Introducción [1]
Kaldone Nweihed ha expresado que
históricamente ha existido una atracción mutua entre Caracas y Buenos Aires.
Esta atracción, según este autor, ha obedecido a consideraciones de orden
geopolítico que se remontan al: 1.-) trato secundario que le dio España a estos
dos polos en relación con las
principales fuentes de riquezas del continente en la época colonial y 2.-) por
la visión continental del proceso colonizador sobre todo a partir del siglo
XVIII que relegó al océano Atlántico, canal de comunicación entre la metrópoli
y sus posesiones americanas (2000:379-388). Desde el punto de vista
geopolítico, estas dos ciudades se caracterizaron por su desarrollo de cara al
mar, produciendo una situación discordante entre los principales puntos de
interés geoeconómico españoles creándose las condiciones para que fuesen estos
dos lugares los centros de irradiación de los procesos revolucionarios que
emanciparían a todo el continente del dominio ibérico. Esta atracción, según
este autor, tuvo sus puntos culminantes en Guayaquil con la reunión de Bolívar
y San Martín y con el apoyo venezolano a la república argentina durante la
guerra por las Malvinas en 1982 (Ibíd.), sin embargo, además del apoyo
argentino a la causa nacional durante el bloqueo anglo-germano-italiano del año
1902, no citado por este autor, hubo otro momento de atracción poco conocido
entre el período 1936-1942 cuando ambos países (junto con otros países
suramericanos como Chile, Uruguay y, en menor grado, Brasil) intentaron
infructuosamente evitar que se concretara la hegemonía estadounidense en el
continente tratando de preservar unos principios westfalianos encarnados en la
independencia política, integridad territorial, no injerencia en los asuntos
internos y libertad de los mares.
Motivos para evitar la injerencia
estadounidense en la región se evidencia por la política intervencionista que
instrumentó ese país en el Caribe y Centroamérica y por el papel que jugaron las
empresas petroleras de ese país junto con las del Reino Unido y el Reino de los
Países Bajos en la denominada Guerra del Chaco. Hasta el año 1935 los países de
la región utilizarían el foro de la Sociedad de las Naciones como mecanismo de
contrapeso a la política hegemonista estadounidense, pero la creciente pérdida
de credibilidad de ese organismo demostrada en la propia guerra del Chaco yen
los conflictos de Abisinia, Manchuria y España hizo que la clase dirigente
suramericana considerara estrechar su relación con Europa, en especial con la
Alemania nacionalsocialista y la Italia fascista, no sólo por el interés del
contrapeso con respecto a EE.UU, también por la afinidad político-ideológica
existente entre la mayoría de los países suramericanos y esos dos países
europeos. Esta afinidad estaba relacionada con los principios westfalianos del
estado nacional moderno que tanto Alemania e Italia, así como en todos los
países suramericanos tuvo su centro neurálgico en el territorio.
Sin embargo, aunque en el inicio de la
gesta independentista Argentina y Venezuela fueron dos países más o menos
iguales, en la década de los años treinta del siglo XX existía una abismal
diferencia en cuanto a grados de desarrollo, por lo que la batuta de las
relaciones con Europa la tenía la Argentina y cada país seguía la partitura de
acuerdo con sus intereses y sus capacidades. En este contexto, Venezuela tomó
la iniciativa en el año 1935 de enviar el mejor de sus buques mercantes para
que realizara una visita de carácter diplomático a Río de Janeiro, Montevideo,
Buenos Aires y Santiago, con el fin de estrechar aún más los lazos de amistad y
cooperación entre nuestro país y los países visitados, es decir, un gesto
realizado para extender la cooperación diplomática a los ámbitos económico y
militar. Sobre la visita a Brasil ya se hizo mención<!--[if !supportFootnotes]-->[2]<!--[endif]-->,
falta destacar la naturaleza del intercambio naval entre Argentina, Chile,
Uruguay y Venezuela, teniendo presente que estos países (con la excepción de
Uruguay) mantuvieron estrechas relaciones con la Alemania Nacionalsocialista
hasta casi el final de la Segunda Guerra Mundial. Así pues, el propósito de
este trabajo es determinar cómo se expresó la neutralidad en los países antes
mencionados usando al respecto las relaciones diplomáticas con Alemania, Italia
y Japón dentro del marco de la lucha por mantener su soberanía políticaentre los años 1935 y 1945.
Para tal fin se va a hacer un análisis geopolítico para determinar las
similitudes existentes entre Argentina y Venezuela, se va a analizar la
naturaleza de las relaciones diplomáticas entre los tres países y su evolución
entre los años 1935 y 1942, se va a analizar el impacto de las visitas navales
realizadas en el período y se va a hacer una reflexión final sobre la
trascendencia de las relaciones bilaterales. El esquema a seguir será el
siguiente:
<!--[if !supportLists]-->·
<!--[endif]-->Análisis geoestratégico de la relación
sureño-venezolana y sus implicaciones políticas dentro del contexto de la
Segunda Guerra Mundial.
<!--[if !supportLists]-->·
<!--[endif]-->Análisis de las relaciones
diplomático-navales de Alemania e Italia con los países del cono sur y sus
implicaciones en Venezuela.
<!--[if !supportLists]-->·
<!--[endif]-->Análisis de las relaciones diplomáticas
navales entre Venezuela y los países del cono sur y su relación con EE.UU.
<!--[if !supportLists]-->·
<!--[endif]-->Reflexión final.
El propósito de este trabajo es abrir a
la comprensión la conducta estratégico-diplomática venezolana durante la
Segunda Guerra Mundial a partir de la conducta estratégica asumida por
Argentina, Uruguay y Chile en ese período histórico.
1.- Análisis geoestratégico de la relación
sureño-venezolana y sus implicaciones políticas antes de la Segunda Guerra
Mundial.
Según Nweihed la atracción de Caracas y
Buenos Aires, como ya se mencionó, estaba dada por la geografía (2000:380-382).
Pero más que la geografía era su orientación marítima . Esta orientación marítima
contrastaba con la política continental con que se había producido la conquista
y colonización española del continente debido a que las principales fuentes de
riquezas estaban ubicadas en el hinterland de la región. Esto representó una
paradoja debido a que la España marítima reprodujo lo que hizo en Europa en el
continente americano, es decir, darle preeminencia a los asuntos continentales
cuando la potencia del país se jugaba en los espacios marítimos. Pero esto no
fue por una falta de visión estratégica por parte de la dirigencia española, al
contrario, fue su interés en preservar su estatus hegemónico que al final del
siglo XVII había producido un proceso de desgate que la limitó a cumplir con
igualdad de objetivación los asuntos marítimos y continentales. El momento
simbólico del ocaso de la hegemonía española en el mar se produjo en la batalla
naval de las Dunas en 1639. El estatus hegemónico hizo que España priorizara en
lo que conquistaría y preservaría y ello evidencia el por qué el resto de las
potencias europeas obtuvo posesiones cercanas a los principales territorios
españoles. Así pues cuando llegó la hora del ocaso español, el mar fue el
espacio que favoreció el desarrollo del potencial centrípeto de los procesos
revolucionarios y los dos lugares mejor ubicados para producir esa fuerza
serían Caracas y Buenos Aires para Nweihed. Santiago a pesar de ser una ciudad
costera su ubicación en el océano Pacífico la limitaba a ejercer influencia en
la región. Algo parecido le ocurrió a Montevideo, ciudad estrechamente ligada a
Buenos Aires.
A pesar de las ventajas de Caracas y
Buenos Aires en relación con el resto de la región, también padecían
desventajas. Su ubicación la hizo apetecible a otras potencias
extra-continentales. Hasta la primera mitad del siglo XX Aruba, Curazao,
Bonaire, Guyana, Trinidad y Malvinas fueron posesiones de europeos que en un
momento de la historia intentaron proyectarse sobre territorio continental.
Para el año 1935, Venezuela y Argentina aun se disputaban territorios con el
Reino Unido.
Después de la gesta independentista,
Venezuela, Argentina y Chile siguieron derroteros diferentes constituyendo el
mar el medio de contacto. Así pues, los tres países mantuvieron cordiales
relaciones diplomáticas, pero los procesos de intercambio entre todos estos
países sólo se mantuvieron en el plano cultural. En la primera mitad del siglo
XX estos intercambios se realizaron prácticamente en una sola vía dada la
disparidad en los niveles de desarrollo de Venezuela con respecto a los países
del cono sur. Se destaca al respecto la presencia formativa chilena que abarcó
el plano militar y pedagógico<!--[if !supportFootnotes]-->[3]<!--[endif]-->.
A pesar de esta disparidad en cuanto a
los niveles de desarrollo, en la década de los años treinta hubo una
coincidencia de intereses en la región que favoreció la cooperación entre
Venezuela y los países del cono sur. La causa fue la intervención
estadounidense en Nicaragua y el papel que desempeñaron empresas de ese país (y
otras anglosajones y holandesas) en la guerra del Chaco. Como ya se ha
mencionado la afinidad político-ideológica de Venezuela con Alemania, Italia e
incluso Japón<!--[if !supportFootnotes]-->[4]<!--[endif]-->, vamos a
mencionar sucintamente cómo se manifestó la inestabilidad política en
Argentina, Uruguay y Chile para entender los aspectos coincidentes y discrepantes
de la cooperación regional.
a.- Argentina.
Argentina
vivió un período de gran estabilidad política desde la segunda mitad del siglo
XIX hasta que el fortalecimiento de los movimientos obreros propició el
surgimiento de un movimiento militar que depuso del poder al presidente
legalmente elegido, es decir, H. Yrigoyen en el año 1930, momentos en que la
crisis financiera producto del Crack de 1929 tocó las puertas de la Argentina.
Con la ruptura del orden constitucional hubo una seguidilla de gobiernos
militares o de tutelaje militar que apelaron infructuosamente a la represión
para sostenerse en el poder. En este contexto, en el año 1932 se reconoce a un
grupo de oposición de tendencia nacionalista (la Legión Cívica Argentina),
ideológicamente muy próxima al fascismo, como un medio de hacer contrapeso a
grupos de izquierda descontentos por el camino seguido por el país después de
la ruptura del orden legal (Bocanegra, 2011). El acercamiento se produjo por su
carácter nacionalista (y revisionista desde el punto de vista geográfico),
católico, anticomunista y antisemita. Consecuentemente, el acercamiento
ideológico al nazismo se produjo por las mismas afinidades del fascismo con la
excepción del catolicismo, sin embargo, estas organizaciones nacionalsocialistas,
no fueron tan influyentes en la vida política argentina como se ha tratado de
inculcar (Ibíd.). Para el año 1940 estas organizaciones alemanas serían
proscritas, disueltas o asimiladas a otras organizaciones.
Desde
el punto de vista internacional, la política argentina se caracterizó por la
oposición a los intereses estadounidenses y sus aliados durante toda la década
de los años treinta. En ese contexto se puede entender el acercamiento
venezolano argentino de la década de los años treinta. El punto de inicio de
este acercamiento dentro de este nuevo marco lo representaría la visita
realizada por Buque Escuela “Presidente Sarmientos” a La Guaira en el año 1933
y del vapor “Bolívar” a Buenos Aires en el año 1935. Así pues, cuando se produjo la visita oficial venezolana, los marinos
criollos observaron un país con gran potencial pero convulsionado políticamente
por las fuertes tensiones políticas derivadas de los enfrentamientos entre
izquierdistas y nacionalistas. Una situación similar viviría nuestro país en el
año 1936 con la famosa huelga petrolera. Con el estallido
de la guerra en el año 1939, Argentina, como sucedió en el resto del
continente, no pudo mantener sus vínculos comerciales con Alemania e Italia y
se vio obligada a circunscribir sus relaciones económicas a las potencias
aliadas, en especial el Reino Unido.
b.- Chile.
La historia de Chile en muchos aspectos
fue muy parecida a la Argentina, es decir, gozó de una importante estabilidad
política desde finales del siglo XIX hasta la gran depresión que se inició en
el año 1929. La diferencia con su vecino del sur fue el fuerte vínculo que
mantuvo especialmente el ejército chileno con su homólogo del Reich alemán y
las otras instituciones que lo suplantaron desde el fin de la Primera Guerra
Mundial. Este vinculo se materializó en: (a) la significativa presencia de
asesores alemanes en diferentes áreas del quehacer político nacional y (b) un conjunto
de relaciones político-militares de tal envergadura que Chile contó con un
observador militar cuando se produjo la invasión de Polonia en el año 1939
(Maldonado, 2005)<!--[if !supportFootnotes]-->[5]<!--[endif]-->. La crisis
política, derivada de la situación económica tuvo su desencadenamiento en el
denominado motín de la Escuadra del año 1931 ocasionado por la baja de
salarios, una medida enmarcada dentro de los ajustes que tuvo que hacer el
gobierno como consecuencia de la crisis financiera mundial. Este motín fue
sofocado cruentamente sufriendo la Armada de Chile un proceso de
reestructuración por todo el resto de la década de los años treinta del siglo
pasado similar al padecido por la Marina de Guerra venezolana después del año
1912 que limitó su capacidad de negociación política dentro de dicha sociedad.
La aparición pública de los movimientos
fascista (Acción Nacionalista de Chile), falangista (Falange Nacional)<!--[if !supportFootnotes]-->[6]<!--[endif]-->
y nacionalsocialista (Movimiento Nacionalsocialista Chileno) se produjo al año
siguiente y su propósito fue contener la actividad política de los movimientos
de izquierda surgidos en el período. Estos grupos fueron posteriormente
absorbidos por otras organizaciones políticas nativas chilenas. En relación con
el nacionalsocialismo, éste provino directamente de la oficialidad del ejército
que tuvo estrechos vínculos con personas provenientes de Alemania que hicieron
vida en ese país tanto dentro de la institución militar como en lo que hoy en
día se conoce como sociedad civil<!--[if !supportFootnotes]-->[7]<!--[endif]-->.
A pesar de esta efervescencia política, el país pudo evitar el surgimiento de
gobiernos militares al contrario de lo que sucedió en Argentina, Uruguay y
Venezuela.
Desde el punto de vista internacional,
Chile trató de mantener buenas relaciones con todos los países, en especial,
EE.UU. y el Reino Unido a pesar de su privilegiada relación con Alemania. A
partir del año 1938 el país logró estabilizar la situación social gracias al
proceso de industrialización que se inició con apoyo estadounidense. Esta forma
de proceder, le otorgaría una especial libertad de maniobra dada por su
ubicación geográfica alejada de los principales focos de conflictos.
Así pues, cuando la misión pedagógica
chilena se instaló en Caracas y los marinos venezolanos llegaron a Santiago en
visita oficial<!--[if !supportFootnotes]-->[8]<!--[endif]-->, los
venezolanos pudieron constatar de primera mano la naturaleza de la
conflictividad político-social de ese país sureño y de cómo la clase dirigente
logró mantener el control de las fuerzas políticas en pugna para garantizar un
importante grado de gobierno en el seno de esa sociedad.
c.- Uruguay.
Este país fue igualmente afectado por la
crisis iniciada en el año 1929 y vivió un periodo de inestabilidad similar al
que padecieron la mayoría de los países de la región, pero a diferencia del
caso chileno y argentino, la influencia y la ayuda económica
británico-estadounidense fue lo suficientemente fuerte como para mantener
neutralizado el país a pesar de la ayuda económica otorgada por Alemania<!--[if !supportFootnotes]-->[9]<!--[endif]-->.
El punto de acercamiento con los regímenes totalitarios se produjo con la
ruptura con la Unión Soviética y con España entre 1935 y 1936. Pero después de
ese año se produjo un alejamiento debido a un entendimiento con los países
anglosajones dentro del marco de la visita que hizo el presidente Roosevelt en
el año 1936. Con este marco, los marinos venezolanos que visitarían Uruguay en
el año 1935 observarían la misma conflictividad política que padecía toda la
región. La diferencia fue que el fascismo y el nacionalsocialismo europeo no
llegaron a tener el mismo poder que en Argentina y Chile a pesar de estar ese
país sometido a gobiernos militares.
d.- Situación Geoestratégica y su evolución:
1935-1945.
En la cooperación regional se presentaron
aspectos coincidentes que favorecieron la relación política y discrepantes que
crearon tensiones entre los países, por tal motivo vamos a describir
sucintamente las relaciones entre los países del cono sur y después vamos a
analizar la conducta estratégica de la región como conjunto.
Desde el punto de vista bilateral, las
relaciones políticas entre Uruguay, Argentina y Chile en el período estuvieron
condicionadas en primer lugar por la rivalidad argentino-brasileña y en segundo
lugar por la influencia que ejerció el fascismo y el nacionalsocialismo en la
región. Sobre la rivalidad argentino-brasileña, esta se produjo por un manejo
de percepciones realizado por EE.UU. para generar desconfianza y ganar así
aliados en el continente. En este manejo de percepciones los estadounidenses se
aprovecharían de las tendencias nacionalistas y totalitarias de la clase
dirigente argentina, la debilidad estructural brasileña y del espíritu
democrático existente en la sociedad uruguaya.
