domingo, 18 de marzo de 2018

LA DISOLUCIÓN DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA (fanb)



José Machillanda hizo una reflexión sobre un tema de actualidad que ha significado la detención y persecución de un importante número de oficiales. Este tema es el de la revuelta militar. Según él esta revuelta “que sin ser Golpe de Estado” se expresa como “insurrección, amotinamiento y anarquía de oficiales superiores, oficiales subalterno suboficiales y tropas que sufren y padecen la miseria exponencial”. La consecuencia que le atribuye a este hecho es la pérdida de control, por parte de la tiranía, del cuerpo armado, digamos de una manera importante, amenazando con ello la efectividad del próximo Plan República a aplicarse en la deslegitimada votación del 20MAY.
Hay dos cosas que me interesan destacar: por una parte, el concepto de revuelta usado por el autor y por el otro, la fecha límite del 20MAY y otro aspecto que se deriva de la revuelta en sí que es la “carencia de comando en el cuerpo armado” debido a que ambas apuntan a una misma transición política pero producida en dos tiempos diferentes.
La revuelta militar
Con respecto a la revuelta entendida como “insurrección, amotinamiento y anarquía”, es de mencionar que a pesar de la gravedad de la situación planteada hay que tener presente el impacto que genera en la capacidad organizacional para cumplir con la misión constitucional en sí. En este sentido adelanto que la fanb está estructura para defender el orden político tiránico basado en el mantenimiento de un modelo de desarrollo (socialista) y no para cumplir con la constitución instrumentada por el mismo orden político. Teniendo esto presente, las preguntas que se plantean es si esta fanb está en capacidad de mantener el orden político en las actuales condiciones y cómo esa ‘revuelta’ los afecta. Las palabras ‘insurrección’ y ‘amotinamiento’ sugieren la existencia de una estructura a no ser que ambas se presenten de manera generalizada. En el primer caso la fanb puede responder como aconteció en el año 1992 para mantener un cierto grado de eficacia en relación con el sostenimiento de la tiranía por presumir que la situación es parcial. En el segundo caso, es muy difícil saberlo, pero la cantidad de militares detenidos y las solicitudes de bajas por parte de los miembros de la institución militar son indicadores que evidencian una tendencia.
Por otra parte, la palabra ‘anarquía’ que pareciera indicar perdida de la disciplina y todo lo que ello trae consigo dentro de una estructura militar es la que me interesa mostrar debido a que refleja una situación entrópica provocada por causas externas a la institución militar en el sentido que se produce por la propia estructura de la tiranía y de la sociedad venezolana e interna de la propia institución.
En el primer caso, la estructura militar está sometida a la presión provocada por la misma tiranía al tratar de imponer por la fuerza un modelo de desarrollo que ha reducido la capacidad del militar para dedicarse a su profesión o para cumplir las tareas a-profesionales que la propia estructura le ha encomendado. Esta presión a la que ha respondido la sociedad haciendo resistencia puso a la institución militar frente a la contradicción de ir contra unos ciudadanos que constitucionalmente debe proteger con el agravante que la misma tiranía ha desarrollado leyes inconstitucionales que pueden declarar ‘enemigos internos’ a los propios venezolanos. Todo esto ya se sabe. El problema se presenta dentro de lo que queda de institución militar cuando desde su mismo seno se presiona a los militares para cumplir tareas constitucionales e inconstitucionales. Esto nos lleva al segundo caso.
