domingo, 7 de julio de 2019

EL LOGOS DE LA GUERRA CONTRA LA GUERRA.




Der Krieg, “…hat freilich seine eigene Grammatik,
aber nicht seine eigene Logik…”

Clausewitz, 1832

Hardt y Negri (HyN) han establecido un concepto de guerra para poder hacer la guerra contra la guerra. Este concepto integra una trinidad indisoluble integrada por la resistencia, el Éxodo y el vaciamiento de la estructura de poder del Estado que tiene por objeto destruir el orden existente por ser expresión de un estado de guerra global que ha alcanzado un estatus absoluto y ontológico. Este hecho nos obliga a hacer un sucinto recorrido de la historia del concepto en sí para poder abrir a la comprensión la naturaleza del concepto hardtnegriano[1].  
Platón ha tenido el mérito de haber sido el primero que se dedicó al estudio de la definición como paso previo para producir conceptos. Según Bravo, el carácter esencialista de la pregunta “¿Qué es X?”, le permitió al filósofo ateniense superar la ambigüedad subyacente a esta interrogante cuando se refiere al sujeto o al predicado al dirigir su atención al contexto en que ésta es determinada. Esta determinación le permitió definir la definición como un proceso y como un resultado por intermedio del término que las refiere (2002:78). Como proceso la definición, entendida como ‘horizein’ (que se traduce como delimitar, confinar) refleja, “como dice en el Fedro”, una “téchnê” (Ibíd.:81), que consistía en dividir y distinguir, que tenía en Platón el sentido de definir (‘diorízein’) constituyendo este un principio de demostración. Como resultado, el acto de definir tenía como resultado un hóros (ὅρος) o un logos (λóγος) (Ibíd:82). Hóros tenía el sentido lingüístico de “término” y además el sentido epistemológico de “criterio” para discernir e incluso proveer una regla de acción. Logos por su parte tenía un nivel lingüístico que puede ser entendido como palabra y otro gnoseológico que se entendía como pensamiento (Ibíd.).
Según Bravo, la definición tenía para Platón un objetivo y un propósito. Como objetivo, su intención tenía un carácter semántico, ético y epistemológico. Semántico para determinar qué términos pueden aplicarse a los objetos sensibles; ético teniendo como foco el cuidado de sí, tal como hemos indicado, y epistemológico, en el sentido que esta es la “la premisa necesaria para obtener cierta información que se encuentra más allá de la simple extensión del término general involucrado” (Ibíd.:94). Su objeto es, por una parte, la cosa (Ousía, Eîdos e idea y Génos y Physis), es decir, pragma o praxis y, por la otra, expresiones que entran en el campo del metalenguaje (Ibíd.:97-105). Sus características estaban relacionadas con la unidad (esencia, cualidad y metalenguaje) y la totalidad (engloba todo su contenido, no carece de partes y tiene un principio, medio y fin) para evitar una pluralidad que asemeje un enjambre (σμήνος smênós) (Ibíd.:130-132). El método para definir en Platón evolucionó de una dialéctica basada en la hipótesis, seguida por el análisis filosófico basado en la reunión y la división de “varios objetos” o “diversas ciencias”, hasta llegar al método del paradigma fundamentado éste en un razonamiento por analogías que persigue “abrir la vía hacia un logos” por intermedio de un modelo que permitiera descubrir un orden detrás de las cosas sensibles. Para el filósofo griego, la definición es la condición necesaria de todo conocimiento (Ibíd.:200-203 y 302). Desde esta perspectiva podríamos afirmar que HyN reunieron dialécticamente dos cosas con un mismo significado en una misma definición, es decir, hacer la guerra contra la guerra. En esta reunión definieron, como hemos indicado, la guerra contra la guerra esencialmente como la guerra contra el Estado porque el Estado se había convertido en un estado de guerra, para hacer del “hacer la guerra contra…” un principio de democracia.
Siguiendo con el recorrido, Aristóteles denominó logos al estudios de las voces de significación compleja (335-322 a.C./1995, 41). En los Tópicos, el estagirita expresó que una definición (ὸρισμός, horismós) es un enunciado que significa qué es ser con el fin de declarar la esencia del mismo (Ibíd., 95-96)[2]. En los Analíticos Segundos expresó, de igual manera, que una definición es una tesis que,
“… o bien es un principio de la demostración, o bien una demostración que difiere por la posición <de los términos>, o bien la conclusión de una demostración… y sólo hay que entenderla” (Ibíd.).

