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sábado, 20 de junio de 2020

EL HUNDIMIENTO DE LA MUD-FA Y EL NUEVO ESCENARIO DE CONFLICTO POSTELECTORAL


Mientras contemplamos en estos próximos meses el hundimiento de la mud-fa y con ella de toda una clase política histórica que nació degenerada cuando decidieron en octubre del año 1945 interrumpir un proceso histórico se plantea la necesidad de pensar cómo se va a reordenar el escenario político una vez que la verdadera oposición a la tiranía, es decir, el venezolano común tenga que encarar junto con la única estructura política que va a permanecer en pie, es decir, la representada por María Corina Machado (MCM) la nueva situación histórica una vez que hagan efectivo los tiranos la toma formal de la asamblea nacional.

Esta necesidad se plantea en una situación de conflicto en un horizonte temporal de seis meses donde los acontecimientos previstos son: las elecciones presidenciales en EE.UU. y las elecciones parlamentarias en Venezuela. La particularidad en que nos encontraremos es que a medida en que transcurra el tiempo se va a reducir la capacidad de maniobra del presidente estadounidense y va a aumentar la de la tiranía en Venezuela a no ser que acaezca un cambio de circunstancias súbito y repentino provocado en Venezuela por las limitaciones para encarar la pandemia (y en general la situación sanitaria)[1] y en EE.UU. en vista de la ofensiva globalista que está enfrentando y la posibilidad de que se debiliten sus capacidades de respuesta en un contexto multidimensional.

Esto nos lleva a analizar tres aspectos que nos van a ayudar a otear la situación venezolana más allá del horizonte temporal antes indicado: en primer lugar, para responder qué va a suceder con los pecios del naufragio de la clase política histórica, en segundo lugar, estimar cuáles van a ser las probables líneas de acción de la tiranía y en tercer lugar, reflexionar acerca de qué opciones estratégicas se le presentan a la verdadera oposición.

Los pecios de la mud-fa

La carencia de una estrategia y la falta de voluntad de realizarla para acabar con la situación iniciada en el año 2017 mostrada por la mud-fa están dando sus resultados[2]. No sólo las burlescas puestas en escena del 23FEB, 30ABR o silvercorp, que significaron el inútil y criminal sacrificio de vidas, o las acciones realizadas por la tiranía de desmantelamiento de los degenerados partidos, sino las recientes declaraciones hechas por John Bolton[3] evidencian que la clase política representada por esos partidos formaban parte del entramado de relaciones que le ha dado sustento al régimen por dos décadas[4]. Qué va a suceder con los restos de la mud-fa. Por supuesto van a pretender reagruparse, pero el hecho de que sean partidos minúsculos hace que sea muy difícil la efectividad de su reagrupamiento incluso si se agrega a la metabolización provocada por la tiranía. Esta metabolización va a acentuarse frente al escenario electoral que se avecina. Creo que los pecios de la clase política van a tender a cuatro acciones:

§  Concentrarse para mantenerse como ‘únicos’ representantes políticos de la oposición frente a la comunidad internacional contando con el despliegue internacional que puedan mantener después de enero de 2021. Para ello dicho pecio deberá, por una parte, desconocer las elecciones venideras y asumir una ambigüedad similar a las realizadas en las elecciones para alcaldías y, por la otra, procurar recursos que para ellos van a ser más escasos debido a que las fuentes internacionales necesitarán una estructura de legitimidad para sufragarlos y las fuentes internas provenientes de alguna u otra manera de la tiranía disminuirán debido a las sanciones internacionales. Todo va a depender del desenlace político estadounidense.

§  Integrarse a los partidos que colaboran y cohabitan con la tiranía. Esto en cierta forma ya ha estado ocurriendo gracias a la maquinaria de corrupción política que la tiranía heredó y perfeccionó de la clase política que está desapareciendo.

§  Integrarse a la verdadera oposición, es decir, la representada por el venezolano común y la que integra y conduce MCM. De esto hablaremos en el tercer apartado, sólo aquí indicaremos que en esta fragmentación se infiltrarán caballos de Troya que actuarán como durmientes en futuros eventos críticos para obstaculizar, delatar o redireccionar acciones políticas.

§  Pasaran a la reserva en espera del surgimiento de nuevas oportunidades usando al efecto otras banderas políticas.

Lo importante de este naufragio entonces va a ser la depuración que la verdadera oposición está experimentando y debe completar frente a los difíciles escenarios que deberemos enfrentar en el futuro cercano.

Las líneas de acción de la tiranía

A pesar de la creciente presión que padece la tiranía, esta ha tenido la suficiente capacidad de maniobra para prescindir de sus colaboradores una vez que ya abrieron el camino para asumir el control absoluto de la asamblea nacional e implantar consecuentemente el estado-comunal. Esta fase del conflicto va a tener implicaciones políticas, económicas, sociales y militares en lo concerniente al avance del proyecto político totalitario y, a su vez, va a tener unos óbices que reducirán su capacidad para alcanzar efectivamente estos objetivos y pueden provocar su colapso.

Las implicaciones políticas están relacionadas, en el plano interno, con el nuevo orden a instaurarse luego de que se produzca la fusión de la constituyente comunal con la nueva asamblea. La naturaleza del nuevo orden comunal es desconocida, a ciencia cierta, a no ser por la implantación de un conjunto de leyes ilegalmente aprobadas que marcan una tendencia, la implantación de dispositivos de control biopolítico y de un régimen policial totalitario dentro de un contexto de estado de naturaleza en el sentido hobbesiano y, finalmente, del proyecto de la nueva organización territorial que ya había sido planteado en la reforma constitucional del año 2007. Este proyecto de cambio de la organización territorial implica pasar de un nomos lineal es decir, donde el concepto de propiedad territorial estaba dado por el marcaje de la propiedad en sí misma a otro nomos espacial basado en la capacidad productiva. Sólo hay que imaginarse los espacios vacíos que en el país se van a producir con esta organización indiferentemente de los conceptos de propiedad que se manejen. Dentro de estos espacios vacíos estará amenazado el sur del país y la fachada Atlántica. En el plano externo tiene que ver con la relación de Venezuela con EE.UU y Occidente y sus problemas territoriales con los vecinos.

Con respecto a la relación de nuestro país con Occidente en general se puede afirmar que esta estuvo condicionada por la guerra civil global en que estamos inmersos[5]. Esta guerra que devastó socialmente al país en el futuro próximo va a cambiar nuevamente su naturaleza en el sentido que seremos también testigos y sufrientes del empleo de armas sofisticadas que serán empleadas para cauterizar la metástasis que consume a lo que queda de país.

En cuanto a los problemas territoriales que tiene el país, además de los problemas derivados de la presencia de grupos guerrilleros colombianos y de fuerzas militares y de inteligencia cubana tenemos los problemas limítrofes pendientes dentro de un contexto signado por el cambio de la concepción territorial del Estado. Aquí se destaca el caso del territorio Esequibo desde el mismo momento que estamos presenciando la inminencia de la aceptación de competencias y de un juicio en la Corte Internacional de Justicia de la Haya por la irresponsabilidad de los administradores y conductores de la política exterior venezolana desde el año 2004[6]. Esta es la espada de Damocles de la tiranía desde el mismo momento que su principal aliado, Cuba, históricamente ha apoyado a Guyana. La tiranía en este sentido se encuentra sola y paralizada estratégicamente y los estertores de la asamblea nacional en medio de su hundimiento se han dispuesto a lanzarle un salvavidas para diluir responsabilidades a pesar de que lo que acontece en la Haya sigue su curso inexorable. No se le está diciendo la verdad al país. Es muy difícil aferrarse al Acuerdo de Ginebra del año 1966 y negar la asistencia a la Corte internacional con un saco de palabras e interpretaciones de última hora cuando uno de los mecanismos aceptados de solución de ese mismo acuerdo lo contempla. Hubo una solución de fuerza que se pudo desarrollar para evitar este desenlace, es decir, desarrollar capacidades militares para mantener una posición política de esa naturaleza y, al menos, desde el 2004, no se hizo, se cambió la estructura de la FFAA al de una fuerza armada revolucionaria y partidizada. En consecuencia, la falla en la ruptura de la política exterior histórica venezolana implica responsabilidades. Los responsables deben rendir cuentas.

