Hardt y Negri (HyN) han afirmado que la guerra
ha adquirido un carácter absoluto y ontológico motivado, en primer lugar, a la
creciente proliferación de armas de destrucción masiva y, en segundo lugar, al
recurrente empleo de la fuerza con fines políticos. Junto con estas afirmaciones
otros autores contemporáneos como van Creveld y Luttwak han agregado que la
guerra, entendida en Occidente, como un fenómeno caracterizado por el empleo
político de la fuerza entre comunidades políticas reconocidas convencionalmente
había adquirido contornos conceptuales difusos porque los individuos habían o
están comenzando a adquirir el status de sujeto del derecho internacional, el
empleo de la fuerza materializado en la violencia armada había pasado a otros
campos del quehacer político y la dimensión tecnológica había alcanzado niveles
inimaginables. Estos hechos han propiciado la privatización de la seguridad y
consecuentemente la aparición de cuerpos mercenarios como fue de uso común hasta
la Guerra de los Treinta Años (GdlXXXa).
Esta complejización del empleo de la fuerza ha
venido aparejada con cambios en las relaciones de producción e intercambio que
le han permitido a HyN repensar el concepto de guerra para destruir el orden
existente. A tal efecto han propuesto, en consecuencia, hacer la guerra contra la guerra para
instaurar una democracia constituyentista de inspiración spinoziana. La
reflexión que les ha permitido a estos autores proponer un nuevo concepto de
guerra se ha basado en la reinterpretación del concepto hobbesiano-schmittiano
de guerra y del concepto de máquina de
guerra de Deleuze y Guattari (DyG) teniendo como fundamento los conceptos
de miedo y temor presentes en la obra de Spinoza. La causa de esta afirmación
obedece a que según ellos, después de un estudio genealógico de las formas en
que se han desarrollado las guerras de liberación desde la Guerra de los
Treinta Años (GdlXXXa) han podido determinar las constantes del proceso de
lucha constatando que las formas en que se ha conducido la resistencia entendida
como una forma de hacer la guerra dentro de un contexto productivo había
favorecido el surgimiento de condiciones para que estas guerras de liberación entendida
en un amplio espectro resultaran exitosas. Así pues el primer componente del
concepto de guerra en HyN es la resistencia. Los otros dos componentes del
concepto de guerra que están estrechamente relacionados, según ambos autores, son
el Éxodo y el vaciamiento de las estructuras de poder del Estado.
Resistir presupone un estar aun en libertad
pero en condiciones de desventaja y ello explica la utilidad del concepto hobbesiano
de guerra. Como se recordará, para Hobbes la guerra no sólo consiste en el acto
de luchar sino que es un período en que la voluntad de confrontación violenta
es suficientemente declarada. Este período es el que nos interesa por su
relación con el estado de excepción schmittiano porque a partir de este
concepto se entiende que hablar del Estado en su configuración actual es hablar
de estado de guerra porque para su conservación requiere medidas de carácter
excepcional que van más allá de las normas con que se rigen las sociedades. Teniendo
presente este concepto, si se considera cómo los Estados se han sentido
limitados para emplear la fuerza de forma legal, se ha producido a la par del
fenómeno de la privatización de la seguridad, la estatización de la
criminalidad, es decir, se han puesto a la orden del Estado a un conjunto de
individuos que estaban fuera de la ley para imponer un control por el terror a
las sociedades y consecuentemente para mantener, según Safranski, las
relaciones de poder existentes. En Venezuela a la par de la proliferación de
empresas de seguridad se ha estatizado también la criminalidad convirtiendo a
esta última en fuerza de choque para ejercer un control social y político. Con
este criterio, hablar del estado de guerra actual es hablar del Estado y hacer
la guerra contra la guerra es hacer
la guerra contra el Estado.
Hacer la
guerra contra la guerra es, según HyN, resistir hasta que se construyan las
condiciones para el Éxodo y el vaciamiento de las estructuras de poder del
Estado. ¿A qué se resiste? Se resiste, según ambos autores, a un estado
determinado por unas particulares relaciones de dominación que a través de la
disciplina o el control de la relación tiempo-valor-trabajo mantenidas mediante
la aplicación de la fuerza limitan la potencia del hombre para perseverar en su
propia existencia. En el caso venezolano se ha observado no sólo en el gran
esfuerzo de estatización de los modos de producción que ha tendido a estatizar
al Ser humano bajo un nuevo concepto de socialismo, sino también en la
instrumentación de controles que propenden a regular la vida misma (salud, alimentación,
hábitat y la muerte) que está generando un abismo entre la vida como fenómeno
natural y la vida entendida como un fenómeno ético basado en la libertad.
Este Estado es el que le ha servido a HyN para
construir su concepto de Imperio y Multitud. El Imperio es un Estado global en
proceso de constitución que puede ser
entendido como una forma de organización política soberana, racional y
segmentada de alcance global que preserva una particular estructura de
producción y propiedad mediante el uso de la fuerza dentro de su espacio y con capacidad
suficiente para extenderlo a todo el mundo. En el caso venezolano se observa
por el hecho que el Estado ha generado una red de intereses internacionales
para asegurar su supervivencia en relación con otros poderes antagónicos como
Estados Unidos en el sentido que gracias a las ayudas petroleras ha ayudado a
contener los flujos migratorios hacia el norte y mantener la región estable para
los intereses del país del norte y en relación con los países iberoamericanos
porque gracias al petróleo venezolano han logrado fortalecer los sectores
industriales privados en los países de la región. Desde esta perspectiva, la
clase dirigente venezolana a pesar de un discurso antiestadounidense ha servido
a sus intereses y se ha firmemente integrado a esa estructura tendencial global
a expensas de los venezolanos.
Frente a esta entidad
política, HyN han opuesto el concepto de Multitud que entienden como un
conjunto de singularidades que operan en común preservando al efecto su derecho
natural de perseverar en su propia existencia y a la procura de mayores
espacios de libertad. Este concepto de multitud se apoya en el concepto de máquina de guerra de DyG. La máquina de guerra es, según DyG, un tipo
de agenciamiento que tiene una línea vital abstracta (máquina abstracta) cuyo propósito suplementario es destruir la
forma Estado antes de que esta la transforme en línea de destrucción y muerte a
partir de la constitución de un modelo hidráulico como indicaremos más adelante.