Con respecto a las relaciones
chileno-argentinas, estas se caracterizaron por su carácter cooperativo en el
período y se intensificarían con el estallido de la guerra. El punto culminante
de esta relación fue la coincidencia política de mantener relaciones con los
países del Eje después del ataque a la base norteamericana de Pearl Harbor. Las
causas para el mantenimiento de la neutralidad además de la política
intervencionista estadounidense en la guerra europea fue la percepción de que:
a.-) la incapacidad estadounidense de proteger adecuadamente a la región, b.-)
la posible victoria de los países del Eje, c.-) el mantenimiento de una
relación de intercambio no preferenciales usando al respecto buques nacionales
y, d.-) una opinión pública poco favorable a la guerra.
A escala regional, los elementos
coincidentes se acrecentaron con: (1) la posición política más o menos uniforme
en relación a la guerra civil española, (2) el alejamiento progresivo de la
Sociedad de las Naciones, (3) la creciente relación política con Alemania e
Italia y (4) la percepción creciente de que estallaría una nueva guerra en
Europa<!--[if !supportFootnotes]-->[10]<!--[endif]-->.
Dentro de este marco se realizó la Conferencia de Paz y Seguridad en Buenos
Aires en el año 1935 y las realizadas en los años subsiguientes. Como
instrumento diplomático, estas conferencias permitieron que los aspectos
políticos coincidentes y discrepantes del hemisferio se trasladaran a dicho
foro y permitió que a escala bilateral se desarrollara otro tipo de negociación
donde el buque de guerra jugó un papel importante.
Así pues, el período 1935-1939 se
caracterizó por los esfuerzos de Suramérica para aumentar su poder de
negociación y garantizar un importante grado de libertad de maniobra política
frente a EE.UU. y la misma Europa. Después del año 1939 hubo tres reuniones de
consulta de cancilleres que marcaron el destino de la región durante el período
de la guerra. Estas fueron: (1) la de Panamá que marcó el inicio de la
neutralidad hemisférica, (2) la de la Habana que marcó el fin de la política de
neutralidad estadounidense y el inicio de la neutralización de los países del
continente y (3) la Río de Janeiro que marcó formalmente el inicio de la
hegemonía continental estadounidense.
En Panamá en el año 1939 se adoptó una
política de neutralidad hemisférica teniendo como referente la experiencia de
la guerra de 1914. Sin embargo, esta neutralidad tenía basicamente dos
interpretaciones: la estadounidense y brasileña enfocada en consideraciones de
naturaleza económica y la hispano-parlante centrada en temas de índole
político. En el año 1939 esta diferencia estuvo nuevamente presente pero en
nuevas circunstancias, debido a: (1) en lo político, habían afinidades
ideológico políticas más acentuadas, (2) la tecnología existente hacía prever
que la guerra podía afectar al hemisferio de una manera más directa y (3) las
medidas económicas adoptadas por el Reino Unido y Francia sobre contrabando de
guerra y embargos comerciales, dentro de un contexto de crisis económica,
afectaron notoriamente a los países suramericanos, en especial, a Argentina.
Como el centro de gravedad de las medidas era material se explica que el
enfasis de las resoluciones adoptadas en Panamá tuvieran un alto componente
marítimo, es decir, se buscó mitigar las medidas anglofrancesas con una figura
jurídica de dificil cumplimiento con el agravante de que favorecían a la causa
aliada (O´Connell, 1975:28).
Con la conquista de Noruega y Dinamarca
cambio notoriamente la situación estratégica debido a que Alemania había roto el
bloqueo naval impuesto por el Reino Unido. La caida de Holanda, Belgica y
Francia unos meses después acentuó aún más el cambio de la situación política
debido a que Alemania tuvo desde ese entonces libre acceso al océano Atlántico.
Con este cambio de circunstancias, las resoluciones adoptadas en Panamá en el
año 1939 perdieron su efecto claramente a favor de la causa aliada debido a
que: (1) las posesiones coloniales americanas de Francia y del Reino de los
Países Bajos pasaron a ser foco del interés estratégico de los países
beligerantes y de los países americanos, (2) Alemania podía perturbar el
comercio marítimo británico no sólo en las adyacencias de las islas británicas,
tambíen en los propios puertos de origen de los intercambios, y (3) EE.UU. comezó
a apoyar de forma más directa la causa británica. Este fue el marco de la
reunión de la Habana de julio de 1940.
La reunión de la Habana marcó el fin de
la neutralidad estadounidense e hizo patente al resto de los países del
hemisferio que mientras más durase la guerra más dificil iba a ser mantener la
neutralidad. Para Uruguay la neutralización comenzó con la batalla del Río de
la Plata. En Venezuela la neutralización se hizo evidente desde el mismo año
1940 cuando fue sometida a una intensa presión diplomática naval. La
neutralización se expresó en estos dos países en que a pesar de mantenerse
formalmente como países neutrales lo cual trajo importantes consecuencias
políticas, en la práctica británicos y estadounidenses operaron sin ningún tipo
de restricciones. Algo similar ocurrió con Suecia en relación con Alemania en
el mismo período.
En el año 1941, EE.UU, se alejó aún más
de la política de neutralidad cuando: (1) confiscó los bienes de Alemania,
Italia y Japón en su territorio y exhortó, a cambio de beneficios, a que el
resto de los países del hemisferio se sumaran a esta iniciativa, (2) la
declaración conjunta británico-estadounidense conocida como la Carta Atlántica,
(3) la Ley de Préstamos y Arriendos, y (4) la realización de actos de guerra mediante
la protección de buques de uno de los países beligerantes. Con este marco,
Brasil asumiría la conducta estratégica seguida durante la Primera Guerra
Mundial al aceptar la instalación de bases estadounidenses y con ello iniciaría
un camino que lo colocaría como un país no beligerante favoreciendo a la causa
aliada de una forma tan abierta que se le hizo dificil seguir el camino de la
neutralidad. Con esta actitud, Brasil recibiría cuantiosas ayudas económicas y
militares que acelerarían su proceso de industrialización variando el
equilibrio estratégico de la región.
Con esta situación estratégica, el ataque
a Pearl Harbor no fue un acto de agresión contra un país americano. Fue la
consecuencia del abandono progresivo de la neutralidad en contraposición a las
políticas hemisféricas adoptadas en Panamá en el año 1939 y la Habana en el año
1940. Con este marco fue que se realizó la Reunión de Consulta de Río de
Janeiro<!--[if !supportFootnotes]-->[11]<!--[endif]-->.
Una reunión donde EE.UU. buscó que todos los paises de la región rompieran
relaciones diplomáticas con Alemania, Italia y Japón. En ese foro, los paises
que rompieron relaciones con los países del Eje fueron los países que estaban
neutralizados, sin embargo, hubo otros que trataron de obtener alguna ventaja
haciendo declarando la guerra a los enemigos de EE.UU. Argentina y Chile, como
se sabe, lograron de forma hábil mantener relaciones políticas con los países
del Eje como expresión soberana de la neutralidad con la esperanza de que la
guerra terminase en el corto plazo debido a que las restricciones impuestas por
la guerra habían disminuido sus capacidades de negociación a escala regional.
La pregunta es ¿Por qué Argentina y Chile adoptaron esa conducta estratégica en
ese momento aciago de la guerra? La respuesta es que estaban siguiendo unos
criterios westafalianos que entraron en crisis en el Tratado de Paz de
Versalles en el año 1919. En este contexto, si hay un cuetionamiento a la
conducta estratégica seguida por estos dos países (y en menor medida Uruguay y
Venezuela) esta debe buscarse en el fundamento westfaliano del estado nacional
moderno, no con quién o qué tipo de relación mantuvo se con los países del Eje
debido a que la guerra como se manifestó más claramente en Suramérica fue en el
aspecto material, es decir, en el aseguramiento de la relación
propiedad-estructura de la producción. Como veremos más adelante, con la guerra
quedó derrotado el concepto de soberanía de raigambre westafaliana cuando los
países de la región perdieron su capacidad política de mantener la neutralidad,
pero tambien abrirá la posibilidad de entender la política de una manera
diferente.
2.- Las relaciones diplomático-navales venezolano-
argentino-chilenas a la luz de los intereses de Alemania e Italia en la región.
Entre los años 1935 y 1940 la
presencia naval germano-italiana en suramerica fue relativamente intensa y tuvo
desde el punto de vista diplomático el propósito de afianzar las relaciones de
amistad y comercio que existió antes de la Primera Guerra Mundial. El principal
argumento esgrimido por Alemania en ese entonces fue la posición neutral
asumida en especial, Venezuela, Uruguay, Argentina y Chile entre 1914 y 1918<!--[if !supportFootnotes]-->[12]<!--[endif]-->.
Con respecto a Alemania, su presencia naval en Suramérica se hizo constante y
periódica a partir del año 1935. Si bien, hasta el año 1936 esta presencia
estuvo representada en el DKM “Karlsruhe” y el “Emden”, a partir de ese mismo
año se producirían cambios notables en el quehacer político alemán en la
región. Estos cambios se materializaría en: a.-) un aumento de las visitas de instrucción
empleándose al efecto los SMS “Schleswig-Holstein” y “Schlesien” especialmente
a Venezuela<!--[if !supportFootnotes]-->[13]<!--[endif]-->,
b.-) se designarían agregados navales en países claves como Argentina y Chile,
c.-) se incrementaría la presencia de instructores alemanes específicamente en
Chile, y d.-) representantes de las industrias militares alemanas harían
ofrecimientos de material bélico a los países con que mantenía una estrecha
relación<!--[if !supportFootnotes]-->[14]<!--[endif]-->.
En el caso italiano hubo dos
hechos que limitaron una presencia naval más activa en la región. Estos hechos
fueron una endémica carencia de combustible para mover su flota y la invasión
de Abisinia que orientó el esfuerzo de ese país para tratar de obtener una
solución rápida. Sin embargo, el Reino de Italia: a.-) envió representantes de
la Regia Marina para estrechar los lazos militares a la región, en especial,
Argentina, Chile y Brasil, b.-) pudo mantener hasta el año 1940 la venta de
material bélico naval, en especial a Argentina, Brasil y Venezuela y c.-)
mantuvo instructores navales en Argentina, Brasil y Venezuela<!--[if !supportFootnotes]-->[15]<!--[endif]-->.
Después del estallido de la
guerra hasta el año 1942, la presencia naval italoalemana cambio de tono, es
decir, asumió una naturaleza mixta. El carácter mixto se evidenció en el hecho
que la dinámica de la guerra produjo restricciones a los buques alemanes y a
los buques de los países suramericanos en el sentido que limitó su área de
operaciones en un contexto de guerra comercial.
A partir del año 1942, se
produjo en Suramérica un cambio de las relaciones diplomática en relación con
Alemania, Italia y Japón. Se pasó a una relación más antagónica dado por el
inicio del proceso de ruptura de relaciones diplomáticas y de declaraciones de
guerra realizadas por la presión estadounidense. Venezuela rompería relaciones
con Alemania a finales del año 1941 y Uruguay a inicios de 1942. Argentina y
Chile lo harían en el año 1944. Argentina, Uruguay, Chile y Venezuela le
declararían la guerra a Alemania entre febrero y marzo del año 1945.
A pesar que la diplomacia de manera
general es manejada por el Estado como un todo, los aspectos técnicos de las
formas de comunicación y de intercambio se dejaban a personal especializado. En
este sentido es que puede entenderse cómo las ejércitos de Argentina y Chile y
en especial el chileno comenzaron a recibir influencias de su contraparte
alemana. Desde el punto de vista naval, es de destacar que la mayor influencia
provenía del Reino Unido por razones históricas. A continuación se va a reseñar
cómo evolucionó la relación de Italia y Alemania con Uruguay, Argentina y Chile
para tratar de obtener elementos de comparación que nos muestre cómo se produjo
la neutralización política de los países de la región como consecuencias de la
guerra.
<!--[if !supportLists]-->a.
<!--[endif]-->Uruguay
La marina de
guerra uruguaya de los años treinta era una institución que se encontraba en
proceso de crecimiento. Desde el punto de vista diplomático, la principal
relación de la armada de ese país era con sus grandes vecinos Argentina y
Brasil. Con respecto a Alemania, este país fue visitado en el año 1935 por el
DKM “Karlsruhe” del CN Lütjens. Montevideo fue el puerto que antecedió su
entrada a Chile. Este país sería visitado también por el buque Escuela Brsileño
“Almirante Saldanhaen el año 1941 y 1942, y por el ARA “Pueyrredón” en 1939. La
visita del "Karlsruhe” sería la última visita de un buque de guerra alemán a
este país antes de la llegada del Graff Spee. Por otra parte, Según Maldonado
(2005), hasta el año 1939 Uruguay mostró interés en adquirir armas alemanas,
pero no se conoce de adquisiciones militares provenientes de ese país en ese
período ni durante la guerra.
Cuando la
delegación venezolana arribo a Montevideo debió haber percibido una importante
influencia francesa y anglosajona a pesar de los movimientos nazis existentes.
La visita venezolana debió haber tenido en ese momento un carácter más
protocolar en el sentido de hacer una deferencia al país dada su proximidad al
destino final Buenos Aires. De ahí que sólo se menciona en los registros
históricos, la ofrenda floral al busto del procer uruguayo “Artigas”<!--[if !supportFootnotes]-->[16]<!--[endif]-->
Con el estallido de la guerra, el país
asumiría una posición neutral como lo hizo el resto de la región. Por este
hecho quedó en el puerto de Montevideo el
buque alemán “Tacoma”. La neutralidad uruguaya sería puesta a
prueba con la batalla del Río de la Plata. Según Lettieri (2004), la Segunda Guerra Mundial llegó a Uruguay muy pronto
de la mano de un mítico enfrentamiento, entre el acorazado de bolsillo “Graf
Spee” y los cruceros británicos “Exeter”, “Ajax” y “Achilles”. Este hecho,
junto con la operación NEULAND, marcaría para siempre el recuerdo de la guerra
en América del Sur y demostraría a todos los gobiernos de la región que de
alguna u otra forma serían arrastrados a un conflicto que comenzó siendo
europeo y finalizaría siendo una conflagración mundial.
El Graf Spee,
después de combate naval que le dejó averías de poca consideración y sin
posibilidad de aprovisionarse de municiones y repuestos solicitó permiso a las
autoridades uruguayas para dirigirse a Montevideo para evacuar a los heridos,
hacer reparaciones de emergencia y cargar provisiones. Con este hecho, el
gobierno uruguayo fue sometido a fuertes presiones por parte de Alemania por un
lado y EE.UU y el Reino Unido por el otro, primero para impedir la entrada del
buque y después para apurar su salida. Luego de una hábil campaña de
desinformación desarrollada por el embajador británico en el país, el
comandante del buque alemán, el CN H. Langsdorff, decidió sacrificar el navío y
salvar a la tripulación que posteriormente sería internada en Argentina luego
de ser trasladada por un mercante alemán. Tras este episodio, la clase
dirigente uruguaya, de manera realista, acentuó su acercamiento al bando aliado
y trató de obtener el mayor beneficio posible para el país de esa guerra.
Entre 1940 y
1941, la inteligencia de Estados Unidos e Inglaterra se movió en todos los
ámbitos de la vida uruguaya para generar un ambiente favorable a la causa
aliada desestabilizando a un gobierno que trató de mantener su política de
neutralidad. Con la entrada en guerra de Italia y la ocupación de Dinamarca
quedaron en el puerto de Montevideo los barcos italianos “Adamello” y “Fausto”,
y los daneses “Isaura” y “Christian Sass”. Estos buques serían requisados
dentro del marco de la política de confiscaciones lideradas por el gobierno
estadounidense en el año 1941. El “Adamello”, al respecto fue nombrado
“Montevideo” y el “Fausto” sería denominado “Maldonado”. De igual forma, el
“Isaura” sería denominado “Rocha” y el
“Christian Sass” como “Colonia”.
Con la entrada
en guerra de EE.UU. el gobierno uruguayo endureció sus relaciones diplomáticas
con los países del Eje en concordancia con las resoluciones acordadas en la
conferencia de Río de Janeiro, pero mantuvo su neutralidad. Veinte días después
de la incursión alemana en el Golfo de Venezuela (08MAR1942), la M/N
“Montevideo” navegando con la bandera uruguaya de forma visible por los
costados, pero en completa oscuridad fue torpedeado y hundido al norte del mar
Caribe por el submarino italiano “Fazzoli” ocasionando la muerte de gran parte
de la tripulación<!--[if !supportFootnotes]-->[17]<!--[endif]-->. Cinco
meses después de este naufragio (02AGO), fue torpedeado y hundido, también en
aguas adyacentes al mar Caribe la M/N “Maldonado”, pero en este caso no se
lamentaron pérdidas de vida humanas<!--[if !supportFootnotes]-->[18]<!--[endif]-->.
Por causa de estos hechos, el gobierno uruguayo arrendaría varios de sus pocos
buques mercantes al gobierno estadounidense. En este contexto, este país sería
el primero que se beneficiaría de la Ley de Préstamos y Arriendos y sería
después de Brasil el país que más le sacaría provecho a la relación con EE.UU.
Al respecto recibiría en contraprestación
un caza submarinos que denominarían “Maldonado”.
