sábado, 19 de abril de 2014

LA INTIFADA VENEZOLANA DEL 2014 A LA LUZ DEL CONCEPTO DE GUERRA EN LAS OBRAS DE HARDT Y NEGRI






Hardt y Negri (HyN) han afirmado que la guerra ha adquirido un carácter absoluto y ontológico motivado, en primer lugar, a la creciente proliferación de armas de destrucción masiva y, en segundo lugar, al recurrente empleo de la fuerza con fines políticos. Junto con estas afirmaciones otros autores contemporáneos como van Creveld y Luttwak han agregado que la guerra, entendida en Occidente, como un fenómeno caracterizado por el empleo político de la fuerza entre comunidades políticas reconocidas convencionalmente había adquirido contornos conceptuales difusos porque los individuos habían o están comenzando a adquirir el status de sujeto del derecho internacional, el empleo de la fuerza materializado en la violencia armada había pasado a otros campos del quehacer político y la dimensión tecnológica había alcanzado niveles inimaginables. Estos hechos han propiciado la privatización de la seguridad y consecuentemente la aparición de cuerpos mercenarios como fue de uso común hasta la Guerra de los Treinta Años (GdlXXXa).

Esta complejización del empleo de la fuerza ha venido aparejada con cambios en las relaciones de producción e intercambio que le han permitido a HyN repensar el concepto de guerra para destruir el orden existente. A tal efecto han propuesto, en consecuencia, hacer la guerra contra la guerra para instaurar una democracia constituyentista de inspiración spinoziana. La reflexión que les ha permitido a estos autores proponer un nuevo concepto de guerra se ha basado en la reinterpretación del concepto hobbesiano-schmittiano de guerra y del concepto de máquina de guerra de Deleuze y Guattari (DyG) teniendo como fundamento los conceptos de miedo y temor presentes en la obra de Spinoza. La causa de esta afirmación obedece a que según ellos, después de un estudio genealógico de las formas en que se han desarrollado las guerras de liberación desde la Guerra de los Treinta Años (GdlXXXa) han podido determinar las constantes del proceso de lucha constatando que las formas en que se ha conducido la resistencia entendida como una forma de hacer la guerra dentro de un contexto productivo había favorecido el surgimiento de condiciones para que estas guerras de liberación entendida en un amplio espectro resultaran exitosas. Así pues el primer componente del concepto de guerra en HyN es la resistencia. Los otros dos componentes del concepto de guerra que están estrechamente relacionados, según ambos autores, son el Éxodo y el vaciamiento de las estructuras de poder del Estado.

Resistir presupone un estar aun en libertad pero en condiciones de desventaja y ello explica la utilidad del concepto hobbesiano de guerra. Como se recordará, para Hobbes la guerra no sólo consiste en el acto de luchar sino que es un período en que la voluntad de confrontación violenta es suficientemente declarada. Este período es el que nos interesa por su relación con el estado de excepción schmittiano porque a partir de este concepto se entiende que hablar del Estado en su configuración actual es hablar de estado de guerra porque para su conservación requiere medidas de carácter excepcional que van más allá de las normas con que se rigen las sociedades. Teniendo presente este concepto, si se considera cómo los Estados se han sentido limitados para emplear la fuerza de forma legal, se ha producido a la par del fenómeno de la privatización de la seguridad, la estatización de la criminalidad, es decir, se han puesto a la orden del Estado a un conjunto de individuos que estaban fuera de la ley para imponer un control por el terror a las sociedades y consecuentemente para mantener, según Safranski, las relaciones de poder existentes. En Venezuela a la par de la proliferación de empresas de seguridad se ha estatizado también la criminalidad convirtiendo a esta última en fuerza de choque para ejercer un control social y político. Con este criterio, hablar del estado de guerra actual es hablar del Estado y hacer la guerra contra la guerra es hacer la guerra contra el Estado.

Hacer la guerra contra la guerra es, según HyN, resistir hasta que se construyan las condiciones para el Éxodo y el vaciamiento de las estructuras de poder del Estado. ¿A qué se resiste? Se resiste, según ambos autores, a un estado determinado por unas particulares relaciones de dominación que a través de la disciplina o el control de la relación tiempo-valor-trabajo mantenidas mediante la aplicación de la fuerza limitan la potencia del hombre para perseverar en su propia existencia. En el caso venezolano se ha observado no sólo en el gran esfuerzo de estatización de los modos de producción que ha tendido a estatizar al Ser humano bajo un nuevo concepto de socialismo, sino también en la instrumentación de controles que propenden a regular la vida misma (salud, alimentación, hábitat y la muerte) que está generando un abismo entre la vida como fenómeno natural y la vida entendida como un fenómeno ético basado en la libertad.

Este Estado es el que le ha servido a HyN para construir su concepto de Imperio y Multitud. El Imperio es un Estado global en proceso de constitución que puede ser entendido como una forma de organización política soberana, racional y segmentada de alcance global que preserva una particular estructura de producción y propiedad mediante el uso de la fuerza dentro de su espacio y con capacidad suficiente para extenderlo a todo el mundo. En el caso venezolano se observa por el hecho que el Estado ha generado una red de intereses internacionales para asegurar su supervivencia en relación con otros poderes antagónicos como Estados Unidos en el sentido que gracias a las ayudas petroleras ha ayudado a contener los flujos migratorios hacia el norte y mantener la región estable para los intereses del país del norte y en relación con los países iberoamericanos porque gracias al petróleo venezolano han logrado fortalecer los sectores industriales privados en los países de la región. Desde esta perspectiva, la clase dirigente venezolana a pesar de un discurso antiestadounidense ha servido a sus intereses y se ha firmemente integrado a esa estructura tendencial global a expensas de los venezolanos.