Desde la perspectiva económica, la posibilidad de que la tiranía tome la asamblea nacional y produzca la consiguiente simbiosis con la asamblea constituyente comunal va a permitir que se retomen los acuerdos con China, Rusia, Irán, etc., lo que en la práctica supondrá una mejora de su situación desde el mismo momento que seremos testigo de la implantación del modelo ‘chino’ en el país. Las consecuencias de esta instauración apuntarán a dos vías: el modelo de desarrollo histórico del país se mantendrá y ello supone que los beneficiarios históricos de la renta se reacomodarán y desde la perspectiva internacional se neutralizarán las sanciones. Una vez que se plantee esta situación se va a producir el cambio gatopardiano indicado en el escenario ‘F’[7] y comenzará el nuevo ciclo histórico del país[8].

Finalmente la tiranía va a tener que reestructurar su fanb por las siguientes causas; las dudas generadas el 30ABR, las tensiones existentes entre los diversos grupos de presión interna, el desgaste sufrido y la necesidad de aumentar su eficacia dentro de un contexto de carencia de todo orden. Todo ello para poder defender su nuevo nomos comunal y los espacios vacíos que la nueva concepción va a dejar con unos problemas limítrofes graves y ya indicados.

Los óbices que se le presentaran a la tiranía como ya indiqué estarán relacionados, en primer lugar, con la mutación de la naturaleza de la guerra y de un aumento de la escalada de conflicto en un escenario de más sanciones, en segundo lugar, el problema de la Guayana Esequiba y, en tercer lugar, el tiempo político. Sobre este aspecto es que me detendré una vez que ya hemos hecho mención a los dos primeros. A pesar de la mejora de la posición estratégica de la tiranía, siempre y cuando no ocurra un cambio súbito de circunstancias, el grado de deterioro de sus capacidades va a ser de tal magnitud y la falta de recursos va a ser tan grande que le va a ser muy difícil asumir una posición coherente y consistente frente a los problemas internacionales y la situación social del país. En el plano internacional, la ambigüedad, la disposición de los colaboradores y cohabitadores y el fomento del resentimiento histórico es el único medio que disponen para aguantar los golpes que van a representar las omisiones y complicidades relacionadas con el tema Esequibo y otros abandonos relativos a la política internacional, así como el oscurecimiento del entramado de corrupción internacional que ampara el foro de São Paulo y la Internacional Socialista dentro del marco de la guerra civil global. Ambigüedad y oscurecimiento son las herramientas básicas de la guerra más allá de las reglas[9], pero estas no son suficientes cuando el objetivo político es única y exclusivamente mantenerse en el poder debido a que el poder como fin en sí mismo es autodestructivo. Esto nos lleva a considerar las opciones de la verdadera oposición.

Las opciones de la verdadera oposición

La oposición en la actualidad está conformada, como dije, por los tejidos sociales rotos pero existentes y aun combativos de la sociedad venezolana y la estructura política representada por el movimiento de MCM quien ha indicado el alcance de la guerra en que estamos inmersos[10]. Esto nos lleva a considerar una orientación estratégica frente a los pecios de la mud-fa y la tiranía tanto en el plano nacional e internacional. Los objetivos estratégicos más importantes de la oposición son: asumir su propia representación asegurando al efecto la capacidad de rendición de cuentas y erosionar la capacidad de maniobra de la tiranía[11]. Para ello se debe solicitar a los aliados internacionales que rompan las redes de corrupción que unen a la tiranía con los pecios y aplicar un severo filtro para evitar la penetración de caballos de Troya. Esto va a facilitar el reposicionamiento estratégico general. Con respecto a la tiranía se tiene lo siguiente:

En lo político la oposición debe hacer resistencia frente al nuevo orden comunal que se va a implantar en el plano interno. Aquí estamos asumiendo que la abstención frente al escenario electoral va a ser activa en la medida en que las acciones que se ejecuten no representen un riesgo personal o familiar para nadie. Por supuesto que estas acciones van a estar limitadas por los dispositivos de control biopolítico y al régimen policial. Sobre qué tipo de acciones se podría realizar se recomienda analizar “Auctoritas Situacional”[12] y organizar redes de resistencia a partir de la estructura de seguridad que han desarrollado los ciudadanos[13]. Qué oportunidades se van a presentar, bueno la implantación del estado comunal que, como dijimos, representará el cambio de nomos lineal a espacial en la geografía del país va a abrir un abanico de posibilidades debido a que en el país aparecerán espacios vacíos que, como dijimos también, están relacionados con el sur del país y el territorio que proyecta la fachada Atlántica. Estos nos lleva al escenario externo desde dos ángulos de acción: la guerra global y la amenaza territorial.

Con respecto a la guerra civil global, Venezuela ha perdido otra batalla, pero no ha perdido la guerra, mientras haya voluntad de lucha hay guerra. Todavía hacemos resistencia creando con ello las condiciones de posibilidad de realizar acciones decisivas en el momento oportuno en el futuro cercano, dadas las mutaciones que está sufriendo la guerra que estamos librando. Ello significa que habrá que prepararse y hacer frente al incremento de los dispositivos de control, la represión y el forzamiento a ejecutar de actividades de cualquier naturaleza en contra de nuestra voluntad. Retrasar, impedir, obligar a cambiar de planes y gastar más recursos son puntos a favor en esta guerra que estamos librando. Esas son expresiones de la resistencia y del enjambre.

Con respecto a los problemas territoriales estamos repitiendo el mismo escenario interno del Laudo Arbitral de París, pero hoy en día condicionado con el Acuerdo de Ginebra del año 1966 y la serie de errores políticos que se iniciaron a partir del año 2004. Esto nos plantea una pregunta: ¿No vamos a exigir cuentas a nadie? Creo que no es un asunto de convocar la unidad nacional a un país que está ocupado por fuerzas extranjeras que apoyan a Guyana, ni de tratar de defender una posición histórica cuando la tiranía la lanzó por la borda. Por ello considero que es un error defender una posición política indefendible desde el punto de vista internacional. Esa posición debe ser defendida por aquellos que llevaron al país a esa situación para que asuman su responsabilidad. Creo también que asumir una posición indefendible es sospechosa desde el mismo momento que constituye una negación de la realidad y levanta también sospecha sobre las capacidades e intenciones de quienes las invocan si se tiene presente que en el trasfondo de la negociación se encuentran empresas trasnacionales que han puesto sobre la mesa de negociación la gestión de las denominadas Zonas de Desarrollo Conjunto[14]. Teniendo esto presente, la verdadera oposición tiene que exigir responsabilidades penales y prepararse para defender los intereses de Venezuela en la Corte Internacional de Justicia siguiendo el espíritu del Acuerdo de Ginebra sin comprometer los otros diferendos limítrofes porque no hay capacidad militar para sostener una posición política en ese escenario como la que se está tratando de seguir. Exigir responsabilidades penales va a presentar una oportunidad de cambio político, va a servir para pasar la página y evitar resentimiento histórico y va a crear las condiciones de posibilidad para defender el país desde posiciones jurídico-políticas mejor preparadas. En este momento crucial, después de 16 años no se puede permitir, insisto, que se diluyan las responsabilidades para que las generaciones futuras vivan de la frustración por las omisiones actuales. Es más, con este cambio de orientación estratégica se va a poder desmontar la trama de relaciones económicas (tanto dentro de la tiranía como de sectores afines colaboracionistas y cohabitadores) que han mantenido la parálisis estratégica y esas negociaciones en una situación desfavorable. Esto nos lleva al plano económico.

