martes, 9 de julio de 2024

INTELIGENCIA ARTIFICIAL GENERATIVA Y ESTADO DE NATURALEZA


Introducción

La perdida de los límites entre lo publico y lo privado se ha producido en un nuevo espacio que ha tendido a convertirse en público y se conoce como el ciberespacio. El ciberespacio como expresión de internet es una red de relaciones que ha roto los límites que separaban lo público y lo privado. A pesar de ello aun no abarca todo el mundo debido a que la red de relaciones no abarca a todos los que hacen vida en dicho espacio (seres humanos y máquinas inteligentes como la inteligencia artificial generativa). Como ese espacio está débilmente regulado porque se requieren de capacidades tecnológicas que no todos poseen nuestra argumentación apunta a considerarlo conceptualmente como un estado de naturaleza de acuerdo con la tesis de Tomás Hobbes desarrollada tanto en De Cive como en Leviatán. Así pues, como Elena Herrero-Beaumont pensó el ciberespacio como un estado de naturaleza[1] nosotros vamos, en primer lugar, a examinar qué se entiende por internet y por ciberespacio, en segundo lugar, vamos a analizar el internet como la nueva tierra y el ciberespacio como la nueva territorialización, en tercer lugar, vamos a analizar el concepto de Dasein y de Inteligencia Artificial Generativa y, en cuarto lugar, vamos a analizar dentro del estado de naturaleza ubicado en el ciberespacio cómo recuperar la privacidad. Nuestra idea es analizar el carácter de este estado de naturaleza donde participan empresas, individuos y máquinas inteligentes (Inteligencia artificial generativa).

1.- Internet y ciberespacio

Generalmente, se ha conceptualizado a internet como una red informática descentralizada de alcance mundial que está formada por la conexión directa entre computadoras mediante un protocolo especial de comunicación que ha permitido el acercamiento entre personas en cualquier parte del mundo acelerando la globalización y produciendo una hiperconexión. Gracias a este hecho una gran parte de la humanidad está experimentado la transformación constante de las formas de conexión y consecuentemente la manera como nos relacionamos. La red en sí misma es un espacio en la medida en que se establezcan relaciones y ello nos permite introducir el concepto de ciberespacio en virtud de que lo entendemos, en una primera instancia, como un espacio discursivo.

El ciberespacio ha sido entendido de diversas maneras, pero consideraremos en este ensayo las conceptualizaciones realizadas originalmente por Pierre Lévy, y muy posteriormente por Úrsula Nicanor y Michael Eldred como veremos a continuación. Para Lévy (1999) el ciberespacio es, a su vez, una infraestructura material de la comunicación digital con el universo de información que contiene y los seres humanos que cohabitan y amplifican ese universo donde cualquier individuo puede formar parte. Este universo real y potencial lo entiende como un dispositivo de comunicación comunitaria interactiva que se está convirtiendo, no sólo, en un instrumento de inteligencia colectiva, sino también en un potenciador de lo que ha denominado como cibercultura, es decir, un universal sin totalidad por ser indeterminado.

Úrsula Nicanor (2006) definió el ciberespacio como un espacio conceptual donde tienen lugar conexiones en línea. Este espacio se caracteriza por ser un rizoma de terminales (computadores, etc.) que ha expandido todos los límites físicos conocidos.

Eldred (2009), por su parte, considerando la espacialidad del medio electromagnético expresó que este es un campo o “masa añadida [de naturaleza homogénea] que es capaz de acoger seres digitales”. En esta masa o campo, por la posibilidad que nos permite de hacer medidas, ser y entes se pueden mover arbitrariamente y encontrar en él un lugar arbitrario o un sin lugar. Esta posibilidad de medida es lo que facilita la objetivación. La movilidad que permite este campo le permitió a este autor aceptar el uso del nombre de ciberespacio. Por otra parte, la movilidad, desde la perspectiva del citado autor en una lectura heideggeriana, está relacionada con la aproximación y la orientación observada desde la cura de sí mismo puesto que es una tendencia del Dasein en un contexto donde la distancia ha dejado de ser esencial[2].