Frente a esta entidad política, HyN han opuesto el concepto de Multitud que entienden como un conjunto de singularidades que operan en común preservando al efecto su derecho natural de perseverar en su propia existencia y a la procura de mayores espacios de libertad. Este concepto de multitud se apoya en el concepto de máquina de guerra de DyG. La máquina de guerra es, según DyG, un tipo de agenciamiento que tiene una línea vital abstracta (máquina abstracta) cuyo propósito suplementario es destruir la forma Estado antes de que esta la transforme en línea de destrucción y muerte a partir de la constitución de un modelo hidráulico como indicaremos más adelante.

El miedo fue definido por Spinoza como “una tristeza inconstante, que brota de una cosa futura o pretérita, de cuya efectividad dudamos de algún modo” y el temor es “el deseo de evitar, mediante un mal menor, otro mayor, al que tenemos miedo”. La importancia de estos conceptos spinozianos se debe a que HyN buscan convertir el miedo a un daño incalculable en un temor basado en un cálculo de riesgo. Eso lo abordaremos con mayor detenimiento más adelante.

El Éxodo y el vaciamiento de la estructura de poder del Estado son dos caras de la misma moneda. Aquí el daño, en tanto que modo en que se expresa la guerra se produce de forma indirecta. Si partimos del concepto clausewitziano de la guerra en el sentido de compeler a un adversario a acatar nuestra voluntad, HyN no están buscando “actuar contra…” sino “abandonar…”, “desertar de…”. ¿Cómo se podría realizar este propósito? Ambos autores han creído que desde inicios de los años sesenta, se comenzó a producir gracias a los desarrollos de las tecnologías de información y comunicación, un cambio en las relaciones de producción que han favorecido no sólo el surgimiento de una nueva forma de trabajo que es difícil de ser capturada por el Estado que han denominado trabajo inmaterial generando la aparición y desarrollo de una nueva subjetividad, sino también se han creado las condiciones de posibilidad para que ocurra un evento portador de cambios de naturaleza política.

El trabajo inmaterial en tanto que actividad ubicada fuera del aparato de control del Estado (exteriorizado en el control de la ganancia, del consumo y del tiempo-valor-trabajo, entre otras) permite, según ambos autores, que el acto de constitución de una nueva subjetividad se convierta en un acto liberador y en la medida en que se reproduzca este acto en esa medida muchos sujetos convertidos en singularidades generaran las conexiones necesarias que promoverán la substracción del Estado mediante una relación afectiva. El acto de sustraerse ambos autores lo denominan Éxodo, y su realización de forma intencional para producir daño lo denominan vaciamiento de la estructura de poder del Estado. Como el acto de salir supone también un resistir implica que el concepto de guerra hardtnegriano es una trinidad que debe expresarse de forma equilibrada para lograr el efecto deseado contra el Estado.

En Venezuela el antagonismo no se evidencia en eso que HyN han denominado trabajo inmaterial. Este se presenta por la oposición de dos visiones del mundo: una basada en una lógica de mantenimiento del poder que se expresa en el aparato de captura del Estado y la otra que cree que estas relaciones de poder están disminuyendo las condiciones de posibilidad de que cada venezolano pueda perseverar en su propia existencia. Una se basa en el presente que se repite como forma de autoconservación de las relaciones de dominación y la otra se basa en el futuro y la posibilidad de construirlo de acuerdo con la potencia de cada ser para hacerlo efectivo. Ello no significa que en Venezuela haya una polarización. En Venezuela los que viven del presente son, por una parte, los integrados a la estructura de poder y se benefician de él de una u otra forma como gobierno, y por la otra, los seres o grupos políticos (de gobierno u oposición) que han sido estatizados por el Estado para mantener su status social dentro de una estructura que sólo les garantiza el presente en tanto que acepten las relaciones de poder existentes. Los que viven del futuro son los que, en cierta forma, no están incluidos dentro de la estructura y actúan en concordancia con las ideas de superación, perfección y progreso. Aquí se puede observar más claramente el antagonismo: los que forman parte del Estado y los que resisten al Estado por amenazar la libertad necesaria para perseverar en su propia existencia. En el medio de estos dos grupos opera una zona de indiferencia conformada por una masa de población que vive de un presente a partir de la coacción del Estado.

Teniendo presente estas circunstancias, vamos a examinar el concepto de guerra contra la guerra desde el punto de vista arqueológico, fenomenológico y epistemológico, para reflexionar sobre el propio concepto hardtnegriano de acuerdo con los criterios que han estado proponiendo y su aplicabilidad en Venezuela.

Arqueología de la Guerra: La GdlXXXa como anclaje ontológico.

HyN utilizan al estallido de la GdlXXXa como anclaje ontológico para fundamentar su propuesta política debido a que después de esa guerra se comenzó a instaurar a escala global un orden estatal basado en unas relaciones de poder que se mantuvo efectivamente hasta el colapso soviético. La GdlXXXa fue, en este contexto, una guerra civil acaecida en el seno del Sacro Imperio Romano Germánico que involucró a la mayoría de Estados europeos e incluso a los imperios persa y otomano para establecer un nuevo orden político basado en el poder absoluto en el ámbito de los nuevos Estados soberanos. El uso de este evento desde una perspectiva analógica se debe a que el grado de interrelación de las sociedades de los Estados hoy día ha sido tal que en muchos aspectos se puede hablar de una tendencialmente única sociedad internacional y la guerra actual expresada en la guerra contra el terrorismo es la manifestación de una guerra civil de alcance global que junto a las potenciales guerra entre Estados pareciera indicar que la guerra en sí misma ha alcanzado un carácter absoluto y ontológico.

A partir de este criterio, ambos autores se han apoyado en la arqueología filosófica para obtener alguna forma de genealogía revolucionaria que les permita dar cuenta de la realidad actual haciendo análogas situaciones del pasado con las que estamos viviendo hoy en día. ¿Por qué utilizan ese hecho como evento originario? Ellos creen que en ese momento confluyeron una serie de antagonismos generados no sólo por el surgimiento de una nueva subjetividad que supuso el renacimiento, también por el advenimiento de la iglesia reformada que también planteó una nueva manera de entender el mundo. Así pues frente a este anclaje ontológico hay un horizonte de comprensión, en sentido gadameriano, que abarca un poco más de un siglo.