Luego de los
incidentes ocurridos con los países del eje por el caso de los hundimientos,
Uruguay tuvo que encarar la presión de un gobierno argentino que se resistía a
mantener no sólo su neutralidad sino su relación con Alemania. El punto
culminante de esta tensión estaría dado por la diplomacia intimidatoria que se
materializó en una serie de maniobras navales nocturnas realizadas por la
Armada Argentina que cesarían cuando la embajada estadounidense le aseguró al
gobierno uruguayo el apoyo necesario en caso de que las circunstancias lo
ameritasen (Dupuy Tindemann, 2008). Este hecho significó un mayor acercamiento
a EE.UU. y Brasil que ya, para ese entonces, se había empeñado en la guerra en
el frente europeo. Finalmente, el 14 de febrero de 1945, Uruguay,le declararía
la guerra a Alemania y Japón y se adheriría a la organización las Naciones
Unidas.
<!--[if !supportLists]-->b.
<!--[endif]-->Argentina.
La Armada Argentina de la década de los
años treinta era una organización mestiza de alta disponibilidad operacional
equipada con materiales provenientes de EE.UU., Italia, Reino Unido, Francia y
en menor medida Alemania y estaba estructurada formativa y doctrinalmente con
una fuerte influencia anglosajona, especialmente del Reino Unido y Estados
Unidos. Para el año 1940, estaba catalogada como la octava armada a escala
mundial. Este hecho en sí colocaba a esa armada como un formidable instrumento
de negociación internacional y objeto de influencia extranjera. De igual forma,
hay que tener presente que históricamente la actitud de los profesionales de la
armada ha sido la de cumplir sus tareas específicas a pesar de las
inclinaciones políticas del gobierno a que le ha tenido que servir. Por tal
motivo, a pesar de las buenas relaciones que ese país sureño mantuvo con la
Alemania de la república de Weimar, estas relaciones no trascenderían al
componente naval como sí sucedió en el ejército. En el caso italiano a pesar de
compartir material bélico con Argentina, lo cual significó la adopción de parte
de su doctrina naval no hubo, en ese período, un activismo político por parte
de la armada sureña. Quizás, en este sentido, recibiría influencia de una Regia
Marina que mayoritariamente estaba más orientada a la defensa de los intereses
del Estado que de una parcialidad política<!--[if !supportFootnotes]-->[19]<!--[endif]-->.
Para el año 1935 las relaciones
argentino-alemanas desde el punto de vista naval se limitaron a los canales
diplomáticos y su foco estuvo dirigido a la venta de armas. Los cargos de
agregado naval fueron ocupados en Berlín por el CF E. Ceballos<!--[if !supportFootnotes]-->[20]<!--[endif]-->
y en Buenos Aires por el CN D. Niebuhr quien a su vez fue concurrente en Chile
y Uruguay<!--[if !supportFootnotes]-->[21]<!--[endif]-->.
Un paso importante en las relaciones bilaterales se produjo en el año 1937
cuando se produjo un intercambio de visitas navales, es decir, cuando el SMS
“Schlesien” visitó varios puertos argentinos y la División Acorazados de la Armada
Argentina, compuesta por los acorazados “Moreno” y “Rivadavia” visitaron varios
puertos alemanes (Luqui-Lagleyze, 2005).
La visita argentina, que fue tratada como oficial, tuvo bastante resonancia en
Alemania puesto que hasta el comandante argentino de la división naval fue
recibido por el propio canciller alemán Adolfo Hitler. En Argentina por su
parte, el SMS “Schlesien”, según Basti fue aprovechado para reconocimiento y
verificación con miras a la realización de futuras operaciones (2009:119-120). Después de este evento, el
foco de la relación naval entre ambos países estuvo orientado a la venta de
armas hasta que con el estallido de la guerra se presentó el incidente del DKM
“Graf Spee” cuyo desenlace culminó con el internamiento de la tripulación del
acorazado de bolsillo alemán en territorio argentino<!--[if !supportFootnotes]-->[22]<!--[endif]-->.
Con respecto a la
venta de material bélico es de destacar que Argentina antes de la guerra
adquirió material naval alemán (y británico), pero no de la misma importancia
del adquirido desde Italia. Durante la guerra, pudo hacer efectivo varios
pedidos incluso durante el periodo bélico vía España, pero las necesidades de
la guerra fueron limitando la misma capacidad alemana para vender armas a
cualquier país.
En el caso italiano, como ya se indicó
estuvo focalizado en la venta de medios navales, específicamente tres submarinos
antes del estallido de la guerra, pero como la relación de estos dos países
estuvo caracterizada por altibajos relacionados con las sanciones impuestas a
Italia por la guerra de Abisinia promovidas por la propia representación
Argentina, la influencia fascista en el país provendría de los oficiales del
ejército que estudiarían en el citado país Mediterráneo. Entre ellos se destaca
Juan Domingo Perón. A
pesar de esta situación, de forma más o menos contemporánea a la visita que
estaban realizando los acorazados argentinos a Alemania en el año 1937, el ARA
“Presidente Sarmientos” visitaría el puerto de Nápoles y entre los visitantes
distinguidos contaría con la presencia del príncipe Umberto di Savoia. Este
sería la única visita enmarcada en las relaciones ítalo-argentina en el
período. Hay que recordar que la regia marina militare italiana se encontraba
empeñada en la guerra de Abisinia.
Así pues, cuando se produjo el encuentro
entre la marina argentina y venezolana en el año 1935, el sustrato de la comunicación
tuvo como plataforma común un nacionalismo en estado de ebullición. De ahí que
el presidente argentino del momento, el general Justo le haya abierto las
puertas a nuestro país en ayuda para la formación de personal militar y naval<!--[if !supportFootnotes]-->[23]<!--[endif]-->.
De igual forma, la influencia europea que se pudo haber afectado la relación
bilateral se pudo haber producido a partir del interés de compartir material
bélico de un origen común. Desde el punto de vista cooperativo, la formación de
oficiales navales venezolanos en Argentina en ese período facilitaría a largo
plazo las relaciones políticas entre los dos países en momentos críticos de las
relaciones bilaterales como la participación argentino-venezolana en la crisis
de los misiles en Cuba en el año 1962<!--[if !supportFootnotes]-->[24]<!--[endif]-->.
Esta no sería la primera crisis
internacional donde participarían buques argentinos. En el año 1936, con el
estallido de la guerra civil en España, el crucero “Veinticinco de mayo” y el
torpedero “Tucumán” realizarían actividades humanitarias de avacuación de
refugiados, ciudadanos argentinos y de personal diplomàtico de países
suramericanos.
La visita oficial venezolana estuvo
relacionada con la promoción del comercio, industria y agricultura venezolana y
a su vez para el adiestramiento de cadetes de la escuela naval en lo que hoy se
denomina Ejercicio de Buque Independiente. La misión comercial estuvo dirigida
por el Sr. Domingo García representante de la Compañía Venezolana de Navegación
y la misión naval estuvo comandada por el Capitán de Fragata Felipe Larrazabal.
En Buenos Aires se develaría un busto del Libertador Simón Bolívar y como fruto
de ese acercamiento, serían enviados a Argentina seis cadetes navales para su
formación en ese país y el Teniente de Fragata Wolfgang Larrazabal participaría
en el viaje de instrucción en el buque escuela ARA “Presidente Sarmientos” en
el año 1937, después de que visitara el puerto de la Guaira<!--[if !supportFootnotes]-->[25]<!--[endif]-->.
Con el estallido de la guerra en Europa
en el año 1939 Argentina se adhirió a la política de neutralidad acordada en el
seno de las conferencias de seguridad americana relacionadas con el estallido
de la guerra en Europa a pesar que las medidas económicas aliadas afectaron
profundamente su economía. Ahora esta neutralidad se enmarcaba no sólo en
mantener la política asumida por ese país en el año 1914, también los decisores
políticos argentinos estimaron que Alemania tenía grandes posibilidades de
vencer en esa nueva guerra. Las victorias militares germanas en los años 1939 y
1940 confirmaron esa creencia. Esta neutralidad sería puesta a prueba en el año
1940 cuando fue hundida por un U-Boot la M/N “Uruguay” de bandera argentina a
130 MN al norte de la costa española<!--[if !supportFootnotes]-->[26]<!--[endif]-->.
Este incidente que fue resuelto en el ámbito diplomático fue un indicador de la
fortaleza de la relación argentino-alemana.
Uno de los aspectos que se debería
tener en consideración en la política de neutralidad argentina en el año 1941
podría ser la evaluación de su conducta estratégica a la luz de las abiertas
políticas belicistas estadounidenses de apoyo directo a uno de los bandos
enfrentados. A este respecto, más allá del germanofilismo del gobierno
argentino se evidencia que lo que estaba planteado en el año 1941 era un
importante antagonismo argentino-estadounidense donde el primero buscaba
mantener la neutralidad y el segundo perseguía el involucramiento en la guerra
arratrando con ello a toda la región.
En este contexto, la conducta estratégica de Argentina, al igual que
Venezuela, fue mantener una posición que les permitiera resistir políticamente
con la esperanza de que las armas del Eje decidieran la guerra sobre todo en el
año 1942<!--[if !supportFootnotes]-->[27]<!--[endif]-->.
Por supuesto que la politica de neutralidad argentina no era apoyada por todos
los sectores de ese pais. Como en toda la region, una parte de ese pais apoyaba
a los anglosajones y dado que EE.UU y el Reino Unido tenían una presencia que
se sentía desde el mar, el gobierno argentino trató de acercarse prudentemente
al gobierno estadounidense, pero el fruto de este acuerdo sólo fue visible en
el ámbito económico.
Dentro de este juego de fuerzas fue que
se produjo la visita del Guardacostas ARA “Pueyrredón” a la Guaira en el año
1941. Este buque realizó un crucero de instrucción con sesenta cadetes que lo
llevó a Río de Janeiro,
Bahía, Recife, Puerto Rico, Nueva Orleáns, La Habana, Puerto Limón, Colón,
Cartagena, Aruba, La Guaira, Pernambuco y Santos. Su arribo a Argentina se
produjo siete días después del ataque a Pearl Harbor. Según Pérez-Lecuna, este
buque estuvo en la Guaira entre el 13 y 17NOV1941 (2000:548-549)<!--[if !supportFootnotes]-->[28]<!--[endif]-->
y si se tiene presente que ese buque estuvo en Nueva Orleans el 07OCT se estima
que ese crucero fue hecho a alta velocidad quizás por la circunstancia de
guerra que vivía la humanidad en ese momento<!--[if !supportFootnotes]-->[29]<!--[endif]-->.
Una observación superficial de la ruta seguida por el Crucero Guardacostas
argentino evidencia el interés de ese país en el océano Atlántico meridional y
en el mar Caribe, espacio que se constituiría en un área de operaciones navales
desde el año 1942 hasta mediados del año 1944.
La entrada de EE.UU en la guerra fue el
momento crucial de la politica de neutralidad continental debido a que los
pasos que dio ese pais para participar en ese conflicto fueron suficientemente
claros para la mayoria de paises del hemisferio. La pregunta que se plantea
entonces es saber si algun pais estaba en condiciones de denunciar a los
estadounidenses desde el momento en que la escalada fue lo suficientemente
clara para forzar a la region a involucrarse en una guerra que no le era de su
incunbencia. Esta situación podria explicar, en parte, la posición argentina.
En parte porque este pais tambien estaba buscando su posicionamiento mundial.
Para el momento en que se produjo la
declaración de las Naciones Unidas, el frente de guerra europeo y africano
estaba estabilizado y en el extremo oriente las fuerzas militares japonesas
avanzaban de forma indetenible en Oceanía y en el sudeste de asía. En este
contexto, con las graves pérdidas navales sufridas por británicos y
estadounidenses se hizo necesario reforzar las posesiones que aún resistían y
ello produjo un desbalance de fuerzas en el océano Atlántico que sería
aprovechado por Alemania e Italia. Con este escenario la clase dirigente
argentina estimó que a pesar de la violación del territorio estadounidense por
Japón, no se consideraban “las acciones
de Alemania e Italia como actos de agresión o de amenaza al continente”<!--[if !supportFootnotes]-->[30]<!--[endif]--> y
esta diferencia fue usada como argumento para mantener la neutralidad. Esta
neutralidad fue apoyada por la clase dirigente en general y por el estamento
militar dirigido, en ese momento, por el Almirante León Scasso, el marino que
comandó la escuadra argentina en la visita oficial a la Alemania
nacionalsocialista.
Cuando se produjo la Tercera Reunión de Consulta de ministros
de Relaciones Exteriores en Río de Janeiro entre el 15 y el 28 de enero de
1942, en Venezuela se estaba negociando un acuerdo de defensa naval con EE.UU.
en condiciones desventajosas porque significaría su neutralización efectiva en
la esfera internacional una vez que se produjeron los primeros hundimientos de
tanqueros en el Golfo de Venezuela. Teniendo presente esta diferencia entre
neutralidad y neutralización la clase dirigente argentina (al igual que la
chilena) optaría por tratar de preservar su independencia negándose al respecto
a romper relaciones con Alemania e Italia.
Así
como Venezuela tendría que lidiar diplomáticamente con EE.UU para mantener
alguna forma de soberanía a partir del 16FEB1942 por la presencia de submarinos
alemanes operando contra los intereses aliados en las adyacencias de nuestras costas,
la clase dirigente argentina tendría que lidiar tanto con las potencias
anglosajonas como con la resistencia dentro del propio país para mantener la
neutralidad como expresión de la soberanía. Las situaciones límites que colocaron en tensión a la sociedad
argentina fueron: 1.-) el torpedeamiento del petrolero “Victoria” (17ABR) y el
hundimiento del mercante “Río Tercero” (22JUN), ambos dirigiéndose a Nueva York<!--[if !supportFootnotes]-->[31]<!--[endif]-->,
2.-) el descubrimiento en la ciudad de La Plata de una red espionaje alemán que informaba sobre los embarques
de alimentos a Gran Bretaña y 3.-) el descubrimiento por parte aliada de los
esfuerzos argentinos por adquirir armas alemanas.
Los
incidentes provocados por el hundimiento de buques argentinos fueron resueltos
por vía diplomática. Ahora, el tema de las redes de inteligencia alemana y de
la adquisición de material de guerra alemán, tienen una estrecha vinculación
con las operaciones clandestinas realizadas por Alemania en el cono sur con la
cooperación de la España nacionalista.
En las
redes de inteligencia en argentina y las ventas de armas, España jugó un
importante papel en el desarrollo de dicha relación. España (con el apoyo de
Portugal) facilitó las transacciones comerciales entre esos dos países<!--[if !supportFootnotes]-->[32]<!--[endif]-->.
El interés por la compra de armas estaba relacionado con: (1) el interés alemán
en mantener las relaciones con Argentina y (2) el juego de percepciones sobre
una hipotética guerra que se podría desencadenar en el cono sur generada entre
las clases dirigentes argentina y brasileñas, esta ultima influida
habilidosamente por la diplomacia estadounidense. Como se sabe, Brasil rompió
relaciones diplomáticas con los países del eje una vez que se aseguró que
recibiría ayuda militar estadounidense<!--[if !supportFootnotes]-->[33]<!--[endif]-->.
Este hecho involucraría a Brasil directamente en la guerra y le permitiría
equilibrar el balance estratégico de la región que era favorable a Argentina.
Además
del costo que significó en el ámbito internacional asumir una posición de
neutralidad, la situación política interna de ese país sureño comenzó a
deteriorase a partir del año 1943 por lo que la clase dirigente y los grupos de
poder trataron de mantener la conducta estratégica del país a ultranza. Hay que
recordarse que para esa fecha, si bien, las fuerzas germano-italianas habían
sido expulsadas de África, todavía tenían la iniciativa en el frente ruso, y
los japoneses a pesar de fracasar en Guadalcanal sus fuerzas militares estaban
avanzando hacia la India. Estos hechos evidencian que la nueva clase dirigente
argentina todavía creía en la derrota de los aliados. Dentro de este marco se
produjo la visita oficial del Buque Escuela español “Juan Sebastián Elcano”.
Esta visita de cuatro días realizada entrando el mes de abril de 1943 se
desarrolló dentro del marco de las estrechas relaciones existentes entre los
dos países. Dos meses después de la misma, el periódico Acción Argentina denunciaría que ese buque serviría de vía de
escape de un grupo de tripulantes del panzerschiff “Graf Spee”.
La posición internacional argentina quedó más
comprometida a inicios de 1944 cuando un terremoto asoló una región del país y
es descubierto un cónsul argentino realizando actividades de inteligencia a
favor de los países del Eje. Este último hecho obligó a la clase dirigente
argentina a romper relaciones con Alemania, Italia y Japón a inicios del año
1944 trayendo como consecuencia a su vez la caída del gobierno. Esta ruptura no
significó el fin de las relaciones debido a que la nueva cúpula gobernante aún
jugaba con la esperanza de que el resultado de la guerra aún podía beneficiar
los intereses argentinos<!--[if !supportFootnotes]-->[34]<!--[endif]-->. Esta esperanza
se iría desvaneciendo después de junio de 1944, por lo que el paso que dieron
las relaciones entre esos dos países fue la preparación para la postguerra, es
decir, la acogida de jerarcas del nacionalsocialismo que han destacado autores
como Basti, Salinas, De Napoli y Goñí.
