El punto culminante de la guerra de independencia de Venezuela no lo
representó la batalla de Carabobo sino la campaña naval de 1823 y la batalla
del lago de Maracaibo
Introducción
Hay una vieja máxima quizás inspirada en el dialogo de
Melos escrito por Tucidides en su obra las Guerras del Peloponeso que
reza así: en las relaciones internacionales no hay amigos o enemigos sino
intereses. Con el estallido de la guerra de independencia, muchos
estadounidenses simpatizaron con la causa hispanoamericana, pero la política
del gobierno estadounidense fue de neutralidad porque consideraba el proceso
hispanoamericano como una guerra civil. Aun así, el gobierno estadounidense
emitió instrucciones de colaborar con la causa independentista sin comprometer
al Estado debido a complicada situación que vivieron las relaciones entre Estados
Unidos y España a propósito de la Florida. Con esta actitud oficial por parte
estadounidense hubo nacionales de ese país que sirvieron también a la causa
realista.
La actitud del gobierno estadounidense frente a España
puede explicarse en dos etapas: la primera que va desde el año 1815 al año 1821
caracterizada por el proceso que condujo a la venta de la Florida por parte de
España a Estados Unidos y la creciente participación de veteranos
estadounidenses de la guerra contra el Reino Unido en la lucha independentista
en Hispanoamérica como lo fue el caso de Juan Daniel Danells y la segunda etapa
que va del año 1821 al año 1825 caracterizada, por una parte, por la política
estadounidense de guerra contra la “piratería” proveniente de Cuba y Puerto
Rico los únicos bastiones españoles leales a la causa realista y, por la otra,
la amplia participación estadounidense en la campaña naval que desembocó en la
batalla del Lago de Maracaibo como los fueron los casos de Danells, Peter
Storms, David Thomas, Marcy Mankin entre otros. La campaña naval que condujo a
la batalla naval del Lago de Maracaibo tuvo cinco momentos que se mencionan a
continuación de forma cronológica:
·
El bloqueo de Maracaibo y
Puerto Cabello
·
El combate naval de Isla Larga
·
El forzamiento de la barra y
posterior batalla del lago de Maracaibo
·
La liberación de Puerto
Cabello
·
El envió marítimo de refuerzos
a Perú vía Panamá.
En el caso particular de esta investigación, de las
dos etapas de la participación estadounidense nos interesa la segunda, en
especial el combate de isla Larga y el forzamiento de la barra y posterior
batalla del Lago de Maracaibo porque en la participación de nacionales del país
del norte hubo una situación poco aclarada en la historiografía estadounidense,
colombiana y venezolana como lo fue la participación indirecta de Estados Unidos
en la contienda independentista. El combate de Isla Larga es el propósito de
este escrito. En relación con el forzamiento de la barra y la batalla naval en
sí lo hemos planteado recientemente en LA NAVE ESTADOUNIDENSE “PEACOCK” Y SU
CONTRIBUCIÓN A LA CAUSA REPUBLICANA EN LA BATALLA NAVAL DEL LAGO DE MARACAIBO.
Si bien en el combate de Isla Larga no hubo evidencia
de que fue así, en el momento de la batalla del lago en sí si hay evidencias de
lo antes dicho. Pero en el caso específico de Isla Larga, como veremos, la
actitud de los marinos estadounidenses no fue uniforme quizás por la ambigüedad
del mismo gobierno norteamericano y ello condujo a un revés para las armas
republicanas. Un revés que permite extraer muchas enseñanzas a la luz del
pasado y del presente. Por ello, como antesala de la publicación del libro “DE
LA BATALLA NAVAL DEL LAGO DE MARACAIBO A LA LIBERACIÓN DEL CALLAO: La Máquina
de Guerra y el Aparato de Captura en Aguas Hispanoamericanas (1808-1826)” vamos
a analizar, como prefacio, el combate naval de Isla Larga, aunque en la obra
citada Luis Farage hace un exhaustivo estudio de dicho encuentro desde una
perspectiva antropológica e histórico-forense. Para tal fin vamos a hacer una
descripción del contexto general de la guerra en el mar en el año 1823,
seguidamente, describiremos las unidades navales y el teatro de operaciones del
1 de mayo de 1823 fecha del combate de Isla Larga y finalmente describiremos y
analizaremos el combate en sí.
a.- El contexto general
de las operaciones en el año 1823
La alborada del año
1823 se presentó con buenos auspicios para las armas realistas en América y en
especial en la cuenca del mar Caribe. Además de contar con las islas de Cuba y de
Puerto Rico, el orden realista contaba aun con importantes plataformas de
operaciones en América que le permitían defender el espacio marítimo y
continental y proyectarse sobre el interior de los territorios americanos y
reiniciar así la reconquista. Estas plataformas fueron las fortalezas de San
Juan de Ulúa en las cercanías de Veracruz (México), de San Carlos en las
cercanías de las ciudades de Maracaibo y Coro y la de Puerto Cabello[1].
La campaña de
Maracaibo, en sí misma, se inició con la recuperación del control realista
sobre Maracaibo y Coro. Esta recuperación fue consecuencia de una audaz
maniobra marítima realizada por Francisco Tomás Morales quien engañó a las
fuerzas bloqueadoras del general José Antonio Páez en Puerto Cabello y embarcar
así a bordo de catorce naves 1.200 realistas de infantería y caballería que
condujo al Golfo de Venezuela, desembarcar en Cojaro en la costa de la Guajira,
y dirigirse al Sur, hacia Maracaibo hasta derrotar a Lino de Clemente en Salina
Rica. Este hecho puso en jaque a Colombia la grande amenazando la
proyección del proceso independentista hacia el sur del continente en virtud
del estancamiento de la situación político-militar en Perú y de la poca
claridad en el resultado de la entrevista entre los libertadores José de San
Martín y Simón Bolívar en Guayaquil.