El miedo fue definido
por Spinoza como “una tristeza inconstante, que brota de una cosa futura o
pretérita, de cuya efectividad dudamos de algún modo” y el temor es “el deseo
de evitar, mediante un mal menor, otro mayor, al que tenemos miedo”. La
importancia de estos conceptos spinozianos se debe a que HyN buscan convertir
el miedo a un daño incalculable en un temor basado en un cálculo de riesgo. Eso
lo abordaremos con mayor detenimiento más adelante.
El Éxodo y el vaciamiento de la estructura de
poder del Estado son dos caras de la misma moneda. Aquí el daño, en tanto que
modo en que se expresa la guerra se produce de forma indirecta. Si partimos del
concepto clausewitziano de la guerra en el sentido de compeler a un adversario
a acatar nuestra voluntad, HyN no están buscando “actuar contra…” sino
“abandonar…”, “desertar de…”. ¿Cómo se podría realizar este propósito? Ambos
autores han creído que desde inicios de los años sesenta, se comenzó a producir
gracias a los desarrollos de las tecnologías de información y comunicación, un
cambio en las relaciones de producción que han favorecido no sólo el
surgimiento de una nueva forma de trabajo que es difícil de ser capturada por
el Estado que han denominado trabajo
inmaterial generando la aparición y desarrollo de una nueva subjetividad, sino también se han creado las condiciones de
posibilidad para que ocurra un evento portador de cambios de naturaleza política.
El trabajo inmaterial en tanto que actividad
ubicada fuera del aparato de control del Estado (exteriorizado en el control de
la ganancia, del consumo y del tiempo-valor-trabajo, entre otras) permite,
según ambos autores, que el acto de constitución de una nueva subjetividad se convierta en un acto liberador y en la medida
en que se reproduzca este acto en esa medida muchos sujetos convertidos en
singularidades generaran las conexiones necesarias que promoverán la
substracción del Estado mediante una relación afectiva. El acto de sustraerse
ambos autores lo denominan Éxodo, y su realización de forma intencional para
producir daño lo denominan vaciamiento de la estructura de poder del Estado.
Como el acto de salir supone también un resistir implica que el concepto de
guerra hardtnegriano es una trinidad que debe expresarse de forma equilibrada
para lograr el efecto deseado contra el Estado.
En Venezuela el antagonismo no se evidencia en eso
que HyN han denominado trabajo inmaterial. Este se presenta por la oposición de
dos visiones del mundo: una basada en una lógica de mantenimiento del poder que
se expresa en el aparato de captura del Estado y la otra que cree que estas
relaciones de poder están disminuyendo las condiciones de posibilidad de que
cada venezolano pueda perseverar en su propia existencia. Una se basa en el
presente que se repite como forma de autoconservación de las relaciones de
dominación y la otra se basa en el futuro y la posibilidad de construirlo de
acuerdo con la potencia de cada ser para hacerlo efectivo. Ello no significa
que en Venezuela haya una polarización. En Venezuela los que viven del presente
son, por una parte, los integrados a la estructura de poder y se benefician de
él de una u otra forma como gobierno, y por la otra, los seres o grupos
políticos (de gobierno u oposición) que han sido estatizados por el Estado para
mantener su status social dentro de una estructura que sólo les garantiza el
presente en tanto que acepten las relaciones de poder existentes. Los que viven
del futuro son los que, en cierta forma, no están incluidos dentro de la
estructura y actúan en concordancia con las ideas de superación, perfección y
progreso. Aquí se puede observar más claramente el antagonismo: los que forman
parte del Estado y los que resisten al Estado por amenazar la libertad
necesaria para perseverar en su propia existencia. En el medio de estos dos
grupos opera una zona de indiferencia conformada por una masa de población que
vive de un presente a partir de la coacción del Estado.
Teniendo presente estas circunstancias, vamos a
examinar el concepto de guerra contra la
guerra desde el punto de vista arqueológico, fenomenológico y epistemológico,
para reflexionar sobre el propio concepto hardtnegriano de acuerdo con los
criterios que han estado proponiendo y su aplicabilidad en Venezuela.
Arqueología
de la Guerra: La GdlXXXa como anclaje ontológico.
HyN utilizan al estallido de la GdlXXXa como
anclaje ontológico para fundamentar su propuesta política debido a que después
de esa guerra se comenzó a instaurar a escala global un orden estatal basado en
unas relaciones de poder que se mantuvo efectivamente hasta el colapso
soviético. La GdlXXXa fue, en este contexto, una guerra civil acaecida en el
seno del Sacro Imperio Romano Germánico que involucró a la mayoría de Estados
europeos e incluso a los imperios persa y otomano para establecer un nuevo
orden político basado en el poder absoluto en el ámbito de los nuevos Estados
soberanos. El uso de este evento desde una perspectiva analógica se debe a que
el grado de interrelación de las sociedades de los Estados hoy día ha sido tal
que en muchos aspectos se puede hablar de una tendencialmente única sociedad
internacional y la guerra actual expresada en la guerra contra el terrorismo es
la manifestación de una guerra civil de alcance global que junto a las
potenciales guerra entre Estados pareciera indicar que la guerra en sí misma ha
alcanzado un carácter absoluto y ontológico.
A partir de este criterio, ambos autores se han
apoyado en la arqueología filosófica para obtener alguna forma de genealogía revolucionaria
que les permita dar cuenta de la realidad actual haciendo análogas situaciones
del pasado con las que estamos viviendo hoy en día. ¿Por qué utilizan ese hecho
como evento originario? Ellos creen que en ese momento confluyeron una serie de
antagonismos generados no sólo por el surgimiento de una nueva subjetividad que supuso el renacimiento, también por el
advenimiento de la iglesia reformada que también planteó una nueva manera de
entender el mundo. Así pues frente a este anclaje
ontológico hay un horizonte de comprensión,
en sentido gadameriano, que abarca un poco más de un siglo.
