Actualización: 21ENE2020
Además de los incidentes aéreos que han acaecido, la presencia de un tipo de buque de guerra diferente al USCG "JAMES" indica en el lenguaje de la diplomacia naval la transmisión de un nuevo mensaje que en términos prácticos puede ser interpretado en función de las características propias del navío. Este es el caso del USS "DETROIT" (Ver: https://twitter.com/eldiario/status/1219748228607942656 ), un buque multipropósito capaz de operar en aguas poco profundas. Sin embargo, de acuerdo con el enlace que se muestra a continuación, su misión en el Comando Sur está orientada a la ejecución de funciones de interceptación de tráfico de ilícitos y la contribución en la construcción de alianzas: https://news.usni.org/2019/11/04/video-uss-detroit-departs-for-maiden-deployment-to-southcom#more-71013 Si bien este buque se encuentra ejerciendo el derecho a la libre navegación, si se compara con los incidentes aéreos y marítimos anteriores, se observa que estamos viviendo un proceso de regateo (bargaining) in crescendo que ha estado acorde con las respuestas que ha dado la tiranía. En estas circunstancias, dada la incapacidad naval del régimen, el empleo de aeronaves de combate en actitudes agresivas frente a un medio naval con una potente defensa aérea podría generar una situación de crisis en un futuro cercano. En este caso estamos en presencia de una acción diplomática naval demostrativa.
La diplomacia naval manifestada en ayuda humanitaria está de nuevo desarrollándose en el Mar Caribe en momentos en que se están presentando también incidentes aéreos en ese espacio marítimo. Ver al respecto: http://www.el-nacional.com/noticias/mundo/buque-hospital-llega-colombia-para-labor-humanitaria_290688
Introducción
El proceso de escalada de la
crisis regional provocada por el eje saopaulista Caracas-Habana-FARC-ELN tuvo
su punto de inicio con los envíos de buques hospitales por parte de la
República Popular China y EE.UU. para mitigar sus efectos en la población venezolana,
ha adquirido una nueva dimensión en el plano marítimo tal como se ha evidenciado
en la serie de eventos acaecidos hasta el presente indicando con ello el costo
dispuesto a pagar por los principales protagonistas del conflicto[1]. En un reporte realizado
al respecto indique que el espacio de la crisis estaba constituido por el área
comprendida por un triángulo que abarca a Venezuela, Cuba y Colombia por una
serie de incidentes que podrían ocurrir como la interceptación de embarcaciones
dedicadas al narcotráfico, bandas que ejecutan asaltos a mano armada en el mar
y que mal llaman piratería, la ejecución de actividades productivas en áreas
reclamadas por Venezuela y el empleo de buques de guerra o buques oficiales
para reclamar áreas marinas y submarinas o para reafirmar el principio de
libertad de los mares subyacente en el concepto de Alta Mar (AM).
Como se puede observar en las
posibilidades antes indicadas a la luz de la escalada que se ha estado
produciendo el riesgo de ocurrencia de un desenlace a la grave crisis se puede
presentar no por una potencial violación del derecho, al contrario, sino en
cumplimiento del derecho por todas las partes involucradas. Es decir, es el
empleo de la fuerza para persuadir o coaccionar sin que se llegue a presentar
un conflicto armado reconocido por las partes y por el derecho internacional. Por
ello he usado el concepto de diplomacia naval para conceptualizar una situación
de esta naturaleza[2].
Estos acaecimientos que hemos anunciado han sido:
·
Ayuda humanitaria hacia puertos venezolanos
que fue frustrada.
·
Sanciones a buques mercantes que hagan envíos
de petróleo a Cuba.
·
Operaciones de desgaste (encuentro de buques
de países rivales).
·
Reactivación de ayuda humanitaria a
venezolanos en Colombia.
Estos cuatro hechos en sí
comportan una situación que conjuga un tejido de eventos a ser tenidos en cuenta
que deben ser analizados por su estrecha relación. Por tal motivo nos ha
parecido conveniente analizar esos cuatro eventos para posteriormente tratar de
reunirlos en un tablero de alcance estratégico para determinar de una manera
aproximada una realidad regional que está viviendo una situación de crisis
similar a las acaecidas en los años 1902-03 en Venezuela y 1962 en Cuba[3] y una tendencia que se
dirige a un desenlace definitivo.