En la Metafísica la definición es efecto de la unidad de un enunciado, es decir, es la razón resultante de las diferencias. Está basado en su forma y en la diferencia de sus partes componentes (Aristóteles, 352)[3]. Para el estagirita, una definición puede ser clara u oscura. La claridad y la oscuridad dependen, en primer lugar, de la falta de elegancia demostrativa y, en segundo lugar, de la falta de rigor para capturar su esencia y lo que la hace evidente para obtener certeza. Esto es más notorio en los casos de las definiciones retóricas o poéticas y en el caso de la metáfora (Zagal, 2002:52). La importancia de esta categorización obedece a que si bien, una definición retórica o poética puede ser considerada como clara, en el caso de una metáfora ello resulta dificultoso por lo que Aristóteles afirmó que no era conveniente su uso desde el punto de vista ontológico debido a que no era explicativa (Op. Cit., 475)[4]. La obscuridad puede provenir, según Zagal, (2002:55-57), en primer lugar, por el intento de hacer semejante por homonimia una expresión definitoria como han tratado de hacer HyN con su concepto de guerra contra la guerra cuando asocian al Estado como estado de guerra. En segundo lugar, cuando no es evidente la definición de lo contrario a partir de lo enunciado.
La falta de rigor puede provenir de la equivocidad y de la redundancia. La equivocidad se debe a que las partes de la definición no son adecuadas para unir significante y significado y la redundancia se produce cuando se añaden más elementos de lo estrictamente indispensable que hace oscura la esencia de lo que se pretende significar, en nuestro caso, cuando se entiende que la guerra contra la guerra es la guerra contra el Estado sin indicar que en la democracia que pretenden alcanzar la guerra va a seguir siendo un fenómeno de nuestra condición humana. Como se sabe, en el siglo XX Unamuno y Friedrich usaron la expresión antes mencionada para tratar de proscribir la guerra realizada entre Estados de acuerdo a lo que la práctica había producido desde el Tratado de Paz de Westfalia, pero como HyN hacen analógicas las expresiones guerra y Estado, a partir de la exegesis de la obra de Deleuze y Guattari (DyG), se evidencia que ambos autores hacen intencionalmente un giro lingüístico en el uso de la citada expresión que hace necesario prestar atención al aspecto retórico por la carga política que contiene.
Después de Aristóteles, la definición de retórica cambió con la escuela megárico-estoica. Para esta escuela, la definición de retórica provenía, de acuerdo a Bochenski, del logos filosófico constituido por una triple partición donde sus componentes estaban íntimamente relacionados: una parte era física (relativa al alma), la otra era ética y la última era lógica (1985:118). La lógica consecuentemente estuvo dividida en Retórica y Dialéctica. Para los estoicos, el objeto principal de la lógica era lo dicho, lekta (λεκτά), que constituía la cosa significada. Lekton (λεκτόυ), era entendido como una representación mental. El lekton era, en términos del filósofo polaco, lo que equivaldría al concepto objetivo escolástico (Ibíd.:120)[5]. Así pues, un concepto plenamente desarrollado era un horismós y este es a su vez dos cosas: en primer lugar, la forma en que se manifiesta la actividad pensante y, en segundo lugar, la esencia que poseemos cuando llegamos a poseer algo (Glockner, 1965:27).
Con la modernidad, Descartes expresó que el concepto es producto de una concepción clara y distinta generada por un sujeto que determina los límites, el alcance y el criterio de verdad y falsedad del acto de conocer dado que “… lo verdadero es alguna cosa” (1641/2004:89). Siguiendo este criterio, Spinoza expresó que el concepto expresa “una acción del alma” (1677/1980:67) y “que la verdadera definición de cada cosa no implica ni expresa nada más que la naturaleza de la cosa definida” por lo que debe notar en ella que la causa “en cuya virtud existe” está contenida en la misma naturaleza y en su definición (Ibíd.:33-34).
El concepto de concepto se modificó gracias a Kant cuando en la lógica trascendental este se transformó en una teoría del conocimiento, es decir, cuando se buscó establecer una estructura formal del saber acerca de un contenido, tratando de garantizar con ello la objetividad de un objeto de conocimiento en el seno de la subjetividad (Glockner, 1965:32)[6]. Este saber formal estaba relacionado con el juicio entendido éste como un puente entre el concepto y lo que realmente era concebido (Composition, Zusammensetzung) o comprendido (begreifen), es decir, el fenómeno[7]. Al estar el fenómeno determinado espacial y temporalmente, este fue visualizado en una posición anterior a todo concepto, por lo que el concepto en sí poseía además de su propio contenido un elemento fenoménico (Ibíd.:35-36). Como se puede observar, con Kant, el concepto (Begriff) adquirió una nueva dimensión gracias a la introducción del concepto de juicio (Urtheilskraft) debido a que el juicio, en sí es la facultad de subsumir bajo reglas o de distinguir si una cosa está o no bajo una regla dada (1781/1993:133). Según Glockner, a la manera kantiana podría ser definido conceptualmente el juicio como “un elemento esencial de todo juicio, sin el cual ningún juicio es posible” (1965:41), permitiéndose con ello ir más allá de lo formal. Este ir más allá trajo como consecuencia que la filosofía saliera del marco teórico especial de una doctrina de las ciencias generando las condiciones de posibilidad de examinar aspectos de naturaleza metafísica del concepto en sí desde una perspectiva intencional como a continuación examinaremos.
Desde esta perspectiva de cambio es que se enmarca el pensamiento de Hegel. Este filósofo alemán definió el concepto (Definition)[8] como un objeto de conocimiento revestido primeramente de la forma de la noción determinada (Begriff), de tal modo que se pudiese poner su género (Gattung) y su determinabilidad general por intermedio de un proceso de externalización (Äußerlichkeiten) de la noción de aquellos elementos necesarios para su existencia y de abstraer (abstrahirt) lo que permitiría su determinación (1841/1973:360). Este proceso, que se constituyó a partir del movimiento de un Ser hacia un devenir que se produce “dentro de un conceptualismo puramente apriorístico que facilita el paso del concepto, como preformativo, a la idea cumplida” (Glockner, 1965:76), permitió considerar al concepto desde una perspectiva intencional[9]. Este devenir, consecuentemente, ha sido considerado como “la identidad del Ser y del no-Ser, y el proceso que lleva de la nada hacía algo” (Ibíd.:84). Este carácter intencional del concepto es conveniente tenerlo en cuenta, debido a que DyG también le dan al concepto un carácter intencional, siguiendo la estela dejada por Hegel y posteriormente por Peirce, Husserl y Heidegger[10] (y si se quiere también Wittgenstein[11]), con la diferencia que adoptaron la idea de que éste posee un devenir y está dirigido a un acontecimiento por venir (1991/2007:17).
A este punto, es conveniente destacar que el concepto hardtnegriano de guerra contra la guerra a pesar de expresar en sí mismo un acto del pensamiento, tiene dos aspectos que deben ser tomados en consideración: en primer lugar, el giro lingüístico hecho por HyN pareciera hacer oscura la representación mental por la homonimia estado de guerra y Estado, trayendo como consecuencia que la esencia de la expresión tenga algo más que es de difícil aprehensión que hace necesario su examen para una mayor comprensión y, en segundo lugar, a pesar de la fuerte presencia del pensamiento de Spinoza en la obra de estos autores, no siguen la idea que este autor tuvo sobre el mismo. Vamos ahora a abrir a la comprensión el pensamiento de DyG y sus ideas acerca del concepto, por ser fundamental en la obra de HyN.
DyG expresaron que la filosofía procede por frases y filosofar es producir conceptos. Este aspecto es importante tenerlo en cuenta debido a que la expresión guerra contra la guerra es un concepto desarrollado por HyN que, como ya hemos indicado, posee una historia (devenir) que, en el siglo XX se inicia con Unamuno  hasta que DyG le da una orientación que apunta hacia el porvenir (1991/2007:206)[12]. También posee un horizonte a donde va dirigido, es decir, un mundo posible materializado, en nuestro caso, en una democracia absoluta de inspiración spinozista.
Como este horizonte “est le contour, la configuration, la constellation d’un événement à venir” (1991/2007:36), el problema que se plantearon HyN fue el de desarrollar un concepto que permitiera alcanzar ese mundo posible. Pero, el concepto guerra contra la guerra, como ya hemos señalado, es expresión de un proceso que contiene en sí mismo el acto de luchar, el objeto contra el que se lucha o se va a luchar, el Estado y los seres llamados a ejecutarla, es decir, las singularidades que conforman la multitud. No obstante, no se puede visualizar en el concepto el futuro por venir, debido a que en una primera instancia se entiende que el fin último es acabar con las guerras, como ya hemos indicado, pero en Multitud aclaran que lo que persiguen es limitar su alcance dentro de un contexto democrático spinoziano, por lo que el evento por venir caracterizado por contener en su seno el futuro a alcanzar no es visible desde su propia enunciación. Este hecho hace necesario examinar este concepto en tanto que concepto para constatar, de acuerdo con DyG, si éste se avala por la naturaleza de los eventos que convoca o nos hace capaces de decantar (dégager) en conceptos la naturaleza de esos eventos porvenir (Ibíd., 37). En este orden de ideas, DyG han afirmado que un concepto es autoreferencial y posee dos características que deben ser tenidas en consideración: en primer lugar, remite a un problema, en nuestro caso la guerra y, en segundo lugar, está compuesto por tres elementos heterogéneos inseparables que le dan su consistencia, a saber: mundo posible (en este caso, un mundo sin guerra o una democracia que la limite), rostro existente (visage existant) o acontecimiento (en nuestro caso “hacer la guerra contra…”) y lenguaje real (langage réel ou parole) que nos indica la forma en que el concepto es expresado como un  todo comprensible (Ibíd.:23). Esta consistencia es, según ambos autores, interna y externa y está relacionada a un “plano de inmanencia” entendido este como el plano donde se erigen los conceptos. Además, tiene como guía a unos “personajes conceptuales” que operan los movimientos que describen el “plano de inmanencia” de HyN y han permitido que estos desarrollen el concepto de guerra contra la guerra que nos aproxima al objeto de estudio. Sobre estos dos últimos aspectos, es decir, los “personajes conceptuales” y el “plano de inmanencia”, DyG expresaron que
 “Le concept est bien une solution, mais le problème auquel il réspond reside dans ses conditions de consistance intensionnelle,... Si le concept est une solution, les conditions du problème philosophique sont sur le plan d’immanence qu’il suppose (à quel mouvement infini renvoie-t-il dans l’image de la pensé?) et les inconnues du problème sont dans les personnages conceptuels qu’il mobilise (quel personnage précisément?)” (Ibíd.:78).