Los últimos actos notorios de la armada argentina durante la guerra se
circunscribirían a la aplicación de una diplomacia demostrativa de carácter
intimidatorio frente a Uruguay y el establecimiento de una zona de vigilancia
marítima entre el estuario de La Plata y el cabo de Hornos.
c.- Chile.
La Marina de Guerra chilena ha sido una
importante institución militar a nivel suramericano a lo largo de su historia.
A inicios de la década de los años treinta del siglo pasado contaba con un acorazado, el “Latorre” modernizado en el
Reino Unido. Este medio indicaba de hecho la estatura estratégica de ese país
en el ámbito marítimo<!--[if !supportFootnotes]-->[35]<!--[endif]-->.
Sin embargo, el motín de la marinería y su posterior represión redujeron
severamente la disponibilidad operacional de la marina y la principal
preocupación de los mandos superiores fue en los años subsiguientes recuperar
su apresto dentro de un contexto de crisis económica y una política internacional
enraizada en el mantenimiento de una política de neutralidad que le reportó
importantes beneficios en las primeras décadas del siglo XX. A pesar de su
debilidad estructural la Armada de Chile todavía constituyó una excelente
escuela para la formación de los nuevos oficiales de la Armada venezolana en
ese período<!--[if !supportFootnotes]-->[36]<!--[endif]-->.
Por consiguiente, durante el resto de la
década de los años treinta del siglo XX la marina de guerra chilena estuvo
sometida a un intenso proceso de reestructuración que la limitó a desempeñar un
importante rol diplomático como si se evidenció en el caso de la Marina de
Brasil y la Armada Argentina. Como se sabe la marina de ese país al igual que
la argentina y en menor medida la venezolana tenían una fuerte influencia
inglesa<!--[if !supportFootnotes]-->[37]<!--[endif]-->,
por lo que la relación con Alemania estuvo supeditada a las líneas políticas
del gobierno y no a un contacto directo como si mantuvo el ejército chileno con
su par alemán. A partir de este hecho se tiene que, al parecer, la principal
relación de la marina de guerra alemana en Chile se produjo con el ejército y
no con su contraparte debido a que su contraparte se encontraba dedicada a
recuperar los estándares de operatividad que llegó a ostentar a principios de
los años treinta.
Con este marco, además de las visitas navales
realizadas por buques argentinos, los puertos chilenos serían visitados por
buques alemanes<!--[if !supportFootnotes]-->[38]<!--[endif]-->. Maldonado
(2005) ha destacado la resonancia que tuvo en ese país del sur la visita de DKM
“karlsruhe” a inicios del año 1935<!--[if !supportFootnotes]-->[39]<!--[endif]-->
y SMS “Schlesien” en el año 1938<!--[if !supportFootnotes]-->[40]<!--[endif]-->.
El último acto de la relación naval chileno-alemana constituiría la donación
del velero “Priwall” que llegaría a cumplir funciones como buque escuela con el
nombre de “Lautaro”.
La visita del
DKM “Karlsruhe” a Valparaiso en el año 1935 fue realizada bajo el comandado en
ese entonces por el Capitán de Navío G. Lütjens dentro del marco del cuarto
crucero de representación que abarcó un importante número de puertos
suramericanos. La resonancia de esta visita se debió a que: 1.-) se produjo
dentro de un contexto signado por el estrechamiento de las relaciones
chileno-alemanas y 2.-) se utilizó de forma propagandista el hecho que el
comandante del buque tenía familiares que habían emigrado a ese país sureño. La
visita del “Karlsruhe” fue recibida con entusiasmo principalmente por la
oficialidad del ejército chileno destacando no sólo los vínculos entre los dos
países, también el papel que le correspondía desempeñar a los alemanes que se
encontraban fuera de la “madre patria” dentro del nuevo orden político que se
había instaurado (Ibíd.). Con respecto a la presencia en Chile del oficial
alemán es de destacar una interesante reseña publicada sobre el comandante del
buque alemán que evidencia la naturaleza de la relación bi-nacional:
“Lütjens, durante su visita al puerto de Valparaíso en 1935, habría
pronunciado algunas palabras en una reunión con oficiales chilenos, ocasión en
que habría confesado que la razón fundamental por la cual él desde pequeño
quiso ingresar a la marina alemana, se debió a la profunda admiración que
sentía por su héroe de la niñez: Arturo Prat Chacón”.
“Tuvimos el honor de conocerlo. Cuando en 1935 comandamos el Lynch; el
Karlsruhe, de su mando acoderó cerca de nosotros, a la vista del Monumento de
nuestro héroe máximo”.
“Allí llegó a rendir homenaje, depositando una alegórica corona con los
colores de la Patria suya. Sobriedad y elocuencia encerraba ella, sencillamente
laureles, lo que la Gloria destina a los caídos en la Epopeya”.
“Alto y recto; seco, sin sonrisas cortesanas de ocultas intenciones, de
mirada franca, recta al Destino, sin flaquezas ni temores; todo un hombre; un
soldado del mar infinito”.
“Cayó tras gloriosas hazañas no superadas”<!--[if !supportFootnotes]-->[41]<!--[endif]-->.
Así pues,
cuando la delegación venezolana visitó Santiago en el año 1935, se encontró con
una marina chilena en franco proceso de recuperación aunque disminuida
políticamente. Se podría decir que, salvando las distancias, la marina de
guerra chilena se encontraba en una situación similar a la marina de guerra
venezolana después del año 1912.
Con respecto a
la visita del SMS “Schlesien” en el año 1938 es de mencionar que este buque
hizo escala en Punta Arenas, Valdivia y Valparaíso. De igual forma, una nutrida
representación alemana fue recibida en Santiago por oficiales del ejército y la
fuerza aérea chilena (Maldonado, 2005).
Con el
estallido de la guerra en el año 1939, Chile adoptó las decisiones aprobadas en
el seno de las conferencias de seguridad americanas enmarcadas en el
mantenimiento de una política de neutralidad, pero al igual que el resto de los
países del continente, fue afectado por la interrupción de las relaciones
comerciales. Sin embargo, a pesar de la fuerte influencia alemana la clase
dirigente chilena, hizo grandes esfuerzos por: 1.-) mantener la política de neutralidad,
2.-) contener el nacionalsocialismo en ese país. Estos esfuerzos significaron
un proceso de enfriamiento de las relaciones con Alemania y un foco de tensión
con respecto a EE.UU. que fue resuelto de manera más o menos similar al caso
venezolano.
El Almirante
Martínez Busch afirmó que la actuación de la marina chilena en la Segunda
Guerra Mundial se puede dividir en dos etapas (Toro, 2009). La primera comenzó con el estallido de la guerra en
1939 culminando en el año 1943 y se caracterizó por mantener una política de
neutralidad y una relación convergente con EE.UU. La segunda etapa se inició en
el año 1943 hasta el final de la guerra en el año 1945 y se caracterizó por la
ruptura de relaciones con los países del Eje y la participación en la conferencia
de San Francisco que marcó el inicio de la Organización de las Naciones Unidas.
Con el
estallido de la guerra en el año 1939, Chile asumió una política de neutralidad
siguiendo al respecto la misma actitud estratégica seguida por todos los países
americanos. Sin embargo, después de nueve años de reestructuración, la marina
de guerra se encontraba poco preparada tecnológicamente para asumir un rol
disuasivo en el mantenimiento de la política de neutralidad. A esta situación
se agregaba la falta de tripulantes para completar las dotaciones de los buques
(Ibíd.)<!--[if !supportFootnotes]-->[42]<!--[endif]-->.
Estando consciente de estas limitaciones el gobierno alemán donó a Chile, a
mediados del año 1941, el velero “Priwall” que se había refugiado en Valparaíso
en el año 1939 para cumplir funciones de buque escuela. Este buque bautizado
como “Lautaro” sería enviado inmediatamente a EE.UU para reparaciones y
llegaría a realizar cinco cruceros de instrucción y de transporte de carga
(salitre) hacia México y EE.UU hasta que un incendio provocó su hundimiento en
el año 1945<!--[if !supportFootnotes]-->[43]<!--[endif]-->.
Con la entrada
en guerra de EE.UU. la clase dirigente chilena estimó que Japón podría intentar
ejecutar operaciones navales para afectar los intereses estadounidenses
relacionados con la provisión de minerales estratégicos (cobre) por lo que toda
la costa chilena sería protegida de forma más o menos similar a las costas
venezolanas en el mismo período<!--[if !supportFootnotes]-->[44]<!--[endif]-->.
Para reducir la presión estadounidense, junto con esta medida, el gobierno
abrió averiguaciones sobre las actividades
pronazis en el país. Estas presiones se incrementarían cuando el
17MAR1942 fue hundido el buque mercante chileno “Toltén” frente a las costas de
Nueva York dejando un solo superviviente (Pugh-Gillmore, 2010)<!--[if !supportFootnotes]-->[45]<!--[endif]-->.
Este buque fue hundido en parecidas circunstancias al mercante Uruguayo
“Montevideo”, es decir, estaba identificado con la bandera chilena por los
costados del buque pero navegaba oscurecido<!--[if !supportFootnotes]-->[46]<!--[endif]-->.
La etapa de
1943 a 1945 se caracterizó por el hecho que se profundizó el alejamiento de
Alemania a pesar de la fuerte resistencia interna e implicó la ruptura de
relaciones diplomáticas. Este alejamiento se vio impulsado por el desvelamiento
por parte de EE.UU de una rama de la red de inteligencia alemana que operaba en
el país y culminaría con la declaración de guerra, requisito indispensable para
ingresar en la Organización de las Naciones Unidas.
<!--[if !supportLists]-->c.
<!--[endif]-->La relación naval
argentino-chileno-germana: implicaciones para Venezuela.
La relación naval de Alemania con los
países estudiados tuvo dos vías y se desarrolló en tres fases. Las vías fueron
directas, es decir, la relación de Alemania con Argentina, Chile y Venezuela (y
en menor grado uruguay)e indirecta realizada por intermedio de la ayuda
española. Las fases fueron: 1.-) político-diplomática, 2.-)
diplomático-operativo-clandestino y 3.-) operaciones clandestinas. La primera
fase de la relación que se inició en el año 1935 y terminó en 1939 implicó el
levantamiento de información de inteligencia en el plano estratégico, el
establecimiento de contactos político-militares y el desarrollo y consolidación
de una red de información y de apoyo logístico que ya existió de forma
embrionaria desde la Primera Guerra Mundial en lo que se conoció como ettappendienst. En el siguiente cuadro
se muestra cómo fue esta relación desde el punto de vista naval en Suramérica:
Visitas navales a Suramérica<!--[if !supportFootnotes]-->[47]<!--[endif]-->
|
1935
|
1936
|
1937
|
1938
|
1939
|
Venezuela
|
DKM “Emden” <!--[if !supportFootnotes]-->[48]<!--[endif]-->y
“Deutschland”<!--[if !supportFootnotes]-->[49]<!--[endif]-->
|
SMS “Schlesien”<!--[if !supportFootnotes]-->[50]<!--[endif]-->
|
SMS “Schleswig-Holstein”
ARA “Presidente Sarmientos”
|
SMS
“Schlesien” y “Schleswig-Holstein”
|
|
Uruguay
|
DKM
“Karlsruhe”
M/N
“Bolívar”
|
--
|
--
|
--
|
--
|
Argentina
|
M/N “Bolívar”
|
--
|
SMS “Schlesien”
|
--
|
--
|
Chile
|
DKM “Karlsruhe”
Delegación de M/N “Bolívar”
|
--
|
SMS “Schlesien”
|
--
|
--
|
Como se puede observar, Venezuela y sus
aguas fue un objeto de interés alemán durante el período en comparación con el
resto de los países considerados e incluso con respecto al resto de la región
(Blanco, 2011). Por su parte, la presencia naval de los países estudiados en
países del Eje o afines en el período se muestra como sigue:
Visitas navales a Europa<!--[if !supportFootnotes]-->[51]<!--[endif]-->
|
1935
|
1936
|
1937
|
1938
|
1939
|
Alemania
|
ARA “Moreno” y “Rivadavia”
|
||||
Italia
|
ARA “Presidente Sarmientos”
|
FNV “Soublette” y “Urdaneta”
|
|||
España
|
ARA “25 de Mayo” y “Tucumán”
|
ARA “25 de Mayo” y “Tucumán”
|
FNV “Soublette” y “Urdaneta”
|
De este cuadro se conveniente tener
presente la reestructuración de la marina chilena y el proceso de modernización
de la uruguaya. De igual forma llama la atención la visita realizada por buques
venezolanos a España, específicamente las islas Canarias debido a que esa
visita sucedió en plena guerra civil demostrandose con este hecho las
inclinaciones del gobierno venezolano por la España nacionalista. En el caso
argentino, aparte de los buques que realizaron tareas humanitarias en España se
observa que trataron de evitar los puertos españoles por efecto de la misma
guerra.
La segunda fase, se inició en 1939 y
terminó en el año 1944 cuando cesaron las operaciones navales en el mar Caribe.
Esta fase se caracterizó por el esfuerzo en lograr la mayor efectividad en las
operaciones de perturbación del tráfico marítimo por intermedio de buques
corsarios y de submarinos de países del Eje. Este período se puede dividir a su
vez en dos, es decir, de 1939 a 1941 en que todos los países de la región
fueron neutrales y entre 1942 y 1944, o sea, cuando la región fue
progresivamente neutralizada. A continuación se muestra un cuadro sintético de
cómo se manifestó la diplomacia en el mar en el período:
Diplomacia en el mar
|
1939
|
1940
|
1943
|
||
Venezuela
|
Internamiento de mercantes
alemanes
|
Incidente del “Alabama” y
“Dentice”
|
<!--[if !supportLists]-->·
<!--[endif]-->Intento de destruir los buques
internados en Puerto Cabello por parte de sus tripulaciones
<!--[if !supportLists]-->·
<!--[endif]-->Visita del ARA “Pueyrredon”
<!--[if !supportLists]-->·
<!--[endif]-->Visita del MB “Almirante
Saldanha”
|
Hundimiento del “Monagas”,
“Pedernales” y “Nueva Altagracia”
|
--
|
Argentina
|
<!--[if !supportLists]--><!--[endif]-->Internamiento de mercantes
alemanes.
<!--[if !supportLists]--><!--[endif]-->Presencia del “Altmark” en
apoyo a las operaciones del “Graf Spee”
|
<!--[if !supportLists]--><!--[endif]-->Internamiento de mercantes
italianos.
<!--[if !supportLists]--><!--[endif]-->Hundimiento del “Uruguay”
|
Visita del MB “Almirante Saldanha”
|
Hundimiento del “Río Tercero” y
averías al “Victoria”
|
Visita del BE “Juan Sebastián
Elcano”
|
Uruguay
|
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->Hundimiento del DKM “Graf Spee”
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->Internamiento de mercantes alemanes
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->Visita del ARA “Pueyrredón”
|
Internamiento de mercantes italianos y daneses
|
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->Visita del MB “Almirante Saldanha”.
<!--[if !supportLists]-->·
<!--[endif]-->Confiscaciones de buques
mercantes del Eje
|
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->Hundimiento del “Montevideo” y del “Maldonado”
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->Visita del MB “Almirante Saldanha”
|
--
|
Chile
|
Internamiento de mercantes alemanes
|
--
|
<!--[if !supportLists]-->·
<!--[endif]-->Donación del velero “Priwall”
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->Visita del MB “Almirante Saldanha”
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->Conficcaiones de buques mercantes del Eje.
|
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->Hundimiento del “Tolkén”.
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->Visita del ARA “Pueyrredón”
<!--[if !supportLists]-->· <!--[endif]-->Visita del MB “Almirante Saldanha”
|
--
|
De este cuadro es importante destacar:
1.) La reducción de la diplomacia naval argentina a partir del año 1943, y 2.)
Los internamientos de buques mercantes de países del Eje o países ocupados por
el Eje y los casos de hundimiento de buques mercantes de países neutrales
suramericanos por parte de países del Eje debido a que se presentan unas
coincidencias notables que deben ser analizadas.
En relación a la
reducción de la diplomacia naval argentina a partir del año 1943, es de tener
presente que este país suramericano fue el único que tenía una capacidad de
proyección naval de importancia, por lo que en cierta medida el objetivo
estadounidense de neutralizar a ese país implicaba la neutralización de su
armada y consecuentemente la reducción de la capacidad argentina de influir
diplomáticamente por intermedio de su poder naval.
Como se
recordará, el último crucero realizado por un buque de guerra argentino fuera
del cono sur ocurrió en el año 1941 al contrario del realizado por el buque
español “Juan Sebastián Elcano” en el año 1943. Este crucero realizado por el
ARA “Pueyrredón” abarcó el mar Caribe y la costa brasileña y fue realizado de
forma rápida, quizás para evitar riesgos de encuentros militares o de
accidentes provocados que tuvieran consecuencia internacionales como el caso
del USS “Maine” en el caso de la guerra hispano-americana. La pregunta que
surge al respecto es ¿por qué disminuyó su actividad diplomática naval de forma
ostensible por el resto de la guerra si fue catalogada como la 8° del mundo en
ese período?