En lo económico ya indiqué que la toma de la asamblea nacional por parte de la tiranía va a representar un aumento de su capacidad de maniobra internacional en relación con China, Rusia y otros aliados y ello va a atraer a parte de los pecios de la mud-fa. Esta libertad de maniobra de la tiranía va a ser limitada debido a que esos países van a recuperar sus inversiones de múltiples y variadas maneras y van a invertir en aquello que le reporte beneficios inmediatos. La causa de la limitación obedecerá a la necesidad de implantar el estado comunal, someter a la población para evitar cualquier situación impredecible y reorganizar la fanb. Por ello la principal tarea de la verdadera oposición va a apuntar, por una parte, a preservar los bienes venezolanos colocándolos bajo custodio de los países aliados y los organismos internacionales confiables y recuperar bienes y activos que se encuentran ocultos en el exterior, para evitar que, en caso de producirse un cambio gatopardiano, continúe el saqueo al país y, por la otra, obstaculizar que pueda proveerse de recursos para alcanzar sus tres objetivos políticos. Esto nos lleva al tema militar.

Ya en otras oportunidades he tratado de la errónea política militar que ha vivido el país desde que el general Eleazar López Contreras planteó la necesidad de modernización de la FFAA. La función de las FFAA venezolanas desde el año 1914 ha sido sostener mediante la fuerza el orden político y de forma subsidiaria defender al país frente amenazas extranjeras. Por ello he afirmado de manera categórica que la clase política venezolana ha sido pretoriana y ha construido una FFAA para satisfacer sus necesidades. Por ello, el manejo de los asuntos militares por parte de la mud-fa fue paupérrimo, en ningún momento se planteó la posibilidad de exigir la defensa frente la injerencia extranjera a pesar del daño que estaban realizando, sólo se limitaron a exigirle que se convirtieran en pretores en las mismas condiciones. De ahí que es fundamental preguntarse qué es ser-militar y avocarse a construir el perfil del mismo para aprovechar el potencial, de la mejor manera posible, de militares que por alguna u otra razón se encuentran detenidos, impedidos de actuar o que se encuentran fuera del país. La construcción de las fuerzas armadas y los órganos de seguridad republicanas constituyen junto con las otras que hemos indicado una de las prioridades más acuciantes en esta nueva fase del conflicto.

Corolario

Las opciones planteadas para ser consideradas por la verdadera oposición tienen el propósito de llamar a la reflexión y la acción frente al escenario que se avecina. Es una invitación para preguntarse acerca de la realidad que se está viviendo y crear las condiciones de posibilidad de construir nuestra propia realidad. El escenario que se avecina a pesar de lo adverso que se presenta contiene un conjunto de elementos que pueden ser vistos como oportunidades a ser explotadas si se supera el paradigma en el cual han tratado de mantenernos. De este paradigma sólo hemos mostrado unas aristas: el político partidista, el territorial y el militar. Superar estos paradigmas significa dar respuesta a preguntas como ¿cómo debe ser la política en Venezuela y que es un ser-político?, ¿cómo superar las heridas históricas que han afectado nuestro gentilicio así como hicieron alemanes y japoneses? Y ¿qué es ser-militar? Las respuestas a estas preguntas, que supondrán actuar de manera consecuente, van a abrir un abanico de opciones político-estratégicas en este escenario de conflicto que va a ser de tiempo indefinido



[1] Ver al respecto: LA CRISIS POLÍTICA VENEZOLANA Y EL ESTADO DE ALARMA POR LA PANDEMIA (ESCENARIOS POSIBLES) en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2020/03/la-crisis-politica-venezolana-y-el.html

[2] Ver al respecto: 23E: UN NUEVO REBAÑO PARA EL BENEFICIO DE UNA CLASE POLÍTICA DESGASTADA O UN ENJAMBRE DE ALCANCE CONSTITUTIVO en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2019/01/23e-un-nuevo-rebano-para-el-beneficio.html  y EL RIESGO DE UNA PARÁLISIS ESTRATÉGICA EN LA CRISIS VENEZOLANA Y EL PAPEL DE LA AYUDA HUMANITARIA en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2019/02/el-riesgo-de-una-paralisis-estrategica.html

[3] Ver al respecto: “Trump quería invadir Venezuela pero John Bolton lo disuadió” en https://es.panampost.com/orlando-avendano/2020/06/17/trump-queria-invadir-venezuela-pero-sus-asesores-lo-disuadieron/

[4] Ver al respecto: LA CORRUPCIÓN COMO ARMA DE DESTRUCCIÓN DEL ORDEN POLÍTICO EN VENEZUELA en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2018/05/la-corrupcion-como-arma-de-destruccion.html

[5] Ver al respecto: https://www.youtube.com/watch?v=2slhv9o8Qv0&feature=youtu.be , https://twitter.com/MiguelFontan/status/1273351678985752576?s=20 y Blanco, E. (2016). Ontología de la guerra. Crítica al concepto de guerra en las obras de Hardt y Negri. Caracas. Ediciones Rivero-Blanco. 476 p

[6] Ver al respecto: LA PROSPECTIVA EN LAS NEGOCIACIONES DE LÍMITES DE ÁREAS MARINAS Y SUBMARINAS EN LA FACHADA ATLÁNTICA en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2020/03/la-prospectiva-en-las-negociaciones-de.html

[7] Ver al respecto: LA CRISIS POLÍTICA VENEZOLANA Y EL ESTADO DE ALARMA POR LA PANDEMIA…

[8] Ver al respecto: ANACICLOSIS EN VENEZUELA Y LA CRISIS DEL ORDEN WESTFALIANO en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2020/06/anaciclosis-en-venezuela-y-la-crisis.html

[9] Ver al respecto: QIAO, L & WANG, X. (1999). Unrestricted Warfare. [Documento en línea]. Beijing: PLA Literature and Arts Publishing House. Disponible: http://www.cryptome.org/cuw.htm

[10] Ver al respecto: “Venezuela: el desafío ineludible para Occidente” en https://www.elmundo.es/opinion/columnistas/2020/06/08/5ede1f2cfdddff85af8b45e5.html

[11] Ver al respecto: EL CONCEPTO DE CENTRO DE GRAVEDAD Y LA GEOMETRÍA FRACTAL en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2019/10/el-concepto-de-centro-de-gravedad-y-la.html y CAOS, ORDEN Y ESTRATEGIA DEL ENJAMBRE en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2018/06/caos-orden-y-estrategia-del-enjambre.html

[12] Ver al respecto: AUCTORITAS SITUACIONAL, MULTITUD Y COLAPSO SISTÉMICO en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2017/11/auctoritas-situacional-multitud-y.html

[13] Ver al respecto: SEGURIDAD CIUDADANA Y ESTRATEGIA DEL ENJAMBRE en https://edgareblancocarrero.blogspot.com/2018/07/seguridad-ciudadana-y-estrategia-del.html

[14] Llama la atención al alineamiento que hay en no asistir a la CIJ. Me imagino que ese es el escenario que se maneja en las mesas de análisis de los asesores guyaneses y beneficia a las empresas transnacionales que están tras bastidores de la negociación y a sus representantes en Venezuela.