La
frustrada ayuda humanitaria enviada a Puerto Cabello
El 23FEB2019 se impidió que
el buque “7 Seas”, de bandera panameña, con unas 200 toneladas de insumos
donados por varios países llegara a Puerto Cabello. Para evitar que cumpliera
con su propósito la tiranía envió a la Fragata ARV “Almirante Brión” (F-22) y
dos patrulleros[4].
El buque mercante se aproximó a las costas venezolanas sin capacidad para oponerse
a las embarcaciones venezolanas que operaban dentro del marco de una maniobra
de gran alcance, es decir, se desplegaron todos los medios navales venezolanos en
función de la potencial llegada de otros buques con cargamento de ayuda
humanitaria. Como se puede observar, la ayuda humanitaria fue observada por parte
de la tiranía como un arma que podía desestabilizar su orden político. No tanto
por la ayuda en sí misma a pesar de que la necesidad fue negada hasta fecha
reciente, sino por los portadores y los generadores de la ayuda.
A pesar de que la tiranía en
las costas y en el resto del país logró sus objetivos, de esta interacción en
el mar nos interesa destacar dos cosas: los medios empleados por la armada
bolivariana y el despliegue para enfrentar la amenaza. Con respecto a los
medios empleados en unos meses atrás Andrea Guidugli (2019) realizó un amplio
reportaje del estado de cosas de la Armada venezolana que tituló “Venezuela, una Armada en apuros” para
indicar “a grandes rasgos” el declive operacional de ese medio del Estado
venezolano para la defensa de sus intereses marítimos. La acotación obedece a
que el empleo de la fragata “Almirante Brión” para nuestros efectos ha supuesto
un importante esfuerzo logístico dentro de un contexto signado por la severa
crisis económica que afecta al país.
Sin ánimo de profundizar en
la radiografía realizada por Guidugli
es de mencionar que el orden político instaurado en el año 1999, a pesar de
toda su retórica, en primer lugar, renunció a la defensa de sus intereses
marítimos desde el mismo momento que redujo su capacidad de defensa marítima de
una manera tal que convirtió al Estado en un país casi mediterráneo[5] y, en segundo lugar,
produjo una deriva perjudicial a los intereses marítimos venezolanos en el
Atlántico meridional al permitir la explotación de recursos no vivos en su
Plataforma Continental (PC). Además de lo indicado, como la concepción de
defensa del país se circunscribió sólo a la defensa del orden político como lo
demuestra su concepto estratégico militar en lo atinente a su concepción de
guerra popular prolongada, la Armada en el despliegue realizado fue puesta al
límite de sus capacidades operacionales si se consideran otros aspectos de
interés como el narcotráfico, los robos a mano armada en el mar y la
vigilancia, control y defensa de las áreas marinas y submarinas desde una
perspectiva convencional. La importancia de lo indicado obedece a que la acción
realizada el 23F fue prevista en tiempo y espacio. Más adelante veremos la
implicación de lo indicado frente a situaciones no previstas como el encuentro
con el USCG "James". Esto nos lleva a las restricciones impuestas al tráfico
marítimo que afectan a Cuba y Venezuela desde el mismo momento que, a pesar de
la alta dependencia de Venezuela de las comunicaciones marítimas históricamente
no se hizo lo suficiente para que el país fuese capaz de autoorganizarse en el
mar[6].
Sanciones
a buques mercantes que hagan envíos de petróleo a Cuba.
Históricamente se ha
considerado que un país que dirigía sus esfuerzos punitivos a perturbar el
tráfico marítimo del adversario lo hacía porque se encontraba en una situación
de desventaja político-militar frente a su oponente. Estas acciones se
circunscribieron desde el siglo XVI hasta el siglo XX en lo que se conoció como
piratería y corso. En la actualidad
estamos observando una inversión de ese tipo de acciones dentro de un marco digamos
legal y ahora es el país fuerte quien perturba el tráfico marítimo de un país
que no puede competir en fuerza con su oponente. En la década de los años
ochenta del siglo pasado cuando se presentó la crisis de los tanqueros en el
mar Pérsico, EE.UU. liderando una coalición se dedicó a la tarea de escoltar el
tráfico marítimo especialmente petrolero en esas aguas frentes a las acciones
perturbadoras realizadas por Irán que buscaban negar el uso del mar. La inversión
en si misma indica, como lo he afirmado, que el espacio de maniobra del
conflicto actual ocurre en espacios que he denominado abstracto, es decir,
aquellos espacios donde el hombre necesita de una plataforma para poder hacer presencia.