Con este enfoque HyN determinan las causas de
los procesos históricos que condujeron a la citada guerra civil alemana o
europea, destacando las situaciones materiales que llevaron a los principales
antagonistas a la citada confrontación bélica. HyN destacan que las causas de
la guerra fueron tres: el miedo al empobrecimiento, a la soledad y a la muerte,
y lo que hicieron los bandos enfrentados fue canalizar ese miedo bajo una
lógica basada en el cálculo de riesgo para obtener un fin político. En el mundo
de hoy también está presente el miedo al empobrecimiento evidenciado en las
crisis crediticia y financiera que afecto a EE.UU y Europa, la soledad que en
sí mismo ha traído la crisis económica, así como el aislamiento político que
supone la exclusión como sucede con el pueblo kurdo o en Siria, Palestina,
Ucrania y Tíbet, y la muerte como se evidencia en el rechazo de occidente a la
guerra y al terrorismo practicado por el mismo Estado. Entonces, a partir de una
particular reinterpretación del pasado HyN han hecho una analogía con el
presente tomando como símbolo paradigmático el ataque del 11SEP2001 que
desencadenó una lucha por el poder global que se ha denominado Guerra contra el
Terrorismo. La lucha por el poder se evidencia en el antagonismo entre dos
tendencia: una imperialista basada en la apropiación directa y otra basada en
una red difusa de poder global que denominan Imperio. Frente a esta lucha,
estos autores oponen a la Multitud, como un conjunto de singularidades
generadas por el surgimiento de una nueva
subjetividad que se oponen a esa lucha por el poder y se ha hecho
manifiesta con las serie de protesta antiglobalización que se iniciaron a
finales del siglo pasado y se han mantenido de alguna u otra manera hasta el
presente. Si aceptamos como valido este anclaje ontológico de la GdlXXXa
podríamos convenir en que nos encontramos ante condiciones iniciales para poder
hacer una guerra contra la guerra o
para la ocurrencia de una nueva guerra que va a definir el nuevo orden político
global para las próximas generaciones.
La pregunta que surge al respecto es ¿cómo la nueva subjetividad creó las condiciones
de posibilidad para que se desencadenara la GdlXXXa porque si bien el
renacimiento italiano se desarrolló en un estado de guerra, este no necesariamente
significó que los nuevos sujetos fuesen los actores principales de la situación
bélica planteada? En cambio la nueva
subjetividad representada por el surgimiento de la iglesia reformada si
creó las condiciones de posibilidad para la guerra contra el imperio debido a
que la reforma protestante se convirtió en máquina
de guerra que tuvo como fin el poder.
En Venezuela, también está presente el miedo al
empobrecimiento, la soledad y la muerte, como ya mencionamos en la
introducción. En nuestro caso la pregunta que surge es ¿cómo es posible que
unos sujetos al margen de la estructura del gobierno y de la oposición formalmente
reconocida hayan podido generar un movimiento de cambios políticos? En
Venezuela no hay una lucha por el poder en el sentido que plantean HyN, en
nuestro país hay un poder constituido que tiende a hacerse totalitario apoyado por
los restos de la clase política que prevaleció en el poder hasta el año 1998.
Frente a esta estructura de coexistencia ha surgido un movimiento multitudinario
que busca crear un nuevo orden político ¿cómo se puede explicar este
surgimiento siguiendo la estructura de análisis empleada para comprender el
pensamiento de HyN?
La estructura social venezolana se legitimó de
forma estratificada, siguiendo los lineamientos adoptados por Quijano en el año
1743, después que blancos, negros e indios se unieron para defender al país de
la amenaza anglosajona. En cierta forma, esa estructura político-social ha
permanecido hasta el presente. Sobre los estratos más desfavorecidos de esta
estructura es que ha actuado el régimen político imperante desde el año 1999
para permanecer en el poder. ¿Por qué? Porque estas personas actúan en función
del presente y no del futuro. Esto no es ni bueno ni malo, es así.
Consecuentemente, así como HyN han tomado el inicio de la GdlXXXa como punto de
inicio de su análisis, en el caso venezolano este punto cero se encontraría en
la aceptación de un orden en relación con otros considerados como extranjeros.
La estructura social venezolana se diluyó en la guerra de independencia, las
guerras civiles y el inicio de la era petrolera, pero volvió a hacerse patente
a finales del siglo XX cuando el orden político se hizo incapaz de dar
respuestas políticas a su existencia.
Así pues, así como el año 1743 puede ser
considerado el punto de inicio de una estructura social legitimada, a pesar de
los esfuerzos realizados en el año 1998, no se ha visualizado en el horizonte
un acontecimiento que indique un nuevo inicio que indique verdaderamente el
punto de partida de una nueva relación social en Venezuela. En nuestro país, siguiendo a HyN se implantó
en el año 1999 otra estructura de poder que ha tratado de permanecer, de forma
darwiniana, mediante la instrumentación de un dispositivo de coerción que
persigue controlar la vida misma (biopoder) para perpetuarse en el poder. Consecuentemente,
en Venezuela no se ha considerado un punto cero de análisis de la
venezolanidad. Aquí se ha pendulado entre el inicio de la ocupación española y
el inicio de la gesta independentista en sus diversas fechas significativas
entre 1811 y 1830. La consideración de un “nosotros inicial” nos podría ayudar
a reconstruir un “nosotros” en el presente usando como punto de inicio lo
unificador y no lo separador. De igual forma, HyN al usar la guerra como inicio
de análisis no están usando lo que une o podría unir sino lo que desune
propiciando las condiciones para que permanezca el estado de guerra, en este
caso global en perjuicio de la misma humanidad.
Por otra parte, HyN al hablar del rizoma de
guerras que significó la GdlXXXa y su reproducción actual desde el ataque del
11SEP, no consideran la serie de conflictos existentes en el globo, aunque este
rizoma se observó a pequeña escala en lo que se ha conocido como la primavera árabe en Túnez y Egipto y en
algunos Estados árabes obligados a instrumentar reformas para evitar que
cambiara el status quo. Para estos
autores, los conflictos son anti-estado desde la perspectiva de la izquierda
como si la lucha contra el Estado sólo es posible desde una ideología en
particular. Este exclusivismo que en época reciente sólo ha legitimado las
protestas europeas, estadounidenses, chilenas y brasileñas no ha tomado en
consideración, tal como lo ha señalado DyG que el fascismo y lo que hemos
denominado biopoder se presenta tanto en regímenes de izquierda como de
derecha.