Además de esta
situación y a pesar de la crisis que sobrevendría en la península que
significaría el fin del gobierno liberal, a los realistas se le presentó la
oportunidad de aprovechar: en primer lugar, las disensiones internas dentro del
seno de los estados recientemente establecidos, en segundo lugar, las
disensiones provocadas que finalmente desembocarían en la creación de las
Provincias Unidas Centroamericanas y, en tercer lugar, los potenciales
conflictos que se estaban gestando por la aparición de un nuevo actor en el
escenario americano: Rusia cuyo impacto se observaría en lo que se conoció como
la doctrina Monroe, establecida a finales del año 1823 después de haberse
aclarado la situación militar con la decisiva derrota realista en Maracaibo. Fue
en este marco donde se circunscriben las acciones realizadas por el capitán de
navío Ángel Laborde al norte de Suramérica como comandante del apostadero naval
de Puerto Cabello y comandante de las fuerzas navales realistas que
participaron en la campaña naval de Maracaibo.
En este contexto,
España a pesar de haber quedado muy debilitada como consecuencia del proceso
independentista en su territorio que afectó a su otrora respetado poder en el
mar contaba todavía con recursos suficientes para revertir la situación adversa
que enfrentaba. Pero además de la lucha anti independentista, España tuvo que
maniobrar diplomáticamente frente a Estados Unidos porque se había hecho
presente en el escenario del mar Caribe para “reprimir” la “piratería”
proveniente de Cuba y Puerto Rico, es decir, para debilitar aún más el poder
español a pesar de la reciente cesión de la Florida y aprovechar la situación
de ambigüedad política que significó declararse neutral frente a un proceso
independentista hispanoamericano que consideraron como una guerra civil para
hacer una mayor presencia en la cuenca caribeña[2]. Esta
ambigüedad fue más notoria si se considera que el acuerdo Onis-Quincy Adams que
definió las fronteras entre España y Estados Unidos de 1821 entró en vigencia
el mismo año en que México declaró su independencia de España.
Así pues, la posesión
por parte de los realistas de varios puntos de apoyo a nivel continental para
proyectar una potencial operación de reconquista contra los estados recién
independizados el centro de gravedad del conflicto se había desplazado de nuevo
al mar. Decimos de nuevo debido a que la fase decisiva de la guerra de
independencia en Venezuela se inició con la expedición naval de Los Cayos y se
concretó con la campaña fluvial y terrestre que condujeron a la liberación de
Angostura y la proyección del poder militar al hinterland venezolano y
neogranadino.
Este escenario naval en el año 1823 se dinamizaría
cuando desde la Habana se decide enviar refuerzos para apoyar las acciones
emprendidas por Morales en Maracaibo hacia el este, el sur y el suroeste de esa
ciudad que amenazaron la nueva república. El capitán de navío Ángel Laborde,
zarpó de la Habana el 03 de abril de 1823 y después de escoltar un convoy por
el canal de Bahamas se dirigió a Puerto Rico y finalmente se dirigió a Tierra
Firme con la misión específica de apoyar los esfuerzos de Morales y mantener
viva la llama realista en el área.
El vicepresidente encargado de Colombia el general
Francisco de Paula Santander al recibir las alarmantes noticias que llegaban
acerca de las operaciones de Morales, el acérrimo combatiente realista que
durante diez años de luchas había tenido en jaque a las fuerzas independentistas
de Venezuela tomó las medidas necesarias para conjurar la amenaza. Dentro de
estas medidas es que se enmarca la designación de los generales Mariano
Montilla como comandante de las operaciones sobre Maracaibo y del general José
Prudencio Padilla como comandante de las fuerzas navales que allí operarían. De
igual forma se entiende la designación del capitán de navío Renato Beluche para
que se dirigiera a la Guaira para reunir los refuerzos navales que fueran
posibles. Los temores llegaron a extremos insospechados cuando se supo que
Morales había incursionado con sus tropas en San José de Cúcuta (la capital
insurgente de la Gran Colombia) y amenazaba las provincias de Socorro y
Pamplona cuyo sometimiento le abriría las puertas de la capital neogranadina.
Frente a este escenario, debemos indicar
que para marzo de 1823 había en Colombia un aproximado de 18.000 combatientes desplegados
entre el centro norte de la Nueva Granada y al noroeste del rio Orinoco en Venezuela[3].
Es decir, a inicios de 1823 la mayor parte de la máquina de guerra colombiana estaba empeñada
en recuperar Maracaibo y en evitar que surgieran nuevos brotes realistas como
ocurrió en Coro y en Pasto. En ese
momento histórico estos hombres en armas fueron requeridos con urgencia por el
libertador Simón Bolívar debido a la complejidad de la situación peruana y el
fracaso de la campaña de Intermedios que puso a los realistas en una situación
ventajosa en el alto Perú.
2.- El teatro de operaciones del 1 de mayo de 1823 y Unidades
navales
La importancia de Puerto Cabello se remonta al proceso
de fortificación que condujo a la exitosa defensa del año 1743 frente al asalto
inglés durante la guerra del Asiento[4]. Esta importancia se
acrecentaría cuando se elevó a Puerto Cabello como apostadero naval en el año
1804 luego de que España perdiera la isla de Trinidad. La caída de Puerto
Cabello fue crucial en la perdida de la primera república en el año 1812 y en
el año 1821 volvió a cobrar relevancia cuando, en primer lugar, las derrotadas
tropas realista en Carabobo se atrincheraron en esa plaza y, en segundo lugar,
cuando Laborde asumió el cargo de comandante de la misma. Con este repliegue
realista la citada plaza volvió a cobrar relevancia y se evidenció su valor
estratégico como punto de proyección del poder militar hacia el hinterland
venezolano y hacia el occidente y el norte del mar Caribe.
