de acuerdo con el foro de São Paulo. El problema
de su disolución es, como indiqué, la existencia de diversos grupos armados que
coexisten con ella, como ya he indicado antes, dentro de un contexto de
transición que apunta de manera acelerada a la implantación de un estado
comunal[4].
Teniendo presente esta situación, indiqué que si la fanb no es capaz de cumplir
con la tarea encomendada por el proyecto saopaulista “la milicia y los grupos
armados paramilitares pueden actuar obedeciendo al comando central político,…,
y enlazar con los otros grupos armados que operan en la frontera del país”,
como la FARC disidente y otros grupos armados que operan en Colombia. Sin
embargo, esos grupos todos reunidos son muy pequeños para controlar un país de
más de veinte millones de habitantes aun aplicando un terror desmedido.
La disolución de la fanb
nos lleva, de forma reiterativa, al tema del control de las armas de la república y del empleo de la
fuerza. Lo primero para que no caiga en mano de bandas delincuenciales y/o
grupos subversivos dentro y fuera de Venezuela. Lo segundo implica la
neutralización de todos los grupos armados
que estén al margen de la constitución y que fueron organizados por la tiranía.
Esto nos plantea el interrogante de saber con qué se cuenta. De los cuatro
componentes de la fanb se tiene lo siguiente: la forma en que se ha manifestado
la disolución en la armada y en la aviación han sido las bajas del servicio por
lo que se observa una aparente cohesión que en términos de control de armas
significa que su mantenimiento es factible. Los focos de indisciplina y la
represión han afectado la cohesión en el ejército y la guardia nacional. Pero
de forma más notoria en el ejército. Por qué el ejército. Por su histórica
inclinación pretoriana cuya máxima expresión fue el Movimiento Bolivariano
Revolucionario[5].
Históricamente en Venezuela y en especial en el ejército y hasta el presente no
se había presentado la disolución, más bien ha sido la fragmentación. Ello
explica los golpes de Estado en el pasado. Pero en estos golpes de Estado
siempre hubo un control de armas. En cambio, lo que estamos viviendo es, como se
dijo, una purga iniciada por la tiranía que explica el fenómeno de disolución y
crea las condiciones de posibilidad de perder el control sobre el parque de
armas.
La disolución es
la expresión de la válvula de escape que están aplicando los miembros del ejército
para evadir la presión a la cual están sometidos. Eso va a generar un vacío que
debe ser considerado para resguardar el arsenal militar venezolano y para
generar las condiciones de posibilidad para instrumentar una nueva estructura
que neutralice a los grupos armados paramilitares. Sin embargo, el vacío nos
lleva a la fecha del 20MAY.
El 20 de mayo como acontecimiento.
La fecha 20MAY se hizo
referencial desde el mismo momento que lo programado para ese día, si se
concreta efectivamente, se realizaría con una semana de diferencia de las
elecciones en Colombia uno de los focos de atención del foro de São Paulo. En
este contexto, Machillanda señaló la “carencia de comando en el cuerpo armado” que
hace suponer que hay un cuestionamiento de la capacidad organizacional para
cumplir su función constitucional de defensa y de seguridad no solo para esa
semana crucial sino desde que comenzaron a aparecer brotes de indisciplina a
finales del año 2017. En la carencia de comando es donde se puede expresar el
vacío, por lo que este se puede presentar en cualquier momento y no
necesariamente en ese día que es visto por muchos venezolanos como crucial. El
vacío puede ocurrir antes o después.
Si se considera que una
organización es un acto con un propósito específico, en nuestro caso, la
defensa de un modelo de desarrollo impuesto de manera ilegal y que rechaza la
gran mayoría de los venezolanos habría que imaginarse las características de
ese vacío a la luz de la estructura existente. Ya he señalado que la organización
operativa de la fanb es fractal y se evidencia en las REDI’S, ZODI’S, etc. La
disolución afecta a esa estructura en el sentido que convierte a esos entes en
islas limitadas para apoyarse mutuamente a menos que se haga un enorme esfuerzo
logístico no sólo para trasladar medios sino también para sostenerlos en el
lugar donde sean desplazados.
Así pues, junto con la
carencia de comando está también la reducción de la capacidad logística. Ambas
pueden estar correlacionadas o no. La carencia de comando, que implica un
conjunto de deficiencias relacionadas con la capacidad de dirigir hombres, está
agravada porque las crecientes limitaciones logísticas apuntan a una mayor
exigencia. Ello explica la coacción en lo interno de la fanb y la disolución
porque los dos fenómenos se están presentando de manera simultánea. Pero estos
no son fenómenos nuevos. Lo que son nuevas son las circunstancias por lo que si
se mantiene el ritmo de la purga, el régimen podría conseguir lo que pudiera
estar buscando que no es más que adecuar la fanb al nuevo estado comunal lo que
supondría el paso de la estructura actual al de una fuerza armada comunal
soportadas por ‘asesores’ cubanos, las milicias (que también han estado
sufriendo un proceso de disolución) y los cuerpos paramilitares que supondría
una reducción de costos. Si se adelanta la disolución de manera natural o
inducida a la tiranía se la va a dejar sin el soporte para poder alcanzar el
objetivo político de naturaleza comunal que van a tratar de imponer. Así pues, la disolución que se está produciendo dentro de la fanb es producto de la aplicación del plan desarrollado por la tiranía para tener control total de esa organización para asegurar la supervivencia del proyecto político. En ese contexto, la actual crisis está siendo aprovechada para ello..