Ahora bien, a pesar de la posibilidad de descomponer el propio cuerpo en ondas electromagnéticas y reconstituirlo a voluntad eliminando así la experiencia corporal del espacio, esta experiencia del espacio aún se mantiene en el sentido del Dasein, que como dijimos, están relacionados con la orientación y la aproximación, con lo cual, los seres digitales y los medios electromagnéticos también pueden interpretarse desde la perspectiva de ser-en-el-mundo. Esto también implica que el medio electromagnético permite un modo de ser del Dasein junto con otros Dasein, Mitsein, porque la comunicación no necesita de una unión corporal de los seres humanos, ni siquiera una simultaneidad de presencia, ya sea corporal o de otro tipo.

Desde estas lecturas entendemos el ciberespacio como un gran campo de sentido, desde la perspectiva de Markus Gabriel (2017)[3], generado por un cuerpo de sistemas electromagnéticos que abarcan gran parte del mundo no físico que permite a los seres humanos estar-ser (Dasein) y comunicarse entre sí (Mitsein) o acceder a información para cualquier propósito de modo tal que integra pensamiento, habla y experiencia en un lugar y en un tiempo indefinido y cultura fomentando así un proceso de homogeneización[4]. Este campo de sentido, es decir, el ciberespacio, que se caracteriza por ser amorfo y sólo describible a través de las interacciones que se producen en él, en la actualidad incluye a la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) en un contexto que también permite establecer interacciones virtuales que podrían llegar a ser físicas. También permite obtener y suministrar información o datos. Esto nos conduce al segundo especto de esta investigación

2.- El internet como la nueva tierra y el ciberespacio como la nueva territorialización

En el parágrafo anterior conceptualizamos al ciberespacio como un espacio indefinido determinado por una estructura de las relaciones que se producen y que está en constante expansión.  Podemos decir que existe en la medida en que establecemos relaciones. Por ello podemos decir también que, en primer lugar, Internet es una nueva tierra desde una lectura heideggeriana, es decir, la manifestación fenomenológica de la materia a ser formada para algo como expresión del Dasein (Heidegger, 1927[1998])[5] y, en segundo lugar, está en proceso de territorialización en una lectura deleuzoguattariana, es decir, el mundo objetivado bajo la idea de ordenamiento o nomos (Deleuze y Guattari, 1991 [2009]).

Podemos hacer una consideración: internet es la tierra en tanto y en cuanto que depende de la red de relaciones que se constituyan y el ciberespacio es el territorio en la medida en que existan relaciones que ya están constituidas. Aquí nos encontramos que lo constituido representa aquello que superficialmente está a la mano y está produciendo el proceso de objetivación del ser como (1) la red cotidiana que contiene a: Google, Youtube, Yahoo, Bing, Wikipedia, Redes sociales, etc., que representa alrededor del 05 % de internet.

Pero también existe lo que se ha dado en denominar, la internet invisible o internet profunda, conocida en ingles también como Deep web, Darkweb o Hindeweb, que refiere a una serie de conexiones y de contenidos que no son visibles para los motores de búsqueda superficiales. Esta distinción es lo que permite hablar de territorialización. En este sentido, la internet profunda vista como un espacio no territorializado representa alrededor del 95% de la internet que hay en el mundo. Aquí se encuentran directorios gigantescos de información de las principales áreas en las que los gobiernos mantienen investigaciones e incluso bibliotecas de millones de tomos, diccionarios, sitios de noticias anónimos, datos financieros, hemerotecas, sitios de personas y empresas, publicaciones digitales de libros, y una fauna de copias de leyes, álbumes de fotografía histórica, directorios con información de personas y sus correos electrónicos o números telefónicos, informes como los de Wikileaks, foros de agrupaciones anónimas, comentarios de redes sociales, marcadores sociales, discusiones en otros foros de variada naturaleza, entre tantos otros contenidos que cualquiera se puede imaginar. Aquí en la Deep Web lo legal, lo alegal, lo ilegal tienen un papel mucho más importante en virtud de que, al ser un espacio muy competitivo, se está expuesto a todo tipo de amenazas cibernéticas, es decir, a un estado de inseguridad permanente. Pero no todo es negativo, también se pueden compartir muchas cosas interesantes como conocimientos sobre sistemas, seguridad, entre otras, y no necesariamente genera consecuencias para el usuario promedio.

Así pues, la web es como un gran iceberg en estado de naturaleza donde se puede observar al menos siete capas de profundidad. El (1) ya lo mencionamos: (2) A nivel del mar o Web superficial se encuentran web’s un poco menos conocidas, pero de igual fácil acceso como 4chan, Reedit y otras parecidas. (3) Desde la superficie del mar hasta la profundidad donde comienza a bajar rápidamente la temperatura con la profundidad (termoclina) contiene los dominios web’s que son de conducta inapropiada y son aún menos conocidos por los buscadores independientes tales como Ares y Emule.