Teniendo esto presente, Puerto Cabello estuvo
bloqueada por unidades independentistas mediante tres líneas de bloqueo. La
primera estuvo alrededor de Punta Tucacas y estuvo conformada por el bergantín
“Pichincha” y la goleta “Vencedora”, la segunda línea estuvo alrededor de la
ensenada de Puerto Cabello, un espacio de mar que va desde Isla Larga hasta el
sistema de fortificaciones y estuvo conformada por las corbetas “Bolívar”,
“María Francisca” y “Carabobo” y la tercera era una línea cercana que esta
custodiando la boca del puerto conformada por las goletas “Rayo” y “Flor de la
Mar”.
La geografía fue, en este contexto, un factor
fundamental que va a condicionar las operaciones debido a que la idea del
teatro se circunscribe a cómo era Puerto Cabello en el año 1823 a propósito de
las acciones terrestres emprendidas por los independentistas que condujeron a
la liberación de la plaza[5]. En el ensayo de Farage Dangel
se muestra el pasado y el presente del teatro de operaciones, pero Jiménez
Muñoz fue más allá al tratar de definir cómo fue el espacio operacional en el
momento histórico de la campaña[6]. Además de ello debemos
decir que es muy difícil describir cuál era la configuración de la costa en el
área de operaciones. Lo importante a destacar aquí es el hecho de que se usara
a Isla Larga para alistar a un navío republicano que se encontraba bloqueando
Puerto Cabello después de un periplo corsario. Nos referimos a la corbeta “Carabobo”.
Este mantenimiento de una nave nos dice algo acerca de las practicas corsarias
de la época en función de la tecnología existente y qué eran capaces de hacer
los porteños en términos tecnológicos en lo que a mantenimiento se refiere.
Con respecto a los medios navales podemos decir que es
muy difícil establecer el origen de las tripulaciones de los navíos con muy
contadas excepciones como se observará a continuación.
División naval de bloqueo al mando del Comodoro John
Daniel Danells:
Navío |
Características |
Comandante |
Tripulación |
Corbeta Carabobo |
28 cañones |
Juan S. Maitland |
110 hombres en su mayoría de origen estadounidense |
Corbeta María
Francisca |
22 cañones entre 9 y 12 libras[7] |
Guillermo Christie |
98 hombres, se presume que por su origen producto de una captura la tripulación
era mixta |
Corbeta Bolívar |
24 piezas de a 32 libras y 2 cañones de bronce de a 24 libras en su
castillo |
Jaime B. Murray |
150 tripulantes, la mayoría de la
tripulación era estadounidense[8]. |
Bergantín Vencedor |
Dos de sus piezas de artillería fueron desmontadas para reforzar el
bloqueo desde tierra |
Tomas M. Brotherton |
Si se considera que observa un patrón común en las unidades
independentistas creemos que su tripulación fue mixta de alrededor de 50
hombres |
Bergantín Pichincha[9] |
Si se considera que observa un patrón común en las unidades
independentistas creemos que portaban un cañón montado en crujía |
Mathews |
Ibid. |
Goleta Flor de la Mar |
Ibid. |
Samuel Wright |
Ibid. |
Goleta Rayo |
Ibid. |
Woods |
Ibid. |
La certeza que se
tiene del personal estadounidense, con la excepción de la corbeta “Bolívar”, la
tenemos por los muertos y prisioneros de las corbetas “Carabobo” y “María
Francisca”. Por otra parte, el
conocimiento de los nombres de los comandantes de esta armada indica, en los
casos donde hay registros, de la escasez o la vaguedad de información al
respecto. Como veremos más adelante también, los nombres de los comandantes
eran anglosajones, pero no se puede decir con certeza que todos eran
estadounidenses.
Flotilla de refuerzo a la división que estaba operando
en el Golfo de Venezuela al mando del capitán de navío Renato Beluche estaba
compuesta como sigue:
Navío |
Características |
Comandante |
Tripulación |
Bergantín Independencia / Independiente |
un cañón de a 18 libras en colisa y catorce
cañones de calibre entre 9 y 12 libras en las bandas |
CN
Renato Beluche |
130 hombres de dotación, creemos que la
tripulación era mixta, mayoritariamente de Nueva Orleans |
Goleta “Leona” |
un cañón en colisa de a 18 libras y tres de
a 9 libras |
Juan Mackan |
80 hombres de diferentes orígenes |
Goleta “Antonia Manuela” |
cañón montado en crujía |
Desconocido[10]
|
50 hombres de tripulación de diferentes orígenes |
Goleta “Juana” |
Ibid. |
Desconocido |
Ibid. |
Goleta “Favorita” |
Ibid. |
Desconocido |
Ibid. |
Barca mercante “Eronión/ Heroína |
N/A |
Desconocido |
Desconocido |
Es conveniente acotar
aquí una observación realizada por Jairo Bracho en las conferencias que
realizamos en Puerto Cabello a propósito de la conmemoración del bicentenario
del inicio de las operaciones navales de liberación de Maracaibo de que la aparente
escasez de tripulantes criollos obedeció a que la mayoría de ellos murió en
combate en las primeras etapas de la guerra de independencia. Además de los
comandantes, todos de origen anglosajón debemos decir algo de las tripulaciones
anónimas, en su mayoría estadounidenses, que participaron en Isla Larga. Nicolas Terrien
expresó que las naves corsarias fueron el espacio de libertad para muchos de
los tripulantes que las conformaron puestos que fueron expresión del cruce de
“d'une multitude de trajectoires et
d’expériences individuelles qui tissaient en se cumulant une trame nouvelle de
relations sociales et d'obligations mutuelles, de lignes parcourues et
d’espaces vécus. Bien que la reconstitution de cette trame soit, dans le
détail, hors de notre portée, il est possible d’en obtenir une approximation
satisfaisante en changeant de focale, en s’attachant à ces expériences individuelles,
et en tentant finalement d’en dégager la géographie qui leur était associée”[11].