Con este enfoque HyN determinan las causas de los procesos históricos que condujeron a la citada guerra civil alemana o europea, destacando las situaciones materiales que llevaron a los principales antagonistas a la citada confrontación bélica. HyN destacan que las causas de la guerra fueron tres: el miedo al empobrecimiento, a la soledad y a la muerte, y lo que hicieron los bandos enfrentados fue canalizar ese miedo bajo una lógica basada en el cálculo de riesgo para obtener un fin político. En el mundo de hoy también está presente el miedo al empobrecimiento evidenciado en las crisis crediticia y financiera que afecto a EE.UU y Europa, la soledad que en sí mismo ha traído la crisis económica, así como el aislamiento político que supone la exclusión como sucede con el pueblo kurdo o en Siria, Palestina, Ucrania y Tíbet, y la muerte como se evidencia en el rechazo de occidente a la guerra y al terrorismo practicado por el mismo Estado. Entonces, a partir de una particular reinterpretación del pasado HyN han hecho una analogía con el presente tomando como símbolo paradigmático el ataque del 11SEP2001 que desencadenó una lucha por el poder global que se ha denominado Guerra contra el Terrorismo. La lucha por el poder se evidencia en el antagonismo entre dos tendencia: una imperialista basada en la apropiación directa y otra basada en una red difusa de poder global que denominan Imperio. Frente a esta lucha, estos autores oponen a la Multitud, como un conjunto de singularidades generadas por el surgimiento de una nueva subjetividad que se oponen a esa lucha por el poder y se ha hecho manifiesta con las serie de protesta antiglobalización que se iniciaron a finales del siglo pasado y se han mantenido de alguna u otra manera hasta el presente. Si aceptamos como valido este anclaje ontológico de la GdlXXXa podríamos convenir en que nos encontramos ante condiciones iniciales para poder hacer una guerra contra la guerra o para la ocurrencia de una nueva guerra que va a definir el nuevo orden político global para las próximas generaciones.

La pregunta que surge al respecto es ¿cómo la nueva subjetividad creó las condiciones de posibilidad para que se desencadenara la GdlXXXa porque si bien el renacimiento italiano se desarrolló en un estado de guerra, este no necesariamente significó que los nuevos sujetos fuesen los actores principales de la situación bélica planteada? En cambio la nueva subjetividad representada por el surgimiento de la iglesia reformada si creó las condiciones de posibilidad para la guerra contra el imperio debido a que la reforma protestante se convirtió en máquina de guerra que tuvo como fin el poder.

En Venezuela, también está presente el miedo al empobrecimiento, la soledad y la muerte, como ya mencionamos en la introducción. En nuestro caso la pregunta que surge es ¿cómo es posible que unos sujetos al margen de la estructura del gobierno y de la oposición formalmente reconocida hayan podido generar un movimiento de cambios políticos? En Venezuela no hay una lucha por el poder en el sentido que plantean HyN, en nuestro país hay un poder constituido que tiende a hacerse totalitario apoyado por los restos de la clase política que prevaleció en el poder hasta el año 1998. Frente a esta estructura de coexistencia ha surgido un movimiento multitudinario que busca crear un nuevo orden político ¿cómo se puede explicar este surgimiento siguiendo la estructura de análisis empleada para comprender el pensamiento de HyN?

La estructura social venezolana se legitimó de forma estratificada, siguiendo los lineamientos adoptados por Quijano en el año 1743, después que blancos, negros e indios se unieron para defender al país de la amenaza anglosajona. En cierta forma, esa estructura político-social ha permanecido hasta el presente. Sobre los estratos más desfavorecidos de esta estructura es que ha actuado el régimen político imperante desde el año 1999 para permanecer en el poder. ¿Por qué? Porque estas personas actúan en función del presente y no del futuro. Esto no es ni bueno ni malo, es así. Consecuentemente, así como HyN han tomado el inicio de la GdlXXXa como punto de inicio de su análisis, en el caso venezolano este punto cero se encontraría en la aceptación de un orden en relación con otros considerados como extranjeros. La estructura social venezolana se diluyó en la guerra de independencia, las guerras civiles y el inicio de la era petrolera, pero volvió a hacerse patente a finales del siglo XX cuando el orden político se hizo incapaz de dar respuestas políticas a su existencia.

Así pues, así como el año 1743 puede ser considerado el punto de inicio de una estructura social legitimada, a pesar de los esfuerzos realizados en el año 1998, no se ha visualizado en el horizonte un acontecimiento que indique un nuevo inicio que indique verdaderamente el punto de partida de una nueva relación social en Venezuela.  En nuestro país, siguiendo a HyN se implantó en el año 1999 otra estructura de poder que ha tratado de permanecer, de forma darwiniana, mediante la instrumentación de un dispositivo de coerción que persigue controlar la vida misma (biopoder) para perpetuarse en el poder. Consecuentemente, en Venezuela no se ha considerado un punto cero de análisis de la venezolanidad. Aquí se ha pendulado entre el inicio de la ocupación española y el inicio de la gesta independentista en sus diversas fechas significativas entre 1811 y 1830. La consideración de un “nosotros inicial” nos podría ayudar a reconstruir un “nosotros” en el presente usando como punto de inicio lo unificador y no lo separador. De igual forma, HyN al usar la guerra como inicio de análisis no están usando lo que une o podría unir sino lo que desune propiciando las condiciones para que permanezca el estado de guerra, en este caso global en perjuicio de la misma humanidad.

Por otra parte, HyN al hablar del rizoma de guerras que significó la GdlXXXa y su reproducción actual desde el ataque del 11SEP, no consideran la serie de conflictos existentes en el globo, aunque este rizoma se observó a pequeña escala en lo que se ha conocido como la primavera árabe en Túnez y Egipto y en algunos Estados árabes obligados a instrumentar reformas para evitar que cambiara el status quo. Para estos autores, los conflictos son anti-estado desde la perspectiva de la izquierda como si la lucha contra el Estado sólo es posible desde una ideología en particular. Este exclusivismo que en época reciente sólo ha legitimado las protestas europeas, estadounidenses, chilenas y brasileñas no ha tomado en consideración, tal como lo ha señalado DyG que el fascismo y lo que hemos denominado biopoder se presenta tanto en regímenes de izquierda como de derecha. 