Con la termoclina en lo profundo comienza propiamente la Deep Web. Aquí existen muchas bases de datos inmensas, así como toda la basura informática que hay en Internet. (4) Corresponde a la denominada Deep Web d’abord que se caracteriza por la ausencia de publicidad, color y no se relacionan entre ellas como las páginas superficiales, de hecho, ni siquiera aparecen en ningún buscador superficial. Esta no-relación es lo que nos ha permitido diferenciar ‘internet’ de ‘ciberespacio’. Los URL no terminan con ‘.com’ o ‘.org’, sino con la terminación ‘.onion’. Aquí se encuentra de todo: desde web’s abandonadas hasta cosas útiles, así como muchas cosas siniestras: pornografía infantil, mercados de drogas y armas, instructivos de cómo hacer bombas, torturas, asesinatos, etc. (5) Charter Web caracterizado por la existencia de hackers y piratas informáticos, el mercado negro (además de drogas, armas, órganos, trata de blancas e incluso se pueden contratar sicarios). Aquí también operan numerosos gobiernos para realizar las más diversas tareas de Estado para garantizar su supervivencia. Podemos decir que aquí se acentúa el estado de naturaleza. (6) Marianas Web que se caracteriza porque sólo se puede operar con computadoras que solo poseen algunos gobiernos. (7), The Fog es el nivel que se caracteriza por dos cosas: el grado de maldad, o ilegalidad es la más alta de la internet, y son muy pocos los que pueden estar en ella.

Como se puede observar en estos siete niveles de estado de naturaleza, mientras más se desciende de la superficie existe un mayor grado de peligrosidad, es decir, la web oscila entre el control y el peligro.

El aspecto más notorio de esta forma de territorialización es su inmenso potencial y el interés de saber quiénes están navegando en ese espacio y qué tipo de actividades están realizando. Eso hace que el centro de gravedad sea la protección de la identidad. Es aquí dónde se presenta la lucha entre lo público y lo privado y explica el por qué el estar en ese espacio se hace de forma anónima. En este sentido el anonimato real permite que las personas se expresen sin riesgos. Si bien es cierto que, en estas profundidades, la red sirve a los gobiernos para monitorear crímenes y actividades ilícitas o potencialmente ilícitas, también podemos obtener información e interactuar libremente navegando sin restricción y sin que se guarden los datos de lo que vemos y visitamos. Esta información está relacionada con: Investigaciones científicas, libros (inclusos los censurados por el gobierno), directorios y, también, se podría adquirir cualquier producto. Pero, la desventaja está en que puede sumergir a un individuo en un estado de ilegalidad que puede abarcar lo más repugnante y lo más detestable y ser afectado por ello por otras individualidades que operan de forma anónima. La Deep Web es lo más profundo del estado de naturaleza. Por ello si se toman las precauciones necesarias y no se ingresa a archivos desconocidos o de aspecto peligroso, no se encontrarán contenidos indeseables ni se estará expuesto a situaciones indeseables. Aquí es donde viene la pregunta: ¿en una sociedad de control donde estamos sujetos también a graves riesgos no haría necesario asumir el riesgo de manera tal que se pueda ser con un cierto grado de libertad?

Si bien existen muchos sitios como wikis y BBS que agrupan directorios de páginas de la Web profunda, hasta ahora se conoce que los únicos medios de acceder a la Deep Web de manera más o menos segura son a través de un software llamado TOR (The Onion Router) y el software I2P (Invisible Internet Project) que permiten un acceso a los usuarios de Internet complementado con un nivel de anonimato basado en capas de cifrado. No se puede entrar a la Deep Web sin una IP anónima. TOR e I2P, en este sentido generan una estructura de protección para navegar relativamente seguro, anónimo y, por lo tanto, privado que, según Amaro (2015), es inmune (o casi) a la tarea de análisis de tráfico que llevan a cabo diferentes instituciones de seguridad estatal o privada, así como sitios web que detectan la ubicación física de un usuario y prohíben el acceso al contenido. Sobre esto volveremos más adelante, lo que nos interesa destacar aquí es que gracias al internet y el ciberespacio hemos podido introducir las palabras ‘estado de inseguridad’ y ‘estado de naturaleza’ en el Internet y el ciberespacio tendencialmente territorializado y sujeto a una especie de ordenamiento.