Esta multitud de
experiencias individuales estuvieron expuestas a una altísima rotación de
hombres en función de la armonía existente entre intereses personales y no solo
las obligaciones mutuas determinadas por el pacto que comportaba la aventura de
estar a bordo sino también a las obligaciones que el propio navío exigía en
cualquier circunstancia.
Ahora bien, además de nombrados
de la escuadrilla de Danells, podemos decir que Juan Mackan fue estadounidense,
pero este último no participó en el combate a pesar de encontrarse en el área
de operaciones. Beluche y él, recalcamos, tenían otra misión que al final de
cuentas resultó ser la más importante.
Veamos ahora las
características de las naves realistas comandadas por Ángel Laborde y Navarro[12].
Navío |
Características |
Comandante |
Tripulación |
Fragata “Constitución” (Santa Sabina) |
12 cañones de 24 libras y 28 cañones de 18 libras |
CF José María Chacón |
330 hombres de tripulación |
Corbeta “Ceres” |
26 cañones de 18 libras y 1 cañón de 12 libras |
TN Miguel Espino |
200 hombres de tripulación. |
Goleta mercante “Rosalía” |
N/A |
Desconocido |
Desconocido |
Goleta mercante “Rosarito”. |
N/A |
Desconocido |
Desconocido |
Aquí debemos decir, apartando la fuerza de Beluche que
tenía otra misión, que los oponentes estaban bastante equilibrados con una
ligera ventaja a favor de las fuerzas independentistas asignadas al bloqueo si
operaban en conjunto, pero unos imprevistos rompieron la cohesión de los
independentistas y ello, como veremos a continuación, les dio una contundente
ventaja a las fuerzas realistas.
3.- El combate naval de Isla Larga
El primero de mayo de 1823 confluyeron sobre Puerto
Cabello tres fuerzas navales: en primer lugar, las de Renato Beluche (Un
bergantín y cinco goletas) que se reunió, en segundo lugar, con las fuerzas del
comodoro John Danells (dos corbetas y dos goletas) en Isla Larga y las de Jaime
B. Murray (una corbeta, la “Bolívar” y un bergantín el “Vencedor”) y, en tercer
lugar, las fuerzas de Ángel Laborde (una fragata, una corbeta y dos goletas).
Pero Beluche, como dijimos, tenía una misión que cumplir, esto es, llevar al
Golfo de Venezuela los refuerzos que había reunido para aumentar aún más la
presión sobre los realistas en las operaciones que se estaba realizando sobre
Maracaibo. El aspecto en común de estos cuatro comandantes es que tenían
experiencia como corso, pero solo Beluche y Laborde tenían experiencia de
escuadra y una dilatada experiencia marinera. Debemos recordar aquí que la
experiencia de Danells en las campañas navales anteriores en Venezuela orbitó
en torno al corso y las operaciones de avituallamiento y bloqueo. Esta
aclaratoria obedece a que las operaciones de corso se basaban en la asimetría
de fuerzas a favor del atacante, cosa que en Isla Larga estuvo a favor de los
realistas si se considera que las tres naves independentistas que participaron
eran inferiores en potencia de fuego con respecto a las realistas. De igual
forma, la designación de Danells como comandante de la escuadra de bloqueo
obedeció a la experiencia ya adquirida en otras operaciones y la merecida
confianza que se había ganado entre los independentistas.
Teniendo presente lo antes indicado vamos a describir
la secuencia de eventos y las acciones realizadas, la táctica empleada y,
finalmente, la actitud de los combatientes pivoteando sobre el reporte
realizado por Beluche y Danells.
La secuencia de eventos y acciones realizadas que
caracterizaron el combate puede describirse en tres momentos: la anterior al primero
de mayo, que constituye la antesala del encuentro, durante el primero de mayo que
contiene cinco fases (tres que explican la maniobra de aproximación y dos que
explican el combate en sí mismo) y después de la citada fecha.
Antes del 01MAY y específicamente el 26ABR, Danells dio
instrucciones a sus comandantes de mantener un cerco cerrado de Puerto Cabello.
Tres naves tenían esa tarea: la “Bolívar”, la “María Francisca” y la goleta
“Rayo”. De igual forma, el “Vencedor” y la Goleta “Flor de la Mar” estaban
destacadas sobre Chichiriviche para cortar el arribo por mar del comandante
realista de Puerto Cabello el general Carrera y Colina quien venía de Curazao.
La corbeta “Carabobo” estaba en mantenimiento (calafateo) en Isla Larga
supervisado personalmente por Danells porque no conocía de la existencia de
expertos en el oficio y la necesidad de la actividad había generado problemas
jerárquicos entre sus subordinados. Por su parte, la fuerza realista del
capitán de navío Laborde partió de Puerto Rico el 27ABR con rumbo sur con
destino Bonaire con la finalidad de interceptar cualquier embarcación enemiga.
Después de arribar a estación se dirigió a Turiamo arribando el 010700QMAY un
poco más al oeste, específicamente, Patanemo.