En la actualidad existen una serie de situaciones conflictivas a escala global y el orden estatal global actual ha tratado de focalizarlas y de evitar así que se constituyan en rizoma de guerras. Ello se evidencia claramente en la conexión existente, desde la perspectiva estatal, entre la intifada venezolana y la crisis ucraniana. Como en Ucrania se está al borde de una guerra civil con riesgo de convertirse en un conflicto regional, se ha buscado “pacificar” la situación en Venezuela para poder manejar todas las opciones políticas posibles, incluyendo la guerra limitada. Por ello es que se explica que la comunidad internacional haya apoyado un dialogo excluyendo a los protagonistas de la protesta en Venezuela. Su objeto ha sido, para la red de intereses nacionales e internacionales ganar tiempo a expensas de los venezolanos. Por ello es que en nuestro país se puede afirmar que una parte importante de la población está haciendo resistencia al Estado entendido como una red de intereses que conecta a la clase dirigente con la estructura de poder global como ya hemos indicado en Ucrania y Venezuela: ¿síntomas del inicio del conflicto civil global?.

Desde esta perspectiva, el anclaje ontológico hardtnegriano ha omitido en el presente un conjunto de situaciones conflictivas que pueden conectar en rizoma que podrían ayudar a comprender la complejidad de las relaciones político-sociales a escala global. Esto hace necesario comprender qué es la guerra para tratar de entender la propuesta hardtnegriana y examinar la situación venezolana para tratar de encontrar puntos de coincidencias.

Fenomenología de la guerra contra la guerra.
           
Las causas de miedo indicadas precedentemente tienen como fin hacer que se actúe de una manera determinada para hablar de cálculo de riesgo permitiendo con ello entender la relación de estímulo y respuesta en caso de agresión como una forma de entender la guerra desde la perspectiva individual y grupal que permite usar la expresión guerra y consecuentemente guerra contra la guerra. La agresión puede ser definida como la acción de infligir o de amenazar con infligir daño e incluye la lucha en sí misma, los desafíos, amenazas, actitudes impositivas, de apaciguamiento y de sumisión, defensivas u otras manifestaciones activas o pasivas utilizadas en la lucha que se expresan en agresión o huida. Se caracteriza, en primer lugar, porque la conducta pasa del agresor al agredido, en segundo lugar, porque está dirigida a un objeto y, en tercer lugar, por ser intencional puesto que el agresor trata de dañar y el agredido huye o se defiende.

La agresión se puede manifestar básicamente en: 1.-) afectiva provocada por el estímulo de escapar o defenderse frente a una situación inesperada, como presuntamente ocurrió en la cárcel de Yare en 2012, 2.-) la defensiva territorial generada por la invasión de intrusos como en Malvinas 1982 o los intentos de grupos paramilitares de penetrar en algunos edificios de vivienda en Caracas, 3.-) la instrumental que es consecuencia del establecimiento de un tipo de respuesta inducida, como la guerra fría o la que provocó los saqueos (denominados dakaso) como consecuencia de la instrumentación de medidas de carácter económico por parte del régimen político antes de las elecciones de diciembre pasado en Venezuela, 4.-) la de fuga producida por la presencia de un agresor que no se puede derrotar, como en Rusia 1812, 5.-) la originada como consecuencia de una irritación cuyo estimulo es la ira, como la invasión de Afganistán 2001 o la indignación que dio inicio a la intifada venezolana en febrero pasado y la primavera árabe en Túnez, 6.-) la predatoria provocada por la existencia de algo objeto de presa, como en Polonia 1792 o las expropiaciones y/o apropiaciones que ha realizado el gobierno venezolano y grupos que lo apoyan desde el año 2004, y 7.-) la familiar originada por la proximidad de una amenaza a los hijos o a su entorno cercano como la ayuda que han recibido muchos estudiantes que se enfrentaban a los órganos represivos del Estado durante las protestas que se iniciaron en Venezuela desde el mes de febrero del presente año.

Con esta tipología se pueden agrupar las formas de agresión en defensivas: (1, 2, 5 y 7), agresiva pura: (6), evasiva: (4) y una que podríamos denominar preventiva: (3). La intencionalidad de encarar una agresión puede ser ofensiva o defensiva y se fundamenta en el cálculo del riesgo que se estaría dispuesto a afrontar. La intención en este sentido parte del deseo de evitar un mal mayor, por lo que el proceso que conduce del deseo a la acción, se constituye como una fuente de intencionalidad dirigida a una agresión efectiva. La pregunta que surge ahora es cómo una situación individual puede hacer que grupos actúen con un mismo propósito, es decir, agresivos o evasivos para que se pueda emplear la palabra guerra. Keegan ha afirmado que primitivamente los individuos se organizaban en grupos para realizar acciones para perjudicar o destruir mediante la intromisión violenta y para defenderse. La forma de los agrupamientos ha sido mediante agenciamientos afectivos que han producido redes de intencionalidades de acuerdo con DyG como aconteció en la conquista de Áqaba por T.H. Lawrence en 1917 o la caída de la cortina de hierro en el año 1989, y mediante la información, de acuerdo con Boyd como lo constituyó la blitzkrieg o la segunda y tercera guerra del Golfo Pérsico.