Por último poseen un espacio físico, psicológico y social que DyG denominan “geo-filosófico”. Esta “geo-filosofía” es definida como el grado de vecindad que conecta los componentes de un concepto en un territorio, otorgándole un fundamento uniforme sin niveles y una ordenación sin jerarquía (Ibíd.:107). Un territorio es una construcción social, es decir, un nomos que se estructura en un espacio que ambos lo definen dividiéndolo en liso y estriado. Un espacio liso es vectorial, proyectivo y topológico sin conductos ni canales y el espacio estriado es métrico, es decir, delimitado (2008:368).
Pensar consiste, según DyG, en extender un “plano de inmanencia” que absorbe la tierra entendida como construcción social mediante un proceso de reunión y división proyectándola sobre un devenir establecido (1991/2005:106). En nuestro caso la relación tierra y territorio se evidencia, en primer lugar, en la tensión entre la historia y un devenir que la considera como el estudio del conjunto de condiciones por medio de las cuales nos desviamos para crear algo nuevo (Ibíd.) y, en segundo lugar, entre el Ser y el ente, es decir, en cómo definir y separar en conceptos dos entidades determinadas. En HyN esta tensión, desde el punto de vista conceptual, se observa en el concepto de multitud, es decir, entre el Ser entendido como una singularidad que va a actuar políticamente en común con un conjunto de singularidades que como un todo va a generar un efecto político. 
Al seguir los postulados filosóficos de DyG, HyN han producido, dentro del marco de la propuesta de instaurar una democracia de talante spinozista de alcance global, un concepto de guerra contra la guerra orientado a un futuro por venir..
Así pues, el concepto de guerra contra la guerra sería producto de una intuición en lo que concierne a la guerra como un estado donde los actos son permanentes y una intención que se expresa en hacer “la guerra contra…” siguiendo al efecto, en primer lugar, la lógica spinoziana consistente en incluir en dicho concepto la causa y el efecto de tal manera que la unidad del objeto no sea fragmentada y, en segundo lugar, otorgándole una carga intencional orientada al futuro de acuerdo con DyG. Por este motivo nos propusimos determinar la consistencia de este concepto desde la perspectiva fenomenológica, epistemológica y ontológica con el fin de determinar el logos de la guerra contra la guerra para ambos autores.
Como hemos visto, desde un enfoque fenomenológico, el concepto hardtnegriano esta nueva manera de hacer la guerra presenta dos inconvenientes, por una parte, ocurrieron cambios de circunstancias que lo hicieron inaplicable y, por la otra, de saber quiénes serían los llamados a emprenderla.
El primer inconveniente nos llevó a una epistemología de la guerra contra la guerra, que supone la aplicación de un criterio de razonabilidad que intenta suplantar el miedo por una temor basado en el cálculo de riesgo que depende, en primer lugar, de una fe que compensa la falta de información y, en segundo lugar, de la confianza en que se va poder alcanzar el objetivo político. Esta suposición limita la capacidad de producir ideas adecuadas creando las condiciones de posibilidad de generar, por una parte, un resultado inesperado o indeseado y, por la otra, que un ser actúe de acuerdo con un cálculo de riesgo en función a la información existente limitando la acción política. Desde la perspectiva de la multitud, de igual forma, se evidencia que lo que motiva la acción es una mezcla fluctuante de ideas adecuadas y no adecuadas producidas por alegrías y tristezas en un lugar y momento determinado y, en este contexto, no tiene sentido otorgarle a una tristeza la capacidad de producir una idea adecuada. Este hecho le resta consistencia a la propuesta hardtnegriana debido a que la acción política va a generar más incertidumbre que la que existía antes de dicha acción. Con respecto al segundo aspecto que nos conduce al Ser de la guerra contra la guerra, hemos encontrado que este es inexistente y su generación podría constituir una minoría que podría generar las mismas condiciones por las cuales se haría la guerra contra la guerra debido a que en tanto que minoría, podría establecer un orden similar al que se ha pretendido deponer.
Teniendo presente lo antes indicado, ambos autores no pudieron dar consistencia al concepto de guerra contra la guerra por lo que éste desde el plano intuitivo se presenta como una reflexión acerca de las condiciones de posibilidad de ocurrencia de un evento de esa naturaleza.
Teniendo presente lo antes indicado, el concepto hardtnegriano de guerra contra la guerra, no es oscuro, ni ha tendido a desvanecerse desde su elaboración. Tampoco ha perdido los componentes que le han dado forma, pero requiere, para que obtenga consistencia, que sea sumergido en un medio caracterizado no por la relación Ser y Estado, sino en un medio que abarque todas las relaciones presentes en el mundo de hoy desde la perspectiva de los antagonismos existentes entre seres singulares, grupos y Estados, de modo que sea posible pensar un nuevo orden y no reproducir los mismos males que han aquejado a la humanidad desde los orígenes de los tiempos. La inmersión a la que se hace alusión obedece a que en la actualidad se está usando el lenguaje para imponer una realidad a pesar de que esta realidad nos está desbordando.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

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[1] Concepto es una expresión que proviene del latín ‘conceptus’, ‘concipio’ que denotaba recibir, coger, absorber, contraer, concebir y expresar. En el Diccionario de Autoridades, entre otras acepciones denota “la idea o imagen que forma el entendimiento” a partir de un principio de proporcionalidad debido a que “en él fe atiende à la correfpondencia que hacen los extremos cognofcibles entre sí” y, también, “se suele tomar por el feto” desde la perspectiva de la concepción entendida esta como principio de formación. De acuerdo con la Real Academia Española denota, entre otras, idea que concibe o forma el entendimiento, pensamiento expresado con palabras, sentencia, agudeza dicho ingenioso y feto.
[2] Ver también: Bochenski (1985:64). Según este filósofo, la definición se deriva de la expresión hóroi que significa límite, por lo que definición en sí es una determinación o delimitación (Ibíd.:56).
[3] De igual forma agrega que el concepto (νόημα) es “uno, no sólo en lo concerniente a las ousias (οuσία), sino también a otras cosas” (Aristóteles, 143). Ver también: Bravo (2002:268).
[4] Ver también: Zagal (2002:53). Este autor agregó, siguiendo a Aristóteles, que una metáfora es la asignación “de un nombre poco usual o contrapuesto a lo común o desde el género a la especie o desde la especie al género, o desde una especie a otra especie, o por analogía” (Ibíd.:62). La analogía era entendida a partir de la igualdad de razones, específicamente es una transposición de nombres basada en una relación de relaciones (Ibíd.:65). Este aspecto es conveniente tenerlo en cuenta, en lo concerniente al concepto de semejanza que Foucault asoció a la episteme europea prevaleciente hasta el siglo XVII.
[5] A este punto es conveniente indicar que los estoicos siguieron las descripciones realizadas por Porfirio que permitieron “incorporar la lógica aristotélica al neoplatonismo especialmente la doctrina de las categorías del ser interpretada en los términos de las entidades”. La consecuencia de este hecho fue que los conceptos se comenzaron a subordinar partiendo de los más generales a los más simples dando inicio a lo que se conoció como nominalismo (Abbagnano, 1994:220 y 339).
[6] En su lógica trascendental, Kant expresó que pensar es el conocimiento por conceptos, pero los conceptos se refieren, como predicados de juicios posibles, a cualquier representación de un objeto todavía indeterminado (1781/1993:90). Por otra parte, el filósofo alemán agregó que la lógica trascendental encuentra ante sí el múltiple de la sensibilidad a priori, que la estética trascendental lo presenta para dar una materia a los conceptos puros del intelecto, por lo que esta multiplicidad debe ser penetrada, recogida y unificada para obtener un conocimiento mediante un acto que él denominó síntesis (Ibíd.:94).
[7] Ver al respecto: Kant, (1795/2000:235).
[8] También puede traducirse como “término”.
[9] “Hegel a défini puissamment le concept, parce qu’elles constituent le côté sous lequel le concept est créé par et dans la conscience, á travers la succession des esprits, tandis que les moments dressent l’autre côté suivant lequel le concept se pose lui-même et réunit les esprits dans l’absolu du Soi. Hegel montrait ainsi que le concept n’a rien á voir avec une idée générale ou abstraite, pas plus qu’avec une Sagesse incréée qui ne dépendrait pas de la philosophie même” (Hegel definió poderosamente el concepto por las figuras de su creación y los Momentos de su autoposición: las figuras se tornan en pertenencias del concepto, porque constituyen el lado sobre el cual el concepto es creado por y en la consciencia, por medio de una sucesión de espíritus, en cuanto los momentos erigen el otro lado, por el cual el concepto se pone a sí mismo y reúne los espíritus en lo absoluto de sí. Hegel mostraba así que el concepto nada tiene que ver con una idea general o abstracta, ni tampoco con una sabiduría no creada, que no dependería de la propia filosofía). Ver también: DyG (1991/2007:17).
[10] Peirce (1931/1994) estableció, gracias a lo que denominó abducción, las condiciones de posibilidad para generar hipótesis explicativa que permiten inventar una teoría que las explique, porque facilita la introducción de nuevas ideas en el proceso de adquisición de nuevos conocimientos (Ver también: Gil, 2014 y Espejo, 2008). Husserl, por su parte, expresó que  “se puede tomar la definición en el sentido de que no sólo un contenido parcial sea puesto en relación con un todo más amplio, sino en general un contenido con otro contenido, aunque los dos sean disyuntos” de igual forma, llama conceptos “a tanto los objetos universales como a las representaciones universales (significaciones universales) o más exactamente las representaciones directas de objetos universales” por lo que significación quiere decir también concepto  (I, 1901/2006:382). En relación con Heidegger, él expresó con respecto al Begriff des Logos que este “ist φωνή und zwar φωνή μετά φαντασίας” (1927/1967:33)  (“el λóγoς es φωνή y además φωνή μετά φαντασίας”) y agregó que su función “im schlichten Sehenlassen von etwas liegt, im Vernehmenlassen des Seienden, kann λóγos Vernunft bedeuten” (consiste en el simple permitir ver algo, en el permitir percibir los entes, puede el λóγoς significar también “percepción racional” y “razón”). De ahí que fenomenología puede formularse en griego como λéγeιν τά φαινόμενα” (1927/ 1993:43-44).
[11] Para Wittgenstein un concepto (Begriff) es a su vez un significado que forma parte de una familia de significados (familie von Bedeutungen) y una regla que expresa un límite no trazado que indica un juego de lenguaje (sprachspielen) (2004:69-75)
[12] “Vouloir la guerre contre les guerres à venir et passées, l’agonie contre toutes les cicatrices, ou nom du devenir et non pas de l’eternel: c’est en ce seus seulement que le concept rassemble” (1991/2007:151).

sábado, 15 de junio de 2019

EL INTERÉS DE JORGE LUIS BORGES EN EL QUIJOTE DESDE LA CRÍTICA DE ADORNO A KANT.