El 29ABR, el comandante del bergantín “Vencedor”,
estando frente a la punta Tucacas observó al bergantín “Pichincha” varado a
sotavento después de perseguir una embarcación realista que transportaba al
comandante de la guarnición realista de Puerto Cabello. El comandante del
citado bergantín independentista destacó a la goleta “Flor del Mar” para
informar a Danells de la situación. Danells se enteró a las 302300QABR[13]. El día 01MAY mientras Danells da
instrucciones al comandante de la corbeta “María Francisca” sobre qué hacer con
la corbeta accidentada, esta reporta el avistamiento de las naves de Laborde
que ya desde las 0700 horas de ese día tenía conocimiento de la presencia de
naves independentistas puesto que había avistado, sin poderlas interceptar, a
las fuerzas de Beluche. Cuando inicia la cacería, aproximadamente a las 1030Q
que comienza a levantar el viento, el comandante realista avista al sur de Isla
Larga una Corbeta “fondeada”, es decir, en mantenimiento, un Bergantín y dos
Goletas. Aquí es donde se inicia el combate.
Para el 01MAY la situación es como sigue:
Hora |
Acción |
|
|
Beluche |
Danells |
1430 |
Rendevouz de las fuerzas de Beluche con Danells |
Avistamiento de la fuerza de Laborde. Señal de alerta y al mismo
tiempo preparación de la “Carabobo” para el combate pues tenía toda su
artillería a babor. Mandó también los botes a recoger la gente que estaba en
tierra trabajando en varias tareas. |
1500 |
Reunión con la corbeta “María Francisca” (más dos goletas) y destaque
de los refuerzos de Beluche a los Taques |
La fuerza de Danells pone rumbo a la corbeta “Bolívar” que debería
estar en su estación y no se encontraba. |
1530 |
Formación de combate: (1) Carabobo, (2) María Francisca e (3)
Independiente. Según Laborde la “Carabobo” estaba en el puesto 2 y más atrás
la goleta “Leona” que debía proteger el convoy de Beluche[14]. |
Antes de dar la vela Danells dio órdenes para que se enfocaran en la
Fragata con el objeto de abordarla después de darle la primera descarga a
tiro de pistola; ordenó a las Goletas que luego que viesen a los buques
mayores abordando la Fragata se amadrinasen a ellos y los abordasen. Después
hizo señal de formar en línea de batalla, y en seguida la de prepararse a
abordar al enemigo. |
1545 – 1600 |
Estrechamiento de las dos líneas de combate y preparación para
abordaje |
Enemigo cerró distancia rápido adelantando las acciones. Las dos
goletas patriotas abandonan la acción. |
1615 |
El enemigo a tiro de cañón de a 18, guardando el barlovento. Esto coincide
con el reporte de Laborde |
|
1645 |
Se rompió el fuego a tiro de fusil por las dos corbetas batiendo a la
fragata, y el bergantín de Beluche a la corbeta “Ceres”. |
La “Carabobo” y “María Francisca” se batieron con la Fragata, el
Bergantín “Independencia” con la Corbeta y las Goletas huyeron sin disparar
un solo tiro. |
1700 |
En el Independiente tres obenques del palo de trinquete, las burdas
del mastelero del velacho, las drizas del foque, juanete y pico de la mayor
fueron cortadas. |
|
1720 |
Cuatro obenques, burdas del palo mayor y los amantillos de la botavara
fueron cortadas, sosteniendo el fuego más vivo. |
|
1730 |
Tres cañones de la batería se quedaron inútiles por haber faltado los
bragueros recibiendo en este momento parte del fuego de la fragata que lo puso
al nivel del agua tres balas de a 24, que pasaron por el costado del
Independiente |
|
1745 |
Teniendo gran parte de la maniobra cortada y con driza de Gavia,
Beluche dejó correr por sotavento y al habla de la “María Francisca” para
pasar más drizas de foque y brasas de gavias y de juanete mayor. En este
intermedio la “Carabobo” arribó en popa y la “María Francisca” siguió la
misma maniobra, movimientos que hicieron ver que abandonaba el combate; ciñó
el viento, y la fragata, arribando en popa, pasó entre el bergantín y las
corbetas y recibió todo su fuego que puso al “Independiente” en el último peligro;
pero el valor de los oficiales, animando a la tripulación, hizo maniobrar la
nave con tanta precipitación, que permitió romper el enganche. A los pocos
minutos cesó el fuego de las corbetas que se rindieron a la fragata. |
El bergantín “Independiente” se mantuvo en combate casi tres cuartos
de hora, y luego se hizo a la vela y partió. Como había sostenido, durante un
tiempo considerable el fuego de la corbeta española. No tengo ninguna duda de
que sufrió severamente, y que solo esto hizo que nos abandonara. Los reportes
de Beluche, Danells y Laborde sobre los daños del bergantín “Independiente”
son más o menos coincidentes. |
± 1840 |
|
Con la partida de Beluche y la de los navíos menores, Danells quedó
solo con las dos corbetas para sostener todo el fuego de los navíos
españoles, quedando los navíos totalmente inmaniobrables. En estas
circunstancias, fueron capturados y llevados remolcados a Puerto Cabello.