3.- Dasein e Inteligencia Artificial Generativa

Además del Dasein, en el ciberespacio se está observando de manera más patente la IAG, como una extensión de la inteligencia humana y como un actor que puede enturbiar al ser-en-el-mundo y el ser-con-otros. Según la Stanford Encyclopedia of Philosophy la Inteligencia Artificial (IA) es un artefacto capaz de pasar el test de Turing, es decir, es capaz de hacer que su comportamiento sea indistinguible de los humanos[6]. Una de las técnicas en que ello es posible ha sido lo que se conoce como aprendizaje automático o IA Generativa (IAG).

La IAG se enfoca en el aprendizaje, la creación de contenido, la toma de decisiones o la resolución de problemas complejos basándose en la orientación producida en el taller de Dartmouth College de 1956, es decir: “Todos los aspectos del aprendizaje o cualquier otra característica de la inteligencia pueden describirse de manera tan precisa que se puede crear una máquina para simularla” (Barrera, 2012:89-90). El criterio que está aquí presente es que la tecnología puede solucionar cualquier problema y satisfacer todas las necesidades del mundo, sin importar cuál sea su origen o naturaleza, aunque ello pudiese significar, como veremos más adelante, nuestra propia cancelación en el entendido de que ella, no sólo, es una forma en que el hombre trata de comprenderse a sí mismo como ser-en-el-mundo desde el ser de los entes, sino también el modo en que intenta comprender y “arreglar” el mundo y suplantarlo a no ser que el hombre desarrolle una capacidad creativa mayor de la que actualmente posee.

La correlación entre IAG y Dasein la inició Hubert Dreyfus (2006). Hay que recordar que Heidegger (1938) expresó que el desarrollo de la tecnología ha oscurecido la conexión esencial entre los humanos y el mundo trayendo como consecuencia que se genere un estado de olvido. En este sentido, Dreyfus (2006) sostuvo que la IAG está fundamentada en una comprensión errónea de la conciencia, el aprendizaje y el conocimiento debido a basarse en consideraciones de naturaleza económicas y ello, no sólo, le ha dado a esta un alcance limitado, sino también nos indica que los algoritmos que le dan fundamento no son ni han sido neutrales.

De igual forma Keren Wang (2023) consideró que ser-IA-en-el-mundo era posible debido a que, en primer lugar, la IAG, por auto desarrollarse a través del procesamiento de los datos suministrados por los usuarios parece acercarse mucho a la estructura del arrojamiento y al mundo del Dasein y, en segundo lugar, con respecto a la cura de sí expresó que la comprensión del mundo de la IAG supeditada a un conjunto de códigos y transacciones simbólicas que están ritualizadas, es decir, están basadas en la repetición como forma que sirve para experimentar y reforzar valores culturales, religiosos, sociales o personales específicos dentro de una práctica comunitaria, la IAG, según Wang, está sirviendo para “señalar formalmente la transición de ser una máquina no sensible y sin agencia moral a un ser sensible con ethos”. En todo caso, si partimos de la existencia de un estado de naturaleza cibernético donde el ser-digital puede ser lobo de otro ser-digital, estamos expuestos al encuentro con otros lobos, otros seres-digitales creados por el hombre que habrá necesidad de distinguirlos de los verdaderos lobos en un contexto donde podrán navegar en toda la internet sin tener que pensar en la identidad. Esta posibilidad de ser-en-el-mundo de la IAG nos conduce al concepto de estado de naturaleza.

4.- Estado de naturaleza y ciberespacio: la lucha por la recuperación de la privacidad