Teniendo esto presente, la
capacidad disuasiva que ha mantenido a la tiranía se funda en que en caso de
una acción militar externa o un desmoronamiento interno se reproduzca el modelo
iraquí o libio. Frente a esta situación se presentan las siguientes opciones:
I.
Preservar la fanb en sus
condiciones actuales, pero ello es inconstitucional por el alto grado de
politización, por haber establecido un conjunto de estructuras no previstas en
la constitución y es inviable desde el punto de vista de las necesidades de los
venezolanos por haberse salido de su propósito fundamental.
II.
Regresar a la situación
anterior al año 1998, pero ya su organización, que era de naturaleza
pretoriana, reproduciría los mismos males que han llevado al país a la
situación actual.
III.
Acelerar la disolución de
la fanb como medio para crear las condiciones de posibilidad de construir una
estructura de defensa que satisfaga las necesidades de los venezolanos.
IV.
Aceptar la imposición de
la tiranía que creo no está planteado.
La opción III eliminaría
la posibilidad de que la tiranía concrete su propósito pero nos expondría al
intento de implantación del modelo iraquí o libio, pero nosotros no estamos
expuesto a una situación religiosa, civilizacional o racial como lo que
acontece en Irak ni estamos expuestos a una lucha tribal como acontece en
Libia. Nuestro problema se circunscribiría a una lucha subversiva de
considerable importancia realizada por individuos acorralados y desprestigiados
por las causas que todos conocemos y que temen su exposición a la justicia.
Creo que ese paso es inevitable. La manera menos cruenta y eficaz de llevarlo a
cabo es,
·
Manteniendo la estructura
de legalidad y legitimidad. Es decir, el régimen actúa de manera tiránica y no
se le puede permitir que salga de ese estado mediante la colaboración o la
sumisión. El centro de gravedad está representado por la legalidad y
legitimidad. Eso fue lo que perdió la tiranía en Venezuela. Solo les queda el
poder y la fuerza. Un cambio político con la legalidad y la legitimidad, como
están dadas las condiciones, puede hacerse con los medios disponibles para
erosionar la capacidad de acción del régimen y garantizar así que la defensa de
la nueva república se haga con bases firmes. Cómo lograrlo: mediante una
estrategia del enjambre[6].
·
Haciendo un diagnóstico (in situ) de la estructura de
inteligencia, del comando estratégico operacional y de los otros cuerpos de
seguridad de la tiranía.
·
Estableciendo un aparato
de captura que permita la utilización de los fragmentos de la fanb que hayan
quedados aislados y fuera del control durante el acontecimiento, es decir, en
el momento en que se produzca el vacío que impida el cumplimiento de la misión
impuesta por la tiranía.
·
Haciendo que cada
componente recupere su autonomía funcional y administrativa, pasen a un
profundo proceso de reestructuración que posibilite la ejecución de acciones
antisubversivas y se integre con el mundo dónde cumplirá sus funciones
formales.
Cumpliéndose estas
condiciones creo que si sería posible el apoyo internacional.
[1] Ver al respecto: “ANALOGÍA ENTRE
LA REVOLUCIÓN RUSA Y EL FIN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA:
ESCENARIOS PROSPECTIVOS” en: http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2017/05/analogia-entre-la-revolucion-rusa-y-el_43.html
[2]
Ver al respecto: “EL NUEVO SER-MILITAR VENEZOLANO EN LA NUEVA VENEZUELA
REPUBLICANA” en http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2017/06/el-nuevo-ser-militar-venezolano-en-la.html
[3] Ver al respecto: “EMPLEO DE LA
FUERZA Y TRANSICIÓN POLÍTICA: HACIA UNA VENEZUELA REPUBLICANA” en: http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2017/04/empleo-de-la-fuerza-y-transicion.html
[4] Ibíd.
[5] Eso no excluye a la armada en
1913, 1958, 1962 y 2002, ni a la aviación en 1958 y 1992.
[6]
Ver al respecto: “T. E. LAWRENCE Y LA ESTRATEGIA DEL ENJAMBRE” en: http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2018/01/t-e-lawrence-y-la-estrategia-del.html
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