1.- WAS
IST DER KRIEG?
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1.-
¿QUÉ ES LA GUERRA?
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Einleitung
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Introducción
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Wir denken die einzelnen Elemente
unseres Gegenstandes, dann die einzelnen Teile oder Glieder desselben und
zuletzt das Ganze in seinem inneren Zusammenhange zu betrachten, also vom
Einfachen zum Zusammengesetzten fortzuschreiten. Aber es ist hier mehr als
irgendwo nötig, mit einem Blick auf das Wesen des Ganzen anzufangen, weil
hier mehr als irgendwo mit dem Teile auch zugleich immer das Ganze gedacht
werden muß.
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Nos
proponemos considerar, en primer lugar, los distintos elementos que conforman
nuestro tema; luego las diversas partes o miembros que los componen y,
finalmente, el todo en su íntima conexión. Es decir, iremos avanzando de lo
simple a lo complejo. Pero en la cuestión que nos ocupa, más que en ninguna
otra, será preciso comenzar con una referencia a la naturaleza del todo, ya
que aquí, más que en otro lado, cuando se piensa en la parte debe pensarse
simultáneamente en el todo.
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Definition
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Definición
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Wir
wollen hier nicht erst in eine schwerfällige publizistische Definition des
Krieges hineinsteigen, sondern uns an das Element desselben halten, an den
Zweikampf. Der Krieg ist nichts als ein erweiterter Zweikampf. Wollen wir uns
die Unzahl der einzelnen Zweikämpfe, aus denen er besteht, als Einheit
denken, so tun wir besser, uns zwei Ringende vorzustellen. Jeder sucht den
anderen durch physische Gewalt zur Erfüllung seines Willens zu zwingen; sein
nächster Zweck ist, den Gegner niederzuwerfen und dadurch zu jedem ferneren
Widerstand unfähig zu machen.
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No
queremos comenzar con una definición altisonante y grave de la guerra, sino
limitarnos a su esencia, el duelo. La guerra no es más que un duelo en una
escala más amplia. Si quisiéramos concebir como una unidad los innumerables
duelos residuales que la integran, podríamos representárnosla como dos
luchadores, cada uno de los cuales trata de imponer al otro su voluntad por
medio de la fuerza física; su propósito siguiente es abatir al adversario e
incapacitarlo para que no pueda proseguir con su resistencia.
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Der Krieg
ist also ein Akt der Gewalt, um den Gegner zur Erfüllung unseres Willens zu
zwingen.
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La
guerra constituye, por tanto, un acto de fuerza que se lleva a cabo para
obligar al adversario a acatar nuestra voluntad.
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Die
Gewalt rüstet sich mit den Erfindungen der Künste und Wissenschaften aus, um
der Gewalt zu begegnen. Unmerkliche, kaum nennenswerte Beschränkungen, die
sie sich selbst setzt unter dem Namen völkerrechtlicher Sitte, begleiten sie,
ohne ihre Kraft wesentlich zu schwächen. Gewalt, d. h. die physische Gewalt
(denn eine moralische gibt es außer dem Begriffe des Staates und Gesetzes
nicht), ist also das Mittel, dem Feinde unseren Willen aufzudringen, der
Zweck. Um diesen Zweck sicher zu erreichen, müssen wir den Feind wehrlos
machen, und dies ist dem Begriff nach das eigentliche Ziel der kriegerischen
Handlung. Es vertritt den Zweck und verdrängt ihn gewissermaßen als etwas
nicht zum Kriege selbst Gehöriges.
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La
fuerza, para enfrentarse a la fuerza, recurre a las creaciones del arte y de
la ciencia. Se acompañan éstas de restricciones insignificantes, que apenas
merecen ser mencionadas, las cuales se imponen por sí mismas bajo el nombre
de usos del derecho de gentes, pero que en realidad no debilitan su poder. La
fuerza, es decir, la fuerza física (porque no existe una fuerza moral fuera
de los conceptos de ley y de Estado) constituye así el medio; imponer
nuestra voluntad al enemigo es el objetivo. Para estar seguros de
alcanzar este objetivo tenemos que desarmar al enemigo, y este desarme
constituye, por definición, el propósito específico de la acción militar:
reemplaza al objetivo y en cierto sentido prescinde de él como si no formara
parte de la propia guerra.
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Äußerste
Anwendung der Gewalt
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Caso
extremo del uso de la fuerza
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Nun könnten menschenfreundliche Seelen sich leicht
denken, es gebe ein künstliches Entwaffnen oder Niederwerfen des Gegners,
ohne zuviel Wunden zu verursachen, und das sei die wahre Tendenz der
Kriegskunst. Wie gut sich das auch ausnimmt, so muß man doch diesen Irrtum
zerstören, denn in so gefährlichen Dingen, wie der Krieg eins ist, sind die
Irrtümer, welche aus Gutmütigkeit entstehen, gerade die schlimmsten. Da der
Gebrauch der physischen Gewalt in ihrem ganzen Umfange die Mitwirkung der
Intelligenz auf keine Weise ausschließt, so muß der, welcher sich dieser
Gewalt rücksichtslos, ohne Schonung des Blutes bedient, ein Übergewicht
bekommen, wenn der Gegner es nicht tut. Dadurch
gibt er dem anderen das Gesetz, und so steigern sich beide bis zum äußersten,
ohne daß es andere Schranken gäbe als die der innewohnenden Gegengewichte.
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Muchos espíritus dados a la filantropía
podrían fácilmente imaginar que existe una manera artística de desarmar o
abatir al adversario sin un excesivo derramamiento de sangre, y que esto
sería la verdadera tendencia del arte de la guerra. Se trata de una
concepción falsa que debe ser rechazada, pese a todo lo agradable que pueda
resultar. En temas tan peligrosos como es el de la guerra, las falsas ideas
surgidas del sentimentalismo son precisamente las peores. Siendo así que el
uso de la fuerza física en su máxima extensión no excluye en modo alguno la
cooperación de la inteligencia, el que se sirva de esta fuerza sin miramiento
ni recato ante el derramamiento de sangre habrá de obtener ventaja sobre el
adversario, siempre que éste no actúe del mismo modo. Así, cada uno justifica
al adversario y cada cual impulsa al otro a adoptar medidas extremas, cuyo
límite no es otro que el contrapeso de la resistencia que le oponga el
contrario.
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So muß
man die Sache ansehen, und es ist ein unnützes, selbst verkehrtes Bestreben,
aus Widerwillen gegen das rohe Element die Natur desselben außer acht zu
lassen.
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Forzosamente
tenemos que darle al tema este enfoque, ya que tratar de ignorar como elemento
constitutivo la brutalidad porque despierta repugnancia significaría una
tentativa inútil o algo peor.
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Sind die
Kriege gebildeter Völker viel weniger grausam und zerstörend als die der
ungebildeten, so liegt das in dem gesellschaftlichen Zustande, sowohl der
Staaten in sich als unter sich. Aus diesem Zustande und seinen Verhältnissen
geht der Krieg hervor, durch ihn wird er bedingt, eingeengt, ermäßigt: aber
diese Dinge gehören ihm nicht selbst an, sind ihm nur ein Gegebenes, und nie
kann in der Philosophie des Krieges selbst ein Prinzip der Ermäßigung
hineingetragen werden, ohne eine Absurdität zu begehen.
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Si las guerras entre naciones civilizadas
son presuntamente menos crueles y destructoras que las que enfrentan a unas
no civilizadas, la razón estriba en la condición social de los Estados
considerados en sí mismos y en sus relaciones recíprocas. La guerra estalla,
adquiere sus rasgos y limitaciones y se modifica de acuerdo con esa condición
y sus circunstancias. Pero tales elementos no constituyen una parte de la
guerra, sino que existen por sí mismos. En la filosofía de la guerra no se
puede introducir en absoluto un principio modificador sin acabar cayendo en
el absurdo.
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Der Kampf zwischen Menschen besteht eigentlich aus
zwei verschiedenen Elementen, dem feindseligen Gefühl und der feindseligen
Absicht. Wir haben das letztere dieser beiden Elemente zum Merkmal unserer
Definition gewählt, weil es das allgemeine ist. Man kann sich auch die
roheste, an Instinkt grenzende Leidenschaft des Hasses nicht ohne feindliche
Absicht denken, dagegen gibt es viele feindselige Absichten, die von gar
keiner oder wenigstens von keiner vorherrschenden Feindschaft der Gefühle
begleitet sind. Bei rohen Völkern herrschen die dem Gemüt, bei Gebildeten die
dem Verstande angehörenden Absichten vor; allein dieser Unterschied liegt
nicht in dem Wesen von Roheit und Bildung selbst, sondern in den sie
begleitenden Umständen, Einrichtungen usw.: er ist also nicht notwendig in
jedem einzelnen Fall, sondern er beherrscht nur die Mehrheit der Fälle, mit
einem Wort: auch die gebildetsten Völker können gegeneinander
leidenschaftlich entbrennen.
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En
las luchas entre los hombres intervienen en realidad dos elementos dispares:
el sentimiento hostil y la intención hostil. Hemos elegido el último de ellos
como rasgo distintivo de nuestra definición porque es el más general. Es
inconcebible que un odio salvaje, casi instintivo, exista sin una intención
hostil, mientras que se dan casos de intenciones hostiles que no van
acompañados de ninguna hostilidad o, por lo menos, de ningún sentimiento
hostil que predomine. Entre los seres salvajes prevalecen las intenciones de
origen emocional; entre los pueblos civilizados, las determinadas por la
inteligencia. Pero tal diferencia no reside en la naturaleza intrínseca del
salvajismo o de la civilización, sino en las circunstancias en que están
inmersos, sus instituciones, etc. Por lo tanto, no existe indefectiblemente
en todos los casos, pero prevalece en la mayoría de ellos. En una palabra,
hasta las naciones más civilizadas pueden inflamarse con pasión en un odio
recíproco.
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Man sieht hieraus, wie unwahr man sein würde, wenn man
den Krieg der Gebildeten auf einen bloßen Verstandesakt der Regierungen
zurückführen und ihn sich immer mehr als von aller Leidenschaft loslassend
denken wollte, so daß er zuletzt die physischen Massen der Streitkräfte nicht
wirklich mehr brauchte, sondern nur ihre Verhältnisse, eine Art Algebra des Handelns.
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Vemos, pues, cuán lejos nos hallaríamos
de la verdad si atribuyéramos la guerra entre hombres civilizados a actos
puramente racionales de sus gobiernos, y si concibiésemos aquélla como un
acto libre de todo apasionamiento, de tal modo que en definitiva no tendría
que ser necesaria la existencia física de los ejércitos, sino que bastaría
una relación teórica entre ellos, o lo que podría ser una especie de álgebra
de la acción.
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Die
Theorie fing schon an, sich in dieser Richtung zu bewegen, als die Erscheinungen
der letzten Kriege sie eines Besseren belehrten. Ist der Krieg ein Akt der
Gewalt, so gehört er notwendig auch dem Gemüt an. Geht er nicht davon aus, so
führt er doch darauf mehr oder weniger zurück, und dieses Mehr oder Weniger
hängt nicht von dem Grade der Bildung, sondern von der Wichtigkeit und Dauer
der feindseligen Interessen ab.
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La
teoría empezaba a orientarse en esta dirección cuando los acontecimientos de
la última guerra nos hicieron ver un camino mejor.2 Si la guerra constituye
un acto de fuerza, las emociones están necesariamente implicadas en ella. Si
las emociones no son las que dan origen a la guerra, ésta ejerce, sin
embargo, una acción de carácter mayor o menor sobre ellas, y la intensidad de
la reacción depende no del estado de la civilización, sino de la importancia
y la permanencia de los intereses hostiles.
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Finden wir also, daß gebildete Völker den Gefangenen
nicht den Tod geben, Stadt und Land nicht zerstören, so ist es, weil sich die
Intelligenz in ihre Kriegführung mehr mischt und ihnen wirksamere Mittel zur
Anwendung der Gewalt gelehrt hat als diese rohen Äußerungen des Instinkts.
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Por lo tanto, si constatamos que los
pueblos civilizados no liquidan a sus prisioneros, no saquean las ciudades ni
arrasan los campos, ello se debe a que la inteligencia desempeña un papel
importante en la conducción de la guerra, y les ha enseñado a aquéllos a
aplicar su fuerza recurriendo a medios más eficaces que los que pueden
representar esas brutales manifestaciones del instinto.
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Die Erfindung des Pulvers, die immer weitergehende
Ausbildung des Feuergewehrs zeigen schon hinreichend, daß die in dem Begriff
des Krieges liegende Tendenz zur Vernichtung des Gegners auch faktisch durch
die zunehmende Bildung keineswegs gestört oder abgelenkt worden ist.