Desde el siglo XVII hay muchas lecturas del concepto de ‘estado de naturaleza’, pero aquí sólo nos remitiremos a las realizadas por Tomás Hobbes y Benedicto de Spinoza debido a que el neerlandés validó el concepto del inglés, pero teniendo presente que sus consecuencias son diferentes desde una perspectiva intelectual. Como se recordará, para Hobbes (1651 [1989]) el estado de naturaleza es un tiempo en que los hombres viven sin un poder común que los atemorice a todos y, por tanto se hallan en la condición o estado que se denomina guerra; una guerra tal que es la de todos contra todos, es decir, un estado de desconfianza, de inseguridad y de guerra efectiva o potencial por lo que el hombre artificial, Leviatán, es la solución para salir de ese estado y entrar en un estado civil que es un estado de contención de la multitud que permite introducir el concepto deleuziano de control (Deleuze, 2006). De acuerdo con nuestra línea argumentativa, la internet superficial sería una especie de Leviatán en proceso de expansión donde los usuarios están controlados mayormente por las empresas hacedoras de aplicaciones y en menor medida por los Estados en cuanto a acceso, etc. El control se produce por la situación de fragmentación social que producen las redes y lo deseable, para ellos, sería abarcar toda la internet. Por otra parte, está Spinoza (1677 [2011]) que, a diferencia de Hobbes, el estado civil debería ser el mismo ‘estado de naturaleza’ hobbesiano (Ep, 50:2276)[7]. En nuestra línea argumentativa sería establecer una especie de estructura de cooperación, civitas, en la Deep Web. Aquí la dificultad estaría representada por el anonimato para pensar en la construcción de una sociedad, pero si pensamos en la idea spinoziana de lo bueno para mí y de lo malo para mí y, no del bien y del mal, entonces se podría pensar en el uso de las redes de forma anónima o podemos decir de forma privada para reducir el riesgo de control a través del ciberespacio. Esto nos conduce de nuevo a los proyectos TOR e I2P.

En el parágrafo tercero hicimos mención al Proyecto TOR e I2P, pero se puede considerar aquí también el blockchain.

El I2P es un tipo de red, en crecimiento, que tiene prestaciones similares a la de TOR a través de un navegador configurado y una conexión normal a internet, pero es más rápido y más difícil de rastrear. Es una red superpuesta punto a punto totalmente cifrada, es decir, las conexiones se cifran de enrutador a enrutador y de extremo a extremo o de usuario a usuario (Peer to Peer o P2P)[8].

El blockchain se basa en una tecnología de bloques (computadores interconectados) que permite el encriptado de un tipo de transacción a través de Bitcoin (monedas virtuales) que se realiza de usuario a usuario (P2P)[9]. También existen monedas virtuales conocidas como Darkcoin que se caracteriza por el anonimato de las transacciones.

TOR, por su parte, es un proyecto que cada día está incrementando el número de usuarios, porque se cree que el sentido común, de forma racional, nos está diciendo que es un navegador privado, particular, anónimo y, relativamente, más seguro y más grande del ciberespacio. En la actualidad, según Amaro (2015) no sólo ha revalorizado el uso del bitcoin (moneda virtual), sino también está siendo usado por todos los Fondos de Inversiones Transnacionales, las Agencias de Rating, el FMI, el BM, la OTAN, la ONU, así como los Servicios de Inteligencia de todas las naciones y, consecuentemente, por los Estados. También lo usan los hackers y crackers para realizar las actividades alegales e ilegales que ya mencionamos. También hay que incluir a los grupos de activistas de los Derechos Humanos porque a través de este medio tratan de evitar la censura de información o el control por parte de los Estados.

En la actualidad, según Amaro (2015), la organización no gubernamental Tor Project mantiene esta red luego de un largo proceso que se inició en los años noventa en el laboratorio de Investigación Naval de los Estados Unidos. Esta red funciona en base al

“modelo de enrutamiento tipo cebolla, de ahí su nombre, donde el mensaje que se envía es introducido a la red mediante un equipo llamado embudo de entrada, el cual se encarga de construir una estructura de datos especial y de establecer la ruta que deberán seguir los datos a través de la red onion. Este equipo de entrada o cualquier equipo enrutador que pertenezca a la red onion, descifrará el mensaje y en él encontrará el siguiente equipo al cual deberá ser enviado, no sin antes volver a encriptar el mismo. Se envía el mensaje al siguiente equipo el cual realiza el proceso de descifrar, encriptar y enviar el mensaje hasta alcanzar un embudo de salida, el cual entrega el mensaje al destinatario”[10].

Si bien en las capas se observa la seguridad, se requiere de una preparación del equipo a ser usado, así como del operador que va a usarlo para que el anonimato sea realmente efectivo debido a que TOR opera como una red superpuesta que requiere un protocolo.