En lo interno la tiranía y sus representantes dentro de la misma estructura están haciendo esfuerzos importantes para mantener la cohesión organizacional, pero mediante coacción. La coacción se basa en una relación premio-castigo, pero el premio no existe, no es premio un ascenso (en grados inferiores al generalato) o una bolsa ‘clap’, esos instrumentos se han convertido en un mecanismo de extorsión donde se observa de manera más cruda el castigo. Me interesa el castigo y una de sus variantes: la exclusión y, consecuentemente, la humillación relacionada con la purga militar. Ya en una anterior oportunidad me referí a la purga militar[1]. En ese entonces indiqué que la tiranía venezolana estaba siguiendo el modelo soviético, pero la Rusia del año 1921, ni la de 1937 no es la Venezuela de 2018. El ejército Rojo, al igual que el cubano, surgió de una guerra civil seguida de un proceso de profesionalización de acuerdo con las prácticas de la guerra de su periodo histórico. Las fuerzas armadas soviéticas del año 1937, gracias a la reforma de Mijaíl Tujachevski, eran muy grandes, muy modernas y muy profesionales, y a decir de Aníbal Romero, las más poderosas del mundo, y capaces, como lo demostraron, de resistir una purga de enorme dimensiones. Si las fuerzas armadas rusas pudieron sobrevivir y resistir el embate de la blitzkrieg en el año 1941, después de la purga iniciada en el año 1937, fue porque eran muy grandes, modernas y profesionales.
La fanb al contrario es heredera del partido y ejercito pretoriano formado por Juan Vicente Gómez para perpetuarse en el poder que recuperó su esencia inicial luego de que fuese ‘capturada’ por la clase dirigente del pacto de Punto Fijo. La fanb no es muy grande a pesar de invocar continuamente la unión cívico-militar. Históricamente se ha dicho que muchos hombres ingresaron a los cuarteles para tener seguro alimento y vestido y eso parece que no está ocurriendo en estos momentos y si ocurre es bajo coacción, como ya he indicado. La fanb no es moderna en el sentido que dados los avances en el modo de hacer la guerra en la actualidad decidió implantar un modelo del pasado basado en la ‘guerra popular prolongada y de resistencia’ sin ni siquiera poseer, el régimen tiránico, una base productiva de bienes para prolongarse en el tiempo ni para resistir. Ciertamente posee equipos medianamente avanzado de defensa aérea, pero el medio, por sí solo, no define la capacidad de una estructura. La fanb no es profesional debido a que la ‘profesión’ históricamente ha estado dirigida a una actividad específica, la defensa, y en la actualidad, además de reprimir a la sociedad, en general, se dedican a un sinfín de tareas que las han desnaturalizado y desprofesionalizado en su ser, como he indicado, desde una perspectiva ontológica[2].
En estas circunstancias, la palabra ‘anarquía’ expresada por Machillanda se corresponde con ‘disolución’, como ya indiqué en su oportunidad[3]. Por supuesto que los regímenes totalitarios han dispuesto en el pasado de mecanismos para evitar la disolución, es decir, el pelotón de fusilamiento como ocurrió en la república española sobre todo desde la ofensiva del Ebro, el ejército ruso hasta la batalla de Kursk y el ejército alemán en el año 1945. Pero desde la caída de la cortina de hierro y la disolución de los regímenes totalitarios en la Europa oriental en 1989 no se ha encontrado un mecanismo que pueda detener la disolución de una fuerza armada.
Vistas así las cosas, la disolución de la fanb viene provocada por el propio régimen desde el mismo momento que han necesitado aumentar los grados de coacción interna para sostener su plan estratégico de acuerdo con el foro de São Paulo. El problema de su disolución es, como indiqué, la existencia de diversos grupos armados que coexisten con ella, como ya he indicado antes, dentro de un contexto de transición que apunta de manera acelerada a la implantación de un estado comunal[4]. Teniendo presente esta situación, indiqué que si la fanb no es capaz de cumplir con la tarea encomendada por el proyecto saopaulista “la milicia y los grupos armados paramilitares pueden actuar obedeciendo al comando central político,…, y enlazar con los otros grupos armados que operan en la frontera del país”, como la FARC disidente y otros grupos armados que operan en Colombia. Sin embargo, esos grupos todos reunidos son muy pequeños para controlar un país de más de veinte millones de habitantes aun aplicando un terror desmedido.