Estas redes de intencionalidades, según DyG, generan un flujo de destrucción de las organizaciones combativas que puede ser explicado hidráulicamente siguiendo unos criterios, en primer lugar, atómico, es decir, realizado por individualidades, en segundo lugar, turbo lineal, esto es, va de una turba (manada, enjambre, cardumen, multitud) que se dirige como un flujo entendido como un medio continuo y, en tercer lugar, problemático porque busca la solución de problemas. Boyd ha explicado apoyándose en Heisenberg y la segunda ley de la termodinámica que cada esfuerzo por comprender la realidad nos expone a incertidumbre y a la generación de desorden. Generar un flujo bélico es adecuar la relación perdida y el aprovechamiento máximo de la energía de dicho flujo para reducir la fricción (evitando la perdida de energía) y vencer la resistencia que representa el sistema de contención del adversario dentro de un sistema de referencia determinado como el que se establece en operaciones de guerra. Para ambos, un flujo como un tsunami, un deslave, un pánico, puede ser reproducido mediante una combinación de materia/energía, migración, economía, finanzas, etc.

La forma evasiva expresada en la huida es una forma de agresividad o una forma de evitar que una agresión se materialice en un daño intolerable producido de forma inmediata. Pero esta no es solamente el acto de alejarse para evitar un daño. En la tipología mostrada se plantearon dos formas evasivas: la 1.-) afectiva que es provocada por el estímulo de escapar o defenderse y la 4.-) fuga que es producida por la presencia de un agresor que no se puede derrotar. El efugio (4) puede ser un acto racional o pasional. En el plano racional se parte de la creencia de que el riesgo de un daño es superior a cualquier forma de acción posible. Desde la perspectiva pasional puede ser la consecuencia de sentir que algún daño es algo intolerable en cualquiera de sus formas.

Nosotros consideramos que en la tipología (1) las expresiones “escape” y “defensa” pueden ser interpretadas de diversas maneras: sobre el “escape” se tiene: desde un enfoque, la huida entendida como un acto en sí mismo, desde otro, la huida entendida como un acto de enfrentar algo que no se puede derrotar. Sobre la defensa hay que tener presente que esta es el acto de amparar, librar o proteger algo. Así pues, se puede huir: en primer lugar, para proteger algo huyendo con lo protegido, y en segundo lugar, resistiendo la agresión para impedir que se haga daño a lo protegido. La resistencia a una agresión, en este contexto, puede significar también eso que se denominó huida hacia adelante para que lo protegido escape o aguantar por un período determinado una agresión hasta que lo protegido pueda escapar de esa circunstancia.

De todas estas posibilidades interpretativas podemos afirmar que el tiempo es la clave para entender la respuesta a la agresión porque permite indicar la naturaleza de la amenaza por dos vías: la representada por la acción inmediata (o huida inmediata) ante una amenaza inmediata (agresión) y la representada por la acción continuada (resistencia continuada como parte de un proceso que implica la huida continuada) ante una agresión continuada que se podría expresar en los regímenes de violencia de un Estado. Por esta última razón sostenemos también que la huida es también una forma de agresividad que es consecuencia de una agresión. Esta puede significar el postergar una respuesta para estar en condiciones de que ésta sea cónsona con la naturaleza de la agresión u otra cosa en función de las circunstancias.  

La relación resistir-huir presupone una situación previa que hace que el acto de resistencia sea una forma de preservar esa forma de pasado que en cierta medida era conveniente. Esta relación, en este contexto, es clave para entender la guerra contra la guerra que proponen HyN. Ellos utilizan la palabra “resistencia” como una expresión de libertad, pero como el objeto es huir hasta estar en condiciones de cambiar el orden existente, han reinterpretado este concepto para darle una intencionalidad desde el punto de vista operacional. Con respecto a la relación resistir-huir, HyN indican un camino de lucha (mediante el modo de resistencia) y de huida de manera simultánea, pero sustituyendo la palabra huida por la expresión Éxodo. En el uso de esta expresión han buscado dar un peso bíblico al acto político. El Éxodo es una propuesta con contenido político-teológico que han hecho para desarrollar una máquina de guerra capaz de destruir el orden político global. Surgen, en consecuencia, las siguientes interrogantes: de qué y por qué hay que resistir y huir, quién debe hacerlo y cómo. Con el Éxodo y el vaciamiento de la estructura de poder del Estado lo que se persigue es generar un flujo en reversa que le quite al Estado su estructura de sustentación y consecuentemente destruir sus instituciones.

Para HyN se resiste a un orden capitalista encarnado en el Estado que trata de permanecer mediante la coerción, la violencia y el terrorismo entendidos todas como formas de agresión permanentes. En Venezuela se resiste a un orden capitalista mediado por el régimen político a fin de eliminar la mediación y eventualmente plantear el conflicto en otras circunstancias. Con este enfoque, huir-resistir puede ser una respuesta inmediata o puede ser una respuesta que ocurre en un período determinado como forma de expresión de la vida misma a partir del concepto spinoziano de duración. La duración es entendida como el tiempo del ser que no está sujeto al tiempo del Estado. Este es el tiempo que según ellos puede generar las condiciones de posibilidad para hacer la guerra contra la guerra por ser un espacio de libertad que puede ser ampliado hasta hacer de él expresión de la vida misma.
                                