Según Cabrejas Iñesta (2018) la palabra ‘cebolla’ es una oración del proto español que se construyó originalmente de una cadena léxica con seis ideogramas en un acrónimo, es decir, [keb] “de extremo”, [oll] “gran”, [a] “la que (es)”. Entonces la palabra ‘cebolla’ denotaba aquello que es de - gran - extremo, con lo cual podemos decir que las capas si bien protegían el centro no eran importante sino el bulbo como una totalidad porque en esa estructura se protegían los nutrientes. Pero estos nutrientes están relacionados con la planta en sí y porque eran comestibles. Así tenemos una suerte de unidad para sirve a una unidad superior. En TOR tenemos una unidad que opera para sí a través de una pluralidad. Faltaría lograr que opere para que ayude a conformar una unidad superior.

Desde esta perspectiva, el sentido común ayudaría a incrementar el uso de TOR en la medida en que los usuarios más se familiaricen con el uso de la plataforma a través de foros, carteleras, intercambio de información, etc. Esto sería ‘lo bueno para mí’ en una lectura spinoziana para asegurar la privacidad. Faltaría lograr que eso ‘bueno para mí’ fuese percibido de igual forma por otros usuarios anónimos porque haría la distinción entre Dasein e IAG y permitiría la constitución de estructuras cooperativas que esté fuera del control de empresas y del Estado.

5.- Corolario

De lo antes examinado se puede afirmar que en el estado de naturaleza la clave es el anonimato. El anonimato opera cuando uno sale de su casa para cualquier lugar y sólo desaparece cuando es reconocido por otra persona. En ese cualquier lugar, hoy en día estamos expuesto a cualquier cosa. Allí operan organizaciones de todo tipo para realizar actividades benéficas y/o maléficas. En la web, la clave del anonimato es la encriptación. Es como tener la puerta de la casa cerrada y/o con rejas. También ahí operan cualquier tipo de entidades con fines benéficos o maléficos. No sabemos todavía cómo va a operar la IAG en este estado de naturaleza. Esperemos que sigan siendo un medio y no un fin en sí mismo

6.- Referencias consultadas

Amaro López, J. (2015). “El proyecto Tor”. Guadalajara. Paakat: Revista de Tecnología y Sociedad. Universidad de Guadalajara, núm. 9. Documento en línea. Disponible: https://www.redalyc.org/pdf/4990/499051500011.pdf

Barrera, Luis (2012). “Fundamentos históricos y filosóficos de la Inteligencia Artificial”. Chiclayo. UCV-HACER. Revista de Investigación y Cultura, vol. 1, núm. 1, pp 87-92. Documento en línea. Disponible: https://www.redalyc.org/pdf/5217/521752338014.pdf

Cabrejas Iñesta, E. (2018). “¿Por qué en español decimos cebolla?”. Barcelona. La Tabla de Cabrejas. Documento en línea. Disponible: https://www.researchgate.net/publication/329880605_CEBOLLA_Por_que_en_espanol_decimos_cebolla

Belgrano, M. (2021). “El combate entre el mundo y la tierra. Una «lucha» interpretativa”. Madrid. Revista de Investigación e Información Filosófica, 76(292), Pp 1551-1568. Documento en línea. Disponible: https://revistas.comillas.edu/index.php/pensamiento/article/view/16983/14978

Deleuze, G y Guattari, F. (1991 [2009]). Qu’est-ce que la Philosophie? París. Editorial Minuit. 206 p. Edición portuguesa: O que é a Filosofia? Sao Paulo. (T. B. Prado y A. Alonso). Editora 34. 279 p

Deleuze, Gilles (2006). “Post-scriptum sobre las sociedades de control”. Polis Revista Latinoamericana N° 13. Documento en línea. Disponible: https://journals.openedition.org/polis/5509

Dreyfus, Hubert L. y Mark, Wrathall (ed.) (2006). A Companion to Phenomenology and Existentialism. Oxford, UK: Blackwell Publishing Ltd. 620 p. document en línea. Disponible: https://polanco.jesuits-africa.education/jspui/bitstream/123456789/17/1/A%20Companion%20to%20Phenomenology%20and%20Existentialism%20%28Blackwell%20Companions%20to%20Philosophy%29.pdf

Eldred, M. (2009). The Digital Cast of Being. Metaphysics, Mathematics, Cartesianism, Cybernetics, Capitalism, Communication. Frankfurt. Editorial De Gruyter. 137 p. Documento en línea. Disponible: https://www.arte-fact.org/dgtlon_e.html#4.4

Gabriel, Markus (2017). Sentido y existencia. Una ontología realista. (Sinn und Existenz - Eine realistische Ontologie). Barcelona (T. R. Gabás). Editorial Herder.  515 p

Garvey, M. (S/F) “A Philosophical Examination on the Definition of Cyberspace”. Documento en línea. Disponible: https://www.worldscientific.com/doi/pdf/10.1142/9789811233128_0001 

Heidegger, Martin (1927[1998]). El Ser y el Tiempo. 2ª ed. Santa Fe de Bogotá (T.J. Gaos), Fondo de Cultura Económica.