En la actualidad existen una serie de situaciones
conflictivas a escala global y el orden estatal global actual ha tratado de
focalizarlas y de evitar así que se constituyan en rizoma de guerras. Ello se
evidencia claramente en la conexión existente, desde la perspectiva estatal,
entre la intifada venezolana y la crisis ucraniana. Como en Ucrania se está al
borde de una guerra civil con riesgo de convertirse en un conflicto regional,
se ha buscado “pacificar” la situación en Venezuela para poder manejar todas
las opciones políticas posibles, incluyendo la guerra limitada. Por ello es que
se explica que la comunidad internacional haya apoyado un dialogo excluyendo a
los protagonistas de la protesta en Venezuela. Su objeto ha sido, para la red
de intereses nacionales e internacionales ganar tiempo a expensas de los
venezolanos. Por ello es que en nuestro país se puede afirmar que una parte
importante de la población está haciendo resistencia al Estado entendido como
una red de intereses que conecta a la clase dirigente con la estructura de
poder global como ya hemos indicado en Ucrania
y Venezuela: ¿síntomas del inicio del conflicto civil global?.
Desde esta perspectiva, el anclaje ontológico
hardtnegriano ha omitido en el presente un conjunto de situaciones conflictivas
que pueden conectar en rizoma que podrían ayudar a comprender la complejidad de
las relaciones político-sociales a escala global. Esto hace necesario
comprender qué es la guerra para tratar de entender la propuesta hardtnegriana
y examinar la situación venezolana para tratar de encontrar puntos de
coincidencias.
Fenomenología
de la guerra contra la guerra.
Las causas de miedo
indicadas precedentemente tienen como fin hacer que se actúe de una manera
determinada para hablar de cálculo de riesgo permitiendo con ello entender la
relación de estímulo y respuesta en caso de agresión como una forma de entender
la guerra desde la perspectiva individual y grupal que permite usar la
expresión guerra y consecuentemente guerra
contra la guerra. La agresión puede ser definida como la acción de infligir
o de amenazar con infligir daño e incluye la lucha en sí misma, los desafíos,
amenazas, actitudes impositivas, de apaciguamiento y de sumisión, defensivas u
otras manifestaciones activas o pasivas utilizadas en la lucha que se expresan
en agresión o huida. Se caracteriza, en primer lugar, porque la conducta pasa
del agresor al agredido, en segundo lugar, porque está dirigida a un objeto y,
en tercer lugar, por ser intencional puesto que el agresor trata de dañar y el
agredido huye o se defiende.
La agresión se puede
manifestar básicamente en: 1.-) afectiva
provocada por el estímulo de escapar o defenderse frente a una situación
inesperada, como presuntamente ocurrió en la cárcel de Yare en 2012, 2.-) la defensiva territorial generada por la
invasión de intrusos como en Malvinas 1982 o los intentos de grupos
paramilitares de penetrar en algunos edificios de vivienda en Caracas, 3.-) la instrumental que es consecuencia del
establecimiento de un tipo de respuesta inducida, como la guerra fría o la que
provocó los saqueos (denominados dakaso) como consecuencia de la
instrumentación de medidas de carácter económico por parte del régimen político
antes de las elecciones de diciembre pasado en Venezuela, 4.-) la de fuga
producida por la presencia de un agresor que no se puede derrotar, como en
Rusia 1812, 5.-) la originada como consecuencia de una irritación cuyo estimulo es la ira, como la invasión de Afganistán
2001 o la indignación que dio inicio a la intifada
venezolana en febrero pasado y la primavera árabe en Túnez, 6.-) la
predatoria provocada por la existencia de algo objeto de presa, como en Polonia
1792 o las expropiaciones y/o apropiaciones que ha realizado el gobierno
venezolano y grupos que lo apoyan desde el año 2004, y 7.-) la familiar originada por la proximidad de
una amenaza a los hijos o a su entorno cercano como la ayuda que han recibido
muchos estudiantes que se enfrentaban a los órganos represivos del Estado
durante las protestas que se iniciaron en Venezuela desde el mes de febrero del
presente año.
Con esta tipología se
pueden agrupar las formas de agresión en defensivas: (1, 2, 5 y 7), agresiva
pura: (6), evasiva: (4) y una que podríamos denominar preventiva: (3). La
intencionalidad de encarar una agresión puede ser ofensiva o defensiva y se
fundamenta en el cálculo del riesgo que se estaría dispuesto a afrontar. La
intención en este sentido parte del deseo de evitar un mal mayor, por lo que el
proceso que conduce del deseo a la acción, se constituye como una fuente de
intencionalidad dirigida a una agresión efectiva. La pregunta que surge ahora
es cómo una situación individual puede hacer que grupos actúen con un mismo
propósito, es decir, agresivos o evasivos para que se pueda emplear la palabra
guerra. Keegan ha afirmado que primitivamente los individuos se organizaban en
grupos para realizar acciones para perjudicar o destruir mediante la
intromisión violenta y para defenderse. La forma de los agrupamientos ha sido mediante
agenciamientos afectivos que han producido redes de intencionalidades de acuerdo
con DyG como aconteció en la conquista de Áqaba por T.H. Lawrence en 1917 o la
caída de la cortina de hierro en el año 1989, y mediante la información, de
acuerdo con Boyd como lo constituyó la blitzkrieg
o la segunda y tercera guerra del Golfo Pérsico.
Estas redes de
intencionalidades, según DyG, generan un flujo de destrucción de las
organizaciones combativas que puede ser explicado hidráulicamente siguiendo
unos criterios, en primer lugar, atómico, es decir, realizado por
individualidades, en segundo lugar, turbo lineal, esto es, va de una turba (manada,
enjambre, cardumen, multitud) que se dirige como un flujo entendido como un
medio continuo y, en tercer lugar, problemático porque busca la solución de
problemas. Boyd ha explicado apoyándose en Heisenberg y la segunda ley de la
termodinámica que cada esfuerzo por comprender la realidad nos expone a
incertidumbre y a la generación de desorden. Generar un flujo bélico es adecuar
la relación perdida y el aprovechamiento máximo de la energía de dicho flujo para
reducir la fricción (evitando la perdida de energía) y vencer la resistencia
que representa el sistema de contención del adversario dentro de un sistema de
referencia determinado como el que se establece en operaciones de guerra. Para
ambos, un flujo como un tsunami, un deslave, un pánico, puede ser reproducido
mediante una combinación de materia/energía, migración, economía, finanzas, etc.