Estos son el mar, el aire, el espacio ultraterrestre, el espacio electromagnético
y la Antártida.
En el caso del régimen
político en Venezuela, al renunciar a la defensa de sus intereses marítimos se
colocó en una precaria situación de vulnerabilidad extrema en parte de estos
espacios abstractos si se considera que el país históricamente, a diferencia de
Cuba, ha dependido de una manera notable de sus comunicaciones marítimas como
hemos indicado (Blanco, 2004). En este contexto, las sanciones impuestas por
EE.UU. a buques, en específico, y empresas navieras para impedir el tráfico
mercante petrolero a Cuba desde Venezuela se enmarca dentro de la manera como
se desarrolla el conflicto en estos espacios, es decir, acciones no reguladas y
unilaterales y ubicadas en una zona gris del derecho. Estas sanciones que desde
el 05ABR2019 abarcan a más de 34 buques[7], incluyeron desde esta
semana “a las firmas Monsoon Navigation Corporation, con sede en las Islas
Marshall, y Serenity Navigation Ltd, que tiene sus oficinas centrales en
Liberia”. De igual forma comprende a los buques Monsoon de Ocean Elegance y
Leon Dias de Serenity Maritime que han realizado envíos de petróleo a Cuba
desde finales de 2018 hasta marzo del presente año[8].
Si bien es cierto que el
centro de gravedad del eje Habana-Caracas-FARC-ELN se encuentra en la isla
caribeña explicando de suyo el alcance de las sanciones, estas sanciones que
podemos enmarcarlas dentro de un ámbito convencional se limitan a un mundo de
vida que actúa dentro reglas claramente establecidas por la comunidad
internacional para facilitar la convivencia, pero desde los mecanismos para
evadir sanciones empleados por Corea del Norte[9] y la experiencia del envío
de tropas y pertrechos a Angola a finales del siglo pasado Cuba ha desarrollado
capacidades para operar fuera de dichas normas en el ámbito marítimo con lo
cual se pudiera afirmar, en primer lugar, que la piratería y el corso han
cambiado su naturaleza y el concepto que lo define se ha relativizado y, en
segundo lugar, a la luz de la experiencia somalí[10], el armamento de buques
mercantes en función de las amenazas a encarar no se circunscribe como en el
cuerno de África a un solo tipo de capacidades defensivas como nos lo han
indicado los proyectos chinos para armamento de buques[11]. Por otra parte, ¿estas
capacidades cubanas o norcoreanas habrán sido puestas a disposición de la
Armada Bolivariana o PDV Marina?, ¿la Armada Bolivariana ejecutará operaciones
de protección del tráfico marítimo petrolero? O ¿Ambas?
Esta consideración nos
indica que hay otros aspectos que merece ser considerado, es decir, el
potencial uso por parte de buques petroleros de armamento defensivo antibuque o
antiaéreo, el uso de la carga petrolera como un arma ambiental o el
cobijamiento de tanqueros bajo la bandera de una potencia militar como Rusia o
China. Sobre el primer aspecto existe la experiencia de los buques corsarios
alemanes en la Segunda Guerra Mundial, en especial los buques “Komet” y “Thor”
que operaron en aguas suramericanas. Con respecto al segundo aspecto podemos
mencionar que en novelas de política ficción de los años setenta del siglo
pasado ya se pensó sobre esa posibilidad, pero también podría ocurrir como un
atentado o un atentado de falsa bandera (auto-atentado) para destrabar una
situación política[12]. Y finalmente, la
protección de buques petroleros que transiten entre Venezuela y Cuba con la
bandera de Rusia y/o China no sería de extrañar si se considera que Rusia
administra parte del tráfico de cabotaje marítimo venezolano. En estos tres
casos podríamos estar en presencia de una crisis internacional similar a la de
1902-03 y/o 1962. Ahora, ¿qué podría conducir a una crisis de semejante
naturaleza? La reactivación de la ayuda humanitaria a venezolanos en Colombia
podría darnos pistas al respecto.