O´Donnell ha
argumentado que el derecho de la guerra en el mar es básicamente un derecho
concebido para respetar la bandera de los países neutrales. De los países que
lograron mantenerse neutrales durante casi todo el período de la guerra, o sea,
Chile, Suecia, Turquía, Irlanda, España y Portugal, Argentina fue el país que
estuvo en mejores condiciones de mostrar su bandera en alta mar como expresión
de soberanía, debido a que: 1.) no estaba limitada en cuanto a medios y
tripulaciones como Chile, 2.) no se encontraba en una zona de guerra como los
cuatro países europeos y asiáticos mencionados precedentemente y 3.) Tenía
libertad de acceso al océano Atlántico y Pacífico<!--[if !supportFootnotes]-->[54]<!--[endif]-->.
Es de suponer que cuando la guerra llegó a Suramérica en el año 1942 se produjo
un repliegue argentino primeramente al cono sur y después a la defensa de sus
costas debido a las mismas causas que limitaron la capacidad aeronaval
venezolana en el período, es decir, la falta de repuestos esenciales para
garantizar una alta disponibilidad operacional. Ello explica el porqué se
refieren a la “enorme descapitalización” que se evidenció en no poder mantener
el grado de actualización en material<!--[if !supportFootnotes]-->[55]<!--[endif]-->.
Hay que tener presente que los principales buques de guerra argentino eran de
origen italiano, inglés y estadounidense. De igual forma sería necesario
reflexionar sobre otros posibles hechos que pudieron haber incidido en el
repliegue naval argentino. Me atrevería a pensar en la doctrina naval y en la
situación política interna.
Pensando en la
doctrina naval siempre me ha llamado la atención que en nuestro país abundasen
muchisimas versiones de las teorías estratégicas del Almirante francés Raul
Castex. La edición de estas teorías
estratégicas es de la Escuela de Guerra Naval argentina del año 1938. Como
vamos a indicar más adelante, la Armada Argentina recibió asesoría
estadounidense por esos años para la fundación y establecimiento de la Escuela
de Guerra Naval como instituto de postgrado. Mi hipótesis es que antes del
estallido de la Segunda Guerra Mundial se produjo el inicio de un golpe de
timón doctrinario en la Armada Argentina que tuvo consecuencias en la conducta
estratégica del país en la medida en que fueron graduándose oficiales de ese
instituto. A pesar de este golpe de timón, el pensamiento naval argetino entre
1935 y 1945 tuvo una importante influencia europea como lo demuestra las
teorías de Castex por lo que la dirigencia naval intentó ubicarse, en una
primera instancia, en un punto medio doctrinario entre la escuela inglesa y la
escuela europea continental (ergo francesa), y en una segunda instancia el
posicionamiento debió haber tenido un desplazamiento para ubicarse en un punto
medio entre el pensamiento europeo, en general, y un pensamiento naval
estadounidense de talante mahaniano. Este desplazamiento doctrinario dentro de
un contexto de limitación en cuanto a disponibilidad operacional provocada por
obsolecencia, dificultad de acceder a repuestos, etc., debe haber generado una
actitud de prudencia en los mandos navales que se tradujo en un repliegue a la
defensa de sus aguas cercanas<!--[if !supportFootnotes]-->[56]<!--[endif]-->.
En relación con
la situación política interna del país pienso que Argentina estaba en camino de
convertirse por vía pacífica en un polo de poder a escala mundial a diferencia
de Japón que tuvo que alcanzarlo en una sangrienta guerra, pero después de la
Primera Guerra Mundial, las potencias vencedoras estuvieron poco dispuestas a
que se alterara el statu quo global y
actuaron de manera conveniente para evitar que surgiera o se consolidara otro
polo de poder global. Dentro de este contexto, si bien la sociedad argentina
padecía de graves problemas de naturaleza estructural que favorecía el
conflicto, la inestabilidad política de ese país tuvo: (1) causas externa
generadas por la injerencia de otros países en los asuntos internos y (2)
causas internas producto de la asertividad de una población educada y permeable
a ideologías de diferente naturaleza. Así pues, con tanta agua que se ha
llevado el río, es facil de juzgar de pronazista a unos regimenes políticos que
actuaban de acuerdo con los mismos criterios westfalianos que había impuesto
europa a todo el mundo. Creo que los gobiernos argentinos en ese aciago período
actuaron de acuerdo con esos codigos, es decir, integridad territorial,
independencia política, libertad de los mares, que la clase dirigente de ese
país consideraron como válidos. El problema era que la validez de esos codigos
desde su gestación fueron dudosos y la unica manera de darle vida era mediante
la guerra, un camino que los iberoamericanos han sido reacios a seguir desde su
constitución en Estados a no ser por la influencia de agentes externos que han
operado de acuerdo a sus propios intereses. Si hay que hacer una crítica a la
clase dirigente argentina de ese período, y suramericana en general, es que
adoptaron unas ideas políticas importadas que significaron no sólo la exclusión
de una gran parte de la población, tambien su proscripción y desaparición.
En estas
circunstancias era casi imposible que la Armada Argentina como instumento
diplomático del Estado pudiera haber tenido una participación más activa en la
escena internacional.
Con respecto a los hundimientos de buques
mercantes de los países neutrales, es decir, Venezuela, Argentina, Uruguay y
Chile, se tiene lo siguiente:
Buque hundido
|
Causa
|
Origen del buque
|
Navegaba en convoy junto buques de países beligerantes
|
--
|
|
“Victoria”
|
No fue reconocido
|
--
|
“Río Tercero”
|
No fue reconocido
|
--
|
“Uruguay”
|
Hizo un cambio de rumbo que lo hizo sospechoso
|
--
|
“Montevideo”
|
Navegaba oscurecido
|
Producto de una cuestionable confiscación
|
“Maldonado”
|
Navegaba oscurecido
|
Producto de una cuestionable confiscación
|
“Tolkén”
|
Navegaba oscurecido
|
Producto de una cuestionable confiscación
|
Las causas de hundimiento de estos
buques, como se observa, daba lugar a que fuesen tratados como blancos
militares. Por tal motivo estos hundimientos no fueron considerados casus belli, y en el caso de los buques
argentinos, el gobierno alemán se comprometió a reparar el daño causado. Es
probable que haya sido así en el caso chileno a no ser que la donación del
“Priwall” haya hecho que la reparación no ocurriera<!--[if !supportFootnotes]-->[58]<!--[endif]-->.
Llama la atención el hundimiento de los buques que fueron confiscados. Si a
estos buques se le agregan: 1.-) los cinco hundimientos de buques mexicanos que
por coincidencia fueron también confiscados a Alemania<!--[if !supportFootnotes]-->[59]<!--[endif]-->,
y 2.-) el caso del mercante alemán “Durazzo” (bautizado como “Paparo”)<!--[if !supportFootnotes]-->[60]<!--[endif]-->
que el gobierno venezolano confiscó sólo pudo hacer una navegación debido a que
por radio Berlín se obtuvo conocimiento del movimiento del buque y las
autoridades venezolanas temieron de que fuese hundido<!--[if !supportFootnotes]-->[61]<!--[endif]-->,
se puede inferir que estas acciones puntuales contra el tráfico marítimo se
llevaron a cabo gracias al papel desempeñado por las operaciones de
inteligencia que se desarrollaron dentro del marco de la operación “NEULAND”.
El hundimientos de los buques uruguayos,
mexicanos, chileno y venezolanos, y en general del resto de los países de la
región, fueron la respuesta a la guerra comercial declarada en el año 1939 por
los gobiernos franco-británico y en el año 1941 por las confiscaciones
promovidas por EE.UU. Llama la atención las Reglas de Enfrentamiento adoptadas
por los comandantes de los U-Boot en el Atlantico Occidental y el Mar Caribe
debido a que, al parecer, fueron instrumentadas para retaliar un daño recibido
de modo que aún así se mantuviera el statu
quo de la neutralidad. Ellos podría explicar las razones por las cuales no
serían hundidos ninguno de los buques de guerra venezolanos que participaron en
operaciones de busqueda y salvamento ni de apoyo a las islas que bordean
nuestro Mar de Venezuela. Asi pues, las operaciones navales alemanas en el
Caribe fueron concebidas para evitar que se incumpliera el acuerdo naval
venezolano-estadounidense debido a que su cumplimiento le ocasionaba más
inconvenientes al mando aliado. El otro aspecto de estas reglas de enfrentamiento
alemanas fue que, al parecer, se quiso evitar que los medios confiscados fuesen
usados en perjuicio de los propios países del eje.
Sobre las operaciones de inteligencia
llevadas a cabo por Alemania en la Segunda Guerra Mundial y le permitieron un
alto grado de efectividad en las operaciones con U-Boot´s se puede afirmar que
estas siguieron dos vías: una principal manejada propiamente por Alemania y
otra auxiliar realizada con el apoyo de España. Con respecto a Alemania se
puede afirmar que operaron varias redes en diferentes niveles: 1.-) Sicher
Dienst (SD) en el plano político junto con el Instituto Iberoamericano de
Berlín dirigido por el General von Faupel, 2.-) Abwehr, en el plano estratégico
militar y 3.-) Etappendienst o como es
más conocida E-Dienst en el plano operacional y táctico<!--[if !supportFootnotes]-->[62]<!--[endif]-->.
El von Faupel ejerció influencia en el ámbito político básicamente, en especial
Argentina y Chile. En este militar orbitaron la labor de influencia de los
agregados militares alemanes en Suramérica y suramericanos (argentino y
chileno) en Alemania. En Venezuela, la influencia de von Faupel no fue tan
notoria a pesar de los esfuerzos políticos realizados por Alemania. El Abwehr y
el E-Dienst, al parecer, operaron de forma cooperativa desde el mismo momento
que el jefe de la inteligencia alemana era W. Canaris un oficial de la Armada
que había sido condecorado por Juan Vicente Gómez en el año 1909 (Mueller,
2007:07). Este dato es clave para entender las operaciones de inteligencia
alemana en Venezuela debido a que en 1914, al parecer, hubo una colaboración
venezolana a los operaciones de corsarios alemanes<!--[if !supportFootnotes]-->[63]<!--[endif]-->,
en el año 1917 la prensa estadounidense denunció la presencia de un espía
alemán que estuvo a la orden del caudillo venezolano.
El Abwehr y la E-Dienst, tenían en España
y en especial en las islas Canarias una importante base de aprovisionamiento.
El ámbito de actuación era estratégico (logístico), operacional y táctico. La
SD actuó de forma competitiva con respecto al Abwehr por las sospechas de
conspiradorque existían sobre el jefe de la inteligencia alemana<!--[if !supportFootnotes]-->[64]<!--[endif]-->,
pero actuó de forma cooperativa en relación al E-Dienst en el sentido que
proveyó de inteligencia para las operaciones de U-Boot en el Caribe. La
“cooperación española” sería, al parecer, el canal que facilitó este tipo de
actividades.
La SD manejaba la “cooperación española”
en lo político, estratégico y operacional. Desde el punto de vista estratégico,
el gobierno alemán pretendió utilizar a España como pivote para incrementar su
presencia en el continente americano. Esto explica su directa participación en
la guerra civil. El status político pudo haber facilitado la relación con los
grupos falangistas que operaron en América según Chace (1943/2011:160)<!--[if !supportFootnotes]-->[65]<!--[endif]-->
y Leonard y Bratzel,
(2007:120-121) gracias al apoyo de Iberoamérica (con la excepción de México) al
levantamiento nacionalista. Este hecho fomentaría la aparición de
movimientos falangistas en todo el continente. Con el estallido de la guerra en
1939, España se convertiría en la única vía de acceso de Suramérica con Europa
y fue por esta vía que Argentina pudo recibir el poco material bélico que
recibió de Alemania. Esto significa que además del canal diplomático hubo un
canal marítimo de intercambio que no se rompió ni siquiera en los momentos más
álgidos de la batalla del Atlántico, por lo que habría que profundizar sobre el
papel que desempeñaron los
buques mercantes españoles que operaron en el teatro de operaciones del
Atlántico como buques neutrales desde 1939 hasta 1945.
Además de lo mencionado, España tenía su
propio juego estratégico como país neutral en lo que el gobierno
franquista denominó el rescate de la hispanidad
y la construcción de una paz universal y duradera. La política de la hispanidad estaba
fundamentada en el idioma y la religión<!--[if !supportFootnotes]-->[66]<!--[endif]-->.
Desde la perspectiva diplomática, si bien hubo también un apoyo al gobierno
alemán<!--[if !supportFootnotes]-->[67]<!--[endif]-->,
el gobierno franquista se apoyó de los países católicos que lograron de
alguna u otra forma mantenerse neutrales como Portugal,
Argentina y Chile, desarrollando una intensa actividad tanto en Madrid como en
América con ramificaciones en el Vaticano y Lisboa.
La España hasta el final de la Guerra de
los Treinta Años (1618-1648) fue el defensor de la cristiandad, la guardiana de
la iglesia católica apostólica romana. Con su decadencia perdió el poder de
realizar esa tarea pero no perdió su espíritu. La caída de la monarquía y el
ascenso de la republica en los años treinta del siglo pasado hizo que este de
nuevo se despertara, claro con sus menguadas capacidades. Así pues, España intentó
realizar un juego político que la hizo de nuevo medio y fin del vaticano. Que significa esto. Según Franco
para España hubo tres guerra mundiales entre 1939 y 1945. En Europa occidental
era neutral (o sea una manera de decir que la guerra civil se había trasladado
al extranjero)<!--[if !supportFootnotes]-->[68]<!--[endif]-->, en Asia
estuvo a favor de EE.UU. y con respecto a la Unión Soviética estuvo en guerra
primeramente como retaliación al apoyo dado a la república y para defender la
cristiandad. Si se analiza el criterio franquista desde la perspectiva del
vaticano se tiene lo siguiente:
Zona de guerra
|
España
|
Vaticano
|
Europa
occidental
|
Neutrales
|
Neutrales
|
Unión Soviética
|
Enemigos
|
|
Japón
|
A favor de EE.UU.
|
defensa de la cristiandad
|
La neutralidad española era proporcional al
apoyo que brindaron los republicanos en el exilio a la causa aliada. La
neutralidad del vaticano estaba basada en el papel a que quedó reducido con el
tratado de Letrán por lo que luego de la experiencia de la iglesia en la guerra
civil española, el catolicismo necesitó de un instrumento que le ayudara a
preservar la iglesia frente a las amenazas que estaban surgiendo en diferentes
regiones del mundo. Ello explica entre otras cosas, el papel diplomático que
asumió la iglesia católica en el período 1935-1945 y la relación iglesia-Estado
en Suramérica en el mismo período.
Entre 1941 y 1943 hubo una completa
armonía de intereses entre Alemania, España, Italia y el Vaticano que se
reflejó de forma variable el continente. De forma variable en el sentido que entre
gobiernos hubo posiciones más o menos diferentes que se diferenciaron también
en las sociedades en su relación con el Estado y los Estados europeos antes
mencionados. La armonía hispano-alemana se reflejó en una parte de la sociedad
venezolana en la efectividad de los U-Boot en 1942. La armonía
hispano-germano-vaticana se reflejó frente al Estado venezolano de forma
particular y en la región de manera general, en la represión a los comunistas.
Este aspecto representó el punto de concordancia de la región con EE.UU y se
reflejaría a plenitud en la guerra fría.
Con respecto al Japón es de mencionar que
muchos misioneros católicos españoles murieron en China y Filipinas, pero sería
objeto de otro trabajo. Por lo demás, las acciones emprendidas por Alemania e
Italia contra los países de la región, con la excepción de Brasil, fueron
puntuales, realizadas para reparar un daño desde la perspectiva de la
diplomacia naval tratando de evitar que los países salieran a motu proprio de su status de
neutralidad. Teniendo esto presente, en la región hubo una coincidencia
política que se reflejó en la conducta estratégica asumida durante la guerra,
pero no hubo una influencia directa proveniente de Alemania e Italia que usando
como canal a Argentina o Chile modificara o condicionara las decisiones
políticas tomadas por la clase dirigente venezolana durante el período.
Desde el punto de vista marítimo hay que
decir que si bien, España tuvo restricciones a la navegación desde el inicio de
la guerra, logró mantener una importante actividad comunicacional. Las
actividades españolas se llegarían a desarrollar en dos fases: 1.-)
político-diplomática, y 2.-) diplomático-operativo-clandestino. La primera fase
pudo haber sido de despliegue y desarrollo de redes logísticas y de información
entre los años 1939 y 1941. La segunda fase, fue primeramente de información y
apoyo logístico (1942) y después de información y puente para la evacuación de
sujetos primeramente a su país de origen (1943) y posteriormente para refugiar
en el continente americano a muchos individuos que en muchos casos serían
acusados de crímenes de guerra (1944-1945+).
A partir de esta consideración, sobre la
primera fase sólo se sabe que desde el estallido de la guerra civil muchos
españoles abandonaron su país. De la segunda fase se tiene que buques españoles
navegaron en aguas suramericanas durante toda la guerra a pesar de padecer un
sinfín de restricciones por los controles marítimos que instrumentaron los
aliados. Se destacan los siguientes hechos:
<!--[if !supportLists]-->a.