Según Laborde el fin del combate ocurrió el 011830QMAY y el remolque a Puerto
Cabello se concretó el 03MAY |
De forma gráfica, lo descrito en esta tabla se
presenta en fases a continuación:
Vale
decir que, según Laborde, los independentistas ofrecieron “una resistencia
obstinada y temeraria” a pesar de la situación desventajosa. Las perdidas por
parte de las fuerzas realistas fueron leves, según el comandante realista,
debido a “que todos los fuegos del enemigo se dirigieron principalmente a los
aparejos y arboladuras de nuestros buques, y se redujo entre ambos á solo 17
heridos”, pero sus naves sufrieron también averías en los cascos que llegaron a
hacerle temer su desaborladura, en especial, en lo que respecta a la fragata
“Constitución”. Por ello no hubo persecución. Según Laborde
“… el estado que quedó
esta fragata partidas sus vergas mayores, sus masteleros de gavia y velacho,
Botalón de Fok, (sic) atravesado su palo mayor, cortada su maniobra en términos
de no poder merear una verga, y nuestra situación ensenados en el Golfo Triste,
por resultas de las maniobras durante el combate no me permitió perseguir á los
enemigos que huían ni hacer cazar á la Cerez cuya maniobra estava en mejor
estado sin riesgo de malograr el fruto de la acción abandonando la corbeta
rendidas”.
Después
del combate la corbeta “Bolívar” y la “Vencedora” llegaron supuestamente a
Puerto Cabello y se retiraron cuando no encontraron al resto de la fuerza
patriota, pero, si eso fue verdad, deben haber llegado de noche debido a que
Danells indicó que ya era de noche cuando fue llevado a bordo de la fragata
realista y Laborde indicó que el combate cesó aproximadamente a las 1830 hrs. Llama la atención que no avistaron ni a las goletas de
Danells que huyeron ni a la fuerza de refuerzo de Beluche que se dirigió a los
Taques, ni al propio bergantín “Independiente” averiado por el combate.
Posteriormente el 05MAY el general Soublette al conocer de la derrota ordenó a
los comandantes de la corbeta “Bolívar” y la goleta “Vencedora” que se
dirigiesen a la Guiara o a reunirse con las fuerzas del general José Prudencio
Padilla.
Es de acotar que Danells fue sorprendido en Isla Larga
y con la superioridad temporal del enemigo le fue difícil entablar combate
entre las islas ni dirigirse a Borburata sin riesgo de ser aniquilado, sino que
debió tratar de encontrarse con la corbeta “Bolívar” debido al estado de la “Carabobo”
y al poco armamento disponible en la “María Francisca”. De más está decir que
el haber regresado al país para someterse a una corte dice bastante del
republicanismo del estadounidense. El propio Laborde expresó que la decisión de
Danells de dirigirse al noroeste a mar abierto fue la correcta dadas las
circunstancias puesto que había posibilidad de ganar la noche y huir cubierto
por la oscuridad. El comandante español no tenía
conocimiento de la existencia de otros navíos, aparte de los de Beluche, en el
momento del combate. La sorpresa, entendida como un ataque lanzado contra unos patriotas que se encontraban insuficientemente
preparados en relación con sus recursos disponibles se aplica en nuestro caso
a un navío, el “Carabobo”, que se encontraba en mantenimiento, es decir, sin
sus potenciales recursos de movilización, pero si hubiese estado completamente
alistado las circunstancias del combate hubiesen tenido un resultado similar
debido a que Laborde contaba con el barlovento, la iniciativa, la actitud
ofensiva, la información y la selección de los blancos a batir, la rapidez de
movimiento y la maniobra[15]. Sobre
este aspecto es conveniente comparar los informes de la maniobra realizados por
Danells y Laborde para graficar de forma más clara la naturaleza de la acción
realizada por el oficial realista.
Danells |
Laborde |
Los buques realistas “estaban a barlovento y emprendieron la acción
ciñendo el viento con amura a babor; y reconvenido como teniendo los enemigos
al barlovento pretendía abordarlos… como al principio corrían a un largo
sobre el creyó que continuarían, pero que al llegar a tiro cruzaron por lo
que fue impracticable su proyecto viéndose en la precisión de emprender el
combate por sotavento”. |
“Los buques fondeados sarparon y se dirigieron á pasar por el Fren de
entre la Ysla de Santo Domingo y la del Rey, y como esta maniobra hacia cesar
mis irresoluciones, viré inmediatamente de bordo y me mantuve en vela
moderada a dejarlos desenvocar á mar ancho, y separar algo de la costa para
que sin riesgo pudiesen tomar Puerto las goletas mercantes Española Rosalía y
Rosarito que cargadas de viveres trahia bajo mi escolta y privarlos del
recurso de encallar para inutilizar sus buques salvarse” |
De aquí podemos inferir que Laborde se le
acercó al que se encontraba en la estación uno de la formación patriota después
de una descarga mutua de artillería y se coló entre la “María Francisca” y la
“Carabobo” manteniendo el fuego a distancia suficiente para evitar el abordaje.
La “Constitución” posteriormente rodeó las naves patriotas y con un fuego
sostenido las dejó inmovilizadas sufriendo importantes daños.
La táctica corsaria, en este contexto, se basa en la
sorpresa para detener la presa y abordarla. En condiciones de superioridad esto
significa un mínimo riesgo. En caso de enfrentarse a fuerzas superiores el
objeto es, entonces, intentar dañar el sistema de propulsión del enemigo,
romper el contacto y huir y ganar la noche o tratar de encontrarse con algún
refuerzo[16].