Las conmemoraciones que se realizaron con motivo del cuarto centenario del Quijote de Miguel de Cervantes permiten hacer la pregunta de si esta conmemoración estuvo dirigida a recordar la obra como una expresión artística capaz de desocultar algo desde la perspectiva de la contemplación o por el contrario se está recordando la obra por el proceso que produjo en la lengua castellana, en otras palabras, por el proceso que produjo en tanto que objeto artístico convertido en un utensilio cuya connotación ha tenido significados tanto históricos como sociales. Sobre el primer aspecto José Saramago expresó en el prologo de la edición venezolana que
“entre el <<poco dormir y el mucho leer >> que fue la razón dada por el autor para que a Quijano se le hubiese secado el cerebro, y el <<mucho leer y mucho imaginar>>, la diferencia no es grande… Verdaderamente, no creo… que alguien se haya vuelto loco por haber leído, aunque mucho, y por haber imaginado, aunque en exceso. Al contrario, leer e imaginar son dos de las tres puertas principales (la curiosidad es la tercera) por donde se accede al conocimiento de las cosas… La cuarta es la libertad”.
“Admitido que Alonso Quijano fingió estar loco, habrá que responder… ¿por qué, para qué…?... Arthur Rimbaud expresó- en este sentido-: <<la vida autentica está por allí>>, en otro lugar, no en este… A Alonso Quijano… no le bastaba ir en busca de otros lugares donde quizá le estuviera esperando la vida auténtica, era necesario que se convirtiera en otra persona, que, al ser él mismo otro, fuese también otro el mundo…”

Sobre el primer y segundo aspecto, Mario Vargas Llosa, expresó en el prologo de la versión producida por la Real Academia Española que
“la modernidad del Quijote está en el espíritu rebelde, justiciero, que lleva el personaje a asumir como responsabilidad personal cambiar el mundo para mejor, aun cuando, tratando de ponerla en practica, se equivoque,… Pero también es una novela de actualidad porque Cervantes, para contar la gesta quijotesca, revolucionó las formas narrativas de su tiempo y sentó las bases sobre las que nacería la novela moderna…”.
“Esta revolución formal que significó el Quijote ha sido estudiada y analizada desde todos los puntos de vistas posibles, y,…, nunca se agota, porque... ella evoluciona con el paso del tiempo y se recrea a si misma en función de la estética y los valores que cada cultura privilegia, relevando que es una verdadera caverna de Alí Baba, cuyos tesoros nunca se extinguen”.

Estas dos visiones del Quijote, es decir, en tanto que obra de arte y en tanto que utensilio generador de un proceso fueron sintetizadas y expuestas previamente por Jorge Luis Borges en una conferencia dictada en Estados Unidos denominada “Mi entrañable señor Cervantes”. En esta conferencia Borges destacó la habilidad de Cervantes para introducirse y salirse del relato, la naturaleza de la narración en si, la sencillez del lenguaje con que fue escrito y el impacto que tuvo Don Quijote en la lengua castellana. Pero hay que destacar que, esta admiración no sólo se evidenció en esta conferencia: En una parte significativa de su obra, la presencia de Cervantes y del Quijote fue evidente[1].
A partir de esa conferencia se va a intentar extraer “lo bello” como representación y creación de lo que percibió Borges de Cervantes y de lo que representó el Quijote y Cervantes para Borges y lo que creó Borges a partir del Quijote para determinar así la naturaleza del interés de Borges en esa obra. Para tal fin vamos a examinar: “Lo bello” como representación y creación en el Quijote según Borges, “Lo bello” como representación y creación en Borges a partir del Quijote de Cervantes y la naturaleza del interés borgiano a partir del Quijote.

“LO BELLO” COMO REPRESENTACIÓN Y CREACIÓN EN EL QUIJOTE SEGÚN BORGES.

Lo bello del Quijote pareciera no provenir del hecho en si del gusto universal que le es reconocido, ni de la inexistencia de la representación de un fin o concepto que de esta obra emana. La belleza del Quijote tanto de lo que se puede extraer de los juicios estéticos de Saramago y Vargas Llosa, en una primera instancia, y de Borges se evidencia en el empleo de metáforas para expresar algo que en ellos está y que muestran, como pueden y quieren, de tal manera que otros lectores puedan sentir y conocer, en esa obra, lo que estos autores han sentido de ella. Las alusiones a “Rimbaud”, “Alí Baba”, o como Borges expresa: “mi entrañable amigo”, son expresiones de lo que estos autores percibieron del Quijote como una obra de arte. El hecho que estos tres autores no definan lo bello sino que declaren lo bello los enmarcan dentro de las percepciones que tenían Kant y Adorno sobre lo bello, es decir, “lo bello no puede definirse”.
Los prologuistas Saramago y Vargas Llosa fueron separados de Borges debido a que ambos escritores destacan la libertad, como representación, como aquello que les permite juzgar lo bello del Quijote. En otras palabras, la forma de cómo es mostrada la libertad es lo que a estos autores les permite juzgar el Quijote como bello.
Pero destacar a la libertad como un proceso de desocultamiento “hacia”, refleja una intencionalidad que muy fácilmente podría ser interpretada como una finalidad, con lo que se podría afirmar, según estos autores, que lo bello del Quijote está en cómo fue destacado lo bueno, es decir, la libertad, pero si se tiene presente que para Kant, la libertad es la que determina el juicio, entonces se puede afirmar en una primera aproximación que ambos prologuistas del Quijote la juzgaron, cada uno a su manera como una bella obra, debido a que desde el punto de vista kantiano, sin concepto, esta obra ha sido reconocida como “un objeto de un placer necesario”.
En la conferencia dictada por Borges, en cambio, no se evidenció que el interés por la obra parta de la representación de un fin o de un concepto, sino más bien del orden de cómo fue hecho el relato, es decir, a partir de cómo fueron predispuestos los relatos y del entrecruzamiento de esos relatos en la obra en general, es decir, el Quijote es para Borges la sumatoria de un conjunto de relatos que relacionados armoniosamente en un relato mayor confirman la noción aristotélica de lo bello como magnitud y orden. Así se destaca lo siguiente:
“... cuando Cervantes pensó escribir…, supongo que consideró la idea del conflicto entre los sueños y la realidad,...”
“...Cervantes era un hombre demasiado sabio como para no saber que, aun cuando opusiera los sueños y la realidad, la realidad no era, digamos, la verdadera realidad, o la monótona realidad común. Era una realidad creada por él; es decir, la gente que representa la realidad en Don Quijote forma parte del sueño de Cervantes tanto como Don Quijote y sus infladas ideas de la caballerosidad, de defender a los inocentes y demás. Y a lo largo de todo el libro hay una suerte de mezcla de los sueños y la realidad”.
“... también tenemos en Don Quijote el hecho de que muchas historias están entrelazadas. ... yo creo que –la- razón sería que esas historias,..., son otras historias. Y por eso está esa relación de sueños y realidad,… Por ejemplo, cuando el cautivo nos cuenta su cautiverio, habla de un compañero. Y ese compañero,…, es... nada menos que… Cervantes,... Así hay un personaje que es un sueño de Cervantes y que, a su vez, sueña con Cervantes y lo convierte en un sueño. Después, en la segunda parte del libro, descubrimos, para nuestro asombro, que los personajes han leído la primera parte y que también han leído la imitación del libro que ha escrito un rival. Y no escatiman juicios literarios y se ponen del lado de Cervantes. Así que es como si Cervantes estuviera todo el tiempo entrando y saliendo fugazmente de su propio libro…”.
“Entonces tenemos en Don Quijote… Realidad y sueño. Pero al mismo tiempo Cervantes sabía que la realidad estaba hecha de la misma materia que los sueños. Es lo que debe haber sentido. Todos los hombres lo sienten en algún momento de su vida. Pero él se divirtió recordándonos que aquello que tomamos como pura realidad era también un sueño. Y así todo el libro es una suerte de sueño. Y al final sentimos que, después de todo también nosotros podemos ser un sueño”.

Como se observa en la conferencia, Borges no tiene que declarar la libertad como una finalidad, sino que la libertad se declara a si misma a partir de lo que Borges expresó en dicha conferencia. En Borges no se puede decir que el Quijote es bueno, sino más bien que es bello, y de ahí podría partir el interés en invitar a conocer el Quijote, en conocer el Quijote, lo que es el Quijote, lo que representa el Quijote. Borges no dice para qué sirve el Quijote, sino qué le gusta del Quijote y en que le seguirá ayudando a los hombres.
Tanto Saramago como Vargas Llosa dan a entrever, uno de una manera más oscura que el otro, que el Quijote es bello y bueno, y dan a entrever que es bueno porque están partiendo del hecho que saben que es el Quijote, tienen un concepto de él, Borges, en cambio, declara, muestra lo bello que es el Quijote para él sin más ni más, es algo que cada vez que lo lee le dice, le muestra, según él, algo nuevo, aún a pesar de que cualquiera puede suponer que tiene un concepto. Con ello se podría afirmar que la noción de gusto que emana de Borges se mantiene incólume, en sentido kantiano, pulcra de toda intencionalidad benéfica. Esta afirmación se debe a que Borges comienza su disertación afirmando que las razones por las cuales el Quijote fue elogiado por gramáticos y académicos fueron equívocas debido a que “Cervantes se burló de los proverbios” y fue alabado por la gran cantidad de proverbios y no le interesó “para nada la escritura ornamental”. No obstante, al asegurar al final de la conferencia que el Quijote le seguiría agradando a los hombres, desde el punto de vista lógico Borges le dio también a esa obra un carácter universal y en consecuencia una idea del bien.
Así pues, en una primera instancia se puede afirmar que teniéndose como referente al Quijote, dos escritores alabaron su tratamiento para expresar la libertad y uno de ellos hizo mención a su impacto en la narrativa universal y otro autor, desdeñando el impacto del Quijote como utensilio, alabo el juego que hizo Cervantes para mezclar sueño y realidad. Sin embargo, en todos estos autores está presente la idea de lo bueno y de lo bello en el Quijote.