jueves, 18 de enero de 2018

T. E. LAWRENCE Y LA ESTRATEGIA DEL ENJAMBRE.



INTRODUCCIÓN
Se ha tendido a afirmar que Mao Zedong es el padre de la teoría de la guerra revolucionaria. Ciertamente este pensador chino sistematizó unas prácticas subversivas que dieron paso a una doctrina sobre el tema que ha sido aplicada a rajatabla por muchos líderes revolucionarios desde su cristalización. Sin embargo, una de las fuentes de inspiración de este autor fue el rifeño Abdelkrim el Jatabi  quien lideró una revuelta anticolonialista en el Magreb usando tácticas guerrilleras contra fuerzas superiores[1]. Esto no fue nuevo. La revuelta árabe liderada por T.E. Lawrence también se basó en la instrumentación de tácticas guerrilleras a partir de un profundo conocimiento de la historia y de la cultura de la civilización árabe[2]. Ahora, si bien las acciones emprendidas por estos dos personajes fueron sumamente cruentas hubo una diferencia sustancial, es decir, mientras el rifeño dirigió sus esfuerzos contra las fuerzas coloniales españolas y posteriormente francesas por tener una baja moral para el combate, el inglés se focalizó en perturbar el esfuerzo logístico otomano con el objeto de ayudar a provocar un colapso sistémico en el momento en que se produjera el esperado acontecimiento de la ofensiva en Gaza que, al final de cuentas, resultaría definitorio[3].
Este foco de acción contra el sistema logístico es el que me interesa analizar debido a que nos podría ayudar a establecer un objetivo físico en una estrategia del enjambre que pudiese ayudar a provocar un colapso sistémico sin producir pérdidas de vidas ni daños personales de ninguna naturaleza. Para ello, vamos a examinar el razonamiento desarrollado por Lawrence para acelerar el debilitamiento del potencial militar otomano en sus dominios árabes y posteriormente vamos a tratar de establecer la condición de posibilidad que permita operacionalizar aún más la estrategia del enjambre siguiendo al efecto los ensayos realizados previamente como una suerte de estructura para la acción[4].
LAWRENCE Y LOS SIETE PILARES DE LA SABIDURÍA[5].
La revuelta árabe fue un acontecimiento que contribuyó a terminar con el dominio otomano en el cercano oriente y facilitó la entrada de Francia y el Reino Unido configurando así un escenario de confrontación cuyas cruentas consecuencias se observan en los conflictos que actualmente se desarrollan en ese espacio. Eso no quiere decir que los pobladores de ese espacio hayan vivido de forma pacífica, al contrario, ese territorio ha sido testigo de grandes catástrofes humanas y de choques civilizacionales. A inicios del siglo XX esa región estaba bajo el dominio otomano, un imperio de gran longevidad, pero que después de la apuesta realizada de participar en la guerra europea comenzó a agonizar de forma acelerada y es la evaluación que hizo Lawrence acerca de la situación de Turquía la que me interesa mostrar desde dos perspectivas: la evaluación de la situación y la orientación de la acción.
En relación con la evaluación de la situación, el pensador inglés señaló que Turquía agonizaba por “el excesivo esfuerzo realizado, por la tentativa de mantener, con recursos cada vez menores y con las condiciones tradicionales [un vasto territorio]”. La causa de esta decadencia se debió a que la vida se le había hecho demasiado compleja para ese pueblo “cuya pujanza había radicado en la simplicidad, en la paciencia y en la capacidad de sacrificio”. Esta complejidad vista como un problema se evidenciaba en su incapacidad “para adaptarse a las nuevas ciencias de gobierno y de vida” trayendo como consecuencia que su población y la de sus dominios se fuese alejando de sus gobernantes. Como el método que emplearon para detener este alejamiento fue la fuerza se produjo una carga abrumadora para los pobres “cuyas privaciones comenzaron a aumentar incesantemente” en un contexto donde los hombres que aplicaban la fuerza actuaban como un rebaño que padece “una fiebre estéril [y] una falta incurable de iniciativa”. Frente a este proceso de descomposición se encontraban los árabes, un pueblo caracterizado por la falta de cohesión política y social que el pensador inglés veía como una civilización “más disolvente que dominante” y capaz de ayudar a terminar la agonía otomana perturbando las líneas de comunicaciones que facilitaban el sostén logístico.
Lawrence consideró que los enfrentamientos frontales en una estrategia de desgaste contra un adversario que no se puede derrotar eran muy costosos y ello era muy grave en el caso en que no se contase con una fuerza organizada. Esta gravedad era aun mayor debido a que los árabes, en ese entonces, eran un pueblo caracterizado culturalmente por darle un mayor peso a los sentimientos que a consideraciones de naturaleza racional por lo que no se podían soportar bajas humanas debido a que ello podía generar disolución del esfuerzo.
Pero estimó, en el caso otomano, que en un contexto de escasez sobre todo de medios materiales que hacía que los hombres fuesen “menos apreciados que el equipo” más que destruir la estructura de fuerza de combate había que destruir los materiales que posibilitaban el uso de la fuerza. Esto lo denominó estrategia de apartamiento y su fin fue fijar al enemigo “mediante la amenaza callada” caracterizada por la erosión de su capacidad para dominar un vasto territorio mediante el aislamiento de sus centros logístico. En este modo de acción buscaron mantener la confidencialidad hasta el momento de una acción ofensiva puntualmente localizada. Este ataque fue nominal, sólo se dirigió a destruir los medios materiales más accesibles del oponente. Para ello desarrolló “el hábito de no entablar combate jamás” a menos que las circunstancias obligasen desde el punto de vista defensivo y usó como herramientas la velocidad y el tiempo. El espacio lo observó como un mar donde se podía desplazar a cualquier punto frente a un enemigo que lo consideraba limitado a una línea de comunicación que sostenía unos emplazamientos fijos con un alto costo de mantenimiento.
Con esta concepción estratégica, finalmente estableció que las virtudes necesarias para emprender una rebelión debían ser la reserva y el dominio de sí mismo y las cualidades para que ello fuese posible la rapidez, la resistencia y la independencia respecto a las fuentes de suministros debido a que el tipo de acciones que llegaron a realizar fueron “mucho más intelectual que una carga a la bayoneta” y mucho más agotadora que una acción basada en una organización formal. Para Lawrence el desorden máximo fue su punto de equilibrio por lo que la irregularidad, la diversidad y el capricho fueron vistos como fortalezas en virtud de que las acciones fueron simples e individuales o realizadas por pequeños grupos.
Como se sabe, la rebelión árabe fue un fracaso motivado a que no lograron lo que aspiraban alcanzar. Ello fue debido a la incapacidad que mostraron en convertirse en un poder constituyente que organizase políticamente el espacio liberado y la existencia de intereses foráneos que terminaría convirtiendo la región en un espacio de conflictos. Veamos ahora cómo podría la reflexión estratégica de Lawrence ayudar a construir un objetivo físico en una estrategia del enjambre.
EL OBJETIVO FÍSICO DE LA ESTRATEGIA DEL ENJAMBRE.
Así como hay pilares de la sabiduría, hay cosas abominables. Estas cosas abominables la padecen una clase política que ha llevado a Venezuela al desastre[6]. Contra esto estamos luchando. Nosotros no hablamos de rebelión, al contrario lo que se busca, en principio, es restituir el orden constitucional roto. Nuestra palabra es Restitución. Como creo que esta operación de restitución debe ser multinivel mi propósito es indicar qué pudiera hacerse en el nivel más bajo siguiendo la exégesis lawrenceana.
En dos trabajos previos, “… la multiplicidad de enjambre” y “auctoritas situacional…” hice una serie de orientaciones que sucintamente hay que retomarlas de nuevo.
En “… la multiplicidad de enjambre” se indicó que la tiranía había escogido el espacio para la contención de las protestas y el tiempo para agotarla y había adoptado un esquema de maniobra que ha satisfecho sus necesidades temporales que no viene al caso mencionar en este momento. Esas condiciones fueron aceptadas por lo que hoy negocian neutralizando la posibilidad de escalar en el conflicto hasta niveles que sirvieran para restituir el orden.
La tiranía actuó de forma más o menos limitada y direccional generando asimetría porque condujeron a la oposición por el camino donde era más fuerte. De igual forma actuó de manera sincronizada multidimensionalmente con medios más o menos ilimitados porque controlaba los pocos recursos que entraban en el país. Sin embargo ha sufrido un alto consumo en todos los ámbitos y en la actualidad se encuentra con mayores limitaciones operativas reduciendo, en consecuencia, su capacidad para reprimir a gran escala. Por ello, se consideró que en la medida en que se erosione la movilidad de su fuerza, en general, se puede reducir hasta hacer inefectiva su capacidad represiva. Esta inefectividad se puede lograr por una parte, obligándolos a desplegar sus medios y evitando la represión y, por la otra, inutilizando  sus medios materiales en la medida de las posibilidades de forma ocasional (blanco de oportunidad) y antes de los despliegues evitando toda confrontación. El factor sorpresa se lograría mediante un despliegue masivo de iniciativa y creatividad. El objeto es actuar asemejando un enjambre en una escala que evite lamentables pérdidas humanas a pesar de que estamos conscientes de que enfrentamos una estructura difusa que está escalando en violencia para permanecer en el poder como pudimos observar el 15ENE2018 donde fueron asesinados unos valientes venezolanos inspirados que con iniciativa, creatividad y conocimiento de sus capacidades trataron a su manera de restituir el orden constitucional y construir una república bien ordenada.
Así pues trate de desarrollar un 'cómo' para hacer efectiva la restitución del orden político venezolano. El propósito fue proponer la creación de una estructura capaz de operar en red mediante la articulación horizontal y con un máximo de flexibilidad e iniciativa para diseñar y ejecutar acciones de forma múltiple que provocase un colapso sistémico.
En “Auctoritas situacional…” traté de describir el carácter de quiénes contribuirían a la restitución del orden realizando acciones por propia iniciativa. La auctoritas situacional consiste, como se indicó, en la conducción y desarrollo de un ciclo, el cual se inicia con un diagnóstico sobre una situación y del nivel de apresto del individuo para emprender una acción erosiva, continua con la aplicación de un modo de conducción adecuado al diagnóstico hecho para cumplir la misión que se ha establecido dentro de un contexto cooperativo y la ejecución realizada por iniciativa y creatividad. Las claves son: determinación de una oportunidad, inspiración, cooperación y furtividad.
La articulación horizontal que describí como estrategia del enjambre hace necesario explicarla entonces desde la auctoritas situacional. Un enjambre es una analogía biológica que expresa la existencia de un patrón de ataque donde singularidades dispersas en un tejido dado convergen (en red) en un mismo blanco desde diferentes direcciones con el fin de mantener una presión sostenida que en nuestro caso apuntaría a la erosión de las capacidades operacionales de una fuerza represiva. La forma en que se produce la convergencia se denomina stigmergy, es decir un modo de comunicación indirecta basado en la modificación del ambiente que permite que un cambio de conducta individual sea percibido por un grupo de modo que estos adapten sus acciones a las nuevas circunstancias. Es decir, buscar y detectar una situación oportuna y con inspiración procurarse con lo disponible en el lugar de medios que sirvan para reducir la movilidad del enemigo de modo que pueda reproducirse a escala local y global.
Aquí es donde se circunscribe el auctoritas situacional debido a que posibilita la conformación de estructuras cooperativas ad-hoc. Esta auctoritas situacional no es fija, va a depender de las competencias de cada uno de los miembros de la estructura, por los que sus integrantes, es decir, la multitud, de alguna u otra manera van a ser expresión de la autoridad, en la medida en que cada miembro coopere en la ejecución de una acción restitutiva mediante la erosión de capacidades.
La estructura auto-organizada posibilitada por auctoritas situacionales actuando, gracias a la detección en el ambiente de una situación favorable (stigmergy), es la expresión estructural de un enjambre. Este enjambre, sin rostro, furtivo, realizado de forma simultánea y sostenida dirigido a la inutilización de todos los medios materiales posibles que son usados para reprimir o apoyar a la represión podría ocasionar una parálisis estratégica que podría generar las condiciones de posibilidad de constituir una república.
Teniendo presente las orientaciones dadas por Lawrence, la estructuración del cómo a partir de la estrategia del enjambre realizadas por auctoritas situacionales capaces de generar estructuras cooperativas ad-hoc, se puede afirmar que el objetivo físico para una tiranía que padece una importante limitación de recursos es definitivamente la inutilización masiva y simultánea de sus medios materiales usados para reprimir o apoyar la represión, en un sentido amplio, mediante la iniciativa, la creatividad la a-rostridad y la furtividad, evitando la confrontación en cualquier caso.
COROLARIO.
La naturaleza metafísica de la propuesta realizada es la erosión. Esta erosión supone la estructuración de otro conjunto de acciones restitutivas, por lo que la acción en sí es complementaria a un hecho principal. No obstante, si se considera el deterioro creciente de la situación social, económica y sanitaria del país, dentro de un contexto de parálisis política, cualquier acontecimiento servirá como la situación principal y restitutiva que junto con la estrategia del enjambre permitirá la conformación de un proceso constituyente embrionario como inicio de un proceso de transición. En estas circunstancias del acontecimiento, el enjambre debe asumir una actitud defensiva mientras la estructura que va a restituir el orden transite a la ejecución efectiva de sus funciones constitucionales. Para ello, la estructura de transición debe estar lista para asumir sus funciones.
Para finalizar, con el uso de la palabra ‘restitución’ he buscado quitar la carga negativa que pudiera tener la palabra ‘rebelión’ y con la palabra ‘enjambre’ he buscado darle a la carga intencional de la palabra ‘restitución’ un espíritu democrático y constituyente.