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La
invención de la pólvora y el perfeccionamiento constante de las armas de
fuego muestran por sí mismos, de manera suficientemente explícita, que la
necesidad inherente al concepto teórico de la guerra, la destrucción del
adversario, no se ha visto en modo alguno debilitado o desviado por el avance
de la civilización.
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Wir wiederholen also unseren Satz: der Krieg ist ein
Akt der Gewalt, und es gibt in der Anwendung derselben keine Grenzen; so gibt
jeder dem anderen das Gesetz, es entsteht eine Wechselwirkung, die dem
Begriff nach zum äußersten führen muß. Dies ist
die erste Wechselwirkung und das erste Äußerste, worauf wir stoßen.
(Erste Wechselwirkung.)
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Reiteramos,
pues, nuestra afirmación: la guerra es un acto de fuerza, y no hay un límite
para su aplicación. Los adversarios se justifican uno al otro, y esto redunda
en acciones recíprocas llevadas por principio a su extremo. Es esta la primera
acción recíproca que se nos presenta y el primer caso extremo con
que nos encontramos.
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Das Ziel
ist, den Feind wehrlos zu machen
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El
objetivo es desarmar al enemigo
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Wir haben gesagt: den Feind wehrlos zu machen sei das
Ziel des kriegerischen Aktes, und wir wollen nun zeigen, daß dies wenigstens
in der theoretischen Vorstellung notwendig ist.
Wenn der
Gegner unseren Willen erfüllen soll, so müssen wir ihn in eine Lage
versetzen, die nachteiliger ist als das Opfer, welches wir von ihm fordern;
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Hemos afirmado que el desarme del enemigo
es el propósito de la acción militar, y ahora conviene mostrar que esto es
necesariamente así, por lo menos en teoría.
Para que al oponente se someta a nuestra
voluntad, debemos colocarlo en una tesitura más desventajosa que la que
supone el sacrificio que le exigimos.
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die Nachteile dieser Lage dürfen aber natürlich,
wenigstens dem Anscheine nach, nicht vorübergehend sein, sonst würde der
Gegner den besseren Zeitpunkt abwarten und nicht nachgeben. Jede Veränderung
dieser Lage, welche durch die fortgesetzte kriegerische Tätigkeit
hervorgebracht wird, muß also zu einer noch nachteiligeren führen, wenigstens
in der Vorstellung. Die schlimmste Lage, in die
ein Kriegführender kommen kann, ist die gänzliche Wehrlosigkeit. Soll also
der Gegner zur Erfüllung unseres Willens durch den kriegerischen Akt
gezwungen werden, so müssen wir ihn entweder faktisch wehrlos machen oder in
einen Zustand versetzen, daß er nach Wahrscheinlichkeit damit bedroht sei.
Hieraus folgt: daß die Entwaffnung oder das Niederwerfen des Feindes, wie man
es nennen will, immer das Ziel des kriegerischen Aktes sein muß.
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Las desventajas de tal posición no
tendrán que ser naturalmente transitorias, o al menos no tendrán que
parecerlo, pues de lo contrario el oponente tendería a esperar momentos más
favorables y se mostraría remiso a rendirse. Como resultado de la
persistencia de la acción militar, toda modificación de su posición tiene que
conducirlo, por lo menos teóricamente, a posiciones todavía menos ventajosas.
La peor posición a la que puede ser conducido un beligerante es la del
desarme completo. Por lo tanto, si hemos de obligar por medio de la acción
militar al oponente a cumplir con nuestra voluntad, tenemos o bien que
desarmarlo de hecho, o bien colocarlo en tal posición que se sienta amenazado
por la posibilidad de que lo logremos. De ahí se desprende que el desarme o
la destrucción del adversario (sea cual fuere la expresión que escojamos)
debe consistir siempre el objetivo de la acción militar.
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Nun ist der Krieg nicht das Wirken einer lebendigen
Kraft auf eine tote Masse, sondern, weil ein absolutes Leiden kein
Kriegführen sein würde, so ist er immer der Stoß zweier lebendiger Kräfte
gegeneinander, und was wir von dem letzten Ziel der kriegerischen Handlung
gesagt haben, muß von beiden Teilen gedacht werden. Hier ist also wieder
Wechselwirkung. Solange ich den Gegner nicht niedergeworfen habe, muß ich
fürchten, daß er mich niederwirft, ich bin also nicht mehr Herr meiner,
sondern er gibt mir das Gesetz, wie ich es ihm gebe. Dies ist
die zweite Wechselwirkung, die zum zweiten Äußersten führt.
(Zweite Wechselwirkung.)
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Pero
no cabe considerar la fuerza como la acción de una fuerza viva sobre una masa
inerte (el aguante absoluto no sería guerra en modo alguno), sino que es
siempre el choque entre dos fuerzas vivas. En ese sentido, lo que hemos
afirmado sobre el objetivo último de la acción militar es aplicable a uno y
otro bando. De nuevo nos hallamos aquí ante una acción recíproca. Mientras no
haya derrotado a mi oponente, tengo que albergar el temor de que sea él quien
pueda derrotarme. Por tanto, no soy ya dueño de mí mismo, sino que aquél me
justifica, al tiempo que yo lo justifico a él. Es esta la segunda acción
recíproca que conduce a un segundo caso extremo.
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Äußerste
Anstrengung der Kräfte
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Caso
extremo de la aplicación de las fuerzas
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Wollen wir den Gegner niederwerfen, so müssen wir
unsere Anstrengung nach seiner Widerstandskraft abmessen; diese drückt sich
durch ein Produkt aus, dessen Faktoren sich nicht trennen lassen, nämlich:
die Größe der vorhandenen Mittel und die Stärke der Willenskraft.
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Si queremos abatir a nuestro oponente,
tenemos que regular nuestro esfuerzo de acuerdo con su poder de resistencia.
Tal poder se pone de manifiesto como producto de dos factores indisolubles: la
magnitud de los medios con que el oponente cuenta y la fuerza de su voluntad.
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Die Größe der vorhandenen Mittel würde sich bestimmen
lassen, da sie (wiewohl doch nicht ganz) auf Zahlen beruht, aber die Stärke
der Willenskraft läßt sich viel weniger bestimmen und nur etwa nach der
Stärke des Motivs schätzen. Gesetzt, wir bekämen auf diese Weise eine
erträgliche Wahrscheinlichkeit für die Widerstandskraft des Gegners, so
können wir danach unsere Anstrengungen abmessen und diese entweder so groß
machen, daß sie überwiegen, oder, im Fall dazu unser Vermögen nicht
hinreicht, so groß wie möglich. Aber dasselbe tut der Gegner; also neue
gegenseitige Steigerung, die in der bloßen Vorstellung wieder das Bestreben
zum Äußersten haben muß. Dies ist die dritte
Wechselwirkung und ein drittes Äußerstes, worauf wir stoßen.
(Dritte Wechselwirkung.)
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Será
posible calcular la magnitud de los medios de que dispone, ya que ésta se
basa en números (aunque no del todo); pero la fuerza de la voluntad no se
deja medir tan fácilmente y sólo en forma aproximada, por la fortaleza del
motivo que la impulsa. Si mediante esta apreciación lográramos calcular de
manera razonablemente aproximada el poder de resistencia de nuestro oponente,
podríamos regular nuestros esfuerzos de acuerdo con dicho cálculo y estar en
disposición de intensificarlos para obtener una ventaja o bien extraer de
ellos el máximo resultado posible, en caso de que nuestros medios no fueran
suficientes como para asegurarnos esa ventaja. Pero nuestro oponente
procederá del mismo modo, y a tenor de ello se produce entre nosotros una
nueva puja que, desde el punto de vista de la teoría pura, nos conduce una
vez más a un punto extremo. Es la tercera acción recíproca que se
presenta, y el tercer caso extremo con el que nos encontramos.
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Modifikationen
in der Wirklichkeit
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Modificaciones
en la práctica
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So findet in dem abstrakten Gebiet des bloßen Begriffs
der überlegende Verstand nirgends Ruhe, bis er an dem Äußersten angelangt
ist, weil er es mit einem Äußersten zu tun hat, mit einem Konflikt von
Kräften, die sich selbst überlassen sind, und die keinen anderen Gesetzen
folgen als ihren inneren; wollten wir also aus dem bloßen Begriffe des
Krieges einen absoluten Punkt für das Ziel, welches wir aussetzen, und für
die Mittel, welche wir anwenden sollen, ableiten, so würden wir bei den
beständigen Wechselwirkungen zu Extremen geraten, die nichts als ein Spiel
der Vorstellungen wären, hervorgebracht durch einen kaum sichtbaren Faden
logischer Spitzfindigkeit. Wenn man, fest an das Absolute haltend, alle
Schwierigkeiten mit einem Federstrich umgehen und mit logischer Strenge darin
beharren wollte, daß man sich jederzeit auf das Äußerste gefaßt machen und
jedesmal die äußerste Anstrengung daransetzen müsse, so würde ein solcher
Federstrich ein bloßes Büchergesetz sein und keins für die wirkliche Welt.
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En el ámbito abstracto de las
concepciones puras, el pensamiento reflexivo no descansa hasta alcanzar el
punto extremo, porque es con casos extremos con los que tiene que
enfrentarse, con un conflicto de fuerzas libradas a sí mismas y que no
obedecen a otra ley que la propia. Por lo tanto, si pretendemos deducir de la
concepción puramente teórica de la guerra un propósito absoluto, que podamos
tener presente, así como los medios a poner en uso, estas acciones recíprocas
mantenidas de forma continua nos conducirán a extremos que no serán más que
un juego de la imaginación elaborado por el encadenamiento apenas entrevisto
de sutilezas de la lógica. Si, al ceñirnos estrechamente a lo absoluto,
pretendemos librarnos de una tacada de la totalidad de las dificultades, y con
rigor lógico insistimos en estar preparados para ofrecer en toda ocasión el
máximo de resistencia y aportar el máximo de esfuerzo, esa intención derivará
en una simple norma carente de valor y sin aplicación en la práctica.
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Gesetzt auch, jenes Äußerste der Anstrengungen wäre
ein Absolutes, was leicht gefunden werden könnte, so muß man doch gestehen,
daß der menschliche Geist sich dieser logischen Träumerei schwerlich
unterordnen würde. Es würde in manchen Fällen ein unnützer Kraftaufwand
entstehen, welcher in anderen Grundsätzen der Regierungskunst ein
Gegengewicht finden müßte; eine Anstrengung des Willens würde erfordert
werden, die mit dem vorgesetzten Zweck nicht im Gleichgewicht stände und also
nicht ins Leben gerufen werden könnte, denn der menschliche Wille erhält
seine Stärke nie durch logische Spitzfindigkeiten.
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Asimismo,
en el supuesto también de que ese máximo de esfuerzo sea una cantidad
absoluta, fácilmente determinable, habremos de admitir no obstante que no
resulta fácil que la mente humana se someta al dominio de esas
elucubraciones. En muchos casos, el resultado redundaría en un derroche
inútil de fuerza que se vería limitado por otros principios del arte de
gobernar. Esto requeriría un esfuerzo desproporcionado en relación con el
objetivo a fijar, devenido de imposible realización. Efectivamente, la
voluntad del hombre no extrae nunca su fuerza de las sutilezas lógicas.
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Anders
aber gestaltet sich alles, wenn wir aus der Abstraktion in die Wirklichkeit
übergehen. Dort mußte alles dem Optimismus unterworfen bleiben, und wir
mußten uns den einen wie den anderen denken, nicht bloß nach dem Vollkommenen
strebend, sondern auch es erreichend. Wird dies jemals in der Wirklichkeit
auch so sein? Es würde so sein, wenn:
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Todo cambia de aspecto, empero, al pasar
del mundo abstracto a la realidad. En la abstracción, todo permanecía
supeditado al optimismo; era preciso concebir que ambos campos no sólo se
inclinarían por la perfección, sino también por lograr conseguirla. ¿Sucede
esto siempre en la práctica? Las condiciones para ello tendrían que ser las
siguientes:
§ Que
la guerra fuera un hecho totalmente aislado; que se produjera de improviso, y
sin conexión con la previa vida política.
§ Que
el conflicto bélico dependiera de una decisión única o de varias decisiones
simultáneas.
§ Que
su decisión fuera definitiva y que la consecuente situación política no fuera
tenida en cuenta ni influyera sobre ella.
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Der Krieg
ist nie ein isolierter Akt
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La
guerra nunca constituye un hecho aislado
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Was den
ersten Punkt betrifft, so ist jeder der beiden Gegner dem anderen keine
abstrakte Person, auch für denjenigen Faktor im Widerstandsprodukt, der nicht
auf äußere Dinge beruht, nämlich den Willen. Dieser Wille ist kein ganz
Unbekanntes; er tut sich kund für das, was er morgen sein wird, in dem, was
er heute war. Der Krieg entsteht nicht urplötzlich; seine Verbreitung ist
nicht das Werk eines Augenblicks, es kann also jeder der beiden Gegner den
anderen großenteils schon aus dem beurteilen, was er ist, was er tut, nicht
nach dem, was er, strenge genommen, sein und tun müßte. Nun bleibt aber der
Mensch mit seiner unvollkommenen Organisation immer hinter der Linie des
Absolut-Besten zurück, und so werden diese von beiden Seiten in Wirksamkeit
tretenden Mängel ein ermäßigendes Prinzip.