 “LO BELLO” COMO REPRESENTACIÓN Y CREACIÓN EN BORGES A PARTIR DEL QUIJOTE DE CERVANTES.

Como ya se hizo mención en la primera parte de este ensayo, Borges, quizás más que cualquier otro autor tuvo presente a Cervantes y al Quijote en sus obras. Estas circunstancias colocan a Borges como un autor que usando a otro autor muestra una obra que puede ser catalogada de bella o no, pero desde la perspectiva de Borges como un autor influido por Cervantes y que habla del Quijote desde la perspectiva estética permiten hacer el intento de entender al autor argentino a partir del concepto kantiano de lo sublime. Kant expresó que lo bello encanta y lo sublime conmueve. Si se tiene presente que Borges, al final de su conferencia, expresa:
Siento que no he hecho justicia al tema,…, estoy un poco conmovido. Y tal vez ese sentimiento ha superado lo que siento por Cervantes y por Don Quijote. Creo que los hombres seguirán pensando en Don Quijote porque después de todo hay una cosa que no queremos olvidar: una cosa que nos da vida de tanto en tanto, y que tal vez nos la quita, y esa cosa es la felicidad. Y, a pesar de los muchos infortunios de Don Quijote, el libro nos da como sentimiento final la felicidad. Y sé que seguirá dándoles felicidad a los hombres”.

Se puede afirmar en una primera instancia que el concepto de lo sublime está presente. Ahora bien, Kant expresó que lo sublime “sólo está en nuestro espíritu, en cuanto somos capaces de adquirir conciencia de ser superiores a la naturaleza en nosotros y, con ello a la naturaleza fuera de nosotros. Todo cuanto suscita en nosotros este sentimiento, contando entre ello la potencia de la naturaleza que provoca nuestras fuerzas, se llama entonces sublime, y sólo presuponiendo en nosotros esta idea, y con respecto a ella, seremos capaces de llegar a la idea de la sublimidad de aquel ser que no sólo provoca en nosotros intimo respeto por su potencia de que hace gala en la naturaleza, sino más aún, por la capacidad existente en nosotros de juzgar aquella potencia sin temor y nuestra destinación como superior a ella” (Kant. 2005. 111 p.). De estas dos citaciones se puede afirmar que la superioridad está determinada por la razón que en este caso está representada por la escritura y que teniendo presente que lo sublime puede ser entendido como una extensión de lo bello, es decir, magnifico, a la reconocida sublimidad del Quijote, se podría agregar también el entendimiento que da a conocer Borges de esa obra en términos que abarcan lo bello y lo sublime. La sublimidad, Borges la asocia con la felicidad y la felicidad es buena. Al ser la felicidad buena, lo sublime puede ser asociado con lo bueno y esto nos coloca de nuevo en las categorías kantianas. Partiendo de esta premisa se puede traer a colación nuevamente la manera como es representada la libertad en Saramago y Vargas Llosa. En los dos prologuistas la belleza del Quijote está en cómo se representa la libertad y en Borges la belleza y sublimidad del Quijote está en la felicidad que da (siempre desde la perspectiva del cómo). Como la libertad y la felicidad son dos manifestaciones del bien, se podría afirmar que también para los dos prologuistas de las referidas ediciones de Don Quijote, la obra es sublime, pero la manera como la expresan no reflejan esta sublimidad. Borges, entonces, expresa que le gusta el Quijote y dice, además, que el Quijote, a pesar de su temática, da felicidad, o sea es bueno y lo expresa en una armoniosa relación de magnitud y orden.   
Teniendo esto presente podemos agregar que la felicidad en las obras de arte, según Adorno, es una fuga precipitada que no contiene nada “de aquello de lo que el arte se escapa”. Bajo esta perspectiva los prologuistas se encuentran tan distantes de la obra, y esta distancia se evidencia en una crítica de la obra cervantina, en cambio Borges huye, pero esta huida no es hacia el goce, es más bien una huida hacia delante, para crear a partir de ella, tal vez en un nivel donde el interés, desde la perspectiva de Adorno, se aleja del concepto de obra de arte, pero desde la perspectiva del teórico alemán, porque la evidencia ha demostrado que teniendo como referente la obra de Borges, el arte no se encuentra en vías de extinción.
Ahora bien, la sublimidad destacada en el Quijote destacada en Saramago y Vargas Llosa si bien contrasta con la sublimidad borgiana por decirlo de una manera hay que tener presente que aunque se afirmó que Borges no hace mención de la libertad, esta se irradia en toda la conferencia, pero esta afirmación es contraria a lo que entiende kant por sublime. Según el filosofo alemán el placer por lo sublime es negativo debido a que “es un sentimiento de privarse a si misma de libertad la imaginación al ser determinada teleológicamente por otra ley que la del uso empírico” (Kant, Op. Cit.:116), en cambio, el placer por lo bello es positivo debido a que se está “emancipado del mero goce sensual del placer”, o sea, hay libertad con respecto a la determinación de algo sujeto a una ley.
Con respecto a esta noción kantiana de la libertad como condicionante en los concepto de lo bello y lo sublime en el caso especifico de Borges, la sola posibilidad de trascender la noción de lo bello determinado por la pasividad dada al ser receptor de un placer, la creación artística a partir del mismo Quijote y Cervantes tal como se extrae de la conferencia y de otras obras escritas por este autor[2] hacen que la noción de lo sublime adquiera otra visión. Esta es una superación de la circularidad que en cierta medida se mantiene en los prólogos de las ediciones aniversarias del Quijote.

LA NATURALEZA DEL INTERÉS BORGIANO A PARTIR DEL QUIJOTE.