[1] Ver al respecto: MADDY-WEITZMAN, B. (2012). “Abdelkrim: Whose Hero is He?”.  Providence, RI. The Brown Journal of World Affairs. Volume XVIII . [Documento en Línea]. Disponible: https://www.brown.edu/initiatives/journal-world-affairs/sites/brown.edu.initiatives.journal-world-affairs/files/private/articles/18.2_Maddy-Weitzman.pdf
[2] Ver al respecto: LAWRENCE, T. E. (1990). Los siete Pilares de la Sabiduría. 2° ed. Madrid. Editorial Libertarias. 848 p.
[3] Vale decir que un venezolano a las órdenes del ejército otomano, Rafael De Nogales Méndez realizó acciones similares a las ejecutadas por Lawrence en la península de Sinaí hasta la segunda batalla de Gaza, pero eso es otra historia.
[4] Ver al respecto: “Auctoritas Situacional, Multitud y Colapso Sistémico” en: http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2017/11/auctoritas-situacional-multitud-y.html y “Acerca del ‘Plan Zamora’: De la unicidad de la tiranía a la multiplicidad del enjambre” en: http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2017/06/acerca-del-plan-zamora-de-la-unicidad.html
[5] “La Sabiduría edificó su casa, talló sus siete columnas, inmoló sus víctimas, mezcló su vino, y también preparó su mesa. Ella envió a sus servidoras a proclamar sobre los sitios más altos de la ciudad: El que sea incauto, que venga aquí. Y al falto de entendimiento, le dice: Vengan, coman de mi pan, y beban del vino que yo mezclé. Abandonen la ingenuidad, y vivirán, y sigan derecho por el camino de la inteligencia". Capítulo 9, El banquete de la Sabiduría, 9:1- 9:6. Consecuentemente, los pilares son: (1) mantén las relaciones sociales y religiosas, (2) administra con eficacia, (3) ejerce compasión hacia los desafortunados, (4) aconseja al fracasado, (5) evita ser avergonzado, (6) colabora con los que están pasando adversidades y (7) teme a Dios.
[6] Las siete cosas que son para el Señor una abominación son: “los ojos altaneros, la lengua mentirosa y las manos que derraman sangre inocente; el corazón que trama proyectos malignos, los pies rápidos para correr hacia el mal, el falso testigo que profiere mentiras, y el que siembra discordias entre hermanos”. Capítulo 6, El banquete de la Sabiduría, 6:16- 6:19.