La forma evasiva
expresada en la huida es una forma de agresividad o una forma de evitar que una
agresión se materialice en un daño intolerable producido de forma inmediata.
Pero esta no es solamente el acto de alejarse para evitar un daño. En la
tipología mostrada se plantearon dos formas evasivas: la 1.-) afectiva que es
provocada por el estímulo de escapar o defenderse y la 4.-) fuga que es
producida por la presencia de un agresor que no se puede derrotar. El efugio
(4) puede ser un acto racional o pasional. En el plano racional se parte de la
creencia de que el riesgo de un daño es superior a cualquier forma de acción
posible. Desde la perspectiva pasional puede ser la consecuencia de sentir que
algún daño es algo intolerable en cualquiera de sus formas.
Nosotros consideramos
que en la tipología (1) las expresiones “escape” y “defensa” pueden ser
interpretadas de diversas maneras: sobre el “escape” se tiene: desde un
enfoque, la huida entendida como un acto en sí mismo, desde otro, la huida
entendida como un acto de enfrentar algo que no se puede derrotar. Sobre la
defensa hay que tener presente que esta es el acto de amparar, librar o
proteger algo. Así pues, se puede huir: en primer lugar, para proteger algo
huyendo con lo protegido, y en segundo lugar, resistiendo la agresión para
impedir que se haga daño a lo protegido. La resistencia a una agresión, en este
contexto, puede significar también eso que se denominó huida hacia adelante
para que lo protegido escape o aguantar por un período determinado una agresión
hasta que lo protegido pueda escapar de esa circunstancia.
De todas estas
posibilidades interpretativas podemos afirmar que el tiempo es la clave para
entender la respuesta a la agresión porque permite indicar la naturaleza de la
amenaza por dos vías: la representada por la acción inmediata (o huida
inmediata) ante una amenaza inmediata (agresión) y la representada por la
acción continuada (resistencia continuada como parte de un proceso que implica
la huida continuada) ante una agresión continuada que se podría expresar en los
regímenes de violencia de un Estado. Por esta última razón sostenemos también que
la huida es también una forma de agresividad que es consecuencia de una
agresión. Esta puede significar el postergar una respuesta para estar en
condiciones de que ésta sea cónsona con la naturaleza de la agresión u otra
cosa en función de las circunstancias.
La relación
resistir-huir presupone una situación previa que hace que el acto de
resistencia sea una forma de preservar esa forma de pasado que en cierta medida
era conveniente. Esta relación, en este contexto, es clave para entender la guerra contra la guerra que proponen
HyN. Ellos utilizan la palabra “resistencia” como una expresión de libertad, pero como el objeto es
huir hasta estar en condiciones de cambiar el orden existente, han
reinterpretado este concepto para darle una intencionalidad desde el punto de
vista operacional. Con respecto a la relación resistir-huir, HyN indican un
camino de lucha (mediante el modo de resistencia) y de huida de manera
simultánea, pero sustituyendo la palabra huida
por la expresión Éxodo. En el uso de esta
expresión han buscado dar un peso bíblico al acto político. El Éxodo es una
propuesta con contenido político-teológico que han hecho para desarrollar una máquina de guerra capaz de destruir el
orden político global. Surgen, en consecuencia, las siguientes interrogantes:
de qué y por qué hay que resistir y huir, quién debe hacerlo y cómo. Con el
Éxodo y el vaciamiento de la estructura de poder del Estado lo que se persigue
es generar un flujo en reversa que le quite al Estado su estructura de
sustentación y consecuentemente destruir sus instituciones.
Para HyN se resiste a un orden capitalista encarnado
en el Estado que trata de permanecer mediante la coerción, la violencia y el
terrorismo entendidos todas como formas de agresión permanentes. En Venezuela se
resiste a un orden capitalista mediado por el régimen político a fin de
eliminar la mediación y eventualmente plantear el conflicto en otras
circunstancias. Con este enfoque, huir-resistir puede ser una respuesta
inmediata o puede ser una respuesta que ocurre en un período determinado como
forma de expresión de la vida misma a partir del concepto spinoziano de
duración. La duración es entendida como el tiempo del ser que no está sujeto al
tiempo del Estado. Este es el tiempo que según ellos puede generar las
condiciones de posibilidad para hacer la guerra
contra la guerra por ser un espacio de libertad que puede ser ampliado
hasta hacer de él expresión de la vida misma.
Ahora, frente a la pregunta sobre “cómo” un
conjunto de sujetos van a iniciar este proceso liberador, es decir, el Éxodo,
HyN creen que una Multitud puede generar un flujo de destrucción siguiendo la
lógica deleuzoguattariana. Este flujo hoy en día lo denominan enjambre. En la intifada venezolana se ha evidenciado la
constitución de una forma de actuar contra el Estado y a su vez resistir a él
que podría ser entendido bajo la forma de enjambre. ¿De dónde viene esta forma
de combatir? HyN siguiendo a Arquilla y Rondfeld (AyR) han establecido una genealogía
de las formas de resistencia a la par de la evolución de las formas de combate
que han determinado los autores estadounidenses. AyR han expresado que de la
forma de guerra basada en la reproducción de un flujo de destrucción entendido
de acuerdo a una imagen hidráulica se ha pasado a entender estos flujos de
acuerdo con una imagen biológica en concordancia con los patrones de
comportamientos de las abejas, los lobos, las hormigas, etc. HyN por su parte
han expresado que el patrón de los movimientos de resistencia y liberación han
seguido el proceso iniciado por un acto de indignación provocado por un abuso
desmedido por parte del Estado, sigue con una revuelta, después con una
insurrección seguida por una guerra de liberación que destruye el orden existente.