<!--[endif]-->Los buques españoles fueron usados para
transportar inmigrantes españoles a América y alemanes a Europa según Sadner
(1990). Este autor destacó el caso del
«Magallanes». “Este barco español de pasajeros, …, realizó durante la guerra
transportes de emigrantes en ambas direcciones sobre el Atlántico,…. Uno de
estos transportes zarpó el 16 de febrero de 1943 de Puerto Barrios (Guatemala)
con cerca de 360 mujeres y niños alemanes rumbo a Europa. El barco tuvo que
hacer escala en Puerto España (Trinidad) y fue retenido del 23 al 27 de
febrero, frente a … Chaguaramas, con encierro de los pasajeros en las cabinas y
con control y confiscación parcial del equipaje, pero el 10 de marzo el
«Magallanes» llegó a Lisboa”.
<!--[if !supportLists]-->b.
<!--[endif]-->La detención de ciudadanos españoles acusados de
espías en Puerto España (Pérez-Lecuna, 2000:734).
<!--[if !supportLists]-->c.
<!--[endif]-->Según Pérez-Lecuna fueron reportados
entre mayo y junio de 1942, cuatro mercantes españoles entre Aruba y tierra
firma, destacándose el Sorrosa que se encontró fondeado entre cabo San Román y
Punta Macolla. Todos haciendo presumiblemente labores de inteligencia y apoyo a
U-Boot (2000:735).
<!--[if !supportLists]-->d.
<!--[endif]-->Los supervivientes del mercante
“Montevideo” fueron trasladados a Uruguay en un buque español “Cabo de Hornos”
de la línea Ybarra que zarpó de Puerto España.
<!--[if !supportLists]-->e.
<!--[endif]-->La línea Ybarra, o sea una red marítima de marinos mercantes y correos
españoles y portugueses que operaba los mercantes Cabo de Hornos y Cabo de
Buena Esperanza (Newton, 1998).
Según Newton (Ibíd.), desde el punto de
vista operacional y en relación con el cono sur, la “ayuda” ibérica proveniente
de los buques mercantes era lenta, incierta y al final de la guerra insegura.
Si consideramos la estructura esbozada previamente de cómo operaba la
“cooperación española” tiene sentido la afirmación realizada por el autor
argentino.
De lo antes reseñado se deduce que la
relación argentino-chileno-germano-italiana a pesar de su gran actividad
influyó de manera poco significativa en Venezuela. Después de 1943, la relación
de Venezuela con el cono sur se produciría por intermedio de terceros debido a
la distorsión que produjo el desarrollo de la guerra en las relaciones
bilaterales. Si es muy difícil mencionar: (1) sobre la existencia de bases
auxiliares de la ettappendienst en el Caribe, (2) que las redes de inteligencia
del abwehr y la SD fueron poco influyentes en la región y (3) que la
información suministrada por Chace acerca de la operación de la falange
española en el área no indica el enlace entre falangistas y U-Boot, habría que
buscar una espontanea relación de falangistas y agentes alemanes en el área de
operaciones cuya presencia se remonta al año 1909 y el intensivo estudio de área realizado antes de la guerra debido a que ello explicaría
la ayuda prestada por algunos pescadores venezolanos (a oriente y occidente del
país) al esfuerzo bélico alemán en el Caribe entre los años 1942 y 1943.
Como se sabe, la capacidad de maniobra de
la España franquista se fue reduciendo en la medida en que se fue acercando el
fin de la guerra. De hecho en 1945, la mayoría de los países de la región, con
la excepción de Argentina, reconocieron como legitimo el gobierno español en el
exilio. En este escenario pasaría a jugar un importante papel la diplomacia y
en especial la diplomacia practicada por el Vaticano para minimizar el
sufrimiento padecido por millones de refugiados.
4.- Análisis de las relaciones
diplomáticas entre Venezuela y los países del cono sur frente a EE.UU.
Las relaciones diplomáticas entre
Venezuela, Uruguay, Argentina y Chile con EE.UU. fueron complejas. La
complejidad estuvo dada por el deseo de la clase dirigente de los países
iberoamericanos antes mencionados de mantener su soberanía. Esta complejidad se
reflejó en el carácter mixto de la relación, es decir, tuvo un carácter
cooperativo y otro competitivo que tuvo varias etapas: la primera fue entre
1935 y 1939, la segunda entre 1939 y 1941 y la tercera fue entre 1942 y 1945.
En la primera etapa, o sea entre 1935 y 1939, la relación desde el punto de
vista cooperativo se observó en el plano económico y naval con tendencia a
extenderse en el plano político. Desde el punto de vista competitivo a pesar de
los esfuerzos estadounidenses enmarcados dentro de la política del buen vecino existieron elementos de
fricción derivados de la guerra del Chaco que mantuvieron la desconfianza de
los países de la región hacia el vecino del norte. En la segunda etapa, gracias
a las Conferencias de Seguridad continental hubo una mayor tendencia a la
cooperación, sin embargo, después de los incidentes navales del Graf Spee,
Tacoma, Alabama y Dentice, en la región se comenzó a percibir que la
neutralidad estaba operando a favor de uno de los bandos lo cual significaba en
la practica una forma indirecta de neutralización. En la tercera fase la
cooperación fue producto de un proceso de persuasión y coacción estadounidense
donde los países suramericanos trataron de minimizar perdidas. El conflicto se
presentó en la medida en que los países suramericanos resistieron manteniendo
la figura de neutralidad aunque esta fuese sólo de manera formal frente a una
realidad signada por los resultados que estaba produciendo la guerra.
Llama la atención que en esta relación
mixta, la cooperación se presentó en el plano económico y naval, es decir, en
el plano marítimo porque indica el valor que los estadounidenses le daban al
buque de guerra y su relación con el transporte e intercambio comercial. Este hecho indica que el principal
interés estadounidense en el área estuvo relacionado con lo económico y de lo
económico pasó a lo político. Ahora la conexión de lo “naval” y lo “económico”
refleja algunos aspectos particulares de la relación de EE.UU con la región que
es importante destacar. Esta cooperación varió con cada país y a pesar de que
se hizo muy intensa tuvo un límite que reflejó las verdaderas realidades de los
países en su relación con el mar. Eso hace que analicemos la relación de EE.UU.
desde el punto de vista marítimo con los países estudiados para entender en su
conjunto la realidad de estas relaciones.
<!--[if !supportLists]-->a.
<!--[endif]-->Uruguay
Este país buscó
desde el año 1939 que todo el continente se alineara a EE.UU frente a la
precepción de amenaza que representaba el fascismo y el nacionalsocialismo. La
causa de esta conducta obedeció a que luego de haber neutralizado las
tendencias totalitarias en el país se encontró en medio de las tensiones
generadas por la rivalidad argentino-brasileña. Estas tensiones obligarían al
país a procurarse una protección extraregional y consecuentemente un
acercamiento a Brasil en la medida en que este último se fue involucrando en la
guerra.
En el ámbito
marítimo, Uruguay fue un proveedor de materias primas durante la guerra y desde
el punto de vista naval, el papel desempeñado por la armada uruguaya frente a
los buques que participaron en el combate naval del Río de la Plata le hizo
comprender al gobierno de ese país su incapacidad para defender su soberanía en
el mar. Estas circunstancias se hicieron más patentes en el año 1942 cuando
fueron hundidos dos mercantes que habían sido requisados en el año 1941. Por
estas circunstancias y la política exterior seguida por Argentina obligó al
país a prestar más apoyo al bando aliado tratando de mantener en lo posible su
política de neutralidad. El apoyo al bando aliado se materializó en el
arrendamiento de buques mercantes para el sostenimiento del esfuerzo de guerra.
En retribución, el país recibiría de EE.UU.: a.-) aeronaves para la exploración
naval y b.-) un destructor con capacidad antisubmarina. Por parte uruguaya, sus
unidades participarían en la protección de convoyes en la costa americana al
final de la guerra<!--[if !supportFootnotes]-->[70]<!--[endif]-->.
<!--[if !supportLists]-->b.
<!--[endif]-->Argentina.
La relación de
Argentina con EE.UU fue, como ya se mencionó de carácter mixto. El objeto del
país suramericano fue mantener la neutralidad en la guerra y esto generó
fuertes tensiones políticas que se acrecentaron a partir del año 1939 y
finalizaron en el año 1944 cuando se produjo la ruptura en las relaciones
germano-argentinas y la declaración de guerra en febrero del año 1945.
Sin embargo,
desde el punto de vista marítimo-comercial y naval la situación fue muy
diferente. Desde el punto de vista
marítimo-comercial Argentina se mantuvo como proveedor de materias primas
incluso en el año 1944, período en que quedó aislada diplomáticamente por
presiones estadounidenses. Desde el punto de vista naval, la relación tuvo dos
etapas: 1.-) Período 1935-1941 y 2.-) Período 1942-1945.
Entre 1935 y 1941
e incluso de mucho antes existió una estrecha relación naval
argentino-estadounidense. En el período considerado esta cooperación se
evidenció en: 1.-) buques argentinos y estadounidenses integraron la fuerza de
tarea 40T en apoyo de las víctimas de la guerra civil española, 2.-) visitas
periódicas de buques estadounidenses, en especial, la realizada en 1936 por el
USS “Indianapolis” que transportó al presidente F.D. Roosevelt a la Conferencia
Panamericana para el mantenimiento de la Paz en Buenos Aires y en 1939 la
fuerza de tarea naval que el CA H. Kimmel , 3.-) la organización de la Escuela
de Guerra Naval argentina con ayuda estadounidense, 4.-) la adquisición y
modernización de los acorazados “Moreno” y “Rivadavia”<!--[if !supportFootnotes]-->[71]<!--[endif]-->,
y 5.-) la formación de aviadores navales y submarinistas (Roth, 2005)<!--[if !supportFootnotes]-->[72]<!--[endif]-->.
Esta relación
naval que se intensificó entre los años 1939 y 1940 tuvo como propósito acercar
a Argentina al bando aliado pero no obtuvo resultados como si ocurriría en el
caso brasileño. Sin embargo, a pesar de las tensiones y de un periodo de
interrupción, los asesores navales estadounidenses permanecieron en la Escuela
de Guerra Naval, probablemente como un canal abierto de comunicación que
permitiría que en el año 1945 la Armada argentina estableciera una línea de
vigilancia entre el río de la Plata y el Cabo de Hornos. Ahora bien, cómo pudo
haber influido la presencia estadounidense en la cuna del pensamiento
estratégico naval argentino. Si tenemos presente que el concepto más relevante
del pensamiento naval de la primera mitad del siglo XX estuvo signado por el
criterio mahaniano de la batalla decisiva, la primera pregunta a responder es
si hubo escuelas de pensamientos de otros países que siguieran ese criterio.
Creo que los rusos, después de Tsushima, franceses después del estrecho de Los
Santos, los españoles después de Trafalgar y los alemanes después de Jutlandia
no deben haber considerado como válido ese concepto. El problema estratégico
naval era otro. Pero si analizamos la guerra naval entre 1939 y 1941, los
decisores navales argentinos deben haber reflexionado a cerca del papel: 1.-)
del submarino en Scapa Flow (1939) y la campaña naval del Mar Mediterraneo
(especialmente en 1941), 2.-) del avión en Taranto (1940) y Pearl Harbor (1941)
y 3.-) la existencia de medios de detección y de puntería que facilitaron la
caza del Graf Spee, del Bismarck y del desastre del Cabo Matapán. Estos
elementos de análisis deben haber puesto en evidencia para los propios
argentinos vulnerabilidades no consideradas en ningún escenario. Esas
vulnerabilidades debieron haber sido puesta a la luz en los juegos de guerra en
la Escuela de Guerra Naval conducidos con asesoramiento estadounidense y
debieron haber influido en la conducta estratégica naval argentina. Después del
año 1942, cuando se hizo patente el papel del portaviones en el Mar de Coral,
Midway, Mar Mediterráneo y estrecho de Santa Cruz el concepto de batalla
decisiva debe haber generado más prudencia en el empleo de los medios navales,
prudencia que operaría a favor a los intereses estadounidenses desde el mismo
momento que buscaban neutralizar a los países neutrales o colocarlos dentro de
su esfera de influencia.
Teniendo presente
esta argumentación, podríamos afirmar que la presencia estadounidense en la
Escuela de Guerra Naval argentina sirvió como un instrumento indirecto de
disuasión que contribuyó a neutralizar a un país ávido de información que le
permitiera actuar en función de unos intereses basados en unos criterios
westfalianos que en ese período ya habían quedado cuestionados. Con lo cual, se
puede agregar que más allá de la lucha por la neutralización, lo que estaba en
juego fue el aseguramiento de la hegemonía estadounidense en la región.
<!--[if !supportLists]-->c.
<!--[endif]-->Chile
Este país
suramericano tuvo con EE.UU. una relación similar a la que Venezuela mantuvo
con el país del norte con las siguientes diferencias: (1) sus instituciones
marítimas y navales estuvieron más desarrolladas, y (2) no se empeñaron en
operaciones navales durante la guerra dentro del plano de la diplomacia naval
como sí lo hicieron los marinos venezolanos<!--[if !supportFootnotes]-->[73]<!--[endif]-->.
Desde el punto de vista marítimo-comercial existía una estrecha relación desde
el mismo momento que Chile proveía a EE.UU. de minerales estratégicos. Con la
entrada del país del norte a la guerra, la clase dirigente chilena tomó medidas
para proteger las minas e industrias de propiedad estadounidenses y asegurar el
flujo de materiales estratégicos desde Chile, flujo del que por otra parte la
economía chilena era muy dependiente. Esta política estaba condicionada al
mantenimiento del estatus de neutralidad que había asumido el país desde el año
1939. Este hecho favorecería la instalación de baterías de defensa de costa
estadounidenses en lugares de interés estratégico de la costa chilena usándose
al respecto como pretexto la poco probable amenaza japonesa.
Desde el punto de
vista naval, si bien la Armada chilena recibió en donación el velero alemán
“Priwall”, este buque fue enviado a EE.UU. en el mismo año 1941 para ser
reparado y modernizado quizás como un gesto de buena voluntad. Este buque con
la denominación “Lautaro” se convertiría en el símbolo naval de las relaciones
chileno-estadounidenses hasta su hundimiento en el año 1945. En el periodo de
la guerra, como aconteció en el caso venezolano, varios oficiales chilenos serían
embarcados en buques estadounidense y se convertirían en testigos presenciales
de la guerra en el océano pacífico.
<!--[if !supportLists]-->d.
<!--[endif]-->Implicaciones geopolíticas de la relación
de los países de la región con EE.UU.
Como se puede
observar de lo reseñado precedentemente la principal relación de EE.UU. en la
región fue establecida con la República Argentina debido a las limitaciones de
Venezuela, Uruguay y Chile<!--[if !supportFootnotes]-->[74]<!--[endif]-->,
es decir, la relación con Argentina fue simétrica y con el resto de los países
considerados fue asimétrica. ¿Qué significa esto? La geografía jugaba a favor
de Argentina con lo cual EE.UU no podía actuar de manera directa para compeler
a los argentinos. Por ello la simetría se evidenció en una maniobra indirecta:
apoyó a los brasileños y uruguayos y aplicó el poder mediando entre las
necesidades y satisfacciones de los intereses argentinos en el mar. Llama la
atención que el canal de relación de los países de la región con EE.UU. se
diese en el mar y tuviese a las armadas como interlocutores. Esta relación se
comenzó a intensificar en el año 1939 con el aumento de la presencia de buques
de guerra estadounidenses en Suramérica, en especial, en Venezuela y el norte
de Brasil. La activación de la IV Flota en el año 1943, en este sentido, estuvo
justificada por la presencia de buques estadounidenses, brasileños, cubanos,
británicos y uruguayos trabajando en función de un mismo objetivo. La presencia
de buques de guerra de los países que mantuvieron la neutralidad se observa en
el siguiente cuadro:
1941
|
1942
|
1943
|
1944
|
1945
|
|
Argentina
|
ARA “Pueyrredón”
|
--
|
--
|
--
|
--
|
Uruguay
|
--
|
--
|
--
|
ROU “Maldonado”
|
--
|
Chile
|
ACH “Lautaro”
|
ACH “Lautaro”
|
ACH “Lautaro”
|
ACH “Lautaro”
|
--
|
Venezuela
|
--
|
--
|
FNV “Urdaneta” y “Soublette”
|
--
|
--
|
De este cuadro es
de mencionar que los buques chileno, uruguayo y venezolanos fueron objeto de
modernizaciones y/o cesiones por lo que las actividades diplomáticas o
políticas realizadas fueron parte del esquema de negociación tácita y explicita
que se manejaron en la relación. El ejemplo más notorio de lo tácito del
proceso de negociación fue la iniciativa de los tripulantes del “Lautaro” de
donar sangre para ayudar a las victimas del ataque japonés a Pearl Harbor. Desde el punto de vista explicito se
destaca el desfile naval realizado por los marinos venezolanos en Galveston en
el año 1943 indicado por Rivero-Blanco.