Ahora, frente a la pregunta sobre “cómo” un conjunto de sujetos van a iniciar este proceso liberador, es decir, el Éxodo, HyN creen que una Multitud puede generar un flujo de destrucción siguiendo la lógica deleuzoguattariana. Este flujo hoy en día lo denominan enjambre. En la intifada venezolana se ha evidenciado la constitución de una forma de actuar contra el Estado y a su vez resistir a él que podría ser entendido bajo la forma de enjambre. ¿De dónde viene esta forma de combatir? HyN siguiendo a Arquilla y Rondfeld (AyR) han establecido una genealogía de las formas de resistencia a la par de la evolución de las formas de combate que han determinado los autores estadounidenses. AyR han expresado que de la forma de guerra basada en la reproducción de un flujo de destrucción entendido de acuerdo a una imagen hidráulica se ha pasado a entender estos flujos de acuerdo con una imagen biológica en concordancia con los patrones de comportamientos de las abejas, los lobos, las hormigas, etc. HyN por su parte han expresado que el patrón de los movimientos de resistencia y liberación han seguido el proceso iniciado por un acto de indignación provocado por un abuso desmedido por parte del Estado, sigue con una revuelta, después con una insurrección seguida por una guerra de liberación que destruye el orden existente. El paso a la guerra de liberación ha presupuesto para estos autores el momento crítico porque significa el paso a la conformación de una estructura jerárquica al principio policéntrica y después monocéntrica que en la mayoría de los casos tiende a la estructuración de un orden similar al que fue depuesto. Cuba es un ejemplo. HyN son de la opinión que de una estructura policentrica se debe pasar al establecimiento de un proceso constituyente que permita mantener la estructura plana de la acción política para dar paso a una democracia. De ahí la importancia que para ellos reviste la lógica del enjambre. Los ejércitos modernos han instrumentado esa forma de combate en Irak y Afganistán para combatir las formas de resistencia en esos países. En la primavera árabe se produjo un flujo de destrucción del orden establecido bajo esta lógica de enjambre que se constituyó en rizoma desde el mismo momento en que el acto de destrucción se reprodujo en otros Estados. Pero la causa no fue la propuesta por HyN desde la perspectiva de la guerra contra la guerra, es decir, la trinidad conformada por el Éxodo, resistencia y vaciamiento de la estructura de poder del Estado realizados de manera deliberada y simultánea. La primavera árabe se produjo por un acto de desobediencia provocado por la exclusión y por el miedo provocado por la cada vez menor posibilidad de una masa mayoritaria de la población para perseverar en su propia existencia por empobrecimiento, soledad y muerte inesperada.

En Venezuela, si seguimos esta genealogía, se llegó a una fase que se encuentra en un punto intermedio entre la revuelta y la insurrección. No se ha avanzado más debido, en primer lugar, a que no ha generado las conexiones necesarias para extender este movimiento a escala nacional y, en segundo lugar, para evitar que las fuerzas políticas residuos del orden que fue suplantado en el año 1998 se constituyan en una repetición del régimen político que se quiere cambiar. Sin embargo, la intifada venezolana ha evidenciado hasta ahora la debilidad del régimen político actual, por ello el Estado ha apostado por amenazar con generar una inestabilidad regional de mayor envergadura al considerar la posibilidad de conectar el régimen político actual con los movimientos subversivos existentes allende la frontera como hemos indicado en “Venezuela y su Historicidad Marítima…”.

El inconveniente de este modo de actuar para hacer la guerra contra la guerra radica en que es muy difícil producir una perturbación política y sus consecuentes conexiones y HyN no indican cómo generar una perturbación cuyo daño real o potencial pueda hacer que constituya una multitud ni cómo hacer para que se produzcan las conexiones convenientes que permitan la constitución de rizomas que permitan, a su vez, la extensión de un movimiento de cambios políticos. Esta deficiencia es clave debido a que el paso del miedo-angustia a temor presupone un conocimiento de la situación que podría facilitar la acción política. De lo contrario la ocurrencia de este tipo de guerra no es posible, en tanto que fenómeno, como se evidencia en la elaboración de la obra Declaration donde han propuesto, en primer lugar, la inversión de la carga de la deuda para atacar al principal instrumento del orden político global, es decir, el poder financiero negándose a pagar las deudas contraídas a nivel individual, en segundo lugar, destruir los dispositivos de seguridad del Estado que disciplina y controlan a la población, en tercer lugar, construir la verdad para salirse de la estructura de comunicación oficial global y, por último, construir al sujeto constituyente. Entre Imperio y Commonwealth estos autores consideraron la trinidad mencionada precedentemente que indicaba “un salirse de” para jugar adecuadamente con la relación temor-miedo, y en Declaration, para acelerar ese proceso, han propuesto “actuar contra de”, pero hasta el presente no ha logrado el resultado esperado porque no se ha logrado cambiar el miedo por temor. Este cambio de propuestas en HyN evidencia el inconveniente de construir una multitud de acuerdo con el criterio por ellos esgrimido, pero la manera en que conciben el flujo de destrucción constituye un interesante modo de producir daño dentro de un contexto de guerra o de guerra contra la guerra.

Epistemología de la guerra contra la guerra o de la guerra contra el Estado.

La forma en que el Estado realiza la guerra en la actualidad se fundamenta en la posibilidad de experimentar y pronosticar a partir de lo que se ha dado en denominar juegos de guerra. Este hecho ha permitido el desarrollo de lo que se ha denominado epistemología de la guerra. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados para darle a la guerra un carácter científico, el criterio de verdad en éste fenómeno está sujeto a las mismas limitaciones que encontramos en el Teorema de Gödel debido a que en la actualidad el teatro de operaciones en un conflicto no se circunscribe a un espacio y un tiempo referenciales, es decir, abarca al mundo como una totalidad.  

A partir del conocimiento de esta limitación, HyN se han apoyado en el pensamiento de Marx y de DyG y han desarrollado una metodología para estudiar las condiciones de posibilidad de la guerra contra la guerra fundamentadas, en primer lugar, en la explicación de las causas de la guerra y, en segundo lugar, en la investigación de las líneas de acción que permitirían su erradicación desde la perspectiva del orden actual. Teniendo presente esta orientación, ambos autores han identificado tres elementos que según sus creencias, hace posible actuar para alcanzar el objetivo político que han considerado. Estos tres elementos son: la oportunidad histórica, la adecuación de las formas de resistencia con los modelos dominantes de producción económica y social y, el perfeccionamiento de la democracia y la limitación de la guerra.
               
La oportunidad histórica la han determinado a partir de la identificación del momento de cambio que dio paso a la modernidad y su asociación con las circunstancias de cambio iniciadas, según ellos, antes del ataque del 11SEP2001. Si bien ambos autores logran explicar cómo el cambio en la forma de acceder al conocimiento fue determinante en producir la transformación política y han logrado determinar las limitantes que padece el Estado y la tendencia que para ellos representa el Imperio, las circunstancias actuales no evidencian que eso que denominan nueva subjetividad se haya extendido de una manera tal que posibilite el hacer la guerra para realizar un cambio político.