El paso a la guerra de liberación ha presupuesto para estos autores el momento
crítico porque significa el paso a la conformación de una estructura jerárquica
al principio policéntrica y después monocéntrica que en la mayoría de los casos
tiende a la estructuración de un orden similar al que fue depuesto. Cuba es un
ejemplo. HyN son de la opinión que de una estructura policentrica se debe pasar
al establecimiento de un proceso constituyente que permita mantener la
estructura plana de la acción política para dar paso a una democracia. De ahí
la importancia que para ellos reviste la lógica del enjambre. Los ejércitos
modernos han instrumentado esa forma de combate en Irak y Afganistán para
combatir las formas de resistencia en esos países. En la primavera árabe se produjo un flujo de destrucción del orden
establecido bajo esta lógica de enjambre que se constituyó en rizoma desde el
mismo momento en que el acto de destrucción se reprodujo en otros Estados. Pero
la causa no fue la propuesta por HyN desde la perspectiva de la guerra contra la guerra, es decir, la
trinidad conformada por el Éxodo, resistencia y vaciamiento de la estructura de
poder del Estado realizados de manera deliberada y simultánea. La primavera árabe se produjo por un acto
de desobediencia provocado por la exclusión y por el miedo provocado por la
cada vez menor posibilidad de una masa mayoritaria de la población para
perseverar en su propia existencia por empobrecimiento, soledad y muerte
inesperada.
En Venezuela, si seguimos esta genealogía, se
llegó a una fase que se encuentra en un punto intermedio entre la revuelta y la
insurrección. No se ha avanzado más debido, en primer lugar, a que no ha
generado las conexiones necesarias para extender este movimiento a escala
nacional y, en segundo lugar, para evitar que las fuerzas políticas residuos
del orden que fue suplantado en el año 1998 se constituyan en una repetición
del régimen político que se quiere cambiar. Sin embargo, la intifada venezolana ha evidenciado hasta
ahora la debilidad del régimen político actual, por ello el Estado ha apostado
por amenazar con generar una inestabilidad regional de mayor envergadura al
considerar la posibilidad de conectar el régimen político actual con los
movimientos subversivos existentes allende la frontera como hemos indicado en “Venezuela y su Historicidad Marítima…”.
El inconveniente de este modo de actuar para
hacer la guerra contra la guerra radica
en que es muy difícil producir una perturbación política y sus consecuentes
conexiones y HyN no indican
cómo generar una perturbación cuyo daño real o potencial pueda hacer que
constituya una multitud ni cómo hacer para que se produzcan las conexiones
convenientes que permitan la constitución de rizomas que permitan, a su vez, la
extensión de un movimiento de cambios políticos. Esta deficiencia es clave
debido a que el paso del miedo-angustia a temor presupone un conocimiento de la
situación que podría facilitar la acción política. De lo contrario la
ocurrencia de este tipo de guerra no es posible, en tanto que fenómeno, como se
evidencia en la elaboración de la obra Declaration
donde han propuesto, en primer lugar, la inversión de la carga de la deuda
para atacar al principal instrumento del orden político global, es decir, el
poder financiero negándose a pagar las deudas contraídas a nivel individual, en
segundo lugar, destruir los dispositivos de seguridad del Estado que disciplina
y controlan a la población, en tercer lugar, construir la verdad para salirse
de la estructura de comunicación oficial global y, por último, construir al
sujeto constituyente. Entre Imperio y
Commonwealth estos autores
consideraron la trinidad mencionada precedentemente que indicaba “un salirse
de” para jugar adecuadamente con la relación temor-miedo, y en Declaration, para acelerar ese proceso,
han propuesto “actuar contra de”, pero hasta el presente no ha logrado el
resultado esperado porque no se ha logrado cambiar el miedo por temor. Este
cambio de propuestas en HyN evidencia el inconveniente de construir una
multitud de acuerdo con el criterio por ellos esgrimido, pero la manera en que
conciben el flujo de destrucción constituye un interesante modo de producir
daño dentro de un contexto de guerra o de guerra
contra la guerra.
Epistemología de la guerra
contra la guerra o de la guerra contra el Estado.
La
forma en que el Estado realiza la guerra en la actualidad se fundamenta en la
posibilidad de experimentar y pronosticar a partir de lo que se ha dado en
denominar juegos de guerra. Este
hecho ha permitido el desarrollo de lo que se ha denominado epistemología de la guerra. Sin embargo,
a pesar de los esfuerzos realizados para darle a la guerra un carácter
científico, el criterio de verdad en éste fenómeno está sujeto a las mismas limitaciones
que encontramos en el Teorema de Gödel debido a que en la actualidad el teatro
de operaciones en un conflicto no se circunscribe a un espacio y un tiempo referenciales,
es decir, abarca al mundo como una totalidad.
A
partir del conocimiento de esta limitación, HyN se han apoyado en el
pensamiento de Marx y de DyG y han desarrollado una metodología para estudiar
las condiciones de posibilidad de la
guerra contra la guerra fundamentadas, en primer lugar, en la explicación
de las causas de la guerra y, en segundo lugar, en la investigación de las
líneas de acción que permitirían su erradicación desde la perspectiva del orden
actual. Teniendo presente esta orientación, ambos autores han identificado tres
elementos que según sus creencias, hace posible actuar para alcanzar el
objetivo político que han considerado. Estos tres elementos son: la oportunidad
histórica, la adecuación de las formas de resistencia con los modelos
dominantes de producción económica y social y, el perfeccionamiento de la
democracia y la limitación de la guerra.
La
oportunidad histórica la han determinado a partir de la identificación del
momento de cambio que dio paso a la modernidad y su asociación con las
circunstancias de cambio iniciadas, según ellos, antes del ataque del 11SEP2001.
Si bien ambos autores logran explicar cómo el cambio en la forma de acceder al
conocimiento fue determinante en producir la transformación política y han
logrado determinar las limitantes que padece el Estado y la tendencia que para
ellos representa el Imperio, las
circunstancias actuales no evidencian que eso que denominan nueva subjetividad se haya extendido de
una manera tal que posibilite el hacer la guerra para realizar un cambio
político.