Con la activación
de la IV Flota en el año 1943 formalmente se estableció el control naval
estadounidense en la región. Con las declaraciones de guerra a Alemania y Japón
se impuso formalmente una hegemonía estadounidense que no fue cuestionada en
casi medio siglo. Quizás la reciente reactivación de la IV Flota indica que por
muchas y variadas razones, los estadounidenses han comenzado a perder su
estatus hegemónico, con lo cual su propósito es asegurar esta hegemonía con un
control naval apoyándose al respecto de un sistema normativo internacional
basado en uno de los aspectos que demuestra, en la actualidad, el fin del
principio de la neutralidad y por consiguiente de la soberanía en sentido
westfaliano como lo es la “War on Terrorism”.
Pienso que los
estadounidenses, y anglosajones, en general, han cabalgado en una cultura
regional que se gestó cuando España tuvo que delegar la defensa de sus dominios en la propia clase dirigente de
la región a inicios del siglo XVIII. Estando en conocimiento de esta realidad
estructural, los anglosajones han determinado que aunque es dificil ocupar y
dominar el continente si se puede controlar desde el mar. En base a este
criterio, la influencia naval anglosajona en Suramérica, como un todo, ha servido
como un termómetro para medir las verdaderas capacidades de la región para
ejercer algún tipo de influencia en el ámbito hemisférico, como global y las
vulnerabilidades que hacen que sea posible la injerencia extranjera. Así pues,
los países que le han dado la espalda al mar han sido menos influyentes y
objeto de injerencias externas y los que medianamente le han dado la espalda se
encuentran en una situación intermedia. Los países que le han dado la espalda
al mar y si embargo aparentan algún tipo de autonomía deben haber sido objeto
de algún tipo de negociación que lo ha convertido en una especie de instrumento
a si sea en sentido negativo de alguna potencia extrarregional. La clase
dirigente argentina debió haber sopesado algún tipo similar de consideraciones
y la neutralización de ese país (asi como la del resto de los países de la
región que lucharon por la neutralidad) debe considerarse como una forma de
derrota en un tipo nuevo de guerra que se haría más patente con el estallido de
la guerra fría.
5.- Reflexión final.
En la década de los años treinta del
siglo pasado hubo una confluencia de interéses entre los países Suramericanos
que facilitó la cooperación. Con este escenario el Estado venezolano se valió
de la diplomacia naval (con los escasos medios existentes) para darle más
fuerza a este espíritu de cooperación cuyo objeto se centró a garantizar una
serie de principios que desde el siglo XVII determinaron la existencia de los
Estados nacionales y su relación con otros Estados. Esta confluencia se produjo
por la resistencia que hicieron la clase dirigente de los países de la región
al interés estadounidense de erigirse como potencia hegemónica hemisférica. Las
medidas que, en general, adoptaron los países de la región además de la
cooperación fue fortalecer su relación política y militar con los únicos países
capitalistas de Europa que habían podido salir de la crisis que los había
afectado desde el fin de la Primera Guerra Mundial, es decir, Alemania e Italia.
la “cooperación” y el “fortalecimiento” de las relaciones se expresó en el mar
con el aumento de los intercambios económicos y en las visitas oficiales y no
oficiales de buques de guerra. La guerra del año 1939 interrumpió esta relación
y el único camino que pudieron seguir Venezuela, Argentina, Uruguay y Chile fue
el de mantener una política de neutralidad que ya les había dado resultado en la
guerra de 1914.
Entre los años 1939 y 1942 se produjo un
intenso proceso de negociación caracterizado por la existencia de un tipo de
relación de los países de la región (en especial Venezuela, Argentina, Chile y
Uruguay) con respecto a EE.UU. con aspectos cooperativos y antagónicos que se
manifestaron en la aplicacción de la neutralidad en relación con la guerra. El
aspecto cooperativo se produjo en las resoluciones adoptadas en Panamá en el
año 1939. El aspecto antagónico se produjo cuando se hizo claro que la clase
dirigente estadounidense estaba interesada en participar en la guerra.
La apuesta de la mayoría de los
dirigentes de los países suramericanos fue que la guerra fuese de corta
duración debido a que en la medida en que pasara el tiempo perderían su poder
de negociación internacional. Por ello el año culminante de la guerra fue el
año 1942, período en que: (1) se extendió la guerra a aguas suramericanas y
caribeñas y (2) cuando se produjo el punto de detención del avance de las
fuerzas del Eje en todos los frentes de guerra. La Reunión de Consulta de Río
de Janeiro fue en el hemisferio el momento culminante de la guerra porque
colocó a las clases dirigentes de los países suramericanos ante el dilema de
decidir entre mantener la soberanía que significaba mantener la neutralidad y
aceptar los dictámenes estadounidenses. La mayoría de los países iberoamericanos
aceptaron dichos dictámenes. Se resistieron Venezuela, Uruguay,
Argentina y Chile. Uruguay fue neutralizada dentro del marco del combate del
Río de la Plata en 1939. A Venezuela le tocó su turno entre los años 1940 y
1942 después de que una sistemática e intensa presencia naval estadounidense
fue acompañada por la celebración de un acuerdo de defensa naval a inicios de
1942, sin embargo, es de destacar que en nuestro caso no hubo una conexión sureña en lo
concerniente a las relaciones que mantuvimos en ese entonces con Alemania e Italia.
Argentina y Chile serían neutralizados entre los años 1943 y 1944. Se
destaca el caso argentino debido a su importante poder naval en relación a los
países que estaban en guerra. Argentina fue neutralizada primeramente en el mar
antes que la presión política hiciese efecto en su clase dirigente. Una vez que
los mandos navales argentinos tuvieron la certeza de que no podrían operar
navalmente con la misma eficacia con que lo estaban haciendo los países
beligerantes en acciones de combate comenzaron a replegarse a sus aguas
costeras.
Hubo un paralelismo entre Suecia y
Alemania en relación con EE.UU. y Suramérica. la diferencia fue que mientras
los suecos fueron aumentando su capacidad militar para fortalecer su
neutralidad, en el caso suramericano, se fue debilitando en la medida en que
EE.UU. solo suministraba material de su interés y Suramérica estaba
incapacitada para proveerse de sus propios medios de defensa. Así pues, Suecia,
uno de los países que ayudó a construir el orden westfaliano en el siglo XVII
logró mantener las ganancias obtenidas en ese entonces en un contexto
internacional que demostró la precariedad del mismo.
La lucha por mantener la soberanía
política por intermedio de la neutralidad quedaría relativizada cuando: (1) se
supo de los horrores de los campos de concentración y la política de extermino
aplicada por el regimen nazi y (2) cuando se inició el enfrentamiento
este-oeste. Pero con estos hechos se ocultó el problema esencial que estaban
enfrentando los paises suramericanos y en cierta medida todos los Estados en
general: el orden imperante, es decir, el orden estatal westafaliano no se
correpondia con las nececidades de la población y así como en Europa, Asia y
África la guerra fue la cara de este orden, en Suramérica fue la represión. Los
suramericanos, antes de copiar modelos foráneos deberían pensar en la riqueza
cultural de la región y construir en base a nuestras propias experiencias, nuestros propios modelos políticos. En
este contexto, los surmericanos que en el año 1935 promovieron la cooperación
regional debieron haber extendido la cooperación al ámbito naval y económico y
ello significaba en el pasado lanzarse a la conquista del mar. También en el
presente…
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Mercurio.
<!--[if !supportFootnotes]-->
<!--[endif]-->
<!--[if !supportFootnotes]-->[4]<!--[endif]--> Ver: Blanco (2011). La Diplomacia
Naval: El Caso de los Linienschiff SMS "Schleswig-Holstein" y del SMS
“Schlesien” y su Relación con Venezuela: 1936-1944, (2012). “La Regia Marina Militare Italiana y su participación en la
Concepción de una Estrategia de Defensa Marítima del Territorio Venezolano,
1935-1940” y (2012). “El Japón, la Geografía y la Política en el Pensamiento Estratégico de
Ramón Díaz”.
<!--[if !supportFootnotes]-->[29]<!--[endif]--> Ver también: (2010). “Historia argentina: Carrera naval entre Argentina
y Chile, 1890-1905 (Parte 11)”.
<!--[endif]-->
<!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]--> Gran parte de este trabajo
fue posible realizarse gracias a las pesquisas realizadas por Ramón
Rivero-Blanco en el Archivo General de la Nación.
<!--[if !supportFootnotes]-->[2]<!--[endif]--> Ver: Blanco (2012). “Diplomacia Naval
brasileño-venezolana…”
<!--[if !supportFootnotes]-->[3]<!--[endif]-->
Según Cunill-Grau, además del papel que jugó Samuel Mac Gill en la vida
política y militar venezolana, operó en el país una misión pedagógica chilena
que funcionó entre los años 1936 y 1940. Su principal labor fue la fundación
del Instituto Pedagógico de Caracas, así como el Instituto Cultural
Chileno-Venezolano (Nweihed, 2000: 462-463). Es de destacar que en Chile, los
institutos pedagógicos fueron fundados por especialistas alemanes en el año
1889 (Farías, 2000). Para conoce sobre las relaciones de Venezuela con Uruguay
y Argentina, ver: Fonseca (Ibíd.:427-440) y Arcaya (Ibíd.:402-410).
<!--[if !supportFootnotes]-->[4]<!--[endif]--> Ver: Blanco (2011). La Diplomacia
Naval: El Caso de los Linienschiff SMS "Schleswig-Holstein" y del SMS
“Schlesien” y su Relación con Venezuela: 1936-1944, (2012). “La Regia Marina Militare Italiana y su participación en la
Concepción de una Estrategia de Defensa Marítima del Territorio Venezolano,
1935-1940” y (2012). “El Japón, la Geografía y la Política en el Pensamiento Estratégico de
Ramón Díaz”.
<!--[if !supportFootnotes]-->[5]<!--[endif]-->Este
fue el caso del My (Ej.) Escobar Moreira (Maldonado, 2005). Al respecto hay que
recordar también que durante la ocupación de los Sudetes hubo un oficial
venezolano. Fue el caso del Cap (Ej.) José J. Jiménez (Pérez-Lecuna, 2000:230).
<!--[if !supportFootnotes]-->[6]<!--[endif]-->
La presencia política de la España nacionalista fue muy fuerte en el país, pero
no fue visible en el campo militar.
<!--[if !supportFootnotes]-->[7]<!--[endif]-->
De acuerdo con Maldonado (2005) en esta participación política se ubica el
origen del corporativismo en las instituciones militares chilenas.
<!--[if !supportFootnotes]-->[8]<!--[endif]-->
La visita oficial realizada por los marinos venezolanos a Chile en las
postrimerías del año 1935 fue contemporánea con la visita realizada por el SMS
“Karlsruhe” a Valparaiso. Un hecho que fue muy destacado por los medios
políticos y sociales chilenos de época (Maldonado, 2005).
<!--[if !supportFootnotes]-->[9]<!--[endif]-->
Gracias a la ayuda financiera alemana, en el año 1937 comenzó la construcción
de la represa hidroeléctrica del Paso de los Toros (Río Negro) que fue durante
algún tiempo el lago artificial más grande de Sudamérica
<!--[if !supportFootnotes]-->[10]<!--[endif]--> Al respecto es interesante el
informe enviado por el Dr Vetancourt Aristeguieta al Ministro de Guerra y
marina el 23MAY1935. Según este informe, además del acto de reocupación de la
renania por parte de Alemania que había alertado a Francia, menciona que había
25 millones de desempleados en toda Europa y la unica manera de evitar una
revolución social “las formidables sociedades capitalistas alemanas, inglesas,
italianas y francesas que fabrican materiales de guerra están poniendose de
acuerdo para preparar la próxima conflagración”. Según este diplomático
venezolano la solución para evitar una revolución social era convertir a cada
hombre en un pequeño propietario y puso como ejemplo los esfuerzos que estaba
realizando Mussolini en Italia en ese sentido.
<!--[if !supportFootnotes]-->[11]<!--[endif]--> Este también fue el foro
donde se puso fin a la guerra ecuatoriano-peruana. Un foco de tensión que había
que eliminar para evitar que se complicara la situación estratégica global en
momentos en que los aliados se estaban en retirada en todos los frentes de
combate.
<!--[if !supportFootnotes]-->[12]<!--[endif]-->
Ver: Blanco (2011). “La Diplomacia Naval: El Caso de los Linienschiff SMS "Schleswig-Holstein" y del SMS “Schlesien” y su relación con
Venezuela: 1936-1944”.
<!--[if !supportFootnotes]-->[13]<!--[endif]-->
Estos buques visitarían el país entre los años 1936 y 1939 de la forma
siguiente: SMS “Schleswig-Holstein, 1936-1937 y 1939; SMS “Schlesien” 1936 (no
tocó puerto pero navegó frente a nuestras costas entre Trinidad y Curazao) y
1939. Ver al respecto: Blanco (2011). “La Diplomacia Naval: el caso de los
Linienschiff…”.
<!--[if !supportFootnotes]-->[14]<!--[endif]--> Japón haría tambien
importantes ofrecimientos de ventas de armas, en especial a Venezuela, en el
año 1937. Como se recordará, ese país asiático estaba en guerra con China y
había sido objeto de sanciones económicas por parte de EE.UU.
<!--[if !supportFootnotes]-->[15]<!--[endif]-->
Ver: Blanco (2012) “La Regia Marina Militare Italiana y su participación en la
Concepción de una Estrategia de Defensa Marítima del Territorio Venezolano, 1935-1940”
y Rivero-Blanco (2012).
<!--[if !supportFootnotes]-->[16]<!--[endif]--> Ver al respecto: Ofc MRE 1834
del 16DIC1935.
<!--[if !supportFootnotes]-->[17]<!--[endif]--> Los sobrevivientes serían transportados a Montevideo desde
Puerto España a bordo del buque español “Cabo de Hornos”. Si se tiene presente
que Pérez-Lecuna reseñó la detención de espías españoles en Trinidad, llama la
atención la importante y activa presencia española en la región en ese año
crítico de la guerra. por otra parte el Gobierno uruguayo incautó al mercante
alemán “Tacoma” para reparar la pérdida del “Montevideo”. El “Tacoma” fue uno
de los buques que actuó como nave auxiliar del “Graf Spee” y colaboró en la
evacuación de la tripulación del acorazado de bolsillo a Buenos Aires (Dupuy Tidemann, 2008) y posteriormente
funcionaría como buque escuela de la armada nacional uruguaya. Ver: http://www.armada.mil.uy/general/historia/2-guerra-mundial.html.
<!--[if !supportFootnotes]-->[18]<!--[endif]--> El comandante del buque, el Capitán Mario Gianbruno sería
capturado por el comandante del U-Boot, el CC K. Neitzel y gracias a las gestiones del gobierno
suizo retornaría a su país un tiempo después. Fuente: La República (2012).
<!--[if !supportFootnotes]-->[19]<!--[endif]--> Luqui-Lagleyze (2005)
ha sido enfático en afirmar que la relación naval e incluso la presencia de
oficiales navales argentino pro-alemanes fue muy baja.
<!--[if !supportFootnotes]-->[20]<!--[endif]-->
Este oficial, que según Luqui-Lagleyze (2005)
era retirado, permaneció en el cargo hasta la ruptura de relaciones
diplomáticas argentino-alemanas llegando a acumular una importante experiencia
de la situación militar alemana en todo el periodo bélico.
<!--[if !supportFootnotes]-->[21]<!--[endif]-->
Este oficial alemán, que también era retirado al momento de asumir sus
funciones fue representante en la región de empresas de armamento alemanas y
tendría una importante participación en la vida política argentino-chilena
desde el período pre-bélico hasta la ruptura de relaciones diplomáticas. Su
actividad en la región se asocia a la vasta operación de redes de inteligencia alemana
en el área.
<!--[if !supportFootnotes]-->[22]<!--[endif]-->
Este incidente demostró la poca efectividad de la zona de seguridad americana.
De igual forma, luego de la operación que llevó a la tripulación a Argentina
por buques de la misma nacionalidad fueron internados en concordancia con la
Convención de la Haya de 1899 (Art. 10), pero esta medida se relajó de tal
manera que muchos tripulantes llegaron a ejecutar actividades políticas y operaciones
clandestinas en el propio territorio argentino.
<!--[if !supportFootnotes]-->[23]<!--[endif]-->
Oficio N° 176 del 03FEB1936 de la Cancillería venezolana al Ministro de la
Defensa y el oficio N° 240 del 06FEB1936 dirigido por el Ministro de la Defensa
venezolano al Ministro de Relaciones Exteriores. Documento obtenido gracias a
las investigaciones que ha emprendido Ramón Rivero-Blanco en el Archivo General
de la Nación.
<!--[if !supportFootnotes]-->[24]<!--[endif]-->
Según Carlos Hernández, Venezuela había roto relaciones diplomáticas con
Argentina en el año 1962 dentro del marco de la aplicación de la doctrina
Betancourt consistente en no mantener relaciones políticas con un país gobernado
por un régimen de facto.