Reactivación
de ayuda humanitaria a venezolanos en Colombia.
El anuncio por parte del
vicepresidente de EE.UU. de que el buque USS “Confort” va a ser enviado de
nuevo a Colombia como un “nuevo movimiento de participación activa en la crisis
venezolana”[13],
evidencia, por una parte, la ocurrencia de una parálisis estratégica ya
anunciada[14],
por la incapacidad de valorar la intensidad de la amenaza de la tiranía en
Venezuela tanto en lo interno del país y en lo externo y, por la otra, el papel
que desempeña el Foro de São Paulo dentro del marco regional como inductor de
la crisis y sostenedor del eje Caracas-Habana-FARC-ELN.
Este reenvío del buque USS “Confort”
indica, de suyo, que se va a agravar la crisis interna venezolana. El
agravamiento ocurrirá por inacción o por acción de la comunidad internacional.
Inacción en el sentido que se mantenga la misma inercia de permitirle a la
tiranía en Venezuela, en el mismo estado de cosas sistémico, ganar tiempo. Ello
se puede traducir en que se mantenga el mismo orden o se formalice una
cohabitación que de tácito está existiendo dentro del marco de la fraudulenta
asamblea nacional constituyente. Por la acción, es decir, por la activación de
la cooperación internacional para erradicar la amenaza regional que representa
el eje saopaulista Caracas-Habana-FARC-ELN.
Si se considera las
declaraciones del presidente de Colombia[15] y las realizadas por el
Comandante del Comando Sur[16], se puede inferir que el foco
de la acción se ubicará en el espacio fronterizo colombo-brasileño-venezolano y
en este espacio la imagen de las acciones que se presentarían, serian
aproximadamente similares a las indicadas en “LA ESTRUCTURA DEL CONFLICTO:
PUNTO UNO DE LA ESCALADA REGIONAL”[17]. Esto sería similar al
tipo de acciones puntuales que se han observado en Gaza y en Siria evitando en
todo caso afectar, en lo posible, a la fanb. En todo caso, si bien en ese
reporte indicamos que la respuesta de la fanb va a indicar cómo va a ser
tratada, faltaría analizar cómo quedaría la armada en el espacio marítimo en
función del incidente del USCS “James” como un modo de entender la naturaleza
de las acciones.
Operaciones
de desgaste (encuentro de buques de países rivales).
Con respecto al encuentro
entre el buque estadounidense guardacostas USCG “James” y presuntamente el patrullero
oceánico venezolano AB “Yekuana”, podemos afirmar que se enmarca en el conjunto
de demostraciones navales que está realizando EE.UU. en conjunto con otras
potencias marítimas desde marzo del presente año[18]. Desde el año 2000 no se habían
presentado estos encuentros desde que un guardacostas estadounidense navegó por
el Golfo de Paria y el Golfo de Venezuela (Blanco, 2004).
Al respecto, Antonio Pérez
Aguirre hizo una completa descripción del encuentro indicando además dos cosas
que deben ser tenidas en consideración. En primer lugar, que el país no cuenta
con un “con sistemas de alerta… que le permitan tomar las acciones necesarias
para tomar las acciones de soberanía correspondientes en los espacios marítimos
de la República”. La causa de esta afirmación obedece a que el autor expresó
que “El USCG James fue interceptado cuando se encontraba a 13,5 millas náuticas
al Norte de la costa del estado Vargas, cuando ya tenía más de 16 horas
navegando” en áreas marinas del Mar de Venezuela que para efectos prácticos son
de libre navegación. Ello evidencia la incapacidad antes indicada[19].