La disolución de la fanb nos lleva, de forma reiterativa, al tema del control de las armas de la república y del empleo de la fuerza. Lo primero para que no caiga en mano de bandas delincuenciales y/o grupos subversivos dentro y fuera de Venezuela. Lo segundo implica la neutralización  de todos los grupos armados que estén al margen de la constitución y que fueron organizados por la tiranía. Esto nos plantea el interrogante de saber con qué se cuenta. De los cuatro componentes de la fanb se tiene lo siguiente: la forma en que se ha manifestado la disolución en la armada y en la aviación han sido las bajas del servicio por lo que se observa una aparente cohesión que en términos de control de armas significa que su mantenimiento es factible. Los focos de indisciplina y la represión han afectado la cohesión en el ejército y la guardia nacional. Pero de forma más notoria en el ejército. Por qué el ejército. Por su histórica inclinación pretoriana cuya máxima expresión fue el Movimiento Bolivariano Revolucionario[5]. Históricamente en Venezuela y en especial en el ejército y hasta el presente no se había presentado la disolución, más bien ha sido la fragmentación. Ello explica los golpes de Estado en el pasado. Pero en estos golpes de Estado siempre hubo un control de armas. En cambio, lo que estamos viviendo es, como se dijo, una purga iniciada por la tiranía que explica el fenómeno de disolución y crea las condiciones de posibilidad de perder el control sobre el parque de armas.
La disolución es la expresión de la válvula de escape que están aplicando los miembros del ejército para evadir la presión a la cual están sometidos. Eso va a generar un vacío que debe ser considerado para resguardar el arsenal militar venezolano y para generar las condiciones de posibilidad para instrumentar una nueva estructura que neutralice a los grupos armados paramilitares. Sin embargo, el vacío nos lleva a la fecha del 20MAY.   
El 20 de mayo como acontecimiento.
La fecha 20MAY se hizo referencial desde el mismo momento que lo programado para ese día, si se concreta efectivamente, se realizaría con una semana de diferencia de las elecciones en Colombia uno de los focos de atención del foro de São Paulo. En este contexto, Machillanda señaló la “carencia de comando en el cuerpo armado” que hace suponer que hay un cuestionamiento de la capacidad organizacional para cumplir su función constitucional de defensa y de seguridad no solo para esa semana crucial sino desde que comenzaron a aparecer brotes de indisciplina a finales del año 2017. En la carencia de comando es donde se puede expresar el vacío, por lo que este se puede presentar en cualquier momento y no necesariamente en ese día que es visto por muchos venezolanos como crucial. El vacío puede ocurrir antes o después.
Si se considera que una organización es un acto con un propósito específico, en nuestro caso, la defensa de un modelo de desarrollo impuesto de manera ilegal y que rechaza la gran mayoría de los venezolanos habría que imaginarse las características de ese vacío a la luz de la estructura existente. Ya he señalado que la organización operativa de la fanb es fractal y se evidencia en las REDI’S, ZODI’S, etc. La disolución afecta a esa estructura en el sentido que convierte a esos entes en islas limitadas para apoyarse mutuamente a menos que se haga un enorme esfuerzo logístico no sólo para trasladar medios sino también para sostenerlos en el lugar donde sean desplazados.
Así pues, junto con la carencia de comando está también la reducción de la capacidad logística. Ambas pueden estar correlacionadas o no. La carencia de comando, que implica un conjunto de deficiencias relacionadas con la capacidad de dirigir hombres, está agravada porque las crecientes limitaciones logísticas apuntan a una mayor exigencia. Ello explica la coacción en lo interno de la fanb y la disolución porque los dos fenómenos se están presentando de manera simultánea. Pero estos no son fenómenos nuevos. Lo que son nuevas son las circunstancias por lo que si se mantiene el ritmo de la purga, el régimen podría conseguir lo que pudiera estar buscando que no es más que adecuar la fanb al nuevo estado comunal lo que supondría el paso de la estructura actual al de una fuerza armada comunal soportadas por ‘asesores’ cubanos, las milicias (que también han estado sufriendo un proceso de disolución) y los cuerpos paramilitares que supondría una reducción de costos. Si se adelanta la disolución de manera natural o inducida a la tiranía se la va a dejar sin el soporte para poder alcanzar el objetivo político de naturaleza comunal que van a tratar de imponer. Así pues, la disolución que se está produciendo dentro de la fanb es producto de la aplicación del plan desarrollado por la tiranía para tener control total de esa organización para asegurar la supervivencia del proyecto político. En ese contexto, la actual crisis está siendo aprovechada para ello.. 