domingo, 7 de enero de 2018

LA CRISIS VENEZOLANA Y LA RESTITUCIÓN DE LA PAZ Y SEGURIDAD REGIONAL.


Se ha tendido a usar la expresión “intervención humanitaria” para proponer una alternativa que permita crear las condiciones de posibilidad para poner fin a la crisis política que vive el país y que tiende cada vez más a convertirse en una crisis regional. Sin embargo, creo que el uso de esta expresión obedece a la impotencia de un importante sector de la población que vive, por una parte, el empobrecimiento, la tendencia a estar cada día padeciendo una soledad no deseada y con un riesgo creciente de muerte por diferentes causas generadas por una tiranía que busca por todos los medios garantizar su permanencia en el poder y, por la otra, la traición de una parte importante de la clase dirigente que se hizo llamar opositora y ha pactado con unos individuos que no se han cohibido en destruir la dignidad de las personas para sus propios fines por ser un “complejo capitalista”[1]. La dignidad se destruye corrompiendo no mediante el sometimiento de los individuos al imperio de la necesidad. La corrupción se manifiesta de diferentes formas y no tiene reparo. Del imperio de la necesidad se sale aprendiendo a usar la razón.
Hay muchos autores que han señalado que lo que vive Venezuela no ha tenido precedentes en la historia, es decir, que una organización transnacional cuyos delitos se han descubierto por intermedio de la legitimación de capitales se haya apropiado de un país para imponer una forma de Estado que aparenta oponerse a un orden global que en realidad se encuentra dentro de un proceso de transición cruenta que evidencia en sí misma que la guerra ha cambiado su naturaleza.
La impotencia generada por el sistemático proceso de deshumanización a que está siendo sometido el venezolano ha producido desesperación y esta ha desembocado en esos pedidos de “ayuda” internacional, pero creo que hoy más que nunca estamos sometidos a la máxima que más o menos reza “ayúdate que yo te ayudaré”, es decir, si no hacemos nada no podremos ser ayudados debido a que la tiranía está usando en su propio beneficio los principios de la carta de las Naciones Unidas (ONU) de soberanía, “no injerencia en los asuntos internos” y la prohibición de usar la fuerza armada para la solución de controversias. Como la misma Carta establece unas condiciones y unos mecanismos por medio de las cuales es posible la intervención siempre y cuando amenacen la paz y la seguridad internacional donde las organizaciones regionales cumplen un importante papel, vamos a examinar la condición de posibilidad de la intervención humanitaria, describir la actual naturaleza de la guerra y posteriormente analizar las posibilidades que otorgan otros mecanismos regionales de seguridad siempre y cuando la población venezolana se haga digna de la ayuda internacional debido a que, en principio, la dignidad es un tema de sumisión o insumisión. Los sumisos son a los que se le ha “extirpado” ese “complejo…” de alguna u otra manera, y los dignos son los que aun sometidos a fuerzas superiores resisten de cualquier forma para destruir aquello que los oprime e impide que puedan perseverar en su propia existencia.
Sobre la intervención humanitaria.
La intervención humanitaria es un concepto muy ambiguo porque abarca un conjunto de acciones de naturaleza política, diplomática y militar. De igual forma, este concepto no aparece en la carta de la ONU pero el desarrollo del concepto ha sido posible debido a la relativización del concepto de soberanía[2]. Según Abrisketa (2000) son
“el conjunto acciones emprendidas por la comunidad internacional en el territorio de un determinado Estado con el fin de proteger y defender a la población de violaciones graves y masivas de los derechos humanos fundamentales, y de garantizar la asistencia humanitaria a las víctimas de conflictos armados cuando el gobierno soberano impide su paso”[3].