En nuestro caso, a propósito de la corbeta “Bolívar”, como indicamos no
ocurrió. Creemos que pudo enviar una goleta para alertarla, pero sabemos que
las goletas huyeron del combate. En este sentido el reporte de Laborde es
elocuente: “Las Corbetas enemigas dirigieron casi todos sus tiros á metralla y
palanqueta contra la arboladura de esta Fragata sin duda con el objeto de
inutilizarnos el aparejo y proporcionar su salvación”. Esto fue lo que trató de
evitar Laborde apurando las acciones sobre las naves independentistas
sorprendidas en isla Larga teniendo la ventaja de barlovento y no del convoy de
refuerzo para el Golfo de Venezuela que lo pudo haber intuido en términos de la
naturaleza de la agrupación. Aquí Laborde contó con la ventaja de barlovento
con lo cual estaba en posición de elegir el blanco a atacar puesto que, en
cualquiera de los dos casos, es decir, el convoy o la fuerza bloqueadora
sorprendida rompería el bloqueo. Pero en el caso de los independentistas no era
así, había que proteger los refuerzos.
Por otra parte, debemos decir que, para el 01MAY, los
únicos medios que estaban realizando el bloqueo fueron la corbeta “María
Francisca” y dos goletas por tanto el bloqueo en sí mismo fue inefectivo. Tanto
fue así que los comandantes de las goletas que huyeron ni siquiera hicieron el
intento de detener las provisiones provenientes de los dos mercantes realistas
que se dirigían a puerto evitando así el punto de máximo peligro del combate
con fuerzas superiores, pero impidiendo que los realistas cumplieran la misión
de avituallamiento[17]. Si bien esto hubiese
sido un desacato a las órdenes de Danells hubiese atenuado la falta grave
cometida y el bloqueo en sí mismo se hubiese mantenido. No se conoce qué
sucedió con estas goletas evasoras ni que sucedió con sus tripulaciones.
Por otra parte, la táctica propuesta por Danells de
abordar la fragata realista con cuatro naves, cual enjambre, hubiese sido
costosa en términos de hombres y de recursos, era viable, pero el efecto
sorpresa jugó en contra de sus intenciones.
Si bien no se puede cuestionar la decisión de Danells
de dirigir el mantenimiento de uno de sus navíos por problemas de comando, así
como no se cuestionó que el comandante del destructor HMS “Sheffield” estuviera
descansando en el momento en que fue atacado ese buque durante la guerra de las
Malvinas (1982), si se puede cuestionar el hecho de que no tomara otras medidas
en cuanto al dispositivo de bloqueo para garantizar la cohesión de sus unidades
y el cumplimiento de las tareas asignadas.
Otro aspecto a tener en consideración y se desprende
del interrogatorio realizado durante el consejo de guerra, Danells en el
momento de acrecentamiento hacia el punto de máxima tensión en los momentos de
alistamiento para el dispositivo de combate les preguntó y les pidió a Renato
Beluche y a Guillermo S. Christie que no lo abandonaran, lo cual podría indicar
que existía desconfianza de Danells hacia sus comandantes subalternos empeñados
en el bloqueo a pesar de que todos ellos eran anglosajones. Debemos recordar
aquí que Beluche tenía otra misión y debemos tener muy presente que, si bien
las tripulaciones de las naves capturadas eran de origen estadounidense y,
podemos incluir aquí, la tripulación de la corbeta “Bolívar”, no tenemos
certeza de la nacionalidad de los tripulantes de las naves que participaron en
el bloqueo. Lo cierto es que se observa la existencia de problemas de comando
que incidieron en el resultado del combate. Aquí no entra en la valoración la
nacionalidad debido a que los combatientes de las naves patriotas capturadas
salvaron su honor a costa de la perdida de varias decenas de tripulantes
estadounidenses.
En relación con la actitud de los comandantes debemos
indicar que, si bien los independentistas fueron sorprendidos en Isla Larga e
hicieron una obstinada resistencia, todavía existían fuerzas para hacer frente
a los realistas considerando que sus medios podían haber sufrido algún tipo de
avería en tanto y en cuanto no emprendieron ninguna acción de persecución y por
ende no podían ser avistados. Nos referimos a la corbeta “Bolívar” y el
bergantín “Vencedor”. Las dudas del comportamiento de los comandantes de estas
dos naves son en sí mismo un cuestionamiento.
De lo indicado hasta ahora, el comandante de la
corbeta “Bolívar” no tenía instrucciones para socorrer a la corbeta
“Pichincha”. Si hubiese estado en su estación de bloqueo hubiese avistado a los
buques en combate y hubiese estado obligado a participar en la acción. Podemos
entender que ante el temor de que se presentase una situación de peligro, como
era de esperarse, el hecho de que el comandante Murray fuese el comandante del
principal buque de combate disponible lo obligaba a asumir una actitud que no
fuese evasiva. La orden a posteriori de Soublette de no exponer las
naves restantes atenuó el acto de indisciplina o de flaqueza en el punto de
máximo peligro lo cual expresó que no era el comandante indicado para conducir
un navío bajo otra bandera a pesar de las afinidades ideológicas.
Para finalizar, es de tener presente que la nutrida
presencia de estadounidenses defendiendo la causa independentista obedeció, por
una parte, a la carencia, insistimos, de tripulaciones venezolanas como
consecuencia de los estragos que había producido la guerra, en especial en el
oriente del país y, por la otra, a las afinidades históricas y a la simpatía
que despertó el proceso independentista suramericano, no obstante, las
diferencias culturales existentes que no pesaron, en la mayoría de los casos,
de arriesgar sus vidas por la causa de la libertad.
4.- Corolario
El combate naval de Isla Larga fue un severo revés
para la causa independentista por las pérdidas sufridas en ese preciso momento
histórico. Si bien las armas republicanas fueron sorprendidas en circunstancias
similares a las vividas por los ingleses en el Támesis, los franceses en Abukir
o los estadounidenses en Pearl Harbor, el verdadero costo de la batalla salió a
relucir con el tiempo que ganaron las fuerzas republicanas empeñadas en el
Golfo de Venezuela para liberar a Maracaibo. Danells enmendó su error cuando
decidió hacer frente a fuerzas superiores en circunstancias adversas y ello lo
liberó de todas sus responsabilidades en tanto y en cuanto obligó a Laborde a
dedicar un precioso tiempo para reparar sus naves que pesaron en las acciones
que estaban a punto de iniciarse en el Golfo de Venezuela. Queda para la
posteridad seguir analizando este interesante encuentro para evitar que se
cometan los errores cometidos.