En segundo lugar, los
estadounidenses “lanzaron el cebo [y] la presa tardó más de 12 horas en
morderlo” lo cual permite traer a colación un aspecto que destaca Pérez
relativo a las capacidades de la armada antes indicadas y las Reglas de
Enfrentamiento. Con respecto a las capacidades de la armada indicamos que estas
logísticamente deben encontrarse al límite para sostener operaciones normales
de vigilancia y control, además de las limitaciones indicadas por Pérez y en
ese límite los estadounidenses optaron tácticamente por ejercer presión
mostrando alguno de sus medios siguiendo un criterio de proporcionalidad. La
presión se evidenció en la intención de ser observado por lo que en principio
no fue una intención hostil. Esta intención no-hostil se confirma en el hecho
que navegó fuera del Mar Territorial según lo indicado por Pérez y se alejó
cuando se produjo el contacto radiofónico con la nave venezolana. No hubo acto
hostil por parte de ninguna de las embarcaciones, pero si la nave
estadounidense ejecutó esa maniobra se evidencia que contaba con Reglas de
Enfrentamiento que le hubiesen permitido aplicar la fuerza graduada en caso
necesario. Si se asume que la nave venezolana contaba con iguales instrucciones
queda la duda de saber si podría haber aplicado la fuerza graduada con igual
efectividad. La intención no-hostil determinó entonces el resultado.
Sin embargo, si se presentan
nuevos incidentes queda también la duda de saber si la tiranía podrá responder
con igual eficacia. Ello me permite traer de nuevo al presente el incidente del
año 2000. En esa oportunidad, el Estado venezolano respondió ante la acción
estadounidense enviando aeronaves de guerra lo cual supuso una ruptura de la
proporcionalidad, una escalada. En ese entonces no se continuo con la escalada
quizás debido a que EE.UU. no contaba con medios de apoyo y el propósito para
ese país no era escalar a una crisis internacional grave con acciones de
violencia armada como potencialmente pudiera ocurrir en el futuro cercano.
Ahora la acción del USCG “James”
si se contrasta a la luz de las sanciones a tanqueros indica que se va a
incrementar la presencia naval estadounidense en aguas internacionales a ese
nivel de proporcionalidad para impedir el tráfico mercante petrolero a Cuba. En
ese caso la Armada Bolivariana estará en capacidad de escoltar tanqueros. Si observamos
el tránsito de tanqueros como una operación clandestina no. El asunto sería
saber qué ocurriría si un tanquero es detenido y está al alcance de la
protección de Cuba o Venezuela o por el contrario estos buques están armados o
sus tripulantes están dispuestos a provocar un desastre ambiental. Como se
sabe, en el presente está en juego la efectividad del empleo de la Armada
Bolivariana dentro de un concepto estratégico militar basado en la teoría de la
guerra popular prolongada que la ha colocado en un papel secundario a pesar de
la dependencia del país en las comunicaciones marítimas. Veamos estas
posibilidades.
La
potencialidad de una crisis generada por una escalada de violencia escenificada
también en el espacio marítimo
Si el centro de gravedad de
la crisis regional es Cuba y el foco de irradiación es provocada por la tiranía
en Venezuela (con el apoyo de la FARC y el ELN), las líneas de comunicaciones
marítimas entre ambos países constituyen el talón de Aquiles del citado eje.
Este talón de Aquiles pudiera ser patente para los principales aliados externos
a dicho eje, específicamente Rusia y China, pero ya hemos indicado que ambos
están limitados y una posible presencia naval en el mar Caribe estaría
circunscrita efectivamente al despliegue de submarinos estratégicos
especialmente rusos debido a la imposibilidad de sostener en el tiempo una
escalada de conflicto con buques de superficie[20]. Ahora, si consideramos
el incidente del USCG “James”, las sanciones a tanqueros y empresas navieras
que surten a Cuba con petróleo venezolano, el despliegue de una fuerza naval
estadounidense capaz de proyectarse, a pedido, en el litoral suramericano con
el apoyo de algunos de sus aliados y las declaraciones realizadas por el
comandante del Comando Sur y del presidente de Colombia a raíz de la cadena de
acontecimientos acaecida a partir el 30A podemos pensar que está en curso un
proceso de escalada que va a conducir al empleo de la fuerza de forma graduada
y limitada. Este desenlace no va a tener como sitio de proyección a Colombia
por la relación Caracas-FARC-ELN.
Pero un análisis superficial
de las declaraciones antes indicadas evidencia que la parálisis estratégica que
viven los principales actores en pugna en Venezuela ha sido deliberadamente
provocada por el ánimo de la clase política del país (tiranía, mud-fa) de
mantener cuotas de poder en una suerte de gobierno mixto (cohabitación) que
mantenga el sistema en el mismo sentido que criticaba Machiavelli, es decir,
mantendría el sistema desde el punto de vista estructural pero en estado
inestable.