En términos restrictivo es una acción generalmente coercitiva realizada sin el consentimiento del Estado. El consentimiento la convierte en una acción humanitaria como ocurre con las operaciones de paz realizadas en el marco de la ONU. Como en Venezuela no hay consentimiento el asunto es cómo actuar de manera coercitiva frente a una situación de violaciones masivas de los derechos humanos en contextos de conflicto civil y de desmoronamiento del Estado. Si se consideran los ejemplos de la ex – Yugoslavia, Ruanda, Somalia y más recientemente Libia y Siria ello resulta muy problemático. En los tres primeros países hubo intervención cuando la pérdida de vidas humanas había llegado a escalas que fueron vistas como intolerables en el sentido que podía afectar la estabilidad regional. En el caso de Libia y Siria es aún más complicado por la acción internacional también estuvo motivada por factores geopolíticos. 
En Libia, M. Walzer en un intento por justificar de manera diferente la intervención armada expresó, a partir del concepto de caridad de Maimónides, que una intervención armada de carácter humanitario puede ser permitida si esta persigue ayudar a ser independiente a individuos y Estados, respetando al efecto la dignidad de las personas y comunidades que van a ser ayudadas, pero reconoce que se necesita el establecimiento de principios de caridad y justicia que se puedan compartir con otros pueblos (2011:73 y 79)[4]. Pero en ese país africano no se ayudó a nadie y al contrario vive una situación de guerra tribal desde que ocurrió la intervención. De ahí la importancia de ayudarse para poder ser ayudados. 
En Siria, un país que es producto de la aglutinación de importantes restos de civilizaciones, está encajonado (junto con Irak) dentro de tres potencias regionales como son Turquía, Irán y Arabia Saudita que a su vez mantienen entre ellos relaciones tendencialmente competitivas (en especial los dos últimos). Como se sabe, este país padece una guerra civil caracterizada por el tipo de interacciones que se producen entre ese conjunto de civilizaciones que ha sido aprovechada por potencias regionales y extrarregionales para sus propios fines trayendo como consecuencia que el conflicto en general se haya prolongado, haya favorecido la intervención de potencias extrarregionales bajo la figura de intervención humanitaria (principalmente países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN)[5] y/o acto de defensa unilateral (Rusia, Turquía e Israel), la acción de movimientos anti-estados o anti-westfalianos[6] y, finalmente, haya provocado millones de víctimas. Teniendo esto presente, para pensar en una intervención humanitaria en Venezuela hay que pensar en la escala siria y ya sabemos cuál ha sido la respuesta internacional al respecto.
Esta realidad nos obliga a examinar la naturaleza de la guerra actual para comprender cómo se ubica el conflicto venezolano.
La naturaleza de la guerra actual.
Los Estados, que han constituido la legítima estructura de representación política, hoy en día se encuentran en crisis, pero no es lo mismo pensar el Estado en Europa que en América y en especial en Iberoamérica. En Iberoamérica los Estados nacieron débiles en cuanto a las premisas sobre los cuales se implantó el orden westfaliano. Ello explica la recurrencia de conflictos civiles en la segunda mitad del siglo XIX y todo lo largo del siglo XX. En Iberoamérica primero fue el Estado y sobre él se construyó un orden inestable mixto tal como lo pensó Machiavelli, es decir: mitad republicano y mitad nacional en el sentido oligárquico del término[7]. En Europa el Estado fue después...
Esta debilidad estructural en Iberoamérica se ha constituido en el punto de aplicación del esfuerzo de los movimientos anti-westfalianos y ello explica porque la región ha sido el blanco de ataques después del año 1991.
Como el objetivo ha apuntado a la destrucción de las instituciones estatales iberoamericanas aprovechando esta debilidad estructural, la naturaleza de la guerra actual se manifiesta en la destrucción de los órdenes internos estatales como medio para crear las condiciones de posibilidad para destruir el orden global. Ese ha sido el propósito del Foro de Sao Paulo. El modo en que se ha manifestado esta acción ha sido en la desinstitucionalizacion política como se ha vivido en Venezuela y se está viendo en Colombia. La desinstitucionalizacion ha dado paso a la implantación de un sistema político totalitario que ha operado de manera simultánea con la destrucción de la estructura político-social y del tejido que la sostenía.
La destrucción del tejido social y de las instituciones políticas de estructuras estatales tradicionales en el sentido que permanecieron de forma inestable por dos siglos en la región y el cambio de circunstancias a escala global, crearon las condiciones de posibilidad para pensar en la instauración de un nuevo orden político regional con pretensiones globales de una manera más eficiente. Este orden no es republicano ni democrático ni está basado en una estructura de representación o participación como se está construyendo en Venezuela, sino en el miedo y la sumisión.
La eficiencia en la implantación del sistema totalitario ha sido lograda en el sentido que se les ha hecho más fácil destruir los Estados desde dentro, aprovechando su debilidad estructural, que mediante una acción exterior como una guerra en sentido westfaliano. Las guerras internacionales son muy costosas como ocurrió en las Malvinas y la subversión fue un fracaso, como ocurrió en toda Iberoamérica. Esta es la naturaleza de la guerra, es decir, la destrucción de los órdenes políticos desde dentro amparándose para ello en los principios de la carta de la ONU que materializan los estatutos establecidos en Westfalia en el año 1648.
Teniendo esto presente la manifestación de la guerra se observa en Venezuela desde hace algún tiempo a pesar de la feroz resistencia que ha hecho la sociedad desde el año 2002. Dicho de otra manera, la naturaleza de la guerra se expresa como el proceso de desaparición del orden político desde sus cimientos mediante la “extirpación de la dignidad” para generar un grado de inestabilidad que destruya el orden regional y global. Cómo se observa esto en Venezuela. Además de la destrucción antes indicada se observa en la disposición de la antigua clase dirigente en negociar y colaborar para mantener ‘espacios políticos’ y en la acción de los poderes económicos tradicionales para mantener sus privilegios. Estas tres intencionalidades operan como una suerte de triple tenaza. Pero se ha producido un cambio de circunstancias. El cambio de circunstancias se ha dado gracias al surgimiento de una ciudadanía republicana diferente a la triple tenaza que la sujeta.
En este contexto, Venezuela no necesita de una intervención humanitaria a no ser que sea vista como un medio para generar una discusión o un mediocre pretexto para actuar en el país teniendo presente situaciones más graves a escala global. Pero vista la actual naturaleza de la guerra, el régimen que se ha apropiado de Venezuela constituye una amenaza a la paz y seguridad internacional en la medida que va consolidando su proyecto político regional a pesar del rechazo y el sufrimiento de la población como se observa en Venezuela y se está comenzando a observar en Colombia. Este proceso de destrucción fue detenido en Argentina, Paraguay y Perú. Panamá, Guatemala, Costa Rica, Chile y Uruguay han logrado mantenerse al margen. Haití, República Dominicana, Nicaragua, Bolivia y Ecuador se encuentran en una situación estable sin proyectar inestabilidad. Honduras y Colombia se encuentran en una situación crítica. Cuba es el foco de desestabilización que ha usado a Venezuela como instrumento para sus fines hasta agotar todos sus recursos y ha inducido a su clase dirigente a actuar al margen del derecho y las prácticas consuetudinarias internacionales extirpando dignidades. Por ello he insistido que hay un eje, es decir, Cuba-Venezuela, que cuenta con muchos aliados en la región, que ha logrado extender sus acciones a Colombia con el consentimiento de la clase dirigente de ese país, del Vaticano y de la izquierda europea permitiendo con ello entender la situación regional como una arista de los conflictos que afectan a la humanidad por las conexiones existentes.
Ahora vamos a estar viviendo un momento crítico debido a que México y Brasil van a ser objeto de desestabilización como medida de presión con el objeto de asegurar la situación en Venezuela y Cuba y lograr avances significativos en Colombia como ya he indicado en otro ensayo[8]. Con esa potencial acción contra esos países se va a evidenciar de forma más clara la naturaleza de la amenaza en la región y va a facilitar el emprendimiento de acciones contundentes a escala regional en función de los instrumentos existentes. Pero los venezolanos tenemos que ayudar para que eso así sea. Si la relación Cuba-Venezuela-FARC  constituye una amenaza regional, veamos ahora qué mecanismos pueden ser usados para conjurar la amenaza.
Sobre el Consejo de Defensa Suramericano.
Ya hemos indicado que la intervención humanitaria no está contemplada en la carta de la ONU. Pero así como los principios indicados al inicio de este ensayo limitan el empleo de la fuerza, la misma Carta establece su excepción cuando ocurre una agresión o hay una amenaza a la paz y seguridad internacional. Como los derechos humanos se han convertido en derechos universales, cualquier violación puede ser vista como una agresión que ameritaría una respuesta proporcional para impedir la continuidad del daño para restituir el orden y reparar el daño mediante el establecimiento de responsabilidades. Teniendo esto presente, el Consejo de Seguridad podría autorizar acciones coercitivas contra un Estado con objeto de detener las violaciones de derechos humanos, pero la trama de relaciones existentes en el caso venezolano no es aplicable debido al apoyo de China y Rusia al orden que se implantó en el país. Una solución a este problema lo constituiría una acción unilateral vistas como último recurso para detener violaciones fragrantes de derechos humanos cuando se han agotado todos los medios diplomáticos y de presión que hayan sido aplicados.
El órgano que ha aplicado esta unilateralidad ha sido la OTAN desde el mismo momento que asumió como misión en un espacio euroatlántico
defender la seguridad y los valores democráticos dentro y fuera de sus fronteras, incluyendo entre sus cometidos la lucha contra el genocidio, el terrorismo y las armas de destrucción masiva” (Abrisketa, 2000).