<!--[if !supportFootnotes]-->[25]<!--[endif]--> El crucero de instrucción realizado por
este buque se inició el 02MAY1937 y finalizó el 16DICde ese mismo año. Según Pérez (2006:27-28)
este crucero sería alrededor de todo el mundo y entre los puertos donde se
menciona anécdotas del viaje se destaca Estambul. También visitaría Nápoles,
ver: http://foto.alleanza-monarchica.com/principe-umberto-savoia-a-bordo-della-nave-da-guerra-argentina-presidente-sarmientos-napoli. Entre otros logros
obtenidos en esa visita se tiene: a.-) adquisición de un lote de ganado equino para el ejército y la armada
(Pérez-Lecuna, 2000:38) y b.-) seis cadetes navales serían admitidos en la
Escuela Naval Militar de Río Santiago (Bracho, 2011:115).
<!--[if !supportFootnotes]-->[26]<!--[endif]--> Este buque mercante argentino se dirigía a Bélgica, pero
con la ofensiva alemana desencadenada el 10MAY1940, el comandante del buque
decidió dirigir el buque a Irlanda. El argumento alemán fue que se presentó la
sospecha del puerto escogido y del destino final de la carga. La nota del Reich negaba carácter
intencional a la medida adoptada, manifestando que “las fuerzas navales
alemanas tienen el mayor interés en que se mantenga y se cultiven esmeradamente
las tradicionales relaciones amistosas entre ellas y las marinas de guerra y
mercante argentinas”. El gobierno argentino aceptaría las explicaciones con la
esperanza que después de la guerra se aclarase convenientemente el asunto. Ver
al respecto: http://www.argentina-rree.com/home_nueva.htm.
<!--[if !supportFootnotes]-->[27]<!--[endif]-->
Ver: Blanco (2012). “la diplomacia naval estadounidense…”
<!--[if !supportFootnotes]-->[28]<!--[endif]-->
Ver también: Crucero Acorazado “Pueyrredón” en www.histamar.com.ar
En ese período el buque escuela brasileño “Almirante Saldanha” haría un viaje
de instrucción donde tambien visitaría puertos argentinos. Ver: www.naviosbrasileiros.com.br.
<!--[if !supportFootnotes]-->[29]<!--[endif]--> Ver también: (2010). “Historia argentina: Carrera naval entre Argentina
y Chile, 1890-1905 (Parte 11)”.
<!--[if !supportFootnotes]-->[31]<!--[endif]-->
Ver: http://uboat.net/allies/merchants/1836.html
Estos buques fueron identificados como no argentinos por encontrarse navegando
en condiciones de oscurecimiento para evitar ser identificados.
<!--[if !supportFootnotes]-->[32]<!--[endif]-->
Salinas y De Napoli (2002) han afirmado que hubo submarinos alemanes que
arribaron a Argentina durante la guerra como portadores de un intercambio
simbólico, pero Newton (1998) las ha negado. En todo caso, todos estos autores están
tratando de obtener y confirmar una importante cantidad de información
proveniente de la tradición oral y eso requiere de mucho tiempo. La mayor parte de las adquisiciones fueron
para dotar al ejército argentino sobre todo de cañones antiaéreos.
<!--[if !supportFootnotes]-->[33]<!--[endif]--> Ver al respecto: Blanco (2012) “la
Diplomacia naval Brasileño-venezolana…”
<!--[if !supportFootnotes]-->[34]<!--[endif]-->
Para inicios del año 1944, los alemanes aún combatían en territorio ruso, el
frente italiano se había estabilizado alrededor de Montecasino, al igual que el
teatro de operaciones del océano pacífico. Claro hay que recordar también que
los aliados se encontraban en los preparativos de las grandes ofensivas que le
darían a la guerra el resultado por todos conocidos.
<!--[if !supportFootnotes]-->[35]<!--[endif]-->
El motín que afectó la Armada chilena en el año 1931 fue sofocado mediante el
empleo de la fuerza. Al efecto. La flota sufrió un severo bombardeo
aeroterrestre que inutilizó gran parte de los buques de la escuadra. Quizás
ello explica el énfasis que mostraron argentinos y chilenos en adquirir
artillería antiaérea en los años que antecedieron a la Segunda Guerra Mundial.
<!--[if !supportFootnotes]-->[36]<!--[endif]-->
Al efecto, fueron enviados a la Escuela Naval chilena en el año 1938 los
cadetes venezolanos: G. Quintero, P. Miliani, A. Lara, A. Eljuri, L. García y
J. Cuevas. Estos cadetes regresaron al país en el año 1940 (Pérez-Lecuna,
2000:226). Según Bracho, sólo fue
un cadete naval a Chile (2011:115). De todas maneras se evidencia que hubo un
interés común y una voluntad para la cooperación.
<!--[if !supportFootnotes]-->[37]<!--[endif]-->
Esta influencia era tal que los chilenos contaron con una misión naval
permanente en Londres desde antes de la Primera Guerra Mundial. Tal vez, este
hecho serviría como escusas para establecer como causa del motín la influencia
inglesa y para justificar la relación con Alemania.
<!--[if !supportFootnotes]-->[38]<!--[endif]-->
La visita realizada por los marinos venezolanos en el año 1935 sería realizada
por tierra y desde Buenos Aires.
<!--[if !supportFootnotes]-->[39]<!--[endif]-->
En ese año el DKM “Emden” visitaría Venezuela. Ver (Blanco, 2011).
<!--[if !supportFootnotes]-->[40]<!--[endif]-->
En ese crucero el SMS “Schlesien” no pasó por Venezuela. Lo haría el SMS
“Schleswig-Holstein”. Ver: Blanco (2011).
<!--[if !supportFootnotes]-->[41]<!--[endif]-->
Ver al respecto: Alviña, A. (1941/2000).
Llama la atención que la publicación
original se produjo casi inmediatamente después del hundimiento del acorazado
“Bismark” lo cual evidencia que incluso en el plano de las comunicaciones
existía una estrecha relación entre los dos países a pesar de los avatares de
la guerra.
<!--[if !supportFootnotes]-->[42]<!--[endif]-->
El acorazado “Latorre” permaneció en reparaciones durante toda la guerra.
<!--[if !supportFootnotes]-->[43]<!--[endif]--> Farias (2012) reseña, citando otras
fuentes, que sobre este velero se tejieron varias leyendas. Por una parte
afirmó que estos viajes fueron interpretados como un acto inamistoso hacia
Alemania por chilenos proalemanes y agrega que «El Almirante Von Rintelen,…,
nos habla de los "puros" o de las lapiceras estilográficas que eran
arrojadas por los saboteadores en las bodegas de los barcos que partían desde
los puertos de los Estados Unidos. Estos puros o estilográficas contenían dos
ácidos que, separados por un disco de cobre, lo corroían lentamente y se
encendían como la llama de un soplete cuando entraban en contacto.», por lo que
da a entender que este desastre fue producto de un acto deliberado. De igual
forma, Farías también señala que estando el buque en EE.UU. y como reacción al
ataque contra Pearl Harbour y a la incorporación de los Estados Unidos a la
guerra, «la dotación entera se presentó voluntaria para donar sangre a los
bancos correspondientes, enviándose el personal por grupos. Este gesto fue muy
bien recibido por las autoridades y público en general, impuesto por los
periódicos, especialmente tratándose de un buque neutral»
<!--[if !supportFootnotes]-->[44]<!--[endif]-->
Como se sabe, la doctrina naval japonesa no contemplaba la realización de
operaciones corsarias o de perturbación del tráfico marítimo. Sin embargo, los
jefes navales japoneses concibieron la realización de un ataque para destruir
el canal de Panamá que fue abortado cuando ese país se rindió después de los
ataques con bombas nucleares en agosto de 1945.
<!--[if !supportFootnotes]-->[45]<!--[endif]-->
Este buque era originalmente de bandera danesa y había sido requisado por Chile
junto con los buques “Priwall”, “Lotta”, “Helga”, “Frida”, “Laila” y “Selma” en
el año 1941, luego de que la iniciativa estadounidense de confiscar los buques
mercantes de los países del Eje que se encontraban internados en puertos
americanos fuese seguida por la mayoría de países del hemisferio.
<!--[if !supportFootnotes]-->[46]<!--[endif]-->
Este buque sería hundido por el U-404 de Otto von Bulow
<!--[if !supportFootnotes]-->[47]<!--[endif]-->
Sobre Brasil es de destacar que fue visitado por DKM “Karslruhe” y por SMS
“Schlesien”. Para más ver: Blanco (2012). “La Diplomacia naval
brasileño-venezolana…”
<!--[if !supportFootnotes]-->[48]<!--[endif]--> ver al respecto: Ofc MRE 2639
del 04NOV1935
<!--[if !supportFootnotes]-->[49]<!--[endif]--> Este buque no tocó puertos
venezolanos pero navegó por las aguas del mar de Venezuela. Ver al respecto:
Ofc enviado por el viceconsul venezolano en Aruba el 13ABR1935.
<!--[if !supportFootnotes]-->[50]<!--[endif]-->
El SMS “Schlesien” no visitó a Venezuela en esa oportunidad, pero si navegó
frente a nuestras costas debido a que de Puerto España se dirigió a Curazao.
<!--[if !supportFootnotes]-->[51]<!--[endif]-->
Entre 1935 y 1937 el Buque Escuela argentino “Presidente Sarmientos” realizó
tres cruceros de instrucción pero hasta el presente no se ha podido obtener
información de los países visitados.
<!--[if !supportFootnotes]-->[52]<!--[endif]-->
En este año fue hundido un mercante brasileño en el mar Mediterráneo. Ver al
respecto: Blanco (2012). “La Diplomacia naval brasileño-venezolana…”
<!--[if !supportFootnotes]-->[53]<!--[endif]-->
Colombia también sufriría la acción de los U-Boot. En este sentido, dos de sus
goletas serían hundidas, pero no se sabe en detalle las circunstancias.
<!--[if !supportFootnotes]-->[54]<!--[endif]-->
De los países mencionados es de destacar el caso sueco. Este país a pesar de
ser neutral alquiló una parte apreciable de su flota mercante al Reino Unido lo
cual explica que durante la guerra haya perdido alrededor de setenta buques,
pero además de suministrar minerales estratégicos a Alemania también permitió
el paso de soldados alemanes a Noruega en 1940 y a Finlandia entre 1941 y 1942.
Además Suecia participó de forma indirecta en la guerra ruso-finlandesa y ciudadanos
de ese país se enrolaron voluntariamente en las Waffen SS. Con estos hechos se
puede afirmar que el país más que neutral estuvo neutralizado en los primeros
años de la guerra por lo que su conducta estratégica fue la de resistir
cediendo de forma más o menos equitativa. Sin embargo, durante la misma guerra
se empeñó en un programa de rearme que le permitió a partir del año 1943 actuar
más como un país neutral que neutralizado.
<!--[if !supportFootnotes]-->[55]<!--[endif]-->
Ver al respecto: http://www.histarmar.com.ar/IndiceARA-SiglosXXyXXI.htm. por citar un ejemplo de lo afirmado, Ramón
Rivero-Blanco ha confirmado que durante el proceso de modernización de los
cañoneros “Urdaneta” y “Soublette” en EE.UU. durante el año 1943 se le tuvo que
cambiar los cañones italianos por otros estadounidenses de menor calibre por
falta de munición. Si a este hecho se le agrega que el Reino Unido estaba muy
empeñado en la guerra y que los norteamericano presionaron por diferentes vías
a los países de la región para lograr su objetivo político, es muy probable que
estos hechos hubiesen hecho mella en la disponibilidad operacional de la Armada
Argentina.
<!--[if !supportFootnotes]-->[56]<!--[endif]--> Un análisis comparativo y
superficial del repliegue naval argentino desde el punto de vista doctrinario
se puede observar en la conducta operacional de la Armada francesa cuando se
produjo la operación “Torch”. La marina de guerra francesa a pesar de mantener
una diplomacia armada después de Mers-el-Kebir en 1940 se replegó a la defensa
de sus costas. Con la invasión anglo-estadounidense, el alto mando naval
francés no se planteó una batalla naval decisiva sino una defensa conjunta con
las fuerzas de tierra y aire de sus terrirorios coloniales amenazados, por lo
que en el caso argentino pudo haber operado ese criterio sobre todo después del
año 1942 cuando el aislamiento internacional se presentó en su horizonte
político.
<!--[if !supportFootnotes]-->[57]<!--[endif]-->
En el caso venezolano hubo otros dos buques hundidos aunque muy poco
mencionados: estos fueron el “Pedernales” y el “Nueva Altagracia”. El primero
fue hundido cuando se dirigía a las Antillas Holandesas y el segundo fue
hundido sin causas aparente al oriente del país, quizás como represalia a las
operaciones que estaban efectuando los buques de guerra estadounidenses y
británicos desde Guanta. Ver al respecto: Blanco (2011) y Pérez-Lecuna (2000:657).
<!--[if !supportFootnotes]-->[58]<!--[endif]-->
Los escritos chilenos sobre el caso se enfocan en las pérdidas de vidas y por
esta vía es que Pugh-Gillmore ha encontrado lagunas sobre el tratamiento de ese
caso.
<!--[if !supportFootnotes]-->[59]<!--[endif]-->
Ver: Blanco (Farage, 2011).
<!--[if !supportFootnotes]-->[60]<!--[endif]-->
Ver: Pérez-Lecuna (2000:737).
<!--[if !supportFootnotes]-->[61]<!--[endif]-->
Ver: Pérez-Lecuna (2000:736).
<!--[if !supportFootnotes]-->[62]<!--[endif]-->
Según Newton (1998), La red de
espionaje de la Abwehr no tenía contacto directo con los U-Boot en
altamar. En vez, de acuerdo con los procedimientos de inteligencia alemanes, se
enviaba la información de inteligencia naviera a Alemania por medios
electrónicos (cable, radio comercial o clandestina) y allí era transferida al
personal de planeamiento táctico de operaciones, y desde
allí a los submarinos en altamar.
<!--[if !supportFootnotes]-->[63]<!--[endif]--> Ver: Blanco (2011). “La
diplomacia Naval alemana…”
<!--[if !supportFootnotes]-->[64]<!--[endif]-->
Sobre el E-Dienst existe bastante información en internet, en especial la
relacionada con el caso argentino. También ver: Blanco (2010) “Submarinos
alemanes…”.
<!--[if !supportFootnotes]-->[65]<!--[endif]-->
Según Chase, en Venezuela operarían cientos de agentes falangistas que le darían un valioso apoyo a los
U-Boot´s durante el año 1942-1943 (1943/2011:207). Este apoyo se realizaría por
diferentes vías desde la costa. ver al respecto: Pérez-Lecuna (2000:736-737).
<!--[if !supportFootnotes]-->[66]<!--[endif]-->
En Buenos Aires una comisión del congreso denunció cómo estos grupos
falangistas operaban en ese país. respecto: http://www.argentina-rree.com/home_nueva.htm
<!--[if !supportFootnotes]-->[67]<!--[endif]--> La colaboración en Madrid consistió en la transmisión de
información a oficiales de Sicher Dienst (SD) de hechos importantes ocurridos en Sudamérica y contenido de las
conversaciones con representantes diplomáticos en el área. Ver al respecto: http://www.argentina-rree.com/home_nueva.htm
<!--[if !supportFootnotes]-->[68]<!--[endif]-->
Así como España “colaboró” con el esfuerzo bélico del eje, muchos republicanos
exiliados sirvieron en labores de espionaje y encuadrados en unidades militares
combatientes. En relación con el espionaje se destaca al respecto el caso de
Juan Pujol, mejor conocido como “Garbo” que jugó un papel fundamental en la ejecución de la operación
“Overlord” y terminó sus días en Choroní quizás tratando de obtener información
acerca de nazis refugiados en territorio venezolano. Con respecto a los
combatientes es de mencionar que hubo un grupo de españoles que estuvo
encuadrado en el 8° Ejército Británico, específicamente en la legión Extranjera
francesa.
<!--[if !supportFootnotes]-->[69]<!--[endif]-->
En el año 2008 tuve la oportunidad de presenciar un oficio religioso en la
basílica de San Pedro en Roma y me impresionó oír en la homilía la amenaza que
representaba el comunismo en el mundo usándose como ejemplo la experiencia de
la guerra civil española.
<!--[if !supportFootnotes]-->[71]<!--[endif]-->
Argentina adquirió también antes de la guerra medios navales británicos y
alemanes, estos últimos de menor porte.
<!--[if !supportFootnotes]-->[72]<!--[endif]-->
Hubo oficiales argentinos que incluso participarían en operaciones de
protección de convoyes en aeronaves y submarinos estadounidenses en la Primera
Guerra Mundial (Ibíd.).
<!--[if !supportFootnotes]-->[73]<!--[endif]--> Ver al respecto: Blanco
(Farage, 2011).
<!--[if !supportFootnotes]-->[74]<!--[endif]-->
Como Brasil aceptó de forma abierta la ayuda estadounidense, sus medios
militares quedaron directamente subordinados a EE.UU por lo que la relación se
hizo desigual aunque por decisión soberana de la clase dirigente
brasileña.
Tremenda historia naval de la época, Felicitaciones a los integrante de este relato tan fenomenal de la guerra, Bravo Zulú-...
ResponderEliminarGraaacias!!!
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