Como
las limitantes del Estado han estado acompañadas por la restricción para crear nuevas
posibilidades de reafirmación y conservación,
HyN han creído que es posible apelar a una estética de la existencia, en sentido foucaltiano, estableciendo al
efecto unas líneas de acción que produzcan de forma más rápida la adecuación de
las formas de producción inmaterial con las formas de resistencia que
posibiliten la constitución de una democracia global. Sin embargo, se observa
que aunque la explicación hardtnegriana ha servido para entender, de una manera
diferente, la realidad actual, el componente investigativo del método padece la
misma sombra de lo incalculable, que caracteriza las ciencias humanas o del
espíritu. Por este motivo en Declaration
propusieron unas nuevas líneas de acción con el fin de generar las condiciones
de posibilidad para un cambio político.
Con
esta obra, ambos autores se apartan parcialmente de una tendencia argumentativa
observada en Imperio, Multitud y Commonwealth focalizando la acción en la construcción del sujeto
constituyente, es decir, un ser capaz de actuar políticamente a partir de una
realidad material por él producida. Pero esta nueva orientación, que permitiría
usar la expresión epistemología de la
guerra contra la guerra, padece las mismas dificultades con que se han
encontrado los teóricos y ejecutores de la guerra en la actualidad. Este hecho
ha obligado a HyN a dedicar sus esfuerzos a pensar en el futuro deseado y no en
el evento que lo haría posible. No obstante, si se analizan las propuestas de
HyN se observa que la lógica del enjambre se mantiene vigente en ambas formas
de concebir la guerra contra la guerra,
destacándose los siguientes principios que operan bajo un mismo plano de
inmanencia: Objetivos limitados, simultaneidad y instantaneidad. Al considerar
estos principios con las formas de acción que se ha observado en Venezuela,
podemos afirmar que la situación es compleja. A pesar de un discurso socialista
oficial, el Estado encarna al capital y ha instrumentado, en primer lugar, una
estructura de control biopolítico que media entre necesidades y satisfacciones
en relación con el capital global a una población que vive sólo del presente y,
en segundo lugar, una estructura de captura y estatización del capital para
redistribuirla en función de la manutención del orden contra una parte de la
población que piensa en términos de futuro. Esta estructura ha empobrecido a una
gran parte de la población, ha excluido a una parte de ella sumiéndola en la
soledad y la ha amenazado con la muerte al reducir la estructura básica de
alimentación y salud por los dispositivos de control biopolítico. En general el
régimen venezolano ha reducido las condiciones de posibilidad de la población
venezolana que aun piensa en términos de futuro, para perseverar en su propia
existencia, por lo que la lucha que se ha planteado ha sido entre un orden que
se extiende a todo el país y una población excluida por no creer en ese orden y
se encuentra en un punto de acorralamiento. Ello explica la intifada
venezolana. Para poder examinar las formas de resistencia de la intifada venezolana sería conveniente
considerar la propuesta de guerra de Qiao y Wang (Q&W) y contrastarlas con
las indicadas por HyN.
Estos
autores chinos han propuesto una nueva categoría en el hacer la guerra que
ubica el campo de acción en el espacio donde no existían normas que pudiesen
regular la actuación de los beligerantes. Estas categorías las denominaron:
militar, extramilitar y metamilitar. La militar abarca los siguientes tipos:
Nuclear, convencional, bioquímica, ecológica, espacial, electrónica, terrorista
y de guerrillas. La meta-militar se refiere a la guerra: Diplomática,
psicológica, tecnológica, de redes de información, de inteligencia, de
contrabando, de drogas y disuasión. La extra-militar incluye: recursos, ayuda
económica, sanciones, medios de información, finanzas, comercio, derecho e
ideología. A partir de esta categorización Q&W, establecieron una serie de
principios para producir daño donde se destaca el uso de medios ilimitados
dentro de un contexto de objetivos limitados y consumo mínimo. Operar con
medios ilimitados en cada una de las categorías mencionadas precedentemente nos
da un abanico casi ilimitado de formas de daño que pueden ser aplicadas: en
primer lugar, Omnidireccionalmente en
diferentes planos; en segundo lugar, de
manera simultánea (sincrónicamente); en tercer lugar, asimétricamente con
respecto al punto más débil del adversario; en cuarto lugar, mediante una
coordinación multidimensional; y en quinto lugar, un sistema de ajuste y
control.
Ahora,
si la examinamos a partir de las formas de acción propuestas por Q&W, HyN
con las instrumentadas en la intifada venezolana se observa lo siguiente:
Como se
puede observar, la intifada venezolana se encuentra en una fase inicial. De este
cuadro se podrían extraer otros importantes análisis. Sólo me enfocaré en el
hecho que a pesar de su fase inicial este movimiento tuvo un importante efecto
político porque obligó al gobierno a ganar tiempo. Le falta operar de forma
simultánea en otras categorías y dentro de una misma categoría. De ahí que la
próxima y única maniobra de naturaleza estratégica del Estado va a ser atacar
el sistema educativo para poder ideologizar y asegurar la disciplina y el control.
Esta acción como se entenderá se plantea como una lucha en términos absolutos.
Veamos ahora bajo qué principios los principales antagonistas están actuando:
De
acuerdo con este cuadro, el régimen político venezolano tendría que rediseñarse
para supervivir y la intifada, en principio, sólo debe actuar omnidireccional y
multidimesionalmente. Sin embargo, la dificultad que han encontrado tanto HyN
como los intifados venezolanos obliga a analizar constantemente la situación
política. Las dificultades epistemológicas que han encontrado ambos autores en
determinar las condiciones de posibilidad de la guerra contra la guerra ha hecho que nos plateemos el interrogante
de saber cuál es el hombre que ellos debe hacer
la guerra contra la guerra, para crear las condiciones de posibilidad para
que un ser en su singularidad pueda perseverar en su propia existencia en
mejores condiciones en una nueva forma de organización política.
El ser y la guerra
contra el Estado.
La
preocupación de HyN ha sido la de determinar el sujeto constituyente para emprender la tarea de construir
una democracia haciendo la guerra contra
la guerra. Esta preocupación ha estado de alguna u otra manera presente en
todas sus obras. La construcción de un
sujeto adecuado, en este sentido, parte de la asunción de que los cambios de
las relaciones de producción han permitido la constitución de una nueva subjetividad que podría hacer
posible el cambio político.