Este cambio, que puede ser visto como la consagración de un derecho de intervención humanitaria unilateral por parte de la OTAN, ha estado relegando el papel de la ONU a un segundo plano. Este hecho es aún más notorio si se considera que EE.UU., principal país miembro de la OTAN ha presionado a la ONU en diversos campos incluso el presupuestario[9].
A nivel regional, la posibilidad de actuación de la OTAN se hizo patente a partir del año 2006 con el ejercicio Joint Caribbean Lion conducido por el Reino de los Países Bajos, pero, la situación en Ucrania, Corea del Norte y en el eje Siria-Irak con la consolidación de un estado kurdo independiente[10], además de su presencia en Afganistán, limita la capacidad de acción de esa organización para realizar un acto unilateral que puede desembocar en otra Libia, Siria o Irak. Se pudiera pensar, como se consideró hace algunos años en una intervención para salvar vidas, como un acto de legítima defensa sobre todo en relación con las comunidades como las portuguesas y españolas, pero la experiencia lusa en Angola y la crisis catalana constituyen un importante freno a acciones unilaterales por parte de esos países con el apoyo de la OTAN[11]. Con este escenario habría que examinar la situación de los mecanismos de seguridad regional.
A nivel americano, si bien el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) se creó con otro propósito y mostró su inoperatividad en el caso de la guerra de las Malvinas, puede ser visto como un antecedente del Consejo de Defensa Suramericano. Este consejo es un instrumento de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) que podría ser utilizado en virtud de que fue concebido para actuar, entre otras cosas para ratificar la democracia y garantizar “el respeto irrestricto a los derechos humanos…, con el fin de reforzar y garantizar el estado de derecho” dentro de un marco de no injerencia en los asuntos internos de los Estado, etc.[12]. Así pues, como se ha evidenciado en otros foros de integración regional como el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), la Organización de Estados Americanos (OEA) y la misma ONU, en Venezuela se ha destruido la democracia y las instituciones del Estado y se ha incurrido en violaciones graves de derechos humanos por lo que el país ha violado un tratado que promovió y no ha estado en condiciones de liderar.  Además, con el avance político de la FARC (en su doble condición) con el apoyo cubano y venezolano, Colombia está en condiciones, a no ser que espere hechos más concretos, de denunciar la injerencia en los asuntos internos e invocar la legítima defensa de manera más contundente que los potenciales casos de Brasil y México que se presentaran por los actores políticos que están compitiendo[13].
Esta potencial situación permite invocar desde ya ese instrumento regional en función de los intereses políticos de los países del continente y pensar incluso la realización de acciones unilaterales en mejores condiciones para mitigar la crisis venezolana. Es decir, usar dicho consejo como un boomerang por las trasgresiones que ha realizado y potencialmente podría realizar la tiranía venezolana con el fin de obligar a considerar la situación regional como un elemento componente del conflicto que hoy día está comenzando a sacudir el mundo. Pero para ello se requiere de la acción política de la sociedad venezolana para reducir la capacidad de maniobra de la tiranía.
Corolario.
Con la neutralización de la Asamblea Nacional el panorama político se ha aclarado. Los venezolanos, a los que no le han “extirpado” o no se han auto-extirpado la dignidad, sabemos que sólo contamos con nosotros mismos y eso es una fortaleza en un contexto de gran desventaja. En la historia, a pesar de que tenemos muchos ejemplos, el otro pueblo que vivió una situación desventajosa de semejante naturaleza fue el polaco. El pueblo polaco dominado por los nazis en el año 1944 y ante la inminencia del dominio soviético no se quedó de brazos cruzados y a la espera de un milagro a pesar de su religiosidad. No me interesa mostrar los sangrientos hechos que caracterizaron la insurrección polaca sino el espíritu que la motivó y las condiciones en que actuaron. El espíritu fue el conatus que alentó y fortificó el cuerpo para la acción en las peores condiciones para lograr su libertad. La dignidad se expresa en este espíritu. Cuando se dice que se ha “extirpado” la dignidad en realidad lo que se está diciendo es que se le ha extirpado el espíritu y ese es el camino de la sumisión, la entrega y la colaboración. Basta decir que los polacos no tenían recursos para hacerle frente a los nazis ni a los soviéticos, pero la manera de comportarse digna fue lo que les permitió resistir la ocupación soviética hasta el año de la liberación en 1989. Cayeron y se levantaron, pero no se sometieron. Fueron dignos. Esa es la esencia de la resistencia.
Los venezolanos hemos caído y nos hemos levantado desde el año 2002, sólo falta ahora tejer desde abajo los nuevos fundamentos para la acción política que creen las condiciones para la restitución del orden quebrado y colocar, de una vez, a un lado a sumisos y colaboradores porque el escenario que se presenta, a pesar de su dureza es favorable.



[1] Sólo basta ver todas las tristes situaciones que ha generado en el país la “promesa de los perniles”. Por lo demás, ver al respecto: Sánchez García, A.Ecce Homo”. Caracas. El Nacional el 02ENE2018. [Documento en Línea]. Disponible: http://www.el-nacional.com/noticias/columnista/ecce-homo_217510: [Consulta: 05ENE2018] y Álvarez, T el 28DIC2017.: https://mobile.twitter.com/tulioalvarez/status/946370946549600256 [Consulta: 05ENE2018]
[2] Sobre este tema ver al respecto: ROUSSEAU, C. (1984). Derecho Internacional Público. 3ª Ed. Barcelona. Editorial Ariel. 742 p.
[3] Ver al respecto: ABRISKETA, J. (2000). Intervención humanitaria en el Diccionario de Acción Humanitaria
y Cooperación al Desarrollo. Editado Icaria y Hegoa. [Documento en Línea]. Disponible: http://www.dicc.hegoa.ehu.es/listar/mostrar/131 [Consulta: 01ENE2018].
[4] Ver al respecto: WALZER, M. (2011). “On Humanitarianism. Is Helping Others Charity, or Duty, or Both ?”. New York. Foreign Affairs Vol 90 N° 4. Pp 69-80.
[5] De estas intervenciones han recelado países como China, Rusia, Cuba debido a que la defensa de derechos humanos pudiera volverse en su contra y podría afectar sus intereses en los lugares objeto de intervención (Abrisketa, 2000).
[6] Sobre este tema de los movimientos anti-estados ver estudios anteriores publicados en: BLANCO (2016). Ontología de la guerra. crítica al concepto de guerra en las obras de Hardt y Negri. Caracas. Ediciones Rivero-Blanco. 376 p, y (2014). “Venezuela y la Máquina de Guerra Islámica”. Caracas. [Documento en Línea]. Disponible: http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2014/11/venezuela-y-la-maquina-de-guerra.html [Consulta: 31DIC2017].
[7] Ver al respecto: MACHIAVELLI, N. (1513/2001). Il Principe. Con uno Scritto di G. W. E. Hegel. 9ª ed. Milano. Feltrinelli. 140 p.
[8] Ver al respecto: “Los Bufones de la Historia: Socialismo y Colaboracionismo, la crónica de un Ritornelo”. Caracas. [Documento en Línea]. Disponible: http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2017/11/los-bufones-de-la-historia-socialismo-y.html
[9] Ver al respecto: “Trump fuerza un recorte millonario en el presupuesto de la ONU”. Madrid. ABC Internacional. [Documento en Línea]. Disponible: http://www.abc.es/internacional/abci-trump-fuerza-recorte-millonario-presupuesto-201712270223_noticia.html
[10] La consolidación de un gobierno autónomo kurdo en Siria y otro en Irak marca una clara tendencia al establecimiento de un Estado kurdo a expensas de esos dos países. Como los kurdos cuentan en la actualidad con el apoyo de EE.UU. y Occidente, en general, se visualiza un importante escenario de confrontación que podría significar la fragmentación de Irak en tres Estados: uno kurdo, con el apoyo antes señalado, uno sunita, con el apoyo de Turquía, Qatar y Arabia Saudita, y otro chiita con el apoyo de Irán. Con este escenario de confrontación, la situación venezolana pasa a segundo plano en la escena internacional a no ser que se visualice una conexión entre ambas situaciones conflictivas.
[11] Igual ocurre con el Reino de los Países Bajos a propósito de la situación de las Antillas Holandesas.
[13] Este tema de la relación colombo-venezolana ya se ha analizado con profundidad en anteriores entregas. Ver al respecto: “Operación Escorpión: La Crisis de la Corbeta “Caldas” en una visión Prospectiva” en: http://edgareblancocarrero.blogspot.com/2014/07/operacion-escorpion-la-crisis-de-la.html