Lo que se destaca de los dos prólogos citados en la introducción es el énfasis en la idea de libertad. Este énfasis no se observó en Borges, pero está subyacente en su conferencia. Como se recordará, en Borges la idea de la felicidad es la que declara al final de su disertación. Así pues libertad y felicidad permitieron usar la expresión “sublime” para categorizar los juicios estéticos que emitieron los autores antes citados, y aunque declaran la libertad y la felicidad a partir de la razón y teniendo presente que el juicio estético de lo sublime se caracteriza por ser un juicio producido por una determinación según Kant, falta considerar esta afirmación de acuerdo a la critica que hace Theodor Adorno a Kant, teniendo presente que este filosofo contemporáneo a pesar de la critica que hace no cuestiona el concepto de libertad kantiano en los juicios estéticos. Hay que tener presente que, según Kant, “no hay ciencia de lo bello, sino sólo crítica” y esta es sólo posible mediante argumentación.
Si se tiene presente la observación que hizo Francisco Bravo sobre el equilibrio que en Kant está presente entre felicidad y moral, y que este equilibrio está determinado por la prudencia y que la moral kantiana está determinada por un sentido de libertad que es negativo, la percepción que se ha tenido sobre sus conceptos de bello y sublime está determinada por el equilibrio dado por esa misma idea de libertad y de ahí la presunta ambigüedad que cuestiona Adorno. Siendo esto así, faltaría conocer las razones por las cuales, en su Teoría Estética, este autor no cuestiona la moral y por consiguiente la libertad kantiana.
Bajo esta premisa lo que se puede presumir de Adorno es que su concepto de goce estético, su concepto de lo bello se corresponde con lo sublime de Kant, siempre y cuando no afecte a otro. Dentro de esta perspectiva parece que el Quijote, como objeto de arte, entra dentro de esta categoría puesto que, como Adorno afirmó y se puede extraer de lo dicho tanto por Saramago, Vargas Llosa y Borges: “las obras de arte son imitaciones de lo empíricamente vivo, aportando a esto lo que fuera le está negando. Así lo liberan de aquello en lo que lo encierra la experiencia exterior y cosista”.
Ahora bien, habría que preguntarse ¿qué significa no afectar al otro en cuanto al goce estético teniendo presente la presunción hecha en lo concerniente a la eliminación de la frontera de lo bello y de lo sublime, de acuerdo a lo que se puede entender en Adorno? Si se tiene presente la cita previamente hecha se tiene que la eliminación de la frontera entre lo bello y lo sublime libera al que juzga de todo atavismo para el goce involucrando al individuo con la obra en un contexto de enajenación. En tal sentido, el filosofo alemán expresó que “la fuerza de la negatividad de la obra de arte es la que mide el abismo entre praxis y felicidad. Kafka no excita ciertamente un deseo pasional. Pero la angustia real que crean sus obras… tiene más que ver con la pasión que con el antiguo desinterés que él recoge y que tras él perdura. Pero el interés es groseramente inadecuado para dar cuenta de sus escritos”. Esta afirmación permite hacer indagaciones para saber si la tesis de Adorno es aplicable a Borges y eventualmente a Saramago y Vargas Llosa.
En relación con Saramago y Vargas Llosa se puede afirmar que su situación de prologuistas los coloca fuera de la obra a pesar de que se haya afirmado que sus juicios estéticos entran en el ámbito de lo sublime, pero como la distancia hace que la fuerza de negatividad del Quijote sea atenuada, sus juicios estéticos se corresponden con un proceso donde la obra se ha ido transformando y adquiriendo contenidos que no tenía. De ahí es pertinente la acotación de Adorno de que “el arte podría tener su contenido en su propia transitoriedad”.
En Borges se puede afirmar que ha acontecido el mismo proceso, pero su identificación con el Quijote podría evidenciar enajenación por las mismas razones que él ha expuesto en relación con esa obra y que se puede evidenciar en una parte considerable de su producción literaria. Esta realidad permite constatar, según Adorno, que “la doctrina de la complacencia desinteresada es pobre ante el fenómeno estético, lo reduce a lo formal, algo tan cuestionable en su aislamiento, o a los llamados objetos sensibles de la naturaleza”. Ahora bien, esta misma producción borgiana indica que se produjo otro proceso dentro del proceso antes aludido y este proceso borgiano que ha tenido su corolario en la conferencia “Mi entrañable Señor Cervantes” permite la pregunta: ¿Se está enfrente a una obra de arte o ante juicio estético?[3] Por una parte se puede afirmar que es un juicio estético que entra en el plano de lo bello y de lo sublime, pero su conferencia, desde el punto de vista estético guarda un equilibrio entre magnitud y orden, y en este sentido se puede inferir que el juicio que hace Borges de Cervantes y el Quijote, es un juicio estético hecho de manera estética, es decir, dio agrado leer y escuchar a Borges emitiendo un juicio sobre Cervantes y el Quijote. Por ello, se puede concluir que Borges le ha dado reglas al arte.
El agrado que produce Borges, ahora, pudiera estar relacionado con la manera en que Borges se identifica con Cervantes y el Quijote, es decir, con la identificación del autor con el otro autor y con su obra. En tal sentido se puede afirmar también que Borges no objetiviza al Quijote, ni a Cervantes. Los mantiene dentro del ámbito de la subjetividad. Pero manteniéndose dentro de este ámbito se expresa en un contexto de generalidad y esa generalidad es lo que permite constatar su sublimidad[4], la sublimidad a partir de lo bueno, con lo cual ese interés puede ser entendido desde una perspectiva universal.
Estas tres referencias al Quijote permiten afirmar entonces de alguna manera lo bueno del Quijote, y a partir de lo bueno se pudo extraer lo bello de esa obra, pero ¿se podría extraer de dichas referencias lo bello del Quijote para a partir de allí extraer lo bueno del Quijote? Como ya se indicó, todos los autores referidos apelan a metáforas para dar su percepción de esa obra desde el punto de vista estético. Esto no fue necesario para que los lectores conocieran sus percepciones sobre lo bueno del Quijote. ¿Por qué sucede esto si estas personas podrían simplemente haber dicho me gusta el Quijote o me apasiona dicha obra?, ¿Por qué la necesidad de un “por qué”?
La necesidad de un porque contiene consideraciones estéticas a partir de lo que Kant denomina sentido común. El sentido común, en este contexto, puede ser entendido como la bisagra que une lo moral con lo estético y ya se hizo mención de los elementos constituyentes de la bisagra (es decir, el equilibrio entre felicidad y moral sustentado en la prudencia y en la libertad negativa), en consecuencia, se puede afirmar que lo prologuistas intentaron destacar el contenido moral del Quijote, al igual que Borges, pero a pesar de que esta moralidad en los tres autores asume un rasgo de universalidad, el sentido de universalidad de la libertad es diferente al de la felicidad aunque todos los individuos persigan ambos objetivos. La libertad es pública y la felicidad es privada. El día en que la felicidad pase a ser pública, desaparece la palabra felicidad.
El carácter público del Quijote entonces es para dos autores la visión de libertad y para Borges la felicidad. ¿La libertad para ellos contiene la felicidad o la felicidad para Borges contiene la libertad? Estos términos no son excluyentes, reflejan dos visiones del mundo, una que refleja una posibilidad y otra que refleja un estar.
Por otra parte, ya se sabe que los prologuistas destacaron la libertad y que Borges destacó la felicidad: ¿Estos énfasis podrían evidenciar una intencionalidad enmarcada dentro de un contexto moral y consecuentemente una base fundacional específica para la emisión de juicios estéticos? La respuesta a este interrogante nos daría luces para releer el Quijote con un interés diferente

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

ADORNO, Theodor W. Teoría Estética. Barcelona. Ediciones Orbis, S.A. 1983. 346 p.

BLANCO CARRERO, Edgar. Borges en una Perspectiva Heideggeriana. Caracas. UCV-FHE. Cátedra de la Estética en Schopenhauer, Nietzsche y Heidegger. Profesor: Ruperto Arrocha. 2005. 15 p.
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BORGES, Jorge Luís. Mi entrañable señor Cervantes. Papel literario de El Nacional: Centenario de Borges, 1º de agosto de 1999. 6 p. http://www.el-nacional.terra.com.ve.
 
BORGES, Jorge Luis. El hacedor. www.literatura.us/borges/hacedor.html
 
CERVANTES, Miguel de. Don Quijote de la Mancha. Madrid. Real Academia Española. Edición IV Centenario. 2004. 1249 p.
 
CERVANTES, Miguel de. Don Quijote de la Mancha. Caracas. Editorial Santillana. Alfaguara. 2005. 400 p. 
 
KANT, Immanuel. Crítica del Juicio. Buenos Aires. Editorial Losada. 2005. 365 p. 
 
KANT, Immanuel. Observaciones sobre el Sentimiento de lo Bello y lo Sublime. Mexico. FCE. Universidad Nacional Autonoma de Mexico. 2004. 138 p. 
 
ODIFREDDI, Piergiorgio Jorge Luis Borges Il Labirinti Dello Spirito. Sep. 1992. 19 p. http://www.vialattea.net/odifreddi/borges2.htm. 



[1] La admiración que Borges tuvo por Cervantes se evidenció, de acuerdo a su propia expresión, en las lecturas que hizo del Quijote desde la niñez y por la presencia del Quijote en toda su producción literaria donde se destacan: Cervantes: Novela Ejemplar (II.791), y Alberto Gerchunoff: Retorno a Don Quijote (II.815); Sobre Borges y Alonso Quijano (Otras Conversaciones, p. 112), Pierre Menard, autor del Quijote (I.649), y Parabola de Cervantes y Don Quijote (I.1151); Sueña Alonso Quijano II.697.
[2] En otras obras de Borges, como ya se indicó estuvo viva la presencia del Quijote y de Cervantes. Aquí se incluye la Parábola de Cervantes y del Quijote (www.literatura.us/borges/hacedor.html ) como una muestra del sentido de sublimación que aquí se quiere expresar:

Harto de su tierra de España, un viejo soldado del rey buscó solaz en las vastas geografías de Ariosto, en aquel valle de la luna donde está el tiempo que malgastan los sueños y en el ídolo de oro de Mahoma que robó Montalbán.
En mansa burla de sí mismo, ideó un hombre crédulo que, perturbado por la lectura de maravillas, dio en buscar proezas y encantamientos en lugares prosaicos que se llamaban el Toboso o Montiel.
Vencido por la realidad, por España, Don Quijote murió en su aldea natal hacia 1614. Poco tiempo le sobrevivió Miguel de Cervantes.
Para los dos, para el soñador y el soñado, toda esa trama fue la oposición de dos mundos: el mundo irreal de los libros de caballerías, el mundo cotidiano y común del siglo XVII.
No sospecharon que los años acabarían por limar la discordia, no sospecharon que la Mancha y Montiel y la magra figura del caballero serían, para el porvenir, no menos poéticas que las etapas de Simbad o que las vastas geografías de Ariosto.
Porque en el principio de la literatura está el mito, y asimismo en el fin.
[3] Al respecto, Kant expresó que “la exposición empírica de los juicios estéticos puede servir siempre de comienzo que proporcione la materia para una investigación superior” (Kant, Op. Cit.:127)
[4] Al respecto Kant expresó que “en sentido estético, se llama espíritu el principio vivificante del animo… y este principio no es otra cosa que la facultad de expresar ideas estéticas, pero entendiendo por idea estética  aquella representación de la imaginación que mueve mucho a pensar, sin que pueda tener, no obstante, ningún pensamiento determinado…”.