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Al
referirnos al primero de estos puntos hemos de recordar que ninguno de los
dos oponentes es para el otro un ente abstracto, ni aun considerándolo como
factor de la capacidad de resistencia, que no depende de algo externo, o sea,
de la voluntad. Tal voluntad no constituye un hecho totalmente desconocido;
lo que ha sido hasta hoy nos indica lo que puede ser mañana. La guerra nunca
estalla de improviso ni su preparación tiene lugar en un instante. De ese
modo, cada uno de los oponentes puede, en buena medida, formarse una opinión
del otro por lo que éste realmente es y hace, y no por lo que teóricamente
debería ser y hacer. Sin embargo, debido a su imperfecta organización, el
hombre suele mantenerse por debajo del nivel de la perfección absoluta, y así
estas deficiencias, inherentes a ambos bandos, se convierten en un principio
reductor.
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Er
besteht nicht aus einem einzigen Schlag ohne Dauer
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La
guerra no consiste en un golpe insostenido
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Der zweite Punkt gibt uns zu folgenden Betrachtungen
Veranlassung.
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El segundo de los tres puntos enumerados
nos sugiere las observaciones que siguen.
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Wäre die Entscheidung im Kriege eine einzige oder eine
Reihe gleichzeitiger, so müßten natürlich alle Vorbereitungen zu derselben
die Tendenz zum Äußersten bekommen, denn ein Versäumnis ließe sich auf keine
Weise wieder einbringen; es würden also aus der wirklichen Welt höchstens die
Vorbereitungen des Gegners, soweit sie uns bekannt sind, einen Maßstab für
uns abgeben können, und alles übrige fiele wieder der Abstraktion anheim.
Besteht aber die Entscheidung aus mehreren sukzessiven Akten, so kann
natürlich der vorgehende mit allen seinen Erscheinungen am nachfolgenden ein
Maß werden, und auf diese Weise tritt auch hier die wirkliche Welt an, die
Stelle des Abstrakten und ermäßigt so das Bestreben nach dem Äußersten.
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Si el resultado de la guerra dependiera
de una decisión única, o de varias decisiones tomadas simultáneamente, los
preparativos para esa decisión o para esas decisiones diversas deberían ser
llevados hasta el último extremo. Nunca podría recuperarse una oportunidad
perdida; la sola norma que podría aportarnos el mundo real para los
preparativos a efectuar sería, en el mejor de los casos, la medida de los
preparativos que lleva a cabo nuestro oponente, o lo que de ellos
alcanzáramos a conocer, y todo lo demás tendría que quedar de nuevo relegado
al terreno de la abstracción. Si la decisión consistiera en varios actos
sucesivos, cada uno de éstos, con las circunstancias que lo acompañan, podría
suministrar una norma para los siguientes y, así, el mundo real ocuparía el
lugar del mundo abstracto, modificando, de acuerdo con ello, la tendencia
hacia el extremo.
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Nun würde aber jeder Krieg notwendig in einer einzigen
Entscheidung oder in einer Reihe gleichzeitiger enthalten sein müssen, wenn
die zum Kampf bestimmten Mittel alle zugleich aufgeboten würden oder sich
aufbieten ließen; denn da eine nachteilige Entscheidung die Mittel notwendig
vermindert, so kann, wenn sie in der ersten alle angewendet worden sind, eine
zweite eigentlich nicht mehr gedacht werden. Alle kriegerischen Akte, die
nachfolgen könnten, gehörten dem ersten wesentlich zu und bildeten eigentlich
nur seine Dauer.
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Sin
embargo, si toda guerra tuviese que limitarse indefectiblemente a una
decisión única o a una serie de decisiones simultáneas, si los medios
disponibles para la beligerancia fueran puestos en acción a un tiempo o
pudieran serlo de este modo, una decisión adversa tendería a reducir estos
medios, y, de haber sido éstos todos empleados o agotados en la primera
decisión, no habría porqué pensar en que se produjera una segunda. Todas las
acciones bélicas que pudieran producirse después formarían, en esencia, parte
de la primera, y sólo constituirían su persistencia.
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Allein wir haben gesehen, daß schon bei den
Vorbereitungen zum Kriege die wirkliche Welt an die Stelle des bloßen
Begriffs, ein wirkliches Maß an die Stelle einer äußersten Voraussetzung
tritt; also schon darum werden beide Gegner in ihrer Wechselwirkung hinter
der Linie einer äußersten Anstrengung zurückbleiben und also nicht sogleich
alle Kräfte aufgeboten werden.
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Pero tal como hemos visto, en los
preparativos para la guerra el mundo real ocupa el lugar de la idea
abstracta, y una medida real el lugar de un caso extremo hipotético. Cada uno
de los oponentes, aunque no fuera por otra razón, se detendrá por tanto, en
su acción recíproca, alejado del esfuerzo máximo y no pondrá en juego al
mismo tiempo la totalidad de sus recursos.
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Aber es
liegt auch in der Natur dieser Kräfte und ihrer Anwendung, daß sie nicht alle
zugleich in Wirksamkeit treten können. Diese Kräfte sind: die eigentlichen
Streitkräfte, das Land mit seiner Oberfläche und Bevölkerung und die
Bundesgenossen.
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Sin embargo, la naturaleza misma de tales
recursos, y de su mismo empleo, torna imposible su entrada en acción
simultánea. Estos recursos comprenden las fuerzas militares propiamente
dichas, el país, con su superficie y su población, y los aliados.
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Das Land mit seiner Oberfläche und Bevölkerung macht
nämlich, außerdem daß es der Quell aller eigentlichen Streitkräfte ist, auch
noch für sich einen integrierenden Teil der im Kriege wirksamen Größen aus,
und zwar nur mit dem Teile, der zum Kriegstheater gehört oder einen
merklichen Einfluß darauf hat.
Nun kann man wohl alle beweglichen Streitkräfte
gleichzeitig wirken lassen, aber nicht alle Festungen, Ströme, Gebirge,
Einwohner usw., kurz nicht das ganze Land, wenn dieses nicht so klein ist,
daß es von dem ersten Akt des Krieges ganz umfaßt wird. Ferner ist die
Mitwirkung der Bundesgenossenschaft nicht von dem Willen der Kriegführenden
abhängig, und es liegt in der Natur der Staatenverhältnisse, daß sie häufig
erst später eintritt oder sich verstärkt zur Herstellung des verlorenen
Gleichgewichts.
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El país, con su superficie y su
población, no sólo constituye la fuente de las fuerzas militares propiamente
dichas, sino que es, en sí mismo, también una parte integrante de los
factores que actúan en la guerra, aunque sólo sea aquel que proporciona el
teatro de operaciones o tiene marcada influencia sobre él.
Ahora bien, los recursos militares
móviles pueden ser puestos en funcionamiento simultáneamente, pero esto no
concierne a las fortalezas, los ríos, las montañas, los habitantes, etc., en
una palabra, al país entero, a menos que éste sea tan pequeño que la primera
acción bélica lo afecte totalmente. Además, la cooperación de los aliados no
es algo que depende de la voluntad de los beligerantes, y con frecuencia resulta,
por la misma naturaleza de las relaciones políticas, que no se hace efectiva
sino con posterioridad, cuando de lo que se trata es restablecer el
equilibrio de fuerzas alterado.
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Daß dieser Teil der Widerstandskräfte, welche nicht
sogleich in Wirksamkeit gesetzt werden können, in manchen Fällen einen viel
größeren Teil des Ganzen ausmacht, als man auf den ersten Blick glauben
sollte, und daß dadurch selbst da, wo die erste Entscheidung mit einer großen
Gewalt gegeben und also das Gleichgewicht der Kräfte sehr gestört worden ist,
dieses doch wieder hergestellt werden kann, wird in der Folge näher
entwickelt werden. Hier genügt es uns zu zeigen, daß der Natur des Krieges
eine vollkommene Vereinigung der Kräfte in der Zeit entgegen ist. Nun könnte dies
an und für sich kein Grund sein, die Steigerung der Anstrengungen für die
erste Entscheidung zu ermäßigen, weil eine ungünstige Entscheidung immer ein
Nachteil ist, dem man sich nicht absichtlich aussetzen wird, und weil die
erste Entscheidung, wenn sie auch nicht die einzige bleibt, doch um so mehr
Einfluß auf die folgenden haben wird, je größer sie gewesen ist; allein die
Möglichkeit einer späteren Entscheidung macht, daß der menschliche Geist sich
in seiner Scheu vor allzugroßen Anstrengungen dahinein flüchtet, also bei der
ersten Entscheidung die Kräfte nicht in dem Maß sammelt und anstrengt, wie
sonst geschehen sein würde. Was jeder der beiden Gegner aus Schwäche
unterläßt, wird für den anderen ein wahrer objektiver Grund der Ermäßigung,
und so wird durch diese Wechselwirkung wieder das Streben nach dem Äußersten
auf ein bestimmtes Maß der Anstrengung zurückgeführt.
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Más
adelante intentaremos explicar con todo detalle que esta parte de los medios
de resistencia que no puede ser puesta en acción a un tiempo es, en muchos
casos, una parte del total mucho más grande de lo que podría pensarse y que,
por lo tanto, es capaz de restablecer el equilibrio de fuerzas, aun cuando la
primera decisión se haya producido con gran violencia y aquél haya sido
alterado seriamente. Por ahora bastará con dejar sentado que resulta
contrario a la naturaleza de la guerra el que todos los recursos entren en
juego al mismo tiempo. Esto, en sí mismo, no tendrá que ser motivo para
disminuir la intensidad de los esfuerzos en la toma de decisión de las
acciones iniciales. Ya que un comienzo desfavorable significa una desventaja
a la cual nadie querría exponerse por propia voluntad, dado que, si bien la
primera decisión es seguida por otras, mientras más decisiva resulte aquélla,
mayor será su influencia sobre las que la sigan. Pero el hombre suele eludir
el esfuerzo excesivo amparándose en la posibilidad de que se produzca una
decisión subsiguiente y, por lo tanto, no concreta ni pone en acción todos
sus recursos a efectos de la primera decisión, en la medida en que hubiera
podido hacerlo de no mediar aquella circunstancia. Lo que uno de los
oponentes no hace por debilidad se convierte para el otro en base real y
motivo para reducir sus propios esfuerzos y, así, de resultas de esta acción
recíproca, la tendencia hacia el caso extremo conduce una vez más a efectuar
un esfuerzo limitado.
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Der Krieg
ist mit seinem Resultat nie etwas Absolutes
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La
guerra, con su resultado, no es nunca algo absoluto
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Endlich ist selbst die Totalentscheidung eines ganzen
Krieges nicht immer für eine absolute anzusehen, sondern der erliegende Staat
sieht darin oft nur ein vorübergehendes Übel, für welches in den politischen
Verhältnissen späterer Zeiten noch eine Abhilfe gewonnen werden kann. Wie sehr
auch dies die Gewaltsamkeit der Spannung und die Heftigkeit der
Kraftanstrengung mäßigen muß, versteht sich von selbst.
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Finalmente, tengamos en cuenta que la
decisión final de una guerra no siempre es considerada como absoluta, sino
que el estado derrotado a menudo ve en ese final un mal transitorio al que
cabe encontrar remedio en las circunstancias políticas posteriores. Es
evidente que también esto minora, en gran medida, la violencia de la tensión
y la intensidad del esfuerzo.
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Die
Wahrscheinlichkeiten des wirklichen Lebens treten an die Stelle des Äußersten
und Absoluten der Begriffe
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Las
probabilidades de la vida real ocupan el lugar de lo extremo y absoluto de la
teoría
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Auf diese Weise wird dem ganzen kriegerischen Akte das
strenge Gesetz der nach dem Äußersten getriebenen Kräfte genommen. Wird das
Äußerste nicht mehr gefürchtet und nicht mehr gesucht, so bleibt dem Urteil
überlassen, statt seiner die Grenzen für die Anstrengungen festzustellen, und
dies kann nur aus den Daten, welche die Erscheinungen der wirklichen Welt
darbieten, nach Wahrscheinlichkeitsgesetzen geschehen. Sind die beiden Gegner
nicht mehr bloße Begriffe, sondern individuelle Staaten und Regierungen, ist
der Krieg nicht mehr ein idealer, sondern ein sich eigentümlich gestaltender
Verlauf der Handlung, so wird das wirklich Vorhandene die Daten abgeben für
das Unbekannte, zu Erwartende, was gefunden werden soll.