Como las limitantes del Estado han estado acompañadas por la restricción para crear nuevas posibilidades de reafirmación y conservación,  HyN han creído que es posible apelar a una estética de la existencia, en sentido foucaltiano, estableciendo al efecto unas líneas de acción que produzcan de forma más rápida la adecuación de las formas de producción inmaterial con las formas de resistencia que posibiliten la constitución de una democracia global. Sin embargo, se observa que aunque la explicación hardtnegriana ha servido para entender, de una manera diferente, la realidad actual, el componente investigativo del método padece la misma sombra de lo incalculable, que caracteriza las ciencias humanas o del espíritu. Por este motivo en Declaration propusieron unas nuevas líneas de acción con el fin de generar las condiciones de posibilidad para un cambio político.

Con esta obra, ambos autores se apartan parcialmente de una tendencia argumentativa observada en Imperio, Multitud y Commonwealth focalizando la acción en la construcción del sujeto constituyente, es decir, un ser capaz de actuar políticamente a partir de una realidad material por él producida. Pero esta nueva orientación, que permitiría usar la expresión epistemología de la guerra contra la guerra, padece las mismas dificultades con que se han encontrado los teóricos y ejecutores de la guerra en la actualidad. Este hecho ha obligado a HyN a dedicar sus esfuerzos a pensar en el futuro deseado y no en el evento que lo haría posible. No obstante, si se analizan las propuestas de HyN se observa que la lógica del enjambre se mantiene vigente en ambas formas de concebir la guerra contra la guerra, destacándose los siguientes principios que operan bajo un mismo plano de inmanencia: Objetivos limitados, simultaneidad y instantaneidad. Al considerar estos principios con las formas de acción que se ha observado en Venezuela, podemos afirmar que la situación es compleja. A pesar de un discurso socialista oficial, el Estado encarna al capital y ha instrumentado, en primer lugar, una estructura de control biopolítico que media entre necesidades y satisfacciones en relación con el capital global a una población que vive sólo del presente y, en segundo lugar, una estructura de captura y estatización del capital para redistribuirla en función de la manutención del orden contra una parte de la población que piensa en términos de futuro. Esta estructura ha empobrecido a una gran parte de la población, ha excluido a una parte de ella sumiéndola en la soledad y la ha amenazado con la muerte al reducir la estructura básica de alimentación y salud por los dispositivos de control biopolítico. En general el régimen venezolano ha reducido las condiciones de posibilidad de la población venezolana que aun piensa en términos de futuro, para perseverar en su propia existencia, por lo que la lucha que se ha planteado ha sido entre un orden que se extiende a todo el país y una población excluida por no creer en ese orden y se encuentra en un punto de acorralamiento. Ello explica la intifada venezolana. Para poder examinar las formas de resistencia de la intifada venezolana sería conveniente considerar la propuesta de guerra de Qiao y Wang (Q&W) y contrastarlas con las indicadas por HyN.

Estos autores chinos han propuesto una nueva categoría en el hacer la guerra que ubica el campo de acción en el espacio donde no existían normas que pudiesen regular la actuación de los beligerantes. Estas categorías las denominaron: militar, extramilitar y metamilitar. La militar abarca los siguientes tipos: Nuclear, convencional, bioquímica, ecológica, espacial, electrónica, terrorista y de guerrillas. La meta-militar se refiere a la guerra: Diplomática, psicológica, tecnológica, de redes de información, de inteligencia, de contrabando, de drogas y disuasión. La extra-militar incluye: recursos, ayuda económica, sanciones, medios de información, finanzas, comercio, derecho e ideología. A partir de esta categorización Q&W, establecieron una serie de principios para producir daño donde se destaca el uso de medios ilimitados dentro de un contexto de objetivos limitados y consumo mínimo. Operar con medios ilimitados en cada una de las categorías mencionadas precedentemente nos da un abanico casi ilimitado de formas de daño que pueden ser aplicadas: en primer lugar,  Omnidireccionalmente en diferentes planos; en segundo lugar,  de manera simultánea (sincrónicamente); en tercer lugar, asimétricamente con respecto al punto más débil del adversario; en cuarto lugar, mediante una coordinación multidimensional; y en quinto lugar, un sistema de ajuste y control.

Ahora, si la examinamos a partir de las formas de acción propuestas por Q&W, HyN con las instrumentadas en la intifada venezolana se observa lo siguiente:
 



  Como se puede observar, la intifada venezolana se encuentra en una fase inicial. De este cuadro se podrían extraer otros importantes análisis. Sólo me enfocaré en el hecho que a pesar de su fase inicial este movimiento tuvo un importante efecto político porque obligó al gobierno a ganar tiempo. Le falta operar de forma simultánea en otras categorías y dentro de una misma categoría. De ahí que la próxima y única maniobra de naturaleza estratégica del Estado va a ser atacar el sistema educativo para poder ideologizar y asegurar la disciplina y el control. Esta acción como se entenderá se plantea como una lucha en términos absolutos. Veamos ahora bajo qué principios los principales antagonistas están actuando:


De acuerdo con este cuadro, el régimen político venezolano tendría que rediseñarse para supervivir y la intifada, en principio, sólo debe actuar omnidireccional y multidimesionalmente. Sin embargo, la dificultad que han encontrado tanto HyN como los intifados venezolanos obliga a analizar constantemente la situación política. Las dificultades epistemológicas que han encontrado ambos autores en determinar las condiciones de posibilidad de la guerra contra la guerra ha hecho que nos plateemos el interrogante de saber cuál es el hombre que ellos debe hacer la guerra contra la guerra, para crear las condiciones de posibilidad para que un ser en su singularidad pueda perseverar en su propia existencia en mejores condiciones en una nueva forma de organización política.

El ser y la guerra contra el Estado.

La preocupación de HyN ha sido la de determinar el sujeto constituyente para emprender la tarea de construir una democracia haciendo la guerra contra la guerra. Esta preocupación ha estado de alguna u otra manera presente en todas sus obras.  La construcción de un sujeto adecuado, en este sentido, parte de la asunción de que los cambios de las relaciones de producción han permitido la constitución de una nueva subjetividad que podría hacer posible el cambio político.