A pesar de lo indicado, el
día 11MAY el presidente encargado anunció, dentro de un contexto de caída de su
popularidad[21]
y después de haber anunciado la consideración del uso del Tratado
Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) a la par de las normas
constitucionales, el inicio de gestiones con el Comando Sur para determinar los
términos de la cooperación militar[22] y le indicó, a su vez, al
presidente de Colombia que Venezuela dejaría de ser santuario de terroristas[23]. Estas dos declaraciones
contrastadas por otra donde señaló que el denominado Grupo de Contacto había
anunciado una salida a la crisis con el apoyo de China evidencian que se están
haciendo esfuerzos para lograr un entendimiento entre la tiranía-mud-fa, en
tanto que bufones de la historia, al margen de los venezolanos explicando con
ello la dilatación del tiempo del acontecimiento. Como hemos vividos, estas
negociaciones desde el año 2014 han servido para que la tiranía gane tiempo y
lo están logrando de nuevo en este espacio de combate nuevo que indica la
actual naturaleza de la guerra.
Desde esta perspectiva, los cuatro
hechos navales ocurridos o anunciados entre el 23FEB y el 10MAY2019 indican que
las áreas marinas y submarinas del mar Caribe se ha convertido en un nuevo
escenario de la crisis regional planteando de nuevo un conflicto entre
talasocracias y epirocracias como se ha vivido desde las guerras del
Peloponeso.
Referencias Consultadas.
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E. (2004). Reflexiones sobre Estrategia
Marítima en la Era de la Libertad de los Mares. Caracas. Editorial Panapo.
376 p
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E. (2018). “DIPLOMACIA NAVAL: EL PUNTO CERO DE LA ESCALADA INTERNACIONAL DE LA
CRISIS VENEZOLANA”. Caracas. Festina Lente B.G. [Documento en Línea].
Disponible: http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2018/08/diplomacia-naval-el-punto-cero-de-la.html
CHACÓN
H., J. (2000). Poder Marítimo venezolano.
Caracas. Editorial El Aleph. 185 p
GUIDUGLI,
A. (2019). “Venezuela, una Armada en apuros”. INFODEFENSA. [Documento en Línea]. Disponible: https://www.infodefensa.com/latam/2019/03/29/noticia-venezuela-armada.html
MARTÍN,
S. (2019). “EEUU sanciona a buques que facilitan traslado de crudo venezolano a
Cuba”. Panampost. [Documento en Línea]. Disponible: https://es.panampost.com/sabrina-martin/2019/04/05/eeuu-sanciona-a-buques-que-facilitan-traslado-de-crudo-venezolano-a-cuba/?cn-reloaded=1
PÉREZ
A, A. (2019). “Flota sin potencia... A propósito de la incursión en aguas
venezolanas del USCS JAMES”. Caracas. Desde
la Cofa. [Documento en Línea]. Disponible: https://oteandodesdelacofa.blogspot.com/2019/05/flota-sin-potencia-proposito-de-la.html
y https://www.lapatilla.com/2019/05/11/flota-sin-potencia-a-proposito-de-la-incursion-del-uscg-james-en-aguas-venezolanas-por-antonio-perez-aguirre/
[1] Sobre la crisis regional
provocada por Venezuela, ver: LA CRISIS VENEZOLANA Y LA RESTITUCIÓN DE LA PAZ Y
SEGURIDAD REGIONAL. [Documento en Línea]. Disponible: http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2018/01/la-crisis-venezolana-y-la-restitucion.html
[2] Ver al respecto: Blanco (2018).
“Diplomacia naval:…”. Allí se expresó que: “La diplomacia naval es el empleo de
la fuerza para la coacción, la construcción de alianzas y la asistencia
marítima. La coacción implica la ejecución de acciones punitivas, el
aprovechamiento de circunstancias a partir de la ocurrencia de un
acontecimiento confuso, la demostración de la voluntad de actuar en un
escenario dado y la expresión para mostrar amistad o enemistad en una
circunstancia determinada en paz o guerra. La paz y la guerra son dos aspectos
que requieren una particular consideración porque la naturaleza actual de la
guerra nos indica que hay un solapamiento entre lo que se entiende
jurídicamente o formalmente como guerra y como paz. Es decir, si la guerra está
prohibida según el derecho internacional todos los actos violentos que tanto
agresor como agredido no consideren como guerra no lo serán aunque ocurran en
un escenario dado”.