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Así, todo el acto de la guerra deja de
estar sujeto a la ley estricta de las fuerzas impulsadas hacia el punto
extremo. Dado que no se teme ni se busca ya el caso extremo, se deja que la
razón determine en vez de ello los límites del esfuerzo, y esto sólo puede
ser llevado a cabo de acuerdo con la ley de las probabilidades, por
deducción de los datos que suministran los fenómenos del mundo real. Si los
dos oponentes no son ya abstracciones puras sino estados o gobiernos
individuales, y si la guerra no es ya un desarrollo ideal de los
acontecimientos, sino uno determinado de acuerdo con sus propias leyes,
entonces la situación real suministra suficientes datos como para determinar
lo que se espera, la incógnita que tiene que ser despejada.
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Aus dem Charakter, den Einrichtungen, dem Zustande,
den Verhältnissen des Gegners wird jeder der beiden Teile nach
Wahrscheinlichkeitsgesetzen auf das Handeln des anderen schließen und danach
das seinige bestimmen.
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De
acuerdo con las leyes de la probabilidad, por el carácter, las instituciones,
la situación y las circunstancias que definen al oponente, cada bando
extraerá sus conclusiones respecto de cuál será la acción del contrario y, a
tenor de ello, determinará la suya propia.
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Nun tritt
der politische Zweck wieder hervor
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El
objetivo político asume de nuevo el primer plano
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Hier
drängt sich nun von selbst ein Gegenstand von neuem in die Betrachtung, den
wir (s. Nr. 2) daraus entfernt hatten: es ist der politische Zweck des
Krieges. Das Gesetz des Äußersten, die Absicht, den Gegner wehrlos zu machen,
ihn niederzuwerfen, hatte diesen Zweck bisher gewissermaßen verschlungen.
Sowie dieses Gesetz in seiner Kraft nachläßt, diese Absicht von ihrem Ziel
zurücktritt, muß der politische Zweck des Krieges wieder hervortreten. Ist
die ganze Betrachtung ein Wahrscheinlichkeitskalkül, aus bestimmten Personen
und Verhältnissen hervorgehend, so muß der politische Zweck als das
ursprüngliche Motiv ein sehr wesentlicher Faktor in diesem Produkt werden. Je
kleiner das Opfer ist, welches wir von unserem Gegner fordern, um so geringer
dürfen wir erwarten, daß seine Anstrengungen sein werden, es uns zu versagen.
Je geringer aber diese sind, um so kleiner dürfen auch die unsrigen bleiben.
Ferner, je kleiner unser politischer Zweck ist, um so geringer wird der Wert
sein, den wir auf ihn legen, um so eher werden wir uns gefallen lassen, ihn
aufzugeben: also um so kleiner werden auch aus diesem Grunde unsere
Anstrengungen sein.
So wird
also der politische Zweck als das ursprüngliche Motiv des Krieges das Maß
sein, sowohl für das Ziel, welches durch den kriegerischen Akt erreicht
werden muß, als für die Anstrengungen, die erforderlich sind. Aber er wird
dies nicht an und für sich sein können, sondern, weil wir es mit wirklichen
Dingen zu tun haben und nicht mit bloßen Begriffen, so wird er es in
Beziehung auf die beiderseitigen Staaten sein. Ein und derselbe politische
Zweck kann bei verschiedenen Völkern, oder selbst bei ein und demselben Volk,
zu verschiedenen Zeiten ganz verschiedene Wirkungen hervorbringen. Wir können
also den politischen Zweck nur so als das Maß gelten lassen, indem wir uns
ihn in Einwirkungen auf die Massen denken, die er bewegen soll, so daß also
die Natur dieser Massen in Betrachtung kommt. Daß dadurch das Resultat ein
ganz anderes werden kann, je nachdem sich in den Massen Verstärkungs- oder
Schwächungsprinzipe für die Handlung finden, ist leicht einzusehen. Es können
in zwei Völkern und Staaten sich solche Spannungen, eine solche Summe
feindseliger Elemente finden, daß ein an sich sehr geringes politisches Motiv
des Krieges eine weit über seine Natur hinausgehende Wirkung, eine wahre
Explosion hervorbringen kann.
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Requiere ahora de nuevo nuestra atención
un tema que habíamos obviado, o sea, el que se refiere al objetivo
político de la guerra. Hasta ahora, esto había sido absorbido, por así
decir, por la ley del caso extremo, por el intento de desarmar y abatir al
enemigo. El objetivo político de la guerra debe aflorar nuevamente a un
primer plano a medida que la ley pierde su vigor y la posibilidad de realizar
aquel intento se aleja. Si toda la consideración es un cálculo de
probabilidades tomando como base unas personas y unas circunstancias
determinadas, el objetivo político, como causa original, tiene que asumir el papel
de factor esencial en este proceso. Cuanto menor sea el sacrificio que
exijamos de nuestro oponente, debemos esperar que sean tanto más débiles los
esfuerzos que haga para realizar ese sacrificio. Sin embargo, cuanto más
débil sea su esfuerzo, tanto menor podría ser el nuestro. Por añadidura,
cuanto menor sea nuestro objetivo político, tanto
menor será el valor que le asignaremos y
tanto más pronto estaremos dispuestos a dejarlo a su arbitrio. Por ello, también
por ello nuestros propios esfuerzos serán más débiles.
Así, el objetivo político, como causa
original de la guerra, será la medida tanto para el propósito a alcanzar
mediante la acción militar como para los esfuerzos necesarios para cumplir
con ese propósito. En sí misma, esa medida no puede ser absoluta, pero, ya
que estamos tratando de cosas reales y no de simples ideas, lo será en
relación con los dos Estados oponentes. Un mismo objetivo político puede
originar reacciones diferentes, en diferentes naciones e incluso en una misma
nación, en diferentes épocas. Por lo tanto, cabe dejar que el objetivo
político actúe como medida, siempre que no olvidemos su influencia sobre las
masas a las que afecta. Corresponde considerar, por tanto, también la naturaleza
de estas masas. Será fácil comprobar que las consecuencias pueden variar en
gran medida según que la acción resulte fortalecida o debilitada por el
sentimiento de las masas. En dos naciones y estados pueden producirse tales
tensiones y tal cúmulo de sentimientos hostiles que un motivo para la guerra,
insignificante en sí mismo, puede originar, no obstante, un efecto totalmente
desproporcionado con su naturaleza, como es el de una verdadera explosión.
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Dies gilt
für die Anstrengungen, welche der politische Zweck in beiden Staaten
hervorrufen, und für das Ziel, welches er der kriegerischen Handlung stecken
soll. Zuweilen wird er selbst dieses Ziel sein können, z. B. die Eroberung
einer gewissen Provinz. Zuweilen wird der politische Zweck selbst sich nicht
dazu eignen, das Ziel der kriegerischen Handlung abzugeben; dann muß ein
solches genommen werden, welches als ein Äquivalent für ihn gelten und beim
Frieden ihn vertreten kann. Aber auch hierbei ist immer die Rücksicht auf die
Eigentümlichkeit der wirkenden Staaten vorausgesetzt. Es gibt Verhältnisse,
wo das Äquivalent viel größer sein muß als der politische Zweck, wenn dieser
damit errungen werden soll. Der politische Zweck wird als Maß um so mehr
vorherrschen und selbst entscheiden, je gleichgültiger sich die Massen
verhalten, je geringer die Spannungen sind, die auch außerdem in beiden
Staaten und ihren Verhältnissen sich finden, und so gibt es Fälle, wo er fast
allein entscheidet.
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Esto resulta cierto en relación con los
esfuerzos que el objetivo político pueda exigir en uno y otro estado y en
relación con el fin que pueda asignarse a la acción militar. Algunas veces
puede convertirse en ese fin, por ejemplo, cuando se trata de la conquista de
cierto territorio. Otras, el objetivo político no se ajustará a la necesidad
de proporcionar un fin para la acción militar y en tales casos tendremos que
recurrir a una elección de ese tipo, capaz de servir de equivalente y de
ocupar su lugar para firmar la paz. Pero también en estos casos siempre se presupone
que tiene que guardarse la consideración debida al carácter de los estados
interesados. Hay circunstancias en las que el equivalente debe tener mucha
más importancia que el objetivo político, si es que éste ha de ser alcanzado
por su mediación. Cuanto mayor sea la indiferencia presente en las masas y
menos grave la tensión que se produzca en otros terrenos tanto de los dos
estados como en sus relaciones, mayor será el objetivo político, como norma y
por su propio carácter decisorio.
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Ist nun das Ziel des kriegerischen Aktes ein
Äquivalent für den politischen Zweck, so wird er im allgemeinen mit diesem
heruntergehen, und zwar um so mehr, je mehr dieser Zweck vorherrscht; und so
erklärt es sich, wie ohne inneren Widerspruch es Kriege mit allen Graden von
Wichtigkeit und Energie geben kann, von dem Vernichtungskriege hinab bis zur
bloßen bewaffneten Beobachtung. Dies führt uns aber zu einer
Frage anderer Art, die wir noch zu entwickeln und zu beantworten haben.
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Hay
casos en los que, casi por sí mismo, constituye el factor determinante. Si el
fin de la acción militar se erige en equivalente del objetivo político,
aquélla disminuirá, en general, en la medida en que lo haga el objetivo
político. Más evidente resultará esto mientras más claro aparezca el objetivo.
Así se explica por qué razón, sin que exista contradicción interna, pueden
producirse guerras de todos los grados en importancia e intensidad, desde la
de exterminio a la simple vigilancia armada. Pero ello nos conduce a una
cuestión de otro tipo, que deberemos analizar y explicitar.
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Ein
Stillstand im kriegerischen Akt ist dadurch noch nicht erklärt
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La
suspensión de la acción militar no se ha explicado hasta ahora
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Wie unbedeutend auch die politischen Forderungen
beider Gegner sein mögen, wie schwach die aufgebotenen Mittel, wie gering das
Ziel, welches sie dem kriegerischen Akte stecken, kann dieser Akt je einen
Augenblick stillstehen? Dies ist eine in das Wesen der
Sache tief eindringende Frage.
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¿Es posible que una acción militar pueda
ser suspendida, aun por un momento, sea cual fuere el carácter y la medida de
las reclamaciones políticas hechas por cualquiera de los dos bandos, sea cual
fuere la debilidad de los medios puestos a disposición, o sea cual fuere la
futileza del fin perseguido por esa misma acción? Es esta una pregunta que
atañe a la esencia misma del tema.
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Jede Handlung braucht zu ihrer Vollziehung eine
gewisse Zeit, die wir ihre Dauer nennen. Diese kann
größer oder kleiner sein, je nachdem der Handelnde mehr oder weniger Eile hineinlegt
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Cada acción requiere para su realización
cierto tiempo, que es lo que llamamos persistencia. Esta puede ser más larga
o más corta, según quienes actúen en ella se muestren más o menos rápidos en
sus movimientos.
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Um dieses
Mehr oder Weniger wollen wir uns hier nicht bekümmern. Jeder macht die Sache
auf seine Weise; der Langsame aber macht sie nicht darum langsamer, weil er
mehr Zeit darauf verbringen will, sondern weil er seiner Natur nach mehr Zeit
braucht und sie bei größerer Eile weniger gut machen würde. Diese Zeit hängt
also von inneren Gründen ab und gehört zur eigentlichen Dauer der Handlung.
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No
vamos a detenernos aquí en esto. Cada cual realiza las cosas a su manera,
pero lo cierto es que la persona lenta no actúa lentamente porque quiera emplear
más tiempo, sino porque, debido a su propia naturaleza, necesita más tiempo,
y si hubiera de hacerlo con mayor rapidez no lo haría tan bien. En
consecuencia, ese tiempo depende de las causas subjetivas, o queda reflejado
en la duración real de la acción.
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Lassen wir nun im Kriege einer jeden Handlung diese
ihre Dauer, so müssen wir wenigstens auf den ersten Blick dafürhalten, daß
jeder Zeitaufwand außer dieser Dauer, d. h. jeder Stillstand im kriegerischen
Akt widersinnig erscheint. Wir müssen immer dabei nicht vergessen, daß nicht
von dem Fortschreiten des einen oder anderen der beiden Gegner, sondern von
dem Fortschreiten des ganzen kriegerischen Aktes die Rede ist.
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Si
a cada acción de la guerra se le reconoce una duración, tenemos que admitir,
por lo menos al pronto, que todo gasto de tiempo más allá de esa duración, o,
lo que es lo mismo, cualquier suspensión de la acción militar, parece ser
absurda. En relación con ello, tendremos que recordar siempre que la cuestión
no se centra en el progreso de uno u otro de los oponentes, sino en el
progreso de la acción militar como un todo.