domingo, 2 de junio de 2019

LOS COSTOS DE LA NEGOCIACIÓN EN NORUEGA



Hay muchos voceros políticos que han usado experiencias del pasado para justificar los fallidos procesos de negociación que hemos sufrido los venezolanos. El más notorio es la acotación a la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, los principales negociadores en Casablanca, en Yalta o en Potsdam tuvieron poder de negociación. En esas negociaciones no estuvieron por ejemplo la Francia Libre o Polonia debido a que no tenían poder de negociación, es decir, su capacidad para producir daño era muy mínima. Hubo otras negociaciones. Las que culminaron con la rendición de Italia, el frente Occidental alemán, o Japón que si bien se produjeron en circunstancias asimétricas, en estas negociaciones los principales actores disponían de capacidades para producir daño. Thomas Schilling, en su Estrategia del Conflicto nos da luces de cómo un conflicto puede ser visto como un proceso de negociación.
En el caso de la mud-fa es diferente por varias causas: en primer lugar, no tienen poder de negociación sino el que se abrogaron durante las gigantescas manifestaciones de la sociedad venezolana en 2014, 2016, 2017 y 2019 y el que le dio la comunidad internacional en el año 2019 para cesar con la llamada usurpación, en segundo lugar, por no tener poder de negociación, la mud-fa no se ubica en ninguno de los ejemplos citados y, en tercer lugar, como consecuencia de las dos anteriores nunca han asumido las consecuencias de los costos y daños provocados por sus acciones y siguen ahí, negociando a espaldas de los venezolanos. Esto es lo que resulta sospechoso debido a que el fundamento de una negociación, en nuestro caso, es la existencia de un conflicto que para la tiranía es existencial y como veremos para la mud-fa no por las evasivas que han mostrado en asumirlo. Por ello vamos a examinar los costos de la negociación en Oslo desde la perspectiva del tiempo, de la credibilidad y de vidas que ha provocado.
La pérdida de tiempo.
A la par de las conversaciones en Oslo para lograr una solución de conveniencia para las corrientes que hacen vida en la Internacional Socialista en Venezuela han ocurrido una serie de acaecimientos en Colombia y en la frontera venezolana que dan luces acerca de la dirección del conflicto que históricamente ha afectado Colombia y que está afectando a Venezuela. El planteamiento que hemos estado sosteniendo es la conexión entre ambos conflictos tanto desde la perspectiva de las particularidades geográficas e históricas que unen a ambos países así como por el talente ideológico que han asumido los bandos enfrentados. La mención a los bandos enfrentados merece una aclaratoria: en el escenario de conflicto al norte de Suramérica están por una parte la tiranía en Venezuela, la FARC en todas sus manifestaciones, el ELN y Cuba y, por la otra, el gobierno y gran parte de la sociedad colombiana y la sociedad venezolana.
En este marco ¿Cuál es la ubicación de la coalición venezolana agrupada en lo que se conoce como mud-fa? No voy a hacer mención al precedente de lo que significó para Colombia la relación FARC-Habana-Noruega y la tiranía venezolana que se tradujo en un dudoso acuerdo de paz a pesar de lo perverso que ha resultado para Colombia. Lo que me interesa destacar es que la posibilidad de una negociación en Venezuela, como ha ocurrido en anteriores oportunidades, es la existencia de elementos comunes que posibilitan la adopción de ese camino y explica los resultados que hemos observado al menos desde 2014, esto es, la ideología y los recursos financieros provenientes de una concepción de la economía basada en la renta. Esto significa, como ya hemos alertado, la existencia de un ritornelo que explica que los actores de la negociación hayan sido más o menos los mismos permitiendo afirmar que el fin es el camino, es decir, el proceso y no un objeto o lugar determinado, con lo cual podemos inferir que el tránsito por ese camino se ha traducido en tiempo[1]. El tiempo ha sido el objetivo. Para la mud-fa un retraso es una postergación que no se traduce en términos económicos sino políticos. Para la tiranía un día de permanencia en el poder es una ganancia, pero esta tiranía se enmarca dentro de un proyecto más amplio desarrollado por el foro de São Paulo. Entonces ¿Qué significa que el foro de São Paulo gane tiempo a expensas de la sociedad venezolana y del gobierno colombiano?
Si hemos hecho mención a la existencia de un conflicto y de unos actores involucrados habría que indicar cuál es la naturaleza de ese conflicto. Raymond Aron en Pensar la Guerra expresó que un guerrillero sin ideología era un delincuente. En nuestro caso tenemos unos delincuentes trasnacionales que se han escudado en una ideología. Esto nos indica dos cosas: desde la perspectiva del foro de São Paulo, es decir, desde lo ideológico, el conflicto es absoluto porque lo entienden como una guerra revolucionaria y desde la perspectiva de la delincuencia transnacional en un conflicto existencial[2]. Esta visión es igual a la del gobierno colombiano y la sociedad venezolana, ahora ¿Por qué la mud-fa no ha planteado la situación como un conflicto en un escenario estratégico que trasciende las fronteras del país y voluntariamente se ha focalizado en observar lo domestico de las relaciones de poder como un medio posibilitador de fines partidistas en sentido amplio?
En la frontera con Brasil fue donde se han producido desde el 23ENE el mayor número de pérdida de vidas y de sufrimiento para la población venezolana, por lo que la estrategia brasileña se ha enfocado en la contención de la situación y de la mitigación de los sufrimientos de los refugiados. La contención practicada por los brasileños, en este contexto, es un paso en ascenso de una escalada en una estrategia de conflicto que ha requerido claridad en la conducta estratégica contra la tiranía. Colombia, por su parte, está viviendo un proceso de desestabilización que tiene como escenarios:
·         La frontera oriental por los refugiados venezolanos y las acciones de la guerrilla en ese país y desde Venezuela[3]
·         El sistema judicial y contralor que le ha reducido la capacidad de maniobra de las fuerzas del orden.
·         El sistema parlamentario donde se busca deslegitimar la acción de las fuerzas del orden.
El objeto de este proceso, que se acentuó desde mediados del año 2018[4], es la toma del poder por parte de los representantes del foro a mediano plazo (cuatro años) mediante elecciones o a corto plazo (menos de cuatro años) mediante una escalada de conflicto de alcance regional en caso de verse amenazados. Para ello, la tiranía venezolana debe mantenerse en el poder. Esto se traduce en tiempo. Aquí se circunscribe el asunto noruego. Uno de los costos que pagó la mud-fa por su supervivencia a costa de la sociedad venezolana. Este tiempo desperdiciado fue endosado al foro de São Paulo desaprovechándose un momentum donde coincidieron un conjunto de eventos de trascendencia. En esas circunstancias hablé meses atrás de parálisis estratégica y posteriormente de apaciguamiento. Si la ventana de oportunidad que representó la presidencia encargada de Venezuela para la región y Occidente se hizo a la par de negociaciones secretas iniciadas en la Habana la pregunta que surge es ¿cuál es el papel que representa la mud-fa, es decir, en qué bando están?
La pérdida de credibilidad.
Lo impresionante de las acciones emprendidas por la mud-fa encarnada en el presidente encargado fueron que mientras contó en las calles con un absoluto apoyo de una sociedad venezolana que estaba asumiendo costos en vidas y en sufrimientos y el apoyo de la comunidad internacional estaba in crescendo incluso con acciones directas contra la fuente del mal, es decir, Cuba, hubo miembros que con conocimiento o no del presidente encargado realizaron acercamientos en Cuba y Noruega para llegar a un entendimiento que se traducía en impunidad y cohabitación[5]. Si bien es cierto que el gobierno estadounidense también estuvo negociando de forma paralela en los mismos términos la diferencia es que sólo puede negociar quien tiene poder de negociación y el poder de negociación en una estrategia de conflicto es aquel dado por la capacidad para producir daño. La mud-fa renunció a disponer de un poder de negociación en el año 2014 cuando se produjo la Intifada venezolana[6] y sólo ha pretendido mostrar un rebaño para sus fines políticos cuando se han presentado las oportunidades y a pesar de que se han presentado, como aconteció después del 10ENE.
La pérdida de credibilidad se ha producido en un doble sentido: a lo interno en el seno de la sociedad venezolana y en la comunidad internacional. Después del primer round del asunto noruego podemos decir que las aguas han vuelto a su cauce, es decir, el presidente encargado es sólo eso un presidente encargado, no una autoridad carismática que desechó parte del carisma que logró alcanzar en una campaña electoral sin elecciones a la vista y con propuestas políticas basadas en el mantenimiento del rentismo. Con las aguas en su cauce legal, es decir, una ‘encargaduría’ para provocar el cese de la usurpación y crear las condiciones de posibilidad de un gobierno de transición y elecciones libres, si esa ruta se mantiene, el encargado debe decidir entre seguir favoreciendo las gestiones para una cohabitación con el costo que va a significar a la sociedad venezolana y su futuro político o asumir el conflicto regional que ha provocado el eje Cuba-FARC-ELN-tiranía en Venezuela y la tragedia que va a diezmar aún más a la sociedad venezolana.
Con respecto al primer aspecto, ya el tiempo de la Asamblea Nacional (AN) como cobijo para las acciones de la mud-fa se está acabando: ya su capacidad operacional está sumamente disminuida por detenciones, fugas, asilos y refugios, y además, lo anunció el tirano con su pretensión de adelanto de elecciones y lo prescribe el mismo texto constitucional que tanto invocan. De igual forma, si se sigue esta inercia, ¿se nombrará a otro presidente encargado a inicios del año 2020? ¿La AN llegará en las condiciones actuales a esa fecha? Si se sigue la inercia en este camino, es factible creer que el objetivo, digamos trascendente, se focalizaba sólo en los bonos de PDVSA dada la oscuridad con que se manejó un asunto supuestamente grave para los intereses nacionales.
Con respecto al segundo aspecto, el escenario del conflicto está enmarcado en un teatro de operaciones que desde la perspectiva del foro de São Paulo abarca, en principio, Iberoamérica. Observar sólo lo que sucede en Venezuela en ese espacio operacional tan grande evidencia una pasmosa falta de visión estratégica solo comparable al paso en falso de la negociación en Noruega. A pesar del despliegue internacional realizado por el presidente encargado y la AN, su foco de atención fue Venezuela, pero asépticamente separada de todos los problemas que enfrentan los países de la región. Es como si Venezuela fuese el centro del mundo sin considerar que acciones específicas en apoyo al menos indirecto a los principales aliados (Colombia, EE.UU. y Brasil) podían repercutir en el debilitamiento del eje representado por el foro. ¿Cómo se puede ayudar al cese de la usurpación si las autoridades legales llamadas a realizarlo negocian con los usurpadores para lograr una cohabitación? Lo que se puede responder es que a medida que aumente la inestabilidad en Colombia en esa medida se estabiliza la tiranía en Venezuela. Estamos viviendo una guerra civil en la región y esta guerra se manifiesta en cada país de acuerdo con sus particularidades. En Colombia hay un lenguaje y la negociación tiene más de sesenta años con un costo en vidas para colombianos, venezolanos y otros vecinos de manera inmediata y mediata por los daños colaterales. En Venezuela la negociación realmente se ha observado en las acciones de fuerza que han acaecido desde el año 2002.
Así pues, el costo de la pérdida de credibilidad se ha traducido en libertad de maniobra para el eje Cuba-FARC-ELN-Tiranía en Venezuela dentro del marco del foro de São Paulo y ha generado las condiciones de posibilidad para que el presidente encargado asuma por fin sus funciones y ponga a un lado los pactos políticos debido a que los más necesitados en que se mantengan dichos pactos es la propia tiranía y ha significado el abandono de la sociedad venezolana a pesar de los apoyos que mantiene de la comunidad internacional. Esta pérdida de credibilidad se posibilitó por el tiempo que se le dio a la tiranía frente a un conflicto que observa como absoluto y existencial sin importar el sufrimiento de los venezolanos lanzando por la borda el apoyo inmediato con que contábamos.
La pérdida de vidas
La situación venezolana la padecemos todos los días. No hace falta presionar más en las heridas. Ya la vivimos todos los días y lo viviremos el tiempo por venir. Por ello afirme meses atrás que dada la parálisis estratégica en el manejo del conflicto como se estaba presentando (ya sabemos las causas) la ayuda humanitaria en Colombia y Brasil se iba a usar para los que abandonaran Venezuela[7]. Como van las cosas esta parece ser la tendencia. Las condiciones para que ello ocurra están dadas por el proceso de apaciguamiento que ha representado la negociación en Noruega en circunstancias similares a aquella que ocurrió en el año 1938 y significó el sacrificio de la población checoslovaca: se están sacrificando a los venezolanos. Ya hay señales al respecto en lo que respecta a las indicaciones dadas por la Organización de la Naciones Unidas con respecto al trato de refugiado que hay que dar a los venezolanos. El boomerang viene y va a afectar a toda la región[8]. Es urgente hacer correcciones debido a que el nombre del presidente encargado va a aparecer en los libros de historia no los nombres de la clase política mal reputada con la que pretende mantener acuerdos y cuotas políticas.
Corolario
La negociación en Noruega ha representado para la dirigencia venezolana que creíamos se oponía a la tiranía desperdicio de tiempo, pérdida de credibilidad y sacrificio de vidas. Para la sociedad venezolana ha significado pérdida de tiempo, adquisición de conciencia de la gravedad de la situación que enfrentamos y pérdida de vidas. Si bien es cierto que este es el cuadro de un desastre, en la historia hemos tenido ejemplos de desastres que han servido para producir un cambio de rumbo en la lucha contra la opresión, en nuestro caso contra un sistema perverso. Este es el momento de resolución, es momento para un enjambre constitutivo.