Dentro
de esta perspectiva podemos afirmar, desde el punto de vista político, que hay una guerra que está aconteciendo al
margen de las formalidades establecidas en la Carta de las Naciones Unidas y el
plano donde ella ocurre en el mar, como ha ocurrido desde el Tratado de
Tordesillas hasta el presente, ha sido el Alta Mar (AM). ¿Por qué el AM? Porque
es un espacio aún no codificado (o normativizado), es decir, un espacio libre
donde hay mínimas limitaciones para la acción de los Estados vigente desde el
Tratado de Paz de Westfalia en el año 1648.
En
este contexto la diplomacia naval, es la forma de acción que es más o menos
visible y efectiva y puede ejecutarse dentro de un marco legal o donde no
existen normas que restrinjan la acción política. Otra de las formas en que se
manifiesta la diplomacia naval es a través de la acción policial en el mar
(guardacostas) desde el mismo momento que se reconoce la existencia de un
conjunto de crímenes internacionales cuya obligación de reprimirlos ha pasado a
ser parte de las normas de ius cogens.
En ellas se incluye además de la piratería, el narcotráfico y el terrorismo
desde el mismo momento que el tipo de acciones punitivas son puntuales. Con
esta contextualización podemos ver ahora cómo se aplica esta forma de acción a
la crisis venezolana.
[3] Ver al respecto: Blanco (2015).
“OPERACIÓN ESCORPIÓN II. TALASOCRACIA VS. EPIROCRACIA: ¿LAS DOS CARAS DE LA
GUERRA CIVIL GLOBAL? Reflexión acerca de Venezuela y Cuba y la crisis de los
misiles de 1962 en una visión prospectiva”. Caracas. Festina Lente. [Documento
en Línea]. Disponible: https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2015/10/talasocracia-vs-epirocracia-las-dos.html
[4] Ver al respecto: (2019). “Armada
despliega una flota para interceptar barco con ayuda humanitaria”. Caracas. Tal Cual. [Documento en Línea].
Disponible: https://talcualdigital.com/index.php/2019/02/23/armada-despliega-flota-para-interceptar-barco-con-ayuda-que-viene-de-bonaire/
[5] Ver al respecto: Blanco, E. (2013).
“VENEZUELA Y SU HISTORICIDAD MARÍTIMA: PASADO, PRESENTE Y FUTURO”. Caracas.
Festina Lente B.G. [Documento en Línea]. Disponible: http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2013/12/venezuela-y-su-historicidad-maritima.html
[6] Ver al respecto: Chacón (1998) y
Blanco (2004).
[7] Ver al respecto: Sun, M (2019). “U.S.
Places Sanctions on Vessel, Companies for Delivering Venezuelan Oil to Cuba.
The Treasury Department said Cuba has helped contribute to the crisis in
Venezuela”. New
York. WSJ. [Documento en Línea]. Disponible: https://www.wsj.com/articles/u-s-places-sanctions-on-vessel-companies-for-delivering-venezuelan-oil-to-cuba-11554508055
[8] Ver al respecto: Brice, M, Zargham,
M y Rampton, R. (2019) “EEUU impone sanciones relacionadas a Venezuela a dos
compañías y dos buques petroleros”. Washington. (T. M. Farías). [Documento en
Línea]. Disponible: https://lta.reuters.com/articulo/idLTAKCN1SG23I.
Según Reuters, además, para febrero de 2018, “Cuba había recibido de Venezuela
“en petróleo y dólares, USD $40.000 millones en 17 años”; cifras escandalosas
que no se corresponden con la masiva crisis humanitaria que padece el país
secuestrado por Nicolás Maduro. Y aún hoy, en medio de esa crisis, pese a la
inmensa deuda que guarda con otras naciones como Rusia o China, Venezuela
continúa regalando unos cincuenta mil barriles diarios a la isla”.
[9] Ver al respecto: Kim, V.,
Wilkinson, V. y Megerian, C. (2019). “U.S. announces its first
seizure of a North Korean cargo ship for violating sanctions”. Los Angeles. LATimes. [Documento
en Línea]. Disponible: https://www.latimes.com/world/la-fg-north-korea-fires-projectile-20190509-story.html
[10]Ver
al respecto: Raunek (2019). “18 Anti-Piracy Weapons for Ships to Fight
Pirates”. Marineinsight.