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Es gibt
nur einen Grund, welcher das Handeln aufhalten kann, und dieser scheint immer
nur auf einer Seite sein zu können
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Existe
únicamente una causa que puede suspender la
acción, y esto parece ocurrir siempre tan sólo en un solo bando
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Haben beide Teile sich zum Kampf gerüstet, so muß ein
feindseliges Prinzip sie dazu vermocht haben; solange sie nun gerüstet
bleiben, d.h. nicht Frieden schließen, muß dieses Prinzip vorhanden sein, und
es kann bei jedem der beiden Gegner nur unter einer einzigen Bedingung ruhen,
nämlich: einen günstigeren Zeitpunkt des Handelns abwarten zu wollen. Nun
scheint es auf den ersten Blick, daß diese Bedingung immer nur auf einer
Seite vorhanden sein könne, weil sie eo ipso auf der anderen zum Gegenteil
wird. Hat der eine das Interesse des Handelns, so muß der
andere das Interesse des Abwartens haben.
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Si dos bandos se han armado para la
lucha, tiene que existir un motivo hostil que los haya impulsado a hacerlo.
Así, pues, mientras se mantengan en pie de guerra, es decir, mientras no
hagan la paz, este motivo permanecerá presente y sólo dejará de actuar en
cualquiera de los dos oponentes por una sola razón, la de que se prefiere
esperar un
momento más favorable para la
acción. Obviamente esta razón sólo puede surgir
en uno de los dos bandos, debido a que, por su propia naturaleza, se opone
diametralmente a la del otro. Si a uno de los que ejercen la jefatura le
conviene actuar, al otro le convendrá esperar.
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Ein völliges Gleichgewicht der Kräfte kann einen
Stillstand nicht hervorbringen, denn bei einem solchen müßte der, welcher den
positiven Zweck hat (der Angreifende), der Vorschreitende bleiben.
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Un
equilibrio cabal de fuerzas no puede producir jamás una interrupción de la
acción, porque una tal suspensión supondría necesariamente la minoración de
iniciativa del que tenga el propósito positivo, es decir, el atacante.
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Wollte man sich aber das Gleichgewicht so denken, daß
derjenige, welcher den positiven Zweck, also das stärkere Motiv hat, zugleich
über die geringeren Kräfte gebietet, so daß die Gleichung aus dem Produkt von
Motiv und Kräften entstände, so müßte man immer noch sagen: wenn für diesen
Zustand des Gleichgewichts keine Veränderung vorher zu sehen ist, so müssen
beide Teile Frieden machen; ist sie aber vorher zu sehen, so wird sie nur dem
einen günstig sein und dadurch also der andere zum Handeln bewogen werden
müssen. Wir sehen, daß der Begriff des Gleichgewichts den Stillstand nicht
erklären kann, sondern daß es doch wieder auf das Abwarten eines günstigeren
Augenblicks hinausläuft. Gesetzt also, von zwei Staaten
habe der eine einen positiven Zweck: er will eine Provinz des Gegners
erobern, um sie beim Frieden geltend zu machen. Nach dieser Eroberung ist
sein politischer Zweck erfüllt, das Bedürfnis des Handelns hört auf, für ihn
tritt Ruhe ein. Will der Gegner sich auch bei diesem Erfolg beruhigen, so muß
er Frieden schließen, will er dies nicht, so muß er handeln; nun läßt sich
denken, daß er in vier Wochen mehr dazu organisiert sein wird, er hat also einen
hinlänglichen Grund, das Handeln zu verschieben.
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Pero de concebir un equilibrio en el que
quien asume la finalidad positiva, y por tanto el motivo más poderoso, es al
mismo tiempo quien dispone de menor número de fuerzas, de manera que la
ecuación surgiría del producto de las fuerzas y de los motivos, aun así tendríamos
que afirmar que si no se vislumbra un cambio en este estado de equilibrio,
ambos bandos tienen que firmar la paz. Pero de vislumbrar un cambio, éste
redundaría en favor de uno de los bandos solamente y, por la misma razón, el
otro se vería obligado a actuar. Constatamos, por tanto, que la idea de un
equilibrio no puede justificar una suspensión de las hostilidades, pero sirve
para fundamentar la espera de un momento más favorable. Por ejemplo,
supongamos que uno de los dos estados oponentes tiene un propósito positivo,
o sea, el de conquistar un territorio del adversario que podría ser usado
como moneda de cambio en la negociación de la paz. Lograda esa conquista, se
ha alcanzado el objetivo político; la acción ya no resulta necesaria y cabe
tomarse un descanso. Si el oponente acepta el resultado, deberá firmar la
paz; en caso contrario, debe actuar. Si en ese momento cree que en un período
de tiempo determinado se encontrará
en mejores condiciones para hacerlo,
entonces cuenta con razones suficientes como para posponer su acción.
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Von dem Augenblick an aber, so scheint es, fällt die
logische Verpflichtung des Handelns dem Gegner zu, damit dem Besiegten nicht
Zeit gelassen werde, sich zum Handeln auszurüsten. Es versteht sich, daß
hierbei eine vollkommene Einsicht des Falles von beiden Seiten vorausgesetzt
wird.
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Pero
desde ese momento, la necesidad de actuar parece por lógica recaer en su
oponente, a fin de no darle tiempo al que se halla en desventaja para que se
prepare para la acción. Todo ello, por descontado, en el supuesto de que
tanto uno como otro bando tengan un conocimiento cabal de las circunstancias.
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Dadurch
würde eine Kontinuität in das kriegerische Handeln kommen, die alles wieder
steigerte
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La
acción militar tendría de este modo una continuidad que de nuevo impulsaría
todo hacia una situación extrema
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Wäre diese Kontinuität des kriegerischen Aktes
wirklich vorhanden, so würde durch sie wieder alles zum Äußersten getrieben
werden, denn abgesehen davon, daß eine solche rastlose Tätigkeit die
Gemütskräfte mehr entflammen und dem Ganzen einen höheren Grad von
Leidenschaft, eine größere Elementarkraft geben würde, so würde auch durch
die Kontinuität des Handelns eine strengere Folge, eine ungestörtere
Kausalverbindung entstehen und damit jede einzelne Handlung bedeutender und
also gefahrvoller werden.
|
Si la acción militar estuviera realmente
dotada de esa continuidad, todo sería empujado de nuevo hacia el caso
extremo. Porque, además de que tal actividad sostenida enconaría aún más los
sentimientos e impregnaría al todo de un mayor apasionamiento y un mayor
grado de fuerza elemental, también haría surgir, en la continuidad de la
acción, un encadenamiento aún más fuerte de acontecimientos y una conexión
causal más consecuente
entre ellos. En consecuencia, cada acción
llegaría a ser más importante y, por lo tanto, más peligrosa.
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Aber wir wissen, daß die kriegerische Handlung selten
oder nie diese Kontinuität hat, und daß es eine Menge von Kriegen gibt, wo
das Handeln bei weitem den geringsten Teil der angewendeten Zeit einnimmt und
der Stillstand den ganzen übrigen. Dies kann unmöglich immer eine
Anomalie, und der Stillstand im kriegerischen Akt muß möglich, d. h. kein Widerspruch
in sich sein. Daß und wie es so ist, wollen wir jetzt zeigen.
|
Pero la experiencia nos dice que la
acción militar rara vez, o nunca, presenta esta continuidad, y que en muchas
guerras la acción asume la menor parte del tiempo, mientras que la inactividad
ocupa el resto. Esto quizá no siempre constituya una anomalía. La suspensión
de la acción militar debe ser posible, es decir, no implica una contradicción.
Que esto es así y por qué ocurre así, lo mostraremos a continuación.
|
Hier wird
also ein Prinzip der Polarität in Anspruch genommen
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Surge
aquí por tanto la evidencia de un principio de polaridad
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Indem wir
das Interesse des einen Feldherrn immer in entgegengesetzter Größe bei dem
anderen gedacht haben, haben wir eine wahre Polarität angenommen. Wir
behalten uns vor, diesem Prinzip in der Folge ein eigenes Kapitel zu widmen,
müssen aber hier folgendes darüber sagen.
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Al suponer que los intereses de uno de
los que ejercen la jefatura son siempre diametralmente opuestos a los del
otro, dejamos sentada la existencia de una verdadera polaridad. Más
adelante dedicaremos todo un capítulo a este principio, pero mientras tanto
nos parece oportuno hacer una observación con referencia a ello.
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Das
Prinzip der Polarität ist nur gültig, wenn diese an ein und demselben
Gegenstand gedacht wird, wo die positive Größe und ihr Gegensatz, die
negative, sich genau vernichten. In einer Schlacht will jeder der beiden
Teile siegen; das ist wahre Polarität, denn der Sieg des einen vernichtet den
des anderen. Wenn aber von zwei verschiedenen Dingen die Rede ist, die eine
gemeinschaftliche Beziehung außer sich haben, so haben nicht diese Dinge,
sondern ihre Beziehungen die Polarität.
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El
principio de polaridad sólo es válido si, como tal, es la misma cosa, en la
que lo positivo y su contrario, lo negativo, se destruyen mutuamente. En una
batalla, cada uno de los bandos oponentes desea vencer, lo que constituye una
verdadera polaridad, porque la victoria del uno resulta la derrota del otro.
Pero si nos referimos a dos cosas diferentes entre las que exista una
relación común objetiva, no serán las cosas, sino sus relaciones, las que
posean polaridad.
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Angriff
und Verteidigung sind Dinge von verschiedener Art und von ungleicher Stärke,
die Polarität kann also nicht auf sie angewendet werden
|
El
ataque y la defensa son cosas de clase distinta y de fuerza desigual. Debido
a ello no pueden ser objeto de polaridad
|
Gäbe es nur eine Form des Krieges, nämlich den Anfall
des Gegners, also keine Verteidigung, oder mit anderen Worten, unterschiede
sich der Angriff von der Verteidigung bloß durch das positive Motiv, welches
jener hat und diese entbehrt, der Kampf wäre aber immer ein und derselbe: so
würde in diesem Kampfe jeder Vorteil des einen immer ein ebenso großer
Nachteil des anderen sein, und es wäre Polarität vorhanden.
|
Si sólo existiera una forma de guerra,
digamos la que corresponde al ataque del enemigo, no habría defensa; ello es
tanto como decir que si hubiera de distinguirse al ataque de la defensa sólo
por el motivo positivo que el uno posee y del que la otra carece, si los
métodos de lucha fueran siempre invariablemente los mismos, en tal empeño,
cualquier ventaja de un bando tendría que representar una desventaja
equivalente para el otro, existiendo entonces una verdadera polaridad.
|
Allein die kriegerische Tätigkeit zerfällt in zwei
Formen, Angriff und Verteidigung, die, wie wir in der Folge sächlich dartun
werden, sehr verschieden und von ungleicher Stärke sind. Die
Polarität liegt also in dem, worauf sich beide beziehen, in der Entscheidung,
aber nicht im Angriff und der Verteidigung selbst. Will der eine Feldherr die
Entscheidung später, so muß der andere sie früher wollen, aber freilich nur
bei derselben Form des Kampfes. Hat A das Interesse, seinen Gegner nicht
jetzt, sondern vier Wochen später anzugreifen, so hat B das Interesse, nicht
vier Wochen später, sondern jetzt von ihm angegriffen zu werden. Dies ist der
unmittelbare Gegensatz; daraus folgt aber nicht, daß B das Interesse hätte, A
jetzt gleich anzugreifen, welches offenbar etwas ganz Verschiedenes ist.
|
Pero la acción militar adopta dos formas
distintas, la de ataque y la de defensa, que son muy diferentes y de fuerza
desigual, como mostraremos más adelante con detalle. La polaridad reside,
pues, en que ambos bandos guardan una relación, como es la decisión, pero no
en el ataque o en la defensa misma. Si uno de los comandantes en jefe deseara
posponer la decisión, el otro debería desear acelerarla, pero, por supuesto,
solamente en la misma forma de conflicto. Si a A le interesara no atacar a su
oponente inmediatamente, sino cuatro semanas más tarde, el interés de B se
centraría en ser atacado inmediatamente y no cuatro semanas más tarde. Se
trata de una oposición directa; pero no se desprende necesariamente de ello
que a B le beneficie atacar a A de inmediato. Evidentemente, es algo muy
distinto.
|
Die
Wirkung der Polarität wird oft durch die Überlegenheit der Verteidigung über
den Angriff vernichtet, und so erklärt sich der Stillstand des kriegerischen
Aktes
|
El
efecto de la polaridad es anulado a menudo por la superioridad que muestra la
defensa sobre el ataque. Ello explica la suspensión de
la acción militar
|
Ist die Form der Verteidigung stärker als die des
Angriffs, wie wir in der Folge zeigen werden, so frägt es sich, ob der
Vorteil der späteren Entscheidung bei dem einen so groß ist wie der Vorteil
der Verteidigung bei dem anderen; wo das nicht ist, da kann er auch nicht
vermittelst seines Gegensatzes diesen aufwiegen und so auf das Fortschreiten
des kriegerischen Aktes wirken. Wir sehen also, daß die
anregende Kraft, welche die Polarität der Interessen hat, sich in dem
Unterschied der Stärke von Angriff und Verteidigung verlieren und dadurch
unwirksam werden kann.