En relación con la actitud del comandante de la
corbeta “Bolívar” y de las dos goletas que huyeron el combate es muy difícil
juzgar a posteriori qué hubiese pasado si todas estas naves hubiesen
cumplido con las órdenes dadas. Creemos que no hubiese variado el resultado de
la acción en sí misma ni hubiese afectado la campaña naval del Lago de
Maracaibo, quizás hubiese habido más pérdidas de vidas que lamentar y daños
materiales.
Finalmente, la campaña de Maracaibo empezó con buenos
auspicios para la causa realista por los resultados del enfrentamiento de Isla
Larga, pero los daños sufridos por las naves de Laborde tendrían un peso
temporal acumulativo en su contra que permitirá una semana después el
forzamiento de la barra del Lago de Maracaibo por parte de la armada
independentista y perjudicará, para los hispanos, el resultado de sus
operaciones.
[1] Sobre la relación
tierra-mar y cómo estas condicionaron las operaciones navales durante la
independencia de Hispanoamérica, ver el Capítulo II, Rudimentos de la
táctica naval empleada por los republicanos… en “DE LA BATALLA
NAVAL DEL LAGO DE MARACAIBO A LA LIBERACIÓN DEL CALLAO: La Máquina de Guerra y
el Aparato de Captura en Aguas Hispanoamericanas (1808-1826)”.
[2] Sobre la lucha
estadounidense contra la piratería en el mar Caribe, ver los Capítulos IV y VI
(Op. Cit.).
[3] Ver Luis Farage en el capítulo IV (Op. Cit.).
[4] Ver al respecto:
Blanco, E. (2020). “LA GUERRA DEL ASIENTO: LA DEFENSA DE CARTAGENA DE INDIAS,
LA GUAIRA Y PUERTO CABELLO (1739-1743)”, Caracas. Festina Lente B.G. Documento
en Línea. Disponible: https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2020/12/la-guerra-del-asiento-la-defensa-de.html
[5] Ver al respecto:
Capítulo II (Op. Cit.).
[6] Ver al respecto:
Capítulo V (Op. Cit.).
[7] Para el momento del
combate naval de Isla Larga solo tenía abordo catorce cañones por haberse
desembarcado ocho para apoyar el sitio dirigido por el general en jefe José
Antonio Páez.
[8] Ver al respecto: Capítulo V (Op. Cit.). Esta
corbeta participó en la captura de la “María Francisca” antes del combate de
Isla Larga y después de reparaciones en Estados Unidos participó en la captura
de la corbeta “Ceres” en el año 1824 y de los bergantines “Guadalupe”,
“Neptuno” y la “Tarántula” en el año 1825. Para ese entonces su comandante fue
el capitán Juan Clark.
[9] Debemos acotar que en
el océano Pacífico de manera contemporánea operó otra nave denominada
“Pichincha” que fue puesta fuera de servicio por estar severamente averiada.
[10] Esta goleta participó
en la batalla del Lago de Maracaibo y en ese momento su comandante fue J.
Rastigue de Bellegarde. No creemos que haya participado en el combate de isla
Larga debido a que en ese momento se encontraba en Cartagena de Indias.
[11] Ver al respecto: Nicolas
Terrien (2019). Essai de géographie historique de la Caraïbe révolutionnaire
(fin XVIIIe s.-ca. 1820). Documento en línea. Disponible: https://journals.openedition.org/nuevomundo/78317
[12] Ver al respecto:
Etcheverry, G. (2007). Principales naves de guerra a vela de Gran Colombia.
Disponible en https://www.todoababor.es/historia/principales-naves-de-guerra-a-vela-de-gran-colombia/
[13] Ver al respecto:
Apéndices II y III en “DE LA BATALLA NAVAL DEL LAGO DE MARACAIBO A LA
LIBERACIÓN DEL CALLAO: La Máquina de Guerra y el Aparato de Captura en Aguas
Hispanoamericanas (1808-1826)”.
[14] Ver al respecto:
Apéndice VII (Ibid.)
[15] Sobre el concepto de
sorpresa ver: Blanco, E. (2004). Reflexiones sobre estrategia marítima en la
era de la libertad de los mares. Caracas. Editorial Panapo. 376 p.
[16] Ver al respecto el
capítulo III en “DE LA BATALLA NAVAL DEL LAGO DE MARACAIBO A LA
LIBERACIÓN DEL CALLAO: La Máquina de Guerra y el Aparato de Captura en Aguas
Hispanoamericanas (1808-1826)”.
[17] Sobre el concepto de
“punto de máximo peligro” ver al respecto: Keegan, John. El rostro de la
batalla. Una historia militar desde el “punto de máximo peligro” Madrid, (T. J.
Narro Romero). Turner Publicaciones SL, 2013.
Me gusta mucho su blog ya que estoy estudiando a distancia acá https://www.miformacionprofesional.com/Formacion-Profesional-Titulos-Oficiales-2/Acceso-a-la-Universidad-para-mayores-de-25-anos-303 y me da mejor equilibrio entre el trabajo y la vida estudiar de forma remota me permite equilibrar otras demandas de mi tiempo.
ResponderEliminarSaludos, muchisimas gracias
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