[1] Ver al respecto: “LOS BUFONES DE LA HISTORIA: SOCIALISMO Y COLABORACIONISMO, LA CRÓNICA DE UN RITORNELO” en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2017/11/los-bufones-de-la-historia-socialismo-y.html y “NEGOCIACIÓN: EL APAGA FUEGO DE LA REBELIÓN VENEZOLANA” en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2017/08/negociacion-el-apaga-fuego-de-la.html
[2] Ver al respecto: “LA DISOLUCIÓN DE LA FUERZA ARMADA VENEZOLANA Y EL PAPEL DE LA MILICIA EN LA DEFENSA DEL PROYECTO SÃOPAULISTA” https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2018/12/la-disolucion-de-la-fuerza-armada.html  y https://twitter.com/SebastianaSin/status/1131984032915435521
[3] Ver al respecto: “Disidentes de las Farc habrían atravesado camiones con explosivos en vía de Arauca” en https://www.pulzo.com/nacion/farc-atraviesa-camiones-parecer-con-explosivos-via-arauca-PP689285 , “Colombia: Arauca atemorizado por terrorismo de «disidencias» de las FARC” en https://es.panampost.com/felipe-fernandez/2019/05/28/disidencias-de-farc-aumentan-escalada-terrorista-en-colombia/ , “Bloqueo en la vía La Soberanía, municipio de Toledo en Norte de Santander” en http://noticias.canaltro.com/bloqueo-en-la-via-la-soberania-municipio-de-toledo-en-norte-de-santander/ , “Explosión en Cúcuta deja 12 personas heridas” en https://www.elcolombiano.com/colombia/explosion-en-cucuta-deja-varios-heridos-PB10883048
[4] Ver al respecto: “LA ESTRUCTURA DEL CONFLICTO: PUNTO UNO DE LA ESCALADA REGIONAL” en http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2018/09/la-estructura-del-conflicto-punto-uno.html
[5] Ver al respecto: “Participación de cuba Crisis en Venezuela: cómo Noruega se convirtió en un país clave en la resolución de conflictos” por A. Castedo en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-48388560 y “A espaldas de la ruta de Guaidó: meses de negociaciones y acuerdos con el chavismo por Avendaño” en https://es.panampost.com/orlando-avendano/2019/05/23/a-espaldas-de-la-ruta-de-guaido/
[6] Ver al respecto: “LA INTIFADA VENEZOLANA DEL 2014 A LA LUZ DEL CONCEPTO DE GUERRA EN LAS OBRAS DE HARDT Y NEGRI” en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2014/04/la-intifada-venezolana-la-luz-del.html y “23E: UN NUEVO REBAÑO PARA EL BENEFICIO DE UNA CLASE POLÍTICA DESGASTADA O UN ENJAMBRE DE ALCANCE CONSTITUTIVO” en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2019/01/23e-un-nuevo-rebano-para-el-beneficio.html
[7] Ver al respecto: “EL RIESGO DE UNA PARÁLISIS ESTRATÉGICA EN LA CRISIS VENEZOLANA Y EL PAPEL DE LA AYUDA HUMANITARIA” en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2019/02/el-riesgo-de-una-paralisis-estrategica.html
[8] Ver al respecto: “EL BOOMERANG DEL APACIGUAMIENTO” en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2019/04/el-boomerang-del-apaciguamiento.html