|
Si la forma de defensa se muestra más
fuerte que la de ataque, como vamos a demostrar, se plantea la cuestión de
saber si la ventaja de una decisión diferida es tan grande para el
bando que se apresta a atacar como la de la defensa lo es para el
otro. Cuando no lo es, no puede esa ventaja, mediante su contrario, superar
éste e influir de ese modo en el curso de la acción militar. Comprobamos, por
lo tanto, que la fuerza impulsiva inherente a la polaridad de intereses puede
ser anulada por la diferencia existente entre la fuerza del ataque y la de la
defensa, y dejar así de tener eficacia.
|
Wenn also derjenige, für welchen die Gegenwart günstig
ist, zu schwach ist, um den Vorteil der Verteidigung entbehren zu können, so
muß er sich gefallen lassen, der ungünstigeren Zukunft entgegenzugehen; denn
es kann immer noch besser sein, sich in dieser ungünstigen Zukunft
verteidigend zu schlagen, als jetzt angreifend, oder als Frieden zu
schließen. Da nun nach unserer Überzeugung die Überlegenheit der Verteidigung
(richtig verstanden) sehr groß und viel größer ist, als man sich beim ersten
Anblick denkt, so erklärt sich daraus ein sehr großer Teil der
Stillstandsperioden, welche im Kriege vorkommen, ohne daß man genötigt ist,
dabei auf einen inneren Widerspruch zu schließen. Je schwächer die Motive des
Handelns sind, um so mehr werden ihrer von diesem Unterschied von Angriff und
Verteidigung verschlungen und neutralisiert werden, um so häufiger also wird
der kriegerische Akt innehalten, wie die Erfahrung dies auch lehrt.
|
Por lo tanto, si el bando para el cual el
momento presente es favorable se muestra demasiado débil hasta el punto de
renunciar a la ventaja de permanecer a la defensiva, debe resignar se a
afrontar un futuro menos favorable. Porque puede ser mejor librar un combate
defensivo en un futuro desfavorable que uno defensivo en el momento presente,
o que entablar la paz. Al estar convencidos de que la superioridad de la
defensa (correctamente entendida) es muy grande, mucho más de lo que al
pronto podría parecer, se explica la notable proporción que ocupan en la
guerra los períodos carentes de acción, sin que esto implique necesariamente
una contradicción. Cuanto más débiles sean los motivos para la acción, tanto
más serán neutralizados por esa diferencia entre el ataque y la defensa. Por
lo tanto, la acción militar será impulsada con harta frecuencia a una pausa,
que es en realidad lo que nos muestra la
experiencia.
|
Ein
zweiter Grund liegt in der unvollkommenen Einsicht des Falles
|
Una
segunda causa reside en el conocimiento imperfecto de la situación
|
Aber es
gibt noch einen anderen Grund, welcher den kriegerischen Akt zum Stehen
bringen kann, nämlich die unvollkommene Einsicht des Falles. Jeder Feldherr
übersieht nur seine eigene Lage genau, die des Gegners nur nach ungewissen
Nachrichten; er kann sich also in seinem Urteil darüber irren und infolge
dieses Irrtums glauben, das Handeln sei am Gegner, wenn es eigentlich an ihm
ist. Dieser Mangel an Einsicht könnte nun zwar ebensooft ein unzeitiges
Handeln wie ein unzeitiges Innehalten veranlassen und würde also an sich
nicht mehr zur Verzögerung als zur Beschleunigung des kriegerischen Aktes
beitragen; aber immer wird es als eine der natürlichen Ursachen betrachtet
werden müssen, welche den kriegerischen Akt ohne inneren Widerspruch zum
Stehen bringen können. Wenn man aber bedenkt, daß man immer vielmehr geneigt
und veranlaßt ist, die Stärke seines Gegners zu hoch, als sie zu gering zu
schätzen, weil es so in der menschlichen Natur ist, so wird man auch zugeben,
daß die unvollkommene Einsicht des Falles im allgemeinen sehr dazu beitragen
muß, die kriegerische Handlung aufzuhalten und das Prinzip derselben zu
ermäßigen.
|
Todavía existe otra causa que puede
suspender la acción militar, y es la del
conocimiento imperfecto de la situación.
Cada comandante en jefe sólo tiene un conocimiento personal exacto de su
propia posición y no conoce la de su adversario más que por informes
inciertos. Puede cometer errores de interpretación y, como consecuencia de
ello, puede llegar a creer que la iniciativa corresponde a su oponente, cuando
en realidad le corresponde a él mismo. Esta merma de conocimientos podría, en
verdad, dar lugar tanto a acciones inoportunas como a inoportunas inacciones,
y contribuir por sí misma a causar tanto retrasos como aceleramientos en la
acción militar. Pero siempre deberá ser considerada como una de las causas
naturales que, sin que implique una contradicción subjetiva, puede llevar a
la acción militar a un estancamiento. Así como consideramos, sin embargo, que
por lo general nos sentimos más inclinados e inducidos a deducir que la
fuerza de nuestro oponente es demasiado grande antes que demasiado pequeña,
ya que hacerlo así es propio de la naturaleza humana, tendremos que admitir
también que el conocimiento imperfecto de la situación en general deberá
contribuir sensiblemente a detener la acción militar y a perturbar los
principios en que se basa su dirección.
|
Die Möglichkeit eines Stillstandes führt eine neue
Ermäßigung in den kriegerischen Akt, indem sie denselben gewissermaßen mit
Zeit verdünnt, die Gefahr in ihrem Schritte hemmt und die Mittel zur
Herstellung eines verlorenen Gleichgewichts vermehrt. Je größer die
Spannungen sind, aus denen der Krieg hervorgegangen, je größer also seine
Energie ist, um so kürzer werden diese Stillstandsperioden sein; je schwächer
das kriegerische Prinzip ist, um so länger; denn die stärkeren Motive
vermehren die Willenskraft, und diese ist, wie wir wissen, jedesmal ein
Faktor, ein Produkt der Kräfte.
|
La
posibilidad de una pausa introduce una nueva reducción en la acción militar,
diluyéndola, por así decir, en el factor tiempo, lo que corta el avance del
peligro y aumenta la capacidad de restablecer el equilibrio de fuerzas.
Cuanto más grandes sean las tensiones que han determinado la explosión de la
guerra y cuanto mayor sea, en consecuencia, la energía que se imprime a esta
última, más breves serán los períodos de inacción; cuanto más débil sea el
sentimiento hostil, más largos serán aquéllos. En efecto, los motivos más
poderosos acrecientan nuestra fuerza de voluntad y ésta, como se sabe,
constituye siempre un factor, un producto de nuestras fuerzas.
|
Der häufige Stillstand im
kriegerischen Akt entfernt den Krieg noch mehr vom Absoluten, macht ihn noch
mehr zum Wahrscheinlichkeitskalkül
|
Los
períodos frecuentes de inacción alejan aún más a la guerra del ámbito de la
teoría absoluta y la convierten todavía más en un cálculo de probabilidades
|
Je langsamer aber der kriegerische Akt abläuft, je
häufiger und länger er zum Stehen kommt, um so eher wird es möglich, einen
Irrtum gutzumachen, um so dreister wird also der Handelnde in seinen
Voraussetzungen, um so eher wird er damit hinter der Linie des Äußersten
zurückbleiben und alles auf Wahrscheinlichkeiten und Vermutungen bauen. Was
also die Natur des konkreten Falles an sich schon erfordert, einen
Wahrscheinlichkeitskalkül nach den gegebenen Verhältnissen, dazu läßt der
mehr oder weniger langsame Verlauf des kriegerischen Aktes mehr oder weniger
Zeit.
|
Cuanto
mayor sea la lentitud con que se desarrolle la acción militar y cuanto más
largos y frecuentes sean los períodos de inacción, tanto más fácilmente se
podrá rectificar un error. El comandante en jefe se aventurará a ampliar sus
suposiciones y al propio tiempo se mantendrá con mayor holgura por debajo del
punto extremo que preconiza la teoría, y basará todas sus deducciones en la
probabilidad y la conjetura. En consecuencia, el curso más o menos pausado de
la acción militar dejará más o menos tiempo para aquello que la naturaleza de
la situación concreta reclame por sí misma, es decir, un cálculo de
probabilidades acorde con las circunstancias que concurran en el caso.
|
Es fehlt
also nur noch der Zufall, um ihn zum Spiel zu machen, und dessen entbehrt er
am wenigsten
|
El
azar es el único elemento que falta para hacer de la guerra un juego, y es de
este elemento del que menos carece
|
Wir sehen hieraus, wie sehr die objektive Natur des
Krieges ihn zu einem Wahrscheinlichkeitskalkül macht; nun bedarf es nur noch
eines einzigen Elementes, um ihn zum Spiel zu machen, und dieses Elementes
entbehrt er gewiß nicht: es ist der Zufall. Es gibt
keine menschliche Tätigkeit, welche mit dem Zufall so beständig und so
allgemein in Berührung stände als der Krieg. Mit dem Zufall aber nimmt das
Ungefähr und mit ihm das Glück einen großen Platz in ihm ein.
|
Lo que se ha expuesto hasta aquí nos ha
mostrado cómo la naturaleza objetiva de la guerra hace de ella un cálculo de
probabilidades. Ahora sólo se requiere un elemento más para considerarla como
un juego, y ciertamente ese elemento no le falta en absoluto: es el azar. Ninguna
actividad humana guarda una relación más universal y constante con el azar
como la guerra. El azar, juntamente con lo accidental y la buena suerte, desempeña
un gran papel en la guerra.
|
Wie durch
seine objektive Natur, so wird der Krieg auch durch die subjektive zum Spiel
|
Tanto
por su naturaleza subjetiva como por su naturaleza objetiva, la guerra se
convierte en un juego
|
Werfen wir nun einen Blick auf die subjektive Natur
des Krieges, d.h. auf diejenigen Kräfte, womit er geführt werden muß, so muß
er uns noch mehr als ein Spiel erscheinen. Das
Element, in welchem die kriegerische Tätigkeit sich bewegt, ist Gefahr;
welche aber ist in der Gefahr die vornehmste aller Seelenkräfte? Der Mut. Nun
kann zwar Mut sich wohl mit kluger Berechnung vertragen, aber sie sind doch
Dinge von verschiedener Art, gehören verschiedenen Seelenkräften an; dagegen
sind Wagen, Vertrauen auf Glück, Kühnheit, Verwegenheit nur Äußerungen des
Mutes, und alle diese Richtungen der Seele suchen das Ungefähr, weil es ihr
Element ist.
|
Si reparamos ahora en la naturaleza
subjetiva de la guerra, o sea, en las fuerzas necesarias para llevarla a
cabo, se nos mostrará todavía más como un juego. El elemento dentro del cual
se mueve la acción bélica es el peligro; pero ¿cuál es, en el peligro, la
cualidad moral que predomina? El valor. Este es por cierto compatible
con el cálculo prudente, pero el valor y el cálculo son distintos por
naturaleza y pertenecen a ámbitos dispares del espíritu. Por otro lado, la
osadía, la confianza en la buena fortuna, la intrepidez y la temeridad son
todas manifestaciones del valor, y tales esfuerzos del espíritu tienden hacia
lo accidental, porque es su propio elemento.
|
Wir sehen also, wie von Hause aus das Absolute, das
sogenannte Mathematische, in den Berechnungen der Kriegskunst nirgends einen
festen Grund findet, und daß gleich von vornherein ein Spiel von
Möglichkeiten, Wahrscheinlichkeiten, Glück und Unglück hineinkommt, welches
in allen großen und kleinen Fäden seines Gewebes fortläuft und von allen
Zweigen des menschlichen Tuns den Krieg dem Kartenspiel am nächsten stellt.
|
Vemos,
pues, que, desde el principio, el factor absoluto, el llamado matemático, no
cuenta con ninguna base segura en los cálculos del arte de la guerra. De
entrada nos hallamos ante un juego de posibilidades y de probabilidades, de
buena y de mala suerte, que hace acto de presencia en todos los hilos,
grandes o pequeños, de su trama y es el responsable de que, de todas las
ramas de la actividad humana, sea la guerra la que más se parece a un juego
de cartas.