Esta nueva subjetividad ha partido del
criterio de que han cambiado las formas en que había sido entendido el cuidado de sí, es decir, de una cultura
del yo asumida bajo el espíritu de la renuncia para ganar el bien en el más
allá, se pasó a la adopción de un criterio que apunta a obtener el máximo bien
durante el paso por el mundo. Como este cambio en cierta forma se asemeja al
producido en el siglo XV que dio origen al Renacimiento, HyN han creído que se está
más o menos repitiendo las mismas circunstancias que posibilitaron una nueva
forma de entender la política.
Como
estos cambios hacen posibles, aunque no necesariamente, la realización de la guerra contra la guerra, ambos
autores han tratado de establecer las condiciones de posibilidad para construir
el sujeto adecuado usando para ello el pensamiento de Machiavelli y Spinoza.
Sin embargo, al asumir como guía estas fuentes del pensamiento, se han
encontrado con los mismos inconvenientes con que los autores del pasado se
toparon cuando dieron a la luz sus pensamientos políticos, es decir, relacionar
los conceptos de libertad y seguridad a partir de la relación miedo-temor, en
circunstancias sumamente complejas como para tener una idea adecuada a partir
de una información fragmentaria y confusa. Esto trajo como consecuencia, en el
pasado, una conducta social que propendió a actuar de una manera cónsona con la
información disponible, es decir, la prudencia.
Teniendo
presente estas realidades, HyN han pensado que el modo de compensar estos
inconvenientes, siguiendo los cambios sociales del presente, ha sido que estas nuevas subjetividades se fundamenten en
el conocimiento y en una fe basada en un criterio de razonabilidad. Pero si consideramos, en primer lugar, que este conocimiento de
la realidad actual es fragmentario y confuso, en segundo lugar, que una fe
basada en un criterio de razonabilidad construido a partir de ese conocimiento
para actuar con temor, es decir, de acuerdo con un cálculo de riesgo requiere
de un entendimiento, en sentido spinoziano, que sólo el conocimiento puede
suministrar, y en tercer lugar, que la guerra comprendida como un fenómeno que
tiende a asumir un carácter ontológico y absoluto sin la certeza que da ese
conocimiento, evidencian que son muy bajas las condiciones de posibilidad para
que un nuevo Ser en su singularidad pueda ser construido, pueda a su vez hacer
la guerra contra la guerra e
implantar una democracia constituyentista. La causa de esta afirmación obedece
a que estos inconvenientes afectan la confianza en sí mismo y la esperanza
necesaria para generar el conatus
para actuar políticamente.
Esta situación impide,
a su vez, que se produzcan las conexiones con otras singularidades para generar
rizomas que permitan actuar en común de acuerdo con lo que HyN han denominado multitud,
condición sine qua non para producir, a partir de la lógica del enjambre, un
flujo de destrucción tal como aquí hemos señalado. De igual forma, en caso de que
estos sujetos pudiesen generar un cambio político, el hecho de no ser aún una
mayoría significativa dentro del conjunto de las relaciones sociales se podrían
generar las condiciones para que se repitan las mismas circunstancias que
dieron origen a la propuesta de la guerra
contra la guerra.
Si
examinamos el caso venezolano nos encontramos que la certeza para actuar
políticamente para producir un cambio político viene dada no por el futuro a
alcanzar, ni por el hecho que la guerra ha alcanzado un carácter absoluto y
ontológico, sino por el empobrecimiento de la población, la obligación de
aceptar una ideología que legitima ese empobrecimiento y la perdida de la idea
de recibir un bien en el futuro por su propio perseverar si no es aceptado por
la ideología dominante. La diferencia entre la propuesta de HyN y la realidad
venezolana es que su propuesta para ser creída requiere de un criterio de
razonabilidad que supone un contenido ético, en el caso venezolano, la certeza
en el empobrecimiento, la soledad y la muerte es patente por cualquier vía en
que se analice.
Teniendo
presente lo antes mencionado, podríamos afirmar que el Ethos del Ser de la guerra
contra la guerra para HyN es el carácter de las singularidades que
conforman la multitud para defender su espacio de libertad y expandirlo mediante
la guerra contra la guerra. Para la intifada venezolana es un ser cualquiera
que sólo debe tener conciencia de que sus posibilidades de perseverar en su
propia existencia están amenazadas por la existencia de un poder que media
entre sus necesidades y satisfacciones. Pero, para poder hablar de un sujeto que pueda ser constituyente, éste debe ser capaz de producir sus medios para la vida. No puede ser un sujeto constituyente quién viva al límite de satisfacción de sus necesidades básicas debido a que la consecuencia de sus acciones no apuntarán al establecimiento de una democracia.
Reflexión
final.
Para concluir, podemos afirmar que la guerra
entendida como el acto de acabar con un estado de guerra global es un razonable
esfuerzo de HyN, pero al ser concebida a partir de la reinterpretación del
pensamiento de Spinoza y Marx, ha reproducido los mismos problemas que padecieron
estos autores generando una falta de consistencia que ha hecho débil su argumentación.
Esta inconsistencia se magnifica desde el punto de vista epistemológico en cómo
producir las condiciones para hacer la guerra tal y como ellos la entienden y desde
la perspectiva ontológica en relación con el ser destinado a hacerla.
En lo que respecta a la inconsistencia en sí,
esta obedece a que si bien la propuesta de estos autores ha probado ser viable
a pequeña escala, la gran cantidad de variables que están en juego son de una
magnitud tal que dificulta que las premisas utilizadas permitan que se logre el
resultado esperado, en todo caso, dada la complejidad del mundo de hoy se hace
necesario seguir examinando las condiciones de posibilidad de la propuesta
política de estos dos autores en el futuro por venir porque lo inesperado
pudiera colocarnos en la necesidad de reflexionar sobre esta manera de hacer la
guerra. En relación con el caso venezolano, la propuesta de HyN ayuda a
comprender el por qué se lucha. Es una ironía que unos marxistas o postmarxista
nos ayuden a abrir los ojos sobre cómo encarar a la encarnación de un Estado
que los marxistas en más de un siglo han tratado de instrumentar.
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