Teniendo esto presente, la capacidad disuasiva que ha mantenido a la tiranía se funda en que en caso de una acción militar externa o un desmoronamiento interno se reproduzca el modelo iraquí o libio. Frente a esta situación se presentan las siguientes opciones:
                         I.        Preservar la fanb en sus condiciones actuales, pero ello es inconstitucional por el alto grado de politización, por haber establecido un conjunto de estructuras no previstas en la constitución y es inviable desde el punto de vista de las necesidades de los venezolanos por haberse salido de su propósito fundamental.
                       II.        Regresar a la situación anterior al año 1998, pero ya su organización, que era de naturaleza pretoriana, reproduciría los mismos males que han llevado al país a la situación actual.
                      III.        Acelerar la disolución de la fanb como medio para crear las condiciones de posibilidad de construir una estructura de defensa que satisfaga las necesidades de los venezolanos.
                     IV.        Aceptar la imposición de la tiranía que creo no está planteado.
La opción III eliminaría la posibilidad de que la tiranía concrete su propósito pero nos expondría al intento de implantación del modelo iraquí o libio, pero nosotros no estamos expuesto a una situación religiosa, civilizacional o racial como lo que acontece en Irak ni estamos expuestos a una lucha tribal como acontece en Libia. Nuestro problema se circunscribiría a una lucha subversiva de considerable importancia realizada por individuos acorralados y desprestigiados por las causas que todos conocemos y que temen su exposición a la justicia. Creo que ese paso es inevitable. La manera menos cruenta y eficaz de llevarlo a cabo es,
·         Manteniendo la estructura de legalidad y legitimidad. Es decir, el régimen actúa de manera tiránica y no se le puede permitir que salga de ese estado mediante la colaboración o la sumisión. El centro de gravedad está representado por la legalidad y legitimidad. Eso fue lo que perdió la tiranía en Venezuela. Solo les queda el poder y la fuerza. Un cambio político con la legalidad y la legitimidad, como están dadas las condiciones, puede hacerse con los medios disponibles para erosionar la capacidad de acción del régimen y garantizar así que la defensa de la nueva república se haga con bases firmes. Cómo lograrlo: mediante una estrategia del enjambre[6].
·           Haciendo un diagnóstico (in situ) de la estructura de inteligencia, del comando estratégico operacional y de los otros cuerpos de seguridad de la tiranía.
·           Estableciendo un aparato de captura que permita la utilización de los fragmentos de la fanb que hayan quedados aislados y fuera del control durante el acontecimiento, es decir, en el momento en que se produzca el vacío que impida el cumplimiento de la misión impuesta por la tiranía.
·           Haciendo que cada componente recupere su autonomía funcional y administrativa, pasen a un profundo proceso de reestructuración que posibilite la ejecución de acciones antisubversivas y se integre con el mundo dónde cumplirá sus funciones formales.
Cumpliéndose estas condiciones creo que si sería posible el apoyo internacional.





[1] Ver al respecto: “ANALOGÍA ENTRE LA REVOLUCIÓN RUSA Y EL FIN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA: ESCENARIOS PROSPECTIVOS” en: http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2017/05/analogia-entre-la-revolucion-rusa-y-el_43.html
[2] Ver al respecto: “EL NUEVO SER-MILITAR VENEZOLANO EN LA NUEVA VENEZUELA REPUBLICANA” en http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2017/06/el-nuevo-ser-militar-venezolano-en-la.html
[3] Ver al respecto: “EMPLEO DE LA FUERZA Y TRANSICIÓN POLÍTICA: HACIA UNA VENEZUELA REPUBLICANA” en: http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2017/04/empleo-de-la-fuerza-y-transicion.html
[4] Ibíd.
[5] Eso no excluye a la armada en 1913, 1958, 1962 y 2002, ni a la aviación en 1958 y 1992.
[6] Ver al respecto: “T. E. LAWRENCE Y LA ESTRATEGIA DEL ENJAMBRE” en: http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2018/01/t-e-lawrence-y-la-estrategia-del.html

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