|
Wie dies dem menschlichen Geiste
im allgemeinen am meisten zusagt
|
Cómo esto concuerda mejor, en
general, con el espíritu humano
|
Obgleich
sich unser Verstand immer zur Klarheit und Gewißheit hingedrängt fühlt, so
fühlt sich doch unser Geist oft von der Ungewißheit angezogen. Statt sich mit
dem Verstande auf dem engen Pfade philosophischer Untersuchung und logischer
Schlußfolgen durchzuwinden, um, seiner selbst sich kaum bewußt, in Räumen
anzukommen, wo er sich fremd fühlt, und wo ihn alle bekannten Gegenstände zu
verlassen scheinen, weilt er lieber mit der Einbildungskraft im Reiche der
Zufälle und des Glücks. Statt jener dürftigen Notwendigkeit schwelgt er hier
im Reichtum von Möglichkeiten; begeistert davon, beflügelt sich der Mut, und
so wird Wagnis und Gefahr das Element, in welches er sich wirft wie der
mutige Schwimmer in den Strom.
|
Aunque nuestro entendimiento se siente por
lo general inclinado a asentarse en la certeza y la claridad, nuestro
espíritu es preso a menudo de la incertidumbre. En lugar de abrirse camino de
la mano de la inteligencia por el estrecho sendero de la investigación
filosófica y de la deducción lógica, prefiere moverse con lentitud, con la
imaginación puesta en el dominio del azar y de la suerte, a fin de llegar,
casi de modo inconsciente, a un terreno donde se siente extraño y donde todos
los objetos que le son familiares parecen abandonarlo. En lugar de sentirse
aprisionado, como en el primer caso, por la necesidad elemental, goza ahora
de toda una gama de posibilidades. Extasiado, el valor alza el vuelo, y la
osadía y el peligro se convierten en el elemento al que aquél se precipita,
del mismo modo que un nadador audaz se arroja a la corriente.
|
Soll die
Theorie ihn hier verlassen, sich in absoluten Schlüssen und Regeln
selbstgefällig fortbewegen? Dann ist sie unnütz fürs Leben. Die Theorie soll
auch das Menschliche berücksichtigen, auch dem Mut, der Kühnheit, selbst der
Verwegenheit soll sie ihren Platz gönnen. Die Kriegskunst hat es mit
lebendigen und mit moralischen Kräften zu tun, daraus folgt, daß sie nirgends
das Absolute und Gewisse erreichen kann; es bleibt also überall dem Ungefähr
ein Spielraum, und zwar ebenso groß bei dem Größten wie bei dem Kleinsten.
Wie dieses Ungefähr auf der einen Seite steht, muß Mut und Selbstvertrauen
auf die andere treten und die Lücke ausfüllen. So groß wie diese sind, so
groß darf der Spielraum für jenes werden. Mut und Selbstvertrauen sind also
dem Kriege ganz wesentliche Prinzipe; die Theorie soll folglich nur solche
Gesetze aufstellen, in welchen sich jene notwendigen und edelsten der
kriegerischen Tugenden in allen ihren Graden und Veränderungen frei bewegen
können. Auch im Wagen gibt es noch eine Klugheit und ebensogut eine Vorsicht,
nur daß sie nach einem anderen Münzfuß berechnet sind.
|
¿Tiene
la teoría que abandonar aquí ese punto y seguir satisfecha hasta establecer
reglas y conclusiones absolutas? Si es así no tiene una aplicación práctica.
La teoría debe tener en cuenta el elemento humano y destinar el lugar que les
corresponde al valor, al arrojo e incluso a la temeridad. El arte de la
guerra tiene que vérselas con fuerzas vivas y morales, de donde se deriva que
lo absoluto y lo seguro le resultan inaccesibles; siempre queda un margen
para lo accidental, tanto en las cosas grandes como en las pequeñas. Así como
por un lado aparece ese elemento accidental, por el otro el valor y la
confianza en uno mismo deben hacer acto de presencia y llenar el hueco abierto.
Cuanto mayor sea el valor y la confianza en uno mismo, más grande será el
margen que cabe dejar para lo accidental. Por lo tanto, el valor y la
confianza en uno mismo son elementos absolutamente esenciales para la guerra.
Y en consecuencia, la teoría sólo debe formular aquellas reglas que ofrezcan
un libre campo de acción para esas virtudes militares más necesarias y
esclarecidas, en todos sus grados y variaciones. Hasta en la osadía hay
sabiduría y prudencia, pero su apreciación responde a una escala diferente de
valores.
|
Aber der Krieg bleibt doch immer
ein ernsthaftes Mittel für einen ernsthaften Zweck. Nähere Bestimmungen
desselben
|
La
guerra sigue siendo todavía un medio serio para alcanzar un objetivo serio
|
So ist
der Krieg, so der Feldherr, der ihn führt, so die Theorie, die ihn regelt.
Aber der Krieg ist kein Zeitvertreib, keine bloße Lust am Wagen und Gelingen,
kein Werk einer freien Begeisterung; er ist ein ernstes Mittel für einen
ernsten Zweck. Alles, was er von jenem Farbenspiel des Glückes an sich trägt,
was er von den Schwingungen der Leidenschaften, des Mutes, der Phantasie, der
Begeisterung in sich aufnimmt, sind nur Eigentümlichkeiten dieses Mittels.
|
Así es la guerra, así el jefe que la
dirige y así la teoría que le atañe. Pero la guerra no constituye un
pasatiempo, ni una simple pasión por la osadía y el triunfo, ni el fruto de
un entusiasmo sin límites; es un medio serio para alcanzar un fin serio. Todo
el encanto del azar que exhibe, todos los estremecimientos de pasión, valor,
imaginación y entusiasmo que acumula, son tan sólo propiedades particulares
de ese medio.
|
Der Krieg
einer Gemeinheit - ganzer Völker - und namentlich gebildeter Völker geht
immer von einem politischen Zustande aus und wird nur durch ein politisches
Motiv hervorgerufen. Er ist also ein politischer Akt.
Wäre er
nun ein vollkommener, ungestörter, eine absolute Äußerung der Gewalt, wie wir
ihn uns aus seinem bloßen Begriff ableiten mußten, so würde er von dem
Augenblicke an, wo er durch die Politik hervorgerufen ist, an ihre Stelle
treten als etwas von ihr ganz Unabhängiges, sie verdrängen und nur seinen
eigenen Gesetzen folgen, so wie eine Mine, die sich entladet, keiner anderen
Richtung und Leitung mehr fähig ist, als die man ihr durch vorbereitende
Einrichtungen gegeben. So hat man sich die Sache bisher auch wirklich
gedacht, sooft ein Mangel an Harmonie zwischen der Politik und Kriegführung
zu theoretischen Unterscheidungen der Art geführt hat. Allein so ist es
nicht, und diese Vorstellung ist eine grundfalsche. Der Krieg der wirklichen
Welt ist, wie wir gesehen haben, kein solches Äußerstes, was seine Spannung
in einer einzigen Entladung löst, sondern er ist das Wirken von Kräften, die
nicht vollkommen gleichartig und gleichmäßig sich entwickeln, sondern die
jetzt hinreichend aufschwellen, um den Widerstand zu überwinden, den die
Trägheit und die Friktion ihr entgegenstellen, ein anderes Mal aber zu
schwach sind, um eine Wirkung zu äußern; so ist er gewissermaßen ein
Pulsieren der Gewaltsamkeit, mehr oder weniger heftig, folglich mehr oder
weniger schnell die Spannungen lösend und die Kräfte erschöpfend; mit anderen
Worten: mehr oder weniger schnell ans Ziel führend, immer aber lange genug
dauernd, um auch noch in seinem Verlauf Einfluß darauf zu gestatten, damit
ihm diese oder jene Richtung gegeben werden könne, kurz, um dem Willen einer
leitenden Intelligenz unterworfen zu bleiben. Bedenken wir nun, daß der Krieg
von einem politischen Zweck ausgeht, so ist es natürlich, daß dieses erste
Motiv, welches ihn ins Leben gerufen hat, auch die erste und höchste
Rücksicht bei seiner Leistung bleibt. Aber der politische Zweck ist deshalb
kein despotischer Gesetzgeber, er muß sich der Natur des Mittels fügen und
wird dadurch oft ganz verändert, aber immer ist er das, was zuerst in
Erwägung gezogen werden muß. Die Politik also wird den ganzen kriegerischen Akt
durchziehen und einen fortwährenden Einfluß auf ihn ausüben, soweit es die
Natur der in ihm explodierenden Kräfte zuläßt.
|
La guerra entablada por una comunidad
––la guerra entre naciones enteras––, y particularmente entre naciones
civilizadas, surge siempre de una circunstancia política, y no tiene su
manifestación más que por un motivo político. Es, pues, un acto político.
Ahora bien, si en sí misma fuera un acto
completo e inalterable, una manifestación absoluta de violencia, como hubo
que deducir considerándola en su concepción pura, en cuanto se pusiera de
manifiesto por medio de la política ocuparía el lugar de ésta y, como algo
completamente independiente de ella, la descartaría y sólo se regiría por sus
propias leyes. Algo parecido a lo que ocurre cuando se acciona una mina y no
puede variarse su rumbo hacia otra dirección como no sea la marcada en el
ajuste previo. Hasta ahora, también en la práctica esto ha sido considerado
de esta forma, siempre que la carencia de armonía entre la política y la conducción
de la guerra ha llevado a distinciones teóricas de esta naturaleza. Pero tal
idea es básicamente falsa. Como hemos visto, la guerra, en el mundo real, no
es un acto extremo que libera su tensión mediante una sola descarga; es una
acción de fuerzas que no se desarrollan en todos los casos de la misma forma
y en la misma proporción, pero que en un momento preciso llegan a un extremo
suficiente como para vencer la resistencia que les oponen la inercia y la
fricción, mientras que a la par son demasiado débiles para producir efecto
alguno. La guerra constituye, por así decir, un embate regular de violencia,
de mayor o menor intensidad y vehemencia, y que, a consecuencia de ello,
libera las tensiones y agota las fuerzas de una forma más o menos rápida o,
en otras palabras, conduce al objetivo propuesto con mayor o menor rapidez.
Pero siempre tiene una duración suficiente como para ejercer, durante su
transcurso, una influencia sobre ese objetivo, de modo que puede hacerlo
cambiar en uno u otro sentido. En definitiva, puede durar lo suficiente como
para estar sujeta a la voluntad de una inteligencia directora. Si es cierto
que la guerra tiene su origen en un objetivo político, resulta que ese primer
motivo, que es el que la promueve, constituye, de modo natural, la primera y
más importante de las consideraciones que deben ser tenidas en cuenta en la
conducción de la guerra. Pero el objetivo político no se convierte, por ello,
en una regla despótica. Debe adaptarse a la naturaleza de los medios a su
disposición, y, de ese modo, cambiará a menudo por completo. Pero siempre
deberá ser considerado en primer término. La política, por lo tanto, asumirá
un papel en la acción total de la guerra, y ejercerá una influencia continua
sobre ella, hasta donde lo permita la naturaleza de las fuerzas explosivas
que contiene.
|
Der
Krieg ist eine bloße Fortsetzung der Politik mit anderen Mitteln
|
La guerra es una mera continuación de la política por otros
medios
|
So sehen
wir also, daß der Krieg nicht bloß ein politischer Akt, sondern ein wahres
politisches Instrument ist, eine Fortsetzung des politischen Verkehrs, ein
Durchführen desselben mit anderen Mitteln. Was dem
Kriege nun noch eigentümlich bleibt, bezieht sich bloß auf die eigentümliche
Natur seiner Mittel. Daß die Richtungen und Absichten der Politik mit diesen
Mitteln nicht in Widerspruch treten, das kann die Kriegskunst im allgemeinen
und der Feldherr in jedem einzelnen Falle fordern, und dieser Anspruch ist
wahrlich nicht gering; aber wie stark er auch in einzelnen Fällen auf die
politischen Absichten zurückwirkt, so muß dies doch immer nur als eine
Modifikation derselben gedacht werden, denn die politische Absicht ist der
Zweck, der Krieg ist das Mittel, und niemals kann das Mittel ohne Zweck
gedacht werden.
|
Vemos,
pues, que la guerra no constituye simplemente un acto político, sino un
verdadero instrumento político, una continuación de la actividad política,
una realización de ésta con otros medios.