Esta nueva subjetividad ha partido del criterio de que han cambiado las formas en que había sido entendido el cuidado de sí, es decir, de una cultura del yo asumida bajo el espíritu de la renuncia para ganar el bien en el más allá, se pasó a la adopción de un criterio que apunta a obtener el máximo bien durante el paso por el mundo. Como este cambio en cierta forma se asemeja al producido en el siglo XV que dio origen al Renacimiento, HyN han creído que se está más o menos repitiendo las mismas circunstancias que posibilitaron una nueva forma de entender la política.

Como estos cambios hacen posibles, aunque no necesariamente, la realización de la guerra contra la guerra, ambos autores han tratado de establecer las condiciones de posibilidad para construir el sujeto adecuado usando para ello el pensamiento de Machiavelli y Spinoza. Sin embargo, al asumir como guía estas fuentes del pensamiento, se han encontrado con los mismos inconvenientes con que los autores del pasado se toparon cuando dieron a la luz sus pensamientos políticos, es decir, relacionar los conceptos de libertad y seguridad a partir de la relación miedo-temor, en circunstancias sumamente complejas como para tener una idea adecuada a partir de una información fragmentaria y confusa. Esto trajo como consecuencia, en el pasado, una conducta social que propendió a actuar de una manera cónsona con la información disponible, es decir, la prudencia.

Teniendo presente estas realidades, HyN han pensado que el modo de compensar estos inconvenientes, siguiendo los cambios sociales del presente, ha sido que estas nuevas subjetividades se fundamenten en el conocimiento y en una fe basada en un criterio de razonabilidad. Pero si consideramos, en primer lugar, que este conocimiento de la realidad actual es fragmentario y confuso, en segundo lugar, que una fe basada en un criterio de razonabilidad construido a partir de ese conocimiento para actuar con temor, es decir, de acuerdo con un cálculo de riesgo requiere de un entendimiento, en sentido spinoziano, que sólo el conocimiento puede suministrar, y en tercer lugar, que la guerra comprendida como un fenómeno que tiende a asumir un carácter ontológico y absoluto sin la certeza que da ese conocimiento, evidencian que son muy bajas las condiciones de posibilidad para que un nuevo Ser en su singularidad pueda ser construido, pueda a su vez hacer la guerra contra la guerra e implantar una democracia constituyentista. La causa de esta afirmación obedece a que estos inconvenientes afectan la confianza en sí mismo y la esperanza necesaria para generar el conatus para actuar políticamente.

Esta situación impide, a su vez, que se produzcan las conexiones con otras singularidades para generar rizomas que permitan actuar en común de acuerdo con lo que HyN han denominado multitud, condición sine qua non para producir, a partir de la lógica del enjambre, un flujo de destrucción tal como aquí hemos señalado. De igual forma, en caso de que estos sujetos pudiesen generar un cambio político, el hecho de no ser aún una mayoría significativa dentro del conjunto de las relaciones sociales se podrían generar las condiciones para que se repitan las mismas circunstancias que dieron origen a la propuesta de la guerra contra la guerra.

Si examinamos el caso venezolano nos encontramos que la certeza para actuar políticamente para producir un cambio político viene dada no por el futuro a alcanzar, ni por el hecho que la guerra ha alcanzado un carácter absoluto y ontológico, sino por el empobrecimiento de la población, la obligación de aceptar una ideología que legitima ese empobrecimiento y la perdida de la idea de recibir un bien en el futuro por su propio perseverar si no es aceptado por la ideología dominante. La diferencia entre la propuesta de HyN y la realidad venezolana es que su propuesta para ser creída requiere de un criterio de razonabilidad que supone un contenido ético, en el caso venezolano, la certeza en el empobrecimiento, la soledad y la muerte es patente por cualquier vía en que se analice.

Teniendo presente lo antes mencionado, podríamos afirmar que el Ethos del Ser de la guerra contra la guerra para HyN es el carácter de las singularidades que conforman la multitud para defender su espacio de libertad y expandirlo mediante la guerra contra la guerra. Para la intifada venezolana es un ser cualquiera que sólo debe tener conciencia de que sus posibilidades de perseverar en su propia existencia están amenazadas por la existencia de un poder que media entre sus necesidades y satisfacciones. Pero, para poder hablar de un sujeto que pueda ser constituyente, éste debe ser capaz de producir sus medios para la vida. No puede ser un sujeto constituyente quién viva al límite de satisfacción de sus necesidades básicas debido a que la consecuencia de sus acciones no apuntarán al establecimiento de una democracia.
Reflexión final.

Para concluir, podemos afirmar que la guerra entendida como el acto de acabar con un estado de guerra global es un razonable esfuerzo de HyN, pero al ser concebida a partir de la reinterpretación del pensamiento de Spinoza y Marx, ha reproducido los mismos problemas que padecieron estos autores generando una falta de consistencia que ha hecho débil su argumentación. Esta inconsistencia se magnifica desde el punto de vista epistemológico en cómo producir las condiciones para hacer la guerra tal y como ellos la entienden y desde la perspectiva ontológica en relación con el ser destinado a hacerla.

En lo que respecta a la inconsistencia en sí, esta obedece a que si bien la propuesta de estos autores ha probado ser viable a pequeña escala, la gran cantidad de variables que están en juego son de una magnitud tal que dificulta que las premisas utilizadas permitan que se logre el resultado esperado, en todo caso, dada la complejidad del mundo de hoy se hace necesario seguir examinando las condiciones de posibilidad de la propuesta política de estos dos autores en el futuro por venir porque lo inesperado pudiera colocarnos en la necesidad de reflexionar sobre esta manera de hacer la guerra. En relación con el caso venezolano, la propuesta de HyN ayuda a comprender el por qué se lucha. Es una ironía que unos marxistas o postmarxista nos ayuden a abrir los ojos sobre cómo encarar a la encarnación de un Estado que los marxistas en más de un siglo han tratado de instrumentar.

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