[Documento en Línea]. Disponible:
https://www.marineinsight.com/marine-piracy-marine/18-anti-piracy-weapons-for-ships-to-fight-pirates/
o Marmon, W. (2011). “Merchant Ships Starting to Carry Armed Guards against
Somali Pirates (11/22)”. [Documento en Línea].
Disponible: https://www.europeaninstitute.org/index.php/ei-blog/137-november-2011/1471-merchant-ships-start-to-carry-armed-guards-against-somali-pirates-1122
[11]Ver al respecto: Gertz, B.
(2019). “China Building Long-Range Cruise Missile Launched From
Ship Container Disguised weapon turns freighters into warships, ports to
missile bases”. Washington. The Washington Free Beacon. [Documento en Línea].
Disponible: https://freebeacon.com/national-security/china-building-long-range-cruise-missile-launched-from-ship-container/
[12] En Diplomacia Naval: punto cero… hicimos mención a una repetición
actualizada del caso del USS “Maine”.
[13]Ver al respecto: Ángel, A.
(2019). “EE.UU. enviará el buque hospital USS Confort a las costas
colombianas”. Bogotá. Caracol. [Documento en Línea]. Disponible: https://caracol.com.co/radio/2019/05/07/salud/1557253667_902411.html
[14] Ver al respecto: Blanco, E.
(2019). “EL RIESGO DE UNA PARÁLISIS ESTRATÉGICA EN LA CRISIS VENEZOLANA Y EL
PAPEL DE LA AYUDA HUMANITARIA”. Caracas. Festina Lente B.G. [Documento en
Línea]. Disponible: https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2019/02/el-riesgo-de-una-paralisis-estrategica.html
[15] Ver al respecto: Pérez, D.
(2019). “Duque: invitó a Guaidó a que facilite captura del ELN en territorio
venezolano”. Miami. Panampost. [Documento en Línea]. Disponible: https://es.panampost.com/delia-perez/2019/05/10/duque-guaido-eln/
[16]Ver al respecto: Martin, S.
(2019). “Comando Sur espera por Guaidó para apoyar a militares contra Maduro”.
Miami. Panampost. [Documento en Línea]. Disponible: https://es.panampost.com/sabrina-martin/2019/05/09/comando-sur-de-eeuu-espera-por-guaido/
[17] Ver al respecto: Blanco, E.
(2018). “LA ESTRUCTURA DEL CONFLICTO: PUNTO UNO DE LA ESCALADA REGIONAL”.
Caracas. Festina Lente B.G. [Documento en Línea]. Disponible: http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2018/09/la-estructura-del-conflicto-punto-uno.html)
[18] Ver al respecto: Martin, J.
(2019). “US launches major military exercises in the Caribbean
as a warning to Venezuela and Cuba”. Hands
Off Venezuela! [Documento en Línea]. Disponible: https://www.handsoffvenezuela.org/us-military-exercises-venezuela-cuba.htm
[19] Ver al respecto: “Flota sin
potencia: A propósito de la incursión del USCG JAMES en aguas venezolanas”
[20] Ver al respecto: Blanco (2018).
[21] Ver al respecto: Hernández, A. “Cae
el apoyo a #Guaidó tras el levantamiento fallido del 30 de abril” en DW https://twitter.com/dw_espanol/status/1127245731717427200/video/1
[22] Ver al respecto: “Guaidó
instruyó al embajador Vecchio a coordinar cooperación humanitaria con el
Comando Sur de EEUU” en Miami Diario.
[Documento en Línea]. Disponible: https://miamidiario.com/guaido-instruyo-al-embajador-vecchio-a-coordinar-cooperacion-humanitaria-con-el-comando-sur-de-eeuu/
[23] Ver al respecto: Lugo, E. “Juan
Guaidó prometió a Iván Duque que «Venezuela no será más santuario de
terroristas»”, caracas. Caraota Digital. [Documento en Línea]. Disponible: http://caraotalibre.cf/carrusel/juan-guaido-prometio-a-ivan-duque-que-venezuela-no-sera-mas-santuario-de-terroristas/
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