Lo que resta de peculiar en la guerra guarda relación con el carácter
igualmente peculiar de los medios que utiliza. El arte de la guerra en
general, y el jefe que la conduce en cada caso particular, pueden determinar
que las tendencias y los planes políticos no encierren ninguna compatibilidad
con estos medios. Esta exigencia no resulta baladí; pero, por más que se
imponga poderosamente en casos particulares sobre los designios políticos,
debe considerársela siempre sólo como una modificación de esos designios, ya
que el propósito político es el objetivo, mientras que la guerra constituye
el medio, y nunca el medio cabe ser pensado como desposeído de objetivo.
|
Verschiedenartigkeit der Kriege
|
Naturaleza
diversa de las guerras
|
Je großartiger und stärker die Motive des Krieges
sind, je mehr sie das ganze Dasein der Völker umfassen, je gewaltsamer die
Spannung ist, die dem Kriege vorhergeht, um so mehr wird der Krieg sich
seiner abstrakten Gestalt nähern, um so mehr wird es sich um das Niederwerfen
des Feindes handeln, um so mehr fallen das kriegerische Ziel und der
politische Zweck zusammen, um so reiner kriegerisch, weniger politisch
scheint der Krieg zu sein. Je schwächer aber Motive und Spannungen sind, um
so weniger wird die natürliche Richtung des kriegerischen Elementes, nämlich
der Gewalt, in die Linie fallen, welche die Politik gibt, um so mehr muß also
der Krieg von seiner natürlichen Richtung abgelenkt werden, um so
verschiedener ist der politische Zweck von dem Ziel eines idealen Krieges, um
so mehr scheint der Krieg politisch zu werden.
|
Cuanto más intensos y poderosos sean los
motivos y las tensiones que justifiquen la guerra, más estrecha relación
guardará ésta con su concepción abstracta. Cuanto más encaminada se halle en
la destrucción del enemigo, tanto más coincidirán el propósito militar y el
objetivo político, y la guerra aparecerá más como puramente militar y menos
como política. Pero cuanto más débiles sean las motivaciones y las tensiones,
la tendencia natural del elemento militar, o sea la tendencia a la violencia,
coincidirá menos con las directrices políticas; por tanto, cuanto más se
aparte la guerra de su trascendencia natural, mayor será la diferencia que
separa el objetivo político del propósito de una guerra ideal, y mayor
apariencia tendrá la guerra de ser política.
|
Wir müssen aber hier, damit der Leser nicht falsche
Vorstellungen unterlege, bemerken, daß mit dieser natürlichen Tendenz des
Krieges nur die philosophische, die eigentlich logische gemeint ist und
keineswegs die Tendenz der wirklich im Konflikt begriffenen Kräfte, so daß
man sich z. B. darunter alle Gemütskräfte und Leidenschaften der Kämpfenden
denken sollte. Zwar könnten in manchen Fällen auch
diese in solchem Maße angeregt sein, daß sie mit Mühe in dem politischen Wege
zurückgehalten werden könnten; in den meisten Fällen aber wird solcher
Widerspruch nicht entstehen, weil durch das Dasein so starker Bestrebungen
auch ein großartiger, damit zusammenstimmender Plan bedingt sein wird. Wo
dieser Plan nur auf Kleines gerichtet ist, da wird auch das Streben der
Gemütskräfte in der Masse so gering sein, daß diese Masse immer eher eines
Anstoßes als einer Zurückhaltung bedürfen wird.
|
Pero
con el fin de impedir que el lector llegue a conclusiones erróneas, es
preciso hacer notar que por esa tendencia natural de la guerra entendemos
solamente la tendencia filosófica, estrictamente lógica, y de ningún modo la
de las fuerzas que realmente intervienen en el conflicto, hasta el punto de
que, por ejemplo, deberíamos incluir todas las emociones y pasiones de los
combatientes. Es cierto que éstas pueden, en muchos casos, ser avivadas hasta
tal extremo que sólo con dificultad cabrá mantenerlas reducidas al campo
político; pero por lo general no se plantea esta contradicción, porque la
existencia de emociones tan fuertes implica también la elaboración de un gran
plan que las englobe. Si este plan se dirige tan sólo hacia un objetivo vano,
la agitación emotiva de las masas será tan débil, que en todo caso necesitará
ser alentada antes que contenida.
|
Sie
können alle als politische Handlungen betrachtet werden
|
Todas
las guerras tienen que ser consideradas como actos políticos
|
Wenn es also, um zur Hauptsache zurückzukehren, auch
wahr ist, daß bei der einen Art Krieg die Politik ganz zu verschwinden
scheint, während sie bei der anderen Art sehr bestimmt hervortritt, so kann
man doch behaupten, daß die eine so politisch sei wie die andere; denn
betrachtet man die Politik wie die Intelligenz des personifizierten Staates,
so muß unter allen Konstellationen, die ihr Kalkül aufzufassen hat, doch auch
diejenige begriffen sein können, wo die Natur aller Verhältnisse einen Krieg
der ersten Art bedingt. Nur insofern man unter Politik nicht eine allgemeine
Einsicht, sondern den konventionellen Begriff einer der Gewalt abgewendeten,
behutsamen, verschlagenen, auch unredlichen Klugheit versteht, könnte die
letzte Art des Krieges ihr mehr angehören als die erstere.
|
En relación con nuestro tema principal,
podemos apreciar que, si bien es verdad que en cierta clase de guerras la
política parece haber desaparecido por completo, mientras que en otras
aparece de forma bien definida, cabe afirmar, sin embargo, que unas son tan
políticas como las otras. Efectivamente, si consideramos la política como la
inteligencia del Estado personificado, entre las combinaciones de
circunstancias que deben ser tenidas en cuenta en los cálculos debemos
incluir aquella en que la naturaleza de las circunstancias provoca una guerra
de la primera clase. Pero si el término política no es entendido como un
conocimiento amplio de la situación, sino como la idea convencional de una
añagaza cautelosa, astuta y hasta deshonesta, contraria a la violencia, es en
este caso cuando el último tipo de guerra
correspondería, más que el primero, a la política.
|
Folgen
dieser Ansicht für das Verständnis der Kriegsgeschichte und für die
Grundlagen der Theorie
|
Consecuencias
de este punto de vista para la comprensión de la historia de la guerra y para
los fundamentos de la teoría
|
Wir sehen also erstens: daß wir uns den Krieg unter
allen Umständen als kein selbständiges Ding, sondern als ein politisches
Instrument zu denken haben; und nur mit dieser Vorstellungsart ist es
möglich, nicht mit der sämtlichen Kriegsgeschichte in Widerspruch zu geraten.
Sie allein schließt das große Buch zu verständiger Einsicht auf. - Zweitens:
zeigt uns ebendiese Ansicht, wie verschieden die Kriege nach der Natur ihrer
Motive und der Verhältnisse, aus denen sie hervorgehen, sein müssen.
|
En primer lugar vemos, pues, que en toda
circunstancia tiene que considerarse a la guerra no como algo independiente,
sino como un instrumento político. Tan sólo si adoptamos este punto de vista
podremos evitar caer en contradicción con toda la historia de la guerra y
hacer una apreciación inteligente de su totalidad. En segundo lugar, este
mismo punto de vista nos muestra cómo pueden variar las guerras de acuerdo
con la naturaleza de las motivaciones y de las circunstancias de las cuales
aquéllas surgen.
|
Der erste, der großartigste, der entschiedenste Akt
des Urteils nun, welchen der Staatsmann und Feldherr ausübt, ist der, daß er
den Krieg, welchen er unternimmt, in dieser Beziehung richtig erkenne, ihn
nicht für etwas nehme oder zu etwas machen wolle, was er der Natur der
Verhältnisse nach nicht sein kann. Dies ist also die erste,
umfassendste aller strategischen Fragen; wir werden sie in der Folge beim
Kriegsplan näher in Betrachtung ziehen.
|
El primer acto de discernimiento, el
mayor y el más decisivo que llevan a cabo un estadista y un jefe militar, es
el de establecer correctamente la clase de guerra en la que están empeña dos
y no tomarla o convertirla en algo diferente de lo que dicte la naturaleza de
las circunstancias. Este es, por lo tanto, el primero y el más amplio de
todos los problemas estratégicos. Más adelante, en el capítulo referente a la
planificación de la guerra, procederemos a examinarlo con mayor detención.
|
Hier begnügen wir uns, den Gegenstand bis auf diesen
Punkt geführt und dadurch den Hauptgesichtspunkt festgestellt zu haben, aus
welchem der Krieg und seine Theorie betrachtet werden müssen.
|
Contentémonos
por ahora con haber expuesto el tema y establecido, al hacerlo, el punto de
vista principal desde el cual deben ser examinadas tanto la guerra como su
teoría.
|
Resultat
für die Theorie
|
Conclusión
para la teoría
|
Der Krieg ist also nicht nur ein wahres Chamäleon,
weil er in jedem konkreten Falle seine Natur etwas ändert, sondern er ist
auch seinen Gesamterscheinungen nach, in Beziehung auf die in ihm
herrschenden Tendenzen eine wunderliche Dreifaltigkeit, zusammengesetzt aus
der ursprünglichen Gewaltsamkeit seines Elementes, dem Haß und der
Feindschaft, die wie ein blinder Naturtrieb anzusehen sind, aus dem Spiel der
Wahrscheinlichkeiten und des Zufalls, die ihn zu einer freien Seelentätigkeit
machen, und aus der untergeordneten Natur eines politischen Werkzeuges,
wodurch er dem bloßen Verstande anheimfällt.
|
La guerra no es, pues, no sólo un
verdadero camaleón, por el hecho de que en cada caso concreto cambia de
carácter, sino que constituye también una singular trinidad, si se la
considera como un todo, en relación con las tendencias que predominan en
ella. Esta trinidad está integrada tanto por el odio, la enemistad y la
violencia primigenia de su esencia, elementos que deben ser considerados como
un ciego impulso natural, como por el juego del azar y de las probabilidades,
que hacen de ella una actividad desprovista de emociones, y por el carácter
subordinado de instrumento político, que la inducen a pertenecer al ámbito
del mero entendimiento.
|
Die erste dieser drei Seiten ist mehr dem Volke, die
zweite mehr dem Feldherrn und seinem Heer, die dritte mehr der Regierung
zugewendet. Die Leidenschaften, welche im Kriege entbrennen sollen, müssen
schon in den Völkern vorhanden sein; der Umfang, welchen das Spiel des Mutes
und Talents im Reiche der Wahrscheinlichkeiten des Zufalls bekommen wird,
hängt von der Eigentümlichkeit des Feldherrn und des Heeres ab, die
politischen Zwecke aber gehören der Regierung allein an.
|
El primero de estos tres aspectos
interesa especialmente al pueblo; el segundo, al comandante en jefe y a su
ejército, y el tercero, solamente al gobierno. Las pasiones que deben prender
en la guerra tienen que existir ya en los pueblos afectados por ella; el
alcance que lograrán el juego del talento y del valor en el dominio de las
probabilidades del azar dependerá del carácter del comandante en jefe y del
ejército; los objetivos políticos, sin embargo, incumbirán solamente al
gobierno.
|
Diese drei Tendenzen, die als ebenso viele
verschiedene Gesetzgebungen erscheinen, sind tief in der Natur des
Gegenstandes gegründet und zugleich von veränderlicher Größe. Eine Theorie,
welche eine derselben unberücksichtigt lassen oder zwischen ihnen ein
willkürliches Verhältnis feststellen wollte, würde augenblicklich mit der
Wirklichkeit in solchen Widerspruch geraten, daß sie dadurch allein schon wie
vernichtet betrachtet werden müßte.
|
Estas tres tendencias, que se ponen de
manifiesto al igual que lo hacen muchas diferentes legislaciones, se asientan
profundamente en la naturaleza de la cuestión y, al mismo tiempo, varían en
magnitud. Una teoría que rehuyera tomar en cuenta cualquiera de ellas o
fijara una relación arbitraria entre ellas incurriría en tal contradicción
con la realidad que por este solo hecho debería ser considerada como nula.
|
Die
Aufgabe ist also, daß sich die Theorie zwischen diesen drei Tendenzen wie
zwischen drei Anziehungspunkten schwebend erhalte.
|
El problema consiste, pues, en mantener a
la teoría en equilibrio entre estas tres tendencias, como si fueran éstas
tres polos de atracción.
|
Auf
welchem Wege dieser schwierigen Aufgabe noch am ersten genügt werden könnte,
wollen wir in dem Buche von der Theorie des Krieges untersuchen. In jedem
Fall wird die hier geschehene Feststellung des Begriffs vom Kriege der erste
Lichtstrahl, der für uns in den Fundamentalbau der Theorie fällt, der zuerst
die großen Massen sondern und sie uns unterscheiden lassen wird.
|
En
el libro que trata sobre la teoría de la guerra nos proponemos investigar la
manera de resolver tal problema del modo más concluyente. Esa definición del
concepto de la guerra se convierte para nosotros en el primer rayo de luz que
ilumina los fundamentos de la teoría, que evidenciará por vez primera sus
rasgos principales y nos permitirá distinguirlos.
|
Blog destinado a compartir información sobre política, filosofía, historia, prospectiva, geoestrategia y temas militares
domingo, 28 de octubre de 2012
De la Guerra. Libro I Cap. 1: Alemán-Español
Trabajo realizado con motivo de la realización de "De la Guerra y la Paz: Una perspectiva Hermenéutica"
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