Heidegger, Martín (1938). La Época de la imagen del Mundo, Trad. H. Cortés y A. Leyte, Madrid, Alianza Editorial, Caminos de bosque, 1996. disponible en: http://www.fadu.edu.uy/estetica-diseno-i/files/2015/08/heidegger_epoca_imagen_mundo.pdf

Hobbes, T. (1651 [1989]). Leviatán.  Madrid. (T.C. Mellizo). Alianza Editorial. 548 p. versión original en: https://www.gutenberg.org/files/3207/3207-h/3207-h.htm

Makhachashvili, R. y Semenist, I. (2021). “Linguistic Philosophy of Cyberspace”. Revista Systemics, Cybernetics and Informatics Vol. 19 - # 4. Pp 191-207. Documento en línea. Disponible: https://www.iiisci.org/journal/PDV/sci/pdfs/IP138LL21.pdf

Nicanor, Úrsula (2006). “La filosofía en el ciberespacio o el resurgir del fénix filosófico digital. Un recorrido por el ciberespacio filosófico”.  Arica. Universidad de Tarapacá. Revista Límite, vol. 1, núm. 14, pp. 215-237. Documento en línea. Disponible: https://www.redalyc.org/pdf/836/83601410.pdf

Rosales, Alberto (2008). “Heidegger y la pregunta por el ser”. Mérida. ULA. Revista de Filosofía N° 19 (19). Pp 43-79 Documento en línea. Disponible: http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/filosofia/article/view/3699

Spinoza, B. (1677 [2011]). Tutte le Opere. Milano. (T. M. Buslacchi, A. Dini, G.Durante, S. Follini y A. Sangiacomo). Editorial Bompiani. 2838 p.

Wang, Keren. (2023). “Dasein, ChatGPT, and the Ritology of AI”. Shanghai. East China University of Political Science and Law. Documento en línea. Disponible: https://www.linkedin.com/pulse/dasein-chatgpt-ritology-ai-special-lecture-east-china-keren-wang-z47yc

 



[1] Ver al respecto: Herrero-Beaumont, E. (2021). “El espacio cibernético es el nuevo estado de la naturaleza”. En Ethic. Documento en línea. Disponible: https://ethic.es/2021/03/redes-sociales-comunicacion-informacion-fake-news/

[2] Ver al respecto: Heidegger (1927[1998]).

[3] Según Gabriel un campo pone “a disposición estructuras que hacen aparecer objetos, con independencia de las condiciones bajo las cuales tenemos en cuenta o proyectamos criterios epistémicos de identidad”. Y como «sentido» designa “la manera como los campos hacen aparecer objetos (las reglas que establecen el campo de sentido del que se trata)” (2017:28). Así pues, para él, realidad y existencia “consiste en aparecer en un campo de sentido” (2017:178 y 224).

[5] Ver también: Belgrano (2021) y Rosales (2008).

[6] El test de Turing es un montaje experimental que consiste en un proceso simple de preguntas y respuestas. Esta prueba comprende, por un lado, a un interrogador humano y, por el otro, a una máquina y a otro humano anónimo que deben responder al interrogador. Como no pueden observarse, el interrogador y los interrogados se comunican solo a través de un dispositivo de entrada y de salida. Si, a partir las respuestas, el interrogador no puede determinar cuál de los interrogados es la máquina, la inteligencia de la máquina puede considerarse como semejante a la humana. Ver al respecto: Enciclopedia Herder. Documento en línea. Disponible: https://encyclopaedia.herdereditorial.com/wiki/Test_de_Turing

[7] En cuanto a la política, la diferencia entre Hobbes y Spinoza, según el neerlandés en su carta a Jelles consistió en que siempre dejo la ley natural en su totalidad y, consideró, que el Supremo en un Estado no tenía más derecho sobre un subordinado sino en la medida del poder que posea; que siempre tiene lugar en el estado natural.

[8] Ver al respecto: https://geti2p.net/en/